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Sociedad e Interés General - 23-03-2024 / 06:03
FALLECE EL 23 DE MARZO DE 1942

Marcelo T. de Alvear y el radicalismo galerita conservador

Marcelo T. de Alvear y el radicalismo galerita conservador
Siendo presidente de la Nación, Alvear interviene la Universidad Nacional del Litoral y la Universidad Nacional de Córdoba, modificándose los estatutos aprobados en el año de 1922 y que reflejaban las conquistas de la Reforma Universitaria del 18. Es el comienzo de lo que Del Mazo llama la contrarreforma. Al mismo tiempo que en el orden de la legislación obrera, la política económica y la política universitaria de Alvear inicia un retroceso con respecto al gobierno de Yrigoyen, la conspiración oligárquica se pone en marcha para impedir la segunda presidencia del caudillo radical.
Un 23 de marzo como hoy... pero de 1942 moría Marcelo Torcuato de Alvear, abogado y político argentino, presidente de la Nación desde el 12 de octubre de 1922 y el mismo día de 1928. Participó activamente de las revoluciones radicales de 1890 y 1893, integrándose en la Unión Cívica que luego dio origen a la Unión Cívica Radical, en el sector denominado "galeritas" (más cercanos al conservadurismo). Cuando Yrigoyen asumió la presidencia en 1916 nombró a Alvear embajador en Francia, y éste fue electo Presidente en momentos en que se encontraba en ese país.
 
Todas las fuerzas antiyrigoyenistas y antipopulares levantaron la cabeza a partir del momento en que Alvear se hizo cargo del gobierno. Desde el inicio de su gestión nombró a ministros que no tenían relación alguna con los sectores yrigoyenistas, por lo que la unión entre ambos comenzó a quebrarse. Su gabinete era una clara demostración de que don Marcelo afirmaba su "independencia" con respecto al caudillo.
 
Alvear, como hijo predilecto de la fortuna, gozó de las ventajas envidiables que le ofrecía el período de "estabilización relativa del capitalismo" que transcurre entre la posguerra y la crisis mundial del 30. Los altos índices de exportación de nuestros productos agropecuarios llenaron de oro a la Tesorería.
 
Su gobierno coincidió con el fin de la crisis mundial de la posguerra, lo que le permitió mejorar la economía y las finanzas del país, además de destacarse el desarrollo de la industria automotriz y la explotación petrolera, que alcanzó una prosperidad económica desconocida hasta entonces para la Argentina.
 
Con todo ello, llegó a números insospechados en lo que respecta al PIB por habitante, que en 1928 había alcanzado el sexto puesto entre los más altos del mundo. Incluso, se registró un aumento de la clase media, una subida del salario real y una disminución de las huelgas y conflictos.
 
Pero la interna radical estaba a la orden del día y las intrigas en todos los órdenes. Si el ministro de Hacienda Víctor Molina proclamaba orgullosamente su doctrina librecambista, la actitud de Alvear hacia la reforma universitaria, el gran movimiento cultural que había apoyado Yrigoyen en 1918, se volvía abiertamente hostil y la conspiración oligárquica se pone en marcha para impedir la segunda presidencia del Caudillo.
 
La interna radical se dirimió en 1928 con la elección nacional. La fórmula Hipólito Yrigoyen-Francisco Beiró se impuso por el 57,4 de los votos. Al dejar la presidencia, Alvear se radicó en Francia. 
 
Por Carlos Morales para La Opinión Popular

 
 

Yrigoyenismo vs. Antipersonalismo
 
La Unión Cívica Radical estaba dividida interiormente, desde principios de siglo, entre los llamados "azules" o "galeritas", de tendencia más conservadora y origen social de clase media alta, muy fuertes en la Ciudad de Buenos Aires, y los llamados "grises" de tendencia más popular y origen social de clase media baja, fuertes en la Provincia de Buenos Aires.
 
Las raíces del enfrentamiento se remontan a la época en que Alem e Yrigoyen estaban enfrentados. Muchos de los seguidores de Alem, como Barroetaveña, Torino, Le Breton, Gouchon, integraron las filas de antipersonalismo. Posteriormente, en 1909, Leopoldo Melo agrupó a un sector que se oponía al abstencionismo propuesto por Yrigoyen.
 
Pero es, a partir del fin del mandato de Yrigoyen en 1922 que el antipersonalismo tomó fuerza, en gran medida amparado por Marcelo T. de Alvear, que los apoyó abiertamente aunque sin abandonar la Unión Cívica Radical. Muchos de sus ministros eran radicales antipersonalistas: Gallo, Ortiz, Le Breton.
 
Estas diferencias llevaron a un enfrentamiento entre Alvear e Yrigoyen, que a su vez condujo a una división aún más profunda de la UCR entre yrigoyenistas y antipersonalistas. El líder del radicalismo antipersonalista fue Leopoldo Melo. Con él estaban entre otros Vicente Gallo, Tomás Le Breton, José P. Tamborini, Enrique Mosca, José C. Crotto, Roberto M. Ortiz, el lencinismo de Mendoza, el bloquismo de San Juan, los radicales principistas de Entre Ríos con Miguel Laurencena a la cabeza.
 
Los antipersonalistas criticaban el liderazgo vertical y personalista de Yrigoyen, así como su personalidad cerrada y poco proclive al diálogo.
 
Los antipersonalistas daban máxima importancia a una de las cuatro banderas que Leandro Alem señaló como bases del radicalismo: "la impersonalidad de la coalición".
 
Fuente: Wikipedia

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