La Opinión Popular
                  07:53  |  Sabado 27 de Julio de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná
“Si alguna vez llega el fascismo al poder lo hará en nombre de la libertad”. Thomas Mann, premio Nobel 1940.
Recomendar Imprimir
Sociedad e Interés General - 21-03-2024 / 05:03
EL 21 DE MARZO DE 1947 FINALIZÓ LA SIBERIA ARGENTINA

Juan Perón cierra por decreto la colonia penal de Ushuaia

Juan Perón cierra por decreto la colonia penal de Ushuaia
La Siberia argentina cerró sus puertas el 21 de marzo de 1947 a orillas del canal de Beagle. Un decreto no demasiado recordado del presidente Juan Perón señalaba el final para la inhumana cárcel de Ushuaia, la más austral del mundo.
La Siberia argentina, como la definió Osvaldo Bayer, cerró sus puertas el 21 de marzo de 1947 a orillas del canal de Beagle. Hace 75 años un decreto no demasiado recordado del presidente Juan Perón señalaba el final para la inhumana cárcel de Ushuaia, la más austral del mundo.
 
Había sido centro de castigo y aislamiento durante 45 años. Por sus 380 celdas de 1,93 por 1,93 pasaron desde el Petiso Orejudo hasta el anarquista ucraniano Simón Radowitzky, quien mató de un bombazo al comisario y represor de obreros, Ramón Falcón. La cárcel de Ushuaia fue usada como un depósito del Estado para alojar presos políticos.
 
El dictador José Félix Uriburu envió a Tierra del Fuego a militantes anarquistas, comunistas, trotskistas y socialistas. Entre ellos estaban el cronista del diario La AntorchaHoracio Badaraco y el de La ProtestaJosé Berenger, torturado con una prensa. Agustín P. Justo, el presidente que llegó de la mano del fraude en 1931, siguió mandándolos por barco hacia la isla.
 
La cárcel que cerró Perón se volvió a abrir dos veces más en las décadas del 50 y 60. La Revolución Libertadora envió a partidarios del General. Jorge Antonio (empresario), Guillermo P. Kelly (dirigente de la Alianza Libertadora Nacionalista) Héctor Cámpora (Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación) John W. Cooke (Diputado Nacional), y el dirigente de la CGT, José Espejo; por orden del Almirante Isaac Rojas son trasladados al Penal del sur.
 
Sufren allí condiciones tremendas de prisión con temperaturas extremas que alcanzaban a 40 grados bajo cero, sin calefacción, sin agua, engrillados, condiciones éstas que se suman a un sin fin de vejámenes por orden de la "Revolución Libertadora". También la utilizó por última vez Arturo Frondizi en 1960 cuando aplicó el Plan Conintes para meter presos a militantes de la resistencia peronista juzgados por consejos de guerra especiales.
 
La Opinión Popular

 
 

En 1902 se inauguró durante el segundo gobierno de Julio Argentino Roca. La idea de levantar una colonia penal no prosperó en su primer mandato, pese a que el 27 de junio de 1883 le había enviado un proyecto al Congreso.
 
Recién en 1895 -durante la presidencia de José Evaristo Uriburu- se sancionó la ley que obligaba a cumplir las sentencias de jueces federales contra reincidentes en Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Al año siguiente se decidió construir el presidio para el que se destinó originalmente un presupuesto de 200 mil pesos.
 
Hoy, en el predio de la base naval Ushuaia donde estuvo la cárcel, funciona un museo que alecciona sobre uno de nuestros peores pasados. Lo administra una sociedad civil. De los cinco pabellones que se conservan, uno se mantiene en su sombrío estado original. Otro permite hacer un recorrido histórico sobre las condiciones de vida de los detenidos.
 
Están el que ocupa una galería de arte y el destinado a vender réplicas de las chaquetas de los presos, pingüinos de peluche y distintos suvenires. El restante es el único que se mantiene cerrado al público. El panóptico desde donde se controlaba cada movimiento de los condenados es el lugar que elige el guía para despedirse.
 
Cuando Perón clausuró el penal, Crítica, el diario más popular de la época informaba: "Ushuaia, tierra maldita, incorpórase sin lacras al sentimiento argentino". El periodista Osiris Troiani publicó una serie de notas entre el 5 y el 16 de abril del 47 que son citadas entre los numerosos documentos que pueden leerse en el pabellón por donde avanza la visita guiada.
 
El recorrido es como un caleidoscopio. Se suceden de celda en celda las vidas de presos emblemáticos. Cayetano Santos Godino, el asesino de niños a cuyas orejas muy grandes se atribuyó una disparatada hipótesis de su mentalidad criminal. Murió en la cárcel a manos de otros presos que lo acusaron de matar a la mascota del presidio: un gato.
 
A diferencia del Petiso Orejudo, pobre y analfabeto, Mateo Banks, alías el místico, fue un estanciero de Azul, socio del Jockey Club y jugador compulsivo. Asesinó a ocho personas en pocas horas, entre familiares y peones. Quería apropiarse de los bienes de sus hermanos. Se había endeudado y aspiraba a mantener su status social. Lo condenaron a reclusión perpetua en 1924 y casi veinte años después salió de la cárcel de Ushuaia en libertad condicional.
 
Son apenas dos de las historias que nutren de cierta mitología al lugar. También estuvo encarcelado el anarquista Radowitzky, quien mató de un bombazo al comisario y represor de obreros, Ramón Falcón. Pasó 19 de sus 21 años entre rejas en Ushuaia. Casi la mitad en régimen de aislamiento, entre otras cosas, porque se fugó una vez con ayuda exterior y fue recapturado.
 
Hipólito Irigoyen lo indultó el 13 de abril de 1930, casi cinco meses antes de ser derrocado. El preso n° 155 -cada uno tenía un número- se había salvado de ser fusilado porque era menor de edad.
 
Las fugas terminaban en muertes por hipotermia, desnutrición o con el regreso a la prisión ante la imposibilidad de soportar el frío glacial de la zona. Por lo general fracasaban. Nunca se supo qué pasó con el penado 46, Nicolás Martín -condenado por doble homicidio-, quién escapó en 1905 y nunca más apareció. Los carceleros sabían que por las durísimas condiciones climáticas no hacían falta los muros. Apenas colocaron alambradas alrededor.
 
Las paredes de las celdas estaban hechas con piedras sacadas del Monte Susana y una argamasa de tierra y arcilla. Cada pabellón terminaba en forma de martillo donde se encontraban los baños y piletones para lavar la ropa. El que todavía se conserva en su estado original es tétrico, el adjetivo con que Crítica describió al penal en general.
 
Los calabozos son pequeños. Apenas entraba en ellos un camastro. La luz del exterior se filtraba por una pequeña ventana con dos rejas amuradas a la pared. Era casi imposible salir de ahí sin colaboración externa o de los guardias.
 
De los registros de estadísticas que conserva el museo, se desprenden las corrientes migratorias dominantes en el primer año del siglo XX. Se explica que en 1900 había una población carcelaria de 30 argentinos, 25 italianos, 13 españoles, 5 orientales, 2 franceses, 1 inglés y 1 portugués.
 
También se relevaba el grado de instrucción: 55 sabían leer y escribir pero 12 no. Se mencionan los oficios que ejercían, con mayoría de jornaleros y cocineros. Ushuaia llegó a tener una superpoblación que superó con holgura los 500 detenidos.
 
Se clasificaba a los condenados de acuerdo a su perfil psicológico: altaneros, enérgicos, coléricos, agresivos, apacibles, bondadosos y respetuosos, como lo señala un estudio de 1931. Tres años más tarde, aparece un relevamiento de las visitas médicas y las enfermedades que contraían los detenidos.
 
Los condenados por homicidio se consideraban seres superiores. Pero los marcaban con un distintivo rojo, en gorra, chaqueta y pantalón. La vestimenta característica tenía rayas horizontales celestes y amarillo ocre.
 
A quienes se colocaba en el grupo de mala conducta, se les aplicaban castigos medievales. Hay fotografías donde se los ve engrillados, como si fueran presos del siglo XIV o XV. Se los apaleaba con las ropas mojadas, se los obligaba a permanecer parados muchas horas (el llamado plantón) o se los sometía a pan y agua.
 
Los que eran evaluados como de buena conducta podían permanecer más tiempo fuera del penal trabajando en lo que hoy es el Parque Nacional de Tierra del Fuego, por donde circulaba -y todavía circula- el tren de trocha angosta que llegó a extenderse 22 kilómetros y cuyas vías colocaron los mismos detenidos.
 
El ex presidio fue declarado en 1997 monumento histórico nacional. Cuando Roca lo mandó a hacer, dijo que era para poblar el país que él mismo había despoblado de indios a sangre y fuego. "Una vez fundado el establecimiento penal en Tierra del Fuego, la república habrá puesto los cimientos de la colonización en ese punto", escribió en su proyecto enviado al Congreso en 1883.
 
Por Gustavo Veiga

Agreganos como amigo a Facebook
26-07-2024 / 08:07
El 26 de julio es un día de recordación para todos los sectores populares, porque ese día murió de cáncer y a los 33 años,  esa gran revolucionaria que fue María Eva Duarte, Eva Duarte, Eva Perón, o Santa Evita y que quiso ser llamada simplemente Evita.

Querida por el Pueblo hasta el misticismo y odiada por la oligarquía hasta la profanación de su cadáver, legó a su Patria una extraordinaria obra de justicia social, los derechos de los trabajadores y de la mujer, y el ejemplo de su fuerte compromiso militante por el bienestar de los pobres.

Tuvo el derrotero de vida de una heroína predestinada a la grandeza, que consiguió sobreponerse al espanto de la niñez y la juventud para alcanzar la cima rompiendo con todos los mandatos sociales de la época. De origen humilde, migró a la ciudad de Buenos Aires a los 15 años donde se dedicó a la actuación, alcanzando renombre en el teatro, el radioteatro y el cine. En 1943 fue una de las fundadoras del sindicato de la Asociación Radial Argentina (ARA), siendo elegida presidenta. En 1944 conoció a Juan Perón, entonces secretario de Estado.

Participó activamente en la generación de la histórica movilización revolucionaria del proletariado argentino el 17 de octubre de 1945 y en la campaña electoral de 1946 que permitió el triunfo popular. Con el Pueblo en el Gobierno, impulsó y logró la sanción en 1947 de la ley de sufragio femenino. Tras lograr la igualdad política entre los hombres y las mujeres, buscó luego la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida con el artículo 39 de la Constitución de 1949.

En 1949 fundó el Partido Peronista Femenino, el que presidió hasta su muerte. Desarrolló una amplia acción social a través de la Fundación Eva Perón, dirigida a los sectores más pobres. La Fundación construyó hospitales, asilos, escuelas, impulsó el turismo social creando colonias de vacaciones, difundió el deporte entre los niños, otorgó becas para estudiantes, ayudas para la vivienda y promocionó a la mujer en diversas facetas. Adoptó una posición activa en las luchas por los derechos sociales y laborales y se constituyó en vínculo directo entre Perón y los sindicatos. 

Los gorilas oligarcas la despreciaron tanto que no lograron más que agigantar sus logros y volver más férrea la defensa popular. Su voz, sus discursos, su joven belleza y su rebeldía quedaron para siempre en el corazón de todo un pueblo. Inmortal, intocada por la muerte, agigantada en su martirio por el cáncer y el robo su cuerpo, es un mito que el tiempo se encarga de tener siempre vigente, aquí en su Patria y en el mundo.
 
Como a todos los grandes líderes populares de la historia, el odio la envolvió y la siguió más allá de la muerte. Sus enemigos, la antipatria y la oligarquía, ejecutaron la macabra y enfermiza venganza de profanar y secuestrar su cadáver.

Ni siquiera así, y prohibiendo nombrarla, sus enemigos pudieron arrancarla de la memoria y el cariño popular. El odio de la oligarquía y el amor del pueblo son parte del mismo fenómeno, escindido en dos efectos antagónicos; uno y otro se alimentan recíprocamente.

Evita sigue viva, mas revolucionara, más mujer, más combativa que nunca. Ya volvió, en los albores de los años ´70, como símbolo y bandera revolucionaria, en un periodo de grandes transformaciones políticas y sociales, en Argentina y en toda Latinoamérica, para sumar a vastos sectores juveniles a la militancia por el retorno de Juan Perón.

Evita reaparece siempre en su ejemplo, para que pongamos en práctica los valores que nos legó, como bien lo recordara el poeta José María Castiñeira de Dios en "Volveré y seré millones".

Reivindicando a Néstor Kirchner
Escribe: Blas García 

26-07-2024 / 08:07
25-07-2024 / 08:07
25-07-2024 / 08:07
24-07-2024 / 08:07
NicoSal soluciones web

© Copyright 2009 LA OPINIÓN POPULAR – www.laopinionpopular.com.ar - Todos los derechos reservados.

E-mail: contacto@laopinionpopular.com.ar