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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 17-03-2024 / 07:03
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

El saqueo de Milei se empezó a complicar: Inflación de dos dígitos mensual, presión para otra devaluación, salarios pisados

El saqueo de Milei se empezó a complicar: Inflación de dos dígitos mensual, presión para otra devaluación, salarios pisados
La proyección de inflación de marzo y la débil recuperación de las reservas netas en el Banco Central están poniendo en jaque el plan de ajuste y de control del dólar y de los salarios. En apenas tres meses hubo una fuerte inflación en dólares. Los exportadores quieren un dólar efectivo más alto.
El macrista Federico Sturzenegger se comunicó con una parte del directorio del Banco Nación para proponerles que "apuren" la privatización de la entidad financiera más importante de la Argentina utilizando como soporte legal el DNU 70/23. Las empresas de medicina prepaga se apuran en anunciar aumentos todos los meses, antes de que la justicia habilite los amparos pedidos por sus clientes que ya no pueden pagar las cuotas.
 
Los monopolios de la alimentación pusieron los precios de la comida -en el granero del mundo- más caros que en Europa  y Estados Unidos. Las empresas de telefonía celular incrementan el servicio cada 30 días y los precios ya están por encima del promedio internacional en dólares. Los medicamentos aumentaron 350% entre marzo del año pasado y febrero del 2024. La venta cayó un 50%, lo que quiere decir que los pacientes no están realizando los tratamientos como corresponde.  
 
La forma de actuar de las grandes corporaciones, que controlan los precios de sus rubros de producción porque casi no tienen competencia, es la de quien lleva adelante un saqueo. Ganar lo máximo posible en el menor tiempo posible. Es como un ejército de ocupación en un país invadido al que no le interesa estabilizar la situación sino llevarse todas las riquezas. Esto es lo que viene provocando el experimento anarco-capitalista en el que se embarcó la sociedad argentina al votar a Javier "el Loco" Milei.
 
El presidente había dicho en Davos que controlar a los monopolios atenta contra la "libertad y el progreso" de la humanidad. Los empresarios presentes en el foro que se realizó en Suiza no podían creer lo que escuchaban. Ninguno de ellos es un infiltrado del comunismo imaginario contra el que Milei emprende su cruzada internacional. Estados Unidos -al que tanto admiran Milei y su séquito- está plagado de leyes antimonopólicas. Nada atenta más contra el capitalismo que la concentración de los medios de producción.
 
Es lo que está pasando en la economía argentina. Todos los ingresos de la población se destinan a comer, movilizarse, y, con suerte, pagar los servicios básicos. Entonces el resto de los rubros van camino a la quiebra porque las corporaciones que manejan los insumos básicos se quedan con todo. Los aumentos no se pueden explicar de otra forma. En Europa, la comida, el transporte y los medicamentos  tienen ese valor en parte por los salarios. En España, que tiene sueldos bajos en comparación con otros países del viejo continente, el salario mínimo es de 1131 euros. Son aproximadamente un millón de pesos. En la Argentina de Milei es la quinta parte. ¿Por qué entonces hay consumos básicos que se producen en el país, los alimentos, que cuestan más que en España?
 
Los libertarios con su mantra dogmático que está destruyendo los ingresos de la población dicen que es por los impuestos. La presión tributaria del gobierno central en España es del 38% del PBI y en la Argentina del 28%. ¿Y entonces? Los insumos básicos no están más caros que en los países del primer mundo por los niveles salariales ni la presión tributaria. Es un saqueo corporativo habilitado por un gobierno que piensa que lo mejor que puede hacer es no gobernar, excepto para garantizar la libertad para el saqueo. Es una conducta estimulada por las políticas que impulsó el gobierno. El proyecto de "es todo o es nada" habilitó a los que tienen la capacidad de quedarse con todo a avanzar de manera voraz. Y la mayoría del pueblo argentino le toca la nada.  
 
La Opinión Popular
 

 
INFLACIÓN DE DOS DÍGITOS MENSUAL, PRESIÓN PARA OTRA DEVALUACIÓN, PISAR SALARIOS Y EL ESPEJO DE MARTÍNEZ DE HOZ
 
El libreto de Milei se empezó a quemar
 
La tasa de inflación de 13,2% es un "numerazo" y una "tragedia", ambas calificaciones fueron expresadas por la misma persona: el presidente Javier Milei, en el intervalo de un día.
 
Con la misma rigurosidad analítica, por un lado dice que la política monetaria tiene impacto en precios con un rezago de 18 meses, definición que entrega cuando la inflación sube (25,5% de diciembre), y por otro asegura que la inflación ha bajado en los primeros dos meses del año desde el máximo registrado al inicio del gobierno por el "impresionante" apretón monetario.
 
Con similares convicciones, Milei asegura que el Estado no debe interferir en los mercados y que los monopolios no son un problema, pero ahora que la proyección de la inflación de marzo indica que sería superior a la de febrero, avala que el ministro de Economía, Luis Caputo, intervenga en la dinámica de la formación de precios.
 
La gestión de gobierno liberal libertario se despliega con iguales contradicciones conceptuales y discursivas de su líder.
 
 
Medidas intervencionistas
  
"Creemos en la libertad de precios", afirma Milei, sin embargo cuando la realidad no se ajusta a la teoría ordena la intervención del Estado en mercados del sector privado, que el ministro Caputo acató de la siguiente manera:
 
Convocó a los fabricantes de alimentos y de productos de higiene y tocador para presionarlos a que bajen los precios.
Hizo lo mismo con los supermercados, además de hacer el ridículo de cuestionar las promociones 2x1 como causantes de que el índice de febrero no hubiese ofrecido una cifra final de un dígito.
Afirmó que los precios subieron demasiado porque las empresas los definieron calculando un dólar a 2500 pesos, e incluso extendió la especulación a 8000 pesos. Estas serían cotizaciones estimadas en la city sin dar precisiones sobre quiénes hablaban de esos precios. No lo hizo porque sería difícil hacerlo porque no hubo este tipo de proyecciones, más bien la evaluación fue que el ajuste cambiario del 13 de diciembre pasado de 118% fue exagerado.
Dispuso un mecanismo de acceso a dólares inmediatos para pagar importaciones de alimentos de la canasta básica y de medicamentos para "facilitar la competencia".
 
 
Fallas del mercado y los monopolios
 
Caputo apostaba a una baja sustancial de la inflación en marzo, que no conseguirá pese a la recesión y el control del dólar y de los salarios. Esta es la razón de la desesperación expuesta en estos días.
 
Las medidas y las declaraciones de Milei para intentar frenar los aumentos de precios colisionan con postulados gritados como panelista de televisión, después como candidato y luego como Presidente. Uno de los más provocadores fue la defensa fundamentalista de los monopolios y de la libre competencia.
 
Las medidas intervencionistas impulsadas desde el Estado, que involucran a industrias de consumo masivo, grandes cadenas comercializadoras e importadoras, para ocuparse de "fallas del mercado" alteran el marco teórico libertario.
 
¿No era que los monopolios eran buenos? Milei había pontificado en el Foro de Davos que "regular monopolios, destruirles las ganancias y destrozar los rendimientos crecientes, automáticamente destruiría el crecimiento económico. Dicho de otro modo, cada vez que ustedes quieran hacer una corrección de una supuesta falla de mercado, inexorablemente, por desconocer lo que es el mercado, o por haberse enamorado de un modelo fallido, están abriendo las puertas al socialismo y están condenando a la gente a la pobreza".
 
 
El libre mercado y las anclas antiinflacionarias
 
La fantasía de Milei y Caputo de pretender bajar la inflación con una caótica liberalización de precios está teniendo costos inmensos en materia laboral, social y el poder adquisitivo de la mayoría de la población.
 
Ante la carencia de un plan de estabilización, el Gobierno quiere frenar la estampida de precios utilizando dos anclas antiinflacionarias: el tipo de cambio y el salario.
 
El cuasicongelamiento del dólar oficial está bajo presión creciente del complejo agroexportador, que espera el mes próximo para definir la intensidad de la liquidación de la cosecha gruesa (soja, maíz y girasol) según cuál sea la estrategia del Gobierno. Puede ser otra devaluación, la reducción de las retenciones o la mejora implícita del tipo de cambio efectivo aumentando el porcentaje (hoy del 20%) de venta en la plaza del dólar contado con liquidación.
 
Cada una de estas opciones tiene costos para la estabilidad de Caputo: más inflación por traslación a precios del ajuste cambiario, pérdida de recursos fiscales que pondría en riesgo el objetivo del superávit de las cuentas públicas y mayor atraso cambiario, respectivamente.
 
Con la fragilidad de esta ancla antiinflacionaria, Economía también está pisando la homologación de acuerdos paritarios ordenando aumentos de salarios con techos de 14% en marzo y 9% en abril.
 
O sea, para frenar el descontrol de la inflación, Milei y Caputo disponen medidas intervencionistas en la formación de precios, insistiendo con un dólar oficial cuasicongelado con cepo (control y administración del mercado cambiario) y limitando las negociaciones salariales de sindicatos y cámaras empresariales. Además ha postergado los tarifazos de transporte, gas y luz para abril para no alimentar el fuego inflacionario de marzo.
 
Con salarios y dólar planchados, dos decisiones de intervención del Estado, el gobierno busca abrazarse a ambas anclas antiinflacionarias. Según Milei así no funcionan los mercados libres. Parece que el libreto liberal libertario ha besado la lona de las restricciones con que funciona la economía argentina.
 
 
Martínez de Hoz también hablaba del 17.000%
 
Como si no fuera suficiente este fiasco, el manejo de los números de inflación que hace Milei es impactante no sólo porque exhibe sin pudor el arte de tirar fruta, sino también por el silencio de quienes lo escuchan.
 
Repite que la inflación proyectada era de 3500%, 7000% y hasta 17.000%, y que su gobierno evitó la hiperinflación imaginaria.
 
Esta última cifra es significativa en términos políticos e históricos: es la misma que, con exageración y manipulación anualizando números puntuales, expuso el ministro de Economía de la última dictadura militar, José Alfredo Martínez de Hoz, en abril de 1976, por cadena nacional.
 
Milei no sólo repite el programa económico de liberalización, privatizaciones, desregulación y apertura de Martínez de Hoz, sino que también distorsiona los datos de inflación como lo hacía él.
 
Afirmó que el índice de febrero hubiera sido de un dígito si no se contabilizaban los aumentos de prepagas y de tarifas. El argumento es que estas subas fueron "por una sola vez", cuando se sabe que no es así. Indicó que la inflación del mes pasado hubiera sido 7,2% si no fuera por "los efectos del arrastre estadístico de 4,2%, y lo que tiene que ver con la suba de tarifas y prepagas". Aseguró entonces que al 13,2% hay que quitarle seis puntos.
 
Milei no fue original con esta manipulación. Martínez de Hoz lo hizo primero. En julio de 1979, la inflación se había vuelto imparable y la carne estaba entre las principales impulsoras al haber acumulado una suba del 300 por ciento anual. Martínez de Hoz lanzó entonces un índice de precios que no contemplaba las carnes rojas ni sus preparados. Este manejo arbitrario de las estadísticas no sirvió para nada.
 
 
Milei lo hizo: un país barato en dólares a uno caro en apenas tres meses
 
El desborde de los precios con cuasicongelamiento del tipo de cambio oficial y con medidas que facilitan la especulación para mantener estable los dólares financieros derivó en una inflación en dólares vertiginosa. En un lapso muy breve lo que era barato en dólares pasó a ser caro.
 
Además de la traslación de la megadevaluación de 118% a precios, con un plus por cobertura cambiaria a la espera de un nuevo ajuste, la inconsistencia general del programa económico de Milei ejecutado por Luis Caputo explica semejante alteración. Hubo una liberalización descontrolada de los precios junto a la eliminación de leyes y resoluciones de Comercio de regulación de mercados que derivaron en impresionantes remarcaciones.
 
La bandera libertaria de mercados de libre competencia se izó en el mástil de la bicicleta financiera ofrecida por la dupla de mesadineristas en comando de la política económica (Luis Caputo en el Palacio de Hacienda y Santiago Bausili en el Banco Central).
 
La inflación promedio en dólares de 80% a 100% en cien días de gobierno de Milei tiene estos propulsores:
 
La tablita de ajuste de 2% mensual del tipo de cambio oficial.
La tasa de interés en pesos del 100 por ciento anual para inducir la venta de billetes verdes para conseguir una renta en dólares espectacular.
La fijación de un tipo de cambio diferencial para el complejo agroexportador (80% dólar oficial y 20% dólar contado con liquidación) que aceleró las ventas.
La fabulosa licuación de ingresos de la población, que a una parte le pulverizó la capacidad de ahorro -en dólares-, y a otra le provocó desahorro en dólares para cubrir gastos.
Un proceso parecido de abaratamiento del dólar en relación a precios de bienes sucedió en el comienzo del gobierno de Macri, como había adelantado y en estos días recordó un empresario textil, aunque en éste la velocidad hasta exponer su inconsistencia ha sido más rápida.
 
 
El partido de la inflación se juega en el mercado cambiario
 
Con una demanda de dólares deprimida, la oferta aunque no sea abundante ha estancado las cotizaciones en la zona de los 1000-1100 pesos. Con precios en pesos corriendo en promedio al 100% pese al derrumbe de la actividad y el consumo, la economía argentina se volvió carísima en dólares en una variada cantidad de productos, como se observa en el cuadro elaborado por la Celag.
 
Si el dólar financiero (mep o ccl) se ajustara por la inflación (diciembre-marzo), la cotización sería el doble para alcanzar las máximas de las últimas corridas cambiarias del gobierno anterior.
 
Sin crecimiento sostenido de las reservas, las presiones del complejo agroexportador sobre el tipo de cambio oficial serán muy fuertes. El Banco Central acumula compras por 10.610 millones de dólares, monto que entusiasma a la prensa oficialista. Sin embargo, lo relevante es el saldo neto que suma 6995 millones de dólares gracias a un esquema de entrega en cuota de pago de importaciones. Si el flujo de divisas para pagar compras externas fuera normal, el saldo sería mucho menor.
 
Un reflejo de esta debilidad es la desesperación manifestada por Milei cuando dijo que está negociando un préstamo de 15 mil millones de dólares del FMI y de inversores privados. Mientras Caputo asegura que no habrá otra devaluación.
 
Ambos mensajes están dirigidos al complejo agroexportador que reclama un ajuste del tipo de cambio oficial. Las poderosas firmas dueñas de los dólares no aspiran a que sea uno que permita alcanzar una cotización de corrida (unos 1900 pesos) aunque sí desean uno que lo ubique cerca de 1500 pesos.
 
Como se sabe, cualquier movimiento cambiario abrupto implica un nuevo fogonazo inflacionario con previsibles consecuencias políticas, económicas y sociales.
 
Por Alfredo Zaiat
Por: Demián Verduga
 
Fuentes: Página 12 y Tiempo Argentino
 
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16-12-2025 / 10:12
Las reformas que impulsa el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei, en especial la laboral, buscan sin disimulo convertir a nuestro país en una economía colonial de enclave, productor de materias primas, sin industria y en donde sobre más de la mitad de los argentinos. En el país cierra una empresa por hora y 400 trabajadores por día se quedan sin empleo. El cálculo surge de tomar en cuenta que "el Peluca" y su motosierra destruyeron 19.114 firmas dejando en la calle a algo más que 264 mil asalariados registrados en sus dos primeros años de gobierno.
 
Para Argentina es un cambio dramático, pues es uno de los países en donde la legislación laboral del siglo XX más avanzó en el sentido de proteger a los trabajadores. Por esa razón, por ese "mal ejemplo" para la región latinoamericana, el objetivo del FMI de retroceder más de un siglo en las condiciones bajo las cuales se desenvuelve el mundo laboral, haya sido tomado con tanta energía por los últimos gobiernos de derecha y mucho más ahora bajo el modelo reaccionario extremo que impulsan los desquiciados Milei, Sturzenegger, Caputo y cía.
 
Todos y cada uno de los puntos del extenso proyecto que acaba de aterrizar en el Congreso es un muestrario de la ideología conservadora y retrógrada que alienta a este gobierno como fiel representante de la elite económico-financiera también conocida como "círculo rojo". A tal extremo esto es así que el gobierno ni se molestó en desmentir lo que hace un tiempo se conoció: los autores materiales de este engendro son los estudios de abogados que prestan sus servicios a las corporaciones más poderosas, los llamados "dueños de la Argentina". Es el gobierno para los ricos.
 
El sueño húmedo de esta minoría enferma de codicia es voltear, una por una, todas las protecciones legales que tienen los trabajadores argentinos, aunque también debe decirse que buena parte de ellas ya fueron demolidas de hecho por el propio accionar de un mercado laboral que, con independencia de los gobiernos que se sucedieron desde el estallido social y la gran crisis económica de 2001, dejaron a casi la mitad de los asalariados desempeñándose "en negro", al margen de la formalidad.
 
Lo que veremos en las próximas horas en el Congreso les dejará en claro a los argentinos quiénes son los senadores y diputados dignos de ser llamados oposición y quiénes se someterán ante las ofertas de dinero que ya está circulando por oscuras vías. Gobernadores dialoguistas también estarán en el "toma y daca" que este gobierno puso en marcha sin que la gran prensa porteña, convertida en vocera oficial de la Casa Rosada, hable como lo hacía habitualmente de "látigo y billetera" con otros gobiernos que nunca llegaron a extremos de manipulación de los recursos fiscales como el actual.
 
El triunfo electoral de octubre de Milei es el combustible que aceleró la decisión de avanzar con este proyecto y con otros que también buscan reconfigurar en profundidad el diseño social, económico e institucional de la Argentina. La llamada ley de tierras, de glaciares, la reforma educativa, la tributaria, etc. conforman una ofensiva de los sectores concentrados de la economía contra el conjunto social. Convertir a este país en una economía colonial, sin industria, sin ciencia, sin educación de calidad, sin protección social ni laboral para las mayorías populares es una meta que está en las mentes de los libertarios. La política de tierra arrasada que se proponen les resulta indiferente, pues la ambición de poder -político y económico- está por encima de todo.
 
La CGT convocó a una movilización a la Plaza de Mayo para el jueves a la que adhirieron las dos CTA, ATE y otros gremios, el peronismo, organizaciones sociales y partidos políticos de izquierda.  Para aterrorizar, la especialidad del mileísmo, aplicarán el protocolo antipiquetes. Si la movilización es masiva, cuesta creer que la amenaza de represión violenta se cumpla. Crispar el clima social en vísperas de fin de año, en nuestro país, nunca tuvo buenos resultados para los gobiernos.
 
La Opinión Popular
 

14-12-2025 / 09:12
Bajo el mote de reforma laboral se esconde la decisión de Javier "el Loco" Milei que pretende consagrar institucionalmente, en 2026, los objetivos que en 1976 se planteara la dictadura militar genocida. Los cambios en el proceso de acumulación en el marco del genocidio, el endeudamiento, la valorización financiera y la fuga de capitales, la desindustrialización, el modo de incorporación del cambio tecnológico y la llegada del capitalismo de plataformas, produjo una sustancial alteración de la relación capital-trabajo, obviamente en desmedro del conjunto de los trabajadores.
 
En ese marco de brutal regresividad en las condiciones materiales de vida de quienes trabajan, se sucedieron en las distintas administraciones conservadoras cambios normativos, todos con la misma dirección. 1. Abaratar el precio del trabajo. 2. Facilitar el despido. 3. Debilitar los convenios colectivos. 4. Limitar y destruir la organización sindical.
 
Estas orientaciones fueron parte de los cambios normativos que impulsó la dictadura militar, de las leyes que llevaron adelante Cavallo, Menem y De la Rúa, del frustrado intento de Macri y también del proyecto de Milei. Proyecto este cuya profundidad en términos de alteración de la Ley de Contrato de Trabajo solo es equiparable a lo planteado hace 50 años por la dictadura militar.
 
Además, se lleva a cabo la directa eliminación de los costos del despido a partir de la creación de un Fondo de Asistencia Laboral que se financiará con tres puntos de las actuales contribuciones patronales. A la vez, se les reduce en un punto adicional los aportes a los empresarios en relación a las obras sociales que dejarían de percibir un punto de los que están recibiendo en la actualidad.
 
En síntesis, cuatro puntos de los aportes patronales dejan de financiar las jubilaciones y la salud de los trabajadores, con el objeto de eliminar los costos del despido y reducir los costos laborales. Situación ésta que implica una redistribución de ingresos desde los trabajadores al capital, cercana a los 3000 millones de dólares.
 
Las experiencias internacionales y la propia experiencia nacional indican que estas propuestas solo profundizan la desocupación, la informalidad y la pobreza. Es más, aspectos laborales de esta naturaleza son los que contenía la Ley Bases y que ya tuvieron dos años de aplicación en el curso del gobierno de Milei. Años que lejos de promover el empleo registrado, coexisten con la destrucción de 222 mil puestos de trabajo formales registrados de los cuales 139 mil son del propio sector privado, al tiempo que el monotributo y los asalariados no registrados constituyen las formas de inserción laboral de mayor importancia en los últimos dos años.
 
Por si esto fuera poco, los modelos que pregonan los funcionarios libertarios como objetivos a alcanzar por la Argentina, no hacen más que negar con la evidencia lo que el propio gobierno pregona para justificar lo que propone. Poner como ejemplo a seguir países como Paraguay o Perú, que prácticamente carecen de legislación laboral, resulta inentendible. Estos dos países exhiben, aún sin legislación laboral, niveles de informalidad superiores a los que hoy exhibe la Argentina.
 
Para frenar esta ofensiva hay que convocar a la sociedad a discutir la necesidad de relaciones laborales diferentes para un país distinto al que construye Milei. Para eso necesitamos relaciones laborales que se edifiquen en base a la redistribución del ingreso, la revalorización del trabajo y la necesidad de expandir derechos para todos aquellos que trabajan independientemente del tipo de inserción laboral que tengan.
 
La Opinión Popular
 

13-12-2025 / 09:12
El proyecto de país que perfila el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei tomó el aspecto de una sociedad sin derechos organizada por el mercado. El mercado elimina el concepto de soberanía y decidirá quién irá preso y quién se tomará vacaciones. A su vez, el mercado está organizado por una escala jerárquica según el poder económico.
 
O sea: la libertad de los libertarios es como la milanesa tucumana hecha con papel higiénico. Y de postre: inflación. Si alguno pensó que el esfuerzo valía la pena, el 2,5 de inflación -medido por un Indec que todo el mundo sabe trucho-- le dio una mala noticia: se quedó sin trabajo, se quedó sin empresa, y además tiene inflación.
 
En la misma semana asumió Joaquín Mogaburu como subsecretario de Derechos Humanos y se presentó el proyecto de reforma laboral en el Congreso. El nuevo funcionario es un personaje ligado a los represores y da cursos en los cuarteles sobre "memoria completa".
  
Mogaburu aboga por la conciliación y el perdón a los genocidas. El combo es coherente con el protocolo de seguridad que criminalizó la protesta social, el decreto que permitió a las fuerzas armadas intervenir en conflictos internos y la eliminación del derecho a huelga y otros derechos como lo estipula la reforma laboral enviada al Congreso.
 
Durante el mes hubo decenas de actos sobre derechos humanos en centros culturales, casas de la memoria y en plazas de todo el país. Y el jueves se realizó un festival en la Plaza de Mayo encabezado por Madres, Abuelas y el Serpaj de Adolfo Pérez Esquivel. Al mismo tiempo, la CGT anunciaba un acto público para oponerse al proyecto de ley enviado al Congreso.
 
No hay derechos humanos y no hay derechos laborales. No hay derecho a la protesta y no hay derecho que proteja contra la tortura y la violación como reclaman los que piden la libertad de torturadores y violadores que actuaron tras haber usurpado el Estado durante el golpe genocida. No hay sujetos de derecho en esta sociedad que conciben los libertarios y que ha sido votada por muchos que perderán los derechos que tenían.
 
Con el mercado se come, con el mercado se educa, con el mercado se cura. Si eso era difícil con la democracia, el mercado ni se lo plantea porque el único derecho que reconoce es el del que tiene más capital. El mercado habla de méritos, pero los derechos no se ganan. Los derechos implican también responsabilidades, pero no se ganan por méritos. Al menos la democracia reconoce que todos tienen derecho a comer, a la educación y a la salud. Después dependerá de los gobiernos proveer esos derechos.
 
Los libertarios inventaron una democracia con voto, pero sin derechos. Y los derechos son para todos porque son inherentes a la condición del ser humano. Si son para pocos, no califica. La democracia se construye sobre los derechos ciudadanos. Sin esos derechos básicos no hay sistema democrático. Este gobierno habla de democracia y libertad, pero cuando hace la milanesa, le pone papel higiénico en vez de libertad y democracia.
 

12-12-2025 / 10:12
El gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei mandó al Senado un proyecto de contrarreforma para eliminar derechos laborales, sindicales y de huelga que atrasa un siglo. Contra la Constitución desconoce hasta la jornada de 8 horas y el derecho a huelga. Redactado por los abogados de las grandes empresas, de Paolo Rocca, Galperin y Eurnekian, en cada rubro empeora la posición de los trabajadores. Perjudica también a monotributistas e informales y se propone financiar los despidos con la plata de los jubilados.
 
El gobierno libertario demoró la presentación de la contrareforma laboral, que no registra precedentes desde la dictadura genocida de 1976, para estirar los tiempos de negociación y definir cuán a fondo iría en su ofensiva contra los trabajadores y el sindicalismo. El proyecto que ingresó al Senado retoma lo peor de todas las versiones anteriores y lo condensa en 71 páginas y 191 artículos.
 
Enmascarada en una supuesta "modernización", la iniciativa retrocede más de un siglo y desconoce pilares básicos del derecho laboral como la jornada de ocho horas y restringe el derecho a huelga. Lejos de mejorar la vida de los trabajadores, crear empleo o incorporar a los informales al mercado formal, la reforma sólo busca abaratar costos para que el empleador pueda despedir y amplía la desprotección sobre el sector más débil.
 
Los especialistas coinciden en que "invierte la presunción de laborabilidad" perjudicando a monotributistas y trabajadores "independientes". El texto final del proyecto confirma la transferencia regresiva de los derechos de los trabajadores en favor del gran capital, debilita su capacidad de organización y faculta al empleador para modificar condiciones laborales según sus necesidades.
 
La reforma laboral, firmada por Milei, fue elevada al Congreso de manera errónea por parte de Gobierno. Legisladores opositores y abogados laboralistas cuestionaron el ingreso por el Senado, ya que la reforma laboral contiene un capítulo tributario que modifica impuestos centrales. Al respecto, la Constitución fija que toda ley de carácter impositivo debe originarse en Diputados.
 
La reforma laboral que impulsa Milei atrasa porque reinstala un modelo previo al propio nacimiento del derecho laboral. La abogada Natalia Salvo advierte que es "una novedad de museo que nos devuelve a un tiempo sin normas". El proyecto permite jornadas de hasta 12 horas, un retroceso a antes de la Ley 11.544, conquistada después de las huelgas y masacres de la Patagonia y la Semana Trágica.

También elimina ítems remunerativos para achicar aguinaldo y vacaciones, ahora fraccionadas como en etapas de precariedad anteriores a cualquier estándar moderno. Al mismo tiempo, remarca que la iniciativa desconoce los avances globales sobre las plataformas: mientras en Europa los tribunales y países como España o Portugal ya reconocen a esos trabajadores como dependientes, aquí se los deja en un limbo jurídico. Modernizar sería ampliar la protección, no recortarla. Con un 43 por ciento de informalidad, el proyecto empuja al país hacia un pasado sin resguardo, donde la relación laboral quedaba librada a la voluntad de la patronal.

Un Gobierno que miente en todo, presenta el argumento principal en la supuesta "creación de trabajo formal". Silogismo falaz, acaba de ser refutado por un hombre del gran capital, el abogado Julián de Diego. Dijo que "sin crecimiento, no habrá generación de empleo". Ese crecimiento se presenta, como promesa lejana, relato de un provenir etéreo, medido en décadas. Equiparada a Irlanda, Alemania, y otras naciones. Por ahora, lo que hay es recesión, inflación en alza y deuda. Cada vez más deuda.

La Opinión Popular


11-12-2025 / 10:12
Turismo "con la nuestra". Nuevo papelón internacional de Javier "el Loco" Milei que fue a perder el tiempo a Noruega disfrazado con el mameluco de YPF, viajó 25.000 kilómetros para sacarse una foto... y se volvió sin nada. María Corina Machado faltó a su premiación como Nobel de la Paz. Viajó con su hermana Karina a Oslo en el avión presidencial, en un viaje que cuesta 300 mil dólares, y se alojó en el Gran Hotel de Oslo, en donde una habitación cuesta mil euros por noche. "El Peluca" volvió a las apuradas y de inmediato puso su firma en el funesto proyecto que apunta contra la justicia social y modifica la regulación de horas extras, vacaciones e indemnizaciones.
 
El fugaz y costoso paseo de Milei por Noruega terminó en un traspié político que expuso improvisación y falta de estrategia. La salida apresurada dejó al libertario sin el rédito simbólico que buscaba y reforzó las críticas sobre un viaje reducido a gestos vacíos, sin resultados concretos ni agenda internacional consistente. Tenía una agenda que incluía reuniones con el primer ministro y con el rey, además de la posibilidad de un encuentro cara a cara con Corina Machado, y los dejó "de garpe". Cosa de loco.
 
Milei regresó de apuro para evitar que una interna ponga en riesgo el tratamiento de la reforma laboral. Las explicaciones oficiales, en off the record, hablaban de la necesidad de "firmar la ley de reforma laboral" después de hacer "algún ajuste de último momento", sin embargo, tanto los cambios como la firma se pueden gestionar de manera remota. Lo que sucedió en realidad es que una nueva interna en el gobierno casi hace volar por los aires la Ley Rifle. Lo más llamativo, en este caso, es que los que frenaron el proyecto son dos enemigos íntimos: Santiago Caputo y Martín Menem.
 
Ellos son los dos interlocutores más fluidos que tiene la CGT dentro de la estructura libertaria y vienen advirtiendo desde hace tiempo que así como la estaba planteando Federico Sturzenegger, la reforma laboral corre el riesgo de empantanarse en el Congreso y terminar siendo rechazada, modificada hasta volverla irreconocible o aprobada a un costo demasiado alto. El recuerdo de la reforma previsional de Mauricio Macri en 2017 está presente en todos los cálculos.
 
Las partes observadas son justamente las que apuntan contra el andamiaje financiero y normativo que sostiene a los sindicatos, los llamados "derechos colectivos" que la CGT prioriza antes que las condiciones de trabajo individuales. De hecho, este lunes Sturzenegger estuvo reunido con los diputados de LLA, en un encuentro del que Menem no participó, y ante las consultas sobre estos asuntos el ministro prometió una "versión light", más sencilla de aprobar.
 
Sin embargo, el anuncio que hizo el vocero con sueldo de jefe de gabinete, Manuel Adorni, al día siguiente, no contempla la mayoría de esos recortes e incluye cláusulas inaceptables para el más dialoguista de los líderes gremiales. Dicen en la Casa Rosada que la orden de ir a fondo la dio el mismo Milei. El proyecto ya estaba listo para ingresar al Senado cuando Caputo y los Menem lograron frenarlo. Ese fue el motivo por el que el presidente tuvo que volver de apuro.
 
Patricia Bullrich, en tanto, defiende la redacción de Stuzenegger pero reclama que la situación se destrabe porque cree que si la reforma no tiene un tratamiento express y media sanción antes de las fiestas, después puede empantanarse. Su plan original de dictaminar esta misma semana, incluso el viernes a última hora, se fue diluyendo con el correr de las horas. El escenario más optimista apunta a sesionar en vísperas de noche buena. Sería un verdadero milagro navideño, mientras la CGT y el peronismo se abroquelan contra la reforma laboral anti obrera y pro patronal de Milei.
 
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