La Opinión Popular
                  06:38  |  Sabado 27 de Julio de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná
“Si alguna vez llega el fascismo al poder lo hará en nombre de la libertad”. Thomas Mann, premio Nobel 1940.
Recomendar Imprimir
Sociedad e Interés General - 22-02-2024 / 07:02
22 DE FEBRERO DE 1814

El Espinillo: Cerca de Paraná, la primera batalla de la guerra civil que dividiría al país entre unitarios y federales

El Espinillo: Cerca de Paraná, la primera batalla de la guerra civil que dividiría al país entre unitarios y federales
La Batalla del Espinillo fue el primer enfrentamiento armado entre unitarios y federales. Tuvo lugar el 22 de febrero de 1814, y fue librada entre federales entrerrianos y orientales contra porteños unitarios, en los campos del Arroyo Espinillo, Provincia de Entre Ríos. El lugar exacto del combate está ubicado a unos 25 km al este de la ciudad de Paraná.
La Batalla del Espinillo fue un enfrentamiento que tuvo lugar el 22 de febrero de 1814, librada entre entrerrianos y orientales contra porteños, en los campos del Arroyo Espinillo, Provincia de Entre Ríos. El lugar exacto del combate está ubicado a unos 25 km al este de la ciudad de Paraná.
 
Las fuerzas del Directorio, al mando de Eduardo Karlitz de Holmberg, son derrotadas por las fuerzas artiguistas al mando de José Eusebio Hereñú y a partir de entonces, en rápida sucesión, los territorios de Corrientes y Misiones, y los pueblos del interior de la Banda Oriental se pronunciaron a favor del federalismo propugnado por José Gervasio Artigas.
 
Fue la primera batalla de la guerra civil rioplatense, que dividiría al país entre unitarios y federales hasta 1875. El triunfo dio a los federales artiguistas el control del oeste de la Provincia de Entre Ríos. Rápidamente Entre Ríos, más Córdoba, y Santa Fe se unen a la Provincia oriental dando nacimiento a la Liga Federal.
 
La batalla de El Espinillo tiene, así, dos grandes razones para ser celebrada en nuestra provincia, como fecha patria entrerriana: por una parte, fue la primera batalla en que un ejército federal derrotara a uno unitario;  y por otra, a raíz de ella fue que los entrerrianos nos animamos a hacer lo que la lucha de Artigas nos reclamaba: liberarnos del yugo unitario porteño.
 
La Opinión Popular 

 
 

El 20 de enero de 1814 José Gervasio Artigas abandonó con más de 3.000 hombres el sitio de Montevideo en desacuerdo con la política del director supremo Gervasio Antonio de Posadas, luego de que la Asamblea del año XIII rechazara a los diputados orientales artiguistas, dirigiéndose hacia la Villa de Belén, cerca de la cual estableció su Cuartel General en los potreros de Arerunguá (Departamento de Salto).
 
Posadas respondió con un decreto del 11 de febrero, declarándolo traidor y enemigo de la patria, ofreciendo 6.000 pesos a quien lo entregara vivo o muerto. Por esas razones Artigas declaró la guerra al Directorio porteño.
 
El 20 de febrero de 1814 el comandante de la Villa de Paraná, teniente coronel Eusebio Hereñú reconoció a Artigas como Protector de los Pueblos Libres desconociendo la dependencia de la Tenencia de Gobierno de Santa Fe a la cual estaba sujeta Entre Ríos desde 1810 y estableció de hecho la autonomía de la provincia. Hereñú sustituyó a Andrés Pazos por José Gregorio González como alcalde de primer voto del Cabildo de Paraná.
 
Para frenar el avance de los federalistas y para capturar a Artigas, Posadas ordenó al coronel prusiano barón Eduardo Kaunitz de Holmberg que alistara 400 soldados con artillería en Santa Fe y pasara a Entre Ríos en donde debía reunirse con las tropas que pudiera alistar el recientemente nombrado (en enero) comandante de Entre Ríos, coronel Hilarión de la Quintana, éste se hallaba en Concepción del Uruguay.
 
Entre las instrucciones que recibió von Holmberg estaban:
 
El primer objeto de su comisión es apoderarse de todos modos y a cualquier costa de la persona de don José Artigas (...)
 
Luego que esté en disposición de hostilizar lo hará infatigablemente, cortando víveres, convoyes, estorbando la reunión de las familias y de gentes armadas o inermes, desmembrándole las que tenga reunidas ya por medios de dispersión, ya por premios que ofrecerá a los que lo abandonen y el de 6 mil pesos al que lo entregue vivo o muerto al citado Artigas (...)
 
Si llegara a apoderarse de éste o de las personas de Barreiro, Torgués o Texo, los hará fusilar (...)
 
Para que pueda proceder con la debida legalidad publicará el día 16, así en las divisiones militares como en los pueblos de Entre Ríos un bando en que se declare traidores a la Patria a Artigas y sus cómplices. El bando se remitirá oportunamente (...)
 
Ante el cruce del río Paraná por las fuerzas directoriales, el coronel artiguista Fernando Otorgués, desde Paysandú, cruzó el río Uruguay por el Paso de Vera y ocupó Concepción del Uruguay y Gualeguaychú, desalojando a Hilarión de la Quintana, marchando luego aceleradamente hacia la Villa de Paraná que fue ocupada por von Holmberg.
 
El 22 de febrero de 1814 la columna de Otorgués, junto con las fuerzas de Hereñú, secundado por el sargento mayor Juan León Sola, derrotaron a von Holmberg en El Espinillo. Otorgués respetó las vidas de von Holmberg y de la Quintana y luego los liberó.
 
A consecuencia de esta victoria, el 23 de abril se declaró la independencia de los pueblos de Entre Ríos y el Directorio inició negociaciones con Artigas, enviándole delegados que aceptaron los planteos federalistas pero fueron negados por Buenos Aires.
 
Fuente: Wikipedia

Agreganos como amigo a Facebook
26-07-2024 / 08:07
El 26 de julio es un día de recordación para todos los sectores populares, porque ese día murió de cáncer y a los 33 años,  esa gran revolucionaria que fue María Eva Duarte, Eva Duarte, Eva Perón, o Santa Evita y que quiso ser llamada simplemente Evita.

Querida por el Pueblo hasta el misticismo y odiada por la oligarquía hasta la profanación de su cadáver, legó a su Patria una extraordinaria obra de justicia social, los derechos de los trabajadores y de la mujer, y el ejemplo de su fuerte compromiso militante por el bienestar de los pobres.

Tuvo el derrotero de vida de una heroína predestinada a la grandeza, que consiguió sobreponerse al espanto de la niñez y la juventud para alcanzar la cima rompiendo con todos los mandatos sociales de la época. De origen humilde, migró a la ciudad de Buenos Aires a los 15 años donde se dedicó a la actuación, alcanzando renombre en el teatro, el radioteatro y el cine. En 1943 fue una de las fundadoras del sindicato de la Asociación Radial Argentina (ARA), siendo elegida presidenta. En 1944 conoció a Juan Perón, entonces secretario de Estado.

Participó activamente en la generación de la histórica movilización revolucionaria del proletariado argentino el 17 de octubre de 1945 y en la campaña electoral de 1946 que permitió el triunfo popular. Con el Pueblo en el Gobierno, impulsó y logró la sanción en 1947 de la ley de sufragio femenino. Tras lograr la igualdad política entre los hombres y las mujeres, buscó luego la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida con el artículo 39 de la Constitución de 1949.

En 1949 fundó el Partido Peronista Femenino, el que presidió hasta su muerte. Desarrolló una amplia acción social a través de la Fundación Eva Perón, dirigida a los sectores más pobres. La Fundación construyó hospitales, asilos, escuelas, impulsó el turismo social creando colonias de vacaciones, difundió el deporte entre los niños, otorgó becas para estudiantes, ayudas para la vivienda y promocionó a la mujer en diversas facetas. Adoptó una posición activa en las luchas por los derechos sociales y laborales y se constituyó en vínculo directo entre Perón y los sindicatos. 

Los gorilas oligarcas la despreciaron tanto que no lograron más que agigantar sus logros y volver más férrea la defensa popular. Su voz, sus discursos, su joven belleza y su rebeldía quedaron para siempre en el corazón de todo un pueblo. Inmortal, intocada por la muerte, agigantada en su martirio por el cáncer y el robo su cuerpo, es un mito que el tiempo se encarga de tener siempre vigente, aquí en su Patria y en el mundo.
 
Como a todos los grandes líderes populares de la historia, el odio la envolvió y la siguió más allá de la muerte. Sus enemigos, la antipatria y la oligarquía, ejecutaron la macabra y enfermiza venganza de profanar y secuestrar su cadáver.

Ni siquiera así, y prohibiendo nombrarla, sus enemigos pudieron arrancarla de la memoria y el cariño popular. El odio de la oligarquía y el amor del pueblo son parte del mismo fenómeno, escindido en dos efectos antagónicos; uno y otro se alimentan recíprocamente.

Evita sigue viva, mas revolucionara, más mujer, más combativa que nunca. Ya volvió, en los albores de los años ´70, como símbolo y bandera revolucionaria, en un periodo de grandes transformaciones políticas y sociales, en Argentina y en toda Latinoamérica, para sumar a vastos sectores juveniles a la militancia por el retorno de Juan Perón.

Evita reaparece siempre en su ejemplo, para que pongamos en práctica los valores que nos legó, como bien lo recordara el poeta José María Castiñeira de Dios en "Volveré y seré millones".

Reivindicando a Néstor Kirchner
Escribe: Blas García 

26-07-2024 / 08:07
25-07-2024 / 08:07
25-07-2024 / 08:07
24-07-2024 / 08:07
NicoSal soluciones web

© Copyright 2009 LA OPINIÓN POPULAR – www.laopinionpopular.com.ar - Todos los derechos reservados.

E-mail: contacto@laopinionpopular.com.ar