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Nacionales - 18-02-2024 / 09:02
EL “PACTO DE GOBERNABILIDAD” ENTRE MACRI Y EL GOBIERNO VOLÓ RÁPIDAMENTE POR LOS AIRES

Con Javier “el Loco” Milei, el país está entrando en una etapa dramática y peligrosa

Con Javier “el Loco” Milei, el país está entrando en una etapa dramática y peligrosa
Y así fue que lo que se había asegurado -el "pacto de gobernabilidad" entre Macri y el gobierno- voló rápidamente por los aires, tan pronto como el empresario entendió que ese pacto sería, de producirse, el último acto de su carrera política. La reciente dura derrota de Milei en el Congreso es el punto de partida desde la que se debería mirar la presente nueva etapa de la crisis de gobierno.
El capítulo de la alianza entre Mauricio "Titiritero" Macri y Javier "el Loco" Milei se ha cerrado en la escena política argentina. ¿Provisoriamente? En la trama política no se encontrará nada "definitivo". Los acuerdos y los desacuerdos están atravesados por la coyuntura, igual que cualquier otro recurso que sea o se pretenda "político".
 
Si no procurara mejorar la situación de sus protagonistas en la vida política se trataría o de una vaga referencia a futuros deseables o a cuestiones igualmente secundarias. La palabra "pacto" debería ser desalojada de ese lugar negativo -y hasta deplorable- en el que la colocó la antipolítica.
 
La antipolítica es una ideología, no solamente una crítica hacia la política sino su sistemático desprecio y demonización favorecedora histórica y sistemática de los autoritarismos que en nuestro país y en el mundo han sido. El éxito rutilante -tanto como muy probablemente fugaz- del uso del recurso por parte de Milei es, en la práctica, el único giro retórico medianamente eficaz en su discurso.
 
En ese sentido, "la casta" es un término que tiene su tradición más cercana en el uso que de él hiciera la nueva izquierda española en sus tiempos inaugurales. Pero el uso fue diferente en el origen de Podemos y en la emergencia de Milei. Para Podemos la casta era una alianza tácita o expresa de los grandes poderes económicas con los sectores político-partidarios que forman parte del tejido del poder.
 
En Milei, el término fue, primero, difuso e impreciso: ahora terminó siendo un equivalente semántico que unifica a todos los que no quieren al presidente; algo así como un concepto con pretensiones analíticas pero que no es sino una forma precaria -y, con frecuencia primaria-de construcción política.
 
¿Por qué la apuesta presidencial a favor de la radicalización de la enemistad política en la Argentina? No entraremos en especulaciones que suelen tener el mérito de la credibilidad, pero también el problema de su radical carencia explicativa.
 
En Argentina, hemos vivido momentos muy agudos de la contradicción política, en los tiempos posteriores a la tragedia nacional del año 2001. A tal punto, que la palabra "grieta" adquirió una centralidad extraordinaria, más allá de los reales méritos explicativos que pudiera tener. 
 
Porque la "grieta" hablaba de la experiencia que todos hacíamos en materia de la intensa y extensa politización de la sociedad argentina a partir del surgimiento del "kirchnerismo". Y la grieta fue así connotada por ciertos círculos analíticos, más como una experiencia de la intensidad de los conflictos que se suscitaban que de la eficacia de su sustento político.
 
En otras palabras, se intentó reducir la grieta a una cuestión de entusiasmo por la propia pertenencia que de una manera de expresarse -en el público y en las élites- la conciencia de una aguda contradicción en el seno de la sociedad argentina. Este fue el telón de fondo de la meteórica experiencia política del actual presidente.
 
A la grieta no hay que cerrarla, fue su mensaje, hay que radicalizarla hasta el extremo. Y en el mismo movimiento hay que despojarla de sentido político-partidario y colocarla en el lugar de un relato mesiánico. 
 

 
De un relato como modo de contar un conflicto nacional sin remitirlo a cuestiones de intereses radicalmente enfrentados, sino a una naturaleza demoníaca de uno de los antagonistas. No hay neutralidad en la saga de Milei. Para Milei la "casta" es el nombre de una historia nacional-estatal que puso en escena el peronismo.
 
Claro que tenía destacados antecedentes literarios y políticos, pero en el tiempo de Perón se crearon las condiciones para que fuera posible nombrarla políticamente, es decir, no por su bondad o maldad absoluta y universal, sino por su función en la vida y en la historia del país. Y es de ese origen del que se nutrió la experiencia más politizadora de las últimas décadas, del kirchnerismo peronista (o peronismo kirchnerista).
 
La casta es en el -liviano y escaso en palabras y conceptos- lenguaje del presidente un modo de nombrar al Estado, a lo público. Es muy interesante el hecho de que el hombre no lo niega. Da sus señas de pertenencia excluyente a la escuela económica austríaca y pretende colocarla en la condición de verdad definitiva, no sólo sobre la economía sino sobre la política y sobre la naturaleza de los seres humanos.
 
No hace falta entrar en gastos literarios para comprenderlo: alcanza con la insólita intervención del mandatario en la última reunión de "Davos": un relato político investido de propiedades divinas.
 
La casta, entonces, es un modo de fundir mitologías religiosas (de profundo e interesante factura política) y convertirlo en un discurso político obsesivo, idéntico a sí mismo y, por lo tanto, refractario a cualquier diálogo político que acepte la contradicción como un componente -no menor- de la búsqueda de la verdad.
 
El resultado de todo esto es la intolerancia política de Milei que, en estos días, ha tomado una forma entre violenta y ridícula en su ataque a una artista muy importante para una gran parte de los argentinos y argentinas.
 
No puede dejar de subrayarse el pasaje de la persecución personal y profesional a Lali al ataque violento e ilegal del presidente hacia los gobernadores provinciales que han decidido no someterse a su delirio hambreador y privatizador.
 
No estamos ante la escena tan frecuente entre nosotros, alrededor de la coparticipación federal. En su reemplazo se ha acudido a una historia (atroz por su irresponsabilidad) que adjudica los problemas actuales e históricos de nuestro desarrollo al nivel de los gastos de los gobiernos provinciales. Es un argumento sacado del túnel del tiempo, pero nada inocente si se lo piensa en términos actuales.
 
Este delirio "unitario" del presidente es enteramente funcional a su alianza con los grandes grupos económicos que gentilmente redactaran el DNU y la ley ómnibus, instrumentos con los que el presidente pensaba (y piensa) reforzar el papel de los grandes oligopolios nacionales e internacionales en la economía argentina y que provisoriamente han sido bloqueados por la movilización popular y los nuevos reagrupamientos que se están dando y prometen intensificarse. El debilitamiento de los gobiernos centrales no es un accesorio del plan, es parte de su esencia.
 
Y así fue que lo que se había asegurado -el "pacto de gobernabilidad" entre Macri y el gobierno- voló rápidamente por los aires, tan pronto como el empresario entendió que ese pacto sería, de producirse, el último acto de su carrera política. La reciente dura derrota de Milei en el Congreso es el punto de partida desde la que se debería mirar la presente nueva etapa de la crisis de gobierno.
 
Claro que no se trata sola ni principalmente de los efectos de una ley terrible para los intereses del país y del pueblo sino del brutal ataque a los bolsillos populares que está poniendo en acto el gobierno. Una y otra vez -y bajo administraciones de distinto signo- asoma la centralidad que en la crisis política nacional ha adquirido la cuestión de las necesidades populares insatisfechas.
 
No se trata de que el presidente no entienda la naturaleza de su situación, aunque algo de eso podría haber y formar parte de la explicación de sus erráticas conductas.
 
Se trata de algo más complejo y difícil de resolver en la práctica: cómo combinar vagas promesas de muy futuras redenciones nacionales -en la que es tan abundante el discurso presidencial- con la dura experiencia presente, en la que, sin negar grandes dificultades preexistentes, está el sello de un gobierno político cerrado en sí mismo, obsesivo ideológicamente y muy irresponsable a la hora de contribuir a la creación de determinados estados de ánimo políticos.
 
El país enfrenta desafíos urgentes y complejos, cuyo sentido principal es conservar las condiciones de dignidad de la vida popular, única base material posible para enfrentar exitosamente el futuro político.
 
Por Edgardo Mocca
 
Fuente: El Destape
 

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12-12-2024 / 09:12
Cristina Kirchner asumió la conducción del Partido Justicialista con señales para la interna y duras críticas al modelo neoliberal de Javier "el Loco" Milei. Consideró que "no tiene nada de nuevo" sino que es la cuarta vez que se aplica con resultados catastróficos para la Argentina. Y resaltó que, cada vez, hubo escándalos parlamentarios para imponerlo, como el del senador Edgardo "Valijero" Kueider, que tratará hoy el Congreso.
 
La expresidenta asumió al frente del PJ nacional en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y propuso un plan de acción para confrontar al gobierno neoliberal de Milei. Un día después de que se cumpla un año de la gestión libertaria, y tras el discurso por cadena nacional que dio el Presidente desde la Casa Rosada, CFK dijo que el jefe de Estado vive "en Disney", y recordó que, más allá de sus modos, sus ideas y políticas no son novedosas.
 
"Lo que hoy vive la Argentina es más viejo que el sol: es un modelo de valorización financiera", remarcó y explicó que aquello significaba que "la guita no se invierte en bienes y servicios, sino en timba". También describió el de LLA como un modelo "extractivista", por el RIGI. Y finalizó: "No nos merecemos esto los argentinos, tenemos que trabajar porque merecemos algo mejor".
 
En un mensaje de unidad, la flamante presidenta del PJ saludó a quien fue su oponente en la pelea por ese cargo, el gobernador de La Rioja Ricardo Quintela, pero entre el público no hubo ningún mandatario provincial. Tampoco estuvo el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, con quien el vínculo sigue tenso. Desde La Plata argumentaron que Kicillof no asistió porque tenía otras actividades ya planificadas en agenda pero terminó felicitando a CFK a través de X.
 
Cristina empezó su discurso diciendo que, después de un año del gobierno de Milei y al día siguiente de su mensaje, el peronismo se tiene que hacer tres preguntas: En primer lugar dijo que hay que cuestionarse "qué está pasando", en segundo "por qué", y, en tercero, "qué hacer". Aclaró que el de Milei es un gobierno que ganó en ballotage e indicó que ella difiere "de los que dicen que hay estafa electoral".
 
"Es un candidato que propuso dolarización y motosierra contra la casta y hay una aceptación de la sociedad", añadió. También hizo un análisis económico. Dijo que "desde julio hay déficit en la cuenta corriente del estado argentino", y que eso se suma a "un endeudamiento fenomenal de casi 100 mil millones de dólares más". La flamante presidenta del PJ admitió que "el blanqueo fue un éxito, mucho más exitoso que el de Macri", y luego recordó que "entran dólares, pero seguimos en reservas negativas".
 
Por último, dijo que Milei no tiene una buena lectura del contexto mundial. Allí recordó la última visita a Estados Unidos que hizo el mandatario, cuando estuvo con Trump, y burlesca reflexionó que el fanatismo del presidente por Rocky le hacía acordar al fanatismo que su hijo tenía por el personaje de ficción pero a los cinco años. Sobre el tratado de libre comercio con el país del norte en el que quiere avanzar Milei advirtió: "Que alguien le avise que no somos complementarios sino competidores. En su admiración por EEUU hay infantilismo y cholulismo", sentenció.
 

11-12-2024 / 09:12
Javier "el Loco" Milei repasó su año de gestión hablando de un país de fantasía, que solo existe en su delirante imaginación, sin hacer mención del 50 % de pobreza. Festejó el ajuste y aplaudió el despido de miles de empleados públicos, prometió avanzar en una reforma laboral, previsional, penal, entre otras. Repitió su estribillo contra la casta, sin detenerse en que este relato se encuentra fuertemente cuestionado a raíz del escándalo de corrupción del senador Edgardo Kueider. El libertario hará en su segundo año lo único en lo que cree: acelerar. Su mensaje por cadena nacional confirmó que el 2025 redoblará la apuesta. Competencia de monedas, reducción de impuestos, tratado de libre comercio con Estados Unidos, salida del cepo, más facilidades para la llegada de inversiones especulativas: la agenda es solo económica.
 
Con las facultades delegadas en plena vigencia, al igual que el DNU 70/23, tendrá las manos libres para aplicar buena parte de sus iniciativas autoritarias sin pasar por el Congreso de la Nación. En la Casa Rosada hablan de una nueva tanda de decretos en gateras. Aunque confunda con cifras inventadas y otras que son ciertas pero se sacan de contexto, la idea de que el sacrificio de los argentinos se limitó al año que termina, como dijo Milei, se choca con la realidad, como pueden comprobar los jubilados a los que recientemente se les quitó la cobertura de medicamentos.
 
También se contradice con el propio discurso del presidente, que prometió una motosierra más profunda para los próximos doce meses. El objetivo es explícito. Las áreas y roles del Estado nacional que resulten redituables pasarán a manos privadas "amigas". Las responsabilidades que signifiquen un déficit en el presupuesto serán trasladadas a las provincias, sin los recursos necesarios para cumplirlas.
 
Las promesas de desarrollo que hizo Milei es una broma de pésimo gusto. Destacó la red de ferrocarriles que tuvo alguna vez el país al mismo tiempo que desmonta lo que queda de ella. Prometió impulsar "un plan nuclear argentino que contemple la construcción de nuevos reactores, así como la investigación en las tecnologías emergentes de reactores pequeños o modulares". Es exactamente lo contrario a lo que sucedió en su primer año de gobierno, en el que se está vaciando la CNEA, se frenó la obra del reactor modular CAREM y se frizó el acuerdo con China para la construcción de Atucha III.
 
El protagonismo de Karina "el Jefe" Milei prácticamente a la par de su hermano es el dato sobresaliente. En el momento en el que afloran algunas tensiones en el triángulo de hierro que completa Santiago Caputo, por diferencias respecto a la estrategia electoral, el presidente ratifica que su sociedad fraternal está por encima de todas las demás lealtades. El asesor estrella no quiso aparecer ni en el video institucional ni en el mensaje grabado que se emitió por la noche. La excluida de todo fue la vice, Victoria Villarruel.
 
Dos ministros fueron destacados por la comunicación oficial, con lugares destacados en la cadena nacional. Uno es el de Economía, Luis "Toto" Caputo, uno de los grandes protagonistas de la narrativa triunfal del gobierno. La otra es la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. La ministra recibirá nuevas facultades en 2025 que proyectó el presidente en su mensaje. El proyecto de ley antimafias, la reforma de la Policía Federal y la reducción de la edad de imputabilidad van en ese sentido. El afán aceleracionista de Milei y el torniquete fiscal de Caputo sólo pueden sostenerse en el tiempo sobre un fuerte aparato represivo muy consolidado.
 
La Opinión Popular
 

10-12-2024 / 10:12
El peronismo, antes de cerrar el año, dejó una foto de unidad con los dirigentes de mayor peso del espacio como protagonistas. En un acto convocado por el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, se sentaron en la misma mesa la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el excandidato a presidente, Sergio Massa y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
 
Del otro lado los escucharon, y debatieron cuatro horas con ellos, intendentes, sindicalistas y legisladores del espacio. El cierre del encuentro, que se hizo en la localidad de Moreno, estuvo a cargo de CFK. Ella habló "de unidad y del desastre que está haciendo Milei", pero antes fue el turno de Kicillof.
 
El gobernador, que transitó meses muy complejos de discusiones con La Cámpora, en su discurso respondió a los pedidos de unidad y remarcó: "todos tenemos vocación de unidad", pero agregó: "Tenemos que mostrarlo en la acción y en la práctica". Massa, por último, destacó que la provincia de Buenos Aires "es la hermana mayor y el territorio más importante donde ganó el peronismo", y que, por eso, "tiene que asumir un rol de responsabilidad y de liderazgo de cara a la gente".
 
Según dijeron cerca de Máximo Kirchner --que estuvo en la cabecera de la mesa junto con Massa, CFK, Axel, la vicegobernadora Verónica Magario y la intendenta de Moreno, Mariel Fernández-- el encuentro tuvo como objetivo "escuchar a todos y todas".
 
En su entorno solo se limitaron a decir que allí se habló de la "realidad provincial", del contexto nacional, de las elecciones pasadas y también de las futuras, pero lo cierto es que uno de los ejes que cruzó todo el encuentro fue el debate y el pase de facturas sobre el apoyo o no a Axel Kicillof. CFK habría recordado que ella apoyó al gobernador durante toda su carrera política y, desde el entorno del gobernador, le habrían pedido que, por eso, también lo haga ahora.
 
Sobre las elecciones del año que viene, CFK dijo que para ella no hay que desdoblar las de provincia de Buenos Aires de las nacionales porque la discusión política hoy pasa por el enfrentamiento con el gobierno de Javier Milei y desdoblar implicaría adelantarlas y eso, para ella, traería problemas. "Si se adelanta será un maremoto de operaciones de prensa en contra tuyo", dicen que argumentó la expresidenta. Kicillof no hizo comentarios. Desde el Frente Renovador opinan que deberían ser elecciones concurrentes un solo día y "que la gente compare la BUP y el sistema tradicional". Para el massismo, deberían votar diputados nacionales con BUP y legisladores y concejales con boleta partidaria. Es una discusión que quedó abierta y que promete tener más capítulos.
 
Después de que habló Máximo y antes de CFK, tomaron la palabra Massa y Kicillof. El gobernador de la provincia de Buenos Aires pidió que el PJ siga insistiendo con el presupuesto 2025 que el gobierno nacional no incorporó en el temario de sesiones extraordinarias --así al menos lo informó el vocero presidencial Manuel "Cara de Piedra" Adorni-- y solicitó que lo acompañen en el reclamo por la deuda que la Nación tiene con la Provincia que él conduce.
 
Kicillof, por último, reclamó a todos los presentes que respalden al gobierno provincial en su pelea con Milei y opinó que "hay que mostrar que en la provincia de Buenos Aires gobierna el peronismo". "Hay que demostrar que somos distintos y tenemos que actuar como un escudo y red frente al avasallamiento. Por eso necesitamos armar la mejor estrategia para ganarle a Milei", disparó.
 

09-12-2024 / 10:12
En la Casa Rosada están desesperados por sacar del tope de la agenda de los medios el caso de corrupción Kueider, el senador tránsfuga aliado al gobierno libertario que fue detenido la semana pasada en la frontera de Paraguay con más de 200.000 dólares sin declarar y permanece preso en Asunción, primer caso en la historia argentina. El escándalo sacude al gobierno a días de cumplir el primer año de gobierno y se suma al golpe que sufrió Javier "el Loco" Milei por desestimar el avance del proyecto Ficha Limpia en el Congreso, que también golpeó el relato libertario de supuesto combate a los vicios de "la casta" de los políticos.
 
El caso de Kueider lastima especialmente a Santiago Caputo, alias "Caputito", que fue quien acercó su voto clave para que se sancione la ley Bases, en medio de versiones de pago de coimas millonarias en dólares. El asesor estrella del Presidente no ha logrado hasta ahora articular una respuesta consistente al escándalo.
 
El héroe libertario Edgardo Kueider vino a ponerle un poco de pimienta al escenario aparentemente congelado en la fiesta financiera. ¿Es un escándalo que se quedará ahí? ¿Irá poco o bastante más allá? Para que suceda lo segundo debería ocurrir que, en forma subterránea, esté produciéndose una combustión hoy imperceptible. Hay sacudida en el mundillo político e institucional. El resto, en hipótesis silvestre, muy probablemente mira las andanzas del tránsfuga como paisaje habitual, ¿del que sólo Jamoncito saldría indemne por aquello del "cualquiercosismo"?
 
Ese término fue acuñado por el académico Alfredo Serrano Mancilla. Refiere a la impunidad del Presidente, y de su reducido pero eficaz séquito comunicacional, para decir lo que venga sin necesidad de respaldo técnico, ni histórico, ni de tipo alguno. No es la hora de las argumentaciones, sino de los vómitos. Eso sí que es ir ganando la batalla cultural.
 
Milei dice que el senador que compraron es todo del kirchnerismo, por más que haya votado exactamente al revés que todos los integrantes de Unión por la Patria. Sin la voluntad de Kueider, la Ley Bases se caía. Milei ratifica que los pobres ya son menos, muchos menos, y que los jubilados ganan en dólares como nunca en la vida. Milei humea sin ningún reparo que los extranjeros no residentes deberán pagar sus estudios superiores. No existe que algún extranjero no residente curse la Universidad pública. No importa. Está bien. "Que paguen".
 
Milei dice que el Mercosur es una prisión que obstaculizó el desarrollo. Lo asegura en la reunión del bloque, donde se habría llegado a un acuerdo para que los países que lo integran y la Unión Europea converjan en un ámbito de libre comercio entre zorros y gallinas. Lula, quien sí juega en las grandes ligas, lo ninguneó nuevamente. El presidente paraguayo avisa que firmó con reservas. Su colega uruguayo previene que todavía falta mucho para concretar el arreglo. Pero tampoco importa. Milei clavó la provocación y se habla de eso. La fijación de agenda es suya con exclusividad. Nada más. Y nada menos.
 
Milei ordenó hacer todo lo posible para cerrar el Senado. Es a fines de que no destituyan a Kueider, porque lo reemplazaría una representante peronista no vendida. Pero al republicanismo anticasta tampoco le importa. Y sigue mintiendo.
 
La Opinión Popular
 

08-12-2024 / 10:12
La caída en los ingresos de los trabajadores y las jubilaciones, en medio de una recesión económica histórica y la debacle del consumo, es la marca del primer año de Javier "el Loco" Milei, que también avanzó contra los derechos humanos, las políticas de género y todos los sectores más débiles de la sociedad. En contrapartida, fue un festín para los empresarios más ricos y poderosos, empezando por las energéticas, petroleras, alimenticias y financieras que fueron grandes ganadoras de la desregulación y los tarifazos. Las personas más pobres sufrieron el peso del ajuste.
 
Para la gran mayoría de los argentinos, el 2024 deja poco o nada para celebrar: tarifazos, caída de ingresos, recesión y destrucción del empleo marcaron el día a día. A contramano, Milei festeja que su hoja de cálculo cierra el año con superávit, estabilidad cambiaria y desaceleración inflacionaria. Los objetivos, para él, están cumplidos.
 
Quienes también brindan son los grupos económicos que vieron multiplicadas sus rentabilidades gracias al programa de estabilización: empresas energéticas que aumentaron sus resultados netos un 700 por ciento; petroleras, un 800 por ciento; alimenticias, un 600 por ciento; y financieras, un 400 por ciento.
 
Si bien para el Presidente en economía la suma cero no existe, en este caso, las casualidades tampoco. El modelo tuvo grandes ganadores, mientras trabajadores, jubilados y pymes pagaron el costo del ajuste y la desregulación. Evidentemente, el filo de la motosierra no atravesó a todos por igual.
 
La bicicleta financiera del ministro Luis Caputo ubicó al sector financiero en el ranking de los ganadores. A partir de los balances contables de las compañías que cotizan en la Bolsa de Comercio, el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP) reveló, por ejemplo, que el Banco Santander -hasta el tercer trimestre del año- aumentó sus ganancias netas un 427 por ciento. El Macro y el BBVA Argentina también reportaron incrementos significativos en sus resultados operativos y netos.
 
La fortuna de las entidades financieras no se dio por arte de magia. Se explicó por la diferencia que existe entre la tasa que el Tesoro Nacional le abona a los bancos por la Letra Fiscal de Liquidez (LeFi) y la menor tasa que reciben los ahorristas por sus depósitos a plazo fijo. Es decir, el Estado le paga caro a los bancos y los bancos le pagan barato a los ahorristas.
 
El caso de Arcor resulta paradigmático. Con las ventas en supermercados cayendo más de un 11 por ciento en términos generales y el consumo de leche en mínimos históricos, la alimenticia fue una de las beneficiarias del modelo. Según el organismo que dirige el economista Claudio Lozano, de enero a septiembre, la firma de la familia Pagani mejoró su resultado neto en un 624 por ciento.
 
En un mercado extremadamente concentrado, la eliminación de regulaciones y de programas como "Precios Cuidados" le permitió a la compañía ampliar sus márgenes de rentabilidad en los productos de la canasta básica familiar. Todo un síntoma de época, en un país en donde uno de cada cuatro hogares sufre inseguridad alimentaria (Observatorio de la Deuda Social de la UCA).
 

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