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Sociedad e Interés General - 18-02-2024 / 07:02
EL 18 DE FEBRERO DE 1977 EL DICTADOR MILITAR SALE ILESO DE UN ATENTADO

Operación Gaviota: Atentado contra el genocida Jorge Rafael Videla

Operación Gaviota: Atentado contra el genocida Jorge Rafael Videla
Militantes del Ejército Revolucionario del Pueblo llevan adelante la Operación Gaviota, el intento de tiranicidio para matar al dictador Jorge Rafael Videla. Colocaron explosivos en la pista del Aeroparque metropolitano. Cuando el Fokker F-28 que llevaba a Videla con destino a Bahía Blanca comenzó su recorrido para despegar, no funcionó el detonador de la carga principal. Una segunda carga explotó justo cuando el avión levantó vuelo y apenas sintió la onda expansiva. En la imagen: El genocida Videla con el dictador Augusto Pinochet. Los yanquis apoyaron estas dictaduras en América Latina, con la que instauraron regímenes del terror.
El tiranicidio significa darle muerte al tirano, es decir, al gobernante que se ha convertido en déspota o criminal. Desde la Antigua Grecia los que lo hacían eran considerados como héroes o tratados como mártires de la libertad. Es el derecho de rebelión contra un poder opresivo.
 
El 18 de febrero de 1977, en el sector militar del aeropuerto de Buenos Aires, el dictador genocida Jorge Rafael Videla lamentablemente sale ileso de un atentado, al estallar una bomba junto a su avión en el momento en que despegaba.
 
La "Operación Gaviota", el intento de asesinato dirigido contra el general Videla, por parte de la organización guerrillera Ejército Revolucionario del Pueblo, se realizó cuando el avión presidencial iniciaba su despegue de Buenos Aires, rumbo a Bahía Blanca.
 
Una bomba hizo explosión junto a la pista, de la que levantó siete metros de asfalto. El avión pudo remontar el vuelo, pero tomó tierra inmediatamente en una base militar cercana.
 
La Opinión Popular 


 
Trasfondo y antecedentes
 
El Tte. Gral. Videla era el Comandante en Jefe del Ejército Argentino y fue uno de los líderes del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 que derrocó al gobierno de la presidente María Estela Martínez, instaurando la dictadura más sangrienta de la historia argentina, el «Proceso de Reorganización Nacional», durante el cual asumió la presidencia de la nación.
 
El Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) era una guerrilla marxista-leninista fundada en 1970 como el aparato militar del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), cuyo objetivo era reemplazar el sistema capitalista argentino por uno socialista.
 
El ERP llamó «Operación Gaviota» a su plan para asesinar a Videla, pero no era el primer intento: el 15 de marzo de 1976 -antes del golpe- varios montoneros trataron de matarlo con una bomba, pero sobrevivió porque, como no llevaba uniforme, los guardias lo habían detenido unos momentos más en la entrada (en este atentado hubo un muerto y veintiséis heridos) y el 2 de octubre de 1976 un conscripto puso una bomba bajo el palco desde donde hablaban los integrantes de la Junta Militar en el acto por el Día del Arma de Comunicaciones, pero nadie sufrió daños porque la bomba estaba mal colocada y explotó tarde (además, en 1980 la dictadura fingiría un atentado contra Videla).
 
 
Preparación del atentado
 
Tomando en cuenta que el espesor de la pista del aeropuerto era de entre 65 cm y 1 m de hormigón armado extraduro, los miembros del ERP determinaron que para volarlo se requerían aproximadamente entre 9 y 12 kg de TNT, pero para generar una onda suficientemente poderosa para que afectara al avión en vuelo se usaron como base unos 65 kg de explosivo en una carga central, debajo del centro de la pista, compuesta por 30 kg de TNT y el resto de gelamón, más otra carga en el borde, debajo de una tapa de inspección, con 15 kg de TNT y unos 50 kg de gelamón.
 
Las dos cargas estaban conectadas en paralelo a una línea principal de conducción eléctrica y tenían en cada una tres cápsulas detonantes eléctricas más otras repartidas como reforzadores. Según relata uno de los oficiales del ERP a cargo de la preparación del atentado:
 
«Se calculaba que cualquiera de las dos que estallara con el avión carreteando sería suficiente, aunque si se los tomaba en despegue, la principal sería la del centro, por los trozos de hormigón que saldrían disparados por el aire, como proyectiles.»
 
La posibilidad de la interferencia eléctrica y radial descartó el uso de explosores telecomandados y supuso el empleo de una extensa línea de cables resistentes a la humedad (por el arroyo Maldonado) y la fabricación de una fuente de energía, pequeña y portátil, pero de alto voltaje e intensidad.
 
La mayor dificultad para los guerrilleros era la colocación de la carga ya que requería trasladar una gran cantidad de material (230 kg entre explosivos -110 kg- y mecanismos de iniciación y el cable eléctrico -120 kg-).
 
Los guerrilleros perforaron el piso de una citroneta y la estacionaron sobre una boca de tormenta para entrar, sin llamar la atención y con todos los pertrechos, a una alcantarilla que estaba a una considerable distancia de la pista; trazaron el itinerario subterráneo, caminaron por la cañería y navegaron en balsa por el arroyo hasta el punto exacto del techo del túnel que va debajo de la pista donde se colocaron los explosivos.
 
Toda esta operación estuvo a cargo de un explosivista del ERP llamado Alberto Strejer, alias La Tía.
 
 
Ejecución 
 
La operación se ejecutó el 18 de febrero de 1977 a las 8:30 burlando el operativo de seguridad policial-militar que sistemáticamente se desarrollaba desde unos 30 minutos antes de cada viaje del dictador en toda la zona del aeroparque y alrededores.
 
Un observador del ERP adelantado dio la señal de fuego por radio portátil a un disparador, que accionó el sistema eléctrico de las dos bombas; el detonador de la carga principal no funcionó y cuando estalló la segunda bomba, el piloto -que había levantado vuelo antes de lo acostumbrado- equilibró el Fokker F-28 y continuó con el despegue, recibiendo el avión la onda explosiva más lejos de lo calculado.
 
No obstante, de haber detonado las dos cargas, el avión hubiera sido destruido. De haber cumplido su objetivo, el ataque habría matado también a otros jerarcas del régimen: el ministro de economía José Alfredo Martínez de Hoz, el brigadier Oscar Caeiro y los generales Osvaldo Azpitarte, José Villarreal y Albano Harguindeguy.
 
 
Consecuencias
 
La explosión dejó un cráter de 5 m de diámetro aproximado, el Aeroparque fue clausurado temporalmente y los vuelos se desviaron al aeropuerto de Ezeiza. Los medios de comunicación internacionales se hicieron eco del atentado.
 
El periódico clandestino editado por el ERP, el Estrella Roja, en su edición 93 del lunes 28 de febrero publicó el siguiente comunicado de la organización:
 
PARTE DE GUERRA AL PUEBLO ARGENTINO
 
18 de febrero de 1977 En el día de la fecha, siendo las 8:30, la unidad especial Benito Jorge Urteaga del ERP por indicaciones del Buró Político del PRT procedió a hacer detonar una carga explosiva debajo de la pista principal del Aeroparque Jorge Newbery con el objetivo de destruir el avión presidencial y al asesino Videla. Por causas de orden técnico no se logró el objetivo final a pesar de haber detonado una de las cargas explosivas. El brazo de la justicia popular es largo y sabe ajustar cuentas con los asesinos y torturadores del pueblo argentino. El puño de acero de la vanguardia armada del pueblo sabrá luchar incansablemente hasta lograr el triunfo total sobre la más bárbara y sangrienta dictadura militar que jamás haya soportado nuestro país.
 
¡Gloria al Comandante Santucho!
¡Gloria a los mártires de la dictadura!
¡A vencer o morir por la Argentina!

Unidad Especial Benito Jorge Urteaga Ejército Revolucionario del Pueblo

 
Los miembros de la Unidad Especial Benito Jorge Urteaga no fueron atrapados, excepto Alberto Strejer, que lo fue pero no por este hecho, sino por otro ocurrido meses después y permanece desaparecido.
 
Fuente: Wikipedia

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26-07-2024 / 08:07
El 26 de julio es un día de recordación para todos los sectores populares, porque ese día murió de cáncer y a los 33 años,  esa gran revolucionaria que fue María Eva Duarte, Eva Duarte, Eva Perón, o Santa Evita y que quiso ser llamada simplemente Evita.

Querida por el Pueblo hasta el misticismo y odiada por la oligarquía hasta la profanación de su cadáver, legó a su Patria una extraordinaria obra de justicia social, los derechos de los trabajadores y de la mujer, y el ejemplo de su fuerte compromiso militante por el bienestar de los pobres.

Tuvo el derrotero de vida de una heroína predestinada a la grandeza, que consiguió sobreponerse al espanto de la niñez y la juventud para alcanzar la cima rompiendo con todos los mandatos sociales de la época. De origen humilde, migró a la ciudad de Buenos Aires a los 15 años donde se dedicó a la actuación, alcanzando renombre en el teatro, el radioteatro y el cine. En 1943 fue una de las fundadoras del sindicato de la Asociación Radial Argentina (ARA), siendo elegida presidenta. En 1944 conoció a Juan Perón, entonces secretario de Estado.

Participó activamente en la generación de la histórica movilización revolucionaria del proletariado argentino el 17 de octubre de 1945 y en la campaña electoral de 1946 que permitió el triunfo popular. Con el Pueblo en el Gobierno, impulsó y logró la sanción en 1947 de la ley de sufragio femenino. Tras lograr la igualdad política entre los hombres y las mujeres, buscó luego la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida con el artículo 39 de la Constitución de 1949.

En 1949 fundó el Partido Peronista Femenino, el que presidió hasta su muerte. Desarrolló una amplia acción social a través de la Fundación Eva Perón, dirigida a los sectores más pobres. La Fundación construyó hospitales, asilos, escuelas, impulsó el turismo social creando colonias de vacaciones, difundió el deporte entre los niños, otorgó becas para estudiantes, ayudas para la vivienda y promocionó a la mujer en diversas facetas. Adoptó una posición activa en las luchas por los derechos sociales y laborales y se constituyó en vínculo directo entre Perón y los sindicatos. 

Los gorilas oligarcas la despreciaron tanto que no lograron más que agigantar sus logros y volver más férrea la defensa popular. Su voz, sus discursos, su joven belleza y su rebeldía quedaron para siempre en el corazón de todo un pueblo. Inmortal, intocada por la muerte, agigantada en su martirio por el cáncer y el robo su cuerpo, es un mito que el tiempo se encarga de tener siempre vigente, aquí en su Patria y en el mundo.
 
Como a todos los grandes líderes populares de la historia, el odio la envolvió y la siguió más allá de la muerte. Sus enemigos, la antipatria y la oligarquía, ejecutaron la macabra y enfermiza venganza de profanar y secuestrar su cadáver.

Ni siquiera así, y prohibiendo nombrarla, sus enemigos pudieron arrancarla de la memoria y el cariño popular. El odio de la oligarquía y el amor del pueblo son parte del mismo fenómeno, escindido en dos efectos antagónicos; uno y otro se alimentan recíprocamente.

Evita sigue viva, mas revolucionara, más mujer, más combativa que nunca. Ya volvió, en los albores de los años ´70, como símbolo y bandera revolucionaria, en un periodo de grandes transformaciones políticas y sociales, en Argentina y en toda Latinoamérica, para sumar a vastos sectores juveniles a la militancia por el retorno de Juan Perón.

Evita reaparece siempre en su ejemplo, para que pongamos en práctica los valores que nos legó, como bien lo recordara el poeta José María Castiñeira de Dios en "Volveré y seré millones".

Reivindicando a Néstor Kirchner
Escribe: Blas García 

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