La Opinión Popular
                  01:52  |  Sabado 27 de Julio de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná
“Si alguna vez llega el fascismo al poder lo hará en nombre de la libertad”. Thomas Mann, premio Nobel 1940.
Recomendar Imprimir
Sociedad e Interés General - 14-02-2024 / 09:02
EL 14 DE FEBRERO DE 1988 EL EX BOXEADOR LA ESTRANGULÓ Y LA TIRÓ POR EL BALCÓN

El femicidio de Alicia Muñiz a manos de Carlos Monzón

El femicidio de Alicia Muñiz a manos de Carlos Monzón
El ex campeón mundial de boxeo Carlos Monzón asesina a su esposa Alicia Muñiz en Mar del Plata, en un crimen que conmociona al país. Aun no se hablaba de femicidios, sino de “crimen pasional”. En julio de 1989, Monzón recibió una condena a once años de prisión.
El 14 de febrero de 1988, Día de los Enamorados, Alicia Muñiz fue asesinada por Carlos Monzón, quien había sido el gran campeón de box que había brillado en la década del 70 con victorias inigualables. Era un ícono del deporte argentino, pero era todavía algo más: un ícono de la Argentina.
 
Alicia comenzó su carrera siendo una adolescente, pero la dejó de lado cuando conoció al boxeador en manos de quien siempre sufrió violencia de género. Hizo denuncias policiales y mediáticas, pero nadie la escuchó. Cuando  Monzón golpeó, estranguló y tiró del balcón a  Muñiz, en Argentina aún no se hablaba de femicidio. Hoy, su muerte estaría claramente enmarcada bajo la figura del femicidio. El crimen abrió el debate sobre el modo de tratar los femicidios.

El boxeador, una gloria que se había retirado hacía un tiempo, era un ídolo popular. Y así fue tratado en los medios. Se habló de celos, se publicaron sus intentos de exculparse y de las heridas y fracturas que le habían quedado por tirarse a rescatarla, como dijo él.
 
Un año después, un tribunal lo condenaría a once años de prisión por homicidio simple. Monzón terminó muerto en una ruta en 1995, estaba en libertad gracias al beneficio de las salidas transitorias que había logrado. Hoy hubiese sido condenado a cadena perpetua.

La Opinión Popular
 

Alicia Muñiz y Carlos Monzón se habían conocido diez años antes, en 1978. Ella era una actriz y modelo uruguaya de 23 años. El ya tenía 37 y acababa de dejar las peleas en el ring. Pero siguió ejerciendo su violencia en el hogar. Alicia era una mujer golpeada. Monzón le pegaba, como había hecho con otras parejas anteriores.
 
En el 81 nació Maximiliano, y nada cambió en la relación. Alicia soportó los golpes hasta que pudo tomar la decisión de separarse. Aquel verano del 88 ya no estaban juntos. Monzón se había ido de vacaciones a Mar del Plata a la casa de su amigo Adrián "Facha" Martel. Los dos estaban con sus hijos.
 
Muñiz viajó a Mar del Plata, al parecer, para terminar de arreglar con Monzón cómo harían con el cuidado y el mantenimiento de Maximiliano. Cuentan las notas de la época que la noche del 13 de febrero fueron juntos al cumpleaños del conductor televisivo, Sergio Velasco Ferrero, que Monzón tomó litros de champán y perdió mucho dinero en el casino. En ese estado llevó a Alicia al chalet, donde discutieron y ella terminó muerta.
 
El boxeador dijo entonces que ella trastabilló y que él intentó rescatarla y que por eso terminó fracturado. Pero sus palabras fueron desarmadas por un testigo inesperado: Báez, un cartonero que declaró ante la Justicia que escuchó los gritos desesperados de la mujer, y vio claramente como Monzón la estrangulaba y la tiraba del balcón como si fuera una bolsa de papas.
 
La autopsia y las pericias le dieron la razón a Báez y Monzón fue condenado a once años de prisión por homicidio simple. El caso generó indignación en los movimientos de mujeres, mientras se daba un debate incipiente en la sociedad.
 
Entonces se crearon las comisarías de las Mujeres, y se empezó a hablar de violencia de género. Se desterró la idea del crimen pasional y la justificación de los celos como atenuantes. Se entendió que la violencia doméstica no era un tema privado sino público, y que el Estado es responsable.
 
En 2012 se modificó el Código Penal, y a partir de entonces el artículo 80 dice que tendrá prisión perpetua quien matare "a su ascendiente, descendiente, cónyuge, ex cónyuge, o a la persona con quien mantiene o ha mantenido una relación de pareja, mediare o no convivencia". Y se incorporó el inciso 11, que habla del asesinato a una mujer "cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género".
 
Hoy Alicia Muñiz estaría en las estadísticas de femicidios. No sería un caso aislado, sería una de las mujeres que mueren asesinadas en Argentina cada 29 horas. Monzón habría sido condenado a perpetua, y tal vez estaría vivo. Mucho se ha avanzado de 30 años a esta parte. Aún falta: Monzón todavía tiene un monumento en Santa Fe.
 
Fuente: Clarín

Agreganos como amigo a Facebook
26-07-2024 / 08:07
El 26 de julio es un día de recordación para todos los sectores populares, porque ese día murió de cáncer y a los 33 años,  esa gran revolucionaria que fue María Eva Duarte, Eva Duarte, Eva Perón, o Santa Evita y que quiso ser llamada simplemente Evita.

Querida por el Pueblo hasta el misticismo y odiada por la oligarquía hasta la profanación de su cadáver, legó a su Patria una extraordinaria obra de justicia social, los derechos de los trabajadores y de la mujer, y el ejemplo de su fuerte compromiso militante por el bienestar de los pobres.

Tuvo el derrotero de vida de una heroína predestinada a la grandeza, que consiguió sobreponerse al espanto de la niñez y la juventud para alcanzar la cima rompiendo con todos los mandatos sociales de la época. De origen humilde, migró a la ciudad de Buenos Aires a los 15 años donde se dedicó a la actuación, alcanzando renombre en el teatro, el radioteatro y el cine. En 1943 fue una de las fundadoras del sindicato de la Asociación Radial Argentina (ARA), siendo elegida presidenta. En 1944 conoció a Juan Perón, entonces secretario de Estado.

Participó activamente en la generación de la histórica movilización revolucionaria del proletariado argentino el 17 de octubre de 1945 y en la campaña electoral de 1946 que permitió el triunfo popular. Con el Pueblo en el Gobierno, impulsó y logró la sanción en 1947 de la ley de sufragio femenino. Tras lograr la igualdad política entre los hombres y las mujeres, buscó luego la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida con el artículo 39 de la Constitución de 1949.

En 1949 fundó el Partido Peronista Femenino, el que presidió hasta su muerte. Desarrolló una amplia acción social a través de la Fundación Eva Perón, dirigida a los sectores más pobres. La Fundación construyó hospitales, asilos, escuelas, impulsó el turismo social creando colonias de vacaciones, difundió el deporte entre los niños, otorgó becas para estudiantes, ayudas para la vivienda y promocionó a la mujer en diversas facetas. Adoptó una posición activa en las luchas por los derechos sociales y laborales y se constituyó en vínculo directo entre Perón y los sindicatos. 

Los gorilas oligarcas la despreciaron tanto que no lograron más que agigantar sus logros y volver más férrea la defensa popular. Su voz, sus discursos, su joven belleza y su rebeldía quedaron para siempre en el corazón de todo un pueblo. Inmortal, intocada por la muerte, agigantada en su martirio por el cáncer y el robo su cuerpo, es un mito que el tiempo se encarga de tener siempre vigente, aquí en su Patria y en el mundo.
 
Como a todos los grandes líderes populares de la historia, el odio la envolvió y la siguió más allá de la muerte. Sus enemigos, la antipatria y la oligarquía, ejecutaron la macabra y enfermiza venganza de profanar y secuestrar su cadáver.

Ni siquiera así, y prohibiendo nombrarla, sus enemigos pudieron arrancarla de la memoria y el cariño popular. El odio de la oligarquía y el amor del pueblo son parte del mismo fenómeno, escindido en dos efectos antagónicos; uno y otro se alimentan recíprocamente.

Evita sigue viva, mas revolucionara, más mujer, más combativa que nunca. Ya volvió, en los albores de los años ´70, como símbolo y bandera revolucionaria, en un periodo de grandes transformaciones políticas y sociales, en Argentina y en toda Latinoamérica, para sumar a vastos sectores juveniles a la militancia por el retorno de Juan Perón.

Evita reaparece siempre en su ejemplo, para que pongamos en práctica los valores que nos legó, como bien lo recordara el poeta José María Castiñeira de Dios en "Volveré y seré millones".

Reivindicando a Néstor Kirchner
Escribe: Blas García 

26-07-2024 / 08:07
25-07-2024 / 08:07
25-07-2024 / 08:07
24-07-2024 / 08:07
NicoSal soluciones web

© Copyright 2009 LA OPINIÓN POPULAR – www.laopinionpopular.com.ar - Todos los derechos reservados.

E-mail: contacto@laopinionpopular.com.ar