12 DE FEBRERO DE 1946
Se instala la consigna Braden o Perón
Para el cierre de la campaña electoral, el martes 12 de febrero de 1946, un día lluvioso y destemplado, Juan Perón produjo su discurso más impactante en contenidos y que instaló la consigna Braden o Perón.
En 1945, la embajada de Estados Unidos, dirigida por Spruille Braden, promovió la unificación de las fuerzas opositoras hasta conformar un gran movimiento antiperonista, que incluyó a los partidos Comunista, Socialista, Unión Cívica Radical, Demócrata Progresista, Conservador, la Federación Universitaria Argentina (FUA), los terratenientes de la Sociedad Rural, las grandes empresas de la Unión Industrial y los especuladores de la Bolsa de Comercio.
Para combatir la campaña presidencial de Juan Perón, en la segunda semana de febrero de 1946 se publicó, con el auspicio de la embajada de los EE.UU., el Libro Azul en el que se pretendía probar la afiliación nazi de Perón. El Coronel acusó el golpe y en lugar de ponerse a la defensiva, decidió redoblar sus ataques contra sus enemigos oligárquicos.
Para el cierre de la campaña electoral, el martes 12 de febrero de 1946, un día lluvioso y destemplado, Perón produjo su discurso más impactante en contenidos y que instaló la consigna Braden o Perón. Sin exageraciones podría decirse que fue su hora más gloriosa.
Por Carlos Morales para La Opinión Popular
Dijo Perón en ese discurso de alrededor de una hora y que, a diferencia de los otros, lo leyó e incluso se retiró del palco para facilitar esa lectura: "Lo que en el fondo del drama argentino se debate es un simple partido de campeonato entre la justicia y la injusticia social... no andamos muy lejos cuando decimos que debe facilitarse el acceso a la propiedad rural. Hay que evitar la injusticia que representa que treinta y cinco personas deban ir descalzas, descamisados, sin techo y sin pan para que un lechuguino venga a lucir la galerita y el bastón por calle Florida".
La consigna "Braden o Perón" se extendió a lo largo del país prácticamente de la noche a la mañana. Fue una consigna que logró su objetivo, es decir, impuso una contradicción que los propios adversarios admitieron de hecho, que eran manipulados por el embajador yanqui. La gente la creyó y punto.
La victoria política de Perón se resolvió en esta suma de duelos. El peronismo pudo imponer las consignas, la agenda política y, sobre todo, logró colocar a su adversario en el lugar previamente asignado.
También en la renovación discursiva, Perón sacó enormes ventajas. A los discursos formales, retóricos y pesados de la mayoría de los candidatos de la Unión Democrática, Perón contraponía giros populares, frases ingeniosas en las que incorporaba el humor y los guiños cómplices con el público. Conclusión, se hizo un picnic con sus rivales que nunca llegaron a entender las modalidades de la comunicación de masas.
Fuente: El Litoral