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                  03:26  |  Jueves 18 de Diciembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 11-02-2024 / 08:02
LOS SUELDOS Y LAS IDEAS QUE TIRAN GASES Y BALAS DE GOMA

Para reprimir la protesta social del pueblo contra el ajuste, el loco Javier Milei sí tiene plata

Para reprimir la protesta social del pueblo contra el ajuste, el loco Javier Milei sí tiene plata
“¿Usted me pregunta por qué pegan, tiran gases y balas de goma los que están en moto o los que están detrás de los escudos?", repite un jefe de la Policía Federal. "En primer lugar, porque saben que, si no lo hacen, se tienen que ir de la fuerza. El que va sentado atrás en la moto gana, como mínimo, 584.322 pesos de básico, más un adicional por riesgo, antigüedad y horas adicionales. No menos de 700 mil u 800 mil pesos por mes. Para ellos, un sueldazo. Pero, además -agrega el jefe-, siete de cada diez votaron a Javier Milei y suelen sintonizar en eso de ir contra los zurdos. Eso sí, una parte, ahora dice que hay que destituir a Milei porque se hizo judío."
"¿Usted me pregunta por qué pegan, tiran gases y balas de goma los que están en moto o los que están detrás de los escudos?", repite un jefe de la Policía Federal. "En primer lugar, porque saben que, si no lo hacen, se tienen que ir de la fuerza. El que va sentado atrás en la moto gana, como mínimo, 584.322 pesos de básico, más un adicional por riesgo, antigüedad y horas adicionales. No menos de 700 mil u 800 mil pesos por mes. Para ellos, un sueldazo. Pero, además -agrega el jefe-, siete de cada diez votaron a Javier Milei y suelen sintonizar en eso de ir contra los zurdos. Eso sí, una parte, ahora dice que hay que destituir a Milei porque se hizo judío."
 
En la Gendarmería se repite algo bastante parecido, aunque con un perfil distinto. Detrás de los escudos suele haber un alferez o subalferez que cobra entre 550.192 y 605.212 de básico, a lo que se suman adicionales por otros 200 mil pesos. En la Federal dicen que a esos cuerpos especiales van los efectivos más rústicos, más pendencieros y con tendencias autoritarias.
 
Tanto en el Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, como en las propias fuerzas, hay un clima que es mezcla de incertidumbre y bravuconada: piensan que habrá fuerte conflicto social, no sólo en CABA, sino en distintos lugares del país. Y no faltan los que sienten deleite con la idea del choque, el roce, pegar con la tonfa (el bastón), imponerse a palos, gases o balas de goma.
 
El Grupo de Operaciones Motorizadas Federales (GOMF) vino a reemplazar a la Policía Montada. La transformación se hizo en tiempos de Cristina Fernández de Kirchner por los riesgos que significaban los conflictos para la gente y también para los caballos.
 
"Los que están en esa unidad tienen varios perfiles -cuenta otro jefe de la Federal-. Son fanáticos de las motos, primero que nada. Pero, además, les gusta la pelea, el gimnasio, la tonfa y el manejo de gases y balas de goma. No tienen, ni por asomo, el perfil de los que quieren estar en investigaciones o científica. Algunos dicen que son los más brutos de la Federal y también que en esos cuerpos terminan los sancionados".
  
Según todos coinciden, en esas unidades, las motorizadas y la Infantería, hay mucha sintonía con los planteos "de orden" del gobierno de Milei, sumado a odio a la izquierda y a los movimientos sociales. Y antisemitismo. Hablan del Plan Andinia (una grotesca teoría de que los judíos se quieren quedar con la Patagonia), y por supuesto, que los judíos son el poder real en el mundo.
 
Esa franja -el cálculo es que son dos de cada diez- ya está enojada y dice que hay que destituir a Milei porque se hizo judío y no se puede ser presidente siendo de esa religión. Como se sabe, el requisito fue cambiado en la reforma constitucional de 1994.
 
Algo menos asombroso es el otro punto de coincidencia con La Libertad Avanza: gran parte de esos efectivos creen que "lo de la pandemia fue una gran mentira", una manipulación, también de "los zurdos y judíos".
 
En la Prefectura y en la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) también hay grupos de infantería, aunque de menores dimensiones. En las últimas protestas, a los prefectos se los vio en el Puente Pueyrredon, mientras que los agentes de la PSA, a través del Grupo de Infantería Aeroportuaria, estuvieron en la represión en las inmediaciones del Congreso. En general, son cuerpos que sus compañeros definen así: "Es un lugar de brutos".
 

 
"No me cobres impuestos"
  
No fue casualidad que entre los policías federales que reprimieron frente al Congreso apareciera un efectivo, inspector o subinspector, que llevaba el símbolo libertario en una especie de parche en el pecho, encima del chaleco antibalas. La bandera de Gadsden, fondo amarillo, con una serpiente en el medio, es utilizada por la derecha en muchos países y la leyenda "Dont tread on me", "no me pisotees", es interpretada como "no me cobres impuestos", una de sus grandes consignas.
 
Según dicen en la Federal, fue una patoteada del propio efectivo contra los zurdos, no una acción concertada con el jefe a cargo. Pero el desenlace -un sumario, dijo la ministra- no se conoce. Lo que correspondía era poner al individuo en disponibilidad -están prohibidos los símbolos partidarios- e iniciarle el sumario, pero no fue eso lo que informó Bullrich. Claramente le bajó el tono: no quiere hacer ningún gesto que opaque a la represión y que pueda ser interpretado como una sanción a los que pegan palos.
 
 
Palos por plata
  
En la moto suelen ir un inspector o subinspector, con sueldos básicos que van de 584.322 a 642.754 pesos, pero en el operativo participan también sargentos con sueldos básicos de 713.998. A esas cifras se suma un adicional por riesgo, la antigüedad y lo que serían horas extra. En una jornada extensa como las que se vivieron en el Congreso, los efectivos suman entre 20 mil y 35 mil pesos.
 
En suma, casi ninguno se lleva menos de 700 mil pesos y muchos redondean cifras por encima de 800 o 900 mil pesos mensuales. El régimen es de 12 horas -trabajo-entrenamiento con la moto y en el gimnasio- por 36 horas de descanso. Al frente del operativo, generalmente está un comisario o un subcomisario: el ingreso mensual depende de la antigüedad, pero es de alrededor de 1.500.000 pesos.
 
Los altos mandos, o sea los que tienen el poder de decisión, rondan los 3.000.000 mensuales, pese a que no tienen muchísima antigüedad: el gobierno de Milei hizo una feroz razzia pasando a retiro a 18 comisarios generales, con más experiencia y menos docilidad para lo que se viene. El pecado que se les achacó fue el de ser colaboracionistas con el gobierno anterior, o sea que mantenían una relación normal, correcta, con el gobierno constitucional.
 
 
Verde duro
  
Como se sabe, quienes ingresan a la Gendarmería son principalmente de las provincias y, a veces, de pequeñas localidades del interior. Se supone que son efectivos formados para estar custodiando las fronteras, es decir en lugares lejanos a las grandes ciudades. No hay, por lo tanto, un proceso ideológico similar al de la Federal ni le dan un valor a la represión en sí misma: es más, algunos están preocupados por no quedar pegados en alguna causa judicial. Pero la no-ideologización los convierte en más dóciles y se considera que "se bancan todo".
 
Es la fuerza privilegiada por Bullrich, que suele utilizarla para las misiones más espinosas y truculentas. Los ejemplos más nítidos fueron la persecución que terminó con la vida de Santiago Maldonado o el peritaje fraudulento que se hizo respecto del suicidio de Alberto Nisman.
 
Ese origen en localidades del interior y el perfil poco ideológico hace que los gendarmes valoren las unidades de represión urbana, en esencia porque les permiten vivir en las grandes ciudades o cerca de las grandes ciudades.
 
Uno de los mitos (o verdades) sobre esa fuerza es que los gendarmes suelen tener una familia en su pueblo o pequeña ciudad de origen y otra familia en las zonas en las que prestan servicio. Debe recordarse que en los gobiernos de CFK se empezó a asignar gendarmes para funciones de seguridad en barrios conflictivos del Gran Buenos Aires y del Gran Rosario. El mito de las dos (o tres) familias arrancó en ese tiempo.
 
 
Mucho dinero
  
Pero el otro atractivo está en los sueldos, que se parecen bastante a los de la Federal. Un alférez o subalferez, que son buena parte de los que están detrás de los escudos en las represiones, tiene sueldos básicos que van de 550.192 pesos hasta 605.212, pero con los adicionales por riesgo, antigüedad y recargo de servicio -cuando están frente a una manifestación todo el día- pueden redondear cifras que superan los 800 mil o 900 mil pesos mensuales. Un recargo de servicio como el de la semana pasada, más de 5 horas, les agrega 13.433 pesos a lo que cobrarán a fin de mes. El jefe del operativo sumó 20.130, aunque su sueldo es de 1.200.000 pesos.
 
Lo más tentador para un gendarme es lo que llaman Función de Prevención Barrial, o sea, hacer guardias en los barrios complicados. A su sueldo, un alférez le suma 267.967 pesos, lo que lo acerca al millón de pesos.
 
El otro mito que suele circular es que los gendarmes hacen menos negocios que los policías -federales o bonaerenses o santafesinos o cordobeses- por lo que sus servicios de prevención barrial serían más eficientes. Los negocios de los que se habla son siempre los mismos: vínculos con la prostitución, el curanderismo, el juego, las barras bravas y, en el peor de los casos, la droga.
 
 
El aumento de enero y después
  
El aumento de enero fue del 16 por ciento, porque supuestamente se sigue a los aumentos de UPCN, uno de los gremios estatales. Por supuesto, con el incremento de los precios de diciembre y enero, perdieron por goleada contra la inflación. Y el panorama es que eso va a continuar así.
 
Sin embargo, el rumor que les hicieron llegar a los efectivos es que los van a ir compensando con adicionales que -supuestamente- irán sumando. Y los efectivos creen ese rumor. Saben que la situación se va a poner cada vez más caliente y que Milei-Bullrich no van a querer arriesgar. Tal vez en el gobierno recuerden que el mayor conflicto de los últimos años de las fuerzas de seguridad, gendarmes y prefectos, fue en 2012 por razones salariales.
 
Llegaron a ocupar los edificios centrales, el Centinela y el Guardacostas, se auto-acuartelaron y crearon zozobra en toda la sociedad. Claro que en aquel momento gobernaba CFK y la protesta fue acaudillada por personajes de ultraderecha, con cobertura de los grandes medios. Ahora, esos personajes de ultraderecha sintonizan con la Casa Rosada. Es distinto.
 
Por Raúl Kollmann
 
Fuente: Página 12
 

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17-12-2025 / 09:12
A días de cumplir su segundo año de gestión, el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei busca aprobar su primer presupuesto sin frenar en las curvas. Tras conseguir dictamen de mayoría con ayuda de gobernadores aliados, este miércoles se trata la "Ley de Leyes" en Diputados. Envalentonada, Patricia Bullrich buscará incluirlo también en la sesión del viernes 26, en la que se debatirá la reforma laboral en el Senado. Para sorpresa de la oposición, el dictamen deroga el Financiamiento Universitario y la Emergencia en discapacidad. Ambas iniciativas fueron sancionadas por el Congreso, vetadas por el Gobierno e insistidas en ambas cámaras. El nuevo proyecto deroga el ajuste automático de las asignaciones familiares y la Asignación Universal por Hijo y le da discrecionalidad al gobierno.
 
En un súper miércoles, la Casa Rosada intentará disciplinar al Congreso con la ley de "Disciplina Fiscal", que penaliza a quienes atenten contra el excel libertario y buscará avanzar con la aprobación de un blanqueo blue rebautizado "inocencia fiscal". La CGT llamó a movilizar contra el desfinanciamiento de la educación, la ciencia y la tecnología.
 
Al Gobierno le quedan menos de diez días hábiles para cumplir los deberes que le fijaron Donald Trump y el FMI: tener un presupuesto y sancionar una reforma laboral. Ayer, la Comisión de Presupuesto y Hacienda que preside Bertie Benegas Lynch dejó listo el dictamen que el oficialismo buscará aprobar este miércoles. Los apoyos para reunir las 28 firmas -sobre un total de 46- llegaron de la mano de sus aliados del PRO, la UCR y el MID, y de los gobernadores de Catamarca, Tucumán, San Juan, Mendoza y Misiones.
 
De esas 28 firmas, seis fueron en disidencia, lo que obliga al Gobierno a continuar las negociaciones si no quiere correr una suerte similar a la que atravesó durante el tratamiento de la Ley Bases, que perdió buena parte de su articulado en el camino.
 
Para asegurarse los respaldos, la administración de Milei abrió la billetera. En los últimos días, los gobernadores colaboracionistas recibieron Aportes del Tesoro Nacional. El misionero Hugo Passalacqua recibió 12 mil millones de pesos; el chaqueño Leandro Zdero, 11 mil millones; y el tucumano Osvaldo Jaldo, 20 mil millones. Esta última fue la cifra más generosa que el Gobierno envió a una provincia en todo 2025.
 
Además, el lunes por la noche la Casa Rosada envió al Congreso la reforma de la Ley de Glaciares. La iniciativa habilita a las provincias a avanzar con proyectos mineros sobre reservas estratégicas de agua. De aprobarse, Catamarca, Mendoza y San Juan quedarían entre las principales beneficiadas para hacer negocios con las multinacionales yanquis que miran de reojo.
 
Si bien existe consenso entre la mayoría de los bloques en que el Gobierno no puede seguir administrando el Estado sin un presupuesto, el proyecto no contempla partidas para recomponer los ingresos de los jubilados, no prevé mecanismos para reactivar la obra pública ni incluye un solo artículo orientado a impulsar la actividad económica.
 
Todo el andamiaje se reduce a blindar el equilibrio fiscal, que Milei alcanzó a fuerza de recortar en todas las áreas sensibles del Estado, a excepción del pago de los intereses de la deuda. Además, las metas que fija parecen a simple vista difíciles de cumplir. El proyecto prevé un crecimiento de la economía del 5 por ciento del PBI, una inflación anual del 10,1 por ciento y proyecta un dólar a 1423 pesos para diciembre de 2026. Esto último está por debajo del precio actual.
 

16-12-2025 / 10:12
Las reformas que impulsa el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei, en especial la laboral, buscan sin disimulo convertir a nuestro país en una economía colonial de enclave, productor de materias primas, sin industria y en donde sobre más de la mitad de los argentinos. En el país cierra una empresa por hora y 400 trabajadores por día se quedan sin empleo. El cálculo surge de tomar en cuenta que "el Peluca" y su motosierra destruyeron 19.114 firmas dejando en la calle a algo más que 264 mil asalariados registrados en sus dos primeros años de gobierno.
 
Para Argentina es un cambio dramático, pues es uno de los países en donde la legislación laboral del siglo XX más avanzó en el sentido de proteger a los trabajadores. Por esa razón, por ese "mal ejemplo" para la región latinoamericana, el objetivo del FMI de retroceder más de un siglo en las condiciones bajo las cuales se desenvuelve el mundo laboral, haya sido tomado con tanta energía por los últimos gobiernos de derecha y mucho más ahora bajo el modelo reaccionario extremo que impulsan los desquiciados Milei, Sturzenegger, Caputo y cía.
 
Todos y cada uno de los puntos del extenso proyecto que acaba de aterrizar en el Congreso es un muestrario de la ideología conservadora y retrógrada que alienta a este gobierno como fiel representante de la elite económico-financiera también conocida como "círculo rojo". A tal extremo esto es así que el gobierno ni se molestó en desmentir lo que hace un tiempo se conoció: los autores materiales de este engendro son los estudios de abogados que prestan sus servicios a las corporaciones más poderosas, los llamados "dueños de la Argentina". Es el gobierno para los ricos.
 
El sueño húmedo de esta minoría enferma de codicia es voltear, una por una, todas las protecciones legales que tienen los trabajadores argentinos, aunque también debe decirse que buena parte de ellas ya fueron demolidas de hecho por el propio accionar de un mercado laboral que, con independencia de los gobiernos que se sucedieron desde el estallido social y la gran crisis económica de 2001, dejaron a casi la mitad de los asalariados desempeñándose "en negro", al margen de la formalidad.
 
Lo que veremos en las próximas horas en el Congreso les dejará en claro a los argentinos quiénes son los senadores y diputados dignos de ser llamados oposición y quiénes se someterán ante las ofertas de dinero que ya está circulando por oscuras vías. Gobernadores dialoguistas también estarán en el "toma y daca" que este gobierno puso en marcha sin que la gran prensa porteña, convertida en vocera oficial de la Casa Rosada, hable como lo hacía habitualmente de "látigo y billetera" con otros gobiernos que nunca llegaron a extremos de manipulación de los recursos fiscales como el actual.
 
El triunfo electoral de octubre de Milei es el combustible que aceleró la decisión de avanzar con este proyecto y con otros que también buscan reconfigurar en profundidad el diseño social, económico e institucional de la Argentina. La llamada ley de tierras, de glaciares, la reforma educativa, la tributaria, etc. conforman una ofensiva de los sectores concentrados de la economía contra el conjunto social. Convertir a este país en una economía colonial, sin industria, sin ciencia, sin educación de calidad, sin protección social ni laboral para las mayorías populares es una meta que está en las mentes de los libertarios. La política de tierra arrasada que se proponen les resulta indiferente, pues la ambición de poder -político y económico- está por encima de todo.
 
La CGT convocó a una movilización a la Plaza de Mayo para el jueves a la que adhirieron las dos CTA, ATE y otros gremios, el peronismo, organizaciones sociales y partidos políticos de izquierda.  Para aterrorizar, la especialidad del mileísmo, aplicarán el protocolo antipiquetes. Si la movilización es masiva, cuesta creer que la amenaza de represión violenta se cumpla. Crispar el clima social en vísperas de fin de año, en nuestro país, nunca tuvo buenos resultados para los gobiernos.
 
La Opinión Popular
 

14-12-2025 / 09:12
Bajo el mote de reforma laboral se esconde la decisión de Javier "el Loco" Milei que pretende consagrar institucionalmente, en 2026, los objetivos que en 1976 se planteara la dictadura militar genocida. Los cambios en el proceso de acumulación en el marco del genocidio, el endeudamiento, la valorización financiera y la fuga de capitales, la desindustrialización, el modo de incorporación del cambio tecnológico y la llegada del capitalismo de plataformas, produjo una sustancial alteración de la relación capital-trabajo, obviamente en desmedro del conjunto de los trabajadores.
 
En ese marco de brutal regresividad en las condiciones materiales de vida de quienes trabajan, se sucedieron en las distintas administraciones conservadoras cambios normativos, todos con la misma dirección. 1. Abaratar el precio del trabajo. 2. Facilitar el despido. 3. Debilitar los convenios colectivos. 4. Limitar y destruir la organización sindical.
 
Estas orientaciones fueron parte de los cambios normativos que impulsó la dictadura militar, de las leyes que llevaron adelante Cavallo, Menem y De la Rúa, del frustrado intento de Macri y también del proyecto de Milei. Proyecto este cuya profundidad en términos de alteración de la Ley de Contrato de Trabajo solo es equiparable a lo planteado hace 50 años por la dictadura militar.
 
Además, se lleva a cabo la directa eliminación de los costos del despido a partir de la creación de un Fondo de Asistencia Laboral que se financiará con tres puntos de las actuales contribuciones patronales. A la vez, se les reduce en un punto adicional los aportes a los empresarios en relación a las obras sociales que dejarían de percibir un punto de los que están recibiendo en la actualidad.
 
En síntesis, cuatro puntos de los aportes patronales dejan de financiar las jubilaciones y la salud de los trabajadores, con el objeto de eliminar los costos del despido y reducir los costos laborales. Situación ésta que implica una redistribución de ingresos desde los trabajadores al capital, cercana a los 3000 millones de dólares.
 
Las experiencias internacionales y la propia experiencia nacional indican que estas propuestas solo profundizan la desocupación, la informalidad y la pobreza. Es más, aspectos laborales de esta naturaleza son los que contenía la Ley Bases y que ya tuvieron dos años de aplicación en el curso del gobierno de Milei. Años que lejos de promover el empleo registrado, coexisten con la destrucción de 222 mil puestos de trabajo formales registrados de los cuales 139 mil son del propio sector privado, al tiempo que el monotributo y los asalariados no registrados constituyen las formas de inserción laboral de mayor importancia en los últimos dos años.
 
Por si esto fuera poco, los modelos que pregonan los funcionarios libertarios como objetivos a alcanzar por la Argentina, no hacen más que negar con la evidencia lo que el propio gobierno pregona para justificar lo que propone. Poner como ejemplo a seguir países como Paraguay o Perú, que prácticamente carecen de legislación laboral, resulta inentendible. Estos dos países exhiben, aún sin legislación laboral, niveles de informalidad superiores a los que hoy exhibe la Argentina.
 
Para frenar esta ofensiva hay que convocar a la sociedad a discutir la necesidad de relaciones laborales diferentes para un país distinto al que construye Milei. Para eso necesitamos relaciones laborales que se edifiquen en base a la redistribución del ingreso, la revalorización del trabajo y la necesidad de expandir derechos para todos aquellos que trabajan independientemente del tipo de inserción laboral que tengan.
 
La Opinión Popular
 

13-12-2025 / 09:12
El proyecto de país que perfila el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei tomó el aspecto de una sociedad sin derechos organizada por el mercado. El mercado elimina el concepto de soberanía y decidirá quién irá preso y quién se tomará vacaciones. A su vez, el mercado está organizado por una escala jerárquica según el poder económico.
 
O sea: la libertad de los libertarios es como la milanesa tucumana hecha con papel higiénico. Y de postre: inflación. Si alguno pensó que el esfuerzo valía la pena, el 2,5 de inflación -medido por un Indec que todo el mundo sabe trucho-- le dio una mala noticia: se quedó sin trabajo, se quedó sin empresa, y además tiene inflación.
 
En la misma semana asumió Joaquín Mogaburu como subsecretario de Derechos Humanos y se presentó el proyecto de reforma laboral en el Congreso. El nuevo funcionario es un personaje ligado a los represores y da cursos en los cuarteles sobre "memoria completa".
  
Mogaburu aboga por la conciliación y el perdón a los genocidas. El combo es coherente con el protocolo de seguridad que criminalizó la protesta social, el decreto que permitió a las fuerzas armadas intervenir en conflictos internos y la eliminación del derecho a huelga y otros derechos como lo estipula la reforma laboral enviada al Congreso.
 
Durante el mes hubo decenas de actos sobre derechos humanos en centros culturales, casas de la memoria y en plazas de todo el país. Y el jueves se realizó un festival en la Plaza de Mayo encabezado por Madres, Abuelas y el Serpaj de Adolfo Pérez Esquivel. Al mismo tiempo, la CGT anunciaba un acto público para oponerse al proyecto de ley enviado al Congreso.
 
No hay derechos humanos y no hay derechos laborales. No hay derecho a la protesta y no hay derecho que proteja contra la tortura y la violación como reclaman los que piden la libertad de torturadores y violadores que actuaron tras haber usurpado el Estado durante el golpe genocida. No hay sujetos de derecho en esta sociedad que conciben los libertarios y que ha sido votada por muchos que perderán los derechos que tenían.
 
Con el mercado se come, con el mercado se educa, con el mercado se cura. Si eso era difícil con la democracia, el mercado ni se lo plantea porque el único derecho que reconoce es el del que tiene más capital. El mercado habla de méritos, pero los derechos no se ganan. Los derechos implican también responsabilidades, pero no se ganan por méritos. Al menos la democracia reconoce que todos tienen derecho a comer, a la educación y a la salud. Después dependerá de los gobiernos proveer esos derechos.
 
Los libertarios inventaron una democracia con voto, pero sin derechos. Y los derechos son para todos porque son inherentes a la condición del ser humano. Si son para pocos, no califica. La democracia se construye sobre los derechos ciudadanos. Sin esos derechos básicos no hay sistema democrático. Este gobierno habla de democracia y libertad, pero cuando hace la milanesa, le pone papel higiénico en vez de libertad y democracia.
 

12-12-2025 / 10:12
El gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei mandó al Senado un proyecto de contrarreforma para eliminar derechos laborales, sindicales y de huelga que atrasa un siglo. Contra la Constitución desconoce hasta la jornada de 8 horas y el derecho a huelga. Redactado por los abogados de las grandes empresas, de Paolo Rocca, Galperin y Eurnekian, en cada rubro empeora la posición de los trabajadores. Perjudica también a monotributistas e informales y se propone financiar los despidos con la plata de los jubilados.
 
El gobierno libertario demoró la presentación de la contrareforma laboral, que no registra precedentes desde la dictadura genocida de 1976, para estirar los tiempos de negociación y definir cuán a fondo iría en su ofensiva contra los trabajadores y el sindicalismo. El proyecto que ingresó al Senado retoma lo peor de todas las versiones anteriores y lo condensa en 71 páginas y 191 artículos.
 
Enmascarada en una supuesta "modernización", la iniciativa retrocede más de un siglo y desconoce pilares básicos del derecho laboral como la jornada de ocho horas y restringe el derecho a huelga. Lejos de mejorar la vida de los trabajadores, crear empleo o incorporar a los informales al mercado formal, la reforma sólo busca abaratar costos para que el empleador pueda despedir y amplía la desprotección sobre el sector más débil.
 
Los especialistas coinciden en que "invierte la presunción de laborabilidad" perjudicando a monotributistas y trabajadores "independientes". El texto final del proyecto confirma la transferencia regresiva de los derechos de los trabajadores en favor del gran capital, debilita su capacidad de organización y faculta al empleador para modificar condiciones laborales según sus necesidades.
 
La reforma laboral, firmada por Milei, fue elevada al Congreso de manera errónea por parte de Gobierno. Legisladores opositores y abogados laboralistas cuestionaron el ingreso por el Senado, ya que la reforma laboral contiene un capítulo tributario que modifica impuestos centrales. Al respecto, la Constitución fija que toda ley de carácter impositivo debe originarse en Diputados.
 
La reforma laboral que impulsa Milei atrasa porque reinstala un modelo previo al propio nacimiento del derecho laboral. La abogada Natalia Salvo advierte que es "una novedad de museo que nos devuelve a un tiempo sin normas". El proyecto permite jornadas de hasta 12 horas, un retroceso a antes de la Ley 11.544, conquistada después de las huelgas y masacres de la Patagonia y la Semana Trágica.

También elimina ítems remunerativos para achicar aguinaldo y vacaciones, ahora fraccionadas como en etapas de precariedad anteriores a cualquier estándar moderno. Al mismo tiempo, remarca que la iniciativa desconoce los avances globales sobre las plataformas: mientras en Europa los tribunales y países como España o Portugal ya reconocen a esos trabajadores como dependientes, aquí se los deja en un limbo jurídico. Modernizar sería ampliar la protección, no recortarla. Con un 43 por ciento de informalidad, el proyecto empuja al país hacia un pasado sin resguardo, donde la relación laboral quedaba librada a la voluntad de la patronal.

Un Gobierno que miente en todo, presenta el argumento principal en la supuesta "creación de trabajo formal". Silogismo falaz, acaba de ser refutado por un hombre del gran capital, el abogado Julián de Diego. Dijo que "sin crecimiento, no habrá generación de empleo". Ese crecimiento se presenta, como promesa lejana, relato de un provenir etéreo, medido en décadas. Equiparada a Irlanda, Alemania, y otras naciones. Por ahora, lo que hay es recesión, inflación en alza y deuda. Cada vez más deuda.

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