La Opinión Popular
                  08:52  |  Jueves 04 de Diciembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 11-02-2024 / 08:02
LOS SUELDOS Y LAS IDEAS QUE TIRAN GASES Y BALAS DE GOMA

Para reprimir la protesta social del pueblo contra el ajuste, el loco Javier Milei sí tiene plata

Para reprimir la protesta social del pueblo contra el ajuste, el loco Javier Milei sí tiene plata
“¿Usted me pregunta por qué pegan, tiran gases y balas de goma los que están en moto o los que están detrás de los escudos?", repite un jefe de la Policía Federal. "En primer lugar, porque saben que, si no lo hacen, se tienen que ir de la fuerza. El que va sentado atrás en la moto gana, como mínimo, 584.322 pesos de básico, más un adicional por riesgo, antigüedad y horas adicionales. No menos de 700 mil u 800 mil pesos por mes. Para ellos, un sueldazo. Pero, además -agrega el jefe-, siete de cada diez votaron a Javier Milei y suelen sintonizar en eso de ir contra los zurdos. Eso sí, una parte, ahora dice que hay que destituir a Milei porque se hizo judío."
"¿Usted me pregunta por qué pegan, tiran gases y balas de goma los que están en moto o los que están detrás de los escudos?", repite un jefe de la Policía Federal. "En primer lugar, porque saben que, si no lo hacen, se tienen que ir de la fuerza. El que va sentado atrás en la moto gana, como mínimo, 584.322 pesos de básico, más un adicional por riesgo, antigüedad y horas adicionales. No menos de 700 mil u 800 mil pesos por mes. Para ellos, un sueldazo. Pero, además -agrega el jefe-, siete de cada diez votaron a Javier Milei y suelen sintonizar en eso de ir contra los zurdos. Eso sí, una parte, ahora dice que hay que destituir a Milei porque se hizo judío."
 
En la Gendarmería se repite algo bastante parecido, aunque con un perfil distinto. Detrás de los escudos suele haber un alferez o subalferez que cobra entre 550.192 y 605.212 de básico, a lo que se suman adicionales por otros 200 mil pesos. En la Federal dicen que a esos cuerpos especiales van los efectivos más rústicos, más pendencieros y con tendencias autoritarias.
 
Tanto en el Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, como en las propias fuerzas, hay un clima que es mezcla de incertidumbre y bravuconada: piensan que habrá fuerte conflicto social, no sólo en CABA, sino en distintos lugares del país. Y no faltan los que sienten deleite con la idea del choque, el roce, pegar con la tonfa (el bastón), imponerse a palos, gases o balas de goma.
 
El Grupo de Operaciones Motorizadas Federales (GOMF) vino a reemplazar a la Policía Montada. La transformación se hizo en tiempos de Cristina Fernández de Kirchner por los riesgos que significaban los conflictos para la gente y también para los caballos.
 
"Los que están en esa unidad tienen varios perfiles -cuenta otro jefe de la Federal-. Son fanáticos de las motos, primero que nada. Pero, además, les gusta la pelea, el gimnasio, la tonfa y el manejo de gases y balas de goma. No tienen, ni por asomo, el perfil de los que quieren estar en investigaciones o científica. Algunos dicen que son los más brutos de la Federal y también que en esos cuerpos terminan los sancionados".
  
Según todos coinciden, en esas unidades, las motorizadas y la Infantería, hay mucha sintonía con los planteos "de orden" del gobierno de Milei, sumado a odio a la izquierda y a los movimientos sociales. Y antisemitismo. Hablan del Plan Andinia (una grotesca teoría de que los judíos se quieren quedar con la Patagonia), y por supuesto, que los judíos son el poder real en el mundo.
 
Esa franja -el cálculo es que son dos de cada diez- ya está enojada y dice que hay que destituir a Milei porque se hizo judío y no se puede ser presidente siendo de esa religión. Como se sabe, el requisito fue cambiado en la reforma constitucional de 1994.
 
Algo menos asombroso es el otro punto de coincidencia con La Libertad Avanza: gran parte de esos efectivos creen que "lo de la pandemia fue una gran mentira", una manipulación, también de "los zurdos y judíos".
 
En la Prefectura y en la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) también hay grupos de infantería, aunque de menores dimensiones. En las últimas protestas, a los prefectos se los vio en el Puente Pueyrredon, mientras que los agentes de la PSA, a través del Grupo de Infantería Aeroportuaria, estuvieron en la represión en las inmediaciones del Congreso. En general, son cuerpos que sus compañeros definen así: "Es un lugar de brutos".
 

 
"No me cobres impuestos"
  
No fue casualidad que entre los policías federales que reprimieron frente al Congreso apareciera un efectivo, inspector o subinspector, que llevaba el símbolo libertario en una especie de parche en el pecho, encima del chaleco antibalas. La bandera de Gadsden, fondo amarillo, con una serpiente en el medio, es utilizada por la derecha en muchos países y la leyenda "Dont tread on me", "no me pisotees", es interpretada como "no me cobres impuestos", una de sus grandes consignas.
 
Según dicen en la Federal, fue una patoteada del propio efectivo contra los zurdos, no una acción concertada con el jefe a cargo. Pero el desenlace -un sumario, dijo la ministra- no se conoce. Lo que correspondía era poner al individuo en disponibilidad -están prohibidos los símbolos partidarios- e iniciarle el sumario, pero no fue eso lo que informó Bullrich. Claramente le bajó el tono: no quiere hacer ningún gesto que opaque a la represión y que pueda ser interpretado como una sanción a los que pegan palos.
 
 
Palos por plata
  
En la moto suelen ir un inspector o subinspector, con sueldos básicos que van de 584.322 a 642.754 pesos, pero en el operativo participan también sargentos con sueldos básicos de 713.998. A esas cifras se suma un adicional por riesgo, la antigüedad y lo que serían horas extra. En una jornada extensa como las que se vivieron en el Congreso, los efectivos suman entre 20 mil y 35 mil pesos.
 
En suma, casi ninguno se lleva menos de 700 mil pesos y muchos redondean cifras por encima de 800 o 900 mil pesos mensuales. El régimen es de 12 horas -trabajo-entrenamiento con la moto y en el gimnasio- por 36 horas de descanso. Al frente del operativo, generalmente está un comisario o un subcomisario: el ingreso mensual depende de la antigüedad, pero es de alrededor de 1.500.000 pesos.
 
Los altos mandos, o sea los que tienen el poder de decisión, rondan los 3.000.000 mensuales, pese a que no tienen muchísima antigüedad: el gobierno de Milei hizo una feroz razzia pasando a retiro a 18 comisarios generales, con más experiencia y menos docilidad para lo que se viene. El pecado que se les achacó fue el de ser colaboracionistas con el gobierno anterior, o sea que mantenían una relación normal, correcta, con el gobierno constitucional.
 
 
Verde duro
  
Como se sabe, quienes ingresan a la Gendarmería son principalmente de las provincias y, a veces, de pequeñas localidades del interior. Se supone que son efectivos formados para estar custodiando las fronteras, es decir en lugares lejanos a las grandes ciudades. No hay, por lo tanto, un proceso ideológico similar al de la Federal ni le dan un valor a la represión en sí misma: es más, algunos están preocupados por no quedar pegados en alguna causa judicial. Pero la no-ideologización los convierte en más dóciles y se considera que "se bancan todo".
 
Es la fuerza privilegiada por Bullrich, que suele utilizarla para las misiones más espinosas y truculentas. Los ejemplos más nítidos fueron la persecución que terminó con la vida de Santiago Maldonado o el peritaje fraudulento que se hizo respecto del suicidio de Alberto Nisman.
 
Ese origen en localidades del interior y el perfil poco ideológico hace que los gendarmes valoren las unidades de represión urbana, en esencia porque les permiten vivir en las grandes ciudades o cerca de las grandes ciudades.
 
Uno de los mitos (o verdades) sobre esa fuerza es que los gendarmes suelen tener una familia en su pueblo o pequeña ciudad de origen y otra familia en las zonas en las que prestan servicio. Debe recordarse que en los gobiernos de CFK se empezó a asignar gendarmes para funciones de seguridad en barrios conflictivos del Gran Buenos Aires y del Gran Rosario. El mito de las dos (o tres) familias arrancó en ese tiempo.
 
 
Mucho dinero
  
Pero el otro atractivo está en los sueldos, que se parecen bastante a los de la Federal. Un alférez o subalferez, que son buena parte de los que están detrás de los escudos en las represiones, tiene sueldos básicos que van de 550.192 pesos hasta 605.212, pero con los adicionales por riesgo, antigüedad y recargo de servicio -cuando están frente a una manifestación todo el día- pueden redondear cifras que superan los 800 mil o 900 mil pesos mensuales. Un recargo de servicio como el de la semana pasada, más de 5 horas, les agrega 13.433 pesos a lo que cobrarán a fin de mes. El jefe del operativo sumó 20.130, aunque su sueldo es de 1.200.000 pesos.
 
Lo más tentador para un gendarme es lo que llaman Función de Prevención Barrial, o sea, hacer guardias en los barrios complicados. A su sueldo, un alférez le suma 267.967 pesos, lo que lo acerca al millón de pesos.
 
El otro mito que suele circular es que los gendarmes hacen menos negocios que los policías -federales o bonaerenses o santafesinos o cordobeses- por lo que sus servicios de prevención barrial serían más eficientes. Los negocios de los que se habla son siempre los mismos: vínculos con la prostitución, el curanderismo, el juego, las barras bravas y, en el peor de los casos, la droga.
 
 
El aumento de enero y después
  
El aumento de enero fue del 16 por ciento, porque supuestamente se sigue a los aumentos de UPCN, uno de los gremios estatales. Por supuesto, con el incremento de los precios de diciembre y enero, perdieron por goleada contra la inflación. Y el panorama es que eso va a continuar así.
 
Sin embargo, el rumor que les hicieron llegar a los efectivos es que los van a ir compensando con adicionales que -supuestamente- irán sumando. Y los efectivos creen ese rumor. Saben que la situación se va a poner cada vez más caliente y que Milei-Bullrich no van a querer arriesgar. Tal vez en el gobierno recuerden que el mayor conflicto de los últimos años de las fuerzas de seguridad, gendarmes y prefectos, fue en 2012 por razones salariales.
 
Llegaron a ocupar los edificios centrales, el Centinela y el Guardacostas, se auto-acuartelaron y crearon zozobra en toda la sociedad. Claro que en aquel momento gobernaba CFK y la protesta fue acaudillada por personajes de ultraderecha, con cobertura de los grandes medios. Ahora, esos personajes de ultraderecha sintonizan con la Casa Rosada. Es distinto.
 
Por Raúl Kollmann
 
Fuente: Página 12
 

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04-12-2025 / 08:12
Martillar el último clavo en el ataúd que encierra el cadáver del peronismo es una causa nacional que pronto cumplirá 80 años. Ahí, en 1946, radica la "cifra redonda", el año fundacional, tanto del peronismo como movimiento de masas como del antiperonismo como irrenunciable leit motiv de buena parte de la sociedad argentina. Y así venimos desde hace décadas, matando al peronismo, dándolo por finiquitado, y asistiendo a sus múltiples y polifacéticas resurrecciones.
 
Como un destino nacional inexorable; "el hecho maldito del país burgués" que definió John William Cooke. En ese itinerario pueden indentificarse 11 muertes del peronismo, 11 episodios que el antiperonismo festejó como un Mundial para, poco después, volver a empezar.
 
Pero, ¿qué sería del antiperonismo, buceando ya en profundidades ontológicas, si el peronismo realmente muriera? Si combatir al peronismo en todas sus formas -rechazarlo, denostarlo y condenarlo- es la razón de ser de tantos argentinos, ¿qué vendría después? ¿Qué verían al asomarse a ese abismo nietzscheano que nos habita y nos acecha cuando el monstruo de afuera ya no esté?
 
La flamante victoria de La Libertad Avanza generó todo tipo de conjeturas sobre el futuro de un peronismo enredado en la miseria de sus internas y carente de una propuesta alternativa, capaz de seducir a una ciudadanía desencantada. Lo llamativo es que este contexto crítico se replicó en varias ocasiones desde los años 50 a la fecha y generó los mismos efectos.
 
"Ahora sí, este es el fin del peronismo", es un título redactado en numerosas ocasiones, siempre listo y nunca definitivo. Será porque los intentos por "matar" al peronismo han adoptado distintas formas: la proscripción, la represión, la fragmentación interna, la debacle económica, la derrota electoral. Cada uno de esos embates reforzó, de una manera u otra, su condición de fenómeno político persistente.
 
Los siguientes 11 episodios -las 11 muertes- lo ejemplifican.
 
1) 26 de julio 1952. La que fallece es Eva Duarte, "Jefa Espiritual de la Nación" y estandarte del "primer peronismo", cuando el país -al decir de Félix Luna- era una fiesta. Después de Evita, ¿qué?, era la pregunta. Las pintadas celebratorias repartidas por Buenos Aires ("viva el cáncer") expresaban el anhelo de que esa muerte de carne y hueso fuera el simbólico inicio de otra muerte, la de Perón, la de su gobierno y la de todo lo que el peronismo representaba. Muchos lo creyeron así.
 
2) 16 de septiembre de 1955. Golpe de Estado. Revolución Libertadora (para los peronistas, la "fusiladora"). Es el comienzo de una gigantesca operación cultural: la desperonización de la Argentina. La proscripción del peronismo y el exilio de 18 años de su líder son la punta del iceberg. Se demuelen estatuas, se destruyen bustos, se queman cuadros, se borra todo vestigio de peronismo al punto de prohibir, por ley, que se lo nombre en público. Pero en lugar de matarlo, lo que lograron fue fortalecer la identidad, al punto de que el sólo hecho de ser peronista se convirtió en un acto de resistencia.
 

03-12-2025 / 10:12
No fue solo un giro diplomático: por primera vez desde el retorno de la democracia, Argentina votó en esta materia junto con EEUU e Israel, dos países cuestionados por graves violaciones a los derechos humanos y hasta genocidio, posicionándose, así como los tres únicos Estados en el mundo que se niegan a condenar el uso de la tortura.
 
El posicionamiento argentino desnuda la verdadera esencia del gobierno de Javier "el Loco" Milei, al cual la calificación de fascista no resulta exagerada, pues hubo incluso gobiernos de extrema derecha, que por vergüenza o compromiso, votaron afirmativamente condenando la tortura.
 
La resolución rechazada por Argentina fue promovida por el Comité contra la Tortura (CAT), órgano que días antes había publicado un informe crítico sobre la situación del país. Ese informe expresó su "profunda preocupación" por la persistencia de detenciones prolongadas en comisarías, prácticas policiales violentas, falta de controles judiciales efectivos y condiciones inhumanas en lugares de encierro.
 
El Comité recordó que los jueces y juezas penales son garantes últimos de la legalidad y dignidad de toda detención, y que el Estado argentino viola sus obligaciones cuando tolera celdas sin ventilación, superpobladas, sin colchones, sin agua potable, o cuando naturaliza golpizas, hostigamientos y traslados arbitrarios.
 
Nada de esto es nuevo: hace décadas que organismos de DDHH como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) o la Comisión Provincial por la Memoria de la provincia de Buenos Aires, entre otros, advierten y condenan las prácticas sistemáticas que se dan en los contextos de encierro, que encuadran dentro de los "Tratos crueles, inhumanos o degradantes" tal como se define en el derecho internacional en materia de DDHH.
 
Sin embargo, lejos de reconocer la legitimidad de estas observaciones, el gobierno argentino reaccionó con un ataque político. El mismo día que se conoció el informe del CAT, se publicó en el sitio "Argentina.gob" la respuesta oficial, calificando al informe como "sesgado", bajo la acusación de haber omitido "graves abusos ocurridos durante el gobierno de Alberto Fernández".
 
Para el gobierno de Milei, el documento emitido por el CAT está "abiertamente influido por grupos militantes y organizaciones con marcada orientación kirchnerista" y "exhibe un sesgo ideológico incompatible con la imparcialidad que exige el sistema internacional de derechos humanos".
 
Resultaría gracioso, si no fuera tan trágico, que se etiquete de esa forma a un organismo técnico en el ámbito de las Naciones Unidas. Pero esa es la lógica del gobierno de La Libertad Avanza: quien denuncia abusos policiales o defiende garantías constitucionales es automáticamente sospechado de "zurdo" o "kuka".
 

03-12-2025 / 10:12
Karina "la Coimera" Milei sueña con que su hermano la elija como sucesora como hizo Néstor Kirchner con Cristina en 2007 en una maniobra que le permitió al kirchnerismo quedarse en el poder durante 12 años. "Hay que ir por la reelección de Javier Milei", aclaró en Mar del Plata, en el congreso libertario que encabezó frente a 300 personas, pese a que esperaban más de 700. Pero lo que no dijo es que ella se plantea como sucesora de su hermano, en el 2027 o en el siguiente turno electoral.
 
"Ella quiere que Milei la elija como sucesora, como hizo Néstor con Cristina", explicó un dirigente libertario al tanto de los planes de la hermana presidencial. En el mismo acto se difundió la creación de un "comité de disciplina" de La Libertad Avanza, que tendrá tolerancia cero a las individualidades. Entre los libertarios dijeron que el comité servirá como una suerte de Mazorca de Karina para tener a raya a todo el partido, en especial a los influencers como el Gordo Dan, el cabecilla de Las Fuerzas del Cielo que agrupa a los seguidores de Santiago Caputo.
 
Justamente el Gordo Dan ofició durante los primeros dos años de mandato de Milei como un guardián de la pureza libertaria y fue quien hizo echar a varios funcionarios que se corrieron de la línea. Karina quiere ser la única en detentar ese poder. Además, no quiere que los ministros, diputados y senadores vayan a la televisión sin su supervisión previa.
 
La visión policial de la política que despliega Karina ya es motivo de preocupación entre importantes dirigentes libertarios y llegó a impactar en el Congreso. "Patricia Bullrich le tiene terror a Karina", afirmó un importante dirigente libertario.
 
La hermana de Milei ahora tiene en mira el ministerio de Justicia como el próximo lugar para colonizar. Karina le pidió a Mariano Cúneo Libarona que se quedara en el ministerio luego de las elecciones pese a que ya había presentado una carta con su renuncia. El objetivo era darse un tiempo para definir su sucesor.
 
Ahora, Karina quiere que el puesto de Cúneo lo ocupe Santiago Viola. Viola es el apoderado de La Libertad Avanza y era su candidato para la secretaría Legal y Técnica antes de que Santiago Caputo acercara a María Ibarzábal Murphy, quien se ganó la confianza de Milei y es una pieza clave del gabinete. Pero los tiempos cambiaron y la obsesión de Karina por la Justicia creció desde el caso Libra y las coimas de la Andis, que la tienen en el centro de las investigaciones de la justicia federal.
 
Estos movimientos forman parte, según los libertarios, de un objetivo mayor para Karina, que es el de entrar a la fórmula presidencial en el futuro. Milei repite que su jefe es su hermana y por eso en el gobierno no descartan que Karina pida dar el salto en 2027.
 
La semana pasada, Karina se apersonó en el Senado para dar una demostración de poder en la Cámara en la que acaba de entrar Patricia Bullrich, otra de las figuras del gobierno con aspiraciones a entrar en la fórmula presidencial, pero que teme a la hermana de Milei.
 
Karina es la persona de este gobierno que tiene peor imagen, se la asocia a la corrupción. Su figura, cada vez más central dentro de la estructura de poder, es parte del debate sobre quién toma las decisiones en la gestión nacional. De hecho, las encuestas ya están evaluando la percepción sobre quién gobierna realmente: Javier Milei o su hermana, la secretaria general de la Presidencia.
 
La Opinión Popular
 

01-12-2025 / 09:12
En Diputados, con una impunidad ante la que vale detenerse, la legisladora macrista Marilú Quiroz organizó una jornada de seis horas contra "la obligatoriedad y compulsividad" de las vacunas, abarcando relacionarlas con el autismo. Vimos a un tipo que, a torso descubierto, se mostró imantado por efecto de la inoculación. En 2014 ya habían montado el mismo circo, en una actuación televisiva y con otro protagonista, y adjudicándoselo a otros factores. Los objetos metálicos "se le pegan al cuerpo", ratificaron esta vez tras varios intentos fallidos.
 
Lo más parecido a esto que se vio el jueves debe ser el conjunto de infradotados, vestidos de búfalo, que tomaron el Capitolio el 6 de enero de 2021. El acto, el de acá, fue autorizado por la presidencia de la Cámara de Diputados.
 
Al margen del espanto y las denuncias de toda autoridad científica, ya con siete niños muertos de sarampión y tos convulsa por no estar vacunados, se desconocen presentaciones judiciales o procederes de oficio. Hubo un delito. Un atentado contra la salud pública.
 
¿Hecho menor, por haberse tratado de un grupo de delirantes bien que ocupando parte del edificio parlamentario? ¿O símbolo gigantesco?
 
Basta recorrer por encima los temas dominantes de la agenda publicada para advertir el momento prácticamente bizarro de nuestra política. Es el accionar gubernamental, es la plancha desconcertante en que está sumida la oposición y son las consecuencias de ese estadio. ¿Será la calma o desviación temática que preceden a alguna tormenta o, acaso, un clima destinado a permanecer durante largo rato?
 
La guerra entre la AFA, el Gobierno y los medios oficialistas, operada desde el efectismo de un campeonato de escritorio y una formación de pasillo dando la espalda a los campeones, se lleva por varios cuerpos el conversatorio periodístico, digital y vaya a saberse si, también, masivo. Es de esos disparadores que invitan a la básica y poderosa pregunta de si no pasa nada más importante en el país.
 
Los títulos de casi toda la prensa ametrallan sin parar, incluso a través de "noticias" y variantes fragmentadas -sobre el mismo tópico- que se suceden una tras otra. Pocas veces se vio algo semejante, tan desembozado.
 
Hasta un imberbe percibiría que no destrozan a la AFA por sus desaguisados ni por arbitrajes escandalosos, que desde ya sobran. El centro indesmentible es privatizar la actividad futbolística hasta el extremo que sea posible, pero eso ni siquiera es mencionado de refilón por la militancia independiente de los bufones oficiales.
 
Desde el Presidente de la Nación hasta su ministra de Seguridad instalaron el asunto con rango de gravedad nacional. Se supone que una cosa es la pasión desenfrenada que el fútbol desata en Argentina. Y que otra, completamente distinta, es llevar el caso a una cuestión de Estado ligada a negociados formidables. Sólo se supone.
 

30-11-2025 / 12:11
La concentración de fachos en Plaza de Mayo para pedir por la libertad de los represores fue un fracaso. No fue nutrida ni contó con la asistencia de las caras más conocidas del reclamo pro-dictadura. Sus organizadores debieron levantar sus petates a las apuradas cuando un efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA) se acercó para avisarles que estaba llegando la manifestación por Palestina, que los sextuplicaba en participantes.
 
El que recibió el mensaje fue Guillermo Sottovia, uno de los organizadores de la movida fallida, que dice ser piloto civil e hijo de un oficial de la Aeronáutica. A Sottovia no le quedó más remedio que agarrar el megáfono maltrecho que tenían e iniciar la retirada. -Nos tenemos que ir, no por cobardes, sino para demostrar que ellos son los violentos -dijo.
 
Hasta segundos antes, Sottovia había estado a los abrazos con Carlos Pampillón, el dirigente neonazi marplatense procesado por atacar un monumento a la Memoria, la Verdad y la Justicia. Pampillón palmeaba a algunos hombres con uniformes y los llamaba "héroes" mientras se abría paso por la Plaza de Mayo.
 
Asunción Benedit estaba contenta porque casi había más fotógrafos que concurrentes. Ella se había puesto un pañuelo negro en la cabeza como forma de identificarse: no solo en oposición a las Madres de Plaza de Mayo sino porque también dice estar de "luto" por los represores presos.
 
Según las estadísticas de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH), hay 22 criminales de lesa humanidad presos en cárceles comunes y 63 en la Unidad 34 de Campo de Mayo, considerada una prisión VIP por sus comodidades.
 
Tanto Asunción como su hermano, el diputado nacional entrerriano Beltrán Benedit, suelen visitar a los condenados y procesados por secuestrar, torturar y desaparecer personas. Ella sostiene que no solo hay que pedirle al gobierno de Javier "el Loco" Milei por su libertad, sino también reivindicar su accionar represivo.
 
"La esperanza es lo último que se pierde", dijo la mujer que pululó por distintas organizaciones pro-dictadura. "De hecho podemos estar haciendo este reclamo. Si fuera con otro gobierno, ya estaríamos presos", concedió, aunque no esconde su desazón porque la administración de La Libertad Avanza (LLA) no hizo más para tener al genocida Alfredo Astiz y compañía fuera de las cárceles.
 
Conformaron un grupúsculo que se dio en llamar Unidos por la Sangre Derramada, pero, en realidad, lo que derramaron fueron peleas internas. Hasta hace diez días, Orlando González se presentaba como el coordinador general de la iniciativa. El tema se complicó cuando se contó quién era el personaje: un represor de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) condenado a prisión perpetua y que se encuentra en arresto domiciliario. Aficionado a la fotografía, el "Hormiga" González solía retratar a sus víctimas.
 
En Plaza San Martín se hicieron grandes actos para oponerse a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia del kirchnerismo y para reclamar una amnistía general. Las concentraciones eran mucho más nutridas que las de este sábado en Plaza de Mayo. Pese a eso, con megáfono en mano, Sottovia afirmaba: "Tenemos poder ahora de cambiar la historia. Nunca se hizo un acto como éste". Patético.
 
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