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Sociedad e Interés General - 11-02-2024 / 07:02
EL 11 DE FEBRERO DE 1977 FUE SECUESTRADO LUEGO DE UN DURO ENFRENTAMIENTO CON EL GOBIERNO MILITAR POR EL CONVENIO COLECTIVO DE TRABAJO

Desaparición de Oscar Smith, dirigente de Luz y Fuerza

Desaparición de Oscar Smith, dirigente de Luz y Fuerza
Oscar Smith, secretario general del sindicato de Luz y Fuerza, es secuestrado en Villa Domínico por un grupo de tareas de la dictadura. Tenía 45 años y permanece desaparecido desde entonces. Smith había liderado, desde octubre de 1976, un plan de lucha, en lo que fue la primera gran acción sindical desde el inicio del régimen militar.
El 11 de febrero de 1977 desparecía Oscar Smith, dirigente de Luz y Fuerza, luego de liderar con coraje y decisión un duro enfrentamiento con el gobierno militar por la defensa del convenio colectivo de trabajo.

Smith, que desde 1974 era Secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza de Capital Federal, desapareció cuando ese gremio combatía y negociaba para no ser despojado de las mejoras logradas en muchas horas de lucha y en no pocas mesas de paritarias.

El conflicto entonces era contra SEGBA, presidida por una dura intervención militar. Y el conflicto era una huelga, la primera que un gremio se arriesgó hacer contra la dictadura instalada once meses antes.

Cortar ese movimiento de fuerza, esa indisciplina, era, sin duda, una decisión del gobierno de facto para evitar que el mal se trasladase a otros gremios también privados de sus conquistas, llamadas privilegios en el idioma castrense entonces oficial.

La siguiente huelga registrada en el país fue en Junio de 1981, cuatro largos años después de que Oscar Smith fuera desaparecido.
 
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Oscar Smith, bandera del sindicalismo, secuestrado y muerto por la dictadura del proceso 

Se cumplen 32 años de la detención y desaparición -durante la dictadura militar instaurada en 1976- de Oscar Smith, Secretario General del Gremio Luz y Fuerza - Capital Federal.

Oscar Smith, se desempeñaba en febrero de 1977, como Secretario General del Gremio Luz y Fuerza - Capital Federal.

Había nacido un 8 de Enero de 1932, en Villa Domínico, estaba casado tenía dos hijas. Familiero, hincha de Independiente y peronista.

Vivía en el mismo barrio de Villa Domínico, cuando el 11 de febrero de 1977, fue secuestrado.

Esa mañana salió de su casa, en el Pasaje Diamante al 5000, en su automóvil.

Tomó la avenida Mitre y luego por Debenedetti. Dos autos le cortaron el paso y fue secuestrado.

El gremio de Luz y Fuerza fue uno de los primeros objetivos de la represión de la dictadura. Así, habían decretado un despido masivo de delegados de Luz y Fuerza, y derogado las convenciones colectivas de trabajo.

El gremio fue el primero en declarar una huelga general en 1977.

Una reunión con Guillermo Suárez Mason, deja constancia de la integridad de Oscar Smith.

El militar amparado desde su impunidad, quedo descolocado cuando en la discusión, la voz de Oscar fue más alta que la suya: -A mí no me grite. Que yo puedo gritar más que usted, le dijo.

Y agregó -Ningún trabajador es responsable por los paros, por los cortes en el suministro de energía eléctrica o por la situación general de SEGBA. El que imparte las órdenes soy yo.

En febrero de 1977, Oscar Smith, comenzó negociaciones con el Ministro de Trabajo, Gral. Horacio Tomás Liendo, y con su segundo, Gral. Américo Daer para lograr la reincorporación de los trabajadores despedidos, en principio llegaron a un acuerdo por el cual se levantarían las medidas de fuerza y se reincorporarían loa trabajadores.

Al parecer a un sector de las fuerzas armadas le pareció una muestra de debilidad y un mal ejemplo, sellando de esta forma su destino.

Según relatos de sus compañeros, en el verano de 1977, el General Roberto Viola, uno de los jerarcas del proceso, le hizo saber que saliera de circulación, porque su vida corría peligro, Oscar no hizo caso a la advertencia.

-Los hombres de Luz y Fuerza jamás tuvieron guardaespaldas. Esa ha sido una trayectoria que yo no torceré.

Oscar Smith fue tajante y no avaló la propuesta del Consejo Directivo de resguardar su integridad.

Porque como el dirigente que era, sus desvelos pasaban por lograr mantener las fuentes de trabajo de sus compañeros, por mantener la unidad sindical y por organizar la resistencia a la entrega y represión que se avecinaba.

Oscar Smith, fue declarado vecino ejemplar de Avellaneda, una plazoleta y una calle es el homenaje de su ciudad.

El recuerdo permanente de su familia y el reconocimiento de sus compañeros y del movimiento obrero, son el homenaje más sentido.

Porque Oscar Smith, representa un símbolo y una bandera de la militancia sindical.

Por su lucha inclaudicable en la defensa de los trabajadores y la reivindicación de sus derechos.

Por la exaltación permanente de la dignidad y el orgullo de pertenecer a la clase trabajadora, que mantuvo siempre, aún sabiendo del riesgo de su vida.

El autor es Raúl Espíndola
agendadelsur@yahoo.com

Fuente: Nacional y Popular

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26-07-2024 / 08:07
El 26 de julio es un día de recordación para todos los sectores populares, porque ese día murió de cáncer y a los 33 años,  esa gran revolucionaria que fue María Eva Duarte, Eva Duarte, Eva Perón, o Santa Evita y que quiso ser llamada simplemente Evita.

Querida por el Pueblo hasta el misticismo y odiada por la oligarquía hasta la profanación de su cadáver, legó a su Patria una extraordinaria obra de justicia social, los derechos de los trabajadores y de la mujer, y el ejemplo de su fuerte compromiso militante por el bienestar de los pobres.

Tuvo el derrotero de vida de una heroína predestinada a la grandeza, que consiguió sobreponerse al espanto de la niñez y la juventud para alcanzar la cima rompiendo con todos los mandatos sociales de la época. De origen humilde, migró a la ciudad de Buenos Aires a los 15 años donde se dedicó a la actuación, alcanzando renombre en el teatro, el radioteatro y el cine. En 1943 fue una de las fundadoras del sindicato de la Asociación Radial Argentina (ARA), siendo elegida presidenta. En 1944 conoció a Juan Perón, entonces secretario de Estado.

Participó activamente en la generación de la histórica movilización revolucionaria del proletariado argentino el 17 de octubre de 1945 y en la campaña electoral de 1946 que permitió el triunfo popular. Con el Pueblo en el Gobierno, impulsó y logró la sanción en 1947 de la ley de sufragio femenino. Tras lograr la igualdad política entre los hombres y las mujeres, buscó luego la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida con el artículo 39 de la Constitución de 1949.

En 1949 fundó el Partido Peronista Femenino, el que presidió hasta su muerte. Desarrolló una amplia acción social a través de la Fundación Eva Perón, dirigida a los sectores más pobres. La Fundación construyó hospitales, asilos, escuelas, impulsó el turismo social creando colonias de vacaciones, difundió el deporte entre los niños, otorgó becas para estudiantes, ayudas para la vivienda y promocionó a la mujer en diversas facetas. Adoptó una posición activa en las luchas por los derechos sociales y laborales y se constituyó en vínculo directo entre Perón y los sindicatos. 

Los gorilas oligarcas la despreciaron tanto que no lograron más que agigantar sus logros y volver más férrea la defensa popular. Su voz, sus discursos, su joven belleza y su rebeldía quedaron para siempre en el corazón de todo un pueblo. Inmortal, intocada por la muerte, agigantada en su martirio por el cáncer y el robo su cuerpo, es un mito que el tiempo se encarga de tener siempre vigente, aquí en su Patria y en el mundo.
 
Como a todos los grandes líderes populares de la historia, el odio la envolvió y la siguió más allá de la muerte. Sus enemigos, la antipatria y la oligarquía, ejecutaron la macabra y enfermiza venganza de profanar y secuestrar su cadáver.

Ni siquiera así, y prohibiendo nombrarla, sus enemigos pudieron arrancarla de la memoria y el cariño popular. El odio de la oligarquía y el amor del pueblo son parte del mismo fenómeno, escindido en dos efectos antagónicos; uno y otro se alimentan recíprocamente.

Evita sigue viva, mas revolucionara, más mujer, más combativa que nunca. Ya volvió, en los albores de los años ´70, como símbolo y bandera revolucionaria, en un periodo de grandes transformaciones políticas y sociales, en Argentina y en toda Latinoamérica, para sumar a vastos sectores juveniles a la militancia por el retorno de Juan Perón.

Evita reaparece siempre en su ejemplo, para que pongamos en práctica los valores que nos legó, como bien lo recordara el poeta José María Castiñeira de Dios en "Volveré y seré millones".

Reivindicando a Néstor Kirchner
Escribe: Blas García 

26-07-2024 / 08:07
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