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Sociedad e Interés General - 10-02-2024 / 10:02
10 DE FEBRERO DE 1975

El gobierno de María Estela Martínez decide que el Ejército intervenga contra la guerrilla

El gobierno de María Estela Martínez decide que el Ejército intervenga contra la guerrilla
Los genocidas Jorge Rafael Videla y Emilio Eduardo Massera rodean a María Estela Martínez: un símbolo de lo que ocurriría luego. El dictado de este decreto de aniquilamiento del accionar de la subversión fue la excusa de los militares para iniciar el Terrorismo de Estado y aniquilar a los guerrilleros, realizando un régimen de represión ilegal, violencia indiscriminada, persecuciones, tortura sistematizada y desaparición forzada de opositores políticos y sociales.
Como la violencia política de derecha y los ataques terroristas de izquierda iban en aumento, el 10 de febrero de 1975 el gobierno de María Estela Martínez de Perón decide que el Ejército intervenga contra la guerrilla.
 
Un decreto -de carácter secreto y desconocido para la opinión pública- autorizó al Ejército a "ejecutar las operaciones militares que sean necesarias a efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de elementos subversivos que actúan en la provincia de Tucumán", poniendo a disposición del Ejército las fuerzas de la Policía federal, la Policía provincial y el apoyo de la Armada y la Fuerza aérea.
 
El dictado de este decreto de aniquilamiento del accionar de la subversión fue la excusa de los militares para iniciar el Terrorismo de Estado y aniquilar a los guerrilleros, realizando un régimen de represión ilegal, violencia indiscriminada, persecuciones, tortura sistematizada y desaparición forzada de opositores políticos y sociales.
 
Se estima que durante el período de las fuerzas represoras del gobierno de facto hicieron desaparecer a aproximadamente 30.000 personas.
 
La Opinión Popular 

 
El gobierno de María Estela Martínez decide que el Ejército intervenga contra la guerrilla 
María Estela Martínez.

La presidente Martínez organizó el Operativo Independencia, para lo cual dictó el primer decreto de aniquilamiento o Decreto 261/75 del 5 de febrero de 1975. La decisión establecía una zona de emergencia en un sector de la Provincia de Tucumán, con el fin de combatir militarmente la guerrilla del ERP que pretendía crear una zona liberada.
 
Esta solución no contentaba plenamente a algunos sectores militares, como el principal responsable del operativo, el Gral. Acdel Vilas, que reconoce haberse extralimitado en sus funciones, no respetando el espíritu de la orden presidencial y pasando por encima de las autoridades políticas legales del país.
 
La operación fue llevada a cabo por el Ejército Argentino y la Fuerza Aérea Argentina en la localidad de Monteros y de Famailla, para aniquilar a la Compañía Ramón Rosa Jiménez del ERP, y a los guerrilleros Montoneros, que intentaron un "foco revolucionario" en el monte tucumano, con la intención de crear una zona independiente (la "Tucumania") y buscar un reconocimiento internacional, que algunos países ya habían anticipado.

 
El gobierno de María Estela Martínez decide que el Ejército intervenga contra la guerrilla 
María Estela Martínez pasando revista a las tropas en la prov. de Tucumán, acompañada por el general de brigada Acdel Vilas, primer comandante del Operativo Independencia; mediados de 1975.

Fuente: Wikipedia

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26-07-2024 / 08:07
El 26 de julio es un día de recordación para todos los sectores populares, porque ese día murió de cáncer y a los 33 años,  esa gran revolucionaria que fue María Eva Duarte, Eva Duarte, Eva Perón, o Santa Evita y que quiso ser llamada simplemente Evita.

Querida por el Pueblo hasta el misticismo y odiada por la oligarquía hasta la profanación de su cadáver, legó a su Patria una extraordinaria obra de justicia social, los derechos de los trabajadores y de la mujer, y el ejemplo de su fuerte compromiso militante por el bienestar de los pobres.

Tuvo el derrotero de vida de una heroína predestinada a la grandeza, que consiguió sobreponerse al espanto de la niñez y la juventud para alcanzar la cima rompiendo con todos los mandatos sociales de la época. De origen humilde, migró a la ciudad de Buenos Aires a los 15 años donde se dedicó a la actuación, alcanzando renombre en el teatro, el radioteatro y el cine. En 1943 fue una de las fundadoras del sindicato de la Asociación Radial Argentina (ARA), siendo elegida presidenta. En 1944 conoció a Juan Perón, entonces secretario de Estado.

Participó activamente en la generación de la histórica movilización revolucionaria del proletariado argentino el 17 de octubre de 1945 y en la campaña electoral de 1946 que permitió el triunfo popular. Con el Pueblo en el Gobierno, impulsó y logró la sanción en 1947 de la ley de sufragio femenino. Tras lograr la igualdad política entre los hombres y las mujeres, buscó luego la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida con el artículo 39 de la Constitución de 1949.

En 1949 fundó el Partido Peronista Femenino, el que presidió hasta su muerte. Desarrolló una amplia acción social a través de la Fundación Eva Perón, dirigida a los sectores más pobres. La Fundación construyó hospitales, asilos, escuelas, impulsó el turismo social creando colonias de vacaciones, difundió el deporte entre los niños, otorgó becas para estudiantes, ayudas para la vivienda y promocionó a la mujer en diversas facetas. Adoptó una posición activa en las luchas por los derechos sociales y laborales y se constituyó en vínculo directo entre Perón y los sindicatos. 

Los gorilas oligarcas la despreciaron tanto que no lograron más que agigantar sus logros y volver más férrea la defensa popular. Su voz, sus discursos, su joven belleza y su rebeldía quedaron para siempre en el corazón de todo un pueblo. Inmortal, intocada por la muerte, agigantada en su martirio por el cáncer y el robo su cuerpo, es un mito que el tiempo se encarga de tener siempre vigente, aquí en su Patria y en el mundo.
 
Como a todos los grandes líderes populares de la historia, el odio la envolvió y la siguió más allá de la muerte. Sus enemigos, la antipatria y la oligarquía, ejecutaron la macabra y enfermiza venganza de profanar y secuestrar su cadáver.

Ni siquiera así, y prohibiendo nombrarla, sus enemigos pudieron arrancarla de la memoria y el cariño popular. El odio de la oligarquía y el amor del pueblo son parte del mismo fenómeno, escindido en dos efectos antagónicos; uno y otro se alimentan recíprocamente.

Evita sigue viva, mas revolucionara, más mujer, más combativa que nunca. Ya volvió, en los albores de los años ´70, como símbolo y bandera revolucionaria, en un periodo de grandes transformaciones políticas y sociales, en Argentina y en toda Latinoamérica, para sumar a vastos sectores juveniles a la militancia por el retorno de Juan Perón.

Evita reaparece siempre en su ejemplo, para que pongamos en práctica los valores que nos legó, como bien lo recordara el poeta José María Castiñeira de Dios en "Volveré y seré millones".

Reivindicando a Néstor Kirchner
Escribe: Blas García 

26-07-2024 / 08:07
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