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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 03-02-2024 / 12:02
OPOSICIÓN PACÍFICA DE UN LADO, OFICIALISMO VIOLENTO DEL OTRO

Javier Milei, el león sin peluca, con la media sanción en general de la Ley Ómnibus salió muy debilitado

Javier Milei, el león sin peluca, con la media sanción en general de la Ley Ómnibus salió muy debilitado
Mientras la represión sin sentido ni explicación se ensañaba con los que manifestaban en forma pacífica en la Plaza de los Congresos, el súper presidente de los argentinos Javier “el Loco” Milei, repartía alrededor de 400 likes y retuits. Para ilustrar su idea de libertad, difundió en las redes una imagen que mostraba un león que surgía detrás del Congreso y devoraba a una multitud de manifestantes que agitaban banderas argentinas. Ni siquiera se molestó en sacarle las banderitas. Cualquier que viera esa postal podría deducir que el león era el enemigo de los argentinos.
Cuando los diputados oficialistas terminaban su discurso, el jueves a la noche, gritaban "Viva la libertad, carajo" mientras afuera del Congreso tropas de Gendarmería, Prefectura y la Federal impedían a palazos la libertad de expresarse a miles de personas. Como si el significado de la palabra libertad estuviera representada en cada garrotazo o balazo de goma que disparaban contra los jubilados que reclamaban por sus magros ingresos.
 
Y mientras la represión sin sentido ni explicación se ensañaba con los que manifestaban en forma pacífica en la Plaza de los Congresos, el súper presidente de los argentinos Javier "el Loco" Milei, repartía alrededor de 400 likes y retuits. Para ilustrar su idea de libertad, difundió en las redes una imagen que mostraba un león que surgía detrás del Congreso y devoraba a una multitud de manifestantes que agitaban banderas argentinas. Ni siquiera se molestó en sacarle las banderitas. Cualquier que viera esa postal podría deducir que el león era el enemigo de los argentinos.
 
La represión ordenada por la ministra Patricia Bullrich cuando ya llegaban a la plaza contingentes de espontáneos, desplazó del centro de atención a la nueva postergación de la votación en general de la ley ómnibus. La idea fija de Bullrich es manejar a la sociedad con el miedo. Desde la mañana se podía ver el despliegue inusitado de cientos y cientos de efectivos de las distintas fuerzas de seguridad, incluyendo cadetes, con ropa de choque, motociclistas, hidrantes y vallas de seguridad que rodeaban cualquier entrada al edificio.
 
Pese al publicitado y enorme dispositivo de seguridad, cuyo único objetivo fue amedrentar, varios miles de manifestantes de izquierda en principio y de jubilados, se fueron juntando frente al Congreso. A partir del allí empezó la provocación. Las únicas veces que se cortó el tránsito en la avenida fue a causa de las tortugas ninja y los motorizados de la policía. Ese tironeo entre manifestantes y policías hizo que empezaran a llegar decenas de espontáneos enojados por la actitud represiva. Hubo incluso carteles de la Juventud Radical.
 
Quizás su condición de conversa le impida reconocer a Bullrich que si el despliegue de las fuerzas represivas amedrenta a un sector, motiva a otro, que se enoja y se moviliza aunque no pensaba hacerlo. Es más fácil creer que la gente se mueve por temor. En parte es así, y en parte no. Y a veces hay actitudes que incluso hacen retroceder al miedo. Es decir, ese despliegue desproporcionado no funcionó como factor de disuasión, sino de provocación y al final había varios miles de personas que no habían sido convocadas por ninguna fuerza política.
 
Lo real es que el escenario mostró de un lado la represión desproporcionada en el exterior y varios violentos convocados por el oficialismo como patota para amedrentar a los legisladores de la oposición, entre los que estaban el activista Tomás Agote y Leonardo Sosa, uno de los dirigentes de la agrupación terrorista Revolución Federal, fuerza de choque del PRO en su momento y ahora de la Libertad Avanza, financiados por empresas de la familia del ministro Luis Caputo.
 
Del otro lado, manifestantes pacíficos que ejercían su derecho a la protesta y legisladores de la oposición que no necesitaron barras en los palcos. Dos modelos de país que identifican con claridad de qué lado está la violencia real.
 
También fue una forma de la ministra de hacerse notar cuando Mauricio Macri inició una movida para desplazarla de la conducción del PRO. Macri volvió a irritar a Milei con la versión de que buscaba reemplazar a Bullrich porque la debilidad del gobierno en marzo lo obligará a buscar respaldo en el PRO. 
 

 
Milei convocó entonces al ex competidor de Macri, el motonauta Daniel Scioli, para ocupar la secretaría de Turismo y Deporte. La incorporación del ex candidato presidencial del Frente de Todos a un gobierno que está en las antípodas de aquella propuesta, más la mala gestión del anterior gobierno, puso en evidencia fallas conceptuales en el casting de candidatos del peronismo.
 
Scioli volvió a sus orígenes en el menemismo. Y es probable que allí esté tomando forma una confluencia de todos los tránsfugas del ciclo kirchnerista del peronismo con la perspectiva de quebrar al movimiento popular en futuras elecciones. Scioli, el cordobesismo, Luis Barrionuevo, Miguel Ángel Pichetto, Eduardo Duhalde, el impredecible Gobernador tucumano, Osvaldo Jaldo y otros integran esa lista.
 
Es difícil recordar otro gobierno tan desordenado. Federico Sturzenegger había organizado esa encuesta de intereses corporativos y financieros que es la ley ómnibus como una hoja de ruta para Patricia Bullrich. Pero Milei convirtió la hoja de ruta en proyecto de ley, que si no fuera por las incongruencias, es tan abarcadora que implica de hecho una reforma constitucional. El Poder Ejecutivo no tiene atribuciones de asamblea constituyente.
 
Convertir una hoja de ruta en proyecto de ley constituyó un acto de megalomanía de un Presidente que confunde el ejercicio de una responsabilidad democrática con una performance showmática en la red X o Instagram, donde obtiene más "like", el más fanático, pedorro y ultra, como sus seguidores el Presto, la Pepona o como lo fue su vocero Manuel Adorni.
 
Era obvio que semejante mamotreto no sería aprobado a libro cerrado. Entre la megadevaluación y el caos máximo en los precios, que convirtieron a la Argentina en un país con alta inflación, caro en dólares y ciudadanos con ingresos desactualizados en pesos, el índice de confianza del consumidor mostró una caída de 16,2 por ciento en diciembre -cuando fue la devaluación- y otra caída en enero de 10,6 --con el DNU y la ley ómnibus--.
 
El índice es elaborado por la Universidad Di Tella y es el más valorado por los operadores económicos. Lo normal es que una variación de 1 a 4 puntos se considere una caída importante. Con Milei son casi 27 puntos, una enormidad, en solo dos meses de gobierno. La encuesta Zuban Córdoba mostró a Milei con sólo 44 puntos de imagen positiva, por debajo del gobernador bonaerense, Axel Kicillof. En su primer mes y pico, todos los presidentes anteriores tenían más imagen positiva.
 
Unión por la Patria adelantó su rechazo a la ley ómnibus por considerarla una reforma constituyente oculta. El opoficialismo se desesperó para evitarle a Milei un knock out en el primer round y se enredó en una negociación enmarañada con acuerdos y desmentidos sucesivos, que lo llevó a aprobar un texto del que nadie sabía con exactitud su contenido al punto que el dictamen escrito que llegó al recinto no era el aprobado.
 
Lo real es que Milei no tenía margen de negociación y concedió casi todo a cambio de la aprobación en general. Aunque quedaron puntos muy dañinos, como las privatizaciones de empresas del Estado, el opoficialismo aprobó en general la ley a ojo cerrado porque ellos son parte de un gobierno al que votaron en segunda vuelta. Milei exhibirá esa aprobación en general como una victoria, pero saldrá muy debilitado. 
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página 12
 
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05-12-2025 / 12:12
El experimento anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei vuelve a aplicar una receta tristemente conocida: emite nueva deuda para pagar una anterior. Así lo confirmó este viernes el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, quien confirmó esta mañana que la Argentina volverá al mercado internacional de capitales, con un bono a cuatro años. Con un dólar bajo que impide exportar e importaciones abiertas indiscriminadamente, es imposible acumular reservas en dólares y el futuro es la miseria.
 
Las reservas netas, excluyendo los desembolsos del FMI, son hoy más bajas que cuando Milei asumió y no hay señales claras de que el Gobierno tenga intención de revertir esa fragilidad externa. "No es deuda nueva. Es para pagar deuda vieja. Al poder refinanciar vencimientos cada dólar que compre lo podrá acumular. No sale desde enero de 2018. Los bonos son con legislación local", afirmó el ministro.
 
Como no podía ser de otro modo, la medida fue celebrada por Milei. "VAAAAAAAAMOOOOOO TOTO...!!! Volvimos al mercado de capitales con un bono al 2029 con cupón del 6,5% bajo ley Local. El mejor de todos los tiempos...!!! LA LIBERTAD AVANZA", posteó entusiasmado el desquiciado mandatario.
 
Tras este anuncio, la Secretaría de Finanzas confirmó el llamado a licitación del Bono del Tesoro Nacional (BONAR 2029N - nuevo) que, segun detalló, será "en dólares estadounidenses 6,50% con vencimiento el 30 de noviembre de 2029″.
 
"En un contexto de fuerte compresión de las tasas de interés de los bonos en dólares fruto del resultado electoral y del sostenido desempeño del programa económico, el Tesoro busca ampliar sus objetivos financieros para cubrir los vencimientos de deuda en dólares sin afectar las reservas netas del BCRA", explicaron desde la Secretaría.
 
En este sentido, señalaron que "habiendo alcanzado costos financieros sostenibles, el Tesoro comienza así con una nueva estrategia tendiente a refinanciar sus vencimientos de capital en dólares sin afectar el proceso de fortalecimiento de la hoja de balance del Banco Central, permitiendo que las compras de reservas resulten en acumulación neta".
 
Asimismo, se resaltó que "el resultado de la licitación, irá a cancelar parcialmente el vencimiento del capital de los bonos AL30 y AL29 que vencen el 9/1/2026″. El desempeño débil de las reservas no ocurrió porque se haya reducido la deuda pública en moneda extranjera. Los Bopreales y los repos con bancos agregan USD 12 mil millones en deuda denominada en dólares que no existía en 2023.
 
Desde Finanzas informaron que la recepción de ofertas de este instrumento comenzará a las 10 horas y finalizará a las 15 horas del miércoles 10 de diciembre de 2025, mientras que la liquidación de las ofertas recibidas y adjudicadas se efectuará el 12 de diciembre de 2025. La suscripción deberá realizarse únicamente en dólares.
 
La Opinión Popular
 

04-12-2025 / 08:12
Martillar el último clavo en el ataúd que encierra el cadáver del peronismo es una causa nacional que pronto cumplirá 80 años. Ahí, en 1946, radica la "cifra redonda", el año fundacional, tanto del peronismo como movimiento de masas como del antiperonismo como irrenunciable leit motiv de buena parte de la sociedad argentina. Y así venimos desde hace décadas, matando al peronismo, dándolo por finiquitado, y asistiendo a sus múltiples y polifacéticas resurrecciones.
 
Como un destino nacional inexorable; "el hecho maldito del país burgués" que definió John William Cooke. En ese itinerario pueden indentificarse 11 muertes del peronismo, 11 episodios que el antiperonismo festejó como un Mundial para, poco después, volver a empezar.
 
Pero, ¿qué sería del antiperonismo, buceando ya en profundidades ontológicas, si el peronismo realmente muriera? Si combatir al peronismo en todas sus formas -rechazarlo, denostarlo y condenarlo- es la razón de ser de tantos argentinos, ¿qué vendría después? ¿Qué verían al asomarse a ese abismo nietzscheano que nos habita y nos acecha cuando el monstruo de afuera ya no esté?
 
La flamante victoria de La Libertad Avanza generó todo tipo de conjeturas sobre el futuro de un peronismo enredado en la miseria de sus internas y carente de una propuesta alternativa, capaz de seducir a una ciudadanía desencantada. Lo llamativo es que este contexto crítico se replicó en varias ocasiones desde los años 50 a la fecha y generó los mismos efectos.
 
"Ahora sí, este es el fin del peronismo", es un título redactado en numerosas ocasiones, siempre listo y nunca definitivo. Será porque los intentos por "matar" al peronismo han adoptado distintas formas: la proscripción, la represión, la fragmentación interna, la debacle económica, la derrota electoral. Cada uno de esos embates reforzó, de una manera u otra, su condición de fenómeno político persistente.
 
Los siguientes 11 episodios -las 11 muertes- lo ejemplifican.
 
1) 26 de julio 1952. La que fallece es Eva Duarte, "Jefa Espiritual de la Nación" y estandarte del "primer peronismo", cuando el país -al decir de Félix Luna- era una fiesta. Después de Evita, ¿qué?, era la pregunta. Las pintadas celebratorias repartidas por Buenos Aires ("viva el cáncer") expresaban el anhelo de que esa muerte de carne y hueso fuera el simbólico inicio de otra muerte, la de Perón, la de su gobierno y la de todo lo que el peronismo representaba. Muchos lo creyeron así.
 
2) 16 de septiembre de 1955. Golpe de Estado. Revolución Libertadora (para los peronistas, la "fusiladora"). Es el comienzo de una gigantesca operación cultural: la desperonización de la Argentina. La proscripción del peronismo y el exilio de 18 años de su líder son la punta del iceberg. Se demuelen estatuas, se destruyen bustos, se queman cuadros, se borra todo vestigio de peronismo al punto de prohibir, por ley, que se lo nombre en público. Pero en lugar de matarlo, lo que lograron fue fortalecer la identidad, al punto de que el sólo hecho de ser peronista se convirtió en un acto de resistencia.
 

03-12-2025 / 10:12
No fue solo un giro diplomático: por primera vez desde el retorno de la democracia, Argentina votó en esta materia junto con EEUU e Israel, dos países cuestionados por graves violaciones a los derechos humanos y hasta genocidio, posicionándose, así como los tres únicos Estados en el mundo que se niegan a condenar el uso de la tortura.
 
El posicionamiento argentino desnuda la verdadera esencia del gobierno de Javier "el Loco" Milei, al cual la calificación de fascista no resulta exagerada, pues hubo incluso gobiernos de extrema derecha, que por vergüenza o compromiso, votaron afirmativamente condenando la tortura.
 
La resolución rechazada por Argentina fue promovida por el Comité contra la Tortura (CAT), órgano que días antes había publicado un informe crítico sobre la situación del país. Ese informe expresó su "profunda preocupación" por la persistencia de detenciones prolongadas en comisarías, prácticas policiales violentas, falta de controles judiciales efectivos y condiciones inhumanas en lugares de encierro.
 
El Comité recordó que los jueces y juezas penales son garantes últimos de la legalidad y dignidad de toda detención, y que el Estado argentino viola sus obligaciones cuando tolera celdas sin ventilación, superpobladas, sin colchones, sin agua potable, o cuando naturaliza golpizas, hostigamientos y traslados arbitrarios.
 
Nada de esto es nuevo: hace décadas que organismos de DDHH como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) o la Comisión Provincial por la Memoria de la provincia de Buenos Aires, entre otros, advierten y condenan las prácticas sistemáticas que se dan en los contextos de encierro, que encuadran dentro de los "Tratos crueles, inhumanos o degradantes" tal como se define en el derecho internacional en materia de DDHH.
 
Sin embargo, lejos de reconocer la legitimidad de estas observaciones, el gobierno argentino reaccionó con un ataque político. El mismo día que se conoció el informe del CAT, se publicó en el sitio "Argentina.gob" la respuesta oficial, calificando al informe como "sesgado", bajo la acusación de haber omitido "graves abusos ocurridos durante el gobierno de Alberto Fernández".
 
Para el gobierno de Milei, el documento emitido por el CAT está "abiertamente influido por grupos militantes y organizaciones con marcada orientación kirchnerista" y "exhibe un sesgo ideológico incompatible con la imparcialidad que exige el sistema internacional de derechos humanos".
 
Resultaría gracioso, si no fuera tan trágico, que se etiquete de esa forma a un organismo técnico en el ámbito de las Naciones Unidas. Pero esa es la lógica del gobierno de La Libertad Avanza: quien denuncia abusos policiales o defiende garantías constitucionales es automáticamente sospechado de "zurdo" o "kuka".
 

03-12-2025 / 10:12
Karina "la Coimera" Milei sueña con que su hermano la elija como sucesora como hizo Néstor Kirchner con Cristina en 2007 en una maniobra que le permitió al kirchnerismo quedarse en el poder durante 12 años. "Hay que ir por la reelección de Javier Milei", aclaró en Mar del Plata, en el congreso libertario que encabezó frente a 300 personas, pese a que esperaban más de 700. Pero lo que no dijo es que ella se plantea como sucesora de su hermano, en el 2027 o en el siguiente turno electoral.
 
"Ella quiere que Milei la elija como sucesora, como hizo Néstor con Cristina", explicó un dirigente libertario al tanto de los planes de la hermana presidencial. En el mismo acto se difundió la creación de un "comité de disciplina" de La Libertad Avanza, que tendrá tolerancia cero a las individualidades. Entre los libertarios dijeron que el comité servirá como una suerte de Mazorca de Karina para tener a raya a todo el partido, en especial a los influencers como el Gordo Dan, el cabecilla de Las Fuerzas del Cielo que agrupa a los seguidores de Santiago Caputo.
 
Justamente el Gordo Dan ofició durante los primeros dos años de mandato de Milei como un guardián de la pureza libertaria y fue quien hizo echar a varios funcionarios que se corrieron de la línea. Karina quiere ser la única en detentar ese poder. Además, no quiere que los ministros, diputados y senadores vayan a la televisión sin su supervisión previa.
 
La visión policial de la política que despliega Karina ya es motivo de preocupación entre importantes dirigentes libertarios y llegó a impactar en el Congreso. "Patricia Bullrich le tiene terror a Karina", afirmó un importante dirigente libertario.
 
La hermana de Milei ahora tiene en mira el ministerio de Justicia como el próximo lugar para colonizar. Karina le pidió a Mariano Cúneo Libarona que se quedara en el ministerio luego de las elecciones pese a que ya había presentado una carta con su renuncia. El objetivo era darse un tiempo para definir su sucesor.
 
Ahora, Karina quiere que el puesto de Cúneo lo ocupe Santiago Viola. Viola es el apoderado de La Libertad Avanza y era su candidato para la secretaría Legal y Técnica antes de que Santiago Caputo acercara a María Ibarzábal Murphy, quien se ganó la confianza de Milei y es una pieza clave del gabinete. Pero los tiempos cambiaron y la obsesión de Karina por la Justicia creció desde el caso Libra y las coimas de la Andis, que la tienen en el centro de las investigaciones de la justicia federal.
 
Estos movimientos forman parte, según los libertarios, de un objetivo mayor para Karina, que es el de entrar a la fórmula presidencial en el futuro. Milei repite que su jefe es su hermana y por eso en el gobierno no descartan que Karina pida dar el salto en 2027.
 
La semana pasada, Karina se apersonó en el Senado para dar una demostración de poder en la Cámara en la que acaba de entrar Patricia Bullrich, otra de las figuras del gobierno con aspiraciones a entrar en la fórmula presidencial, pero que teme a la hermana de Milei.
 
Karina es la persona de este gobierno que tiene peor imagen, se la asocia a la corrupción. Su figura, cada vez más central dentro de la estructura de poder, es parte del debate sobre quién toma las decisiones en la gestión nacional. De hecho, las encuestas ya están evaluando la percepción sobre quién gobierna realmente: Javier Milei o su hermana, la secretaria general de la Presidencia.
 
La Opinión Popular
 

01-12-2025 / 09:12
En Diputados, con una impunidad ante la que vale detenerse, la legisladora macrista Marilú Quiroz organizó una jornada de seis horas contra "la obligatoriedad y compulsividad" de las vacunas, abarcando relacionarlas con el autismo. Vimos a un tipo que, a torso descubierto, se mostró imantado por efecto de la inoculación. En 2014 ya habían montado el mismo circo, en una actuación televisiva y con otro protagonista, y adjudicándoselo a otros factores. Los objetos metálicos "se le pegan al cuerpo", ratificaron esta vez tras varios intentos fallidos.
 
Lo más parecido a esto que se vio el jueves debe ser el conjunto de infradotados, vestidos de búfalo, que tomaron el Capitolio el 6 de enero de 2021. El acto, el de acá, fue autorizado por la presidencia de la Cámara de Diputados.
 
Al margen del espanto y las denuncias de toda autoridad científica, ya con siete niños muertos de sarampión y tos convulsa por no estar vacunados, se desconocen presentaciones judiciales o procederes de oficio. Hubo un delito. Un atentado contra la salud pública.
 
¿Hecho menor, por haberse tratado de un grupo de delirantes bien que ocupando parte del edificio parlamentario? ¿O símbolo gigantesco?
 
Basta recorrer por encima los temas dominantes de la agenda publicada para advertir el momento prácticamente bizarro de nuestra política. Es el accionar gubernamental, es la plancha desconcertante en que está sumida la oposición y son las consecuencias de ese estadio. ¿Será la calma o desviación temática que preceden a alguna tormenta o, acaso, un clima destinado a permanecer durante largo rato?
 
La guerra entre la AFA, el Gobierno y los medios oficialistas, operada desde el efectismo de un campeonato de escritorio y una formación de pasillo dando la espalda a los campeones, se lleva por varios cuerpos el conversatorio periodístico, digital y vaya a saberse si, también, masivo. Es de esos disparadores que invitan a la básica y poderosa pregunta de si no pasa nada más importante en el país.
 
Los títulos de casi toda la prensa ametrallan sin parar, incluso a través de "noticias" y variantes fragmentadas -sobre el mismo tópico- que se suceden una tras otra. Pocas veces se vio algo semejante, tan desembozado.
 
Hasta un imberbe percibiría que no destrozan a la AFA por sus desaguisados ni por arbitrajes escandalosos, que desde ya sobran. El centro indesmentible es privatizar la actividad futbolística hasta el extremo que sea posible, pero eso ni siquiera es mencionado de refilón por la militancia independiente de los bufones oficiales.
 
Desde el Presidente de la Nación hasta su ministra de Seguridad instalaron el asunto con rango de gravedad nacional. Se supone que una cosa es la pasión desenfrenada que el fútbol desata en Argentina. Y que otra, completamente distinta, es llevar el caso a una cuestión de Estado ligada a negociados formidables. Sólo se supone.
 

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