Nacionales - 03-02-2024 / 09:02
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Derrota parcial del loco Milei: la ley ómnibus sólo se aprobó en general por la resistencia de los gobernadores
Los dialoguistas le dieron a Javier Milei la aprobación general con 144 votos. En la práctica no significa nada hasta que se haga la votación particular de artículo por artículo, y el gobierno queda a tiro de la presión a dos puntas: de la calle de un lado, y de las provincias que presionan para quedarse una mayor recaudación para sus cajas por otro. El rechazo en el recinto tuvo 109 votos de Unión por la Patria, el Frente de Izquierda y otros diputados. En la calle persiste la lucha de asambleas barriales, sindicales, de la cultura a pesar de la represión. El tratamiento sigue el martes a las 14 horas.
Volvieron a reprimir en el Congreso a manifestantes con balas de gomas, gas pimienta y 14 detenidos. No obstante, después de tres días y más de 30 horas de debate en la Cámara de Diputados, el presidente Javier "el Loco" Milei sufrió una derrota parcial: el proyecto denominado Ley Ómnibus sólo se aprobó en general y se postergó hasta el martes el tratamiento del articulado -necesario para su aprobación definitiva- hasta que haya un consenso entre los gobernadores y la Casa Rosada. Los eventuales aliados del Gobierno aplicaron una martingala reglamentaria para conservar en el texto final la continuidad del Impuesto País, que los mandatarios exigen coparticipar. Siguen trabados otros capítulos clave, como privatizaciones y deuda externa.
La votación en general tuvo 144 votos a favor y 109 en contra. LLA consiguió el respaldo pleno del PRO y de Innovación Federal (partidos provinciales). También acompañaron la UCR y Hacemos Coalición Federal (HCF), pero con fisuras: además de Unión por la Patria y la izquierda, votaron en contra los radicales Facundo Manes y Pablo Juliano; la cordobesa Natalia De la Sota, la bonaerense Margarita Stolbizer y la dupla socialista conformada por Mónica Fein y Esteban Paulón. LLA tuvo la ayuda de los tres miembros del bloque Independencia, que responde al traidor Osvaldo Jaldo.
La definición de postergar la votación en particular, que en efecto impide la aprobación del proyecto, llegó después de una nueva reunión entre funcionarios nacionales y referentes de los bloques colaboracionistas, que son la UCR, Hacemos Coalición Federal (HCF), Innovación Federal, que representa los partidos provinciales. También se sumó el PRO. Por presión del gobernador cordobés Martín Llaryora, la oposición volvió a exigir coparticipar el impuesto PAIS y chocó contra la negativa de los enviados de Milei.
La tensión Nación - provincias complicó la negociación de la letra chica de los artículos. Persisten las diferencias en temas claves: la UCR sigue sin bajar el martillo para el capítulo de privatizaciones, el de seguridad y el de deuda. Las gestiones de la Casa Rosada fueron inocuas. Los partidos provinciales exigen revisar otros tributos (como el impuesto al tabaco) o sostener los fondos fiduciarios energéticos que se eliminan. El partido centenario tampoco avala el apartado ambiental -defiende la ley de glaciares- y no hay consenso para votar el de cultura y el de turismo.
Las facultades delegadas también quedaron empantanadas, porque los gobernadores no están dispuestos a darle a Miliei herramientas en las materias económica y financiera si antes no se aseguran fondos. La de seguridad, tarifaria, energética y administrativa, la más protegida por la oposición. El pacto para demorar la votación en particular entre los dialoguistas fue cerrado en el despacho del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, entre las autoridades de todas las bancadas dialoguistas y las de LLA, luego de la fallida reunión con funcionarios de Milei.
Milei se quedó sin poder enviar al Senado su proyecto, luego de aceptar que fuera recortado casi a la mitad: pasó de 644 artículos en su versión original a 383 en su último borrador. Germán Martínez, de Unión por la Patria, apuntó contra los dialoguistas. "Se apalancan en nuestro espacio. Se pusieron a negociar con los 100 y pico de votos que les íbamos a poner", reprochó. El martes lo necesitarán.
La Opinión Popular
CON 144 VOTOS A FAVOR Y 109 EN CONTRA, LA CÁMARA DE DIPUTADOS APROBÓ EN GENERAL LA NORMA
Ley Ómnibus: Votos, chicanas, discursos y una negociación abierta
El gobierno de Javier Milei consiguió la aprobación en general de la megaley que desregula la economía y criminaliza la protesta social. La Libertad Avanza contó con el apoyo del PRO, casi toda la UCR y Hacemos Coalición Federal. El oficialismo tuvo que ceder múltiples cambios y, ante la falta de acuerdo en cuestiones como facultades delegadas y privatización de empresas públicas, la votación en particular se postergó para el martes que viene. Recién a último momento de la sesión se informaron los artículos suprimidos y modificados en el dictamen tratado, en el que sorpresivamente se reintrodujo la eliminación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de Anses.
Luego del furioso operativo represivo de la noche anterior, la tercera jornada de debate de la Ley Ómnibus arrancó en un escenario de incertidumbre y, otra vez, con el Congreso vallado por las fuerzas de seguridad. Javier Milei aspiraba a tener la norma aprobada en general y en particular antes de viajar el lunes a Israel, pero no había acuerdo con los gobernadores y legisladores de la oposición dialoguista, y nadie sabía hasta cuándo duraría la sesión en la Cámara de Diputados. Como las negociaciones fuera del recinto no prosperaron -con las facultades delegadas para el Presidente y la privatización de empresas públicas en el centro de las tensiones-, el oficialismo se resignó a patear el debate en particular para el martes próximo. A partir de ahí, La Libertad Avanza, sus aliados del PRO y los opositores amigables de la UCR y Hacemos Coalición Federal comenzaron a moverse con la confianza de que, esta vez sí, el gobierno nacional tendría la aprobación en general de la ley que desregula la economía y criminaliza la protesta social. Y así fue: cerca de las 18 la votación arrojó 144 diputados a favor de la Ley Ómnibus y 109 en contra. Milei intentó presentar el resultado como un triunfo, pero lo cierto es que, tras haberse mostrado intransigente y haber rechazado cualquier cambio en la megaley, debió realizar múltiples concesiones y mutilaciones al proyecto original. Y aún así, todavía no tiene garantizada la aprobación de puntos que considera claves.
Los votos se repartieron como se preveía. Junto a LLA votaron los legisladores del PRO, casi todo el radicalismo, la mayoría de Hacemos Coalición Federal, Innovación Federal y otros bloques menores. En contra se pronunciaron los diputados de Unión por la Patria y el Frente de Izquierda, más cuatro de HCF (Mónica Fein, Esteban Paulón, Margarita Stolbizer y Natalia de la Sota), dos de la UCR (Facundo Manes y Pablo Juliano) y uno de Por Santa Cruz (Sergio Acevedo).
¿Qué fue lo que aprobaron los diputados después de debatir durante tres jornadas? Nadie lo sabe con certeza, porque aún se sigue negociando el contenido final del dictamen. De hecho, recién a minutos de la votación, el diputado Gabriel Bornoroni (LLA) anunció qué artículos quedaban suprimidos del proyecto tratado en comisión, una larga lista que también incluyó restituciones de puntos que antes se habían comunicado como suprimidos. Legisladores de UxP denunciaron que, a último momento, se reincorporaron al proyecto dos artículos ampliamente resistidos: el 179º, que desfinancia el Fondo de Integración Sociourbana, y ?el 196º, que elimina el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de Anses.
Chicanas y negociaciones
Antes de llegar al momento de votar, habían transcurrido casi ocho horas debates y algunas chicanas. Los diputados de UxP y la izquierda denunciaron la violenta represión del jueves, comandada por Patricia Bullrich, que había derivado en decenas de manifestantes y periodistas heridos. En vez de hacer un mea culpa, LLA optó por responsabilizar a los legisladores que habían denunciado la represión. Lilia Lemoine, por ejemplo, que nunca había tomado la palabra en la sesión -ni para defender la ley ni para explicar por qué había invitado a Leonardo Sosa, líder de la violenta agrupación Revolución Federal, a presenciar el debate- pidió una cuestión de privilegio contra los legisladores del FIT Myriam Bregman y Nicolás del Caño que terminó derivando en una crítica a UxP: "A ustedes también les digo frente de izquierda porque de derecha no son", les espetó, y enojada porque la bancada de UxP coincidía gritando "noooo", agregó: "Y peronistas tampoco. ¿Saben por qué? Porque Perón no estaba con terroristas".
A las 10 de la mañana, nadie sabía si la votación continuaría luego de la aprobación en general. Milei venía presionando a sus legisladores porque quería tener la discusión resuelta antes de su viaje a Israel e Italia, pero seguía sin tener los votos asegurados para muchos temas. Por un lado, el preacuerdo al que habían arribado la noche anterior sobre privatizaciones y facultades delegadas -el alma de la ley para Milei- ya había empezado a mostrar sus grietas. Por el otro, los diputados cordobeses que responden a Martín Llaryora amenazaban con bochar varios artículos si el gobierno se negaba a avanzar con un pacto fiscal que coparticipara el Impuesto País.
Después de varios reclamos de UCR y HCF, LLA había presentado finalmente una contrapropuesta con modificaciones en el capítulo de privatizaciones y de facultades delegadas con el objetivo de vencer las resistencias de algunos sectores del radicalismo y la Coalición Cívica. En el caso de privatizaciones, el oficialismo propuso achicar de 40 a 29 el número de empresas a ser subastadas por el Ejecutivo. Quedaron afuera el BICE, la Casa de Moneda o Radio Litoral, así como todas las que tenían código postal cordobés (moneda de cambio para anotarse el acompañamiento de los legisladores cordobeses). Las que quedaron del listado las dividieron en cuatro anexos: una estrategia orientada a fragmentar las objeciones de diputados opositores con algunas privatizaciones puntuales. Una suerte de tetris de distribución de votos negativos que, sin embargo, no terminaba de garantizar que el capítulo de privatizaciones saliera.
El reclamo de la UCR original había sido que las privatizaciones se plantearan ley por ley, empresa por empresa, pero Casa Rosada lo había rechazado de cuajo. Juan Manuel López, Silvia Lospenatto y Alejandro Cacace mantenían reuniones con Martín Fariña, el "escriba" de Federico Sturzenegger (la mente maestra detrás de la Ley Ómnibus), buscando incluir artículos que garantizaran la "transparencia" del proceso. La propuesta era involucrar a la AGN en el proceso de licitación y, con eso, evitar el rechazo que ya varios diputados estaban anticipando.
Pero el verdadero problema que bloqueaba todas las negociaciones era el reclamo del gobernador Llaryora, que exigía la coparticipación del Impuesto País o la garantía de algún tipo de tranferencia a la provincia para que sus diputados respaldaran las facultades delegadas. Mientras los oradores se sucedían, en el despacho del titular de la Cámara, Martín Menem, estaban reunidos, junto a Guillermo Francos, Emilio Monzó, Nicolás Massot y Oscar Carreño, así como el misionero Carlos Fernández, la salteña Pamela Caletti y el cordobés Carlos Gutiérrez. Se discutía y discutía pero no había manera de llegar a un acuerdo y por eso se terminó acordando un cuarto intermedio hasta el martes.
Los cierres
En el recinto, el debate continuaba y se acercaba a su final. En los discursos de cierre, los jefes de bloques de la UCR, Rodrigo De Loredo, y de Hacemos Coalición Federal, Miguel Ángel Pichetto, hicieron equilibrio repartiendo críticas al kirchnerismo y a los "libertarios", a quienes les ratificaron el respaldo en general a la ley, con el argumento de aportar a la gobernabilidad y aceptar la voluntad popular que habrían expresado las elecciones. Más amigable aún con LLA, el titular del PRO, Cristian Ritondo, abundó en la misma línea: "Venimos con la responsabilidad de darle al Gobierno una caja de herramientas para resolver lo que dejaron los populismos berretas", dijo.
"Acá nadie habla de trabajo, nadie habla de industria ni de ciencia y tecnología. Tenemos un oficialismo que no defiende su proyecto, lo defienden los aliados que hoy lo votan", disparó a su turno Germán Martínez, presidente de la bancada de UxP. "Se apalancaron en el rechazo frontal de nuestro espacio político, de nuestro bloque, a este proyecto en general y en particular para después ir a negociar", sostuvo el legislador santafesino. En sus palabras de cierre, pronunciadas en un constante tire y afloje con Menem por la extensión del discurso, Martínez remarcó el "bochornoso" debate en comisión del proyecto y la irregular ausencia del dictamen: "El 95 por ciento de los que estamos acá sentados no sabemos lo que se va a poner en consideración a la hora de votar", dijo. "No trajeron a nadie de relevancia para apoyar esto. En lugar de hablar del proyecto, eligieron insultarnos a nosotros porque no pueden fundamentar lo que en un ratito van a votar", señaló, y consideró que la Ley Ómnibus será "criminal" para los argentinos.
El último en hablar fue el presidente del bloque de LLA, Oscar Zago. Repitió el guión que dice que con esta ley se comenzará a "reconstruir la Argentina" y chicaneó a su predecesor en el uso de la palabra apelando a una frase que, según dijo, le había comentado Pichetto y que, de alguna manera, admitía la falta de argumentos en defensa de la ley: "Sí, Martínez -dijo-, ustedes se van a ir con el discurso, pero nosotros nos vamos a ir con la ley". En rigor, todavía falta la votación en particular, pasar por el Senado y, con un proyecto tan amplio, nadie descarta que haya cambios y deba volver a Diputados.
Fuente: Página 12