Nacionales - 02-02-2024 / 10:02
RESISTENCIA Y REPRESIÓN: UNA LEY INFAME QUE PODRÍA NACER PROFUNDAMENTE DESLEGITIMADA
Votación fracasada y balas en la calle: la ley ómnibus se le escapa a Milei que la quiere hoy
Un principio de acuerdo amputado con la oposición, un intento frustrado de votación con medio recinto vacío, brutal represión callejera y “El Jefe” Karina Milei en el recinto. Todos esos condimentos tuvo la segunda jornada de debate de la ley ómnibus en Diputados, en la que el Gobierno terminó con las manos vacías y llevando las de perder: no pudo avanzar con la aprobación en general de su proyecto, pese a que esa era la intención de Javier “el Loco” Milei, y terminó acordando un cuarto intermedio que se retoma hoy, mientras quedan varios puntos de acuerdo con la oposición aliada.
Un principio de acuerdo amputado con la oposición cómplice, un intento frustrado de votación con medio recinto vacío, brutal represión callejera y "El Jefe" Karina Milei en el recinto. Todos esos condimentos tuvo la segunda jornada de debate de la ley ómnibus en Diputados, en la que el Gobierno terminó con las manos vacías y llevando las de perder: no pudo avanzar con la aprobación en general de su proyecto, pese a que esa era la intención de Javier "el Loco" Milei, y terminó acordando un cuarto intermedio que se retoma hoy, mientras quedan varios puntos de acuerdo con la oposición aliada.
El Presidente dio claras señales de su estrategia durante la tarde-noche del jueves, mientras afuera del Congreso un feroz operativo de las fuerzas de seguridad dejó una veintena de heridos, entre manifestantes y trabajadores de prensa: su hermana Karina, secretaria de la Presidencia; Guillermo Francos, ministro del Interior, y el portavoz Manuel Adorni se pasearon por los pasillos de la Cámara antes de sentarse en el palco principal del recinto. "El Jefe" quería que la vean conduciendo a propios y presionando a ajenos.
Tras bambalinas, dentro del despacho de Martín Menem estuvieron otros funcionarios nacionales intentando terminar de ajustar la negociación con la oposición aliada que integran el PRO, la UCR y Hacemos Coalición Federal, de Miguel Pichetto. Por un lado el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y Martín Fariña, "escriba" de Sturzenegger, cerebro de la ley ómnibus y el mega DNU. Por otro, el titular del Banco Central, Santiago Bausili, junto a Pablo Quirno, secretario de Finanzas del ministro económico Luis Caputo. Entre otros, todos negociando el proceso de reestructuración de la deuda y la coparticipación de impuestos que siguen siendo temas ríspidos que demoran la votación.
Con Karina disfrutando del aire acondicionado del recinto cuando afuera el termómetro rozaba los 40 grados, el deseo oficial de que la jornada culminara con la votación en general -se estimaba para las 4 de la madrugada de este viernes- tomaba forma al caer la tarde. A las 19 comenzó a circular un nuevo borrador de la ley con cambios importantes a los que había cedido el Gobierno: el quite definitivo del superpoder presidencial sobre el tema fiscal y, sobre todo, cierta flexibilización en el proceso de privatización.
Pero casi en simultáneo a esos pactos palaciegos, la situación en la calle pasó de tensión a represión. Las fuerzas que comanda Patricia Bullrich avanzaron sobre manifestantes que estaban en las inmediaciones al Congreso. Incluso saltaron a la plaza e hirieron a una veintena de periodistas y fotorreporteros. Un asesor de la bancada del Frente de Izquierda fue herido con una bala de goma en el ojo y anoche lo operaban en la Clínica Bazterrica con el riesgo de perderlo.
Esos episodios impulsaron a las bancadas de Unión por la y del Frente de Izquierda a dejar el recinto y salir a la calle. Lejos de hacerse eco del reclamo popular, el vaciamiento de la mitad del recinto avivó a los aliados de La Libertad Avanza a una jugada temeraria. Silvana Giudici -diputada del PRO muy cercana a Bullrich- detectó que aún había quórum y le preguntó a Pichetto si estaba de acuerdo en acortar la lista de oradores y llamar a votación en ese mismo momento. Cristian Ritondo, jefe del bloque amarillo, y José Luis Espert, espada libertaria aunque tiene un monobloque, dieron el visto bueno.
Pero pasaron cosas. Un grupo de radicales se levantó de sus bancas: Facundo Manes a la cabeza, Pablo Juliano, Marcela Coli, Natalia Sarapura, Jorge Rizotti y Fernando Carbajal, detrás. Y tampoco Menem "accionó" y continuó con la lista de oradores. La calle impregnó al Palacio de un clima de zozobra que impactó en las negociaciones libertarios-aliados.
Hoy indefectiblemente habrá una definición porque a la lista de oradores le quedan apenas cinco horas. Después, sí o sí, los diputados tienen que votar. La hipótesis que recorrió anoche del PRO a la UCR y los federales es que Menem avanzaría solo en la votación en general, pero patearía para la semana próxima la batalla decisiva: el artículo por artículo.
La Opinión Popular