Entre Ríos - 29-01-2024 / 09:01
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL
Frigerio no quiere ver el peligro que es Milei para los entrerrianos
A los embates mediáticos de los funcionarios nacionales, Rogelio Frigerio les respondió: "No me manejo reaccionando a presiones", y además aseguró que "el gobierno nacional no ha transferido prácticamente ningún peso", a Entre Ríos. Canchero, el gobernador apuntó que "tratará de amortiguar y compensar las decisiones del gobierno nacional que tienen impacto todos los días en la vida de los entrerrianos". Ante el fuerte ajuste del gobierno nacional y su impacto en la provincia, los argumentos del gobernador devienen en palabras sin sentido ni conexión con la realidad. Mero "bla bla", discurso inconsistente e incomprensible. Si Milei recorta más aun los aportes nacionales, Frigerio no tiene forma de compensar, ni siquiera de pagar sueldos y deberá recurrir a los Bonos Federales. ¿No la quiere ver?
El presidente Javier Milei es un loco que pretende experimentar en la Argentina con un modelo anarco capitalista que no se ha aplicado en casi ningún lugar de planeta Tierra y en algún pueblo pequeño, donde lo han hecho, ha sido un total fracaso. Su ideología ingenua se basa en el mesianismo de libre mercado y en un mito, la desaparición del Estado, un delirio que está empezando a tener resistencia. La CGT, las dos CTA, movimientos sociales y multisectoriales llevaron adelante la primera protesta de conjunto contra las nefastas políticas neoliberales de Milei, con un paro general de 12 horas y una movilización hacia el Congreso que se replicó en muchas ciudades del interior, lo que presagian tiempos de alta conflictividad. La CGT estimó que se movilizaron 1.500.000 personas en todo el país, bajo la consigna "la Patria no se vende".
En Entre Ríos, más de 30.000 paranaenses repudiaron en las calles el ajuste rapaz mileimacrista y en toda las principales ciudades de la provincia se llevaron adelante importantes movilizaciones para manifestarse en contra de la Ley Ómnibus y el DNU con los que se intenta avasallar los derechos de los trabajadores, la educación pública y la democracia. Mucha gente suelta participó utilizando la jornada como canal de expresión de la bronca contenida.
El golpe entró aunque intentaron ningunearlo, la huelga y la masiva movilización irritaron de sobremanera al Presidente. La primera reacción de Milei fue minimizar la contundencia de la medida. La segunda, advertir que no negociará el feroz programa de ajuste neoliberal. Y la tercera, en una muestra concreta de que está dispuesto a endurecer su intransigencia: "Los voy a dejar sin un peso, los voy a fundir a todos", lanzó sin rodeos contra los gobernadores en modo autócrata, ante la mirada sorprendida de sus ministros y algunos de sus principales asesores. La Libertad Avanza no tiene ningún gobernador propio, por lo tanto no recibe presiones "desde adentro".
Más tarde, el ministro de Economía, el endeudador serial macrista Luis "Toto" Caputo, tan imprevisible como irresponsable, avanzó por la misma línea confrontativa. "El déficit cero no se negocia. Si no se aprueban todas las medidas económicas propuestas en la ley, como dijo el Presidente", e informó que había mantenido una reunión para delinear todas las partidas provinciales que recortarían "inmediatamente, si alguno de los artículos económicos fuera rechazado". Otra clara amenaza extorsiva.
A los embates mediáticos de los funcionarios nacionales, Rogelio Frigerio les respondió: "No me manejo reaccionando a presiones", y además aseguró que "el gobierno nacional no ha transferido prácticamente ningún peso", a Entre Ríos. Canchero, el gobernador apuntó que "tratará de amortiguar y compensar las decisiones del gobierno nacional que tienen impacto todos los días en la vida de los entrerrianos". Ante el fuerte ajuste del gobierno nacional y su impacto en la provincia, los argumentos del gobernador devienen en palabras sin sentido ni conexión con la realidad. Mero "bla bla", discurso inconsistente e incomprensible. Si Milei recorta más aun los aportes nacionales, Frigerio no tiene forma de compensar, ni siquiera de pagar sueldos y deberá recurrir a los Bonos Federales. ¿No la quiere ver?
En ese complicado marco, ¿qué significan las frases de Frigerio donde expresó su intención de "colaborar con un Gobierno nacional muy débil, que no tiene mandatarios y muy pocos diputados y senadores", y confirmó que apoyará medidas para "gestionar y generar gobernabilidad"? Y agregó: "Si apoyamos, es porque creemos que ese es el camino". Frigerio debería dejar de ser un oportunista y tragarse cualquier sapo en nombre de la gobernabilidad, porque además está rodeado de funcionarios que no están convencidos de inmolarse en un ajuste provincial brutal.
¿Cuál debería ser el camino? Las provincias fueron amenazadas por la terrible frase: "Los voy a dejar sin plata, los voy a fundir a todos". Frente a ello, lo que tiene que hacer Frigerio, en conjunto con los demás gobernadores, es pararse de manos frente a un Gobierno que sin apoyos externos no puede hacer casi nada por la falta de votos en el Congreso y que encima repite hasta el absurdo que "no negocia". Debe oponerse firmemente al centralismo de un Milei que dinamitó la obra pública y secó las transferencias discrecionales a las provincias y que continuará profundizando ese camino porque considera que una parte importante del ajuste lo tiene que pagar, además de los trabajadores y jubilados, las provincias.
Lo que no parece ver Frigerio es que la pelea más importante hoy en la política argentina no es peronismo vs. antiperonismo, sino presidente vs. gobernadores. La discusión de fondo, en medio de un severo ajuste de impredecibles consecuencias sociales en el corto plazo, es por los recursos del Estado y cómo se coparticipan. Frigerio puede acordar en la necesidad de equilibrar las cuentas nacionales, siempre que no sea a costa de extraer más recursos de Entre Ríos.
Y si el "Peluca" plantea la pelea a todo o nada, tiene que ser nada. Al retirar el paquete fiscal del Congreso, el Presidente está tomando una decisión que reduce la torta de impuestos que se coparticipan. O sea que las provincias van a recibir menos dinero en las transferencias automáticas que envían la Nación. Cansado de ceder pedazos de su delirante programa de gobierno, Milei les dice: si no me ayudan a mí, yo tampoco los ayudaré a ustedes.
Milei, acostumbrado a traicionar gran parte de las consignas que viralizó en campaña, negoció y realizó concesiones significativas en su proyecto de Ley Ómnibus, retirando incluso el Capítulo Fiscal, tras enfrentarse a la resistencia de gobernadores y legisladores; los problemas judiciales con otras reformas y la contundente movilización de la CGT. ¿Dónde está la trampa? Milei ahora quiere superpoderes, las facultades delegadas. Es el corazón de la ley. El proyecto original contemplaba 11 declaraciones de emergencias por dos años, con la chance de prorrogarse por dos más. De esta manera, Milei podría gobernar como un monarca, sin necesitar del Congreso. Sería catastrófico que se apruebe la delegación de facultades legislativas. Sobre todo, porque Milei es "un mono con navaja" y ya demostró a qué está dispuesto. Todo lo que retiró de la ley ómnibus, lo puede meter por decreto. ¿Frigerio no la ve?
El fracaso político que Milei asumió, cuando por falta de votos resignó el amplio capítulo fiscal de la mega ley, es el resultado preanunciado de una puja por los recursos extra que la Nación quiere salir a cobrar al sector privado. El esquema fiscal que pretendía el que se iba a "cortar el brazo" antes de hacerlo, obtenía sus principales ingresos del interior productivo y no planeaba coparticiparlos, mientras que sí recortaría jubilaciones en todo el país, aplicando un recargado ajuste que es absolutamente federal. Es la vieja pelea interior federal vs Puerto de Buenos Aires. ¿Ahora se viene la disputa por el Impuesto País, que era coparticipable en un 30% y el extremista Milei quiere eliminar su coparticipación?
La quita del capítulo fiscal preanuncia un feroz ajuste provincial, que no será contra Frigerio sino que impactará de lleno, en todo el territorio entrerriano, a docentes, trabajadores estatales, médicos, enfermeros, policías, municipales... por los fondos que adeuda la Casa Rosada de distintos convenios que están firmados, vigentes y no están llegando. Milei "pisa recursos" de las provincias ilegalmente, se ha borrado de las problemáticas del interior y la situación empieza a tornarse explosivas ante la miseria planificada por el gobierno libertario, mientras habilita con descaro los negocios financieros y privatizadores para quienes le pagaron la campaña.
En eses contexto, hay indicadores que anticipan una fuerte suba de la pobreza en el primer semestre de 2024. Primero, los salarios van por la escalera, los precios por el ascensor. El aumento en la pobreza se debe a la pérdida de poder adquisitivo del pueblo, cuando los ingresos no se incrementan igual que los precios. El IPC se incrementó por encima de los salarios, en especial los del sector informal porque no tiene paritarias, donde se fijan los aumentos salariales por la inflación. El sector informal, considerando asalariados no registrados (27%), cuentapropistas (22%) y otros no asalariados (3%), representa un 52% de la población ocupada. Más de la mitad de las personas que hoy trabajan ven deteriorados sus ingresos por la inflación estimulada por Milei con la devaluación del 118%.
Segundo, las políticas sociales no alcanzarán para combatir la pobreza. Es el gasto efectuado por el Estado en inclusión social, laboral, cuidado de la niñez, acceso a la alimentación y vivienda, etc. En 2022, se destinó un 1,8% del PBI, pero Milei disminuirá esa asistencia en forma significativa. Si bien en los hogares más pobres la presencia activa del Estado permite que la pobreza no se profundice, la inflación ataca de lleno al principal ingreso de los hogares, que proviene del trabajo. Con la apertura indiscriminada de las importaciones y el cese de las obras públicas, la desocupación crecerá.
Tercero, la liberación de precios. Otro factor que repercute de lleno en la inflación y, por lo tanto, en el bolsillo de trabajadores y jubilados es la política de liberación de precios que aplica el gobierno de Milei desde que asumió. Iniciando con el dólar, los combustibles, la medicina prepaga y los medicamentos, para luego continuar con las tarifas de los servicios públicos como el gas y la luz. Para que el gran empresariado "se la lleve en pala".
Los grandes empresarios, que bancaron a Milei, actúan como si ellos hubieran sido plebiscitados en las urnas y tuvieran el consentimiento social para exagerar sus codiciosos márgenes de ganancias a costa de la miseria del pueblo. En diciembre de 2023 la inflación alcanzó su máximo histórico de 25,5% con expectativas por encima del 20% para los meses siguientes. ¿Qué puede pasar con la pobreza en este contexto? Solo esperar que se propague a más del 70% de los argentinos, y ni las "fuerzas del cielo" podrán evitarlo. Hasta sus propios votantes verán a su "salvador" de ayer como un verdugo y los obligará a pelear en defensa propia. La violenta transferencia de ingresos del pueblo a los sectores más ricos colocará a mucha más gente en la calle, deambulando sin trabajo, a quienes se sumarán personas en situación de calle, porque entre otras cosas, con el DNU también destruyeron el mercado de alquileres. ¿Qué hará Frigerio frente a estos flagelos? Nadie lo sabe.
La Opinión Popular