Alemania debe pagar indemnización por la Primera Guerra Mundial
El Tratado de Versalles obligó a Alemania a aceptar la total responsabilidad por el conflicto de la Primera Guerra Mundial. En consecuencia, se le impusieron términos de rendición absolutamente humillantes y desmesurados.
La Primera Guerra Mundial fue una confrontación bélica centrada en Europa que empezó el 28 de julio de 1914 y finalizó el 11 de noviembre de 1918, cuando Alemania aceptó las condiciones humillantes del armisticio. En la Primera Guerra Mundial, Alemania sufrió la derrota contra las Potencias Aliadas en uno de los conflictos más sangrientos de todos los tiempos. La Revolución de Noviembre estalló en 1918, y el emperador Guillermo II abdicó.
Un armisticio que ponía fin a la guerra se firmó el 11 de noviembre de 1918 y Alemania se vio obligada a firmar el Tratado de Versalles de 1919. Se establecieron las reparaciones de guerra que son pagos monetarios impuestos por el vencedor al vencido para cubrir los daños y perjuicios causados durante una guerra.
El 24 de enero de 1921, en París, la Conferencia de Países Aliados establece Alemania debe pagar como indemnización de guerra 226.000 millones de marcos en 42 anualidades (hasta 1963). El tratado fue percibido en Alemania como una humillante continuación de la guerra por otros medios y su dureza se cita a menudo como un factor que facilitó el posterior ascenso del nazismo en el país.
La Opinión Popular
El 114 de infantería, en París, el 14 de julio de 1917.
Tras el Tratado de Versalles (1919), la Alemania perdedora de la I Guerra Mundial fue condenada a pagar reparaciones de guerra a los aliados por valor de 226.000 millones de marcos de oro, una cifra imposible, fijada con el fin de castigar a la belicosa nación y de poner freno a una rápida recuperación que pudiera verse seguida de nuevas hostilidades. Entre 1924 y 1929, la república de Weimar se mantuvo casi exclusivamente de los préstamos recibidos de Estados Unidos (más de un billón de dólares), destinados en parte a sufragar las indemnizaciones señaladas.
Pero la situación para Alemania se hacía insostenible, y el crack del 29, además de enormes pérdidas para los prestamistas, abrió la posibilidad a la renegociación de la deuda: así pues, en 1930 (Plan Young), esa ingente obligación de pago quedó formalmente reducida... a la mitad (112.000 millones). Entre 1931 y 1932, y dada la situación de la economía mundial, EE.UU. decide condonar las deudas de guerra a Francia y Reino Unido, quienes, a su vez, renuncian como acreedores a buena parte de la deuda alemana (Moratoria Hoover y Negociaciones de Lausanne). Resumiendo, en 1932, Alemania consiguió una reducción neta de más del 98% de las deudas a las que le obligaba haber puesto en marcha la I Guerra Mundial, y en 1939, cuando pone en marcha la segunda, la Alemania de Hitler suspende unilateralmente todos los pagos, incluido el de este 2%.
Los alemanes fueron detenidos por los franceses a pocos kilómetros de París, y se inició una guerra de desgaste donde las líneas de trincheras apenas sufrirían variación alguna hasta 1917.