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Nacionales - 21-01-2024 / 08:01
¿QUÉ PASARÁ SI SE APLICAN SUS TEMERARIAS RECETAS NEOLIBERALES?

Juntos son dinamita: el Pelado, máximo responsable de la catástrofe de 2001, asesora en las sombras al Peluca

Juntos son dinamita: el Pelado, máximo responsable de la catástrofe de 2001, asesora en las sombras al Peluca
Domingo Cavallo, el máximo responsable de la catástrofe de 2001, asesora en las sombras a Javier Milei y sus consejos son cada vez más escuchados ante los serios problemas que acumula el plan Caputo. Milei lo considera el mejor ministro de Economía de la historia argentina. Cavallo se cuida de criticar al actual titular del Palacio de Hacienda pero observa que no se ha lanzado un plan de estabilización consistente. Esta es la tarea que propone para los próximos meses. Qué pasará si se aplican sus arriesgadas recetas sobre qué hacer con el dólar y cómo enfrentar la cada vez más descontrolada inflación. Es un guión con un final conocido.
La Ley Ómnibus, el paro de la CGT, la escalada del dólar y la inflación desbordada dibujan un panorama desafiante para el gobierno de Javier "el Loco" Milei en este enero marcado por la intensidad política y económica. Su participación en Davos se centró en la defensa radical del ultracapitalismo, sin abordar estratégicamente la atracción de inversiones para la Argentina. Mientras la Ley Ómnibus enfrenta obstáculos y modificaciones, las tensiones judiciales y las amenazas de acelerar el ajuste amplían la incertidumbre. A su vez, se viene el primer paro nacional de la CGT en la era Milei.
 
En ese preocupante marco, Domingo Cavallo es considerado por Milei como el mejor ministro de Economía de la historia argentina. En el último texto publicado en su blog ofrece el sendero de salvataje ante el probable naufragio del plan de Luis "Toto" Caputo. Se cuida de criticar al actual titular del Palacio de Hacienda al justificar las medidas que se tomaron en las primeras semanas, pero observa que no se ha lanzado por ahora un plan de estabilización consistente. Esta es la tarea que propone para los próximos meses.
 
La preocupación de Cavallo por el futuro inmediato de la economía bajo el gobierno de Milei es comprensible, inquietud que tiene la mayoría de los economistas sean ortodoxos o heterodoxos. No les faltan motivos para estar intranquilos.
 
El recorrido financiero y cambiario del plan Caputo es decepcionante para empresarios y financistas entusiasmados con el gobierno de Milei. Las cotizaciones de los dólares financieros continúan en carrera ascendente y con el cierre del contado con liquidación del último viernes (1306 pesos) la brecha cambiaria es de 60 por ciento. Y las perspectivas son que se siga ampliando.
  
El objetivo del equipo económico era bajar sustancialmente la diferencia entre el tipo de cambio oficial y los paralelos, objetivo alcanzado en las primeras semanas de la nueva administración, estado de gracia que duró muy poco. La reducción de la brecha cambiaria es síntoma de confianza acerca del rumbo de la gestión económica y señal de transitar hacia la normalización cambiaria.
 
Con el saldo de estas últimas semanas irrumpe el siguiente interrogante: ¿cuándo hubo una corrida cambiaria, o sea el acelerado refugio en dólares de agentes económicos, luego de una mega devaluación e inmediato acuerdo con el Fondo comprometiendo un fortísimo ajuste fiscal? Más aún: ¿cuándo sucedió un escenario de inestabilidad cambiaria en el transcurso de la luna de miel de los 100 días de un nuevo gobierno?
 
No hay antecedentes de tan malos resultados inmediatos en gobiernos elegidos en las urnas desde 1983. La dupla de economistas Milei-Caputo lo ha logrado.
 
La inconsistencia del esquema macroeconómico, que no puede definirse como plan porque sólo es una sucesión de medidas descoordinadas, es señalada por un amplio abanico ideológico de economistas y es el motivo principal de la corrida con incremento de la brecha cambiaria.
 
El argumento político que explica el desastre actual diciendo que es culpa de la herencia de la gestión económica de Sergio Massa sirve para tranquilizar a fanáticos libertarios, pero quienes evalúan la situación en forma desapasionada saben de los errores de diseño y debilidad del plan Caputo.
 
La Opinión Popular



 
Tasa de inflación descontrolada
  
La inflación mayorista de 54% en diciembre adelanta una tasa minorista de enero muy elevada. Así se va evaporando la extraordinaria ventaja cambiaria del ajuste de 118% aplicada por Caputo. La especulación que existe en el mercado financiero no es si habrá otra fuerte devaluación, sino cuándo se concretará.
 
La megadevaluación incentivó la venta de dólares del complejo agroexportador pero la acumulación de reservas es temporaria debido a los próximos pagos de deuda (FMI y bonistas privados) y, fundamentalmente, porque se han pisado las importaciones hasta niveles que han paralizado la producción de cuatro terminales del sector automotor (VW, General Motors, Nissan y Renault). En un pasado reciente está situación sería un escándalo en el mundo empresarial; hoy todos son indulgentes atribuyendo a la herencia la actual fragilidad macroeconómica de la gestión Caputo.
 
Al Banco Central le cuesta mucho acumular reservas excedentes (el monto adquirido hasta el momento se evaporará en poco tiempo). La apuesta oficial apunta a la liquidación de la cosecha de soja y maíz a partir de abril próximo. Se sabe que los dueños de los dólares no los entregarán si no reciben una mejora sustancial del tipo de cambio efectivo. Puede ser que de este modo economistas de la corriente dominante descubran que el problema central de la economía argentina es la falta de dólares en el Banco Central y no tanto la cuestión fiscal.
 
Caputo ha mostrado que ha perdido la supuesta aureola de genio de las finanzas porque no ha conseguido ni un dólar adicional de bancos y fondos del exterior ni de organismos internacionales. El naufragio del plan Caputo invita a observar a quién puede escuchar el influenciable Milei en materia económica: Domingo Cavallo, que actúa como asesor económico en las sombras.
 
 
El ídolo de Milei
  
La mayoría de los analistas se detuvo en la estimación acertada de Cavallo del 25 por ciento de tasa de inflación de diciembre, sin embargo es más relevante conocer el horizonte que plantea para este año, puesto que sus opiniones son ponderadas por Milei.
 
El ministro de Economía de Carlos Menem y Fernando de la Rúa escribió que en una economía con un alto grado de dolarización de hecho, un plan de estabilización sólo puede implementarse cuando se ha logrado eliminar todo vestigio de restricciones al movimiento de capitales y el mercado cambiario funciona como uno único y libre.
 
Indica que hasta que se den las condiciones para lanzar el plan de estabilización es muy importante que se logre estabilizar el tipo de cambio real a un nivel compatible con el comercio exterior sin restricciones cuantitativas, sin vestigios de sesgo antiexportador y con un nivel de reservas externas suficientes para respaldar los pasivos monetarios del Banco Central.
 
 
El primer consejo de Cavallo: eliminación completa del cepo cambiario y limitar la emisión monetaria
  
Dice que las medidas anunciadas apuntan a facilitar el realineamiento de precios relativos y la eliminación del déficit fiscal, pero indica que Caputo aún mantiene todas las restricciones al movimiento de capitales. Se refiere a todas las variedades de cepos cambiarios que se fueron acumulando desde fines de 2019, "llegando a conformar un sistema cambiario caótico que sólo alienta el atesoramiento de dólares billetes dentro del país y la fuga al exterior del capital financiero, además de la sobrefacturación de importaciones y la subfacturación de exportaciones".
 
Propone tener como meta la puesta en marcha del plan de estabilización prometido en la campaña electoral, es decir, perseguir la eliminación completa del cepo cambiario mientras se limita rápidamente la emisión de pesos. "Es la mejor guía para el diseño de las medidas que el equipo económico deberá adoptar", avisa como mensaje a Caputo y Milei.
 
Amonesta al gobierno porque no debía entusiasmarse con la reducción de la brecha entre el tipo de cambio oficial y el dólar contado con liquidación (CCL), porque asegura que este último está muy lejos de ser un mercado libre de cambios. Indica que para avanzar hacia el mercado único y libre de cambios es muy importante que, cuanto antes, el gobierno elimine los varios cepos que impiden que exista un mercado cambiario libre para todas las transacciones que no tengan que ver con el comercio de bienes. Describe que cualquier persona humana o jurídica debería poder comprar o vender dólares o cualquier otra divisa en forma totalmente libre con la única limitación que imponen las normas contra el lavado de dinero.
 
 
Segundo consejo: desdoblamiento del mercado cambiario
  
Después de liberar el cepo, Cavallo señala que es necesario avanzar en el desdoblamiento formal del mercado cambiario. Lo imagina con sólo dos tipos de cambio: el oficial, al que aconseja denominarlo "comercial", y el libre (otras experiencias locales de desdoblamiento lo llamaban "financiero"). Este tipo de régimen cambiario fue habitual en las décadas del '70 y '80.
 
Asegura que la brecha entre estos dos tipos de cambio, mientras avanzan la eliminación del déficit fiscal y los desequilibrios de precios relativos, debería ir cerrándose en forma gradual. Dice que esto sería un excelente indicador de que se progresa hacia la unificación y liberalización no traumática del mercado cambiario.
 
Opina que la eliminación de los cepos que hoy restringen las operaciones en el mercado CCL y el blanqueo de capitales que se está proyectando son ingredientes complementarios para alentar la oferta de divisas en el mercado libre, de tal forma que su cotización se acerque al tipo de cambio comercial sin que el Banco Central tenga que derivar divisas del superávit comercial para influir en el tipo de cambio libre o financiero.
 
 
Tercer consejo: reunificación completa del mercado cambiario
 
Cavallo sabe que no será inmediata la reunificación completa del mercado cambiario, entonces sugiere que el tipo de cambio comercial "deberá ser manejado en armonía con el ritmo de eliminación de la inflación reprimida, la emisión monetaria, las tasas de interés y el comportamiento de los salarios nominales que surjan de las negociaciones colectivas del sector privado".
 
Especula con que durante este período es posible que se logre disminuir la tasa mensual de inflación desde los altos niveles de diciembre, pero advierte que ello ocurrirá sólo si se va cerrando la brecha entre el tipo de cambio libre (financiero) y el comercial.
 
Para finalmente sentenciar que cuando se haya cerrado por completo esa brecha y se pueda eliminar todo vestigio de cepo cambiario estarán dadas las condiciones para lanzar el plan de estabilización. "La tasa mensual de inflación podrá reducirse drásticamente para inaugurar un clima de estabilidad sostenible en el tiempo", promete.
 
 
Cuarto consejo: el objetivo 2025 es un plan de estabilización
  
Señala que este año, para mantener cierta competitividad del tipo de cambio real, se deberá ajustarlo en línea con la tasa de inflación. Estima que a mediados de año el aumento promedio de precios bajaría a niveles de 7% mensual. Este porcentaje -aclara- se debe a la necesidad de mantener un ritmo de ajuste del tipo de cambio igual a la tasa de crecimiento de los pasivos del Banco Central y de la tasa de inflación.
 
Dice que este típico fenómeno de inflación inercial, que puede perpetuarse en el tiempo, aunque se haya eliminado el déficit fiscal, sólo se puede quebrar con un plan de estabilización bien diseñado.
 
Estima que la posibilidad de lanzar un plan de estabilización semejante (dolarización, convertibilidad o "inflation targeting" a la peruana) se dará a principios de 2025 si "para entonces se logra también unificar y liberalizar el mercado cambiario y el Banco Central cuenta con un stock de reservas de 30 mil millones de dólares".
 
Menciona que si estas dos condiciones se consiguieran antes, el lanzamiento del plan de estabilización podría anticiparse, "pero no me animo a afirmar que ello sea altamente probable". Para concluir que lanzado el plan de estabilización, la tasa de inflación mensual puede bajar de inmediato a 20% anual para desembocar al cabo de los siguientes 24 meses en 5% anual.
 
 
Como pasó en el pasado, el plan Cavallo puede fallar
  
Las recetas de Cavallo (inicio de la estatización de la deuda privada como presidente del Banco Central de la dictadura, la convertibilidad con Carlos Menem y el corralito con Fernando de la Rúa) no son antecedentes favorables para evaluar con entusiasmo las medidas económicas que hoy está proponiendo.
 
El riesgo del plan Caputo, Cavallo o Milei es que basa la estabilización en una sola ancla: la fiscal. La reunificación cambiaria es subsidiaria del ajuste fiscal. En una economía bimonetaria como la argentina, con elevado endeudamiento en dólares e inflación de tres dígitos, la cuestión fiscal es relevante pero lo es mucho más el estrangulamiento del sector externo (la escasez relativa de divisas).
 
La devaluación y unificación cambiaria pueden ser iniciativas necesarias como parte de un plan integral, pero no son suficientes subordinadas a la obsesión fiscalista -como postula Cavallo y Milei- para aliviar la crisis del sector externo.
 
El reciente informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) analizó el decreto 88/2023 por el cual el Jefe de Gabinete aprobó la adecuación de los gastos y recursos del Presupuesto 2023 prorrogado al ejercicio 2024. La conclusión es que, en el contexto macroeconómico actual, con una inflación para los últimos doce meses superior al 200% y con tendencia al alza, "el hecho de que los agregados macrofiscales previstos para 2024 mantengan niveles nominales prácticamente idénticos a los de 2023, da cuenta de una reducción sin precedentes de ingresos y de gastos tanto en términos del PIB como en términos reales".
 
El ajuste fiscal previsto para este año es dramático de la estabilidad sociolaboral. El camino elegido de disciplinar la demanda agregada vía ajuste fiscal y monetario regresivo no será efectivo para derrumbar la tasa de inflación de tres dígitos anuales, salvo que la sociedad tolere niveles de desempleo muy altos y un profundo deterioro en la calidad de vida diaria. Experiencias de este tipo en Argentina enseñan que no es un sendero viable económica y políticamente.
 
 
El guion y el final de la película son conocidos
  
Se sabe además de los fracasos de varios programas económicos respaldados por el FMI que ignoraron el problema de la inercia inflacionaria. Al no considerarla la economía se sumerge en un estado permanente de estanflación. El ajuste fiscal y monetario se convierte en continuo con caída de ingresos públicos por la recesión/depresión económica que aleja la posibilidad de alcanzar el equilibrio de las cuentas fiscales.
 
No se trata de especular con que si es creíble o no la meta del equilibrio fiscal. Esto pasa a un segundo plano en un régimen de alta inflación puesto que la obsesión fiscalista ignora el componente inercial. El ajuste fiscal y monetario tiene escasa influencia en este último comportamiento.
 
Los agentes económicos atrapados por variaciones de precios mensuales de dos dígitos no toman en cuenta el ancla fiscal como variable de modificación de sus conductas. Empresas, trabajadores y actores económicos en general sólo pueden llegar a incorporarlo en las decisiones luego de un proceso largo y doloroso de recesión y desempleo. Mientras, la inflación de ayer es estimada igual o superior para mañana y, por lo tanto, los agentes económicos fijarán precios según esta expectativa sin que la cuestión fiscal y monetaria tenga importancia en esta decisión.
 
El cuadro de deterioro social, laboral y productivo no brindará tiempo político para el ajuste con inercia inflacionaria.
 
La inflación inercial se parece a una nube pesada que impide observar las señales de desinflación enviadas desde el frente fiscal. Se sabe entonces que, cuando llegue el momento del fracaso, como sucedió en los tiempos de Cavallo como ministro de Economía, la culpa no será asignada a la inviabilidad del programa económico de ajuste fiscal y monetario en un régimen de alta inflación y economía bimonetaria con elevado endeudamiento en dólares, sino que los fracasados atribuirán la responsabilidad del fiasco a sindicatos, políticos y organizaciones sociales por resistir el plan de exclusión y derrumbe del tejido productivo.
 
El guion de la película de Cavallo (también la de Milei) ya se conoce y también cuál es el final. 
 
Por Alfredo Zaiat
 
Fuente: Página 12
 

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14-10-2025 / 16:10
En relación a la situación cambiaria y la tensión con el dólar que generó una fuerte venta de divisas por parte del Tesoro semanas antes del acuerdo con EE.UU., Javier "el Loco" Milei aseguró que habrá una "avalancha de dólares": "Nos van salir dólares por las orejas", ilustró, aunque no precisó cómo ocurriría eso, excepto cuando mencionó que sería por supuestas inversiones que llegarían gracias al interés por los recursos naturales que tiene el país. El estilo comunicacional de Milei reabre el debate sobre los límites entre la exposición constante y la prudencia necesaria para preservar la autoridad presidencial en tiempos de crisis.
 
Esta nueva mentira se suma a algunas de las frases y temas más controversiales que ha abordado como presidente, que incluyen desde: "No hay plata", utilizada frecuentemente para justificar el recorte del gasto público y el plan de ajuste fiscal. Hasta: "Si fuera cierta la frase de que no se llega a fin de mes, ustedes tendrían que caminar por la calle y estaría llena de cadáveres. ¿Alguien se puso a pensar en esa pelotudez?". Una falacia para negar la dificultad económica que enfrentan muchos argentinos. Y sin olvidar los insultos y descalificaciones directas a políticos, periodistas, sindicalistas y "empresaurios prebendarios", a quienes engloba bajo el término de "la casta".
 
En la política contemporánea, la comunicación presidencial de Milei se ha convertido en un arma de doble filo. Hablar de más puede generar consecuencias tan riesgosas como permanecer en silencio. En ciertos contextos, la sobreexposición del discurso puede restar credibilidad o amplificar conflictos menores que podrían haberse disipado con el tiempo.
 
Las insensatas declaraciones del presidente en defensa del narco José Luis Espert, tras su salida del Gobierno y sus denuncias públicas, reactivaron el debate sobre los límites del protagonismo comunicacional en la gestión. Al intervenir en una controversia de alcance limitado, el mandatario terminó trasladando la discusión al centro de la agenda política, con un impacto que excedió el caso en sí. En un escenario marcado por la tensión política y la sensibilidad social, cada palabra emitida desde el Poder Ejecutivo tiene repercusión inmediata. No solo por su contenido, sino también por el contexto y el momento en que se pronuncia. Una frase impulsiva o una defensa improvisada pueden derivar en interpretaciones adversas, que terminen debilitando la autoridad institucional.
 
En este tipo de situaciones, el silencio estratégico puede ser una herramienta más efectiva que la respuesta constante. Callar no siempre implica debilidad; en ocasiones, significa elegir los momentos adecuados para hablar, priorizando la estabilidad y la coherencia del mensaje presidencial. La figura del presidente gana solidez cuando interviene solo en temas de verdadero peso político o institucional.

El riesgo de hablar demasiado radica en convertir la palabra presidencial en un recurso cotidiano, banalizado. Cuando la máxima autoridad del país responde a cada controversia o disputa interna, el mensaje pierde jerarquía y se diluye el poder simbólico del cargo. La comunicación política requiere medir cada intervención como si fuese una jugada en un tablero complejo donde cada movimiento tiene efectos acumulativos.

El equilibrio entre comunicar y administrar el silencio es clave para sostener la legitimidad. Un liderazgo sólido se construye no solo con discursos, sino también con prudencia, mesura y capacidad para elegir cuándo es mejor no intervenir. Además, con el experimento anarco capitalista de Milei, que no se ha aplicado en ningún lugar del mundo, es imposible que en Argentina sobren los dólares y salgan por las orejas. Hasta ahora, lo único que ha hecho es aumentar la deuda externa e interna. Y la fuga de divisas.  

La Opinión Popular
 

14-10-2025 / 10:10
El doble femicidio de Luna Giardina (24) y Mariel Zamudio (56) es una tragedia que no puede leerse como un caso aislado. Su asesino, Pablo Laurta, no solo tenía denuncias previas por violencia de género: también era militante libertario, fundador de la agrupación Varones Unidos, y aliado ideológico de los exponentes de la "batalla cultural" del gobierno de Javier "el Loco" Milei, entre ellos Nicolás Márquez, biógrafo del presidente, y Agustín Laje, al frente de la Fundación Faro, think thank libertario. La vinculación no es solo por las fotos o saludos entre ellos, sino por sus esfuerzos por convocar a que los varones sientan supremacía sobre las mujeres. También se afirma que Laurta comparte las ideas de Milei.

En abril de 2018, Laurta organizó en Montevideo la presentación de El libro negro de la nueva izquierda, obra de Laje y Márquez. Laje, politólogo, es referente de la "batalla cultural". Márquez, abogado y biógrafo, comparte esa agenda. En aquel evento Laurta ofició de anfitrión, reforzando su perfil como activista libertario. Hoy, acusado de secuestrar a su hijo y de doble femicidio, su pasado político vuelve a quedar bajo la lupa. En 2018, tanto Marquez como Laje no se habían hecho de la fama que tienen ahora, sin embargo, ya disponían de un red internacional en connivencia con una parte del Estado que les permitía sentar las bases por la cruzada antifeminista que actualmente es parte del plan de gobierno en Argentina.

Laurta, con un marcado discurso de odio contra el feminismo, hizo de su violencia una bandera política. Negaba las denuncias en su contra, se victimizaba como "padre separado injustamente" y difundía el mito de las falsas denuncias, una narrativa misógina que hoy encuentra eco en el propio Congreso, impulsada por legisladoras libertarias y Carolina Losada. El femicida incluso organizó una charla junto a Laje y Márquez en el Parlamento uruguayo, donde se disertó contra el feminismo y la llamada "ideología de género". Las mismas ideas que él promovía fueron las que legitimaron su odio.

Mientras tanto, Luna había hecho todo lo posible por sobrevivir: denunció, se mudó, huyó del país, pero nadie la protegió. El sistema judicial la abandonó, y la política que debería defender a las mujeres eligió dar lugar a discursos que relativizan el machismo y ridiculizan el feminismo.

En ese contexto, resulta tan cruel como paradójico que el único proyecto presentado por una diputada de La Libertad Avanza en el Congreso sea el que agrava las penas por "falsas denuncias", un problema que, según estadísticas internacionales, representa menos del 0,1 por ciento de los casos.

El femicidio de Luna y Mariel no solo es un crimen, es una advertencia: cuando desde el poder se promueven teorías que niegan la violencia de género y se desfinancian las políticas de asistencia, los violentos se sienten impunes. Porque mientras Milei y su entorno celebran su "batalla cultural", las mujeres siguen siendo asesinadas cada 27 horas. Laje, el ideólogo libertario, salió a desligarse del detenido por el brutal crimen en Córdoba. Pero las fotos y los saludos con Laurta lo vinculan con él.


¿Hasta cuándo vamos a seguir contando mujeres asesinadas por el hecho de ser mujeres de parte de varones que las creen de su propiedad? Hace años venimos repitiendo que el machismo mata, que la violencia de género existe y que la impunidad y la negación libertaria de esta problemática estructural es la peor prevención.

La Opinión Popular



13-10-2025 / 08:10
Es difícil justificar, aunque pueda ser comprensible, que para animarse a una opinión haya alguna o mucha gente esperando "los detalles finos" de cómo el Tesoro estadounidense asumió la conducción económica argentina hasta límites jamás vistos.
 
Con mucho esfuerzo, podría entenderse que los especialistas del área aguarden la letra chica a fines de evaluar cuestiones técnicas en torno a una entrega de pies, manos y demases. Pero, de allí para abajo, todo es tan obvio -declaradamente obvio- que resulta una violación del sentido común ponerse a aguardar mayores precisiones.
 
¿Qué es lo que debe esperarse para saber en qué radica un comunicado en inglés de Scott Bessent, como reemplazo de toda información oficial del gobierno argentino? Acá en el Virreinato nadie dice nada. Arteche permanece en silencio. ¿Qué pretenden hurgar respecto de que el nuevo ministro de Economía haya hablado del compromiso de sacarse a China de encima?
 
¿Quién puede tomarse en serio que el Tesoro de los Estados Unidos compra pesos a sólo canje de solidaridad geopolítica? ¿Cuántos zombies persisten sin asimilar que el mercado te funde y el Estado (el de los Estados Unidos) te salva? ¿Quién queda, con honestidad intelectual, para llamarle "éxito" a un programa económico que requiere de intervención extranjera directa, luego de haberse comido un blanqueo, un préstamo del FMI, un refuerzo del mismo organismo y parte de toda una cosecha?
 
¿Cuánto dura hoy la memoria de los pueblos para registrar cómo termina lo que siempre terminó exactamente de la misma manera, desde el primer préstamo del FMI en 1958 y excepción hecha de cuando Néstor Kirchner los mandó con los condicionamientos a otra parte? ¿Cuánta más data se requiere desde que el nuevo embajador Lamelas habló derecho viejo, ante su comisión evaluadora, de ir a Argentina "provincia por provincia" para supervisar y controlar hacia dónde enfocarán el perfil productivo?
 
Si Bessent dice que "estamos comprando barato" porque la Argentina anda de regalo, ¿qué es lo que después venderán caro? ¿Lo que hasta Paul Krugman sindicó como el rescate para los socios del amigazo, ex administrador de fondos buitre y colaborador de los bonistas atrapados aquí, con papeles basura, a quienes ahora les construyeron una autopista para salirse urgente?
 
¿Con cuáles y cuántos dólares que Argentina no produce ni emite se afrontarán los que ya se fumó el bloque de Caputo Toto? ¿Con los que Bessent aclara que sólo estarán si a Jamoncito le va bien en las elecciones, porque el swap no es otra cosa que una efigie para tener en la vidriera por si las moscas? Por razones de pudor profesional, uno evita hasta donde puede el uso de lenguaje panfletario. Pero a veces, como ésta, ni puede, ni quiere, ni debe.
 
¿Qué más hace falta para que el entramado mediático que ampara al oficialismo no se anime, siquiera, a interrogar tímidamente sobre el entreguismo bizarro? ¿Son tan grandes los sobres? ¿La cobardía? ¿Las cabezas colonizadas? ¿Los intereses e influencia del grupo de medios y aledaños más grande de nuestro Estado Libre Asociado, que se endeudó en unos mil millones de dólares por la compra de Telefónica?
 
Guillermo Francos declaró este viernes que no cree que sea como dice Bessent. Que no le parece que hayan negociado expulsar a China a como dé lugar, más tarde o más temprano. ¿Que no cree, dice Francos? ¿El Jefe de Gabinete no sabe lo que transa su Gobierno y nadie le repregunta?
 

12-10-2025 / 10:10
La derecha libertaria del cipayo Javier Milei suele vender la fantasía de que existe la posibilidad de ser una colonia yanqui próspera. Es una visión que trae interrogantes: el modelo neocolonial, ¿fracasa por impericia del imperio o por la voracidad de las élites económicas? Para ello hay que dejar de lado cualquier sentimiento de orgullo nacional. Hay que cambiar la frase de San Martín "seamos libres que lo demás no importa nada" por "seamos esclavos prósperos que lo demás no importa nada".
 
El espejismo es el siguiente: si uno se vuelve obediente de la potencia dominante, los norteamericanos motorizan miles de millones de dólares en inversiones que generan empleo y prosperidad. Un buen punto de partida entonces es analizar la situación económica y social de países de la región que llevan muchos años de alineamiento total con Estados Unidos. Si poner bases militares estadounidenses trajera bienestar, Colombia debería ser el país más próspero del planeta. Tiene siete bases en su territorio. Ahora gobierna una expresión de la izquierda nacionalista colombiana, Gustavo Petro, pero después de más de dos décadas de gobiernos de derecha. 
 
¿Colombia es próspera? Un dato local: entre 2010 y el 2022 la cantidad de colombianos que viven en Argentina se multiplicó por siete. Pasó de 17 mil a 111.000. Se suele poner el foco en el crecimiento de los migrantes venezolanos para retratar la catástrofe social del gobierno de Nicolás Maduro -asediado por EE UU-, pero se oculta lo que pasa con la diáspora colombiana porque ha sido gobernada por la derecha. Los colombianos prefieren venir a la "infernal" Argentina porque pueden estudiar en la universidad pública y conseguir trabajo. Nada más y nada menos.
 
Otro país que estuvo absolutamente doblegado, y a lo mejor se justifica por su pequeño tamaño, es Honduras. En la década de 1980 fue la base de entrenamiento militar contra la revolución sandinista en Nicaragua. Los militares argentinos fueron para enseñar a torturar. En Honduras está la base de Soto Cano (Palmerola) desde 1982.
 
Estados Unidos la utiliza para que aterricen los aviones con los hondureños que Donald Trump deporta con su política de acusar a los migrantes por la falta de empleo y la delincuencia. Ahora gobierna Honduras Xiomara Castro, que conoce bien la injerencia gringa que motorizó el golpe de Estado contra su esposo Manuel Zelaya en 2009. ¿Honduras es próspero? El PBI per cápita es la cuarta parte del argentino.
 
Otro país con bases de EE UU es El Salvador. En este caso el modelo de intervención es más parecido al que se está proponiendo para Tierra del Fuego, una base de operación conjunta ubicada en Comalapa, cerca de la frontera con Honduras y Guatemala. La excusa ya no es la del siglo pasado, la batalla contra el comunismo, ahora es contra el narcotráfico.
 
Es muy difícil no afirmar que la lucha contra el narco es una excusa cuando se cruza información. En Colombia -se dijo- los americanos tienen siete bases. En mayo de este año la DEA presentó un informe en el que sostiene que el 80% de la cocaína que se consume en Estados Unidos se produce en Colombia. ¿Para qué sirven las bases entonces? ¿La famosa guerra fracasa o en realidad no hay ninguna guerra y se utiliza para intervenir? ¿Qué haría todo ese despliegue de fuerzas de seguridad y militares si no existiera el narcotráfico?
 
Los yanquis nunca apostaron a impulsar el desarrollo económico y social en la región. Los motivos son varios, entre otros porque el desarrollo puede colaborar con que se forme un bloque que genere un poco de contrapeso a la hegemonía de EE UU en el continente. Un buen ejemplo es México, que comparte 3000 kilómetros de frontera con EE UU. Ha mejorado su situación los últimos siete años bajo un gobierno que no practica el alineamiento automático con Washington, todo lo contrario de los espejitos de colores que la derecha vende.   
 
La Opinión Popular
 

11-10-2025 / 10:10
A través de una cuenta en el Banco Santander, el Tesoro norteamericano vendió 200 o 300 millones de dólares y le pagaron con pesos argentinos. El día anterior, el Banco Central había disparado el doble de dólares en esa operación: vender para mantener el precio bajo y contener la inflación. La intervención del Tesoro de los EE.UU. no es común y, más bien fue pequeña, aunque el oficialismo festejó como si fuera una salvación definitiva.
 
Pero cada día se presenta el mismo problema porque no solucionó el problema de fondo ¿Hasta cuándo el Tesoro seguirá vendiendo dólares? No hay solución. Por el contrario, generó más dependencia. En este momento, la potencia occidental defiende a sangre y fuego zonas de influencia que se arroga como propias, en las que incluye a la Argentina.
 
Hubo un swap también de 20 mil millones de dólares. Pero no se pueden utilizar en el mercado de cambio donde el gobierno dilapidó, un blanqueo, un préstamo del FMI y una cosecha. Miles de millones de dólares que se fueron por el agujero de la especulación, la única variable que intentó manejar y nunca pudo. Todas las demás se descontrolaron o cuelgan de un hilo.
 
La inmensa mayoría de los argentinos sufre dificultades para comprar alimentos y remedios o alquilar a precios inalcanzables con salarios y jubilaciones pisadas. El consumo de carne bajó el 50 por ciento desde que asumió este gobierno. Y los jubilados tienen que elegir entre comer o curarse.
 
Forma parte de las secuelas de un mundo agresivo. Con una flota imperial de guerra que amenaza las costas de Venezuela, la academia noruega otorgó el premio Nobel de la Paz a Corina Machado, una opositora que apoyó el genocidio en Gaza y que pidió a Estados Unidos que invadiera su patria sin importarle el costo en vidas venezolanas. Todo el continente quedó bajo esta amenaza. Los debates alrededor de la figura presidencial de Nicolás Maduro pasan a un segundo plano ante la posible invasión de un país hermano.
 
Europa fue arrastrada por Washington a una espiral guerrerista suicida. Los países latinoamericanos son empujados a ese camino con la flota instalada en el Atlántico y con una de las bases más importantes de la OTAN instalada en las Malvinas. La extendida base tiene decenas de barracas para alojar a cinco mil soldados, más arsenales y otras instalaciones, además de hangares y una pista de aterrizaje de 2600 metros en la que operan aviones de tecnología avanzada. En este momento tiene 1500 efectivos entrenados en modo comando y de despliegue rápido, con capacidad de llegada a Chile, Argentina, Uruguay, Bolivia, Paraguay y el sur de Brasil.
 
En contrapartida, a instancias de Gran Bretaña, la OTAN obligó a la Fuerza Aérea argentina a comprar radares de corto alcance para instalar en los F-16. Con ese alcance, los F-16 se convierten en aviones de paseo. A cambio de estos falsos salvatajes en la economía, Argentina comprometió total acatamiento a la OTAN, donde los principales aliados son Estados Unidos y Gran Bretaña. Washington obtuvo la promesa de otra gran base de la OTAN en Tierra del Fuego lo que motivó la repetida visita de los jefes del Comando Sur, algo que nunca antes había ocurrido con tanta frecuencia.
 
Una parte de las exigencias de los Estados Unidos ha sido que Argentina deponga sus reclamos sobre Malvinas, porque cualquier movimiento con la OTAN en la región lo hará en conjunto con su aliado principal que es Gran Bretaña. En Naciones Unidas, el presidente Javier Milei se reunió con la presidenta de Kosovo, a la que Serbia considera parte de su territorio. Con esa acción, Milei comprometió el principio de integridad territorial sobre el que se basa el reclamo argentino por Malvinas.
 

Milei nos quiere colonia y a los pies de EEUU. que considera a América Latina como una zona de influencia (o "patio trasero") desde la época de la doctrina Monroe: "América para los americanos". Sobre este esquema ahora busca apuntalar ese dominio con bases y estrategias en común con la OTAN y Gran Bretaña. Incluso se habló de reuniones secretas de jefes militares argentinos con la embajada británica. ¡Fuera yanquis de Argentina y América Latina!
 
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