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Sociedad e Interés General - 17-01-2024 / 08:01
JUNTO AL GENERAL MOSCONI, PARTICIPÓ DEL DESARROLLO DE YPF

General Alonso Baldrich, defensor del petróleo argentino

General Alonso Baldrich, defensor del petróleo argentino
El 17 de enero de 1870, en Buenos Aires, nace Alonso Baldrich. Junto con el general Enrique Mosconi, participó del desarrollo de la petrolera estatal YPF y de la lucha contra la injerencia política de la empresa yanqui Standard Oil.
El 17 de enero de 1870, en Buenos Aires, nace Alonso Baldrich. Fue un militar, ingeniero, escritor y activista político argentino. Fue general de brigada, y junto con el general Enrique Mosconi, participó del desarrollo de la petrolera estatal YPF y de la lucha contra la injerencia política de la empresa yanqui Standard Oil.
 
Denunció las acciones de la Standard Oil en Salta que incluían la contratación de abogados emparentados con el gobernador, la impartición de justicia por mano propia, y la enajenación ilegal de tierras. Se lo considera uno de los principales exponentes del nacionalismo económico en su época.
 
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La cuestión del petróleo
 
El debate sobre la nacionalización del petróleo creció gradualmente entre 1910 y 1927. En 1910 se publicó la obra seminal El Petróleo, por Jorge Newbery y Justino Thierry; que inspiró un proyecto de ley del diputado radical Carlos Melo en 1916, sin obtener resultados favorables.
 
Al año siguiente el diputado del partido conservador Rodolfo Moreno propuso la misma ley, pero fue nuevamente rechazada. En 1919 y 1921, el presidente Hipólito Yrigoyen envió dos proyectos que resultaron bloqueados en el senado por la mayoría que ostentaba el partido conservador.
 
Aun así la presencia del tema en discusiones públicas fue en aumento por el trabajo de Manuel Ugarte y de José Ingenieros, quien en 1925 apoyó la fundación de la Unión Latinoamericana, junto a Alfredo Palacios, Carlos Sánchez Viamonte, y Julio V. González.
 
La política imperialista de la Standard Oil ejercía una influencia avasallante en Bolivia, y buscaba expandirse a los yacimientos del Norte Argentino. Por este motivo, en 1927 Baldrich participó en la fundación de la Alianza Continental, una organización liderada por Arturo Orzábal Quintana, con el objetivo de promover una ley de nacionalización de los yacimientos petrolíferos. Durante ese año recorrió el país dando discursos en Buenos Aires, Bahía Blanca, Córdoba, Rosario, Tucumán y Montevideo.
 
Empeñado en denunciar las acciones de la Standard Oil en Salta (que incluían la contratación de abogados emparentados con el gobernador, la impartición de justicia por mano propia, y la enajenación ilegal de tierras), Baldrich publicó artículos en los diarios La Nación y El Intransigente y logró despertar un interés masivo por el tema, que preocupaba hasta ese entonces sólo a los radicales antipersonalistas.
 
Su superior, el general Agustín Justo, no lo apercibió pero decidió pasarlo a retiro a principios de 1928. La ley de nacionalización del petróleo había recibido la sanción de la cámara de diputados en 1927, para ser nuevamente rechazada por el senado.
 
Luego de su retiro forzado, Baldrich se dedicó al periodismo como director del periódico La Argentina, en que denunció a varios senadores del conservadurismo del interior mostrando los beneficios que obtendrían con la venta de tierras a las multinacionales del petróleo.
 
Fuente: Wikipedia

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26-07-2024 / 08:07
El 26 de julio es un día de recordación para todos los sectores populares, porque ese día murió de cáncer y a los 33 años,  esa gran revolucionaria que fue María Eva Duarte, Eva Duarte, Eva Perón, o Santa Evita y que quiso ser llamada simplemente Evita.

Querida por el Pueblo hasta el misticismo y odiada por la oligarquía hasta la profanación de su cadáver, legó a su Patria una extraordinaria obra de justicia social, los derechos de los trabajadores y de la mujer, y el ejemplo de su fuerte compromiso militante por el bienestar de los pobres.

Tuvo el derrotero de vida de una heroína predestinada a la grandeza, que consiguió sobreponerse al espanto de la niñez y la juventud para alcanzar la cima rompiendo con todos los mandatos sociales de la época. De origen humilde, migró a la ciudad de Buenos Aires a los 15 años donde se dedicó a la actuación, alcanzando renombre en el teatro, el radioteatro y el cine. En 1943 fue una de las fundadoras del sindicato de la Asociación Radial Argentina (ARA), siendo elegida presidenta. En 1944 conoció a Juan Perón, entonces secretario de Estado.

Participó activamente en la generación de la histórica movilización revolucionaria del proletariado argentino el 17 de octubre de 1945 y en la campaña electoral de 1946 que permitió el triunfo popular. Con el Pueblo en el Gobierno, impulsó y logró la sanción en 1947 de la ley de sufragio femenino. Tras lograr la igualdad política entre los hombres y las mujeres, buscó luego la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida con el artículo 39 de la Constitución de 1949.

En 1949 fundó el Partido Peronista Femenino, el que presidió hasta su muerte. Desarrolló una amplia acción social a través de la Fundación Eva Perón, dirigida a los sectores más pobres. La Fundación construyó hospitales, asilos, escuelas, impulsó el turismo social creando colonias de vacaciones, difundió el deporte entre los niños, otorgó becas para estudiantes, ayudas para la vivienda y promocionó a la mujer en diversas facetas. Adoptó una posición activa en las luchas por los derechos sociales y laborales y se constituyó en vínculo directo entre Perón y los sindicatos. 

Los gorilas oligarcas la despreciaron tanto que no lograron más que agigantar sus logros y volver más férrea la defensa popular. Su voz, sus discursos, su joven belleza y su rebeldía quedaron para siempre en el corazón de todo un pueblo. Inmortal, intocada por la muerte, agigantada en su martirio por el cáncer y el robo su cuerpo, es un mito que el tiempo se encarga de tener siempre vigente, aquí en su Patria y en el mundo.
 
Como a todos los grandes líderes populares de la historia, el odio la envolvió y la siguió más allá de la muerte. Sus enemigos, la antipatria y la oligarquía, ejecutaron la macabra y enfermiza venganza de profanar y secuestrar su cadáver.

Ni siquiera así, y prohibiendo nombrarla, sus enemigos pudieron arrancarla de la memoria y el cariño popular. El odio de la oligarquía y el amor del pueblo son parte del mismo fenómeno, escindido en dos efectos antagónicos; uno y otro se alimentan recíprocamente.

Evita sigue viva, mas revolucionara, más mujer, más combativa que nunca. Ya volvió, en los albores de los años ´70, como símbolo y bandera revolucionaria, en un periodo de grandes transformaciones políticas y sociales, en Argentina y en toda Latinoamérica, para sumar a vastos sectores juveniles a la militancia por el retorno de Juan Perón.

Evita reaparece siempre en su ejemplo, para que pongamos en práctica los valores que nos legó, como bien lo recordara el poeta José María Castiñeira de Dios en "Volveré y seré millones".

Reivindicando a Néstor Kirchner
Escribe: Blas García 

26-07-2024 / 08:07
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