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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 14-01-2024 / 08:01
BUENA PARTE DEL PAÍS INDAGA SOBRE LA SALUD MENTAL DEL NUEVO PRESIDENTE

¿Javier Milei es loco o se hace?: Locura, improvisación, incompetencia o estrategia

¿Javier Milei es loco o se hace?: Locura, improvisación, incompetencia o estrategia
Sea por locura, improvisación, incompetencia o estrategia el nuevo gobierno apuesta lo que no tiene, amenaza con lo que carece y aprieta el acelerador sin saber si los frenos están cortados. Sea por locura, incompetencia o estrategia está llevando a la Argentina a un escenario inédito.
¿Javier Milei es o se hace?, se pregunta buena parte del país convencido de que la respuesta es decisiva a la hora de decidir si se suspenden las vacaciones, si los chicos siguen en la privada o si la prepaga será en poco tiempo un borroso recuerdo. Algunos buscan el consejo de algún periodista cercano, o del amigo del amigo que alguna vez conoció a alguien que lo conoció.
 
Sin embargo, deberían dejar de hacerlo porque da lo mismo. Sea por locura, incompetencia o estrategia el nuevo gobierno apuesta lo que no tiene, amenaza con lo que carece y aprieta el acelerador sin saber si los frenos están cortados. Sea por locura, incompetencia o estrategia está llevando a la Argentina a un escenario inédito.
 
Mauricio Macri se apunta a la cabeza de los que creen que es loco. Tanto lo es que hizo en solo unos días lo que a él le llevó años: destrozar a niveles record los ingresos de trabajadores y jubilados, apuntar a la columna vertebral de los sindicatos, desterrar la idea de que los débiles merecen protección legal frente a los poderosos y sentar las bases de una estructura represiva que haga perdurar semejante esquema en el tiempo.
 
Este escenario se puede poner en números:
-      Con una megadevaluación exagerada hizo saltar la inflación mensual de la franja del 8 al 12 por ciento a la que va del 20 al 30. Es lo que se vio en diciembre y se repetirá por lo menos en enero, febrero y marzo.
-      Los convenios ya negociados en el mejor de los casos registran aumentos del 10% mensual. Algunos gremios muy fuertes intentarán aunque sea correr de atrás a la estampida. Los informales quedarán librados a su suerte.
-      Se completa el círculo con la recesión que inducen las medidas de Toto Caputo. Irá creciendo la desocupación y bajarán las posibilidades de pelear por mejoras. Para acelerar ese proceso, está la apertura de importaciones.
-      El Gobierno dice que busca defender los ingresos de los jubilados, pero ya en el primer mes congeló el bono que había otorgado Sergio Massa, que así ya no compensa la inflación ni siquiera a los de la mínima. Con el 25,5% de diciembre y otro tanto en enero, la caída del ingreso real rondará los 30 puntos. Además, eliminó la devolución de IVA que implicaba para los pasivos 18.800 pesos extras.
-      Descartar cualquier fórmula de actualización le permitirá al Gobierno asegurarse que cuando baje la inflación, por el parate general de la economía, los jubilados no recuperen lo que fueron perdiendo mientras subía.
-      El proceso de caída en los ingresos populares será más rápido y pronunciado que los que produjeron el golpe de 1976 y el macrismo. Para colmo, la velocidad del pase a precios generará en poco tiempo la expectativa de una nueva devaluación. Cuando se produzca, volverá la aceleración en las remarcaciones y se reiniciará el círculo negativo.
 
Frente a este panorama, aunque Milei lo dejó fuera de las marquesinas, Macri festeja por partida doble. Porque está convencido de que para dar semejante golpe había que hacerlo de entrada, con las esperanzas todavía intactas entre los que lo votaron y el fracaso todavía fresco entre los derrotados. Y porque está seguro de que el presidente no saldrá indemne de semejante locura y que la crisis que se desatará lo pondrá contra las cuerdas.
 

 
Allí lo espera con los brazos abiertos, ya sea para imponerle el próximo elenco ministerial (no casualmente varios de los principales economistas neoliberales desaparecieron estos días de los medios seguros de que pronto llegará su oportunidad) o para otorgarle su respaldo a la que desde ahora aparece como "lista para lo que sea", como se autodefinió la vice Victoria Villarruel después de leer la frase en una nota sobre ella en el Financial Times.
 
Pero Milei puede ser loco pero no come vidrio. Está convencido de la conspiración entre Macri y su vice, algo que tanto él como los dos acusados niegan en público, y ya se encargó de limitar al máximo su influencia en el gobierno. "Hay veces que a los paranoicos los persiguen", repiten cerca del actual presidente algunos que conocen bien al ex.
 
 
Milei se hace
  
Carente de diputados y senadores, huérfano de gobernadores e intendentes, Milei hace de la necesidad virtud. Ignora su debilidad y arremete contra todo lo que tiene cerca. Desprecia a los macristas que no saltaron a su barco, acusa de coimeros a los radicales y amenaza con jugar a todo y nada con un plebiscito si la "casta", o sea cualquiera que no esté dispuesto a consentir sus deseos, no le da el gusto de aprobar completos su DNU y la Ley Omnibus.
 
Para una parte del espectro político, esta temeraria conducta no es una locura. Están seguros de que Milei se hace, que solo se trata de una estrategia para avanzar todo lo posible antes de que el poder se le escurra de las manos. Y suponen que eso ocurrirá pronto. El presidente de la bancada radical en Diputados, el cordobés Rodrigo de Loredo, considera que los libertarios están haciendo un despliegue de astucia pero que él puede competir en picardía.
 
Aterrorizado por sus votantes (el 75% de sus comprovincianos votó a Milei), no está dispuesto a aparecer enfrentado al Presidente ni, mucho menos, a compartir alguna foto con los demonizados peronistas. Pero no le molesta asumir la famosa recomendación de Felipe Solá ("Para hacer política hay que hacerse el boludo") y tratar de retrasar la discusión del DNU unos meses, cuando supone que el impacto de las medidas económicas ya habrá limado buena parte de la actual audacia presidencial y lo hará más proclive a los compromisos.
 
Las últimas intervenciones de Milei y Caputo, amenazando con medidas aún más duras si el Congreso no les da luz verde, dan sustento a la idea de que por delirante que parezcan sus aspiraciones no responden a un cuadro clínico sino a una arriesgada apuesta política que quedó expuesta el 6 de agosto pasado.
 
"Puede ser que nuestros proyectos sean rebotados, entonces llamaremos a un referendum. Y si no lo dejan pasar van a tener que explicar por qué no quieren que la sociedad elija. Y si hacemos el referendum y nos va mal, sabés qué, no importa, porque entonces voy a sobrereaccionar el ajuste fiscal, es decir, tenemos plan a, plan b, plan c y plan d. Nosotros estamos convencidos de las reformas que hay que hacer y estamos dispuestos a pagar los costos que sean para hacerlas", aseguraba ese día Milei ante el impresionado periodista de La Nación+, en un mensaje directo a los grandes empresarios que por entonces apostaban al PRO.
 
 
Sea o se haga, da lo mismo
 
Pasen o no el DNU y la Ley Omnibus por el Congreso, nada garantiza que el anhelado déficit cero sea alcanzado. El desplome de la actividad por la caída del consumo ya está impactando en la recaudación y está en duda que los ingresos fiscales esperados por el fin de la sequía alcanzarán a compensarlo.
 
El Gobierno aspira a que la recesión, la consiguiente desocupación y la retracción de las ventas impidan que los empresarios sigan la loca carrera de los precios antes de que aparezca en el horizonte una nueva devaluación. Pero aún si eso ocurre habrá que ver si los ajustados aceptan pacientemente su destino.
 
Los estudios más precisos muestran que el tradicional voto gorila, alrededor del 40/45% del total, se mantuvo casi por completo fiel a Milei y que Unión por la Patria perdió la elección por el 10/15% de votos peronistas que, desesperados por los efectos de la pandemia, no fueron a votar en 2021 y en 2023 se volcaron hacia la novedad libertaria desde la primera vuelta, en busca de una salida milagrosa a su calvario.
 
Parece estar allí, más que en los seguidores de las dispersas tribus de Juntos por el Cambio, la llave de la situación. Y nadie puede anticipar el tiempo que les tomará definirse. Pero ya hay síntomas de que no será demasiado. Algo realmente excepcional debe estar pasando en Argentina para que la conducción cegetista, que nadie puede considerar atolondrada, llame a un paro con movilización a solo 45 días del comienzo de un gobierno recostado en el 55,6% del balotaje.
 
¿La CGT es o se hace? Da lo mismo. Lo único seguro es que el 24 de enero empezará otra historia.
 
Por Ernesto Tiffenberg
 
Fuente: Página 12
 

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26-12-2025 / 07:12
Sea por la infatuación que le dio el triunfo en las elecciones de octubre, por un criterio equivocado o por simple ignorancia política, el gobierno de Javier "el Loco" Milei ha incurrido en un error que puede resultarle caro. Aunque no explícitamente, se ha indispuesto con la Iglesia Católica, porque esta defiende la Justicia Social.
 
Se sabe que esta institución, se diría que, desde siempre, ha sido el credo mayoritario en el país, con militancia de las clases altas y muchas de las jerarquías militares, y si no recordar los últimos meses del primer período de gobierno peronista, cuando hubo un abierto enfrentamiento con la Iglesia y los aviones que bombardearon a gente inocente en Plaza de Mayo lo hicieron con el claro signo de "Cristo Vence" escrito en el fuselaje de sus máquinas.
 
Aquí y ahora la situación no ha llegado a extremos semejantes, pero se manifiesta claramente en el tradicional cambio de saludos para fin de año que concretaron la Iglesia y el Gobierno. A una nota enviada por el arzobispo al Presidente en la que destaca "nuestro anhelo de una paz social sólida, fundada en el cuidado de cada persona y especialmente de quienes atraviesan mayores fragilidades: los pobres, los trabajadores que sostienen día a día la vida del país y los ancianos cuya sabiduría y experiencia necesitamos valorar y acompañar".
 
Milei respondió diciendo que aprecia y valora "el llamado a la reflexión, a la paz social y el compromiso por el bien común" planteado por la jerarquía católica" y sostiene que "seguiremos trabajando incansablemente para generar las condiciones que permitan a cada argentino desarrollarse con dignidad, libertad y oportunidades reales de progreso, especialmente a quienes se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad".
 
Es fácil advertir que ambas misivas rezuman protocolo. Es posible que en el proceder de la Presidencia se refleje la dudosa capacidad de sus colaboradores en la materia (tal como se ha hecho evidente en materia diplomática) pero en el asunto cuentan dos hechos altamente significativos.
 
El primero es la abierta confesión de Milei de su militancia en la religión judía, la que no sólo lo ha llevado a alineamientos internacionales con Israel que hicieron trizas la tradicional neutralidad argentina; y también a cometer algunas torpezas dentro del rito mismo. Imbuida de una tradición de presidentes católicos o poco menos, la Iglesia debió deglutir en silencio el sapo que representó su presencia en actos de profunda significación dentro de la fe católica.
 
El otro error fue más grosero. No solamente faltó el tradicional encuentro de Navidad y Fin de Año entre ambos sectores político-religiosos; desde el Ejecutivo ha habido una suspensión de fondos a obras sociales que eran administradas por la Iglesia Católica, con el agravante -se diría que casi ofensa-- de derivarlos hacia congregaciones protestantes y evangelistas, miembros de la llamada Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera).
 
A primera vista parecería una áspera respuesta por elevación a las repetidas homilías que el Episcopado católico ha hecho públicas, claramente críticas de la actual política de gobierno. Tampoco hay que olvidar la presencia presidencial de hace algunos meses en la inauguración de un gran templo evangélico, que hasta contó con la concreción de pretendidos -y torpes-milagros. La falta de contactos efectivos mencionada antes tuvo un agravante: sus principales integrantes evangélicos sí fueron participantes de un encuentro con autoridades del Poder Ejecutivo.
 
"El presidente -ha dicho uno de los principales analistas en el tema- no invita a dialogar a las autoridades del Episcopado católico, mientras orienta fondos hacia los evangelistas de Aciera y celebra con ellos en Casa Rosada". Una relación que va de fría a congelada.
 
La Opinión Popular
 

24-12-2025 / 11:12
La guerra de las coimas. Daniel Garbellini, el hombre de los primos Menem al que Daniel Spagnuolo definía en sus audios como "un delincuente" y al que le echó toda la culpa por la corrupción con los remedios para discapacitados, declaró ante la Justicia que el verdadero culpable era el propio Spagnuolo. "El asumió la suma del poder en la Andis y era el único que tenía firma autorizada para realizar pagos", sostiene en un documento.
 
La causa sobre coimas, direccionamiento y sobreprecios en la compra de medicamentos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) dejó expuesta una batalla entre los principales imputados. Después de que el exdirector del organismo, Spagnuolo, buscara en un escrito responsabilizarlo por las irregularidades, Garbellini -su exnúmero dos, extitular de Acceso a los Servicios de Salud- le devolvió en un descargo la gentileza.
 
En el marco de la causa que investiga las irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad, Garbellini, ex número dos del organismo, presentó un escrito ante la Justicia en el que negó todas las acusaciones y trasladó la responsabilidad de las decisiones operativas y administrativas a Diego Spagnuolo, ex abogado personal de Javier "el Loco" Milei y exdirector ejecutivo de la entidad.
 
Garbellini fue removido de su cargo tras el escándalo por sobornos en la compra de medicamentos y detalló que asumió la Dirección de Acceso a los Servicios de Salud en junio de 2024. Según su descargo, sus funciones se limitaban a la gestión del programa Incluir Salud, destinado a brindar cobertura médica a personas con discapacidad sin obra social, y no incluían facultades decisorias sobre contrataciones ni sobre bajas de pensiones.
 
En su presentación, sostuvo que el control total del sistema informático, las compulsas de precios y los pagos estaban en manos exclusivas de la Dirección Ejecutiva. "Tanto el suscripto como el resto de los funcionarios éramos usuarios del sistema", afirmó, y remarcó que el acceso pleno e irrestricto a la información dependía únicamente del director ejecutivo.
 
Garbellini insistió en que no tenía atribuciones para transparentar o abrir las contrataciones, y que cualquier falta de publicidad o control público fue una decisión ajena a su responsabilidad. Incluso aseguró haber sugerido cambios estructurales que fueron rechazados con el argumento de que "todo se hacía por urgencia".
 
El caso se originó a partir de grabaciones que involucraban a Spagnuolo, aunque esas pruebas no fueron consideradas válidas por el fiscal Franco Picardi. En esos registros también se mencionaba un vínculo entre Garbellini y Karina Milei, a través de un colaborador cercano, aunque esa línea no avanzó formalmente.
 
Hasta ahora, el único testimonio oral fue el de Roger Grant, quien admitió irregularidades en las contrataciones del programa PACBI y aseguró que actuaba bajo órdenes directas de Garbellini, a quien señaló como la figura que definía la operatoria. Sin embargo, evitó referirse a presuntas coimas. El expediente también incorpora anotaciones secuestradas en un allanamiento que vuelven a comprometer al exfuncionario libertario y refuerzan la disputa de responsabilidades en la causa.
 
La Opinión Popular
 

23-12-2025 / 09:12
Un fallo de Cámara obliga al Gobierno a explicar ante la Justicia dónde está el oro que, en junio de 2024, el gobierno de Javier "el Loco" Milei sacó del Banco Central para enviar al exterior. Para los jueces, esa información constituye "un asunto de indudable interés público como es la administración de las reservas". La presentación la hizo La Asociación Bancaria, el gremio que descubrió y denunció la maniobra con los lingotes de oro. El presidente del Banco central, Santiago Bausili, ya se negó a contestar un requerimiento de la Auditoría General de La Nación. Junto a "Toto" Caputo sacaron el oro del país y nunca informaron sobre su destino.
 
En un operativo clandestino de ribetes policiales, comenzó una saga de ocultamiento de las autoridades sobre el destino de uno de los principales activos líquidos del organismo monetario. El diputado nacional y líder de La Bancaria, Sergio Palazzo, presentó varios pedidos de informes exigiendo a las autoridades que expliquen donde está el oro y que tipo de cauciones lo afectan. Caputo nunca quiso explicar su destino, se limitó a comentar muy por arriba en un programa de televisión que se giró a un banco para cobrar intereses. No explicó quien lo tiene ni qué tipo de operación se hizo con ese importante activo.
 
Ahora, la Justicia Federal ordenó este lunes al Banco Central que entregue información precisa sobre el destino del oro. En una resolución firmada por los jueces Guillermo Treacy y Pablo Gallegos Fedriani, la Sala V de la Cámara Contencioso Administrativa Federal, consideró que la autoridad monetaria no justificó de manera suficiente su decisión de no informar sobre el destino del activo y sostuvo que la negativa vulneró los principios de transparencia.
 
Es que Caputo y Bausili sostienen que la operación forma parte de la "administración" de las reservas y por ende es secreta. El mismo criterio opaco que Caputo utiliza para no dar precisiones sobre el swap firmado con Estados Unidos y los bonos que le entregó al Tesoro para que rentabilice la venta de dólares que hizo sobre el cierre de la campaña.
 
Los jueces fueron punzantes sobre el lamentable manejo de Caputo sobre información que debería ser pública. "La configuración de alguna de las excepciones legales a la entrega de información pública no puede depender de una apreciación unilateral del sujeto obligado", sostiene el fallo y subraya que es el Estado quien debe demostrar, de manera concreta, que la difusión de los datos solicitados causaría un daño a un interés legítimamente protegido.
 
El Banco Central respondió apenas con un comunicado formal que "había completado transferencias de parte de sus reservas en oro entre sus diferentes cuentas", sin precisar monto, destino ni motivo concreto. La respuesta evasiva del BCRA encendió alarmas. Porque ese oro no es un adorno: según informes oficiales, las reservas de oro rondan unos USD 4.900 millones, un componente significativo del total de activos extranjeros del Central.
 
Aunque la entidad insiste en que las operaciones no alteran el volumen agregado de las reservas, nadie sabe realmente dónde están físicamente esos lingotes y si siguen efectivamente en poder del Estado o se remataron en algunas de las operaciones de préstamos igualmente opacas que concretó Caputo. El balance del BCRA, en ciertos trimestres, llegó incluso a no mostrar ese componente con claridad, como si hubiera desaparecido entre páginas y cifras.
 
La Auditoría General de la Nación (AGN) reveló recientemente que el Banco Central se negó a entregar documentación sobre dónde están los lingotes, bajo qué condiciones se conservan y si parte del oro fue transformado en instrumentos financieros. El argumento oficial: la información es "confidencial" y su difusión podría poner en riesgo la seguridad de los activos. Como sea, la pregunta es: ¿dónde está el oro? Eso es lo que la Justicia ahora exige que responda Milei.
 
La Opinión Popular
 

22-12-2025 / 10:12
Las joyas de la abuela que remata el gobierno. A espaldas del Congreso, el Gobierno ya vendió 40 valiosos terrenos del Estado (pertenecientes a las fuerzas armadas, instituciones científicas y hasta predios de ex centros clandestinos de detención) y tiene 140 inmuebles más para subastar. Luis "Toto" Caputo sueña con conseguir unos mil millones de dólares mientras las grandes inmobiliarias amigas del gobierno, con Eduardo Costantini a la cabeza, se quedan con el botín.
 
Tierras del Plan Procrear, de las Fuerzas Armadas, ferroviarias, de instituciones científicas, predios de ex Centros Clandestinos de Detención y hasta un pedazo de montaña en Mendoza. Todo eso incluye la lista de más de 180 terrenos e inmuebles públicos que conforman el plan de ventas de bienes del Estado que ya avanza en el Gobierno de Javier "el Loco" Milei.
 
Los remates, que esta semana fueron noticia por la venta de tierras destinadas originalmente a viviendas sociales, se concentran por ahora en la Ciudad de Buenos Aires con las empresas de Eduardo Costantini como principales beneficiarias y otros grandes jugadores del sector, como el Grupo IRSA, codiciando las tierras.
 
A través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), y sin pasar por el Congreso, la fuerza libertaria ya vendió cerca de 40 bienes y tiene en lista otros 140 lotes e inmuebles publicados para subastar en lo que le queda de mandato.
 
La lista de subastas futuras cuenta con terrenos de hasta 300 hectáreas a vender en el interior del país con destino al negocio agropecuario o a grandes proyectos inmobiliarios. Especialistas y organizaciones ambientalistas advierten que se trata "de uno de los procesos de descapitalización pública más agresivos de nuestra historia reciente".
 
"Vamos a vender muchos de los activos de la AABE y eso va a generar un ingreso de miles de millones". No mentía el ministro de Economía, "Toto" Caputo, cuando a principios de junio reconocía que el gobierno remataría las tierras del Estado para intentar sostener las reservas, en conjunto con los procesos de privatizaciones y concesiones.
 
Sólo desde ese mes la Agencia abrió subastas para un total de 26 terrenos e inmuebles a los que hay que sumarle otros 17 procesos de remate que se habían abierto desde fines de 2023. En paralelo a las subastas de la AABE, el gobierno remata también las tierras que estaban destinadas al ya disuelto Plan Procrear y apunta a recaudar una suma de entre 800 y 1000 millones de dólares por todo el paquete. Aunque hubo ventas en Mendoza, La Plata, Pinamar y Córdoba, la mayor parte de los bienes vendidos hasta ahora se concentran en la Ciudad de Buenos Aires.
 
El terreno más grande de ese paquete es el predio de cuatro hectáreas que pertenecía al Ejército y que Eduardo Costantini adquirió por más de 120 millones de dólares. El mismo empresario se quedó con un lote de la Policía Federal en Bajo Belgrano a través de la firma Argencons, que controla desde mayo, en una subasta peleada en la que la empresa le ganó incluso al peso pesado de Eduardo Elsztain y su Grupo IRSA.
 
Antes, Costantini también había sumado otro terreno a pocos metros del Campo Argentino de Polo. En los tres casos se construirán desarrollos inmobiliarios.
 

21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

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