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                  16:47  |  Martes 04 de Noviembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 14-01-2024 / 08:01
BUENA PARTE DEL PAÍS INDAGA SOBRE LA SALUD MENTAL DEL NUEVO PRESIDENTE

¿Javier Milei es loco o se hace?: Locura, improvisación, incompetencia o estrategia

¿Javier Milei es loco o se hace?: Locura, improvisación, incompetencia o estrategia
Sea por locura, improvisación, incompetencia o estrategia el nuevo gobierno apuesta lo que no tiene, amenaza con lo que carece y aprieta el acelerador sin saber si los frenos están cortados. Sea por locura, incompetencia o estrategia está llevando a la Argentina a un escenario inédito.
¿Javier Milei es o se hace?, se pregunta buena parte del país convencido de que la respuesta es decisiva a la hora de decidir si se suspenden las vacaciones, si los chicos siguen en la privada o si la prepaga será en poco tiempo un borroso recuerdo. Algunos buscan el consejo de algún periodista cercano, o del amigo del amigo que alguna vez conoció a alguien que lo conoció.
 
Sin embargo, deberían dejar de hacerlo porque da lo mismo. Sea por locura, incompetencia o estrategia el nuevo gobierno apuesta lo que no tiene, amenaza con lo que carece y aprieta el acelerador sin saber si los frenos están cortados. Sea por locura, incompetencia o estrategia está llevando a la Argentina a un escenario inédito.
 
Mauricio Macri se apunta a la cabeza de los que creen que es loco. Tanto lo es que hizo en solo unos días lo que a él le llevó años: destrozar a niveles record los ingresos de trabajadores y jubilados, apuntar a la columna vertebral de los sindicatos, desterrar la idea de que los débiles merecen protección legal frente a los poderosos y sentar las bases de una estructura represiva que haga perdurar semejante esquema en el tiempo.
 
Este escenario se puede poner en números:
-      Con una megadevaluación exagerada hizo saltar la inflación mensual de la franja del 8 al 12 por ciento a la que va del 20 al 30. Es lo que se vio en diciembre y se repetirá por lo menos en enero, febrero y marzo.
-      Los convenios ya negociados en el mejor de los casos registran aumentos del 10% mensual. Algunos gremios muy fuertes intentarán aunque sea correr de atrás a la estampida. Los informales quedarán librados a su suerte.
-      Se completa el círculo con la recesión que inducen las medidas de Toto Caputo. Irá creciendo la desocupación y bajarán las posibilidades de pelear por mejoras. Para acelerar ese proceso, está la apertura de importaciones.
-      El Gobierno dice que busca defender los ingresos de los jubilados, pero ya en el primer mes congeló el bono que había otorgado Sergio Massa, que así ya no compensa la inflación ni siquiera a los de la mínima. Con el 25,5% de diciembre y otro tanto en enero, la caída del ingreso real rondará los 30 puntos. Además, eliminó la devolución de IVA que implicaba para los pasivos 18.800 pesos extras.
-      Descartar cualquier fórmula de actualización le permitirá al Gobierno asegurarse que cuando baje la inflación, por el parate general de la economía, los jubilados no recuperen lo que fueron perdiendo mientras subía.
-      El proceso de caída en los ingresos populares será más rápido y pronunciado que los que produjeron el golpe de 1976 y el macrismo. Para colmo, la velocidad del pase a precios generará en poco tiempo la expectativa de una nueva devaluación. Cuando se produzca, volverá la aceleración en las remarcaciones y se reiniciará el círculo negativo.
 
Frente a este panorama, aunque Milei lo dejó fuera de las marquesinas, Macri festeja por partida doble. Porque está convencido de que para dar semejante golpe había que hacerlo de entrada, con las esperanzas todavía intactas entre los que lo votaron y el fracaso todavía fresco entre los derrotados. Y porque está seguro de que el presidente no saldrá indemne de semejante locura y que la crisis que se desatará lo pondrá contra las cuerdas.
 

 
Allí lo espera con los brazos abiertos, ya sea para imponerle el próximo elenco ministerial (no casualmente varios de los principales economistas neoliberales desaparecieron estos días de los medios seguros de que pronto llegará su oportunidad) o para otorgarle su respaldo a la que desde ahora aparece como "lista para lo que sea", como se autodefinió la vice Victoria Villarruel después de leer la frase en una nota sobre ella en el Financial Times.
 
Pero Milei puede ser loco pero no come vidrio. Está convencido de la conspiración entre Macri y su vice, algo que tanto él como los dos acusados niegan en público, y ya se encargó de limitar al máximo su influencia en el gobierno. "Hay veces que a los paranoicos los persiguen", repiten cerca del actual presidente algunos que conocen bien al ex.
 
 
Milei se hace
  
Carente de diputados y senadores, huérfano de gobernadores e intendentes, Milei hace de la necesidad virtud. Ignora su debilidad y arremete contra todo lo que tiene cerca. Desprecia a los macristas que no saltaron a su barco, acusa de coimeros a los radicales y amenaza con jugar a todo y nada con un plebiscito si la "casta", o sea cualquiera que no esté dispuesto a consentir sus deseos, no le da el gusto de aprobar completos su DNU y la Ley Omnibus.
 
Para una parte del espectro político, esta temeraria conducta no es una locura. Están seguros de que Milei se hace, que solo se trata de una estrategia para avanzar todo lo posible antes de que el poder se le escurra de las manos. Y suponen que eso ocurrirá pronto. El presidente de la bancada radical en Diputados, el cordobés Rodrigo de Loredo, considera que los libertarios están haciendo un despliegue de astucia pero que él puede competir en picardía.
 
Aterrorizado por sus votantes (el 75% de sus comprovincianos votó a Milei), no está dispuesto a aparecer enfrentado al Presidente ni, mucho menos, a compartir alguna foto con los demonizados peronistas. Pero no le molesta asumir la famosa recomendación de Felipe Solá ("Para hacer política hay que hacerse el boludo") y tratar de retrasar la discusión del DNU unos meses, cuando supone que el impacto de las medidas económicas ya habrá limado buena parte de la actual audacia presidencial y lo hará más proclive a los compromisos.
 
Las últimas intervenciones de Milei y Caputo, amenazando con medidas aún más duras si el Congreso no les da luz verde, dan sustento a la idea de que por delirante que parezcan sus aspiraciones no responden a un cuadro clínico sino a una arriesgada apuesta política que quedó expuesta el 6 de agosto pasado.
 
"Puede ser que nuestros proyectos sean rebotados, entonces llamaremos a un referendum. Y si no lo dejan pasar van a tener que explicar por qué no quieren que la sociedad elija. Y si hacemos el referendum y nos va mal, sabés qué, no importa, porque entonces voy a sobrereaccionar el ajuste fiscal, es decir, tenemos plan a, plan b, plan c y plan d. Nosotros estamos convencidos de las reformas que hay que hacer y estamos dispuestos a pagar los costos que sean para hacerlas", aseguraba ese día Milei ante el impresionado periodista de La Nación+, en un mensaje directo a los grandes empresarios que por entonces apostaban al PRO.
 
 
Sea o se haga, da lo mismo
 
Pasen o no el DNU y la Ley Omnibus por el Congreso, nada garantiza que el anhelado déficit cero sea alcanzado. El desplome de la actividad por la caída del consumo ya está impactando en la recaudación y está en duda que los ingresos fiscales esperados por el fin de la sequía alcanzarán a compensarlo.
 
El Gobierno aspira a que la recesión, la consiguiente desocupación y la retracción de las ventas impidan que los empresarios sigan la loca carrera de los precios antes de que aparezca en el horizonte una nueva devaluación. Pero aún si eso ocurre habrá que ver si los ajustados aceptan pacientemente su destino.
 
Los estudios más precisos muestran que el tradicional voto gorila, alrededor del 40/45% del total, se mantuvo casi por completo fiel a Milei y que Unión por la Patria perdió la elección por el 10/15% de votos peronistas que, desesperados por los efectos de la pandemia, no fueron a votar en 2021 y en 2023 se volcaron hacia la novedad libertaria desde la primera vuelta, en busca de una salida milagrosa a su calvario.
 
Parece estar allí, más que en los seguidores de las dispersas tribus de Juntos por el Cambio, la llave de la situación. Y nadie puede anticipar el tiempo que les tomará definirse. Pero ya hay síntomas de que no será demasiado. Algo realmente excepcional debe estar pasando en Argentina para que la conducción cegetista, que nadie puede considerar atolondrada, llame a un paro con movilización a solo 45 días del comienzo de un gobierno recostado en el 55,6% del balotaje.
 
¿La CGT es o se hace? Da lo mismo. Lo único seguro es que el 24 de enero empezará otra historia.
 
Por Ernesto Tiffenberg
 
Fuente: Página 12
 

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04-11-2025 / 09:11
El Gobierno de Javier "el Loco" Milei pide tiempo. Tiempo para reestructurar el Gabinete, tiempo para ordenar su interna y tiempo, fundamentalmente, para que cambie la composición del Congreso y el poder vuelva a manos de La Libertad Avanza. Milei pretende patear el Presupuesto y las grandes reformas para el verano, cuando planea convocar a sesiones extraordinarias, pero se enfrenta a un problema: una mayoría opositora con fecha de vencimiento que resiste y que pretende, este martes, dictaminar el Presupuesto 2026.
 
Es una puja aritmética con final abierto. Este martes vence el plazo dictado por la Cámara de Diputados para dictaminar el Presupuesto, y el peronismo y el pichettismo están a la caza de las firmas necesarias para poder asegurarse que tendrán el número para presentar sus dictámenes. Cada sector redactó su propia propuesta, pero solo podrán presentarlos si consiguen que haya quórum en la comisión de Presupuesto. Esto es: el mágico número de 25 firmas.
 
El Gobierno, mientras tanto, quiere patear el tema para después de diciembre, cuando el Congreso se tiña de violeta y Milei pueda, con apoyo de los gobernadores, hacerse del control de la agenda legislativa. En el oficialismo confían en que tendrán una base de 111 aliados firmes -entre los que se incluyen a los libertarios, bullrichistas, PRO y radicales mileístas- y que, junto al apoyo de los gobernadores, podrán avanzar con todas las reformas que el presidente tiene planeadas para la segunda etapa de su gobierno. Incluido el Presupuesto.
 
Para resistir hasta diciembre, sin embargo, el Gobierno necesita boicotear el quórum de la oposición en la reunión de comisión del martes. Es la última gran amenaza de una oposición que, dentro de un mes, verá flaquear su poder de fuego y deberá resignarse a correr detrás de la agenda del presidente.
 
Una vez más, Martín Menem convocó al secretario de Hacienda, Carlos Guberman, a calmar las ansiedades de sus aliados. La última reunión que había organizado en su despacho, hace dos semanas, no había salido bien: Nicolás Massot y Eduardo Falcone le habían reclamado que incluyera la emergencia pediátrica, la ley de financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, y Guberman se negó. "No hay plata", afirmó, como toda respuesta.
 
Esta vez, la cumbre en el despacho de Menem fue más privada. El riojano solo invitó a los aliados más cercanos. Ni pichettistas de Encuentro Federal ni peronistas de Unión por la Patria ni ex libertarios del MID: solo los representantes de los gobernadores aliados y sus amigos, que el Gobierno cuenta como propios. Fueron la mendocina Pamela Verasay, el misionero Carlos Fernández, el radical "con peluca" Martín Arjol, la sanjuanina Nancy Picón, la lilita Paula Oliveto y el santacruceño José Luis Garrido. También fue la diputada del PRO, Daiana Fernández Molero.
 
Hubo reclamos, pero predominó la concordia: todos los presentes coincidieron en que lo que más convenía era que el Gobierno pudiera tener su Presupuesto. La diputada del PRO pidió por la deuda que la Nación tiene con la Ciudad de Buenos Aires en materia de coparticipación.
 
Los provinciales pidieron volver a aplicar los descuentos por "zonas frías" en las tarifas, que el proyecto de Presupuesto había eliminado. Todos pusieron sobre la mesa el problema de la obra pública, y algunos aprovecharon para pedirle los avales al Gobierno para poder endeudarse y conseguir financiamiento extranjero. Guberman se negó a todo, excepto a conceder los avales (que no le generan ningún costo). 
 

03-11-2025 / 10:11
El 26 de octubre el electorado porteño eligió a Patricia Bullrich como senadora. De las más de 2.520.000 personas empadronadas en CABA, la votaron 840 mil. Es decir, un 33,3 % del total. Como se cuenta sólo a quienes efectivamente depositaron la boleta en la urna (1.735.000 en este caso), la ministra de "Seguridad Nacional" cree que la votó más de la mitad de los porteños. Y así se siente habilitada a hacer lo que se le cante.

En solo 24 horas, Bullrich fue la principal oradora de la Derecha Fest, junto a la defensora de genocidas, Cecilia Pando, y le devolvió a la escuela de policías el nombre de Alberto Villar, recordado torturador y jefe de la Triple A. También renombró a la escuela de cadetes como Ramón Falcón, el responsable del asesinato de docenas de obreros en la represión del 1º de mayo de 1909. Todo un mensaje a quienes se forman como represores. Dos genocidas que mataron obreros, indígenas, estudiantes y luchadores sociales. Uno hace más de cien años y el otro en los 70. Es lo que Bullrich busca de la Policía Federal.

Desde el atril, y envalentonada con el resultado de las elecciones, a la derecha de la ultra derecha, la ex montonera Bullrich ensalzó a Milei, a quien definió como "un presidente pro Policía Federal Argentina", y los diferenció de otros gobiernos que consideraban a la fuerza una adversaria del Estado.

La ex peronista panqueque Bullrich dedicó su gestión a mostrarse como antítesis del peronismo. Lo primero que hizo fue derogar la resolución de Nilda Garré que regulaba la actuación de las fuerzas de seguridad frente a la protesta social. Una de sus últimas medidas será dar marcha atrás con otra resolución de Garré, la 167/2011, que había ordenado que las escuelas donde se forman los aspirantes a la fuerza no llevaran nombres de represores.

Hasta abril de 2011, la escuela de cadetes llevaba el nombre de Falcón. Garré decidió que se lo reemplazara por el de Juan Pirker, el jefe de la PFA de Raúl Alfonsín que murió en febrero de 1989 mientras estaba en funciones. La escuela de suboficiales llevaba desde diciembre de 1974 el de Villar y fue modificado por el de Enrique OGorman, que había conducido la fuerza entre 1867 y 1874. OGorman había prohibido que a los detenidos se los sujetara a barras y cepos por considerarlos instrumentos de tortura.

Este viernes, usando como excusa el 204° aniversario de la creación de la Policía Federal, Bullrich aprovechó para darle un mensaje a la sociedad: habrá represión brutal contra quienes luchen por sus derechos, es política de Estado, aún si eso implicara sobrepasar la legalidad y violar derechos humanos.

La "competencia" entre los libertarios por ver quién reivindica más y mejor a los represores de antaño y de la última dictadura militar debe ser denunciada y combatida por quienes defendemos la Memoria, la Verdad y la Justicia. Esas reivindicaciones con lo más reaccionario de nuestra historia son un golpe artero a las causas de lesa humanidad del presente. Ni olvido, ni perdón, justicia.

La Opinión Popular

02-11-2025 / 10:11
La reunión entre Javier "el Loco" Milei y Mauricio "el Gato" Macri "para comer milanesas" en Olivos terminó en desastre y el expresidente criticó duramente al Gobierno libertario. Sus únicos elogios fueron para el despedido Guillermo Francos y le bajó el pulgar al sucesor Manuel "Cara de Piedra" Adorni, "un hombre sin experiencia". La respuesta oficial fue contundente: "Nos chupa un huevo lo que opine Macri", resumió un alto funcionario. Macri llegó a la reunión esperando negociar, pero Milei no le ofreció nada; las elecciones profundizaron la distancia entre el PRO y LLA.
 
La foto que parecía destinada a sellar una alianza terminó en un cachetazo político silencioso. Macri llegó a Olivos esperando una negociación "entre iguales", pero se encontró con un Milei agrandado por su victoria electoral, sin apuro, sin concesiones y sin intención alguna de repartir poder. "Se fue con las manos vacías", resumió un dirigente del PRO que todavía no sale del estupor.
 
El encuentro había sido pactado antes de las elecciones, cuando el Gobierno temía una derrota y Macri olía una oportunidad para volver al tablero grande. Pero el triunfo de La Libertad Avanza cambió las reglas en un segundo: en la Casa Rosada dieron por innecesario cualquier pacto de supervivencia y pasaron del "necesitamos al PRO" al "gracias, pero no".
 
Macri se fue con las manos vacías de Olivos. Se encontró con un Milei recargado por el triunfo electoral que le explicó que hizo "todo bien" y por eso los argentinos y Donald Trump lo "premiaron" con su renovado respaldo.
 
Como si la escena necesitara más tensión, durante la reunión explotaron las renuncias de Guillermo Francos y Lisandro Catalán. Milei se dedicó a apagar su propio incendio político y Macri quedó relegado a un rol casi decorativo. La oferta de cargos -que nunca pasó de ideas vagas sobre segundas o terceras líneas- se evaporó. "No vamos a regalar ministerios para después no poder echar a nadie", fue la frase que circuló entre los libertarios.
 
En el PRO tomaron nota y mandaron un mensaje directo: el Congreso no será un paseo. "Tenemos 20 diputados, nos van a necesitar", lanzó un legislador, recordando que Milei apenas supera los 80 propios y está a años luz del quórum. El macrismo no solo se fue sin cargos: se fue sabiendo que lo quieren como furgón de cola, no como socio. La publicación expone un punto de inflexión en el enfrentamiento entre Macri y Milei, que ha tenido idas y vueltas desde el triunfo libertario en el balotaje de 2023.
 
Mientras tanto, el partido explotó por dentro. Patricia Bullrich ya había fracturado el bloque antes de la cumbre, y la fuga de legisladores empezó a tomar ritmo de desbandada. Sabrina Ajmechet se pasó a La Libertad Avanza con una despedida venenosa, y Damián Arabia apuntó contra la cúpula del PRO tras ser expulsado. El mensaje es claro: Milei no solo no necesita a Macri... lo está licuando.
 
En Olivos, el presidente se siente respaldado por las urnas y no planea negociar nada, ni con Macri ni con los gobernadores, que no esté en su propio beneficio. El "pacto Milei-Macri" nació en campaña, pero en el poder ya huele a viejo. Y esta vez, el que se fue a dormir sin premio político fue el fundador del PRO. La historia cambió de dueño, y el macrismo lo sabe.
 
La Opinión Popular
 

01-11-2025 / 11:11
Javier "el Cipayo" Milei se esmeró en cumplir las condiciones de Washington, entre ellas el enfriamiento de las relaciones comerciales con China, mientras Donald Trump se reunía en Corea del Sur con el mandatario chino XI Jinping y levantaba impuestos aduaneros a cambio de que China volviera a comprarles soja en detrimento de la que compra en la Argentina.
 
Cuando Milei viajó desesperado a buscar el socorro estadounidense, el primer "consejo" de Trump fue que sólo salvarían a un gobierno "sustentable". No quería repetir la mala experiencia con Mauricio Macri, a quien prestaron una cifra fabulosa y perdió las elecciones. Sin sustentabilidad no hay ayuda fue el mensaje que recorrió el país. Dos tareas para el hogar: recomponer las alianzas del principio de la gestión y terminar con el peligro del populismo-peronismo.
 
La convocatoria a los gobernadores llegó al día siguiente de los comicios. Veinte de ellos asistieron dócilmente. Muchos perdieron las elecciones en sus provincias. Cuatro quedaron fuera de la reunión. La Rioja, Buenos Aires, Formosa y Tierra del Fuego fueron discriminados por el Presidente de todos los argentinos.
 
"Si me hubieran invitado hubiera ido, -afirmó el gobernador bonaerense Axel Kicillof- le hubiera planteado al Presidente la deuda que tiene con la provincia por los billones de pesos que nos pertenecen y no nos entregó, le hubiera preguntado la razón por la que retiró los programas de salud y educación a la provincia". Y siguió con una enumeración de los puntos de la deuda que mantiene el gobierno nacional con la provincia de Buenos Aires.
 
Es una situación que padecen todas las provincias. Pero los que asistieron a la Casa Rosada no hicieron ningún planteo. En cambio, escucharon el reclamo de respaldo a las futuras medidas que el gobierno nacional mandará al Congreso, con la reforma laboral en primer lugar. La mayoría de estos gobernadores apoyaron en el Congreso las leyes más retrógradas que envió el gobierno al principio de su mandato. Pero retacearon sus votos cuando midieron el descontento previo a las elecciones.
 
Hubo foto, pero sin anuncios. La CGT también entró en deliberación por el escenario que se viene, donde las principales víctimas serán los trabajadores. La gran pregunta es hasta qué punto el resultado de estos comicios de medio término habilitaron al gobierno para avanzar aún más sobre los sectores populares ya muy golpeados.
 
Una explicación sobre el sorpresivo salto del malhumor en la sociedad a este resultado, es que se basó más en el miedo que en un respaldo al ajuste. Si parte de ese voto se explicara así, con las iniciativas que enviarán al Congreso, la "sustentabilidad" se irá por el desagüe. Los tiempos son más cortos que en el 2023 porque la gente está peor.
 
El Milei de la reunión estaba en ganador: "Para qué voy a invitar a personas que no saben sumar dos más dos", dijo por los gobernadores discriminados. Agregó que la conversación había sido muy buena pero no aclaró el temario ni los acuerdos. Trump quería la foto de la sustentabilidad con los gobernadores y la tuvo.
 
Fue una de sus exigencias, al igual que congelar los acuerdos con China, como planteó el secretario del Tesoro norteamericano Scott Bessent. Trump no quiere que los países latinoamericanos tengan buenas relaciones con la potencia oriental. Y mientras imponía estas condiciones a Milei, suplicaba en Corea del Sur a Xi Jinping que China vuelva a comprarles soja y vuelva a venderles las tierras raras que necesita para su industria bélica.
 

31-10-2025 / 09:10
El triunfo electoral del domingo le allanó el camino al Gobierno para la sanción del Presupuesto 2026 que exigen tanto el Tesoro Norteamericano como el Fondo Monetario Internacional. A pedido de Washington, el presidente Javier "el Cipayo" Milei reunió en la Casa Rosada a unos veinte referentes provinciales -entre gobernadores y vices- y buscó transmitir una foto de gobernabilidad. Exigido por Donald Trump y Scott Bessent, aun con tensiones, el nuevo esquema político busca materializar la agenda conservadora y reaccionaria de la contrarreforma laboral y tributaria.
 
El gobierno anarco capitalista de Milei tomó el triunfo electoral como un cheque en blanco para destruir derechos laborales y aumentar la transferencia de riquezas a los grandes empresarios, empobreciendo a trabajadores y jubilados. Es lo que quiere el presidente yanqui Trump y lo que firmaron con sangre en la deuda con el FMI, para ganar las elecciones. Hay que preparar la resistencia popular. Se los enfrentará y derrotará en las calles.
 
Único orador por parte del oficialismo, Milei confirmó que convocará a sesiones extraordinarias y anunció el envío de tres proyectos clave que se tratarán en ese período: la reforma laboral, la reforma del Código Penal y la reforma tributaria. Además, pidió la colaboración de los mandatarios provinciales para aprobar el Presupuesto 2026. La oposición en Diputados tenía previsto emitir dictamen el próximo martes, pero el cambio en la correlación de fuerzas dentro de la Cámara baja podría dilatar los tiempos. "O hay un acuerdo político para prorrogar el debate o nosotros vamos a votar nuestro proyecto", advierten cerca de Martín Menem.
 
Las negociaciones para incorporar los planteos de la oposición -como los impulsados por Nicolás Massot, que proponían sumar las partidas destinadas a las emergencias en discapacidad y pediatría, además del financiamiento universitario- se diluyeron tras la victoria en las urnas.
 
La opción que analizan cerca del presidente de la Cámara baja, Martin Menem, es estirar los plazos y votar el Presupuesto durante las sesiones extraordinarias, con la nueva composición parlamentaria. Los bloques opositores desconfían de esa maniobra. Consultado sobre esta posibilidad, un diputado involucrado en las negociaciones advirtió: "Si el Gobierno llama a extraordinarias mediante un decreto y se compromete en una conferencia de prensa a que se trabaje e incorporen los reclamos de los gobernadores y las leyes vetadas, nosotros estamos en condiciones de rever lo del 4".
 
No parece ser el caso. En Unión por la Patria creen que el Gobierno buscará dictaminar y tratar el Presupuesto con la nueva composición de la Cámara, "salvo que arreglen con los gobernadores". Durante el encuentro del jueves, Milei dio una extensa exposición ante los mandatarios presentes, con excepción de Axel Kicillof, Ricardo Quintela, Gustavo Melella y Gildo Insfrán, que no fueron invitados. Allí adelantó el envío al Congreso de las reformas laboral, tributaria y del Código Penal, aunque evitó entrar en detalles. "Se fueron con una idea no muy concreta", señalaron cerca de los gobernadores.
 
Horas antes, Axel Kicillof sostuvo que si se le extendía la invitación hubiera participado por una cuestión institucional. En este camino, calificó como "un error" que no lo hayan convocado a la provincia de Buenos Aires representa casi la mitad del país. "Milei busca la foto que le pidieron Trump, su jefe de campaña, y Bessent", lanzó. Extraña búsqueda de consenso solo entre los que piensan igual que el agrandado Milei.
 
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