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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 10-12-2023 / 11:12
LA ERA MILEI: MOTOSIERRA SIN ANESTESIA

Comienza un nuevo ciclo neoliberal con la misma receta económica y con un ajuste apuntando a las clases populares

Comienza un nuevo ciclo neoliberal con la misma receta económica y con un ajuste apuntando a las clases populares
Luego de un caótico armado de gabinete y una desordenada transición, el libertario dará sus primeros pasos de gestión. Brindará el discurso inaugural ante sus partidarios y se espera que anticipe el rumbo del gobierno. El plan económico de Milei violenta la promesa electoral de ajustar a "la casta política" y reitera en cambio la aplicación del ajuste regresivo con el sueño húmedo del poder económico: reconfigurar el funcionamiento de la sociedad como si nada hubiera sucedido en Argentina y el mundo en los últimos cien años.
Javier Milei inicia este domingo el período de cuatro años como Presidente de la Nación inaugurando a la vez otra oscilación hacia uno de los extremos del péndulo argentino. En un lapso muy corto en términos históricos de 50 años, el permanente vaivén de la hegemonía política con su correspondiente régimen económico resulta muy desgastante para unos y otros. Los costos de esta indefinición y, por lo tanto, de la inestabilidad económica son muy elevados para definir un determinado sendero de desarrollo.
 
Ahora le toca el turno a una estrategia global de neoliberalismo con la particularidad de que se presenta con débil base política electoral, aunque con el respaldo primario de gran parte del poder económico y mediático. Con los lineamientos expuestos hasta el momento, el gobierno de Milei confirma otro cambio brusco de la política económica, alteración que ratifica una dinámica muy frecuente de la historia local.
 
A lo largo de las últimas décadas ha habido diferentes equipos económicos que se fueron sucediendo en el poder, y en esta ocasión se produce el desembarco de la casta de financistas con el antecedente reciente de haber sido protagonista del fracaso de la gestión Macri. El cambio que se avecina expresa la oscilación pendular entre dos corrientes enfrentadas del pensamiento económico, y también de la representación política.
 
"El péndulo argentino: ¿hasta cuándo?" Así tituló Marcelo Diamand el ensayo económico a fines de 1983 y la vigencia que tiene cada observación del texto es impactante, con una actualidad que pareciera que hubiera sido redactado hoy para comprender la presente situación económica y política.
 
En las primeras dos carillas dice lo siguiente:
 
* "Las últimas décadas en la Argentina se han caracterizado por cambios muy bruscos y muy frecuentes de la política económica que muestran una oscilación pendular entre dos corrientes antagónicas: la corriente expansionista o popular y la ortodoxia o el liberalismo económico".
 
* "La corriente popular refleja las aspiraciones de las grandes masas de la población. Sus ideas en materia económica reconocen la influencia del modelo keynesiano y del nacionalismo económico. Sus principales objetivos son la distribución progresiva del ingreso y el pleno empleo".
 
* "Se recurre al manejo de los grandes instrumentos -fundamentalmente del tipo de cambio y de las tarifas de los servicios públicos- en función del objetivo prioritario de evitar que aumente el costo de vida. El segundo objetivo se logra asegurando un alto nivel de demanda".
 
* "Las etapas expansionistas suelen comenzar con el aumento de los salarios reales, el crédito barato, el incremento de la actividad económica y una euforia en el sector industrial y comercial. Sin embargo, en la mayoría de las veces esta etapa no dura mucho".
 
* "El déficit fiscal crece, la balanza comercial se desequilibra, aparece el desborde sindical, surge el desabastecimiento y se acelera la inflación. El proceso culmina en el agotamiento de reservas en el Banco Central y en una crisis de balanza de pagos".
 
* "La expansión se detiene y sobreviene una situación económica caótica. A medida que pasa el tiempo aumenta la oposición de los estratos influyentes de la sociedad y, finalmente, sobreviene la caída del equipo económico del gobierno".
 

 
* "Aunque la corriente popular admite algunos errores y excesos, tiende a minimizar su importancia, y como justificación principal de su fracaso alega la insuficiencia del poder popular para manejar los resortes clave de la economía y la resistencia de poderosos grupos económicos".
 
* "La caída de la corriente popular provoca siempre un brusco vuelco hacia la ortodoxia económica basada en la teoría neoclásica de la economía".
 
* "Por estar identificada con lo 'serio' en la economía, la ortodoxia resulta afín al pensamiento de lo que puede considerarse como la 'opinión ilustrada' nacional e internacional, incluida la de las instituciones financieras internacionales y de los principales medios de difusión".
 
* "Es así que las políticas ortodoxas reflejan el pensar y el sentir del sector agropecuario, del financiero, del exportador tradicional y, algo paradójico, de gran parte del industrial".
 
* "El acento se ve puesto sobre el orden, la disciplina, la eficiencia, el equilibrio del presupuesto, el ahorro, la confianza y la atracción de los capitales del exterior y las virtudes del sacrificio popular".
 
* "En general, la respuesta de los ortodoxos frente al problema son paquetes de medidas que involucran una brusca devaluación, un aumento de los ingresos agropecuarios, una caída de salarios, restricción monetaria, recesión y un deliberado esfuerzo de atracción de capitales extranjeros".
 
* "De acuerdo a las afirmaciones de la ortodoxia, la recesión y la caída de los salarios reales no serían más que perjuicios momentáneos que corresponden a un período inevitable de sacrificio, necesario para ordenar y sanear la economía".
 
* "Gracias a tal sacrificio, se crearían las bases para el despegue y el crecimiento en beneficio del conjunto de la población".
 
* "Hasta ahora este despegue nunca se concretó. Puede haber ciertos éxitos al comienzo. La inflación, que siempre aumenta inicialmente a raíz de la devaluación, más adelante suele disminuir, los capitales financieros fluyen del exterior y los salarios reales en parte se recuperan".
 
* "Pero en algún momento del proceso sobreviene una crisis de confianza. El flujo de capitales se invierte. Los préstamos que habían ingresado comienzan a huir. Se produce una fuerte presión sobre las reservas de divisas, una crisis en el mercado cambiario y una brusca devaluación".
 
* "Caen los salarios reales, disminuye la demanda, la tasa de inflación otra vez aumenta vertiginosamente y se vuelve a caer en recesión, más profunda aún que la anterior".
 
* "La reacción de la ortodoxia frente a su falta de éxito ha sido siempre similar a la de la corriente popular. Aunque admite errores, atribuye siempre su fracaso a la insuficiencia del poder político para efectuar el saneamiento necesario en la administración pública para eliminar las empresas ineficientes y para mantener los salarios deprimidos por un tiempo suficiente como para que se genere un proceso autosostenido de crecimiento".
 
 
La insoportable levedad de una historia repetida
 
Esta última descripción de Diamand sirve para proyectar el saldo que arrojará el ciclo político que comienza este 10 de diciembre. El desenlace de este proceso no es una especulación política, un pronóstico económico del estilo de los consultores de la city o el deseo de "argentinos del mal", sino que resulta del aprendizaje de la historia y de las propias definiciones entregadas por el equipo económico que acompaña al Presidente que hoy lucirá la banda presidencial.
 
El plan de Milei violenta la promesa electoral de ajustar a "la casta política", para hacer recaer toda la carga del ajuste en los sectores populares, incluyendo a las clases medias. Aplicará el tradicional ajuste regresivo acompañado del sueño húmedo del poder económico: reconfigurar el funcionamiento de la sociedad como si nada hubiera sucedido en Argentina y el mundo en los últimos cien años.
 
Las elites hoy tienen como representante político a Milei y resisten el proceso de no retorno gatillado con la industrialización sustitutiva de importaciones y la consiguiente irrupción de una clase trabajadora con derechos laborales y económicos. La estructura productiva y social compleja que irrumpió en esa etapa histórica marca la excepcionalidad argentina respecto a otras experiencias latinoamericanas.
 
Esto es algo que no puede digerir cada uno de los principales miembros del poder económico, lo que los hace apostar una y otra vez a proyectos políticos conservadores que culminan en fracasos, aunque estos fiascos no los han afectado para nada en la expansión de sus respectivos negocios.
 
El gobierno de Milei viene con la misión de conseguir lo imposible con la promesa de que en esta oportunidad lo logrará, hasta que la decepción aparecerá en el estado de ánimo social para dar lugar a una nueva oscilación del péndulo hacia el extremo opuesto.
 
El costo de estos movimientos pendulares es inmenso en diferentes frentes, con la acentuación del deterioro del bienestar generando a la par de una mayor concentración del capital.
 
El desafío no menor es detener el péndulo en el medio y terminar con estos ciclos tan dañinos para el desarrollo del país.
 
 
La revancha clasista reload
 
El péndulo argentino está indefectiblemente acompañado en uno de sus extremos con el persistente espíritu de revancha clasista. En este ciclo político que comienza la chance de detener el péndulo se vuelve entonces una quimera.
 
Primero la dictadura militar, luego el menemismo, después el macrismo y el que se adelanta del gobierno de Milei son proyectos políticos que pretendieron y siguen pretendiendo modificar el régimen social de acumulación desarticulando la industrialización basada en la sustitución de importaciones.
 
La revancha clasista tiene el propósito de disciplinar a los sectores populares, estableciendo en cada una de las etapas en que se fue aplicando un nuevo techo, significativamente más reducido, en la participación de los trabajadores en el ingreso a través de una espectacular reducción del salario real, la desocupación y la restricción de las conquistas sociales obtenidas por las luchas populares a lo largo de décadas.
 
La revancha clasista tiene también la configuración de odio mediático y social, violencia política en los medios y en las redes sociales, la estigmatización de diferentes colectivos con la letra K y la obscena persecución judicial y mediática a Cristina Fernández de Kirchner, que tuvo su escala máxima en el atentando a su vida.
 
Estos son los principales elementos que expresan esta etapa de revancha clasista, que tiene el mismo objetivo que las anteriores: disciplinar a los sectores populares.
 
El deseo manifiesto de las elites es borrar las expresiones del movimiento popular por lo que él representa en términos de ampliación de derechos sociales, laborales y económicos, como así también de la capacidad de los trabajadores de disputar cómo se reparte el ingreso.
 
 
¿Existe la posibilidad de un acuerdo político para frenar el péndulo?
  
Definir un pacto político básico sería la condición necesaria para avanzar en uno económico y social. Así lo hicieron en 1971, durante la dictadura del general Lanusse, Juan Domingo Perón, Ricardo Balbín, Oscar Alende y Horacio Sueldo. A esta altura no es la cuestión económica, sino que lo relevante es el pacto político y luego, sobre esas bases, avanzar en el acuerdo, la convergencia, la coincidencia, con los sectores socioeconómicos.
 
Desde la recuperación de la democracia, en 1983, la fuerza política triunfadora en la elección presidencial eludió el pacto social. Milei directamente no lo tiene incorporado en la concepción extrema acerca del funcionamiento de la economía real, y mucho menos con la gaseosa consigna de "la casta política".
 
El sendero elegido es consolidar una hegemonía sin la búsqueda de esa convergencia que permitiría ordenar el conflicto económico y social de corto plazo.
 
Conocido el resultado de estas experiencias políticas, en términos de estabilidad económica de largo plazo, queda en evidencia que ha sido poco efectiva la estrategia de no administrar los intereses corporativos junto a cada uno de los protagonistas de la puja distributiva.
 
 
La grieta y el empate hegemónico
  
No es tarea menor convivir con el péndulo político y económico. A lo que ya se presenta como una misión muy difícil, se le interpone un paso previo: neutralizar la grieta tóxica alimentada en estos últimos años.
 
La derecha y la ultraderecha y su red de medios la han promovido como categoría político-cultural. Se han dedicado a profundizarla con elevados niveles de agresión discursiva, represión social y persecución a políticos y medios de comunicación.
 
La revisión de la historia argentina permite saber que la grieta básica se encuentra en la disputa acerca de qué tipo de proyecto se impone. Uno pretende un país proveedor de materias primas, que implica una integración pasiva a la división internacional de trabajo y, por lo tanto, de sumisión a la potencia occidental dominante; antes fue el Reino Unido y ahora es Estados Unidos.
 
El otro aspira a un país industrial, integrado socialmente e independiente de las potencias para fortalecer el desarrollo nacional. Esta es la grieta básica que atraviesa la historia argentina. Como no ha tenido un cierre y no hay perspectivas de lograr una síntesis superadora, se mantiene el empate hegemónico, en definición del sociólogo Juan Carlos Portantiero.
 
Las tensiones seguirán entonces latentes provocando otras crisis y la reiteración hasta el hastío de movimientos pendulares en el manejo económico y en la representación política.
 
Por Alfredo Zaiat
 
Fuente: Página 12
 

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07-12-2025 / 09:12
La profecía de Javier "el Loco" Milei vuelve a atormentarlo: no hay plata. Esa frase que en el comienzo de su mandato el presidente utilizaba como un mantra para justificar su motosierra ahora se convirtió en el principal obstáculo para alcanzar su único objetivo económico concreto, que es recuperar el acceso genuino a los mercados de crédito voluntario internacional de los que estamos vedados por insolvencia desde la primera gestión del actual ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo.
 
Ante la imposibilidad de cumplir esa meta, el gobierno argentino ensayó una pantomima guionada, que sólo elude el papelón gracias a los bolsillos generosos y la mirada permisiva de grandes capitales nacionales jugados all-in en el experimento de Milei a partir de los resultados de las elecciones de medio término. El resultado es una farsa montada sobre otra farsa, un engaño consentido para un público diminuto, que lejos de mostrar fortaleza, echa luz sobre su fragilidad.
 
Caputo es un tahúr habilidoso, pero el suyo no deja de ser un oficio que se ejerce siempre al borde de perderlo todo. Quedar expuesto con una mentira es apenas un accidente cotidiano del que uno debe reponerse rápido y seguir adelante. Pero cada vez se paga un costo de credibilidad y el prontuario del ministro ya tiene muchas páginas. Los 20 mil millones de dólares que preparaban los bancos se convirtieron en seis o siete. Esos seis o siete no aparecieron.
 
Es por eso que el gobierno, ante la cercanía de un vencimiento de 4000 millones de dólares en enero que no tiene cómo pagar, tuvo que salir a recaudar un "bono patriótico" entre empresarios amigos que se vieron beneficiados y tienen promesas de más negocios en la Argentina que proyecta Milei, directamente interesados también en la aprobación de un nuevo blanqueo y de las reformas laborales, tributarias, previsionales y penales en carpeta para los próximos meses.
 
Para eso les armaron una pasarela que una vez más les garantiza a jugadores muy específicos a través de herramientas direccionadas pret a porter un negocio redondo con fondos públicos. Tal como advirtió el economista de CEPA Hernán Letcher, "el gobierno publicó una resolución que permite a las aseguradoras endeudarse a una tasa baja en dólares para usar esos fondos en la licitación primaria del miércoles y así mostrar una demanda inflada por el nuevo título".
 
Sin embargo, los acreedores externos no compran esas mentiras autoindulgentes. Por eso fracasó el primer crawling peg, por eso fracasó el esquema de bandas y por eso va en firme camino al fracaso el nuevo crawling peg disfrazado de esquema de bandas que funciona (es una manera de decir) desde las elecciones de octubre. Por eso, no importa con qué le tiren, el riesgo país no baja. Nadie va a volver a prestar hasta no ver la plata. No es que no quieran creerle, es que no le creen.
 
Las voces que advierten sobre la fragilidad intrínseca que trae consigo la falta de dólares se multiplican y a esta altura ya conforman un coro, en el que se lleva el rol solista la vocera del Fondo Monetario Internacional, Julie Kozack, que esta semana reclamó "un camino más ambicioso en la acumulación de reservas", sobresaliendo entre otras melodías similares, de bancos internacionales como JP Morgan y Barclays, consultoras locales y hasta "próceres" liberales como Domingo Cavallo.
 
Caputo ya avisó: no va a acumular reservas. Eso va en contra de su único credo que es la fuga de divisas. Todo dólar que entra tiene que salir. Una gestión bulímica que es incapaz de retener riqueza y necesita atracones de miles de millones de dólares varias veces por año para no colapsar. Puro flujo, nada de stock. Es un país que funciona bajo la tiranía de compulsiones y apuestas arriesgadas pero no tiene una red que lo sostenga cuando algo salga mal.
 

06-12-2025 / 08:12
El Departamento de Estado de los Estados Unidos cambió el nombre al Instituto para la Paz y ahora se llama Instituto Donald Trump para la Paz. La Casa Blanca habilitó un portal con una lista negra de periodistas críticos del gobierno. Y dos días antes de las elecciones en Honduras, Trump respaldó al candidato del conservador Partido Nacional e indultó a Juan Orlando Hernández, expresidente por ese partido, condenado en Estados Unidos por narcotraficante, mientras acusó de narcotraficante al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y amenazó con invadir ese país. En bochornosa complicidad con Trump, en La Haya, el representante del cipayo Javier Milei, Diego Sadosfchi exigió "medidas urgentes" de la Corte Penal Internacional contra el mandatario venezolano.
 
Estados Unidos no reconoce a esa Corte pero necesitaba muestras de respaldo internacional a su acción amenazadora contra Venezuela y el gobierno argentino se prestó rastreramente a ofrecerle coartadas. Fue una forma de devolver favores por las intervenciones de Trump y su gobierno en las elecciones locales de medio término.
 
Otra forma de intervencionismo en países en América Latina fue el indulto al expresidente Juan Orlando Hernández, condenado por introducir durante décadas toneladas de cocaína en Estados Unidos. Con Honduras, Trump hizo algo parecido que con Argentina y amenazó con el apocalipsis si no ganaba el candidato del partido del narco Hernández.
 
La sombra del narcotráfico oscurece a Estados Unidos. Un artículo de The Washington Post, del año 2015, describió las relaciones familiares de Marco Rubio, actual titular del Departamento de Estado y virtual canciller norteamericano, con el mundo narco. Durante su adolescencia en Miami, Rubio convivió en el domicilio de su hermana mayor, Bárbara, casada con Orlando Cicilia, un capo de la droga cuando Miami era la capital de la cocaína.
 
El vocero de Rubio quiso desmentir al diario, al decir que de esa información no se podía inferir la complicidad de Rubio con los narcos. Por ese lado, Rubio ya no tiene problemas. El multimillonario Jeff Bezos, dueño de Amazon, compró el histórico diario y advirtió que sólo escribirían aquellos que coincidan con su pensamiento.
 
Cicilia era para todo el mundo en Miami un empresario super exitoso, multimillonario y ostentoso, lo cual no constituía la excepción en esa parte del mundo. Fue apresado en los años 80. "Al momento de caer en manos de la justicia Orlando Cicilia (también de origen cubano), Marco Rubio tenía apenas 16 años. Pero su ambiente familiar ya era bastante turbio", señala el tabloide británico Daily Mail.
 
Orlando Cicilia fue condenado a más de 35 años de cárcel. Pero cumplió poco más de 12 años. Salió en libertad plena justo cuando Marco Rubio asumió como representante en el Congreso de los Estados Unidos en el año 2000. Cicilia salió de la cárcel apenas cuatro días después de que Rubio asumió. El antiguo jefe de Orlando, Mario Tabraue, sobre quien pesaba una pena de 100 años de cárcel por sus delitos, salió de prisión en el año 2003, con solo 15 años de pena cumplida.
 
La participación de Orlando Hernández fue descripta y comprobada con lujo de detalles. Nadie puso en duda su culpabilidad. La excusa que dio Trump fue que "fuentes amigas y creíbles" le habían informado que Hernández había sufrido un trato injusto. Pero no habló de inocencia porque no existe forma de exculpar al expresidente hondureño. El seguidismo de Milei, el "perrito faldero" del gobierno yanqui, es cómplice de los narcos.
 

05-12-2025 / 12:12
El endeudador seria Luis "Toto" Caputo es sinónimo de deuda impagable. El ministro emitirá nuevos bonos en dólares, con el nuevo Bonar 2029N, volverá a tomar deuda en dólares para pagar deuda, bajo ley local y a una tasa de usura, que pagará el próximo gobierno. Receta repetida. 

El experimento anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei vuelve a aplicar una receta tristemente conocida: emite nueva deuda para pagar una anterior. Así lo confirmó este viernes el ministro de Economía, el endeudador compulsivo Luis "Toto" Caputo, quien confirmó esta mañana que la Argentina volverá al mercado internacional de capitales, con un bono a cuatro años. Con un dólar bajo que impide exportar e importaciones abiertas indiscriminadamente, es imposible acumular reservas en dólares y el futuro es la miseria.

Las reservas netas, excluyendo los desembolsos del FMI, son hoy más bajas que cuando Milei asumió y no hay señales claras de que el Gobierno tenga intención de revertir esa fragilidad externa. "No es deuda nueva. Es para pagar deuda vieja. Al poder refinanciar vencimientos cada dólar que compre lo podrá acumular. No sale desde enero de 2018. Los bonos son con legislación local", afirmó el ministro.

Como no podía ser de otro modo, la medida fue celebrada por Milei. "VAAAAAAAAMOOOOOO TOTO...!!! Volvimos al mercado de capitales con un bono al 2029 con cupón del 6,5% bajo ley Local. El mejor de todos los tiempos...!!! LA LIBERTAD AVANZA", posteó entusiasmado el desquiciado mandatario.

Tras este anuncio, la Secretaría de Finanzas confirmó el llamado a licitación del Bono del Tesoro Nacional (BONAR 2029N - nuevo) que, segun detalló, será "en dólares estadounidenses 6,50% con vencimiento el 30 de noviembre de 2029″.
 
"En un contexto de fuerte compresión de las tasas de interés de los bonos en dólares fruto del resultado electoral y del sostenido desempeño del programa económico, el Tesoro busca ampliar sus objetivos financieros para cubrir los vencimientos de deuda en dólares sin afectar las reservas netas del BCRA", explicaron desde la Secretaría.
 
En este sentido, señalaron que "habiendo alcanzado costos financieros sostenibles, el Tesoro comienza así con una nueva estrategia tendiente a refinanciar sus vencimientos de capital en dólares sin afectar el proceso de fortalecimiento de la hoja de balance del Banco Central, permitiendo que las compras de reservas resulten en acumulación neta".
 
Asimismo, se resaltó que "el resultado de la licitación, irá a cancelar parcialmente el vencimiento del capital de los bonos AL30 y AL29 que vencen el 9/1/2026″. El desempeño débil de las reservas no ocurrió porque se haya reducido la deuda pública en moneda extranjera. Los Bopreales y los repos con bancos agregan USD 12 mil millones en deuda denominada en dólares que no existía en 2023.
 
Desde Finanzas informaron que la recepción de ofertas de este instrumento comenzará a las 10 horas y finalizará a las 15 horas del miércoles 10 de diciembre de 2025, mientras que la liquidación de las ofertas recibidas y adjudicadas se efectuará el 12 de diciembre de 2025. La suscripción deberá realizarse únicamente en dólares.
 
La Opinión Popular
 

 

04-12-2025 / 08:12
Martillar el último clavo en el ataúd que encierra el cadáver del peronismo es una causa nacional que pronto cumplirá 80 años. Ahí, en 1946, radica la "cifra redonda", el año fundacional, tanto del peronismo como movimiento de masas como del antiperonismo como irrenunciable leit motiv de buena parte de la sociedad argentina. Y así venimos desde hace décadas, matando al peronismo, dándolo por finiquitado, y asistiendo a sus múltiples y polifacéticas resurrecciones.
 
Como un destino nacional inexorable; "el hecho maldito del país burgués" que definió John William Cooke. En ese itinerario pueden indentificarse 11 muertes del peronismo, 11 episodios que el antiperonismo festejó como un Mundial para, poco después, volver a empezar.
 
Pero, ¿qué sería del antiperonismo, buceando ya en profundidades ontológicas, si el peronismo realmente muriera? Si combatir al peronismo en todas sus formas -rechazarlo, denostarlo y condenarlo- es la razón de ser de tantos argentinos, ¿qué vendría después? ¿Qué verían al asomarse a ese abismo nietzscheano que nos habita y nos acecha cuando el monstruo de afuera ya no esté?
 
La flamante victoria de La Libertad Avanza generó todo tipo de conjeturas sobre el futuro de un peronismo enredado en la miseria de sus internas y carente de una propuesta alternativa, capaz de seducir a una ciudadanía desencantada. Lo llamativo es que este contexto crítico se replicó en varias ocasiones desde los años 50 a la fecha y generó los mismos efectos.
 
"Ahora sí, este es el fin del peronismo", es un título redactado en numerosas ocasiones, siempre listo y nunca definitivo. Será porque los intentos por "matar" al peronismo han adoptado distintas formas: la proscripción, la represión, la fragmentación interna, la debacle económica, la derrota electoral. Cada uno de esos embates reforzó, de una manera u otra, su condición de fenómeno político persistente.
 
Los siguientes 11 episodios -las 11 muertes- lo ejemplifican.
 
1) 26 de julio 1952. La que fallece es Eva Duarte, "Jefa Espiritual de la Nación" y estandarte del "primer peronismo", cuando el país -al decir de Félix Luna- era una fiesta. Después de Evita, ¿qué?, era la pregunta. Las pintadas celebratorias repartidas por Buenos Aires ("viva el cáncer") expresaban el anhelo de que esa muerte de carne y hueso fuera el simbólico inicio de otra muerte, la de Perón, la de su gobierno y la de todo lo que el peronismo representaba. Muchos lo creyeron así.
 
2) 16 de septiembre de 1955. Golpe de Estado. Revolución Libertadora (para los peronistas, la "fusiladora"). Es el comienzo de una gigantesca operación cultural: la desperonización de la Argentina. La proscripción del peronismo y el exilio de 18 años de su líder son la punta del iceberg. Se demuelen estatuas, se destruyen bustos, se queman cuadros, se borra todo vestigio de peronismo al punto de prohibir, por ley, que se lo nombre en público. Pero en lugar de matarlo, lo que lograron fue fortalecer la identidad, al punto de que el sólo hecho de ser peronista se convirtió en un acto de resistencia.
 

03-12-2025 / 10:12
No fue solo un giro diplomático: por primera vez desde el retorno de la democracia, Argentina votó en esta materia junto con EEUU e Israel, dos países cuestionados por graves violaciones a los derechos humanos y hasta genocidio, posicionándose, así como los tres únicos Estados en el mundo que se niegan a condenar el uso de la tortura.
 
El posicionamiento argentino desnuda la verdadera esencia del gobierno de Javier "el Loco" Milei, al cual la calificación de fascista no resulta exagerada, pues hubo incluso gobiernos de extrema derecha, que por vergüenza o compromiso, votaron afirmativamente condenando la tortura.
 
La resolución rechazada por Argentina fue promovida por el Comité contra la Tortura (CAT), órgano que días antes había publicado un informe crítico sobre la situación del país. Ese informe expresó su "profunda preocupación" por la persistencia de detenciones prolongadas en comisarías, prácticas policiales violentas, falta de controles judiciales efectivos y condiciones inhumanas en lugares de encierro.
 
El Comité recordó que los jueces y juezas penales son garantes últimos de la legalidad y dignidad de toda detención, y que el Estado argentino viola sus obligaciones cuando tolera celdas sin ventilación, superpobladas, sin colchones, sin agua potable, o cuando naturaliza golpizas, hostigamientos y traslados arbitrarios.
 
Nada de esto es nuevo: hace décadas que organismos de DDHH como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) o la Comisión Provincial por la Memoria de la provincia de Buenos Aires, entre otros, advierten y condenan las prácticas sistemáticas que se dan en los contextos de encierro, que encuadran dentro de los "Tratos crueles, inhumanos o degradantes" tal como se define en el derecho internacional en materia de DDHH.
 
Sin embargo, lejos de reconocer la legitimidad de estas observaciones, el gobierno argentino reaccionó con un ataque político. El mismo día que se conoció el informe del CAT, se publicó en el sitio "Argentina.gob" la respuesta oficial, calificando al informe como "sesgado", bajo la acusación de haber omitido "graves abusos ocurridos durante el gobierno de Alberto Fernández".
 
Para el gobierno de Milei, el documento emitido por el CAT está "abiertamente influido por grupos militantes y organizaciones con marcada orientación kirchnerista" y "exhibe un sesgo ideológico incompatible con la imparcialidad que exige el sistema internacional de derechos humanos".
 
Resultaría gracioso, si no fuera tan trágico, que se etiquete de esa forma a un organismo técnico en el ámbito de las Naciones Unidas. Pero esa es la lógica del gobierno de La Libertad Avanza: quien denuncia abusos policiales o defiende garantías constitucionales es automáticamente sospechado de "zurdo" o "kuka".
 

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