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Sociedad e Interés General - 03-11-2023 / 06:11
3 DE NOVIEMBRE DE 1965

La misteriosa desaparición del TC-48, el mayor accidente de la Fuerza Aérea Argentina

La misteriosa desaparición del TC-48, el mayor accidente de la Fuerza Aérea Argentina
La formación con el TC-48 de fondo. La máquina tenía serios problemas técnicos.
El Vuelo TC-48 de la Fuerza Aérea Argentina fue un vuelo militar de cadetes egresados de la Escuela de Aviación Militar entre la Base Aérea de Howard en Panamá y el Aeropuerto de San Salvador. El 03 de noviembre de 1965 el Douglas DC-4 que cubría esa ruta, registrado como TC-48, transcurridos 30 o 40 min después de despegar el piloto informa un incendio en uno de los motores y avisa al control de San José en Costa Rica que se dirigirán allí, destino al cual nunca lograrían arribar, actualmente el avión se encuentra desaparecido y es considerado el mayor misterio de la aviación argentina.​ Todos los cadetes, miembros de la tripulación y pasajeros se los dio por muertos.
 
De Entre Ríos eran: Gerónimo Lorenzo Terradas, Juan Bernardino Tomilchenko Jorge Juan Stamelos Ruefli.  Con el no hallazgo de la nave en forma permanente, cientos de conjeturas conspirativas se hicieron sobre el accidente. Que una tribu indígena mantuvo cautivos a los sobrevivientes; que existe otro Triángulo de las Bermudas que se "tragó" al avión; que hay un "pueblo fantasma" donde viven los tripulantes. Una historia que aún guarda un gran misterio.
 
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Como cada 9 de Julio reivindicamos la lucha de las masas populares contra la permanente agresión política, económica y cultural neocolonial e imperialista, que busca disolver la identidad nacional y condenar a nuestra Patria a la condición de colonia dependiente como factoría de las metrópolis imperiales, mera proveedora de materias primas y alimentos baratos. 

El 09 de julio de 1816, el histórico Congreso, reunido en Tucumán, declara la independencia de las Provincias Unidas del Sur, que así rompe los lazos de dependencia con España y proclama la existencia de una nueva nación, libre e independiente. Lo hacía cuando la Santa Alianza, de Austria, Rusia y Prusia, promovía en Europa la restauración monárquica y combatía los movimientos liberales y democráticos.

Es el momento culminante de la gesta revolucionaria iniciada en 1810 y se realizó en Tucumán por el creciente malestar de los pueblos del interior contra Buenos Aires. Desde la supresión de la Junta Grande por el Primer Triunvirato en 1811 y hasta el Directorio de Carlos María de Alvear, la elite porteña había impuesto sus criterios centralistas, desconociendo el sentimiento federal de la mayoría del interior. La independencia, que se proclama en la sesión presidida por el sanjuanino Francisco Narciso de Laprida, es el fundamento a partir del cual José de San Martín impulsará la campaña para liberar Chile y luego Perú, consolidando la independencia argentina.

Las masas populares, con sus lanzas y su fuerte sentimiento de libertad, construyeron la Patria independiente con San Martín, las montoneras bravías del interior que nos legaron el federalismo, los ciudadanos revolucionarios de don Hipólito Irigoyen que cimentaron la democracia del Pueblo y las multitudes obreras movilizadas por Juan Perón que combatieron por la Justicia Social.
 
Invariablemente, la alternativa histórica fue siempre: independencia económica o subdesarrollo y miseria, e implica optar entre aceptar resignadamente la dependencia del país al FMI o luchar por la Liberación, por una Nación Justa, Libre y Soberana.
 
Tomamos el valiente ejemplo de San Martín que, para la Declaración de la Independencia, se impuso militarmente a los españoles y políticamente a aquellos sectores vinculados a la elite porteña que ya estaban negociando, tanto con el Imperio español como con el Reino Unido de Gran Bretaña, una nueva dependencia.
 
La nuestra es una historia de caudillos y masas populares. Los líderes pesaron profundo en los procesos. En 1816, San Martín, Belgrano, Güemes, Pueyrredón, Artigas, Juana Azurduy... Y la participación de las masas populares es una herencia del período independentista revolucionario, por la importancia que tempranamente tuvo la movilización popular, política y militar, en nuestra historia, desde la formación de las milicias urbanas para derrotar a los invasores británicos, y la voluntad del Pueblo que jugó un papel sin precedentes en la destitución de un virrey y el nombramiento de su sucesor.
 
Como decía don Arturo Jauretche"La historia es la política del pasado y la política es la historia del presente". Hoy, como siempre, peleamos por nuestra única, verdadera e irrenunciable independencia, evidenciando el aparato de colonización mental montada por los países centrales y sus operadores internos, como el macrismo y el mileismo, para perpetuar la dependencia.
 
Gustavo Rearte, fundador y líder de la JP, héroe de la Resistencia Peronista
Escribe: Blas García 

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