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Sociedad e Interés General - 22-06-2023 / 08:06
FUE ASESINADO EL 22 DE JUNIO DE 1889

Ricardo López Jordán: El Último Caudillo Federal en Armas

Ricardo López Jordán: El Último Caudillo Federal en Armas
Retrato del caudillo federal López Jordán, salón de los Gobernadores de la Casa Gris (Gobierno de Entre Ríos). Foto: La Opinión Popular
Escribe: Blas García
Ricardo López Jordán: El Último Caudillo Federal en Armas
 
Ricardo López Jordán fue uno de los últimos caudillos federales influyentes en la política de nuestro país. Se alzó en armas en tres ocasiones contra el gobierno centralista y unitario porteño, siendo derrotado en sus intentos.
 
En 1861, en la Batalla de Pavón, López Jordán, Juan Saá y Benjamín Virasoro derrotaron a la caballería porteña por completo, mientras la infantería federal fue rechazada. Pero Justo José de Urquiza, sin poner en juego todo su ejército, se retiró del combate.
 
Todos los federales vieron que Urquiza se había pasado al bando porteño, lo que era cierto: acordó con Bartolomé Mitre que se le permitiría mantener su poder en la provincia, sin intromisiones; pero a cambio abandonaba a la Confederación Argentina a su suerte.
 
López Jordán jamás perdonó a Urquiza haberse retirado de Pavón y lo culpó que la organización nacional estuviese en manos del centralismo porteño. Durante los años siguientes, los federales del oeste de la Argentina y de Corrientes eran destrozados sin que el jefe del partido federal, Urquiza, interviniera. También una invasión apoyada por Buenos Aires y el Brasil derrocaron al presidente legal del Uruguay y Urquiza no hizo nada.
 
En la Guerra de la Triple Alianza, Urquiza llamó al pueblo entrerriano a la guerra contra el Paraguay, López Jordán le respondió: "Usted nos llama para combatir al Paraguay. Nunca, general, ese pueblo es nuestro amigo. Llámenos para pelear a porteños y brasileños. Estamos prontos. Éstos son nuestros enemigos."
 
Terminaba la Guerra del Paraguay; con 10 mil muertos argentinos, Urquiza recibía en su palacio de San José, y con todos los honores, al presidente Domingo Faustino Sarmiento, el más encarnizado enemigo de los federales. López Jordán preparó la revolución.
 
Sarmiento tomó la revolución y el asesinato de Urquiza como una provocación en su contra y envió a Entre Ríos un Ejército con veteranos de la Guerra del Paraguay. Nunca declaró al gobierno de López Jordán intervenido (el Congreso Nacional se oponía a esto), directamente dictó un decreto que le declaró la guerra a Entre Ríos como a un país enemigo y decretó a López Jordán y a quienes lo acompañaren como reos de rebelión.
 
López Jordán fue derrotado por fuerzas militares superiormente armadas por el gobierno "civilizador" de Sarmiento. Marchó preso, escapó de la prisión y pidió asilo en Uruguay, hasta fines de 1888, en que gracias a una ley de amnistía, regresó al país radicándose en Buenos Aires.
 
Pero el 22 de junio de 1889 fue asesinado en las calles porteñas por Aurelio Casas, en una muerte poco clara, donde la sombra de un asesinato por encargo cubre su paso a la inmortalidad. La familia de Urquiza obsequió luego 35.000 pesos a la esposa de Casas.
 
En 1989, el Gobierno de Jorge Busti decidió, como un acto de estricta justicia histórica, que sus restos retornaran a la Patria Chica entrerriana. El último caudillo federal tuvo que esperar 100 años para volver a su tierra y su memoria aún reclama el justo lugar que el panteón de la historia provincial y nacional le debe a su lucha.
 

Escribe: Blas García   
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El 1° de Mayo es un día marcado por una larga historia de luchas, que arrancó en Chicago (EE.UU.), cuando un grupo de trabajadores organizó una movilización popular en reclamo de la jornada laboral de 8 horas en una época en que lo "natural" era trabajar entre 12 y 16 horas por día.
 
Esa huelga obrera iniciada el 01 de mayo de 1886 tuvo su punto álgido tres días más tarde, el 04 de mayo, con la Revuelta de Haymarket. La mayor democracia del mundo respondió brutalmente y, fraguando un atentado, encarceló a un grupo de militantes populares en los que intentó escarmentar a toda la clase trabajadora. En un proceso plagado de irregularidades, los dirigentes anarquistas detenidos fueron acusados, juzgados sumariamente y ahorcados el 11 de noviembre de 1887. Son los Mártires de Chicago.
 
Con el tiempo, el sentido de la fecha perdió mucho de su contenido de lucha. El Estado de Bienestar en el occidente capitalista desarrollado y la consolidación de las repúblicas soviéticas donde ese sistema opresor habría sido suplantado por el socialismo, otorgaron al 1º de Mayo un carácter festivo alejado de los contornos rebeldes iniciales. Argentina conoció esa etapa en el primer peronismo y el 1º de Mayo puso de relieve cada vez más su carácter de fiesta de los trabajadores.
 
El retorno del capitalismo en su forma neoliberal salvaje, el abandono del Estado de su función de mediador entre las clases sociales y su vuelta al rol de ejecutor de los intereses del establishment financiero e industrial, determinaron el regreso de males que se pensaban extinguidos, como el desempleo, la marginación de grandes masas hacia la periferia social y el hambre en amplias zonas del planeta, incluso en los países más avanzados.
 
El 1º de Mayo no es una fecha muy adecuada para festejos. La lucha obrera y popular fue la que logró la reducción de la jornada laboral, las leyes sociales y la dignificación del trabajador. Las conquistas sociales están asociadas a esos combates contra dos sistemas que se entrelazan: el imperialismo externo y las formas de opresión interior que sólo subsisten porque están asociadas al primero.

La lucha por la educación, la salud y un modo de vida digno se da en esa marcha señalada por la revolución y la contrarrevolución, entre el progreso de los valores humanos y el recorte de estos por obra de un utilitarismo neoliberal implacable.

En nuestro país, durante muchos años, cada 01 de Mayo los trabajadores ocupan las calles y se manifiestan desafiando al poder, recordándole que no es un día de fiesta, que existen y que no se resignan a ser solo una parte del engranaje productivo. En este 1º de Mayo, en el que gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei embiste contra la clase trabajadora, sólo con la movilización popular la conmemoración recupera su sentido.

De la redacción de La Opinión Popular 

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