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Sociedad e Interés General - 04-06-2023 / 08:06
ENSAYO DE NEOLIBERALISMO “JUSTICIALISTA”

El Rodrigazo: drástico plan de ajuste para combatir la inflación, reducir el déficit fiscal y sincerar el dólar

El Rodrigazo: drástico plan de ajuste para combatir la inflación, reducir el déficit fiscal y sincerar el dólar
El 4 de junio de 1975, se produce el Rodrigazo. El nuevo ministro de Economía, Celestino Rodrigo, anuncia el paquete de medidas que marcan el fin del modelo industrialista del peronismo. En medio de una profunda crisis con inflación y estancamiento económico, Rodrigo devalúa la moneda, aumenta los precios de los servicios públicos y los combustibles hasta un 180 por ciento e impone topes salariales a los acuerdos paritarios. La inflación se dispara y hay desabastecimiento. Por primera vez, el sindicalismo, bajo presión de las bases, le hace un paro a un gobierno peronista. Se reconoce como autor intelectual del programa al viceministro Ricardo Zinn, un ultraliberal que así trazó los lineamientos del plan económico de la dictadura. Rodrigo, que había asumido dos días antes de anunciar las medidas, dura un mes y medio en el cargo. En la imagen: La ex presidenta Martínez de Perón, a su lado, el siniestro José López Rega.
El 04 de junio de 1975, la presidenta María Estela "Isabelita" Martínez lanza el llamado "Rodrigazo" (así denominado en alusión al ministro Celestino Rodrigo) que fue el primer mega-ajuste de la historia económica argentina, y que inició la serie de planes que siempre incluían la fórmula "devaluación y tarifazo" para corregir distorsiones de la economía.
 
Implicó una devaluación de 160%, un aumento de los combustibles de un 180% y de todas las tarifas públicas en hasta 100%. Las deudas en pesos, naturalmente tuvieron una enorme licuación.
 
Los salarios se ajustaron a 45%, lo cual era, de hecho, una brusca disminución del poder adquisitivo. La presión sindical llevó que luego hubiera nuevos ajustes, que de todas formas quedaron licuados porque la inflación se disparó por encima de un 180 por ciento anual.
 
El plan tenía su explicación: había que oxigenar la economía que enfrentaba restricciones externas (léase se había quedado sin dólares) y se hacía impostergable sincerar los precios artificialmente reprimidos.
 
Pero la forma brutal en que se hizo el plan llevó a empresas a la bancarrota, hundió el poder adquisitivo, produjo bruscas transferencias de recursos entre sectores por la devaluación. Y, por cierto, agregó nafta a la hoguera de la violencia política imperante en aquella época. 
 
Días de crisis
 
A mediados de 1975, la presidenta María Estela Martínez, "Isabel", acumulaba cada vez mayores presiones en el plano político, y ya se intensificaban los rumores sobre un intento de golpe militar.
 
En ese contexto, la economía daba señales de agotamiento, luego de haber soportado la crisis mundial petrolera de 1973. En mayo, el dólar se disparó, el costo de vida alcanzó en términos anuales un 80,5% y los precios mayoristas un 75,4%.
 
Así, la estadía en el Palacio de Hacienda de Alfredo Gómez Morales, el histórico ministro del General, comenzó a tambalear.
 
El 2 de junio, José López Rega convenció a Isabel de que nombrara en su reemplazo a uno de sus colaboradores, el secretario de Seguridad Social Celestino Rodrigo, un ingeniero que hacía prácticas esotéricas como él.
 
Según cuenta una leyenda muy difundida, la noche anterior al anuncio de su plan, Rodrigo le dijo al "Brujo": "Mañana me matan o empezamos a hacer las cosas bien".
El flamante ministro difundió el 4 de junio un programa económico, que consistía en una devaluación asimétrica de la moneda que la llevó de 10 a 26 pesos-ley por dólar para el comercio exterior, a 30 pesos para el circuito financiero, y a 45 pesos para el turismo.
 
Asimismo, las tarifas eléctricas aumentaron entre 50 y 75 por ciento; el gas, entre 35 y 70%, la nafta común, 181% y la nafta especial, 172%. Y como "piedra de toque", el Gobierno ordenó un techo para las paritarias de entre 38 y 45%, con lo cual los salarios se evaporaron en el aire.
 
La Argentina no tenía memoria de una inflación tan alta ni de un ajuste tan brutal de precios relativos, por lo cual cayó de inmediato en recesión y acabó con un ciclo de 12 años de crecimiento sostenido inauguro por Arturo Illia.
 
En tanto, las reservas disminuyeron de 1.400 a 700 millones de dólares y la deuda externa trepó a 10 mil millones.
 
En ese marco, los gremios consiguieron aumentos del 100%, pero el Ministerio de Trabajo amenazó con no homologarlos.
 
La relación estalló: El 27 de junio, la CGT lanzó un paro por 48 horas y una manifestación que enfrentó, por primera vez en la historia, a un gobierno peronista reclamando la renuncia de López Rega y Rodrigo.
 
Con otros fines, las principales asociaciones patronales, coordinadas por el entonces titular de CARBAP, Jorge Aguado, lanzaron un lock out. La suerte de la democracia estaba echada.
 
El mismo día del paro, se realizó una reunión de mandos del Ejército en la Capital Federal, donde se rechazó intervenirla CGT a pedido de Isabel. Un día después Jorge Rafael Videla y Roberto Viola sumaron presión y sugirieron que denunciarían ante la prensa la integración de la Triple A.
 
"Lopecito" finalmente renunció y se exilió en Suiza el 19 de julio. El 21, cayó Rodrigo y su plan económico pasaba a la historia.
 
Fuente: iprofesional.com

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26-07-2024 / 08:07
El 26 de julio es un día de recordación para todos los sectores populares, porque ese día murió de cáncer y a los 33 años,  esa gran revolucionaria que fue María Eva Duarte, Eva Duarte, Eva Perón, o Santa Evita y que quiso ser llamada simplemente Evita.

Querida por el Pueblo hasta el misticismo y odiada por la oligarquía hasta la profanación de su cadáver, legó a su Patria una extraordinaria obra de justicia social, los derechos de los trabajadores y de la mujer, y el ejemplo de su fuerte compromiso militante por el bienestar de los pobres.

Tuvo el derrotero de vida de una heroína predestinada a la grandeza, que consiguió sobreponerse al espanto de la niñez y la juventud para alcanzar la cima rompiendo con todos los mandatos sociales de la época. De origen humilde, migró a la ciudad de Buenos Aires a los 15 años donde se dedicó a la actuación, alcanzando renombre en el teatro, el radioteatro y el cine. En 1943 fue una de las fundadoras del sindicato de la Asociación Radial Argentina (ARA), siendo elegida presidenta. En 1944 conoció a Juan Perón, entonces secretario de Estado.

Participó activamente en la generación de la histórica movilización revolucionaria del proletariado argentino el 17 de octubre de 1945 y en la campaña electoral de 1946 que permitió el triunfo popular. Con el Pueblo en el Gobierno, impulsó y logró la sanción en 1947 de la ley de sufragio femenino. Tras lograr la igualdad política entre los hombres y las mujeres, buscó luego la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida con el artículo 39 de la Constitución de 1949.

En 1949 fundó el Partido Peronista Femenino, el que presidió hasta su muerte. Desarrolló una amplia acción social a través de la Fundación Eva Perón, dirigida a los sectores más pobres. La Fundación construyó hospitales, asilos, escuelas, impulsó el turismo social creando colonias de vacaciones, difundió el deporte entre los niños, otorgó becas para estudiantes, ayudas para la vivienda y promocionó a la mujer en diversas facetas. Adoptó una posición activa en las luchas por los derechos sociales y laborales y se constituyó en vínculo directo entre Perón y los sindicatos. 

Los gorilas oligarcas la despreciaron tanto que no lograron más que agigantar sus logros y volver más férrea la defensa popular. Su voz, sus discursos, su joven belleza y su rebeldía quedaron para siempre en el corazón de todo un pueblo. Inmortal, intocada por la muerte, agigantada en su martirio por el cáncer y el robo su cuerpo, es un mito que el tiempo se encarga de tener siempre vigente, aquí en su Patria y en el mundo.
 
Como a todos los grandes líderes populares de la historia, el odio la envolvió y la siguió más allá de la muerte. Sus enemigos, la antipatria y la oligarquía, ejecutaron la macabra y enfermiza venganza de profanar y secuestrar su cadáver.

Ni siquiera así, y prohibiendo nombrarla, sus enemigos pudieron arrancarla de la memoria y el cariño popular. El odio de la oligarquía y el amor del pueblo son parte del mismo fenómeno, escindido en dos efectos antagónicos; uno y otro se alimentan recíprocamente.

Evita sigue viva, mas revolucionara, más mujer, más combativa que nunca. Ya volvió, en los albores de los años ´70, como símbolo y bandera revolucionaria, en un periodo de grandes transformaciones políticas y sociales, en Argentina y en toda Latinoamérica, para sumar a vastos sectores juveniles a la militancia por el retorno de Juan Perón.

Evita reaparece siempre en su ejemplo, para que pongamos en práctica los valores que nos legó, como bien lo recordara el poeta José María Castiñeira de Dios en "Volveré y seré millones".

Reivindicando a Néstor Kirchner
Escribe: Blas García 

26-07-2024 / 08:07
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