La Opinión Popular
                  05:05  |  Viernes 11 de Julio de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

Por
“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
Recomendar Imprimir
Sociedad e Interés General - 04-06-2023 / 08:06
EL 4 DE JUNIO DE 1946

Juan Perón asume su primera presidencia

Juan Perón asume su primera presidencia
El 4 de junio de 1946, Juan Perón asume su primera presidencia. Exactos tres años después de la revolución que volteó a Castillo, la Argentina vuelve a vivir bajo el amparo de la Constitución y con un gobierno surgido de elecciones limpias. Perón se posicionó al frente de la Secretaría de Trabajo y Previsión, a lo que sumó el ministerio de Guerra y la vicepresidencia. El 17 de octubre de 1945, la manifestación popular que pidió su liberación le hizo ganar la partida contra sus opositores en el Ejército. Otro 4 de junio, de 1952, asumirá su segunda presidencia, que quedará trunca por el golpe de 1955. En la imagen: Luego de haber jurado en el Congreso, el presidente Juan Perón recibe en Casa de Gobierno los atributos de mando -bastón y banda- de parte de Edelmiro Farrell, el 04 de junio de 1946.
Por Blas García para La Opinión Popular   
Después del histórico 17 de octubre de 1945, Juan Perón comenzó su campaña política para los comicios de 1946. El sector de la Unión Cívica Radical que le apoyaba formó la UCR Junta Renovadora, a la cual se sumaron el Partido Laborista y el Partido Independiente; organización radical FORJA se disolvió para sumarse al movimiento peronista.
 
Las primeras manifestaciones masivas antiperonistas fueron organizadas por el movimiento estudiantil, bajo el lema de "abajo la dictadura de las alpargatas". Las manifestaciones obreras que apoyaban las leyes laborales que iba promoviendo Perón, contestaban "alpargatas sí, libros no". El avance de la figura de Perón y su estrecha alianza con los sindicatos obreros había generado desde el comienzo una fuerte oposición tanto dentro como fuera de las Fuerzas Armadas, especialmente en las clases medias y altas.
 
En 1945, la embajada de Estados Unidos dirigida por Spruille Braden promovió la unificación de las fuerzas opositoras hasta conformar un gran movimiento antiperonista, que incluyó a los partidos Comunista, Socialista, Unión Cívica Radical, Demócrata Progresista, Conservador, la Federación Universitaria Argentina (FUA), la Sociedad Rural (grandes terratenientes), la Unión Industrial (grandes empresarios), la Bolsa de Comercio, y los sindicatos pro patronales opositores.
 
El apoyo popular, organizado por el Partido Laborista y la UCR Junta Renovadora, le dio la presidencia a Perón con el 56% de votos en las elecciones del 24 de febrero de 1946, ganando en todas las provincias menos en Corrientes. A diferencia de las elecciones celebradas durante la Década Infame, estas elecciones fueron reconocidas como absolutamente limpias por los propios dirigentes y diarios opositores.
 
El primer período presidencial de Juan Perón se inició el 04 de junio de 1946. Entre las acciones más destacadas se encuentra la conformación de un extenso Estado de Bienestar, una amplia redistribución de la riqueza a favor de los sectores más postergados, el reconocimiento de los derechos políticos de las mujeres, una política económica que impulsó la industrialización y la nacionalización de sectores básicos de la economía y una política exterior de alianzas sudamericanas apoyada en el principio de la Tercera Posición.
 
En el mismo período se realizó una reforma constitucional que sancionó la Constitución de 1949. Se incorporaron al máximo texto jurídico los nuevos derechos sociales como también el voto femenino, que había sido aprobado en 1947, y que reivindicaba a la mujer hasta entonces marginada de la vida política argentina, un cambio histórico en lo que respecta al reconocimiento de los derechos de la mujer.

Por Blas García para La Opinión Popular   

Agreganos como amigo a Facebook
10-07-2025 / 08:07
09-07-2025 / 10:07
09-07-2025 / 10:07
09-07-2025 / 10:07
Como cada 9 de Julio reivindicamos la lucha de las masas populares contra la permanente agresión política, económica y cultural neocolonial e imperialista, que busca disolver la identidad nacional y condenar a nuestra Patria a la condición de colonia dependiente como factoría de las metrópolis imperiales, mera proveedora de materias primas y alimentos baratos. 

El 09 de julio de 1816, el histórico Congreso, reunido en Tucumán, declara la independencia de las Provincias Unidas del Sur, que así rompe los lazos de dependencia con España y proclama la existencia de una nueva nación, libre e independiente. Lo hacía cuando la Santa Alianza, de Austria, Rusia y Prusia, promovía en Europa la restauración monárquica y combatía los movimientos liberales y democráticos.

Es el momento culminante de la gesta revolucionaria iniciada en 1810 y se realizó en Tucumán por el creciente malestar de los pueblos del interior contra Buenos Aires. Desde la supresión de la Junta Grande por el Primer Triunvirato en 1811 y hasta el Directorio de Carlos María de Alvear, la elite porteña había impuesto sus criterios centralistas, desconociendo el sentimiento federal de la mayoría del interior. La independencia, que se proclama en la sesión presidida por el sanjuanino Francisco Narciso de Laprida, es el fundamento a partir del cual José de San Martín impulsará la campaña para liberar Chile y luego Perú, consolidando la independencia argentina.

Las masas populares, con sus lanzas y su fuerte sentimiento de libertad, construyeron la Patria independiente con San Martín, las montoneras bravías del interior que nos legaron el federalismo, los ciudadanos revolucionarios de don Hipólito Irigoyen que cimentaron la democracia del Pueblo y las multitudes obreras movilizadas por Juan Perón que combatieron por la Justicia Social.
 
Invariablemente, la alternativa histórica fue siempre: independencia económica o subdesarrollo y miseria, e implica optar entre aceptar resignadamente la dependencia del país al FMI o luchar por la Liberación, por una Nación Justa, Libre y Soberana.
 
Tomamos el valiente ejemplo de San Martín que, para la Declaración de la Independencia, se impuso militarmente a los españoles y políticamente a aquellos sectores vinculados a la elite porteña que ya estaban negociando, tanto con el Imperio español como con el Reino Unido de Gran Bretaña, una nueva dependencia.
 
La nuestra es una historia de caudillos y masas populares. Los líderes pesaron profundo en los procesos. En 1816, San Martín, Belgrano, Güemes, Pueyrredón, Artigas, Juana Azurduy... Y la participación de las masas populares es una herencia del período independentista revolucionario, por la importancia que tempranamente tuvo la movilización popular, política y militar, en nuestra historia, desde la formación de las milicias urbanas para derrotar a los invasores británicos, y la voluntad del Pueblo que jugó un papel sin precedentes en la destitución de un virrey y el nombramiento de su sucesor.
 
Como decía don Arturo Jauretche"La historia es la política del pasado y la política es la historia del presente". Hoy, como siempre, peleamos por nuestra única, verdadera e irrenunciable independencia, evidenciando el aparato de colonización mental montada por los países centrales y sus operadores internos, como el macrismo y el mileismo, para perpetuar la dependencia.
 
Gustavo Rearte, fundador y líder de la JP, héroe de la Resistencia Peronista
Escribe: Blas García 

07-07-2025 / 19:07
NicoSal soluciones web

© Copyright 2009 LA OPINIÓN POPULAR – www.laopinionpopular.com.ar - Todos los derechos reservados.

E-mail: contacto@laopinionpopular.com.ar