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Nacionales - 23-05-2023 / 09:05
ESTRATEGIAS EN UN JUEGO DE TRES

La crítica por loco a Javier Milei solo logra fortalecer su posición electoral

La crítica por loco a Javier Milei solo logra fortalecer su posición electoral
En este “juego de tres”, quien tiene más para ganar y menos para perder es el mismo Milei. A diferencia de las dos coaliciones principales, el libertario es el “nuevo”, el receptor de los desilusionados. No resta votos, solo suma, y es el que propone soluciones sobre la mesa. Y como su juego es la diferenciación, cada crítica que recibe -”Milei, el loco”, “Milei, el agresivo”, “Milei, el de las propuestas inviables”- sólo logra fortalecer su posición del distinto, el tercero en discordia, y consagrarlo como alternativa.
Las elecciones presidenciales hoy están en un juego de tres: oficialismo, JxC, libertarios. Eso no quiere decir que sean "tres tercios" -en rigor, es temprano para ponerle números al "triángulo"-, sino que hay tres opciones que compiten dinámicamente por el votante indeciso. Junto a otras dos, que son la izquierda y una posible alianza entre Schiaretti y algún radical disidente, que pueden verse beneficiadas por lo que las otras tres pierdan en el camino.
 
En el espacio oficialista se sabe que el 48% de 2019 no existe más, y que lo que hoy queda es básicamente el "núcleo cristinista", que suele estimarse en un tercio del electorado; los otros votos de 2019, tal vez atraídos entonces por los aliados más moderados del Frente, ya no están disponibles. En esas circunstancias, lo óptimo para el oficialismo sería una fórmula que reúna sin problemas ese tercio de votos que sacaría Cristina si se postulara, pero que además sea capaz de sumar votos no-cristinistas en un eventual ballotage.
 
Sostiene Julio Burdman que en caso de no poder encontrarle la vuelta, al oficialismo le convendría ir a unas PASO para poder contener la mayor cantidad de votos, e incluir ahí tanto a quienes defienden la gestión albertista -Massa, Rossi, Scioli-, a quienes la critican "desde adentro" -Lozano, Grabois-, y al cristinismo identitario. Lo ideal, en un "juego de tres", es una lista única que los contenga a todos, pero si no hay forma de armarla, es preferible ir a una riesgosa PASO antes que correr el riesgo de dejar votos afuera.
 
Por otra parte, Juntos por el Cambio, que ganó en 2021 y era el claro favorito electoral en 2022, hoy está amenazado por el ascenso de Milei. El libertario toma votos de todos lados pero se nutre básicamente de quienes rechazan al actual gobierno pero tampoco quieren regresar al período 2015-2019. Además, el factor Milei provocó una ruptura ideológica dentro del cambiemismo, porque es quien lidera los debates, y divide a JxC con sus propuestas: hoy los dirigentes del PRO y la UCR se dividen entre quienes quieren "parecerse a Milei", y quienes buscan "diferenciarse de él".
 
Milei concentra sus cañones discursivos en Rodríguez Larreta y los radicales, sabiendo que la interna cambiemita fomenta su crecimiento. El éxito de Milei ha sido tal, que es probable que la suma de Larreta y Bullrich llegue al 40% en las PASO, pero que el triunfador de la contienda interna de JxC no retenga todo eso en la general del 22 de octubre: si gana Larreta, algunos bullrichistas irían hacia Milei, y si gana Bullrich, algunos larretistas y radicales podrían trasladarse hacia la candidatura de Schiaretti.
 
En este "juego de tres", quien tiene más para ganar y menos para perder es el mismo Milei. A diferencia de las dos coaliciones principales, el libertario es el "nuevo", el receptor de los desilusionados. No resta votos, solo suma, y es el que propone soluciones sobre la mesa. Y como su juego es la diferenciación, cada crítica que recibe -"Milei, el loco", "Milei, el agresivo", "Milei, el de las propuestas inviables"- sólo logra fortalecer su posición del distinto, el tercero en discordia, y consagrarlo como alternativa.
 
El discurso "anti Milei" sirve para enfrentarlo en una segunda vuelta: en una campaña de segunda vuelta de Juntos vs. Milei, o Todos vs. Milei, cualquier candidato de las coaliciones principales pedirá el voto de la otra "en nombre de la salvaguarda de la democracia". No obstante, en la campaña para la primera vuelta el anti-mileismo solo produce el efecto de consolidarlo.
 
Es que siempre hubo un sector negacionista, que reivindica la dictadura genocida, con un discurso brutal de extrema derecha que quiere imponerse en la Argentina, producto de la mezcla de la situación económica, del miedo a lo que vendrá en el interior de sociedades muy fragmentadas. Habrá que dar la pelea frontal para salvaguarda de la democracia.
 
La Opinión Popular
 

 
Milei, el liberal más loco del mundo
 
Por Natalia Volosin
 
Esta semana recibí cientos de agradecimientos de votantes de Javier Milei por Twitter. Irónicos, claro. Me decían, en tono burlón, que al publicar la plataforma electoral oficial que presentó La Libertad Avanza ante el juzgado con competencia electoral de María Romilda "Chuchi" Servini, sólo logré convencerlos aún más de votarlo. ¡Tráiganme una urna ya! La verdad es que no buscaba restarle votos a Milei, sino apenas informar. "Lo re voto, Nati, gracias". Genial, corazón, de eso se trata la democracia.
 
Se trata de elegir. Y si es con información previa sobre lo que esa persona o partido propone hacer con el mandato que nos pide, pues mucho mejor. Por eso es que tanto la plataforma de propuestas como la presentación en sociedad de la candidata a vice de los libertarios, Victoria Villarruel, son hechos para celebrar. Porque ponen sobre la mesa de qué estamos hablando cuando hablamos de esta persona que busca convertirse en el próximo presidente de la Argentina.
 
¿De qué se tratan sus ideas? ¿Son liberales, como dicen? ¿O son otra cosa? Y, de nuevo: es perfectamente posible que, aun siendo otra cosa, haya un montón de gente dispuesta a votarlos. Lo veremos con los resultados de la elección general. Ojo, de la general, eh, no de la falsa PASO en la que el partido de Milei (y probablemente también el Frente de Todos) no tendrán competencia interna.
 
Pero, lo voten muchos o lo voten pocos, es importante que se sepa claramente qué es lo que están votando. Para que después no haya sorpresas. Para que nadie venga a decir "ay, yo pensé que estaba votando a John Stuart Mill y al final era Aldo Rico, te pido mildis". Para que voten lo que quieran, como corresponde en una democracia, pero con convicción.
 
Para que voten mirándonos a la cara a quienes, por distintas razones constitutivas de nuestra identidad (porque somos mujeres, porque somos judías, porque somos liberales igualitarias o porque somos, pongamos, feministas) tenemos miedo. Para que cuando nos vengan a quitar derechos o cuando la violencia con la que se expresa públicamente el propio Milei cada vez que alguien dice algo que no le gusta se naturalice en la calle, en los lugares de trabajo y en las escuelas, se hagan cargo.
 
Y cuando digo que tenemos miedo, quiero ser muy clara en esto, lo digo de manera absolutamente literal. No es una metáfora de nada. Tenemos miedo. Y no es el miedo de la casta. La casta es la que se sienta en los foros empresariales y almuerzos diplomáticos a los que concurren los candidatos y candidatas (Milei incluido) para manguear el voto. La casta es la dirigencia política impresentable que le viene financiando su raid mediático y sus presentaciones públicas para morderle votos a otros adversarios.
 
Como si fuera una estrella de rock. Como si no hubiéramos aprendido nada de las experiencias de Trump y Bolsonaro. Como si la toma del Capitolio de Estados Unidos hubiera sido lo que mi cerebro todavía cree que fue: un capítulo de Los Simpsons o una pesadilla distópica. Así que muy linda la demagogia de que "la casta tiene miedo", pero no. Miedo tenemos quienes sabemos lo que significa que una mayoría ruidosa quiera aplastarte o eliminarte por tu religión, tu género, tu orientación sexual, tu ideología política, tu nacionalidad o tu color de piel.
 
Lo interesante de las propuestas de Milei es que, a diferencia de, pongamos, el Carlos Menem del 89′, las dice de frente manteca, sin anestesia. El Carlo hizo campaña con el salariazo y la revolución productiva, no con el Consenso de Washington. Milei, en cambio, dice frontalmente que va a recortar el gasto público, achicar el Estado, privatizar empresas públicas, reducir cargas sociales y eliminar planes sociales.
 
Por las razones que sea, no lo esconde. Y tampoco lo modera. Porque una cosa es gritar locuras en un estudio de televisión para llamar la atención (como decía Dalí, "que hablen bien o mal, lo importante es que hablen") y otra cosa es ser candidato a presidente de un país plural y diverso. Y, sin embargo, para Milei no parece haber diferencias.
 
Tal vez porque no podría moderarse ni aun queriendo. Tal vez porque cree que la gente reclama extremismo. No lo sabemos. Tampoco sabemos cuál es el huevo y cuál la gallina. Entre Milei y el extremismo, digo. Si Milei es constitutivo del, parafraseando a la señora Mirtha Legrand, derechaje, o si, en cambio, es meramente declarativo de un proceso que lo precede y lo excede. Pero ese es otro asunto.
 
Yendo, pues, al centro de la cuestión, en las propuestas de Milei-Villarruel hay tanto de liberalismo como de riverplatense hay en mi corazón: nada. Lo que sí hay es conservadurismo político, nacionalismo católico y anarcocapitalismo. ¿Te gusta todo eso? Fantástico. Sólo tenés que esperar que traigan las urnas. Pero, ojo, te tienen que gustar las tres cosas. No podés elegir una o dos. No podés tener anarcocapitalismo y hacerte el dolobu con el nacionalismo católico o con la historia personal de Victoria Villarruel.
 
¿Te gusta la eliminación de impuestos, la erradicación del Banco Central o la privatización de la educación, la salud y las cárceles? Fantástico, pero esa galletita viene en el mismo paquete que la derogación del matrimonio igualitario, el regreso a los abortos clandestinos, la suspensión de la educación sexual integral (ESI) en todo el país, la militarización de las cárceles, la unificación de las fuerzas militares con las de seguridad y la aplicación estatal de "estilos tradicionales de vida" (sic).
 
Si todavía te gusta, de nuevo: sentate a esperar las urnas. Pero, ¿estás seguro de que el nacionalismo católico conservador no se va a llevar puesta tu autonomía para decidir libremente y sin interferencias del Estado cómo querés vivir? ¿Estás segura de que los planes de vida de tus hijas y tus hijos son compatibles con lo que considera "estilos tradicionales" la hija de un militar que sirvió a la orden de Aldo Rico y que se negó a jurar por la Constitución Nacional en 1987?
 
¿Estás seguro de que no querés que los niños y niñas sigan teniendo ESI en las escuelas a pesar de que lo exige la UNESCO? ¿A pesar de que, según un informe de octubre de 2022 del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), entre 2014 y 2020 se redujo un 55% el embarazo adolescente, que suele ser no intencional? ¿A pesar de que, según el Ministerio Público Tutelar porteño, el 80% de las denuncias de abuso sexual infantil y adolescente surgen a partir de las clases de ESI?
 
No es poca la gente que dice que Milei está loco. Supongo que creen que es una manera rápida y efectiva de esmerilar sus chances de ser presidente de este país. Yo no sé si está loco. No podría porque no soy médica y no tengo ninguna formación en salud mental. Lo que sí sé es que liberal, lo que se dice liberal, no es. Ni clásico ni moderno. El centro de cualquier liberalismo, más emancipatorio, menos emancipatorio, más intervencionista, menos intervencionista, más igualitario, menos igualitario, el que a usted más le guste, señor, señora, es el rechazo de todo perfeccionismo y el enaltecimiento de la libertad.
 
Sólo el liberal más loco del mundo podría sostener lo contrario.
 
Fuentes: Infobae y Tiempo Argentino
 

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18-07-2025 / 12:07
Tech Security, la firma fundada por el presidente de la Cámara de Diputados, Martin Menem, fue beneficiada con una licitación pública para la seguridad de distintas sedes de la banca estatal. Facturará más de tres millones de dólares. El negociado se suma a los que venía acumulando una sociedad vinculada al clan a través de otro empresario, que ya acumula varios contratos. La casta al palo.
 
La supuesta pelea libertaria contra "la casta" demuestra tener patas cada vez más cortas. Si con el apellido sólo no alcanzaba, los contratos que la familia Menem sigue ampliando con el Estado salen a la luz para demostrar que varios de los principales funcionarios del Gobierno, incluidos los de máxima confianza de Javier Milei, replican las mismas prácticas que dicen combatir.
 
La empresa Tech Security, fundada hace casi 20 años por el presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem junto a sus dos hermanos, Fernando Nicolás Menem y Eduardo Adrián, resultó beneficiada con un contrato multimillonario con el Banco Nación. Se trata de la preadjudicación de una licitación pública para brindar el servicio de seguridad en distintas sedes de esa entidad financiera.
 
La suma total que embolsará trepa a los $3.933.026.507,98, poco más de tres millones de dólares. Que se suman a los más de 3 mil millones que desde diciembre de 2023 ya facturó otra empresa vinculada al clan a través de distintos intermediarios, de nombre Global Protection Service (GPS) Group. 
 
El contrato se concretó a través de la Licitación Pública CDS 1251/2025 del Banco Central, con fecha del 4 de julio de este año. Si bien Tech Security ya brindaba el mismo servicio desde 2018, los contratos se renovaban anualmente, mientras que esta vez, ya con Milei en el poder, se hizo por 24 meses, con opción a dos años más.
 
A diferencia de otras renovaciones, además, esta es la primera vez que la empresa gana una licitación por semejante monto con Menem ocupando un cargo relevante en la administración pública, lo que generaría, a priori, un conflicto de intereses, además de llevarse a las patadas con los postulados de la Ley de Ética Pública.
 
Por otro lado, el clan Menem ya venía ganando influencia en el Banco Nación desde hace meses, por ejemplo, en la rama de negocios de Nación Seguros, que llamativamente quedó afuera del listado de empresas públicas que Milei quería privatizar cuando impulsó la primera versión de la Ley Bases. El director de Nación Seguros es Alfonso Torres, cercano a Eduardo "Lule" Menem.
 
La Opinión Popular
 

18-07-2025 / 11:07
Una multitud se movilizó este jueves desde Congreso hasta Plaza de Mayo para defender al Hospital Garrahan y a la salud pública del brutal ajuste implementado por el gobierno de Javier "el Loco" Milei. La Marcha Federal de la Salud, que tuvo su réplica en diversas ciudades de la Argentina, fue convocada por la Asociación de Profesionales y Técnicos del Garrahan (APyT) y sumó la presencia de numerosos sindicatos y organizaciones sociales, políticas, estudiantiles, culturales y de derechos humanos, junto a una gran cantidad de familias y gente de a pie que participó de la manifestación para expresar su apoyo al reclamo.
 
Los trabajadores del Hospital Garrahan protagonizaron este jueves una masiva movilización al Congreso de la Nación, en defensa de la salud pública y en rechazo al ajuste impulsado por el Gobierno nacional. La marcha coronó una jornada de paro total en el hospital pediátrico, uno de los más reconocidos del país y referente en atención infantil.
 
Desde las 16:30, médicos, médicas, personal de enfermería, residentes y técnicos se congregaron en una columna que avanzó por las calles del centro porteño, respaldados por organizaciones gremiales, sociales y una amplia adhesión ciudadana. La consigna fue clara: denunciar el desfinanciamiento, exigir mejoras salariales y visibilizar la crítica situación que atraviesa el sistema sanitario público.
 
El reclamo incluye el rechazo a las reformas en el sistema de residencias, la pérdida de personal por las condiciones laborales y una caída del poder adquisitivo estimada en un 54% en términos reales, según un informe de la Fundación Soberanía Sanitaria. El documento también advirtió que los insumos médicos y medicamentos sufren una inflación superior al promedio general, agravando el panorama.
 
La protesta fue una nueva expresión de una lucha que los trabajadores del Garrahan vienen sosteniendo desde hace meses, con paros, asambleas y acciones callejeras. La continuidad y la masividad del reclamo reflejan no solo el deterioro de las condiciones laborales, sino también la preocupación por el futuro de una institución que es pilar de la salud infantil en Argentina.
 
En ese marco, los gremios que nuclean a los trabajadores del hospital, entre ellos la Asociación de Profesionales y Técnicos y ATE, rechazaron el aumento salarial propuesto por el Gobierno, al considerar que no cubre las necesidades básicas del personal.
 
La Opinión Popular
 

17-07-2025 / 10:07
Mientras la canasta de crianza supera los 500 mil pesos, la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, lanzó un insólito nuevo plan social que busca cambiar el eje de la asistencia: en lugar de alimentos, vouchers para actividades deportivas y culturales.
 
La propuesta, dijo, está pensada para las zonas "más vulnerables del país", aunque su fundamento ideológico no deja lugar a dudas: "El Estado no tiene que cuidar a los niños, los tiene que cuidar la familia".
 
La frase, que dejó caer en una entrevista, resume el espíritu de la medida. Pettovello detalló que los vouchers se entregarán a familias que asistan a "escuelas para padres" y podrán canjearse en parroquias o clubes.
 
Según explicó, el objetivo es fortalecer los vínculos familiares sin intermediación política, como parte de los futuros "Centros de Familia" que comenzarán a funcionar en agosto con una prueba piloto en la ciudad de Concordia.
 
La visión de Pettovello sobre la infancia es coherente con el discurso del oficialismo, que busca reducir la presencia del Estado en las políticas de cuidado.
 
Pero los números no acompañan el repliegue: según el INDEC, criar a un hijo en Argentina cuesta entre $411.000 y $517.000 por mes, según la edad del menor. Se trata de una canasta de crianza que incluye tanto bienes y servicios como el costo del tiempo de cuidado. La cifra más alta corresponde a niños y niñas entre 6 y 12 años.
 
Los datos son contundentes: solo en junio, el costo de criar a un bebé menor de un año fue de $411.201, mientras que el de un niño en edad escolar trepó a $517.364. Frente a estos montos, el lanzamiento de vouchers recreativos aparece más como un gesto simbólico que como una respuesta estructural a la pobreza infantil.
 
El anuncio también llega en un contexto de fuertes cuestionamientos a la gestión de Capital Humano por la retención de alimentos en depósitos oficiales. Lejos de reforzar el esquema de comedores comunitarios, Pettovello insiste en una política de asistencia "directa", en línea con el ideario libertario. "La familia tiene una función que no se puede delegar en el Estado", aseguró.
 
Mientras se ajustan presupuestos en salud, educación y cultura, la ministra apuesta a que un taller de cerámica o una clase de fútbol puedan reemplazar a un plato de comida caliente. En esa lógica, el Estado deja de garantizar derechos y pasa a sugerir actividades.
 

17-07-2025 / 10:07
El gobierno de Javier "el Loco" Milei intenta resistir hasta octubre en medio de tensiones económicas y políticas crecientes. Los frentes de conflicto se multiplican: ¿se le hizo demasiado largo el calendario electoral al libertario? En el medio asoman las peleas con los gobernadores.
 
A pesar de que el receso invernal del Congreso le abrió una ventana de tiempo para negociar, el gobierno de Milei enfrenta una tormenta en Diputados que podría llevarlo a una dura derrota, como la que sufrió la semana pasada en el Senado. La oposición prepara una sesión para aprobar el financiamiento universitario y la declaración de emergencia en pediatría a raíz del conflicto del Hospital Garrahan.
 
También se sumarían los proyectos de todos los gobernadores para distribuir de forma equitativa los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y del impuesto a los combustibles, que aprobó la Cámara alta y ayer ingresaron a Diputados, donde el oficialismo buscará obstaculizar su tratamiento.
 
Más complicado aún para la Casa Rosada será si la convocatoria incluye el rechazo al veto de Milei a la emergencia en Bahía Blanca (que ya revocó el Senado), donde sus propios aliados del PRO que votaron la emergencia deberán discernir si sostienen el veto presidencial para bancar la alianza electoral bonaerense detrás de los libertarios o si ratificaran la ayuda económica para la ciudad devastada por la inundación.
 
Los bloques de Unión por la Patria, Encuentro Federal, Democracia para Siempre y la Coalición Cívica vienen trabajando en la convocatoria a una sesión para la última semana de julio (podría ser el 30) o la primera de Agosto (el 6), que tienen como ejes darle media sanción a los proyectos de financiamiento para las universidades nacionales y la declaración de emergencia en el hospital pediátrico Garrahan.
 
Además, ayer ingresaron a la Cámara de Diputados los proyectos con media sanción del Senado impulsados por los 23 gobernadores y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para establecer por ley un esquema de coparticipación de los ATN y de una porción del impuesto a los combustibles destinados para obras viales que el Gobierno central recauda, no distribuye o lo hace a cuentagotas y de manera discrecional.
 
Ahora, el titular del cuerpo legislativo, el libertario riojano Martín Menem, deberá definir a que comisiones será girado cada uno de ellos. No se descarta que ambos vayan a la comisión de Presupuesto, donde su presidente José Luis Espert comanda la primera barricada oficialista para frenar cualquier iniciativa que incomode al Gobierno.
 
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16-07-2025 / 09:07
Javier "el Loco" Milei pretendía imponer límites a las huelgas mediante un decreto, esquivando al Congreso e ignorando las garantías constitucionales. La Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo le puso un freno al decreto de necesidad y urgencia (DNU) firmado por el prescindente Milei que pretendía recortar el derecho de huelga en Argentina.
 
Con una sentencia definitiva, el tribunal suspendió la aplicación del DNU 340/2025, una medida que ampliaba de forma arbitraria la cantidad de actividades consideradas "esenciales" y obligaba a mantener entre un 50 y un 75 por ciento de la actividad aun en situaciones de conflicto gremial.
 
El fallo fue firmado por los jueces Silvia Pinto Varela y Héctor Guisado, quienes ratificaron la resolución de la jueza de primera instancia Moira Fullana, que ya había dado lugar a un amparo presentado por la Confederación General del Trabajo (CGT). El tercer integrante de la sala, Manuel Diez Selva, no participó por estar de licencia.
 
El intento del Gobierno de Milei de cercenar el derecho de huelga, un derecho constitucional y fundamental de los trabajadores, fue declarado inválido por la Justicia por no cumplir los requisitos básicos para dictar un decreto de necesidad y urgencia.
 
En su voto, Silvia Pinto Varela dejó en claro que no se dan las "circunstancias excepcionales" que exige la Constitución Nacional para utilizar esta herramienta.
 
"Es muy claro que no se dan los extremos excepcionales a los que se refiere reiterada jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para justificar el dictado de un DNU, esto es, la imposibilidad de que se reúna el Congreso de la Nación", sostuvo.
 
El DNU 340/2025 había sido firmado por Milei el 21 de mayo. En su artículo 3 ordenaba, por decreto, que en los servicios esenciales no se pudiera negociar una cobertura menor al 75 por ciento, y en las actividades de "importancia trascendental", no se pudiera bajar del 50 por ciento.
 
Es decir, el Ejecutivo pretendía imponer límites a las huelgas mediante un decreto, esquivando al Congreso e ignorando las garantías constitucionales. La maniobra no es nueva: estos mismos cambios ya estaban en el capítulo 4 del DNU 70/2023, otro megadecreto de Milei, que también fue suspendido por la Justicia y que aún espera un fallo definitivo de la Corte Suprema.
 
La CGT había solicitado la acción de amparo argumentando que el decreto viola el principio de división de poderes y ataca la libertad sindical. La Justicia le dio la razón. El fallo representa un freno a un gobierno autoritario y anti democrático que viene avanzando sin consenso ni diálogo en medidas que afectan directamente los derechos laborales y sociales de los argentinos.
 
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