Nacionales - 09-05-2010 / 21:05
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL DE LOS ÚLTIMOS SIETE DÍAS
Kirchnerismo, corrupción, Unasur y Peronismo Federal
Urribarri y Kirchner. Busti y Duhalde. El ex presidente Kirchner les aseguras a sus compañeros del PJ oficial que, pese a todo, su imagen y la de su esposa han levantado en las encuestas que dice manejar. Así, la estructura del Partido Justicialista está a su servicio y los gobernadores considerados "buenos" por la Casa Rosada aportarán apoyo político desde sus propios territorios para reforzar la enorme maquinaria de poder que todavía les responde y plantar un escenario de enfrentamiento contra quienes no piensan como ellos.
-Korrupción oficial. Aumentan las complicaciones para un Kirchner, decidido a mantenerse en el poder a cualquier precio. La peor es la sombra de una gran corrupción estatal que se cierne sobre su cabeza, que alcanza y sobra para empobrecer hasta el mejor de los pronósticos. Dos temas concretos: las ventas a Venezuela, con el probable desvío de fondos a cuentas en Panamá, y la detención del empresario Gabriel Brito, el mayor aportante a la campaña presidencial 2007 del Frente para la Victoria. Ante semejante escenario, la estrategia K pasa por hacer subir a Kirchner en las encuestas y presentarlo como el mejor candidato frente a una oposición fragmentada que pretende gobernar el país en 2011.
-La Unasur K. El ascenso de Kirchner como "gerente" de la Unasur le sirve para recuperar prestigio regional e internacional, aportando a levantar su decaída imagen, en medio del escándalo por el presunto pedido de coimas a empresas de la agroindustria. Ya designado, surge el temor del santacruceño a perder los fueros que, como legislador, lo protegen de cualquier citación judicial.
-Unidad del peronismo federal. Una coalición para reunir a los lideres del peronismo anti kirchnerista y que representara a los distritos electorales más importantes del país comenzó a tomar forma. Los nombres anotados son: Eduardo Duhalde, Francisco de Narváez y Felipe Solá, por la provincia de Buenos Aires; Reutemann, por Santa Fe; Jorge Busti, por Entre Ríos, y Mauricio Macri, por la Capital. Para Kirchner podría suceder el peor de los escenarios, que ninguno de esos potenciales rivales se presente a la interna y decidan ir por afuera de las estructuras partidarias del "pejota".
-El proyecto K de quedarse quince años más. Con todos estos elementos en contra, Néstor K dijo con todas las letras: "Tenemos un proyecto para diez o quince años más", lo cual vendría a significar un récord de permanencia de dos décadas al hilo que ni Juan Perón ni los militares pudieron, ni Carlos Menem lo hizo.
De la redacción de La Opinión Popular
Néstor Kirchner 2011
Se afirma, una y otra vez, en los despachos oficialistas que Kirchner está más convencido que nunca que será candidato, que ganará por varios cuerpos la interna del PJ, y que alcanzará un triunfo en primera vuelta con un piso del 40 por ciento de los votos. "Hoy, estamos en 25, 30%", se entusiasma uno de los hombres K.
El ex presidente les aseguras a sus compañeros del PJ oficial que, pese a todo, su imagen y la de su esposa han levantado en las encuestas que dice manejar. Así, la estructura del Partido Justicialista está a su servicio y los gobernadores considerados "buenos" por la Casa Rosada aportarán apoyo político desde sus propios territorios para reforzar la enorme maquinaria de poder que todavía les responde y plantar un escenario de enfrentamiento contra quienes no piensan como ellos.
Lo que no ven es cómo las exportaciones dejan de ser progresivamente atractivas y las importaciones pueden crecer ante un panorama inflacionario que impide devaluar, los grandes subsidios a las empresas de servicios para mantener el congelamiento de tarifas aumentan el déficit, el alto Riesgo País mantiene la baja inversión, además de las situaciones institucionales delicadas, las sospechas de corrupción, los problemas con la Justicia, la restricción a las libertades, las peleas constantes con la prensa, etc.
Y lo que no hay es una respuesta que permita salir de tamaña fantasía y pasar a la realidad, y preguntarse cómo harán Kirchner y el gobierno de su esposa para remontar el enorme descontento popular que hoy despiertan sus figuras, que bordea el 70 por ciento de imagen negativa en cualquier encuesta.
Korrupción oficial
Han aumentado las complicaciones para un Kirchner, decidido a mantenerse en el poder a cualquier precio. La peor de todas ellas, es la sombra de un gran acto de corrupción estatal que vuelve a cernirse sobre su cabeza y la de altos funcionarios del gobierno de su esposa, que alcanza y sobra para empobrecer hasta el mejor de los pronósticos, que entregan en la cima del poder K.
Dos temas concretos se cruzan hoy con fuerza para poner en aprietes a los Kirchner: las ventas a Venezuela, con el probable desvío de fondos a cuentas en Panamá, que los funcionarios negaron enfáticamente diciendo que se trata de una "construcción mediática" y la detención del empresario del rubro farmacéutico Gabriel Brito, quien figura como el mayor aportante, con $ 300.000, a la campaña presidencial 2007 del Frente para la Victoria.
Con exfuncionarios de la catadura de Claudio Uberti y Ricardo Jaime en la mira de la justicia, las balas pican cada vez más cerca de Néstor Kirchner. Las sospechas de coimas bolivarianas, dinero sucio para la campaña de Cristina y enriquecimiento ilícito se transformaron en su principal oposición.
Venezuela y los medicamentos
Bajo los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, la Argentina firmó 181 tratados bilaterales con Venezuela. Los Kirchner firmaron con el presidente venezolano, Hugo Chávez, más tratados que con los demás países latinoamericanos sumados y más del doble de los firmados por los demás presidentes argentinos (democráticos o de facto) con el país caribeño en los últimos 40 años.
La Justicia argentina busca desentrañar algunos enigmas, como los oscuros negocios con Venezuela y el tufillo a remedios truchos de la campaña que en 2007 llevó a la Presidenta y su vice Cobos adonde están ahora.
En los últimos días, las tapas de los diarios explotaron debido a las graves acusaciones de corrupción que, en sede judicial, realizó nada menos que Eduardo Sadous, un ex embajador argentino en Venezuela.
El caso de las supuestas coimas que atravesarían la relación entre la Argentina y Venezuela por la investigación de supuestos sobreprecios en la exportación de maquinaria agrícola del ex defensor del Pueblo, Eduardo Mondino; se vinculan con el informe de los ex secretarios de Energía que señalaron serias irregularidades en la compra de fuel-oil al Gobierno de Caracas por parte de la Argentina, y el caso del valijero Guido Antonini Wilson.
Las más graves son los expedientes en los que todos los caminos conducen a Kirchner. En la ruta del dinero hay dos avenidas con nombres y apellidos: Claudio Uberti y Héctor Capaccioli.
Las millonarias valijas de retornos venezolanos y los aportes ilegales de la mafia de los medicamentos tienen sendos escalones antes de llegar a Néstor: Julio De Vido y Alberto Fernández que fueron los superiores jerárquicos de Uberti y Capaccioli, respectivamente.
¿Podría Néstor Kirchner, un jefe que concentra totalmente el poder y las decisiones, desconocer lo de Venezuela y las donaciones para la campaña de su esposa? Si Mauricio Macri va a ser procesado por los delitos cometidos por Ciro James, empleado de un ministerio, ¿qué puede esperar Kirchner cuando su poder entre en el ocaso?
Contraataque K
En ese contexto, Kirchner necesita remontar la cuesta y zafar de los altos niveles de desaprobación ciudadana que registra, al igual que su esposa. En medio de avances de la justicia y de la presión de los medios sobre un nuevo caso de corrupción que podría tener ribetes escandalosos, ciertamente eso no ayuda a sus fines políticos. Y abona la teoría de que la candidatura presidencial del santacruceño podría empezar a correr riesgos.
Ante semejante escenario, la estrategia del gobierno parece cantada y pasa por hacer subir a Kirchner en las encuestas y presentarlo como el mejor candidato frente a una oposición fragmentada, que nunca termina de acomodarse, como ocurre en el radicalismo y el Peronismo Federal, y que pueden ser presentados, por la frondosa propaganda oficial, como una bolsa de gatos que pretende gobernar el país en 2011.
Pero la instalación cada vez más fuerte en la sociedad de un escándalo igual o superior al de la valija de Antonini Wilson, o el por ahora cajoneado caso Skanska, ciertamente no ayudan a levantar el mezquino techo de intención de voto que tiene Kirchner, que, en el mejor de los casos, y de acuerdo con encuestas encargadas y pagadas por el propio gobierno K, treparía hasta el 30 por ciento.
Así, al gobierno K no le queda más que un contraataque, que consiste en armar una fuerte campaña de presión contra la Corte Suprema y los jueces, desprestigiar los medios independientes, principalmente: Clarín y La Nación, según prometen en las cercanías de De Vido, con el argumento de que esos medios quieren desestabilizar el país o perjudicar el comercio con el exterior.
La Unasur K
El ascenso de Kirchner al frente de los países que componen la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) le sirve para recuperar prestigio regional e internacional, aportando a levantar la decaída imagen a nivel nacional, en medio del avance del escándalo por el caso del presunto pedido de coimas a empresas de la agroindustria.
El ex presidente uruguayo Julio Sanguinetti dijo que en su país "nadie considera que sea una candidatura adecuada debido a las condiciones personales de Kirchner, que no es un hombre de conciliación diplomática", en línea con Eduardo Duhalde que, desde la interna del PJ, disparó que el ex presidente "es especialista en desintegrar".
Difícilmente la Unasur cumplirá su proclamado cometido si se presta como instrumento político de uso interno. Por eso, al final del ajetreo en el tablero regional, Gualeguaychú se quedó sin nada; Mujica terminó en una posición en la que parece perdedor y la Unasur quedó como un escenario de actos electoralistas.
Ahora, ya designado Kirchner, surge el temor del santacruceño a perder los fueros que, como legislador, lo protegen de cualquier citación judicial. Y aun a riesgo del escándalo que se puede armar en el Congreso, resurgió la idea de que solicite una licencia. "No hay que cerrar una puerta que ya no se va a poder abrir nunca más"... dicen.
Lo real es que Kirchner no encuentra el menor atractivo para ocupar su escaño, en una Cámara dominada por la oposición. Es más, como una manera de ningunear el cargo legislativo se refiere a Agustín Rossi (quien se sienta a su lado) como el "compañerito de banco". Lo que frena la decisión de plantar bandera y presentar la renuncia es la posibilidad de perder fueros cuando las acusaciones judiciales y el despoder golpeen a su puerta.
Unidad del peronismo federal
Una coalición para reunir a los lideres del peronismo anti kirchnerista y que representara a los distritos electorales más importantes del país comenzó a tomar forma.
En los hechos, podría significar un nuevo equilibrio de fuerzas en el peronismo, lo que sería perjudicial para Néstor Kirchner. ¿Por qué muchos dirigentes peronistas seguirían atados a un pasado que concluye? Se preguntan.
Los diálogos se han dado entre los principales dirigentes del centro del país, donde habita más del 70 por ciento del electorado nacional. Sería el comienzo de una construcción, aunque no excluyente de líderes de provincias menos decisivas que se sumarían luego.
Los nombres anotados son: Eduardo Duhalde, Francisco de Narváez y Felipe Solá, por la provincia de Buenos Aires; Reutemann, por Santa Fe; Jorge Busti, por Entre Ríos, y Mauricio Macri, por la Capital.
Las esperanzas de Kirchner de hacerse fuerte desde la presidencia del justicialismo y vencer en las internas del año que viene a todos sus rivales internos comienzan a mostrar duras grietas.
Podría suceder el peor de los escenarios, que ninguno de esos potenciales rivales se presente a la interna y decidan ir por afuera de las estructuras partidarias del "pejota".
Felipe Solá ya ha dicho que no competirá porque no confía en las reglas de juego de unas elecciones internas controladas por el aparato del oficialismo K. De Narváez podría seguir ese camino, cada vez más decidido a jugar, finalmente, en la provincia de Buenos Aires.
Eduardo Duhalde quiere sacar patente de que es el único peronista con chapa y espalda para pelear en el barro que le propone el oficialismo. Se dedica a disparar munición gruesa contra su archienemigo K, como ocurrió este viernes en Concordia, pero tampoco sería de la partida internista, aunque jure que en los comicios del PJ, doblegará por abandono a Kirchner.
En esa conjunción del Peronismo Federal, los cacicazgos son demasiados, como pocos los peones. Duhalde duplicó su intención de voto en los últimos tiempos, aunque tiene todavía tiene una imagen negativa alta. Felipe Solá, por ejemplo, muestra públicamente su intención de ser candidato a jefe del Estado pero sabe que el amperímetro no sube. Lo suyo es poder colar el nombre en una fórmula como candidato a vicepresidente, lo mismo a lo que aspiran Mario Das Naves y tantísimos otros.
Con respecto a Macri, que no es peronista, aunque contó siempre con apoyo peronista, se encuentra en una situación difícil y debe sortear una investigación judicial, en la que probablemente será procesado. En esa circunstancia necesita de un "paraguas" protector más amplio para que el kirchnerismo no se lo lleve puesto. Y el peronismo federal precisa desembarcar con fuerza en la Capital Federal.
La primera condición que establecieron es que ninguno de ellos deberá decir que es candidato presidencial. Cualquier proyecto personal explícito, que varios lo tienen, haría estallar la mesa de acuerdos. Está claro que de ese grupo saldrá el candidato presidencial del peronismo antikirchnerista.
El proyecto K de quedarse quince años
Con todos estos elementos en contra, cuando el Estado tiene luces amarillas por todos lados, el flamante gerente de la Unión de Naciones Sudamericanas, Néstor K, lo dijo con todas las letras: los kirchneristas sueñan su tiempo como "un proyecto para diez o quince años", lo cual, estando por cumplir siete en el ejercicio del poder político, vendría a significar un récord de permanencia de dos décadas al hilo que ni Juan Perón ni los militares pudieron, ni Carlos Menem lo hizo.
De la redacción de La Opinión Popular