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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 19-03-2023 / 10:03
SORPRESA EN EL GOBIERNO: LA INFLACIÓN POR ENCIMA DE LAS PREDICCIONES

Qué implica el índice de precios del seis coma seis, superior a lo esperado

Qué implica el índice de precios del seis coma seis, superior a lo esperado
El martes pasado hasta los gurúes de derecha más chantas y valorados predecían unas décimas menos. El equipo del ministro de Economía Sergio Massa vaticinaba también entre 5,8 por ciento y 6,2 por ciento guarismos abrumadores de por sí. El INDEC no filtró data, por lo visto. El índice sacudió al oficialismo que no insinuó respuesta novedosa hasta el cierre de esta nota.
En política, se suele explicar, dos más dos casi nunca (o nunca) es igual a cuatro. El sabio proverbio retoma vigencia tras conocerse el índice de precios al consumidor de febrero. El 6,6 por ciento es más que el seis como seis por ciento en el Palacio, en el Ágora, en el mundillo político.
 
Para la curtida gente común el porcentaje está por debajo de la inflación real, a la que sufren día tras día. La miden con el ojímetro y la experiencia. En una de esas aciertan más que los consultores económicos y que varios funcionarios.
 
Las subas que padecen las personas de a pie refieren en particular a sus consumos ineludibles, empezando por los alimentos y artículos del hogar que superan a la media. "¿Qué culpa tiene el tomate?" cantaban los republicanos españoles. Ninguna, concluyen los dones y doñas nadies, Juan y Juana Pueblo: responsabilizan a las autoridades o a grandes empresas. Las autoridades, en primer lugar.
 
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) recobró credibilidad y prestigio, enhorabuena. Sus informes son creíbles. Para acrecentar su prestigio el ente comandado por Marco Lavagna difunde los índices de precios en un día prefijado, a las cuatro de la tarde, la hora señalada.
 
El martes pasado hasta los gurúes de derecha más chantas y valorados predecían unas décimas menos. El equipo del ministro de Economía Sergio Massa vaticinaba también entre 5,8 por ciento y 6,2 por ciento guarismos abrumadores de por sí. El INDEC no filtró data, por lo visto. El índice sacudió al oficialismo que no insinuó respuesta novedosa hasta el cierre de esta nota.
 
En la misma semana el Fondo Monetario Internacional (FMI) metió pressing al Gobierno mientras aliviaba una de las metas del acuerdo: el nivel de reservas. Quedó incumplible como tantas otras. Ante un pésimo trance nacional y local el Fondo cuestionó a la moratoria previsional, la rotuló como inesperada. Mocionó que se atenúe el respectivo impacto fiscal.
 
Voces oficiales en off (el esperanto de la etapa) divulgaron que un posible rebusque sería limitar la cantidad de beneficiarios escudriñando niveles de pudiencia o algo así. Cuánto gastan en tarjetas, si compraron divisas, si son dueños de su hogar, etcéteras. Y reducir el número de beneficiarios potenciales.
 
Sería muy complicado poner en práctica la reforma, interpreta este cronista. Y lo que es más grave, se desnaturalizaría el espíritu de la moratoria. El Gobierno no debe ceder a las presiones, serruchando el piso de protección para los jubilados. Podrá ser peliagudo plantarse, vaya uno a saber... pero el suicidio sería peor.
 

 
Las plagas: 
  
La pandemia, la guerra en Ucrania, la sequía... se añade una crisis financiera incubada en el centro del mundo. Es incipiente lo que hace imposible pronosticar la dimensión. Algo es seguro, cualquier garúa sobre el sistema financiero internacional se vuelve tormenta en los países emergentes. La Argentina atravesó muchas, en todas sufrió daños.
 
Un coletazo certero, enseñan los expertos de derechas, es el "vuelo a la calidad" ("fly to quality"); los dineros migran hacia las comarcas que generaron la crisis. No hay contrasentido sino atracción gravitatoria. En nuestros pagos (acaso en otros también) se añaden las maniobras especulativas de grandes jugadores que pescan en río revuelto. Cualquier cimbronazo vale como coartada para acrecentar ganancias, sacar ventaja, evadir, fugar. El bien común no marida con "los mercados".
 
El escenario empeoró en este verano con la sequía como principal ariete. Es imprescindible, ante eventualidades nefastas e imprevisibles, alguna forma de renegociación. La inminencia de las elecciones señala que revisar la moratoria, reducir la inversión social perjudicarían a la clase trabajadora.
 
Una tormenta perfecta, agravar el malestar colectivo en el verano ardiente, contribuiría a las nada desdeñables posibilidades de victoria de Juntos por el Cambio (JpC), enemigo declarado de la moratoria, de las políticas sociales en general, de los derechos laborales.
 
La moratoria continúa con lineamientos trazados entre 2003 y 2015. Cubrir a los damnificados por la evasión patronal que los dejaron sin aportes aunque hubieran laburado en relación de dependencia. O a quienes no pudieron aportar porque sobrevivieron entre tantas crisis. La derecha los desampara con argumentos "meritocráticos": no se pusieron porque fueron vagos, que carguen con su culpa.
 
El piso de protección social que construyó el kirchnerismo pudo ser depreciado después de 2015 pero no destruido sobre todo cuando tiene consagración legal. Entre las deudas del Gobierno descolló la de no haber creado ni una institución perdurable de derechos sociales o laborales, una constante de los mandatos de Juan Domingo Perón, Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.
 
La marca de la presidencia de Alberto Fernández son medidas coyunturales, aumentos posteriores a rebotes inflacionarios, aciertos por tiempo limitado como los IFE (Ingreso familiar de emergencia) o los ATP (Anticipos para la Producción y el Trabajo) en 2020. Todo corto plazo, nunca ampliaciones de derechos amplias y arduas para derogar.
 
Esta columna no califica para proyectar costos de la movida. Intuye que serán decrecientes según corran los años. Las jubilaciones mínimas se volcarán al mercado interno, dinamizarán el consumo. Son un derecho conculcado.
 
Conjugando las variables enumeradas, el gobierno dispone de una jugada única. Cumplir con lo prometido y legislado. Asombra que haya sorprendido a las autoridades del FMI porque estaba macerando en Diputados tras haber sido aprobada en el Senado. Quizá algún negociador deslenguado les prometió lo imposible o quizá aprietan por método.
 
La intransigencia de "este" Fondo es un dilema. Un fallecido economista radical sabio y con olfato político (rara avis) Adolfo Canitrot decía que el Fondo te tira un salvavidas cuando te ahogás, te lleva a la costa, te hace respiración boca y te vuelve a arrojar al agua cuando mejorás un poco. Tal su vivencia, treinta años atrás. La traducción en el siglo XXI está por verse. Dependerá del organismo, del Departamento de Estado y del Tesoro. Son reductos en los que Massa sabe ser bien acogido, más que el peronismo en general.
 
Nueva intuición de este cronista: el establishment económico argentino será determinante en el curso de los acontecimientos. Con sigilo, visiblemente o sinmigo, el Fondo escuchará sus dictámenes o leerá sus comportamientos.
 
¿Le conviene a la crema del empresariado la crisis acelerada que incita el macrismo, con desparpajo y mala fe? ¿O le conviene que la economía y el sistema democrático atraviesen el desierto, bien que mal? ¿Le conviene, simplificando apenas, que se jaquee la gobernabilidad justo antes de las elecciones? Mejor ahorrar presagios, la clase dominante argentina es atávicamente simplista, brutal, a menudo gorila, aunque pierda guita en el camino.
  
Las honras a Carlos Blaquier posteriores a su fallecimiento ostentan el rostro de la clase que no se avergüenza tan siquiera de su participación protagónica en el terrorismo de Estado. Personajes paradójicos que aplauden a la película "Argentina, 1985" y a muchos villanos que pasaron por el banquillo o lo gambetean con complicidad del Poder Judicial.
 
En el Frente de Todos (FdT), a su vez se reprochó a AF no haber promulgado la moratoria, que el Ejecutivo acompañó y que se logró con la unidad del bloque oficialista. Una exageración, por ahí. Las leyes aprobadas en el Congreso pueden entrar en vigencia por promulgación expresa o por haber transcurrido diez días "útiles" (hábiles en jerga actual) desde la comunicación del Parlamento al Ejecutivo sin que medie acción alguna de éste.
 
En criollo y si no falla el ábaco del cronista; la ley habría entrado en vigencia solita el viernes pasado. Vetarla o "devolverla" no estaba en la caja de herramientas, la vocación por las diatribas internas es una constante común del kirchnerismo y del albertismo.
 
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En defensa propia: 
  
El 6,6 por ciento hizo entrar en el pasado a las estimaciones de Sergio Massa. El índice de marzo, parece, superará dicha marca record. El de abril no comenzará con cuatro. El 60 por ciento incluido en el Presupuesto es imposible y complicado llegar al 80 por ciento que se susurraba como soportable, en "off". La potencial candidatura del ministro retrocede varios casilleros, en paralelo con las chances del FdT.
 
El Ministerio de Trabajo convoca al Consejo del Salario (CSMVM) para reducir daños. En especial para los beneficiarios de programas o planes sociales. Un parche tan necesario como transitorio.
 
Los sindicatos repiten las diferencias clásicas en estos años. Los más combativos insisten con el reclamo de aumento general de suma fija para los trabajadores registrados. El Gobierno la desestimó a fines de 2022 cuando había mejor plafón y hubiera sido más funcional.
 
La totalidad de los dirigentes gremiales reivindica a las convenciones colectivas como la mejor herramienta para sus representados. Se reabren o actualizan con frecuencia creciente.
 
Los resultados, cabe imaginar, diferirán según la combatividad de los sindicatos. Siempre fue desaconsejable interpretar el resultado de una paritaria fundándose solamente en el aumento promedio "que sale en los medios". Los convenios colectivos son frondosos, pródigos en beneficios o concesiones captables por lectores avezados.
 
El acuerdo firmado por la Bancaria da un ejemplo flamante. Los aumentos se robustecen con beneficios extra salariales, con la participación en las ganancias, constitucional e infrecuente por añadir solo un par de referencias rotundas.
 
Entre el fin del verano y el comienzo del invierno se sucederán paritarias relevantes. En junio se cierra la anotación de listas para las Primarias Abiertas (PASO) nacionales.
 
Una diferencia con relación a las elecciones de 2015, notable y algo olvidada. La dirigencia sindical peronista era más hosca respecto de la entonces presidenta Cristina que hoy con relación a Alberto Fernández. No es amor nunca, ni alineamiento casi nunca.
  
Apenas haber sido escarmentados por Macri y su equipazo. Hoy los gremialistas saben que un regreso de la derecha viene por ellos y por los derechos de los trabajadores. La premisa de hacer lo mismo pero más rápido atañe tanto a las empresas públicas (y sus empleados) como a la Ley de contrato de trabajo, a las indemnizaciones por despido solo para empezar.
 
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Confesión y cierre: 
  
Una confesión antes de recapitular y cerrar. El cronista ignora qué pasará si el gobierno desoye los cantos de sirena del Fondo e insiste con un programa coherente hasta diciembre. Si habrá renegociación con cierta transigencia en función de las debacles combinadas. O si se decretará un default. O si conseguirá surfear con un programa mínimo.
 
Sí sabe que la jubilación para quienes laburaron toda la vida es un derecho humano y social. Que no hay margen para borrar o desfigurar con el codo una política pública digna y flamante.
 
El ABC de la política también existe. Terminar retrocediendo, adoptando (algunos dirán acentuando) el programa del adversario político es un viaje de ida al fracaso electoral y una injusticia con los representados.
 
El verano se insinuó promisorio con el sabor del Mundial en las mentes y los brindis, las vacaciones, los pronósticos voluntaristas, Hoy en día cuesta imaginar que terminará marzo... pero terminará.
 
En la próxima semana volverá a jugar la Selección en su patria. Y se conmemorará el aniversario del golpe de estado de 1976. Ojalá que el sentido común colectivo y la destreza de los dirigentes construyan una fiesta popular inolvidable el jueves. Y que el viernes, en Plaza de Mayo y en muchas otras de todo el país se reiteren la masividad, los homenajes a las Madres y las Abuelas, el respeto a la memoria de los compañeros detenidos-desaparecidos.


La celebración popular, las banderas de siempre, la unidad en las calles y en la acción pueden soplar una brisa fresca en tiempos difíciles. Pueden, podrán, podrían... Ojalá.
 
Por Mario Wainfeld
 
Fuente: pagina12.com.ar
 

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26-12-2025 / 07:12
Sea por la infatuación que le dio el triunfo en las elecciones de octubre, por un criterio equivocado o por simple ignorancia política, el gobierno de Javier "el Loco" Milei ha incurrido en un error que puede resultarle caro. Aunque no explícitamente, se ha indispuesto con la Iglesia Católica, porque esta defiende la Justicia Social.
 
Se sabe que esta institución, se diría que, desde siempre, ha sido el credo mayoritario en el país, con militancia de las clases altas y muchas de las jerarquías militares, y si no recordar los últimos meses del primer período de gobierno peronista, cuando hubo un abierto enfrentamiento con la Iglesia y los aviones que bombardearon a gente inocente en Plaza de Mayo lo hicieron con el claro signo de "Cristo Vence" escrito en el fuselaje de sus máquinas.
 
Aquí y ahora la situación no ha llegado a extremos semejantes, pero se manifiesta claramente en el tradicional cambio de saludos para fin de año que concretaron la Iglesia y el Gobierno. A una nota enviada por el arzobispo al Presidente en la que destaca "nuestro anhelo de una paz social sólida, fundada en el cuidado de cada persona y especialmente de quienes atraviesan mayores fragilidades: los pobres, los trabajadores que sostienen día a día la vida del país y los ancianos cuya sabiduría y experiencia necesitamos valorar y acompañar".
 
Milei respondió diciendo que aprecia y valora "el llamado a la reflexión, a la paz social y el compromiso por el bien común" planteado por la jerarquía católica" y sostiene que "seguiremos trabajando incansablemente para generar las condiciones que permitan a cada argentino desarrollarse con dignidad, libertad y oportunidades reales de progreso, especialmente a quienes se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad".
 
Es fácil advertir que ambas misivas rezuman protocolo. Es posible que en el proceder de la Presidencia se refleje la dudosa capacidad de sus colaboradores en la materia (tal como se ha hecho evidente en materia diplomática) pero en el asunto cuentan dos hechos altamente significativos.
 
El primero es la abierta confesión de Milei de su militancia en la religión judía, la que no sólo lo ha llevado a alineamientos internacionales con Israel que hicieron trizas la tradicional neutralidad argentina; y también a cometer algunas torpezas dentro del rito mismo. Imbuida de una tradición de presidentes católicos o poco menos, la Iglesia debió deglutir en silencio el sapo que representó su presencia en actos de profunda significación dentro de la fe católica.
 
El otro error fue más grosero. No solamente faltó el tradicional encuentro de Navidad y Fin de Año entre ambos sectores político-religiosos; desde el Ejecutivo ha habido una suspensión de fondos a obras sociales que eran administradas por la Iglesia Católica, con el agravante -se diría que casi ofensa-- de derivarlos hacia congregaciones protestantes y evangelistas, miembros de la llamada Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera).
 
A primera vista parecería una áspera respuesta por elevación a las repetidas homilías que el Episcopado católico ha hecho públicas, claramente críticas de la actual política de gobierno. Tampoco hay que olvidar la presencia presidencial de hace algunos meses en la inauguración de un gran templo evangélico, que hasta contó con la concreción de pretendidos -y torpes-milagros. La falta de contactos efectivos mencionada antes tuvo un agravante: sus principales integrantes evangélicos sí fueron participantes de un encuentro con autoridades del Poder Ejecutivo.
 
"El presidente -ha dicho uno de los principales analistas en el tema- no invita a dialogar a las autoridades del Episcopado católico, mientras orienta fondos hacia los evangelistas de Aciera y celebra con ellos en Casa Rosada". Una relación que va de fría a congelada.
 
La Opinión Popular
 

24-12-2025 / 11:12
La guerra de las coimas. Daniel Garbellini, el hombre de los primos Menem al que Daniel Spagnuolo definía en sus audios como "un delincuente" y al que le echó toda la culpa por la corrupción con los remedios para discapacitados, declaró ante la Justicia que el verdadero culpable era el propio Spagnuolo. "El asumió la suma del poder en la Andis y era el único que tenía firma autorizada para realizar pagos", sostiene en un documento.
 
La causa sobre coimas, direccionamiento y sobreprecios en la compra de medicamentos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) dejó expuesta una batalla entre los principales imputados. Después de que el exdirector del organismo, Spagnuolo, buscara en un escrito responsabilizarlo por las irregularidades, Garbellini -su exnúmero dos, extitular de Acceso a los Servicios de Salud- le devolvió en un descargo la gentileza.
 
En el marco de la causa que investiga las irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad, Garbellini, ex número dos del organismo, presentó un escrito ante la Justicia en el que negó todas las acusaciones y trasladó la responsabilidad de las decisiones operativas y administrativas a Diego Spagnuolo, ex abogado personal de Javier "el Loco" Milei y exdirector ejecutivo de la entidad.
 
Garbellini fue removido de su cargo tras el escándalo por sobornos en la compra de medicamentos y detalló que asumió la Dirección de Acceso a los Servicios de Salud en junio de 2024. Según su descargo, sus funciones se limitaban a la gestión del programa Incluir Salud, destinado a brindar cobertura médica a personas con discapacidad sin obra social, y no incluían facultades decisorias sobre contrataciones ni sobre bajas de pensiones.
 
En su presentación, sostuvo que el control total del sistema informático, las compulsas de precios y los pagos estaban en manos exclusivas de la Dirección Ejecutiva. "Tanto el suscripto como el resto de los funcionarios éramos usuarios del sistema", afirmó, y remarcó que el acceso pleno e irrestricto a la información dependía únicamente del director ejecutivo.
 
Garbellini insistió en que no tenía atribuciones para transparentar o abrir las contrataciones, y que cualquier falta de publicidad o control público fue una decisión ajena a su responsabilidad. Incluso aseguró haber sugerido cambios estructurales que fueron rechazados con el argumento de que "todo se hacía por urgencia".
 
El caso se originó a partir de grabaciones que involucraban a Spagnuolo, aunque esas pruebas no fueron consideradas válidas por el fiscal Franco Picardi. En esos registros también se mencionaba un vínculo entre Garbellini y Karina Milei, a través de un colaborador cercano, aunque esa línea no avanzó formalmente.
 
Hasta ahora, el único testimonio oral fue el de Roger Grant, quien admitió irregularidades en las contrataciones del programa PACBI y aseguró que actuaba bajo órdenes directas de Garbellini, a quien señaló como la figura que definía la operatoria. Sin embargo, evitó referirse a presuntas coimas. El expediente también incorpora anotaciones secuestradas en un allanamiento que vuelven a comprometer al exfuncionario libertario y refuerzan la disputa de responsabilidades en la causa.
 
La Opinión Popular
 

23-12-2025 / 09:12
Un fallo de Cámara obliga al Gobierno a explicar ante la Justicia dónde está el oro que, en junio de 2024, el gobierno de Javier "el Loco" Milei sacó del Banco Central para enviar al exterior. Para los jueces, esa información constituye "un asunto de indudable interés público como es la administración de las reservas". La presentación la hizo La Asociación Bancaria, el gremio que descubrió y denunció la maniobra con los lingotes de oro. El presidente del Banco central, Santiago Bausili, ya se negó a contestar un requerimiento de la Auditoría General de La Nación. Junto a "Toto" Caputo sacaron el oro del país y nunca informaron sobre su destino.
 
En un operativo clandestino de ribetes policiales, comenzó una saga de ocultamiento de las autoridades sobre el destino de uno de los principales activos líquidos del organismo monetario. El diputado nacional y líder de La Bancaria, Sergio Palazzo, presentó varios pedidos de informes exigiendo a las autoridades que expliquen donde está el oro y que tipo de cauciones lo afectan. Caputo nunca quiso explicar su destino, se limitó a comentar muy por arriba en un programa de televisión que se giró a un banco para cobrar intereses. No explicó quien lo tiene ni qué tipo de operación se hizo con ese importante activo.
 
Ahora, la Justicia Federal ordenó este lunes al Banco Central que entregue información precisa sobre el destino del oro. En una resolución firmada por los jueces Guillermo Treacy y Pablo Gallegos Fedriani, la Sala V de la Cámara Contencioso Administrativa Federal, consideró que la autoridad monetaria no justificó de manera suficiente su decisión de no informar sobre el destino del activo y sostuvo que la negativa vulneró los principios de transparencia.
 
Es que Caputo y Bausili sostienen que la operación forma parte de la "administración" de las reservas y por ende es secreta. El mismo criterio opaco que Caputo utiliza para no dar precisiones sobre el swap firmado con Estados Unidos y los bonos que le entregó al Tesoro para que rentabilice la venta de dólares que hizo sobre el cierre de la campaña.
 
Los jueces fueron punzantes sobre el lamentable manejo de Caputo sobre información que debería ser pública. "La configuración de alguna de las excepciones legales a la entrega de información pública no puede depender de una apreciación unilateral del sujeto obligado", sostiene el fallo y subraya que es el Estado quien debe demostrar, de manera concreta, que la difusión de los datos solicitados causaría un daño a un interés legítimamente protegido.
 
El Banco Central respondió apenas con un comunicado formal que "había completado transferencias de parte de sus reservas en oro entre sus diferentes cuentas", sin precisar monto, destino ni motivo concreto. La respuesta evasiva del BCRA encendió alarmas. Porque ese oro no es un adorno: según informes oficiales, las reservas de oro rondan unos USD 4.900 millones, un componente significativo del total de activos extranjeros del Central.
 
Aunque la entidad insiste en que las operaciones no alteran el volumen agregado de las reservas, nadie sabe realmente dónde están físicamente esos lingotes y si siguen efectivamente en poder del Estado o se remataron en algunas de las operaciones de préstamos igualmente opacas que concretó Caputo. El balance del BCRA, en ciertos trimestres, llegó incluso a no mostrar ese componente con claridad, como si hubiera desaparecido entre páginas y cifras.
 
La Auditoría General de la Nación (AGN) reveló recientemente que el Banco Central se negó a entregar documentación sobre dónde están los lingotes, bajo qué condiciones se conservan y si parte del oro fue transformado en instrumentos financieros. El argumento oficial: la información es "confidencial" y su difusión podría poner en riesgo la seguridad de los activos. Como sea, la pregunta es: ¿dónde está el oro? Eso es lo que la Justicia ahora exige que responda Milei.
 
La Opinión Popular
 

22-12-2025 / 10:12
Las joyas de la abuela que remata el gobierno. A espaldas del Congreso, el Gobierno ya vendió 40 valiosos terrenos del Estado (pertenecientes a las fuerzas armadas, instituciones científicas y hasta predios de ex centros clandestinos de detención) y tiene 140 inmuebles más para subastar. Luis "Toto" Caputo sueña con conseguir unos mil millones de dólares mientras las grandes inmobiliarias amigas del gobierno, con Eduardo Costantini a la cabeza, se quedan con el botín.
 
Tierras del Plan Procrear, de las Fuerzas Armadas, ferroviarias, de instituciones científicas, predios de ex Centros Clandestinos de Detención y hasta un pedazo de montaña en Mendoza. Todo eso incluye la lista de más de 180 terrenos e inmuebles públicos que conforman el plan de ventas de bienes del Estado que ya avanza en el Gobierno de Javier "el Loco" Milei.
 
Los remates, que esta semana fueron noticia por la venta de tierras destinadas originalmente a viviendas sociales, se concentran por ahora en la Ciudad de Buenos Aires con las empresas de Eduardo Costantini como principales beneficiarias y otros grandes jugadores del sector, como el Grupo IRSA, codiciando las tierras.
 
A través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), y sin pasar por el Congreso, la fuerza libertaria ya vendió cerca de 40 bienes y tiene en lista otros 140 lotes e inmuebles publicados para subastar en lo que le queda de mandato.
 
La lista de subastas futuras cuenta con terrenos de hasta 300 hectáreas a vender en el interior del país con destino al negocio agropecuario o a grandes proyectos inmobiliarios. Especialistas y organizaciones ambientalistas advierten que se trata "de uno de los procesos de descapitalización pública más agresivos de nuestra historia reciente".
 
"Vamos a vender muchos de los activos de la AABE y eso va a generar un ingreso de miles de millones". No mentía el ministro de Economía, "Toto" Caputo, cuando a principios de junio reconocía que el gobierno remataría las tierras del Estado para intentar sostener las reservas, en conjunto con los procesos de privatizaciones y concesiones.
 
Sólo desde ese mes la Agencia abrió subastas para un total de 26 terrenos e inmuebles a los que hay que sumarle otros 17 procesos de remate que se habían abierto desde fines de 2023. En paralelo a las subastas de la AABE, el gobierno remata también las tierras que estaban destinadas al ya disuelto Plan Procrear y apunta a recaudar una suma de entre 800 y 1000 millones de dólares por todo el paquete. Aunque hubo ventas en Mendoza, La Plata, Pinamar y Córdoba, la mayor parte de los bienes vendidos hasta ahora se concentran en la Ciudad de Buenos Aires.
 
El terreno más grande de ese paquete es el predio de cuatro hectáreas que pertenecía al Ejército y que Eduardo Costantini adquirió por más de 120 millones de dólares. El mismo empresario se quedó con un lote de la Policía Federal en Bajo Belgrano a través de la firma Argencons, que controla desde mayo, en una subasta peleada en la que la empresa le ganó incluso al peso pesado de Eduardo Elsztain y su Grupo IRSA.
 
Antes, Costantini también había sumado otro terreno a pocos metros del Campo Argentino de Polo. En los tres casos se construirán desarrollos inmobiliarios.
 

21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

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