18 DE DICIEMBRE DE 1975
La Fuerza Aérea intenta un golpe de Estado
Estalla una sublevación en la Fuerza Aérea. El brigadier Jesús Cappellini desconoce la autoridad del jefe del arma, Héctor Fautario. El objetivo del alzamiento es descabezar a la cúpula aeronáutica y lograr una conducción que se pliegue a la conspiración golpista del Ejército y la Marina. En la imagen: Presidenta María Estela Martínez de Perón con el jefe de la Aeronáutica, Héctor Fautario.
El golpe que derrocó la democracia el 24 de marzo de 1976 se gestó meses antes, empezó a calentar motores el 18 de diciembre de 1975, cuando estalla una sublevación en la Fuerza Aérea. El brigadier Jesús Cappellini desconoce la autoridad del jefe del arma, Héctor Fautario. El objetivo del alzamiento del Comando Cóndor Azul en Operaciones es descabezar a la cúpula aeronáutica y lograr una conducción que se pliegue a la conspiración golpista del Ejército y la Marina.
Orlando Ramón Agosti se convierte en nuevo jefe de los aviadores y con él quedan definidos los nombres de la Junta Militar que dará el golpe de marzo de 1976. La sublevación incluye aviones militares que sobrevuelan Plaza de Mayo y un enfrentamiento en la Base Aérea de Morón, epicentro de la sublevación. La crisis se resuelve, sin muertos y con la salida de Fautario, el 22 de diciembre.
Si bien fracasó en derrocar a la presidenta María Estela Martínez de Perón, logró imponer un comandante afín en la titularidad de la fuerza haciendo un paso hacia el golpe de Estado de 1976.
La Opinión Popular
Alzamiento de diciembre de 1975
La negativa de Martínez de Perón a renunciar provocó la resolución definitiva de las Fuerzas Armadas de derrocar al gobierno constitucional.
Después de conocerse el retorno de Martínez de Perón el 16 de octubre, la Marina y el Ejército encabezados por Massera y Videla respectivamente, habían comenzado a planificar el golpe, pero el comandante de la Fuerza Aérea, Fautario, se negó a apoyarlos.
El 18 de diciembre de 1975 tuvo lugar un intento de golpe de estado encabezado por el brigadier Jesús Orlando Cappellini. En simultáneo, el grupo golpista manipuló la situación para forzar el relevo de Fautario y su remplazo por Orlando Ramón Agosti, favorable al golpe de Estado.
El gobierno, que había recibido las primeras señales irregulares el 15 de diciembre, consideró que relevando a Fautario la rebelión se sofocaría, creyendo que se trataba solo de una disputa interna de las Fuerzas Armadas.
El Ministro del Interior, Ángel Federico Robledo, afirmó en cadena nacional: «Un conflicto institucional, relativo a la conducción del arma aérea, ha sido aprovechado por un reducido grupo de oficiales retirados y civiles para convertirlo en un conato subversivo, que no encontró eco ni en las Fuerzas Armadas ni en el pueblo».
La rebelión encabezada por Cappellini, sin embargo, se mantuvo hasta el 22 de diciembre e incluyó un bombardeo a la VII Brigada con aviones de la Fuerza Aérea, siendo detenida a último momento por la mediación del vicario castrense Adolfo Tortolo.
En última instancia, el golpe fracasó debido a la negativa de Videla a apoyar un derrocamiento absoluto del gobierno de Martínez de Perón en ese momento, pues consideraba que aún no era el tiempo adecuado para realizarlo.
A pesar de la sublevación, Martínez de Perón concedió un mensaje por cadena nacional durante el cual se negó reiteradamente a renunciar, aunque anunció el adelanto de las elecciones presidenciales para el 17 de octubre de 1976.
Al mismo tiempo, declaró que no permitiría que nadie «con propósitos mezquinos», intentara usurpar el poder de manera inconstitucional.
Si bien la sublevación no tuvo éxito en derrocar a Martínez de Perón el grupo golpista logró emplearlo para deshacerse de Fautario, el último oficial leal al gobierno constitucional y único obstáculo entre el sector favorable a Videla en el camino hacia un golpe de Estado exitoso y una toma de poder.
Días después del intento de derrocamiento, el 23 de diciembre, tuvo lugar un asalto fallido a un batallón en la localidad de Monte Chingolo, provincia de Buenos Aires, por parte del Ejército Revolucionario del Pueblo, que resultó en numerosas bajas para la organización guerrillera, con varios prisioneros ejecutados clandestinamente luego de rendirse.
Videla pasó entonces la Nochebuena en Tucumán, donde aún tenía lugar el Operativo Independencia, y empleó su tiempo allí para arengar a las fuerzas armadas desplegadas en el lugar. Videla impuso entonces un ultimátum de noventa días (hasta el 24 de marzo) al gobierno de Martínez de Perón para que «ordenara el país».
Una negociación el 29 de diciembre, entre Martínez de Perón y el vicario castrense Adolfo Tortolo durante la cual este último intentó convencerla de abandonar el poder, fracasó luego de que la presidenta se negara de nuevo a renunciar, a lo que las cúpulas militares respondieron que su salida de la presidencia sería «el único punto no negociable».
Martínez de Perón se reunió entonces personalmente con los tres comandantes el 5 de enero de 1976, volviendo a rechazar sus pedidos de renuncia. Nuevas presiones para forzar su dimisión, también fallidas, se dieron el 17 de febrero del mismo año. Martínez de Perón le aclararía en privado a su ministro de Defensa, José Deheza, que consideraba que renunciar implicaría «convalidar lo que va a venir después».
El golpe de Estado había sido planeado desde octubre de 1975 y el Departamento de Estado de los Estados Unidos sabía de los preparativos dos meses antes de que ocurriera.
Fuente: Wikipedia