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Nacionales - 25-04-2010 / 10:04
SE MUESTRA AHORA MÁS OPTIMISTA

Kirchner vuelve a insistir con ser el candidato del 2011

Kirchner vuelve a insistir con ser el candidato del 2011
Kirchner 2011.
Las versiones de que el ex presidente alienta herederos -como el gobernador Daniel Scioli- son sólo eso: versiones. Kirchner vuelve a pensar en el mismo y trabaja con obsesión para que el kirchnerismo se quede en el poder otros cuatro años.
 
La cuesta que tiene que subir Kirchner es importante: necesita evitar la segunda vuelta ya que, hasta en las conversaciones del PJ, dicen que ese sería su final. Para evitar el ballotage es necesario trepar hasta el 40 por ciento. Hoy está muy lejos.
 
Desde que llegaron al poder, hace siete años, los Kirchner se impusieron una decisión: la quinta de Olivos debería ser lo más parecido a una casa. Eso los llevó a hacer un culto de su intimidad. Sólo cuatro personas compartían los secretos de Olivos.
 
Con los años, la Presidenta dejó entrar más ministros y dirigentes, pero sólo para reuniones de trabajo. A Cristina Kirchner le gusta más la quinta que a su esposo. El ex presidente trabaja allí en una oficina apartada de la residencia. Recibe todas las semanas gobernadores, políticos, legisladores.
 
¿La novedad? Kirchner se muestra ahora más optimista con la noticia de que algunas encuestas marcan que detuvo la caída y hay alguna recuperación de su imagen. No habla de su potencial candidatura, pero trabaja con obsesión para que el kirchnerismo se quede en el poder otros cuatro años.

El ex presidente trata de transmitir su nuevo entusiasmo. Habla más distendido: en el lenguaje K significa que no tendría hoy el ánimo exasperado. Se convirtió en un militante de su propia causa.

Muchos funcionarios, gobernadores y legisladores que lo visitaron cuentan en privado que se lo ve más recuperado luego de la operación de carótida a la que fue sometido en febrero.

Subió de peso. Lo único que todavía les impresiona a algunos cuando van a Olivos para esas reuniones privadas es ver de cerca la cicatriz de la intervención. El ex presidente jamás tapa la marca con pañuelos. "La verdad, me impresionó la primera vez. Pero hace poco lo volví a ver y está mucho mejor", contó un dirigente que hace tiempo no tenía un mano a mano con él.

Cuando el ex presidente está en actividad en Olivos, casi nunca aparece la Presidenta. Marcan hasta en ese pequeño detalle sus espacios de poder.

Hace un par de semanas volvió a Olivos un intendente que hacía tiempo que el matrimonio presidencial lo tenía suspendido por no dar muestras de fe oficialista. Kirchner lo llamó, lo invitó, y lo recibió a solas. No fue con vueltas. Después de algunas preguntas casi formales, le hizo un planteo: "Vos criticá, eso no me jode. Pero tenés que jugar adentro". "Adentro" es en el PJ. Su invitado usó ese momento para decir sus verdades sobre algunos temas del kirchnerismo con los que no está de acuerdo.

El intendente se llevó de Olivos la sensación de que las versiones de que el ex presidente alienta herederos -como el gobernador Daniel Scioli- son sólo eso: versiones. Kirchner vuelve a pensar en el mismo.

Está obsesionado con "ordenar" -esa es la palabra que usa- al peronismo. Por eso, llamó al intendente díscolo y cada uno de los gobernadores. No descuida ese frente.

Hay un grupo de gobernadores encabezado por Scioli con quienes tiene reuniones y llamados muy seguido. Incluye al de Chaco, Jorge "Coqui" Capitanich -para algunos "el niño" mimado del matrimonio-, el de San Juan, José Luis Gioja, y el tucumano José Alperovich.

 
El jueves último llamó a Alperovich: "José venite el martes que hay consejo del PJ", le dijo. El tucumano es uno de los gobernadores, junto con Gioja, que mejor imagen tiene en su provincia. El ex presidente trabaja sobre el PJ. "El quibombo se va a ordenar con todos adentro del partido peleando la interna", es la frase que le atribuyen.

A nadie le confiesa sus planes personales. Sólo lo hace frente a su esposa. Nadie conoce esos secretos. Además, con el resto del mundo K Cristina Kirchner habla sólo de gestión, nunca de política. Nadie se anima a preguntarle a la Presidenta qué planes hay. La única pista es que "el proyecto" deberá tener continuidad en 2011.

Kirchner jura que el 14 de agosto del año próximo se harán las elecciones primarias que definirán los candidatos presidenciales. Los ministros y funcionarios que trabajan en el tema electoral no tienen dudas.

Con esa convicción, el ex presidente apuesta a reforzar su presencia en el conurbano. Ha retomado en los últimos tiempos la relación con los intendentes clave que, sabe bien, en la elección que perdió con Francisco de Narváez jugaron a dos puntas. Kirchner va con algunos números en la mano y milita: les dice que comienza a cambiar de a poco el clima adverso al Gobierno.

En su edición del jueves Clarín publicó una encuesta de Aresco en línea con la información que filtra el núcleo duro K: hay una mejora relativa del ex presidente y de la imagen del Gobierno. Pero también hay un techo por ahora impenetrable para Néstor Kirchner. Es la única encuesta nacional conocida sobre intención de voto. El trabajo señala que Kirchner trepó hasta 23,9% en intención de voto, luego Cobos cosecha el 16.9 % y Mauricio Macri el 14,9%.

La cuesta que tiene que subir Kirchner es importante: necesita evitar la segunda vuelta ya que, hasta en las conversaciones del PJ, dicen que ese sería su final. Para evitar el ballotage es necesario trepar hasta el 40 por ciento. Hoy está muy lejos.

El jefe del bloque de senadores del oficialismo, Miguel Angel Pichetto también estuvo en los últimos días en Olivos con Kirchner. "Lo vi con optimismo y expectativas. Quiere consolidar este proyecto. Está motivado y con ganas de cara al futuro", contó después del encuentro. Pichetto lo visitó para hablar del peronismo y de cuestiones de su provincia, Río Negro.

Otra fuente que estuvo en la quinta en las últimas semanas vio al ex presidente preocupado por la salud del vicegobernador Alberto Balestrini, que sigue grave y con pronóstico reservado después de sufrir un accidente cerebro vascular. Kirchner tiene por él un afecto especial. También político: siempre valoró sus condiciones políticas para contener al difícil PJ bonaerense.

 
Leal al kirchnerismo, Balestrini es una pieza clave. Todos en el PJ rezan por su salud pero hay también preocupación política de los caciques del conurbano: no quieren que el partido quede en manos de Hugo Moyano. De eso también se empezó a hablar, aunque con mucho respeto por el mal momento que pasa hoy Balestrini.

Otro hombre que también visitó Olivos en las últimas semanas fue el senador José Pampuro, presidente provisional del Senado. Dejó en el pasado algunos atisbos de distancia con "El Flaco" -como le dice al ex presidente- y está súper alineado con el matrimonio.

El fue uno al que el senador Carlos Reutemann habría confesado su voluntad de no ser candidato y le habría pedido: "Pepe, decile a los muchacho que no insistan". La noticia había llegado a oídos del ex presidente por otra vía.

Pampuro dice hoy en privado: "Yo me voy con los Kirchner. Puede ser que después no haga política porque son muchos años. Fui el primer kirchnerista y seré el último".

El senador es uno de los hombres que tiene buenas relaciones con todos en el PJ. Pero también trata con opositores, entre ellos Cobos. Fracasó en dos intentos de acuerdos en el Senado y nunca rompe puentes con nadie, salvo con Eduardo Duhalde.

Kirchner habló con Pampuro del avance de la economía, de los pronósticos para 2011 y de lo bien que se sentía. Pampuro se fue con la sensación de que su jefe estaba en carrera.

Algunas fuentes dicen que hasta se puso de vuelta la camiseta y volvió a jugar al fútbol en la cancha de Olivos. Los sábados, como siempre.

 
Fuente: Clarín
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26-10-2025 / 10:10
La elección de legisladores a nivel nacional tiene un doble peso: además de renovar el Congreso, será un plebiscito para Javier Milei. Las escuelas ya están abiertas. Las urnas esperan. Este domingo 26 de octubre, la Argentina decide mucho más que 24 senadores y 127 diputados nacionales. En esta jornada, el veredicto de 36 millones de electores funcionará como un plebiscito ineludible sobre la desastrosa gestión de Milei que, con la lengua afuera, está desesperado por mostrarle algo a Donald Trump.
 
El Gobierno, que hace poco pronosticaba un amplio triunfo en todo el país, llega a las elecciones con corrida cambiaria, escándalos de corrupción, una interna que lo paraliza y la difícil tarea de defender el 55% de 2023 y evitar que toda la atención se concentre en la provincia de Buenos Aires. Aun así, aspira a un resultado que le permita a Trump sostener su inédita intervención imperialista. En ese escenario, la oposición busca poner freno a la destrucción nacional que impulsa Milei.
 
En una jornada crucial, sin PASO y con el debut absoluto de la Boleta Única de Papel, los comicios legislativos reconfigurarán el centro de gravedad de la política nacional. El resultado no solo moldeará el Congreso que asumirá el 10 de diciembre, sino que definirá la gobernabilidad inmediata, la proyección de un Gobierno que viene de meses a la defensiva y los liderazgos de una oposición que ya mira hacia 2027.
 
El oficialismo, con La Libertad Avanza como única fuerza presente en los 24 distritos, llega a esta cita con una ventaja estructural: no pone bancas en juego en el Senado y solo renueva dos en Diputados. Su representación crecerá sí o sí. Sin embargo, el presidente y su ministro más poderoso, Luis Caputo, calificaron esta elección como más determinante que la presidencial de 2027.
 
La apuesta es alta. El crecimiento libertario se dará, en buena medida, a expensas de sus propios aliados. El PRO, socio electoral en distritos clave como Buenos Aires y CABA, pone en juego 21 de sus 35 bancas y ya cedió espacios y cabezas de lista a LLA. El Gobierno incluso puso en la cancha a dos ministros: Patricia Bullrich, como candidata a senadora por la Ciudad, y Luis Petri, como cabeza de lista en Mendoza.
 
Frente a ellos, el peronismo estrena a nivel nacional el frente Fuerza Patria, la marca que lo llevó a una victoria aplastante en la provincia de Buenos Aires el 7 de septiembre. Pero este sello solo se repite en 13 provincias. De fondo, se disputa el liderazgo interno entre el gobernador Axel Kicillof, arquitecto del desdoblamiento electoral, y Cristina Kirchner, quien se opuso a esa estrategia. Cualquier resultado ajustado en el distrito que alberga al 40 por ciento del padrón puede reactivar una interna apenas contenida por la disciplina electoral.
 
Un tercer actor busca quebrar el duelo bipolar. Seis gobernadores -de Santa Fe, Córdoba, Chubut, Santa Cruz, Corrientes y Jujuy- conformaron el frente Provincias Unidas con la ambición de erigirse como una opción de poder real. Su performance, especialmente la de Córdoba, un feudo clave para Milei en 2023, pesará en la interpretación final del resultado nacional.
 
Lo que está en juego trasciende las bancas. Para el Gobierno, se trata de asegurar al menos un tercio del Congreso para ahuyentar el fantasma de un juicio político y garantizar la viabilidad de sus decretos de necesidad y urgencia y sus vetos. Su ambición máxima es un Congreso más amigable para impulsar reformas laborales, tributarias y previsionales.
 
Pero el resultado de hoy hará más que definir números. Dentro de la Rosada, dirimirá la interna sorda entre el armado político de los "Menem" que reportan a Karina Milei vs Santiago Caputo. Y fuera del país, las miradas están puestas en Washington. Trump ya advirtió: si Milei no gana, Estados Unidos no será "tan generoso" con la Argentina.
 
La Opinión Popular
 

25-10-2025 / 10:10
En el contexto de una furiosa batalla mundial por el control de chips, de tecnología de baterías de litio y nuevas fuentes de energía, la designación de Pablo Quirno como canciller, un economista sin experiencia en la diplomacia, pero relacionado estrechamente con el fondo de inversiones JP Morgan, dio pistas sobre las garantías requeridas a cambio de la intervención financiera del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
 
El diario The Wall Street Journal publicó que el apoyo de Estados Unidzos a Javier Milei se basa en el interés por conseguir nuevas fuentes de aprovisionamiento de uranio. El uranio argentino está en la mira. "Ha quedado dolorosamente claro que Estados Unidos se ha vuelto demasiado dependiente de fuentes poco fiables de minerales, productos y manufacturas críticas, todas ellas esenciales para nuestra seguridad nacional", explicó a mediados de octubre de este año Jamie Dimon, cabeza de este grupo que especula con bonos en Wall Street y en todo el mundo.
 
Dimon formuló estas declaraciones al presentar el informe Security and Resiliency Initiative, el ambicioso programa de inversiones del JP Morgan. En ese comunicado, Dimon se refirió concretamente a la estrecha ligazón de la institución financiera que dirige, con la seguridad nacional y los intereses económicos de los Estados Unidos. No es una empresa alejada de la política, sino que sus metas coinciden abiertamente con las de Estados Unidos como potencia hegemonista.
 
El concepto de "poco fiables", aludió básicamente a China, Rusia y otros países asiáticos. Cuando el presidente estadounidense Donald Trump anunció que aplicaría aranceles abusivos a los productos chinos, la respuesta de los agredidos fue suspender las compras de soja y la venta de tierras raras. China compraba el 50 por ciento de la soja norteamericana y los abastecía con la mayor parte de las tierras raras que insume la industria electrónica.
 
Con una política de defensa del interés nacional, Argentina tiene posibilidades de inserción en ese escenario tan complejo porque, además de la producción de alimentos, tiene riqueza en el litio que consumen las baterías de la industria electrónica y además tiene reservas de uranio y un desarrollo nuclear propio con capacidad de exportación de reactores con tecnología desarrollada en el país.
 
El concepto de "poco fiables" para la seguridad nacional de los Estados Unidos le agrega otra condición a cualquier negociación con el JP Morgan en las áreas que ellos han definido, como el litio y la energía nuclear. El concepto implica que los Estados Unidos tienen que tener control sobre "esos productos esenciales para nuestra seguridad nacional".
 
Argentina es un país independiente, no es otra estrella en la bandera de los Estados Unidos. Además, es un país democrático. Mañana puede cambiar el gobierno. La pregunta es cuáles serían entonces las medidas que exige el JP Morgan para que sean "fiables" las concesiones que haga la política entreguista de este gobierno.
 
Estados Unidos está perdiendo suministros estratégicos a manos de sus competidores y parece decidido a reemplazarlos por otras fuentes en América Latina. Y para eso necesita impedir el desarrollo local de industrias que incorporen valor agregado a sus riquezas naturales.
 
En esa visión del mundo, en la que América Latina funcionaría como una cantera de materias primas para salvar al hegemón de su decadencia, resulta inconcebible, y hasta lesivo para ellos, que Argentina desarrolle una industria nuclear de punta y competitiva. El país tiene grandes reservas de uranio sobre todo en la provincia de Chubut, y también en Mendoza, Río Negro, La Rioja y Salta.
 

24-10-2025 / 07:10
Donald Trump, JP Morgan y el FMI apuntalan un modelo anarco capitalista que se derrumba. Con el dólar contenido artificialmente y un salto en el endeudamiento, el gobierno de Javier "el Loco" Milei llega arrastrándose a las elecciones legislativas. El capital extranjero y el gran empresariado local preparan una nueva ofensiva contra los trabajadores. La confusión es mayúscula; la desconfianza, también. Solo el voto al peronismo puede enfrentar este proyecto de saqueo y entrega.
 
A solo días de las elecciones legislativas del 26 de octubre, el nuevo informe de Trespuntozero marca una tendencia clara de recuperación del voto peronista, en contraste con el estancamiento del oficialismo libertario. Según los datos, Fuerza Patria (FP) alcanza el 46,2 por ciento de intención de voto nacional, frente a un 40 por ciento de La Libertad Avanza (LLA). Milei llega al 26 de octubre sostenido solo por los yanquis.
 
El sondeo, realizado en seis provincias clave (Buenos Aires, CABA, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Tucumán) más un muestreo nacional complementario, deja ver que la gestión de Javier Milei acumula un 54 por ciento de imagen negativa y apenas un 42 por ciento positiva, con caídas en casi todos los distritos principales
 
En la provincia de Buenos Aires, Jorge Taiana (FP) se consolida con el 47,1 por ciento, superando a Diego Santilli (LLA), que apenas llega al 38,7 por ciento. En Santa Fe, la candidata peronista Caren Tepp achicó la distancia con el libertario Agustín Pellegrini, situándose en un 32 por ciento frente al 34,6 por ciento, en un distrito históricamente adverso para el PJ
 
Para la Casa Rosada, Córdoba es otra vez la madre de todas las batallas. Si ganan la provincia mediterránea pueden evitar el papelón de presentarse como la fuerza que representa la iniciativa privada y perder en el corazón productivo del país real (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe).

El estudio también revela un dato clave: el 73,3 por ciento del electorado afirma tener "muchas ganas" de ir a votar, lo que podría favorecer a los espacios opositores tras un año de malestar social y ajuste económico. "El 50 por ciento de los argentinos llega a fin de mes usando ahorros o endeudándose", advirtió Raúl Timerman, quien señaló que la pérdida del poder adquisitivo es el principal motor del voto castigo.

La encuesta expone un creciente desencanto con el modelo económico libertario, que se refleja tanto en los indicadores de gestión como en la caída de intención de voto en Córdoba, Mendoza y Tucumán. En palabras de Timerman, "la adhesión al peronismo aumentó discretamente, la de LLA se estancó y lo que se redujo fue el universo de indecisos".

Los datos consolidan una tendencia que preocupa al desquiciado Milei en la recta final: la elección se nacionalizó alrededor del malestar económico, y los números muestran que su narrativa de recuperación pierde fuerza frente al voto opositor. Es horrible todo lo que está pasando y se huele el miedo en el oficialismo. El caos consume a un gobierno sin plan y sin cabeza. El Presidente no conduce. Nadie conduce. La anarquía, de novedad virtuosa pasó a virus letal. 

La Opinión Popular
 

23-10-2025 / 08:10
En el ocaso de una campaña sin épica, Javier "el Cipayo" Milei enfrenta el miedo más grande de su propio gobierno: quedar sin el tercio legislativo que sostiene su poder político seudo democrático. El que hace un año prometía "refundar la Argentina", llega a la elección del 26 de octubre devaluado, aislado y con un discurso cada vez más errático, mientras las encuestas anticipan una caída que podría dejar a La Libertad Avanza sin capacidad de defensa en el Congreso.
 
Consultado por Guillermo Andino sobre qué consideraría un "buen resultado", el presidente no habló de ganar ni de convencer, sino de sobrevivir: "Uno que me asegure un tercio en la Cámara, que es una pared de defensa", admitió Milei, resignado a celebrar un empate como si fuera un triunfo. Esa "pared" es lo único que separa al Gobierno anarco capitalista del colapso institucional. Sin ese tercio, el oficialismo perdería poder de veto sobre leyes opositoras, vería caer sus DNU y hasta quedaría a tiro de un eventual juicio político, algo que hoy se comenta en voz baja en despachos peronistas y radicales.
 
Según un informe elaborado por el politólogo Gonzalo Taboada, el Gobierno solo mantendría control con un 39 por ciento de los votos, cifra que nadie se anima a pronosticar. En el escenario más optimista, Milei llegaría a 104 diputados sumando el PRO y algunos gobernadores aliados; pero con un resultado más realista, cercano al 32 por ciento, el oficialismo quedaría a merced de bloques provinciales y de una oposición fortalecida, con 109 bancas y capacidad de bloquear cualquier iniciativa presidencial.
 
En el peor escenario, con un 30 por ciento o menos, La Libertad Avanza ni siquiera lograría conformar el tercio propio ni sumando al PRO, lo que significaría una catástrofe política. "Una elección de 30 por ciento o menos es el número del abismo", señaló Taboada. "En ese escenario el Gobierno dependería de los árbitros, perdería autonomía y quedaría sin margen de maniobra".
 
La situación no sorprende a quienes observan el deterioro del poder libertario. El desquiciado Milei, que se soñó emperador, terminó mendigando apoyo a Donald Trump, mientras su ministro de Economía intenta contener una recesión que ya acumula dos años consecutivos, con inflación persistente y un dólar que sigue escalando.
 
A la crisis económica se suma una soledad política creciente. Karina "la Coimera" Milei se atrincheró en la Secretaría General, Santiago Caputo perdió influencia y el vínculo con los gobernadores aliados se tensó al extremo. El PRO ya no se comporta como socio, sino como tutor de un Gobierno que no logra ordenar su propia tropa.
 
La estrategia electoral del oficialismo se limitó a campañas de miedo, spots improvisados y discursos cargados de enojo, sin propuestas ni respuestas ante el descontento social. Milei dejó de hablar de "reformas estructurales" para conformarse con conservar la silla presidencial y evitar el aislamiento total.
 
"Pasar de un balotaje con 55 por ciento a una legislativa que arranque con un 20 y pico sería un golpe devastador", reconoció un operador libertario que, en privado, admite que el Gobierno festejará si logra un empate técnico. La foto final podría marcar un antes y un después. Si Milei no alcanza el tercio, su relato de liderazgo "anticasta" trucho quedará pulverizado y su futuro político dependerá de los mismos actores a los que prometió "dinamitar". La elección del domingo, más que una prueba electoral, será un plebiscito sobre su propia capacidad de gobernar.
 
La Opinión Popular
 

22-10-2025 / 11:10
A cinco días de las elecciones legislativas de medio término, la economía argentina volvió a quedar atrapada en un torbellino de tensiones cambiarias y el Banco Central debió volver a intervenir para que el dólar mayorista no superara el techo de la banda de flotación.
 
Ni las intervenciones del Tesoro de Estados Unidos, ni la firma del swap con Washington, ni el anuncio de una recompra de bonos alcanzaron para calmar la incertidumbre del mercado, que se mueve bajo una sola lógica: cubrirse como sea ante el riesgo electoral, aun pagando precios récord por el dólar y desarmando posiciones en acciones y bonos soberanos.
 
El sueño de Javier "el Cipayo" Milei de conseguir un megacrédito internacional empieza a tambalearse. Los gigantes financieros de Wall Street pusieron el freno y exigen garantías concretas antes de liberar los 20 mil millones de dólares prometidos. En la Casa Rosada, el discurso libertario suena fuerte, pero los bancos no compran humo: quieren saber quién paga si el país vuelve a tropezar con su historia de impagos.
 
El plan oficial buscaba armar una línea de financiamiento para reforzar reservas y dar aire al Gobierno, pero el entusiasmo se pinchó rápido. Desde el JP Morgan hasta el Citi, todos coincidieron en algo: Argentina necesita mostrar activos reales o un respaldo estatal sólido, algo que Milei se resiste a ofrecer en su cruzada contra el "Estado elefante".
 
La tensión se siente en los despachos. Mientras el ministro Luis "Toto" Caputo negocia contrarreloj, los operadores financieros miran los indicadores y ven lo mismo que los argentinos: un déficit que sigue sin cerrarse y un dólar que sube como fiebre sin Paracetamol. Cada día sin definición profundiza la desconfianza y pone más presión sobre el presidente, que esperaba anunciar el acuerdo como una victoria política.
 
Para los banqueros, el problema no es ideológico sino contable. Quieren garantías, y las quieren por escrito. Sin eso, los 20 mil millones seguirán siendo una promesa tan etérea como las teorías de "mercado libre" que Milei repite frente a los micrófonos. En el país ya se habla de "default técnico disfrazado de negociación", y los rumores empujan los bonos argentinos a la baja.
 
Desde su entorno intentan minimizar la situación, pero las fuentes financieras son tajantes: el préstamo no está cerrado y no lo estará hasta que el Gobierno muestre números concretos. Entre tanto, en los pasillos del poder ya suena un murmullo incómodo: "Si ni los bancos le creen, ¿Quién va a prestarle a la Argentina?"
 
El Banco Central tuvo que vender divisas de las reservas, ya casi exhaustas, para que la demanda mayorista no hiciera volar el techo de la banda cambiaria. Los anuncios oficiales pasan desapercibidos.
 
La Opinión Popular
 

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