" y de la "destrucción del sistema energético argentino".
En los hechos lo que ocurre es que el precio que la Casa Rosada le paga a la represa por la energía que produce Entre Ríos está congelada en $120 el magavatio/hora, mientras que a otras generadoras se le abonan 350 pesos por lo mismo. El retraso respecto de los costos de producción está haciendo que los excedentes se reduzcan paulatinamente y se corra el riesgo de que se agoten. De fondo está la resolución 406/2003 de Néstor Kirchner que le otorgó a la Nación la potestad de establecer unilateralmente el precio a pagar.
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