Según la empresa, está abrumada por “el bloqueo municipal a favor de los taxis”
Lamentable: cerró Dacol, la heladería más tradicional de Paraná
DECISIÓN. La triste postal muestra a un símbolo de la ciudad con las persianas bajas. Foto JULIO BLANCO de El Diario.
El propietario asegura que desde que la Comuna le asignó la cuadra completa a la parada de taxis, la familia paranaense dejó de asistir a su negocio y sus ventas cayeron más del 80 %. Dice que se escuchan groserías todo el día, música alta, las empleadas no quieren salir y los clientes no van. Afirman que la cuadra "se ha llenado de problemas".
Gustavo Sánchez Romero
Las decenas de personas que se jactan de que "sólo comen helado de Dacol" -entre ellas Gabriela-; las tantas otras que cuando vuelven de visita a su ciudad natal no puede evitar "comerse un heladito en la mejor heladería del mundo" -como Ana-; o las incontables que su paseo dominical concluye siendo vencidos por la tentación de parar a comer "el dulce de leche inigualable" -según Daniel-, deberán en el futuro modificar sus hábitos.
Es que esta semana acaba de cerrar sus puertas uno de los íconos comerciales más importantes que atravesó los últimos 50 años de los paranaenses: Heladería Dacol.
Reconocida por propios y extraños por su calidad, la empresa había nacido en 1952 y ocupaba el insoslayable salón de calle 25 de Mayo 60, frente a Plaza 1º de Mayo, desde los primeros años desde la década del '80.
Desde ese lugar había ganado gran parte del market share del negocio del helado en Paraná, aunque en los últimos años las franquicias y las nuevas marcas fueron abriendo el mercado.
Pero no es este el motivo del cierre de la sede central.
Para Jorge Acevedo, dueño y administrador de la empresa, la razón sólo reside en "el bloqueo que nos produjo la decisión de la Municipalidad de otorgarle toda la mano izquierda de 25 de Mayo a los taxistas. No podemos descargar materias primas, no podemos despachar envíos, al negocio venía la familia y ahora han tomado la vereda, ofenden a las mujeres, dicen groserías a las jóvenes, amenazan con violencia, ensucian con la yerba del mate todo el sector, se ha llenado el sector de gente que pide, que abre las puertas, ni un turista puede detenerse porque si no son los taxistas son los amenazan. Con decirle que ni mis empleadas quieren salir a limpiar los vidrios por temor a que le digan o hagan algo. Todo esto no es la excepción, sino la regla cotidiana. La verdad que es un desastre lo que hicieron. Nos hicieron un daño terrible a todos los negocios, y a mi me obligaron a cerrar", revela el empresario.
ANTECEDENTES.
En rigor, el problema ya era vox populi y se agigantaba en los últimos días, pero muchos de estos problemas permanecieron ocultos.
Desde que cortaban los neumáticos a los automotores o que amenazaban a quienes estacionaban eran versiones que circulaban, sin perjuicio de lo que decían por lo bajo los comerciantes en relación al marcado descenso de las ventas en toda la cuadra.
Esto llevó a la presentación de cartas y pedidos de audiencias con el intendente José Carlos Halle.
La última este sábado en la mañana, que llevó la firma del Centro Comercial e Industrial, el Sindicato de Gastronómicos y el que, entre otros, nuclea a los heladeros. También se sumó la Cámara de Transporte.
Según Acevedo, para la heladería el escenario impactó muy fuerte en los números.
En las últimas semanas las ventas se desbarrancaron, y de 12 mil pesos por fin de semana no alcanzó la última semana a los 1.600, lo que hace más del 80 % de caída de la actividad, con la atenuante que abrir las persianas de la fábrica -ubicada en el mismo edificio - y del local céntrico genera pérdidas. Ahora sólo queda abierta la sucursal de calle La Paz y San Martín.
"Imagínese que un Día de Madre como hoy (por ayer) era para nosotros unos de los mejores días de trabajo, y por las bajas perspectivas ni siquiera nos convenía abrir", se lamenta.
Con la voz temblorosa detrás del teléfono, una enfática y encendida bronca, Acevedo no cesa de decir que hay décadas de trabajo tiradas por la borda.
"No tengo dónde puedan estacionar las motos de delivery. La Municipalidad nos propone llevarlos a Monte Caseros y Alem. Una locura. Las empresas de transporte tienen el mismo problema. Fui el primer delivery de la ciudad, y hace 30 años que hacemos reparto. Tampoco podemos hacer esto", dice. La empresa tiene 25 empleados que hoy ven peligrar su fuente laboral, y se tomó la decisión gerencial de hacerlos rotar por la sucursal de calle La Paz, dos días por semana cada uno.
FINAL.
En sus mejores momentos, se llegó a fabricar cerca de 500 kilos para la casa central que se vendían en un parpadeo.
Hasta el cierre, los mejores días de producción no llegaban a 60 kilos, "y muchos días no quedaba remanente", se queja Acevedo.
EL DIARIO preguntó al empresario si no había un problema de mercado, cuestiones vinculadas a una mayor competencia, al precio del producto o un desgaste de la marca.
Su respuesta fue contundente: "No tenemos ningún problema de mercado, es un problema provocado por la Municipalidad y es una verdadera vergüenza que queda reflejado en la nota conjunta que le presentamos. La muestra está en que en la sucursal de la Peatonal este fin de semana no dimos abasto y la gente fue a comprar allá. Yo le aseguro que me sacan los taxis y en 10 días el negocio se recupera como por arte de magia. Hablan de integración con los privados, pero están haciendo todo lo contrario", describe.
La noticia dejó helados a muchos. Tanto que a Irene, con casi 40 años, se le escapó un lamento de decepción cuando se enteró de la mala nueva.
"Yo iba a tomar helados ahí cuando mis papás de chiquita me llevaban a ver Los Parchís al cine de al lado". Da la sensación, empero, que el final de esta historia aún no ha sido escrito.
Daños colaterales
Dacol lleva el apellido de su fundador, Ernesto Lino Dacol. En 1952 abre un negocio en lo que se llamaba "25 de Mayo angosta".
Es un negocio típicamente familiar, que en 1980 incorpora como socio a Jorge Acevedo, estando al frente los últimos 29 años de la empresa.
La sucursal de la Peatonal es más reciente, y respondía a una necesidad de expansión. Acevedo dice que el principal valor reside en su personal, muy capacitado y formador de nuevos técnicos.
"Tenemos empleados de muchos años, incluso se han jubilado en nuestra heladería muchachos que lleva años formarlos. Ahora los rotamos para no suspenderlos".
Con el argumento que el problema es la decisión unilateral de darle la mano a los taxis, Acevedo pidió tres veces audiencias con el Intendente, "pero siempre me filtraron", y fue atendido por otros funcionarios.
Asegura que si la Municipalidad sólo "ha logrado amontonar gente en nuestra vereda, y eso aleja clientes.
"No se le ocurra estacionar aunque no haya ningún taxi, porque vendrá alguno a amenazarlo o los inspectores puestos sólo para eso le harán la multa. El fin de semana largo un turista no encontraba respuestas a las preguntas de la multa sólo por parar a comprar un helado. Increíble", describe.
Acevedo no lo dice, pero un comerciante cercano aseguró que en una de las tantas reuniones y cartas elevadas tuvieron como respuesta que "el problema se solucionará antes de llegar a este punto". En apariencia eso no sucedió.
El dueño de Dacol concluye diciendo que siempre fue un hombre tranquilo, pero que "ahora han matado la cuadra y algo hay que decir".
A modo de reflexión final, bien vale este episodio para concluir que todos los paranaenses hemos fracasado nuevamente en encontrar una solución integral al problema del tránsito en el microcentro.
Para destacar
- Desde esa cuadra partían los delivery de Farmacia Central, Vinería 1810, Live Rock, Mc Donald's, y lo usaban como descargas Beter, Red Sport y hasta El Flamingo. "Ahora la cuadra parece una calle de Once de Buenos Aires", denunció un comerciante que pidió reserva de su nombre. El mismo narró que "el otro día un taxi estaba cambiando el aceite con un tarrito abajo, a la siesta".
"Me cayó un 30 % la venta desde que están los taxis. Es innegable un efecto negativo y sólo por un capricho de un funcionario", añadió otro empresario consultado. Dicen que el promedio de caída ronda el 30 %, y que ya ha comenzado a correr el rumor de que a Petra, el comedor chino, no le está yendo como esperan y evalúan un cierre. Esta Hoja no pudo confirmar esa versión.
Fuente: El Diario de Paraná