Nacionales - 09-07-2013 / 09:07
MARCÓ LA CANCHA
Sergio Massa: "No vamos a permitir ni la reforma de la Constitución, ni la reelección indefinida"
Sergio Massa, pre candidato a diputado nacional por el Frente Renovador, realizó este lunes la presentación de su lista de candidatos. Massa celebró medidas del Gobierno K como la asignación por hijo y la inclusión jubilatoria. Criticó la inflación y el peso del impuesto a las ganancias sobre los salarios.
En su primer acto de campaña, donde presentó a los pre candidatos del Frente Renovador, Sergio Massa decidió sepultar las acusaciones que lo emparentaban con la estrategia re-reeleccionista del cristikirchnerismo.
En su discurso, de fuerte tono opositor, el actual Intendente de Tigre, se diferenció de Cristina y afirmó que su partido "es la unidad en la diversidad". Envió sutiles mensajes al gobierno nacional y expresó que "no se puede hacer política pidiéndole al otro que piense exactamente igual", mientras era aplaudido por los presentes. Expresó la necesidad de que exista una "Corte y Justicia independiente" y definió a la inflación como "un cáncer".
Además anunció que todos los candidatos del Frente Renovador firmarán "ante escribano publico su renuncia como diputados si cualquiera de nosotros habilitamos la reforma y la reelección y vamos a entregar esa renuncia a instituciones públicas, como el Cippec y la Asociación de Derechos Civiles".
Sergio Massa definió su posicionamiento político dentro de un centro racional, pero no eludió definiciones: Defendió las políticas sociales, como la asignación por hijo y la inclusión jubilatoria, y de derechos humanos del kirchnerismo, pero cuestionó aspectos centrales de la política económica, como la inflación y el peso del impuesto a las ganancias sobre los salarios; y atacó la fantasía de la reelección y la reforma constitucional.
La Opinión Popular
Con un decálogo de centro racional, Massa definió su posicionamiento político
Por Ignacio Fidanza
Sergio Massa abandonó la confortable bruma que envolvía su propuesta política y con un discurso que por momentos pareció de campaña presidencial, desgranó punto por punto los trazos centrales de esa "vía del medio" que viene ensayando desde que decidió dar el salto electoral.
Fue todo lo explícito que se puede ser. Lo primero que aclaró es su rechazo absoluto a una reelección de Cristina Kirchner y hasta a una reforma constitucional cualquiera sea la argumentación que la invoque. Se tentó incluso con la exageración de rubricar la promesa junto a todos su candidatos ante un escribano, bajo promesa de renunciar a la banca si la incumple.
Fue también un reconocimiento al martilleo de Francisco de Narváez para sembrar esa duda. No lo nombró, pero quedó claro que se refería a él.
Lo que desgranó en el impactante marco del Museo de Arte de Tigre, frente a las aguas nocturnas del Delta, fue una propuesta de centro que explícitamente se ofreció superadora del kirchnerismo. Y lo hizo por una doble vía: Anunciando que no habilitará una nueva reelección y esbozando una propuesta programática que recoge buena parte de los reclamos que Cristina se empeña en desoír.
Empezó por el principio: Condenó de manera explícita la inflación y su impacto letal sobre el poder adquisitivo de la gente de a pie. Luego calificó de "justo" el reclamo contra el impuesto a las ganancias en los salarios que motivó el acto de Hugo Moyano y propuso reemplazar esa suma en las arcas públicas, gravando la renta financiera.
Pero también destacó políticas sociales centrales del kirchnerismo como las moratorias jubilatorias o la asignación universal. "Que no es otra cosa que el Estado interviniendo en la búsqueda de la equidad social", dijo en una de sus frases más logradas.
Propuso un modelo productivo que integre el campo y la industria y destacó la necesidad de recuperar la competitividad de la economía. Así como hizo una defensa cerrada de la política de Derechos Humanos de la última década: "Ni un paso atrás", prometió, en otra de sus frases más aplaudidas.
Esbozó así una política de centro, racional y con fuertes contenidos sociales, que lo emparenta si se quiere con los socialistas chilenos, los uruguayos del Frente Amplio o los demócratas norteamericanos, de los que sin dudas tomó ideas y hasta planteos escenográficos, en los que acaso haya influenciado su asesor Sergio Bendixen, concejero de la campaña de Barack Obama.
Massa, como anticipó LPO, corría el riesgo de perder por ambos lados si no definía una propuesta clara. Por supuesto, esto es más fácil de decir que de hacer, porque toda definición implica recortes y el blend elegido puede ser la diferencia entre ganar o perder.
Lo interesante, lo novedoso, es que el intendente de Tigre decidió arriesgarse en su propia convicción de la vía del centro y no cedió a las tensiones de uno y otro lado que buscaron en estas semanas ubicarlo ya sea en la oposición o en el kirchnerismo ligth. Buscó escaparse de esa lógica bipolar y para eso intentó tallar con más claridad los perfiles de eso nuevo que busca ofrecer.
Fuente: La Política Online