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Nacionales - 18-03-2013 / 11:03
EFEMÉRIDES POPULARES. EL 18 DE MARZO DE 1962 EL PERONISMO GANA CATEGÓRICAMENTE LAS ELECCIONES PROVINCIALES

Andrés Framini es electo Gobernador de la Provincia de Buenos Aires

Andrés Framini es electo Gobernador de la Provincia de Buenos Aires
Andrés Framini (de anteojos negros) fue un legendario dirigente sindical y político peronista. Secretario general de la Asociación Obrera Textil entre 1951-1955 y 1959-1968, en dos oportunidades integró la conducción ejecutiva de la Confederación General del Trabajo.
¡Framini-Anglada: Perón a la Rosada!
 
Un 18 de marzo como hoy, pero del año 1962, el compañero Andrés Framini gana las elecciones en la Provincia de Buenos Aires con la consigna: ¡Framini-Anglada: Perón a la Rosada! y el peronismo se impuso en forma rotunda en todo el país, venciendo en diez de las catorce provincias entonces existentes.
 
El triunfo de "el Negro" Framini fue la más notoria demostración de que el peronismo seguía siendo mayoría a pesar de que estaba perseguido y proscripto; que su voluntad era inquebrantable y que no estaba dispuesto a presentarse "maquillado" para ser aceptado. Por el contrario, Juan Perón había elegido a un dirigente obrero, un peronista histórico y combativo, para encabezar aquella fórmula.
 
El día 21, el gobierno de Arturo Frondizi anula la elección. El día 27, Frondizi declara: "no me suicidaré, no renunciaré y no dejaré el país". Dos días después, frente al primer movimiento de tropas renuncia, es arrestado y trasladado a Martín García. El día 30 de marzo asume José María Guido, un títere tras el cual gobiernan los militares gorilas antiperonistas.

Escribe: Blas García

El decreto 4161 y el origen de la violencia política
 Blas García
 
El gobierno de Frondizi, asumido en 1958 con votos peronistas, se caracterizó por la inestabilidad institucional. Sus promesas incumplidas con los sectores populares, su ambivalencia política y su debilidad democrática producto de la ilegal prescripción al peronismo con la cual pudo acceder al poder lo sometieron a sucesivas crisis y a planteos militares.
 
Las constantes huelgas gremiales y de la CGT con que la clase trabajadora respondía al paulatino cercenamiento de sus derechos dieron como resultado la respuesta gubernamental: creciente represión al movimiento peronista.

La movilización militar de los trabajadores en paro y la aplicación del Plan CONINTES (Plan de "Conmoción Interna del Estado") ponía a los manifestantes políticos y sindicales bajo jurisdicción de los tribunales militares.

Llegado el año 1962, que sería el último de su mandato, su ministro del Interior Alfredo Vítolo firmó un documento con los jefes militares garantizando que no se permitiría a Perón volver al país.
 
Frente al inminente proceso electoral previsto para el 18 de marzo de ese año, había trascendido que la fórmula que el peronismo presentaría en la provincia de Buenos Aires iba a estar integrada por Andrés Framini como gobernador y Juan Perón como vicegobernador.

A fin del mes de enero de 1962, Vítolo anunciaba que el gobierno rechazaría la candidatura de Juan Perón. Paralelamente el Juez Electoral Leopoldo Isaurralde, de abierta filiación frondicista, declaraba que Juan Perón no podía ser candidato por no tener residencia, no estar en el padrón y ser un fugitivo de la justicia.
 
Para que nada quedara librado al azar, la Iglesia, a través  del cardenal Antonio Caggiano, recordaba que la excomunión estaba en vigencia. El 10 de marzo Frondizi pronosticó en conferencia de prensa que "los ciudadanos iban a dar las espaldas a Perón" en las elecciones y acusó al peronismo de impedir la pacificación.

 
"Framini-Anglada, Perón en la Rosada"
 
La elección de 1962, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, representaba no sólo la posibilidad de las masas populares peronistas de poder votar por sus propios candidatos en una elección general, a pesar de no poder presentarse con la sigla oficial, sino también el enfrentamiento con el gobierno en el terreno en donde el peronismo se sentía con más fuerza.
 
Durante las elecciones de 1962 se evidencia que la línea oficial del peronismo escapa a la oferta de captación frondizista y se ubica en una lógica claramente confrontativa, al anuniar Perón la candidatura de un "duro" como Framini.
 
Durante la campaña se utilizó un provocativo eslogan que anticipaba el retorno del propio Perón al poder: "Framini-Anglada, Perón en la Rosada", y la fórmula Framini-Anglada fue apoyada también por el Partido Socialista Argentino, dirigido en ese momento por Alfredo Palacios y Alicia Moreau de Justo, que retiró a tal efecto su propia fórmula a gobernador.
 
Contra la alquimia y la aritmética gubernamental, el peronismo sorprendió ganando en diez de las catorce provincias entonces existentes, entre ellas las de la Provincia de Buenos Aires en la que Framini fue elegido gobernador, acompañado por Marcos Anglada como vicegobernador. Concurrieron bajo las siglas de la Unión Popular.

El pueblo no había dado la espalda a Perón y, por el contrario, hería de muerte al gobierno de Frondizi. Fue este el hecho político más importante producido por el peronismo desde 1955. El peronismo seguía siendo el problema a resolver para la politica argentina. Al decir de J.W. Cooke: "El hecho maldito del país burgués".
 
El triunfo de Framini fue la más palmaria demostración de que el peronismo seguía siendo mayoría, que su voluntad era inquebrantable y que no estaba dispuesto a presentarse "maquillado" para ser aceptado. Por el contrario, Perón había elegido a un dirigente obrero, un peronista histórico y duro, para encabezar aquella fórmula.

La evaluación que realizaría J.J. Hernández Arregui sobre las jornadas es: "... la victoria del peronismo resonará en toda América Latina que es el objetivo final de nuestra lucha nacional y antiimperialista...
... el destino de los dos radicalismos (UCRI y UCRP) está sellado. Las masas argentinas jamás volverán a los partidos tradicionales. Tampoco es el momento de la creación de un partido obrero. Extremismos infantiles de este tipo son instigados ocultamente por el propio imperialismo que, en los países oprimidos, les teme mucho más que al comunismo, a los movimientos nacionales de liberación...
... la Argentina vuelve a integrarse por gravitación de la conciencia nacional de sus diversas clases sociales no ligadas al imperialismo, en un gran movimiento nacional, emancipador y latinoamericano."
 
 
La reacción gorila
 
La decisión de Frondizi de anular las elecciones en las provincias en donde la Unión Popular (la sigla que llevó el peronismo) había vencido dio comienzo a la cuenta regresiva de su mandato. El golpe de Estado se desarrolló en un proceso de diez días. De esta forma quedaba claramente evidenciada la intención de impedir el retorno del peronismo, y de Perón, al poder.

El 23 de marzo, las "62 organizaciones" gremiales peronistas ordenan un paro general, en defensa de la voluntad popular desconocida con la anulación de los comicios.

Las fuerzas armadas reclaman la proscripción del peronismo, un nuevo gabinete y la expulsión del país de Rogelio Frigerio, el político e intelectual más destacado del Desarrollismo, la fuerza política que impulsó originariamente a Frondizi a la presidencia. Aramburu, por su parte, "aconsejaba" la renuncia de Frondizi y el Comandante del Ejército general Raúl Poggi le pedía efectivamente la renuncia.

El día 27, el entonces Presidente declara: "no me suicidaré, no renunciaré y no dejaré el país". Dos días después, frente al movimiento de tropas renuncia, es arrestado en Olivos y trasladado a Martín García.
 
El día 30 de marzo asume José María Guido, un oscuro legislador de Río Negro, como presidente de la Nación, hasta entonces, presidente del Senado. El gobierno títere de Guido, no es más que una fachada tras la cual gobiernan los militares.

El 24 de abril, el nuevo presidente anula las elecciones ganadas por el peronismo. Framini había anunciado que el 1º de mayo asumiría la gobernación y pese a la anulación concurre acompañado por altos dirigentes a la Casa de Gobierno Provincial, labrando un acta.

El 24 de julio, por un decreto del Poder Ejecutivo, queda prohibido el proselitismo peronista, la exhibición publicitaria de fotografías y marchas. Nuevamente, bajo otro rótulo, reaparece el decreto 4161 con el que la Revolución fusiladora del 55 pretendió desterrar el peronismo de la historia.

Tres décadas después, durante la gobernación de Eduardo Duhalde (1991-1999), una ley provincial estableció la validez del triunfo electoral de Andrés Framini, reconociéndole la condición de ex gobernador de la Provincia de Buenos Aires.
 
Escribe: Blas García

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18-06-2025 / 09:06
El tribunal oral le otorgó la prisión domiciliaria a Cristina Kirchner un día antes de su presentación para evitar la marea humana en Comodoro Py. No se atrevió a convalidar el pedido de cárcel común de los fiscales, pero agravó las condiciones habituales en otros casos. Le impuso la tobillera electrónica con la absurda presunción de su fuga y le restringió las visitas y hasta las salidas al balcón. La Plaza de Mayo se prepara para una multitud contra la condena trucha a CFK y en rechazo a la proscripción política.
 
En tanto, a horas de que se congreguen miles de personas en la Plaza de Mayo en apoyo a la expresidenta Cristina Kirchner, denuncian la existencia de requisas y retenes de fuerzas federales a autos y colectivos en distintos cruces entre provincias y jurisdicciones, que demoran e impiden la llegada de los manifestantes a la ciudad de Buenos Aires. Los milicos de Javier "el Loco" Milei preguntan a los viajantes si son peronistas. Los hechos suceden un día después de que Milei y Bullrich reformen por decreto el estatuto de la Policía Federal Argentina (PFA) y dictatorialmente habilite las inspecciones a personas y a vehículos en la previa de movilizaciones.

Luego de 
un fallo exprés y sin análisis del fondo, fue conocida la decisión judicial de otorgarle la prisión domiciliaria a Cristina, el PJ resolvió redireccionar la movilización de este miércoles a la Plaza de Mayo. Allí confluirán todos los sectores del peronismo junto a fuerzas aliadas, centrales sindicales, organizaciones sociales y de derechos humanos, partidos de izquierda además de representantes de la ciencia y la cultura para reclamar por la libertad de la ex presidenta y en contra de su proscripción.


Comienza la Resistencia de un peronismo que se movilizará este miércoles en apoyo a Cristina y en defensa de la democracia con una marcha a las 14 a Plaza de Mayo donde se expresará el rechazo a la injusta y arbitraria condena a seis años de prisión e inhabilitación para ocupar cargos públicos. Al acto -que se anticipa multitudinario y al que adhirieron todos los sectores del PJ, centrales obreras, organizaciones sociales y de derechos humanos-, se vincula con grandes eventos de la historia del peronismo que tienen que ver con la persecución a sus líderes y la proscripción electoral.

La decisión del TOF 2 de concederle con anticipación la prisión domiciliaria evitó que sea la propia ex presidenta quien encabece la caravana, pero la actividad "Argentina con Cristina" a Comodoro Py trastocó en "Por Argentina" a la Plaza de Mayo, con un carácter eminentemente político. La movilización en respaldo a la titular del principal partido de la oposición también apunta a fortalecer al justicialismo y unificarlo de cara a las elecciones de septiembre y octubre.

La Opinión Popular

17-06-2025 / 10:06
En manos de la borrachina Patricia Bullrich y Javier "el Loco" Milei avanzan una "reforma" que huele a dictadura: más espionaje, más detenciones arbitrarias y una policía al servicio del régimen. Milei y la catadora de vinos Bullrich deciden gastar sus energías en lo que mejor saben hacer: reprimir. Este martes, en un acto en la sede de la Policía Montada de Palermo, presentarán su nuevo engendro: una reforma estructural de la Policía Federal, hecha a la medida de los delirios autoritarios del Gobierno anarco capitalista.

Con el verso marketinero de una "PFA moderna y orientada a la investigación", Bullrich desempolva viejas recetas de control social que harían sonrojar al dictador Rafael Videla. Bajo la fachada de "eficiencia en delitos complejos", lo que se está cocinando es un rediseño brutal del aparato represivo estatal: más verticalismo, más discrecionalidad, más poder sin contrapesos ya que no estará sujeta a control judicial. Su misión principal será detectar y eliminar toda oposición al régimen, a través de la vigilancia, la intimidación y la represión.

El nuevo decreto, cocinado entre DNU y papelitos de Patricia, otorga control total del Ministerio de Seguridad sobre la PFA. En otras palabras, Bullrich y sus secuaces manejando a su antojo una fuerza armada. Entre los cambios figuran nuevos esquemas de ascenso, auditorías internas "más rigurosas" (léase, purgas ideológicas) y un "Departamento Federal de Investigaciones" con subáreas para espiar, perseguir y disciplinar. Y una expansión federal con más efectivos: más botas en la calle, menos derechos en la ciudadanía.

Pero lo verdaderamente escalofriante está en lo que no se dice con todas las letras: esta reforma autoriza a la Policía Federal a realizar tareas de inteligencia en redes sociales y espacios públicos digitales sin orden judicial. ¿Querés tuitear en contra del Gobierno? Atajate, porque la PFA puede estar espiando. Bajo la excusa de "prevención del delito", la vigilancia se convierte en doctrina.

De hecho, se les permitirá detener gente que no tenga documentos encima "si hay razones fundadas" para sospechar de un delito. ¿Qué razones? Las que se le canten al agente de turno. También se incluye la autorización para revisar a personas "dedicadas a actividades que la policía debe reprimir". ¿Qué significa eso? Nadie lo explica.
 
El nivel de ambigüedad legal es tan grande como el desprecio por el Estado de Derecho que profesa el gobierno de Milei. Lo que queda claro es que con esta movida se habilita la caza indiscriminada: manifestantes, vendedores ambulantes, laburantes precarizados, militantes políticos. Todos en la mira. Y como si no bastara, el show represivo se da en medio de una seguidilla de denuncias por abuso de las fuerzas en movilizaciones sociales, con detenciones arbitrarias, golpizas y operativos de saturación dignos de un régimen.
 
Bullrich, devenida en jefa de policía de un Estado autoritario, no esconde su entusiasmo. Suspendió su viaje a Estados Unidos para encabezar en persona los operativos de represión del miércoles, donde se prevé una nueva movilización contra el avance judicial sobre Cristina Kirchner. No quiere dejar nada librado al azar. El show de la porra es su campo de juego. No buscan modernizar nada. Buscan endurecer. Buscan infundir miedo. Buscan convertir a la Policía Federal en un brazo armado de un gobierno que solo sabe mandar a palazos, con gendarmes, decretos y motosierra.
 
La Opinión Popular
 

16-06-2025 / 11:06
Las movilizaciones de los sectores sociales agredidos por Milei persisten hace largos meses, pero hasta ahora no habían sucedido en torno a un nombre propio de la dirigencia política. El mapa tal vez rediseñado por la detención de Cristina obliga a un esfuerzo, grande, para saber separar los aspectos emocionales de los estrictamente analíticos. Y aun si eso se logra, algo subsistirá: nadie está en aptitud de pronosticar con certeza lo que puede ocurrir. Sobran tanto los síntomas como las incógnitas.
 
Está fuera de discusión que el tema reintrodujo una épica y una estética a las que el territorio físico se había desacostumbrado. Sí persisten las luchas por reivindicaciones sectoriales. Pero hace rato que no había registro en torno a un nombre propio de la dirigencia política.
 
Cuando ya todo parecía discurrir exclusivamente por los entornos digitales, reapareció la calle con una fuerza imprevista en la que el aspecto numérico (¿cuántos miles son?) no es lo primordial. Se trata de lo significativo. A casi cualquier hora. Con marchas y concentraciones espontáneas u organizadas de modo repentino. Con gente de abajo y de los sectores medios. Con dolor, rabia y sensación de derrota. A la par, con entusiasmo. Con ganas de pelearla. Con la historia. Con el factor que renovó la mística.
 
Podría decirse que reapareció un Nosotros gracias al Ellos. ¿Cuánto es Nosotros? ¿Mucho menos que una mayoría silenciosa convencida de que Cristina es culpable, sin tener la menor idea sobre una falta de pruebas escandalosa que más tarde que temprano, como sucedió con Lula, podría volvérsele en contra al Ellos? Fallaron por una conjetura. Avalaron que una Presidenta debe estar al tanto de adjudicaciones provinciales respaldadas por mecanismos parlamentarios. No dejaron ni un solo disparate por cometer.
 
¿El Nosotros es mucho menos que el efecto en las urnas de la estabilidad inflacionaria? ¿Mucho menos que la inopia acerca de un país que no para de endeudarse en dólares a tasas extravagantes, para que por los tiempos de los tiempos deba seguir pagando y pagando a cambio de exactamente nada que no sea la dependencia?
 
¿Cuánto importa que ese Nosotros sea menor al Ellos si, en una de ésas, se descubre al Ellos como los presos que, de tanto odio sembrado, tan ancestral, deben refugiarse en los vómitos de sus canales, sus escritos, sus descorches de champagne, sus adefesios que comparan a Cristina con Videla?
 
Presos de que nunca serán una remera estampada, más que para defenestrarlos. Presos de estiletes como el de Sebastián Fernández, Rinconet, quien posteó la imagen del fiscal Luciani exigiendo la detención de Cristina por felicidad manifiesta en situación de balcón, por dolo eventual.
 
Presos de la opereta surrealista de que ella quiere escaparse a Cuba. Presos de que si quieren mentar prófugos están condenados a su macrista Pepín Rodríguez Simón. A sus Abrojos macristas. A sus jueces sempiternos, cuyo origen de aprobación no cuenta porque como poder monárquico de la oligarquía acaban, invariablemente, por servir al patrón constante. Presos de su armazón de servicios y espionaje erigidos por quien fue reemplazado por el que hace lo mismo pero más rápido, pero manteniendo su estructura mafiosa.
 

15-06-2025 / 08:06
La condena a Cristina Kirchner se convirtió en una papa caliente para el mismo sistema oligárquico que hasta el día anterior a su postulación la consideraba un cadáver político y ahora quisieran encerrarla en la luna. Primero imaginaron que la difamación persistente por parte de sus cómplices mediáticos sería suficiente para dejarla fuera. No alcanzó: ganó la reelección. Redoblaron la campaña, colonizaron el fuero federal con el rebaño judicial de Mauricio Macri y tampoco sirvió: ganó como vicepresidenta. Pensaron que su carrera política había sucumbido por el fracaso del gobierno de Alberto Fernández y la irrupción de Javier "el Loco" Milei. Hubo champagne y papel picado.
 
Hasta que anunció su candidatura y se acabó la fiesta. Entonces corrieron a ordenarle a la Corte Suprema que la condenara de una vez. Hubo condena y con eso perdieron control de la agenda, provocaron la unidad del peronismo y una convocatoria que impactó en la juventud con universidades y secundarios tomados y los accesos a la ciudad de Buenos Aires cortados por el movimiento obrero.
 
Ahora están los que proponen encierros terroríficos en el hospital penitenciario, o mandarla a una cárcel en medio de la nada con tobillera y restricción de visitas. Como si los multimillonarios argentinos, sus políticos, periodistas y jueces no pudieran visualizar más allá de sus ombligos cuando se producen fenómenos que no controlan. Los quieren reprimir y, en vez de eso, los alimentan.
 
La presencia frente al domicilio de Cristina de miles de personas en estos días, son miles de historias que se multiplican, de jóvenes que personifican sus futuros en ella y de trabajadores que agradecen historias de sus pasados. Son proyectos que adquieren confirmación en esos pasados. Esa retroalimentación o dialéctica entre pasado y futuro identificado en una persona constituyó la permanencia del peronismo. Habrá quien se indigne, quien lo critique y no esté de acuerdo, por izquierda o derecha, pero no se lo puede ignorar.
 
La condena alineó a la sociedad también en función de sus historias. Cecilia Pando se encargó de difundir su festejo por la sentencia a quien permitió el juicio a los genocidas. Eduardo Feinmann comparó a la expresidenta con Videla, el genocida que defiende Pando, y se hundió en la campaña de regodeo en la mugre de los sufrimientos que debían aplicarse a Cristina Kirchner.
 
Cualquiera puede decir lo que se le ocurra. Pero una cosa es el culpable de violaciones de mujeres y hombres prisioneros, de sus torturas, asesinatos y desapariciones, como los genocidas. Y otra muy distinta tener una condena por seis años por un delito que ni siquiera fue probado y que solamente es una "conjetura" de los jueces.
 
Se ha instalado en los antiperonistas anteponer la palabra "chorra" cada vez que se refieren a Cristina Kirchner. Cosa que no está en la condena ni en sus fundamentos. Esa condena discutible, ni siquiera es por chorra, porque no pudieron armar la mínima prueba que sostenga esa acusación. La palabra "robar" no está por ningún lado.
 
El cargo es por "administración fraudulenta en perjuicio del Estado". En ningún lado dice que se quedó con un peso, porque las propiedades y el capital de la expresidenta están en blanco, justificados y legales, no le encontraron cuentas en el exterior, como sí lo hicieron con sus denunciantes, no encontraron tesoros enterrados en la Patagonia ni en los muros de su casa, como mintió un periodista ya fallecido comprado por el Grupo Clarín.
 

13-06-2025 / 11:06
Pasan los días y el campo nacional y popular sigue movilizado en defensa de Cristina Kirchner. Así, la resistencia popular contra el gobierno desastroso y funesto de Javier "el Loco" Milei sigue creciendo y está en franco y continuado ascenso, con picos de alza como las grandes movilizaciones en defensa de la salud y la educación pública. La base de esta conflictividad es un modelo económico a-narco capitalista centrado con exclusividad en el neoliberalismo que está dejando un alto costo social.
 
Desde los días iniciales del gobierno del desquiciado Milei las resistencias a su política de ajuste y por el control de los espacios públicos, aún con oscilaciones, se hicieron notar. La convocatoria a marchar por el 1° de Mayo, bajo la consigna "El trabajo es sagrado", volvió a poner sobre el tapete el papel del trabajo en la sociedad. Se coronó así un ciclo de tres huelgas generales y varias concentraciones obreras multitudinarias en las que se destaca la marcha por la defensa de la Universidad y la educación pública.
 
Desde el auxilio del FMI y el apoyo de la administración de Donald Trump, la economía está en modo electoral. El objetivo central del gobierno al menos hasta octubre, es electoralista. Consiste en mantener bajo control el tipo de cambio y la inflación, conteniendo la emisión. Pero la no emisión tiene su contrapartida en el endeudamiento creciente, no solo por la colocación de nuevos bonos y Letras sino porque parte de los intereses que generan esos instrumentos no se están pagando sino que se capitalizan. Esto es, se pagan intereses sobre intereses. Esto solo beneficia a los especuladores financieros y es lo que facilita el actual superávit fiscal, porque hay gastos que se patean para adelante.
 
Todo para empujar la tendencia descendiente de la tasa de inflación, principal capital político de Milei de cara a las próximas elecciones de octubre. El resto de las variables económicas están subordinadas a este objetico central, lo que también conlleva el ajuste permanente del gasto público, lo que hace que se vayan acumulando tensiones que en algún momento deberán resolverse.
 
Hay un fuerte inconformismo social que, entre otros ámbitos, se expresa en el abstencionismo electoral que se verifica en todas las elecciones ocurridas hasta ahora. Un malestar generalizado que también recorre las bases obreras. Al mismo tiempo es ese estado de ánimo lo que hace que ante declaraciones de paro general o la convocatoria a movilizaciones por parte de las centrales obreras, las bases respondan con contundencia y masividad.
 
Es que el componente central de esas tensiones que promueve el modelo económico-financiero en curso, no es otro que la creciente conflictividad social. Son resistencias defensivas, que se desenvuelven por todo el país, por caída de los salarios y jubilaciones frente a la carestía de la vida; por suspensiones y debilidad del empleo; por caída de la demanda; por el desfinanciamiento de la salud y la educación pública; por cierre de empresas que se suman a la reducción de los planes por discapacidad, al vaciamiento de ámbitos estatales...
 
A lo largo del país se desenvuelven movilizaciones y distintas formas de protesta y resistencia por el alza de los precios, caída de la actividad, esa disconformidad va creciendo en intensidad siendo en este momento los casos de los metalúrgicos de Tierra del Fuego y de los trabajadores de la salud del Hospital Garrahan, junto con la continuidad de las luchas de los jubilados apaleados y gaseados, los más visibles. Un camino de unidad de acción es absolutamente necesario para que las luchas pongan freno a la barbarie libertaria en curso.
 
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