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El clima en Paraná

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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 08-01-2012 / 11:01
COMIENZA EL AJUSTE K

Se acabó la fiesta kirchnerista

Se acabó la fiesta kirchnerista
Seguramente, la presidenta se anotició, desde su lecho de enferma, de los acercamientos que se han producido, en las últimas horas, entre Hugo Moyano (que estaba dispuesto a conceder una tregua en su pelea con Cristina hasta abril o mayo, o hasta que se recupere totalmente de su dolencia) y el combativo Pablo Micheli, de la CTA disidente, para armar una estrategia destinada a resistir que el ajuste que viene arranque por el salario o el bolsillo de los trabajadores.
No alcanza el impresionante aparato de propaganda oficial para tapar el sol con la mano, para disimular lo indisimulable: que el ajuste para los argentinos ha llegado, un golpazo al bolsillo de la clase media y de las franjas menos pudientes de la sociedad.
 
El fin de fiesta del consumo a ultranza, del crecimiento a tasas chinas, y de servicios públicos baratos y subsidiados ha empezado a experimentarse en toda su crudeza.
 
Hay provincias que son un hervidero social; varias de ellas no podrán pagar los sueldos; y el destino de miles de trabajadores estatales podrían ser el despido o la rebaja de sus salarios.
 
En Córdoba, no se pagó el medio aguinaldo y hay dudas sobre el sueldo de enero; como Mendoza, según acaba de confesar el gobernador cristinista Pérez; y, de hecho, en Río Negro, donde la muerte de Soria dejó a un costado la atención sobre la decisión de desprenderse de miles de empleados públicos.
 
El peligro de verdaderos estallidos que recorre las provincias no es sólo una chicana política de los gobernadores para conseguir mayores fondos. Lo que acaba de ocurrir en Santa Cruz es el caso más elocuente de ese descontento.
 
Lo que haya que hacer del ajuste, el Gobierno K lo hará ahora mismo, porque hay menos chances de pagar costos políticos elevados cuando el efecto "simpatía" empiece a diluirse y los argentinos sufran plenamente las malas nuevas para sus economías hogareñas.
 
La decisión del Gobierno K de avanzar ahora mismo con todo el peso del ajuste y poner un tope del 18% a la negociación salarial, ha producido un acercamiento entre Moyano y el combativo Micheli, de la CTA disidente, para armar una estrategia destinada a resistir el ajuste que viene de arranque por el salario o el bolsillo de los trabajadores.
 
¿La presidenta tendrá espaldas suficientes para soportar el descrédito que supondrá la aplicación del ajuste a pleno?

Se acabó la fiesta
 
Tal vez el efecto "simpatía" que despertó Cristina Fernández en una amplia franja de la sociedad, a raíz de su internación como consecuencia del cáncer de tiroides que se le detectó (del que, felizmente, se está recuperando), se diluya mucho antes de lo que los estrategas oficiales imaginan.
 
Algunos se preguntan, incluso, si alcanzará para disimular lo indisimulable: que el ajuste para el bolsillo de los argentinos ha llegado mucho antes de lo previsto. Y que, por consiguiente, el fin de fiesta del consumo a ultranza, del crecimiento a tasas en las que sólo cree el INDEC de Guillermo Moreno, y de servicios públicos baratos y subsidiados ha empezado a experimentarse en toda su crudeza.
 
La decisión del gobierno de avanzar ahora mismo con todo el peso del ajuste, amparado en una sociedad adormilada y de vacaciones, y a caballo del "relato" oficial según el cual las críticas al modelo provienen de las corporaciones y de "ánimos destituyentes", además del aprovechamiento a ultranza de aquel efecto que despertaría una presidenta "dispuesta dar la salud por su país", podría estar empezando a mostrar algunas grietas que se profundizarán hacia mediados de año.
 
Puede que no alcance el impresionante aparato de propaganda oficial para coronar ese intento de tapar el sol con una mano: hay provincias que ahora mismo son un hervidero social; por primera vez, desde 2001, varias de ellas advierten que no podrán pagar los sueldos; el destino a corto plazo de miles de trabajadores estatales nacionales y provinciales podría ser el despido o la rebaja de sus salarios, y el Palacio de Hacienda acaba de reconocer que, para cubrir los vencimientos de la deuda de este año, no podrá echar mano a las reservas y deberá obtener los fondos de alguna otra caja.
 
El gobierno acaba de dar muestras del aprovechamiento de aquel sentimiento hacia la presidenta para autorizar, ahora mismo, un primer aumento en las tarifas de gas que promedia el 238 por ciento.
 
Y que, por supuesto, no incluye la quita de los subsidios que empezará a verse reflejada con más contundencia en las facturas que llegarán en el mes de marzo.
 
El economista Nadín Argañaraz estimó que, en total, sumando el aumento autorizado ahora, más la quita del subsidio dentro de dos meses (lo que significará que el usuario deba hacerse cargo directamente de esa suma que, hasta ahora, le financiaba el Estado), la suba promediará los 700 pesos por familia, cada bimestre.
 
Un golpazo al bolsillo de la clase media y de las franjas menos pudientes de la sociedad.
 
Obviamente, se trata de dinero que deberá sustraerse del consumo.
 
Vale refrescar, por la importancia que adquiere ahora mismo ese aumento (al que, en próximos días o semanas, le seguirían los del resto de los servicios, incluido el de pasajes de ómnibus y trenes), que el ministerio de Planificación maneja una cifra oficial sobre la plata que los argentinos dejarán de gastar en consumo para dedicarla al pago de ese tarifazo: unos 25 mil millones de pesos, durante todo 2012.
 
La duda que persiste es hasta dónde esa montaña de dinero, que constituirá una nueva caja de la que se servirá el gobierno, apurado por un déficit fiscal ingobernable, como consecuencia del exorbitante gasto público que demandó un año electoral como 2011, no terminará por convertirse en combustible para alimentar la hoguera del creciente malestar social.
 
El dato, que fue analizado al más alto nivel del gobierno, antes de que Cristina Fernández se internara en la clínica de Pilar, no sirvió para torcer el rumbo de las cosas: lo que haya que hacer se hará ahora mismo, porque hay menos chances de pagar costos políticos elevados que si, por caso, se realizase entrado el otoño, cuando el efecto "simpatía" empiece a diluirse y los argentinos sufran plenamente las malas nuevas para sus economías hogareñas.
 
La preocupación en algunos despachos oficiales se extiende a la jugada que se ideó para complicarle el futuro político a Mauricio Macri.
 
Consistía en traspasarle los subterráneos porteños manu militari y esperar a que, en algún momento, el jefe de gobierno porteño se viese obligado a aumentar el valor del pasaje en ese vital transporte que utilizan diariamente unos dos millones de trabajadores del área metropolitana.
 
Les salió el tiro por la culata: Por una vez, el líder de PRO se mostró más rápido de reflejos que sus adversarios de la Casa Rosada y lanzó su propia jugada: aumentó de inmediato el 127 por ciento la tarifa, con el indisimulado propósito de embretar al gobierno nacional y hacerle pagar parte del costo político que acarrea la medida.
 
"Si lo hacíamos en marzo, la culpa sería toda nuestra; de este modo, mostramos que es como consecuencia directa de que ellos lo único que querían era sacarse el elefante de encima y cargárnoslo a nosotros", dijeron, sin tapujos, cerca del jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta.
 
Con rápidos sondeos en la mano, en el gobierno porteño mostraban, el viernes último, que, para el usuario en general, la bronca era tanto para el macrismo, por disponer el aumentazo, como para la Casa Rosada, por "soltarle la mano" a toda esa gente y restarle al sistema la mitad del subsidio que, hasta ahora, permitía mantener el boleto en un peso con diez centavos.
 
La estrategia podría terminar de complicarse si, tal como se admite en los pasillos del kirchnerismo, y al margen de un tibio desmentido del secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, más temprano que tarde Cristina deberá autorizar una suba similar o mayor en trenes y colectivos.
 
La pregunta acerca de si la presidenta tendrá espaldas suficientes para soportar el descrédito que supondrá la aplicación del ajuste en todas sus líneas, y no en cuotas, sino de un solo golpe, como ha empezado a suceder, encontraba, el mismo viernes, variadas respuestas, en despachos del oficialismo.
 
A ese panorama complicado hay que agregar el estado de virtual ebullición social en el que se encuentra la mayoría de las provincias, algunas de las cuales vienen advirtiendo, desde antes de que el cáncer de tiroides de Cristina copara las primeras planas, que el peligro de verdaderos estallidos en sus jurisdicciones no es sólo una chicana política para conseguir mayores fondos.
 
Lo que acaba de ocurrir en Santa Cruz es, tal vez, el caso más elocuente de ese descontento.
 
No es menos grave la situación en Córdoba, donde no se pagó el medio aguinaldo y hay dudas sobre el sueldo de enero; o en Mendoza, según acaba de confesar el gobernador cristinista Francisco Pérez; y, de hecho, en Río Negro, donde la muerte de Carlos Soria dejó, por algunos días, a un costado la atención sobre la decisión de desprenderse de cientos de empleados públicos.
 
Para colmo de males, se sabe ahora en toda su amplitud que aquel compromiso que graciosamente firmaron antes de fin de año los mandatarios de diecisiete provincias con Cristina Fernández en la Casa Rosada, para refinanciar deudas provinciales, era, en realidad, un verdadero salvavidas de plomo.
 
Ese acuerdo las obliga a ajustar duramente sus cuentas fiscales y sus planteles de personal, además de ordenar una reducción de pagos extras de salarios y otros beneficios.
 
Y pesa sobre más de 300.000 agentes estatales nacionales la ley alumbrada al amparo de los festejos de fin de año, que dispuso revisar cientos de miles de empleos de personal contratado.
 
Seguramente, la presidenta se anotició, desde su lecho de enferma, de los acercamientos que se han producido, en las últimas horas, entre Hugo Moyano (que estaba dispuesto a conceder una tregua en su pelea con Cristina hasta abril o mayo, o hasta que se recupere totalmente de su dolencia) y el combativo Pablo Micheli, de la CTA disidente, para armar una estrategia destinada a resistir que el ajuste que viene arranque por el salario o el bolsillo de los trabajadores.
 
"No nos une el amor, sino el espanto", dijo Micheli, con impronta borgeana. "Hemos logrado que se junten el agua con el aceite", se quejó, con ceño fruncido, un operador con despacho en la Casa Rosada.
 
Ajenos a esos enjuagues, en importantes despachos del gabinete, celebran el rumbo que han tomado las cosas de la gestión y de la política.
 
Dicen que el problema de salud de la presidente la hizo regresar nuevamente a niveles de adhesión cercanos al 70 por ciento, y que la imagen positiva de la gestión del gobierno subió al 64 por ciento, tras haber caído por debajo de los 50 puntos antes del 10 de diciembre.
 
También, que Macri pagará él solito todos los costos del aumento en los subtes y que el ajuste en el orden nacional y en las provincias es necesario y forma parte de la "sintonía fina" para sincerar la economía.
 
Es el clásico "relato". La realidad está mostrando, como pocas veces, desde las trágicas jornadas de 2011, otra película...
 
Fuente: lanueva.com

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04-05-2025 / 08:05
A medida que avanza su gobierno, Javier "el Loco" Milei profundiza sus apelaciones a la violencia, escalando los insultos, intimidaciones y amenazas a los economistas, periodistas y políticos que no le rinden pleitesía. No es una casualidad ni un rasgo de carácter, es un modelo desplegado por el Presidente y sus referentes mundiales, como Donald Trump, que busca paralizar a sus opositores. Entre insultos, amenazas y mandriles, Milei sigue la receta de sus pares internacionales: convertir el odio en capital político, la grosería en estrategia y la verdad en un valor que ya no tiene la menor relevancia.
 
Un presidente en contra del diálogo porque no considera que sea una herramienta de la construcción democrática. Necesita imponer su mirada a como dé lugar y gobierna únicamente, no ya para quienes lo votaron, sino para quienes asienten sin desviaciones. Verla es sintonizar con la obsecuencia. Y en respuesta a quienes no la ven, el presidente se envalentona.
 
La misma descripción vale tanto para un Milei como para un Trump, o para casi cualquier otro líder de la ultraderecha mundial. No es casualidad que el prototipo y los modos se repitan, como si obedecieran a un método. ¿Cuánto hay de caos y espontaneidad en esas cataratas de insultos anales y llamados a la violencia? ¿Hay más caos y espontaneidad que estrategia? ¿O más cálculo que improvisación?
 
"El insulto y la violencia son parte de una lógica y de una manera de entender la acción política. Por supuesto que en el caso de Milei, su obsesión por las redes, especialmente X, y su personalidad ayudan muchísimo", señala el editor, escritor y exministro de Cultura, Pablo Avelluto. "Pero no es casual -sigue- que este tipo de estrategias de comunicación se reproduzcan en todos los nodos de la red autoritaria y fascista a nivel internacional. No es que nuestra versión de la extrema derecha incluya insultos contra quienes no pensamos como el gobierno, sino que eso es lo que hace la extrema derecha en todas partes". Lo de los mandriles, según Avelluto, sí es una pincelada autóctona, pero lo demás no.
 
El miércoles pasado, Milei se mostró especialmente violento. El contexto fue un discurso ante unos 1.200 empresarios y economistas. Apuntó contra el exministro Martín Guzmán, a quien llamó "imbécil, incapaz e infradotado" por idear una ley "que obliga a tener que pasar un programa del FMI por el Congreso, es decir, el lugar donde están los degenerados fiscales".
 
En ese marco, festejó haber logrado el acuerdo con el Fondo: "La tienen adentro". También apuntó contra "los periodistas ensobrados, los sindi-garcas, los profesionales funcionales al conjunto de hijos de puta que cagaron al país, los ñoños republicanos y los zurdos ridículos", a quienes tildó, otra vez, de "mandriles". Los que estaban en las butacas se reían y aplaudían; se mostraban como un campo fértil.
 
Para los ojos de la audiencia, bombardeada minuto a minuto con expresiones cada vez más brutales, líderes de ultraderecha como Matteo Salvini, Jair Bolsonaro, Trump y el propio Milei traen cada día un nuevo numerito. Cada día, un nuevo golpe de efecto, con el discurso de "la doma" de las redes reconvertido en palabra oficial. 
 

03-05-2025 / 10:05
Tres actos con sustancia: el de la CGT por el día del Trabajador, el de la expo EFI, donde Javier "el Loco" Milei habló a los empresarios, y en Lugano, en la largada de la campaña de Manuel "Cara de Piedra" Adorni para legislador por CABA. En la previa, un debate de candidatos que a los pocos que lo vieron les dejó una sensación de menos que minúscula. Mucho barro en el despegue de las elecciones de medio término, cuya importancia creció porque el gobierno lanzará la aplanadora sobre los derechos laborales y sobre las jubilaciones. Es el compromiso con el FMI.
 
La movilización de la CGT fue masiva. Cubrió de trabajadores desde Paseo Colón hasta la calle San José, más de 15 cuadras sobre avenida Independencia. Se podrán hacer muchas críticas a la conducción cegetista, pero nadie podrá negar el olfato de estos dirigentes para medir el clima en sus bases. Tampoco se puede decir que se trata de una conducción combativa, sobre todo tras la salida de Pablo Moyano, pero este gobierno no deja margen para la negociación, sólo garrote y las amenazas de retirar el aporte sindical obligatorio.
 
Sin paritarias libres y con una inflación que no cede, los trabajadores formales e informales se han convertido en el pato de la boda de este gobierno. Cristina Kirchner señaló que los salarios cayeron al nivel de la crisis del 2001. Una investigación del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas que dirige Claudio Lozano concluyó que 2,4 millones de argentinos tiene más de un empleo y que la mayor parte trabaja 16,8 horas por día, más que el promedio de lo que se trabajaba en el siglo XIX.
 
En los altoparlantes a lo largo del trayecto, se escuchó en forma constante la voz del Papa Francisco, sobre todo la frase donde dijo que "el trabajo sin derechos, es esclavitud". A su muerte, Francisco dejó de ser una voz institucional de la Iglesia Católica para convertirse en un símbolo con una influencia cada vez mayor.
 
Dato sobresaliente: tras el acto hubo una reunión en la sede de la central obrera. Los máximos dirigentes de la central, más los de las CTA y de los movimientos sociales se encontraron con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. En un contexto electoral, la reunión con las cabezas de los movimientos sociales y la CGT implicó una fuerte proyección a la figura del gobernador bonaerense para las presidenciales del 2027 y un aval importante dentro del peronismo.
 
El día anterior, el miércoles, Javier Milei ofreció un extenso discurso en la Expo Economía, Finanzas e Inversión (EFI). Entre eufórico y relajado, el presidente calificó a sus opositores de imbéciles, idiotas, infradotados, degenerados, que la tienen adentro, ensobrados, prebendarios, corruptos, sindigarcas, hijos de puta, cagadores, ñoños republicanos, zurdos ridículos, mandriles, bestias keynesianas y demás categorías escatológicas.
 
Los 1200 empresarios presentes, representativos del capital más concentrado, pagaron 250 mil pesos la entrada para escuchar la verba poética presidencial. Y lo aplaudieron con entusiasmo. El espectáculo no resultó edificante. Se supone que es la clase dirigente argentina y en ese cuadro revelaron el enanismo cultural y la voracidad de corto plazo que la caracteriza.
 
Milei destacó en una hora y media los logros fantásticos de su gobierno, dijo que sacó a diez millones de personas de la pobreza y que hace once meses que el salario real no para de subir. Cualquiera puede verificar en su vida personal la mentira de estas afirmaciones, al igual que las demás cifras que revolea. 
 

02-05-2025 / 12:05
Este miércoles por la tarde, el presidente Javier "el Loco" Milei irrumpió en el corazón de Villa Lugano, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), para respaldar la candidatura de Manuel "Cara de Piedra" Adorni, en un acto que más bien pareció un operativo de guerra que una campaña política. El jefe de Estado llegó al club barrial tras hacer esperar más de 2 horas a los unos 300 militantes congregados, y solo permaneció 10 minutos en el escenario antes de retirarse escrachado de forma tan abrupta como su arribo.
 
El despliegue de seguridad fue inédito para un acto barrial: francotiradores apostados en azoteas, vallas metálicas delimitando el perímetro y agentes infiltrados mezclados con el público. Cuatro tiradores del Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF) se ubicaron en los techos, mientras otros dos permanecían en una camioneta blanca con fusiles de precisión y binoculares, listos para neutralizar "amenazas" al estilo de un guion hollywoodense.
 
En la previa de la organización del acto, Adorni preguntó por qué hacían un acto en el Conurbano si él es candidato a legislador porteño, pero le explicaron que Lugano es parte de la CABA. Desde un improvisado atril, y rodeado por su hermana Karina "la Recaudadora" Milei, secretaria general de la Presidencia y "Jefa" de La Libertad Avanza (LLA), Milei lanzó su clásico canto de batalla: "¡Hay que ponerle el último clavo al ataúd del kirchnerismo!".
 
Los escasos jóvenes llevaron bengalas violetas y fueron liderados por El Niño Brócoli, que resiste la intervención de la juventud karinista y este miércoles dio una imponente muestra de fortaleza territorial junto a 20 (veinte) seguidores. Un par de libertarios entusiastas se disfrazaron de leones como muestra de lealtad a su líder.
 
Las banderas violetas ondearon con fuerza, y por todas partes se leía el lema "Adorni es Milei", mientras bengalas y bombos ambientaban la escena como si fuera un estadio de fútbol. El gesto, más cercano a una demostración de fuerza que a una convocatoria democrática, dejó a los vecinos de Lugano atónitos y cuestionando si están ante un gobierno o una milicia urbana.
 
Pero todas estas medidas que hablan de la fobia del mandatario al pueblo, no evitó que Milei sea igualmente escrachado por varios vecinos del lugar. Fue durante su huida, que el Presidente fue abucheado e insultado por una multitud de personas que se acercaron para mostrarle su descontento con sus políticas y hasta le gritaron: "Le pegás a los viejos, hijo de puta". Milei escapó rápidamente del lugar envuelto en sus efectivos de seguridad a los cuales evidentemente se los veía muy nerviosos por la situación.
 
Con su breve pero impactante paso por el sur porteño, Milei ratificó que su campaña no escatima en dramatismo ni en recursos de seguridad. Para sus críticos, la imagen de francotiradores sobre techos de casas sociales es demasiado cinematográfica: "¿Esto es política o una película de acción?", se preguntan. Mientras tanto, Adorni suma el mayor respaldo presidencial posible, aunque con un costo simbólico que aún resuena en cada esquina de Villa Lugano.
 
La Opinión Popular
 

01-05-2025 / 13:05
No fue como la del 9 de abril. Aquella vez los sindicatos afiliados a la CGT habían decidido jugarse fuerte al paro general del día siguiente y acompañar la marcha de los jubilados con delegaciones que, de todas maneras, alcanzaron para colmar junto con las organizaciones sociales y los partidos de izquierda la plaza de los Dos Congresos. Esta vez los sindicatos apostaron a una marcha masiva que mostró una marcada predisposición a la protesta. No hubo oradores pero sí un documento con fuertes críticas al gobierno libertario que ahora tiene que definir qué actitud tomará.
 
Sindicatos como UPCN multiplicaron por seis o sietes veces su participación con una columna nutrida que ocupaba al menos dos cuadras de la avenida Independencia por donde ingresaron las columnas de todos los sindicatos muchas de las cuales ingresaron desde Av. 9 de julio ya desde las 13 horas. Lo mismo ocurrió con la UOCRA que aportó unos cuantos millares de manifestantes a la movilización. El SMATA repitió su masiva columna al igual que camioneros y Sanidad que ya habían aportado sus gruesas movilizaciones en la jornada anterior.
 
Las dos CTA movilizaron con la UTEP y destacaron "la unidad y la fraternidad entre los dirigentes de las tres centrales y los militantes que se movilizaron en todo el país". Los sindicatos combativos vinculados con la izquierda ingresaron junto al Frente de Lucha Piquetero por la calle Chile hasta Paseo Colón para toparse con el resto de las columnas bajo el reclamo de la continuidad del plan de lucha y un nuevo paro general.
 
La posición de la CGT se dio a conocer mediante un documento en el cual, bajo el título de "el Trabajo es sagrado" en clara referencia a la muerte del Papa Francisco. Las referencias a la figura papal estuvieron presentes en las consignas pero también es pasacalles que, entre otros sindicatos, puso la FATUN de los trabajadores no docentes de las universidades nacionales. "No hay trabajadores libres sin sindicatos", fue una de las citas elegidas tomadas de Bergoglio.
 
El documento de la CGT planteó, entre otros puntos, que "este día constituye siempre una oportunidad para reafirmar nuestros derechos y compromiso solidario", sin embargo, continúan, "hoy nos encuentra preocupados y alertas por la situación social, económico y laboral que estamos atravesando". El texto de la CGT sostiene que enfrentamos "un Gobierno Nacional que no atiende reclamos, no escucha y no dialoga, a la par que implementa un grave ajuste, cuyo costo lo están pagando las y los trabajadores activos y pasivos con el deterioro de sus ingresos". Paralelamente, denuncian, "en contraste, el sector financiero capitaliza ventajas y multiplica obscenamente sus ganancias".
 
Para la CGT la política del gobierno impone "metas fiscales que pierden de vista el rostro humano de esas decisiones, degradan la calidad de vida de nuestros compatriotas y posterga un horizonte de democracia moderna y de desarrollo nacional". A la vez denuncian "el desmantelamiento del estado y sus organismos de control", así como "el abandono de la obra pública, los despidos masivos más el desfinanciamiento de la educación y la salud pública, agravan el escenario de desempleo, desigualdad y el riesgo social".
 
Entre otros puntos señalan "reclamamos respeto a las paritarias libres, homologación de todos los Convenios Colectivos de Trabajo, actualización y aumento de emergencia para todas las jubilaciones, políticas activas para la generación de empleo y poner fin a la represión salvaje e injustificada de la protesta, que viola leyes y acuerdos institucionales". Ahora, si el gobierno no reacciona, deberán definir si profundizan las medidas. Esta primera etapa mostró que, por abajo, hay voluntad de lucha para acompañar todas las medidas que se decidan a tomar.
 
La Opinión Popular
 

30-04-2025 / 20:04
Treinta años después de la última interpelación a un funcionario nacional, la Cámara de Diputados llevó al recinto al jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Con el respaldo de 129 legisladores se abrió la sesión para exigir explicaciones al único representante del Poder Ejecutivo sobre la promoción de la criptomoneda $LIBRA realizada por el presidente Javier "el Loco" Milei. El criptoactivo "Viva La Libertad Project" es investigado por la Justicia nacional e internacional como una presunta estafa. Karina "la Recaudadora" Milei aun no fue citada.

La Cámara de Diputados fue escenario de un verdadero papelón para el gobierno anarco capitalista de Milei. Francos tuvo que dar explicaciones por el escándalo de la estafa criptomoneda Libra, pero terminó enredado en excusas, silencios incómodos y frases vacías que enojaron a toda la oposición. Hubo múltiples chicanas en Diputados pero ninguna respuesta seria.

Con la presión de un Congreso caliente, Francos intentó despegar a Milei de la promoción del token trucho, aunque las pruebas lo acorralaron. El Presidente había impulsado públicamente la inversión en Libra, generando una estampida de damnificados por la estafa que hoy reclaman explicaciones y justicia.

Con balbuceos sobre el escándalo $LIBRA, el jefe de Gabinete apeló a los lugares comunes: habló de "opiniones personales" y "desconocimiento técnico" para justificar el accionar presidencial, pero no convenció ni siquiera a sus propios aliados. Cada pregunta fue un bochorno mayor, dejando en evidencia que la estrategia del gobierno libertario es embarrar la cancha para ganar tiempo.


Sabrina Selva e Itai Hagman apuntaron al corazón de la estafa investigada: el origen del código alfanumérico de 44 caracteres del contrato del proyecto Libra que Milei publicó en su cuenta de X el pasado 14 de febrero. Francos insistió en que se trataba de "información pública", pese a que fue el propio Presidente quien difundió ese contenido por primera vez. "La información no era pública. En la página web de Viva la Libertad Project, en el momento en que Milei tuitea, todavía no estaba el número de contrato", retrucó Hagman.


Fue muy flojo lo de Francos. Mientras tanto, Milei, fiel a su estilo cuando algo lo compromete, eligió el silencio absoluto. No asistió, no mandó mensajes, ni siquiera envió un comunicado. El "paladín de la libertad" prefirió esconderse detrás de sus voceros, dejando a Francos solo ante una situación cada vez más escandalosa.

El caso Libra ya no es solo un problema judicial: se transformó en una mancha política que amenaza con devorarse al gobierno de los Hermanos Milei que llegó prometiendo transparencia y hoy naufraga entre estafas, improvisaciones y escándalos. Francos tartamudea y los Milei se esconden: el escándalo Libra explotó en Diputados.

Esta lamentable actuación de Francos fue para disimular la estafa, pero fracasó totalmente, pero con un agravante: cada vez parece quedar más claro que esto no fue una maniobra del gobierno sino de los Hermanos Milei, que para vergüenza de todos los argentinos uno es el presidente. Entonces hay que dejarse de joder con Francos, e interpelal a los que pueden (pero no quieren) explicar lo sucedido: los Hermanos Karina y Javier Milei.

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