Por La Opinión Popular - 18-09-2023 / 20:09
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL
¿La caída de Bullrich arrastra al porteño Frigerio en Entre Ríos?
En las elecciones generales de octubre, la gente votará esencialmente a presidente, no a gobernador. Frigerio necesita, para ganar, superar holgadamente el 40% de los votos en la provincia y si su candidata a presidenta, Bullrich, apenas araña el 20% y tiene escazas chances de llegar al balotaje, lo empujaría para abajo en los comicios provinciales. Ante una elección nacionalizada hay poco espacio para proyectos "provincialistas" como quedaría el de Frigerio, después de que su jefe Larreta, y principal sponsor de su campaña, terminara totalmente fuera de carrera.
Con los resultados del escrutinio definitivo de las PASO 2023, a nivel individual, Javier Milei, único aspirante presidencial de La Libertad Avanza (LLA), resultó primero con 7.352.244 mientras que Sergio Massa, ganador de la interna de Unión por la Patria (UxP), quedó segundo con 5.277.538 votos. Patricia Bullrich, la más votada de Juntos por el Cambio (JxC), obtuvo 4.139.566 y quedó tercera. Ninguna candidatura superó el 30% de los sufragios y así, se reconfirmó el escenario de tercios.
Tanto Milei como Bullrich representan a una derecha con matices violentos y vengativos, ligados a ideas de castigar a los beneficiados por la justicia social. Como resultado de las PASO, la más perjudicada es lógicamente Bullrich, que se ve obligada a compartir el rol de oposición dura y derechista con Milei y a la vez a tratar de esquivar las discusiones sobre todo aquello que el libertario plantea. A Massa no solo le resulta más cómoda la confrontación con Milei, sino que es funcional a la estrategia de polarizar con el libertario para correr a Juntos por el Cambio al tercer lugar y meterse en el balotaje.
En el bunker de Bullrich hay preocupación por las dificultades para que la candidata sume votos de otros espacios de cara a la elección de octubre. El planteo es que no encuentra un perfil del electorado donde buscar los votos que le faltan para llegar al balotaje. "El voto útil es para Javier Milei, no para Patricia", dicen. "Los votos no van a ir de Milei hacia Patricia", agregan. Así, en el PRO se empieza a responder la pregunta que surgió al día siguiente de las PASO. Si los votos de Horacio Rodríguez Larreta eran plenamente trasladables a Patricia. La respuesta, es no.
Un trabajo de la consultora Analogías establece que apenas el 50% de los votos de Larreta se transponen a la candidata a la presidencia. La otra mitad no tiene ganas. Ese mismo sondeo ubica a Milei en primer lugar con 31,1%. Detrás asoma Massa con 28,1% y en tercer lugar se ubica Bullrich con 21,2%. Esa diferencia de 10 puntos asoma hoy como imposible de remontar en el análisis de algunos de los armadores de Patricia. Además, creen que, tal como se dio la elección, no quedan sectores del electorado donde ir a buscar votos. A estas dificultades hay que sumarle que Bullrich disputa el voto de la derecha más acérrima con Milei, pero juega en desventaja contra el extravagante economista por su menor carisma y la experiencia fracasada de la gestión 2015-19 de Mauricio Macri.
Este panorama coloca en una difícil situación al candidato macrista a gobernador de Entre Ríos, el porteño Rogelio Frigerio. El mandato provincial se definirá en los comicios de octubre, como un capítulo subsidiario de la disputa presidencial. En comicios unificados y con los cargos nacionales a la cabeza de la boleta sábana, en Juntos por Entre Ríos ven con preocupación la posibilidad cierta de que Bullrich termine tercera y los arrastre en su caída. Gustavo Bordet y Adán Bahl ataron su suerte a Massa y a la marcha de la economía; y las encuestas de estos días dan a Massa más posibilidades de entrar al balotaje que Bullrich.
En las elecciones generales de octubre, la gente votará esencialmente a presidente, no a gobernador. Frigerio necesita, para ganar, superar holgadamente el 40% de los votos en la provincia y si su candidata a presidenta, Bullrich, apenas araña el 20% y tiene escazas chances de llegar al balotaje, lo empujaría para abajo en los comicios provinciales. Ante una elección nacionalizada hay poco espacio para proyectos "provincialistas" como quedaría el de Frigerio, después de que su jefe Larreta, y principal sponsor de su campaña, terminara totalmente fuera de carrera.
Pensar en un corte de boletas, a favor de Frigerio, del orden de los 20 puntos, suena como casi imposible. Es que un mal corte de boleta puede hacer que el voto sea anulado. El corte se debe realizar con prolijidad, evitando dañar letras o números. Si el número de lista no es legible, el voto será nulo. Además, para que el voto sea válido, los votantes deberán colocar una sola lista por categoría, sin equivocarse. Todo un intríngulis para la tropa de Frigerio.
En el PRO creen que es muy posible que Milei crezca cinco puntos de las PASO a la elección de octubre (en las PASO obtuvo casi 30 puntos). Si Patricia queda afuera del balotaje, el sector duro del PRO se alineará velozmente detrás de Milei, con Macri a la cabeza. El radicalismo, inevitablemente, tomará pronta distancia de ese espacio y volverá a posicionarse con su histórica sigla. El sector moderado del PRO probablemente se consolide como un tercer espacio. La tensión dentro de la alianza opositora es extrema y el horizonte es de un quiebre inminente. Por eso, un sector de la dirigencia del PRO ya se anima a hablar de los distintos pedazos en que podría disgregarse la alianza electoral después de octubre. En ese probable contexto, ¿dónde quedaría Frigerio?
La votación en las PASO llegó en medio de un escenario marcado por el descontento. Las elecciones provinciales adelantadas lo habían evidenciado mediante un notorio abstencionismo y, también, por medio del voto en blanco y el voto nulo. Ese malestar se expresó en la votación a Milei, el candidato que el gran empresariado junto a la corporación mediática porteña aportaron con la construcción de un clima político contestatario en lo político pero ultra conservador en lo económico.
La construcción mediática de Milei fue parte de edificar ese contexto. Para los grandes empresarios, el impulso de la figura del falso libertario apareció como una movida estratégica: aportó a correr la agenda política y económica a la extrema derecha, forzando el debate sobre cuestiones como la flexibilización laboral, el fin de las indemnizaciones, del aguinaldo, las vacaciones pagas o una devaluación brusca que pulverice el ingreso de los trabajadores. Los únicos privilegiados serían los grandes empresarios y financistas.
Milei corre con la ventaja de ser el candidato "de los enojados" que componen la mayor parte del padrón "sin dueño", además de no haber peleado una interna -como sí lo hicieron Massa y Bullrich- y por lo tanto no perderá votos de su propio espacio. Sin embargo, Milei polariza duramente con Massa, quien tiene grandes chances de asegurar el voto de la interna de Unión por la Patria, además de traccionar a los sectores ideológicamente identificados con la izquierda, al ser el candidato que se presenta como "no de derecha" comparado con los otros dos.
En definitiva, parece que el balotaje se perfila para una contienda entre Massa y Milei, con un resultado sumamente abierto debido a las fluctuaciones del electorado y las cambiantes tendencias. "Hay que impedir que Milei vuelva a ganar. Él es el rival; no tanto Bullrich", sostiene un dirigente peronista cercano a Bordet. El objetivo es llegar a la segunda vuelta. Y la estrategia será diferenciarse del discurso neoliberal libertario. No habrá grises. Será blanco o negro. En tanto, parece que Frigerio sufre estar en el medio con una Bullrich en caída libre.
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