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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 19-09-2011 / 21:09
EFEMÉRIDES POPULARES. EL 19 DE SEPTIEMBRE DE 1968 MUERE EL DIRIGENTE JUSTICIALISTA JOHN WILLIAM COOKE

“El Bebe” Cooke: El Gran Olvidado del Peronismo

“El Bebe” Cooke: El Gran Olvidado del Peronismo
Tapa de la edición del 26 de diciembre 1955 de la revista De Frente. "John W. Cooke. Prisionero de guerra de la Revolución" es el epígrafe del retrato a lápiz de Cooke sobre el fondo de una Plaza de Mayo colmada de gente y pancartas de adhesión a Perón. Tanto Cooke como De Frente fueron sometidos a proceso por “traición a la Patria” por la Revolución Libertadora, como muchos peronistas después del golpe de 1955.
John William Cooke fue uno de los prohombres del peronismo y uno de los personajes más apasionantes de la historia política argentina. Brillante intelectual y político, de ideas precursoras, corajudo y formado en un espíritu crítico, fue delegado personal y heredero de Perón en la peor época de la resistencia peronista, compañero de armas del Che Guevara en Cuba, fundador e inspirador del peronismo revolucionario.

Este descendiente de irlandeses transitó los lugares y hechos que marcaron al peronismo: FORJA, el 17 de octubre de 1945, el bombardeo a la Plaza de Mayo, la Resistencia Peronista, la huelga del Frigorífico Nacional Lisandro de la Torre ....

La biografía de "El Gordo" Cooke -mezcla de ideólogo y militante- es la historia de una revolución frustrada, pero también la de una utopía que llenó de contenido revolucionario al peronismo y a muchos de los políticos que hoy gobiernan la Argentina.

Escribe: Blas García

 


Foto: Cooke y su compañera de siempre, Alicia Eguren, quien lo secundará en la teoría y la acción. Fue asesinada por la dictadura genocida de Videla, siendo parte de los 30.000 desaparecidos.

Biografía
 
Cooke nació en La Plata el 14 de noviembre de 1919, en una familia de intensa tradición política; su padre, Juan Isaac Cooke, era un prestigioso jurista, diputado por la UCR, y seria Canciller durante la presidencia de Edelmiro Farrel en 1945.
 
John "El Bebe" Cooke, que recibe ese apodo debido a la tersura de su piel, militaría ya durante sus años universitarios, mientras estudiaba Derecho en la Universidad de La Plata, formando parte de la Unión Universitaria Intransigente, donde se acercó a las ideas de FORJA e inició su lucha antioligárquica. Se recibió de abogado en 1943.
 
En el ámbito universitario fue profesor titular de Economía Política en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires entre 1946 y 1955.
 
  
Participación política en el peronismo
 
El 17 de octubre y con los obreros en la Plaza de Mayo, el Bebe se incorpora al naciente Movimiento Popular y encuentra en el peronismo el espacio que buscaba para la militancia política. En 1946, con tan solo 25 años, fue electo diputado por la Capital Federal. Era el diputado más joven en las filas de un movimiento que llegaba para cambiar la historia política del país. En esa época conoció a Arturo Jauretche y Darío Alessandro (padre), que se acercaban desde FORJA a las filas del peronismo.
 
"El Gordo" será diputado y el peronismo le impondrá a la oligarquía: los delegados de fábrica, los convenios colectivos de trabajo, precios máximos, aportes jubilatorios, pleno empleo, salarios en aumento, aguinaldo, justa y digna legislación laboral; salud pública con la revolución de Carrillo y la vigencia nítida de los trabajadores en el poder político.
 
En el Congreso, donde se destacó tanto por la agudeza de sus análisis como por la virulencia de sus discursos, fue Presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados. De posición independiente y convicciones nacionalistas, se opuso a la ratificación del Tratado de Chapultepec.
 
Revisionista histórico, fue miembro del Instituto Juan Manuel de Rosas, donde pronunció conferencias y del cual fue electo vicepresidente en 1954. Ese año editó la revista De Frente, en la que planteó sus posiciones nacionalistas, y combatió los contratos petroleros que negociaba el gobierno de Perón.
 
Desde 1952 al 55, Cooke se dedicó al trabajo de base, recorriendo la ciudad, el conurbano y el país para dialogar con obreros y con estudiantes, a quienes sorprendía con su solidez ideológica y su claridad dialéctica, ganando una fama y un respeto que para 1955 ya eran nacionales, al tiempo que ganaba, también, enemigos.
 
 
Bombardeo a Plaza de Mayo
 
El 16 de junio de 1955 los aviones de la Marina bombardearon Plaza de Mayo para matar a Perón. Más de 350 personas murieron y más de 2 mil resultaron heridas.
 
Cooke se dirigió hasta el Ministerio de Marina, sacó su pistola 45 y vació los cargadores contra los ocupantes del edificio. No se detuvo hasta haber acabado con todas sus municiones.
 
Después del Bombardeo a Plaza de Mayo, Perón lo designó interventor del Partido Peronista de la Capital Federal, desde donde Cooke trató de movilizar y organizar a los peronistas para resistir el inminente golpe militar.

Producido el golpe militar, el 20 de octubre fue arrestado en la casa de su amigo, el historiador revisionista, José María Rosa.
 
Fue detenido y llevado a la cárcel de Las Heras donde estaba el 9 de junio de 1956, el día de la Operación Masacre, cuando se  fusiló al general Juan José Valle, jefe de un alzamiento militar pro peronista.
 
Pese a estar en prisión hasta marzo de 1957, participó activamente en la organización de los distintos grupos protagonistas de la "Resistencia Peronista".
 
 
Perón lo designaba su sucesor
 
Con la caída del peronismo, la resistencia, la clandestinidad y la prisión, agrandan la figura de El Bebe como el hombre de mayor confianza de Perón. De panza prominente, con cierta tendencia a la obesidad, su imagen no parecía la de un héroe, pero a través de los años se convirtió en un luchador consecuente, peronista fiel y combativo.
 
Perón, que estaba exiliado, lo puso al frente del denominado "Comando Táctico". Así, El Bebe fue el primer delegado de Perón y el hecho de que el líder haya elegido un peronista de izquierda era muy importante ya que marca el camino de la lucha para retomar el poder.
 
"En ese momento -explica el historiador Norberto Galasso-, Cooke era la expresión de la política de Perón, que en estos años era una política de bombas, de huelgas, una política netamente de resistencia".
 
En noviembre de 1956 le dirigió una expresiva carta, en la que avalaba firmemente su acción y lo designaba su sucesor, en caso de fallecimiento. A los efectos envía la siguiente carta:
 
Al Dr. John William Cooke
Buenos Aires
Por la presente autorizo al compañero doctor Don John William Cooke, actualmente preso por cumplir con su deber de peronista, para que asuma mi representación en todo acto o acción política. En este concepto su decisión será mi decisión y su palabra la mía.
En él reconozco al único jefe que tiene mi mandato para presidir a la totalidad de las fuerzas peronistas organizadas en el país y en el extranjero y sus decisiones tienen el mismo valor que las mías.
En caso de fallecimiento, delego en el doctor don John William Cooke el mando del movimiento.
En Caracas, a 2 días de noviembre de 1956.
Juan Perón.
 
Fue la única vez en su vida que Perón designó un heredero en caso de muerte, cosa que podía ocurrir pues la Liber­tadora había enviado un comando de sicarios por el continente para asesinarlo.
  
  
Fuga de la prisión de Río Gallegos
 
El 18 de marzo de 1957 Cooke escapó de manera espectacular de la prisión de Río Gallegos, en compañía de otros detenidos peronistas: Héctor Cámpora, Jorge Antonio, José Espejo, Pedro José Gomis y Guillermo Patricio Kelly.
 
Llegaron a la ciudad chilena de Punta Arenas y Cooke se instaló en Chile, desde donde pudo operar con más eficacia para coordinar la acción de los distintos grupos clandestinos peronistas.
 
Una de las preocupaciones de Cooke fue la política desplegada por los sectores neoperonistas conciliadores que debilitaba la intransigencia que mantenían aquellos que militaban en la resistencia. A esto debía agregarse que represión gubernamental sobre los militantes peronistas que dificultaba cualquier intento de planificación y coordinación.
 
 
El pacto entre Perón y Frondizi
 
En enero de 1958 participó en la gestión del pacto entre Perón y Frondizi, y posiblemente asistió a la reunión de Caracas, donde éste se efectivizó.
 
Con los votos peronistas, Arturo Frondizi fue electo presidente en febrero de 1958. A cambio, el nuevo presidente levantaría la proscripción que pesaba sobre el peronismo.
 
El romance entre Frondizi y Perón duró poco tiempo. Frondizi asumió el 1º de mayo del 58 y lo primero que hizo fue ascender a Aramburu y a Rojas. "Entonces empezó a producirse una conciliación del gobierno con los militares", recuerda Galasso. El 16 de septiembre, Perón difundió un comunicado en el que llamaba a la "agitación de masas". Los gremios declararon una huelga general, el presidente declaró el estado de sitio y encarceló a peronistas. El pacto estaba roto.


 
 Foto: Cooke con Perón.

La huelga del Frigorífico Nacional Lisandro de la Torre
 
"El gordo" Cooke volvió al país a fines de 1958, para continuar con la resistencia, y de inmediato fue detenido. A principios de 1959 participó activamente en la huelga del Frigorífico Nacional y en la posterior huelga general y movilización contra su privatización. Cooke colaboró para que las luchas sindicales trascendieran el plano reivindicativo y adoptaron un claro objetivo antiimperialista.
 
La huelga, inédita por sus características, sacudió a Buenos Aires y la desataron los obreros del frigorífico que tomaron la planta para evitar su venta a la entonces poderosa Corporación Argentina de Productores de Carne (CAP) un ente controlado por los ganaderos, que querían el frigorífico para poder monopolizar el mercado interno.

La ocupación del frigorífico Lisandro de la Torre y su posterior desalojo por fuerzas militares y policiales desencadenaron el estallido insurreccional del barrio de Mataderos y el principio de una huelga general nacional que puso en jaque la fragilidad institucional del gobierno de Arturo Frondizi.
 
La política de Frondizi había dado muestras sobradas de alineamiento con los EEUU: los contratos petroleros, la Ley de Radicación de Capitales y, a fines de diciembre de 1958, el anuncio al país de la aplicación del primer Plan de Estabilización elaborado a partir de las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional.
 
Los trabajadores del Lisandro de la Torre habían elegido una nueva comisión directiva sindical, mayoritariamente peronista, encabezada por Sebastián Borro, un joven dirigente forjado en los duros albores de la resistencia.
 
Los obreros se entrevistaron con legisladores nacionales, quienes se comprometieron a darles una respuesta y les informaron que al otro día serían recibidos por Frondizi. Mientras esperaban la reunión, la ley fue sancionada.
 
Luego de conocer la decisión de Frondizi lanzaron el paro y ocuparon el frigorífico, como fondo se escuchaban los bombos y, por primera vez, el grito de ­¡Patria sí, colonia no!
 
Frondizi recibió finalmente a la comisión y a representantes de las 62 Organizaciones, que le pidieron que vetara la ley, pero el presidente se negó.
 
Una poderosa fuerza represiva desalojó el establecimiento: 22 ómnibus cargados con agentes, carros de asalto de la Guardia de Infantería, camiones de bomberos, patrulleros, cuatro tanques Sherman del Regimiento de Granaderos a Caballo y varios jeeps con soldados provistos de ametralladoras, estos últimos al mando del teniente coronel Alejandro Cáceres Monié. La fuerza así reunida era de unos dos mil hombres.
 
El plenario de las 62 Organizaciones, reunido esa noche, declaró un paro por tiempo indeterminado, que apoyaron las otras dos agrupaciones sindicales.
 
 
La toma del barrio de Mataderos
 
La indignación por lo ocurrido recorrió el barrio. Durante varios días obreros y vecinos libraron duras batallas contra las fuerzas de seguridad. Mataderos se convirtió en el barrio de las barricadas, se hacían con adoquines sacados de las calles, vías del tranvía, cubiertas de ómnibus de línea incendiadas y clavos miguelito aportados por la Juventud Peronista.
 
Por la noche los activistas cortaron el alumbrado y la Policía fue recibida a pedradas desde las azoteas. En tanto, el gobierno allanó varios sindicatos y detuvo a varios dirigentes, entre ellos a John William Cooke, Susana Valle y Felipe Vallese.
 
Además se declaró zona militar a las ciudades de La Plata, Berisso y Ensenada y ordenó su custodia con tropas militares. Entre tanto, Sebastián Borro y otros dirigentes de gremios chicos, como Jorge Di Pasquale, organizaban la huelga.
 
El sindicato del Lisandro de la Torre nunca levantó la huelga; luego de varios meses y con Borro capturado, fueron cesanteados cinco mil obreros. El frigorífico fue vendido a la CAP.
 
Una investigación realizada en 1974 por una comisión de la Cámara de Diputados descubrió que la CAP, conducida por ganaderos, había pagado sobreprecios a sus asociados ganaderos durante años y que los quebrantos, que eran pagados con fondos públicos, habían constituido una virtual estafa.
 
 
"El gordo" Cooke en Cuba
 
Por entonces, la militancia peronista se dividía entre los partidarios de la "línea dura" y la "línea blanda", estos últimos, que buscaban un acuerdo con el gobierno gorila, comenzaron a hostilizar a Cooke, tachándolo de comunista.
 
Perseguido, en 1959 abandonó el país y se instaló en Cuba, donde la Revolución Cubana lo conmovió profundamente y permaneció hasta octubre de 1963. Allí se entusiasmó tanto que realizó diversas tareas de apoyo al régimen, entabló amistad con Ernesto "Che" Guevara y su militancia lo lleva a defender la revolución, hasta con las armas en la mano, frente a la invasión de la Bahía de los Cochinos, cuando las tropas anticastristas, patrocinadas por el gobierno de los EEUU y entrenadas y dirigidas por la CIA, intentaron invadir Cuba en abril de 1961.
 
Cooke inició una larga tarea de acercamiento entre el peronismo y el castrismo, que incluyó el reclutamiento de jóvenes argentinos para ser entrenados militarmente en Cuba.
 
 
La vuelta a la Patria
 
Mantuvo una intensa correspondencia con Perón, que sólo interrumpió en 1966, e intentó influirlo para que declarara su apoyo a Cuba y trocara su domicilio madrileño por La Habana. A la vez, se propuso reconstruir la tradición peronista en clave cubana e impulsar a los peronistas a seguir el camino iniciado por Fidel Castro.
 
A fines de 1963, Cooke volvió a la Argentina y organizó Acción Peronista Revolucionaria, un grupo al que asistían futuros militantes como Juan García Elorrio, Fernando Abal Medina y Norma Arrostito, en donde siguió intentando la fusión entre el peronismo y el guevarismo.
 
 
Conclusión
 
Lo concreto es que, luego del golpe de Estado de septiembre de 1955, Perón desde el exilio apostó por una estrategia insurreccional porque creía que llevando el país a una guerra contra la oligarquía conseguiría recuperar el poder.
 
El hombre al que Perón delegó el control de sus fuerzas en el país fue John William Cooke, un cuadro de fidelidad al líder, que desde el 55, su ambiente frecuente sería la prisión: Las Heras, el penal de Ushuaia y el de Caseros, la cárcel de Río Gallegos. Valiente, revolucionario, respetado por las bases; vivió mucho tiempo prófugo, clandestino o exiliado por sus ideas políticas.
 
Durante casi 5 años, Cooke luchó contra el régimen y sufrió con la actitud de Perón, que no quería jugarse todo entero a una sola ficha. El Bebe sostenía que el objetivo político del peronismo era organizarse para arrebatar el poder político del Estado de las manos de las Fuerzas Armadas y la oligarquía; para iniciar la transformación social, económica, política nacional y popular bajo las consignas del Movimiento Peronista con hegemonía de la clase obrera.
 
Cooke plantea una estrategia para la toma del poder del Estado de forma insurreccional y así da origen a las organizaciones guerrilleras que se fueron conformando, a partir del año 1960, que posibilitarían la vuelta a la Patria y al poder del General Perón.
 
Si bien Cooke fallece en el año 1968 sus ideas perduraron a través de los años, marcando un camino y dejando un legado importante dentro del peronismo. Desde 1971 sus escritos alcanzaron gran difusión y sus ideas fueron retomadas por el peronismo de izquierda.
 
Cooke fue un símbolo de la Resistencia Peronista y del componente revolucio­nario del Movimiento, simboli­zando todo lo que el peronismo tenía de rebelde, irredento, plebeyo y popular; lo que se tornaba insoportable para la oligarquía y el imperialismo porque "el peronismo es el hecho maldito del país burgués".
 
Lamentablemente, si Cooke no hubiera muerto en 1968, la tendencia revolucionaria del peronismo habría tenido una claridad ideológica mejor, que hubiera impedido que cometiera los errores políticos que cometió, en la década siguiente. Pero esa es otra historia.
 
Hoy, cuando los procesos de Liberación Nacional se desarrollan de nuevo en América Latina y los vientos de Socialismo Nacional soplan otra vez, con postulados muy semejantes a los que sostuvo Cooke, su vida y su obra debe ser leída y analizada profundamente por la militancia porque versan sobre las cuestiones esenciales de la Revolución Nacional.
 

La brutal masacre de Trelew anticipó el genocidio de 1976
Escribe: Blas García

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“El Bebe” Cooke: El Gran Olvidado del Peronismo
Juan Perón y su delegado personal, John William Cooke.
“El Bebe” Cooke: El Gran Olvidado del Peronismo
Para Cooke: “Nada ocurre favorable al pueblo si no hay lucha, acción en las condiciones que se pueda. Sabemos que una correlación de fuerzas puede cambiar, pero a condición de que no se la considere definitiva e invencible. Sabemos que sólo ganan las batallas los que están en ellas. Y que sí éramos peronistas hasta ayer, no vemos motivos para dejar de serlo hoy, sino todo lo contrario: porque las armas y el peligro no son motivos suficientes”.
22-10-2025 / 11:10
A cinco días de las elecciones legislativas de medio término, la economía argentina volvió a quedar atrapada en un torbellino de tensiones cambiarias y el Banco Central debió volver a intervenir para que el dólar mayorista no superara el techo de la banda de flotación.
 
Ni las intervenciones del Tesoro de Estados Unidos, ni la firma del swap con Washington, ni el anuncio de una recompra de bonos alcanzaron para calmar la incertidumbre del mercado, que se mueve bajo una sola lógica: cubrirse como sea ante el riesgo electoral, aun pagando precios récord por el dólar y desarmando posiciones en acciones y bonos soberanos.
 
El sueño de Javier "el Cipayo" Milei de conseguir un megacrédito internacional empieza a tambalearse. Los gigantes financieros de Wall Street pusieron el freno y exigen garantías concretas antes de liberar los 20 mil millones de dólares prometidos. En la Casa Rosada, el discurso libertario suena fuerte, pero los bancos no compran humo: quieren saber quién paga si el país vuelve a tropezar con su historia de impagos.
 
El plan oficial buscaba armar una línea de financiamiento para reforzar reservas y dar aire al Gobierno, pero el entusiasmo se pinchó rápido. Desde el JP Morgan hasta el Citi, todos coincidieron en algo: Argentina necesita mostrar activos reales o un respaldo estatal sólido, algo que Milei se resiste a ofrecer en su cruzada contra el "Estado elefante".
 
La tensión se siente en los despachos. Mientras el ministro Luis "Toto" Caputo negocia contrarreloj, los operadores financieros miran los indicadores y ven lo mismo que los argentinos: un déficit que sigue sin cerrarse y un dólar que sube como fiebre sin Paracetamol. Cada día sin definición profundiza la desconfianza y pone más presión sobre el presidente, que esperaba anunciar el acuerdo como una victoria política.
 
Para los banqueros, el problema no es ideológico sino contable. Quieren garantías, y las quieren por escrito. Sin eso, los 20 mil millones seguirán siendo una promesa tan etérea como las teorías de "mercado libre" que Milei repite frente a los micrófonos. En el país ya se habla de "default técnico disfrazado de negociación", y los rumores empujan los bonos argentinos a la baja.
 
Desde su entorno intentan minimizar la situación, pero las fuentes financieras son tajantes: el préstamo no está cerrado y no lo estará hasta que el Gobierno muestre números concretos. Entre tanto, en los pasillos del poder ya suena un murmullo incómodo: "Si ni los bancos le creen, ¿Quién va a prestarle a la Argentina?"
 
El Banco Central tuvo que vender divisas de las reservas, ya casi exhaustas, para que la demanda mayorista no hiciera volar el techo de la banda cambiaria. Los anuncios oficiales pasan desapercibidos.
 
La Opinión Popular
 

21-10-2025 / 11:10
El yanqui Donald Trump hizo un demoledor diagnóstico sobre la desatrosa situación económica en la Argentina para justificar el "rescate" al gobierno anarco capitalista de Javier "el Cipayo" Milei, un tema que le está generando muchas críticas internas. "No tienen nada, están muriendo", afirmó el presidente. Con ese análisis, el swap no alcanzó, caen las acciones y el dólar quedó a 1% de la banda.
 
Cuestionado por una periodista por la posibilidad de que EEUU compre carne argentina, una medida que perjudicaría a los productores estadounidenses como ya pasó con la soja, Trump se ofuscó y respondió: "Señorita usted no sabe nada de esto, Argentina está luchando por su vida". "Están luchando por su vida. A Argentina no los beneficia en nada. ¿Entiendes lo que eso significa? No tienen dinero, no tienen nada. Están luchando muy duro por sobrevivir, están muriendo", justificó Trump. Lo dijo a pesar de que no se vean cadáveres en las calles.
 
Trump dijo que intentará ayudar a la Argentina a "sobrevivir en un mundo libre" porque le "gusta" el presidente Milei. "Creo que está intentando hacerlo lo mejor que puede, pero no hagas que parezca que lo están pasando bien, están muriendo. Están muriendo", lanzó. Se trata de la segunda vez en menos de una semana que el presidente de EEUU intenta ayudar al chupamedia Milei, pero lo termina hundiendo.
 
El martes pasado, durante la reunión en la Casa Blanca, le reiteró el apoyo, pero advirtió que está atado al resultado de las elecciones del 26 de octubre. "Si pierde, no seremos generosos con la Argentina", dijo Trump generando un desplome en los mercados. El gobierno de Milei tuvo que salir a aclarar por todos lados que se refería a las elecciones de 2027, pero Trump reiteró en sus redes que se refería a las de medio término. Días después, Milei se enojó con un periodista que le preguntó sobre esa frase y enojado respondió que fue malinterpretada por el Grupo Clarín.
 
Las palabras del mandatario yanqui obligaron a una rápida reacción oficial. El vocero presidencial, Manuel "Cara de Piedra" Adorni, buscó relativizar el impacto y pidió "entender el contexto". Sin embargo, terminó admitiendo que "claramente no somos un país al que le vaya bien", al enumerar inflación mensual del 2%, riesgo país en torno a los 1.000 puntos y un clima electoral enrarecido.
 
El Banco Central (BCRA) firmó el acuerdo de swap con EE. UU. por U$S 20.000 millones. A pesar del anuncio, el riesgo país se ubicó por encima de los 1000 puntos, los ADRs de empresas argentinas cayeron hasta 5% y el dólar cerró en $1495. Otro anuncio de la Secretaría de Finanzas, de toma de deuda con el JP Morgan, hizo revertir algo la caída de bonos. No alcanzó con el Tesoro, se suman los "bancos internacionales amigos" al saqueo y la rapiña.
 
Mientras Trump describió a la Argentina como un país "sin dinero" y "peleando por sobrevivir", la respuesta libertaria se redujo a relativizar el golpe y aceptar, a medias, el diagnóstico externo. Como sea, el mercado parece ya no creer en las promesas de ayuda de Trump y espera hechos concretos. Ni siquiera las intervenciones de Scott Bessent comprando pesos han logrado frenar la volatilidad del dólar.
 
La Opinión Popular
 

20-10-2025 / 10:10
La relación entre José Luis Espert y Fred Machado, el acusado por narcotráfico que financió su campaña presidencial en 2019, sigue complicando a La Libertad Avanza, aunque el economista, al que todavía defiende Javier "Cipayo" Milei, ya no encabeza la lista libertaria oficialista. En el último reportaje que otorgó el día que se confirmó su extradición a los Estados Unidos, se reveló el mensaje que Machado le pasó al Gobierno. Soltó una bomba que hizo temblar a más de uno en La Rosada.
 
En una entrevista de ocho horas con la periodista Caro Fernández, de Splendid AM 990, lanzó una advertencia que suena a ultimátum: "Si hablo, se cae el país". Con la extradición a Estados Unidos autorizada por la Corte Suprema, Machado no se guardó nada y apuntó directo al corazón del poder libertario, salpicando a figuras como José Luis Espert, Patricia Bullrich y Alberto Weretilneck con acusaciones que, de probarse, podrían destruir al Gobierno de Javier Milei.
 
El empresario, con un tono que mezcla bronca y desesperación, mandó un mensaje filoso a Santiago Caputo, estratega clave de Milei: "A Santiago Caputo le hago llegar un mensaje: Yo no quiero ir a Estados Unidos. Si esto explota, yo fundo todo. Yo hablo y se cae el país mañana". La respuesta fue: "Mensaje recibido". ¿Qué sabe Machado que pone tan nervioso al entorno presidencial?
 
Con Espert, su exaliado, no fue menos duro. Financió su campaña en 2019, pero ahora lo acusa de darle la espalda. "Espert no tendría que haberme negado. ¿Por qué me negó?", dijo, recordando una advertencia que le hizo en marzo de 2021 sobre los riesgos que corrían. "Le expliqué que irían por él. Pero no me escuchó", disparó con amargura.
 
Las acusaciones también alcanzaron a Patricia Bullrich. Según Machado, habría una triangulación de fondos para su campaña presidencial de 2023, con más de 3 millones de pesos movidos a través de una empresa de la familia Bada Vázquez, de los cuales al menos 215.000 pesos habrían ido a parar a su campaña.
 
Sobre Weretilneck, señaló un supuesto entramado de negocios en Río Negro, con permisos de explotación de arenas silíceas otorgados a Claudio Cicarelli, presunto testaferro del gobernador.
 
En un intento por limpiar su nombre, Machado insistió: "Es una cuestión de plata, no de droga". Sin embargo, la noticia de su extradición lo desmoronó. Entre el ladrido de sus perros y la tensión del momento, suplicó a Fernández: "No me dejes solo". Horas después, un operativo policial lo trasladó para enfrentar su destino en Estados Unidos.
 
La Opinión Popular
 

19-10-2025 / 08:10
Entre el colapso económico, la pérdida de relato y el avance de sus propios aliados, Javier "el Cipayo" Milei enfrenta el tramo final de la campaña convertido en símbolo de su propio fracaso: un presidente sin respuestas, cercado por la realidad y por quienes financiaron su ascenso. El plan "llegar" se quedó sin nafta cuando todavía falta una semana para alcanzar la meta. La impotencia es la tónica en la recta final antes de unas elecciones que se convirtieron en un delicado plebiscito sobre el futuro del gobierno y del país.
 
El proyanqui Milei volvió de Washington DC con una hoja que dice "amigo" y el fibrón que usó Donald Trump para estampar esa dedicatoria. A su regreso dio dos entrevistas en las que se peleó con sus interlocutores (le dijo "marxista" a Eduardo Feinmann y a Esteban Trebucq que le hacía el "caldo gordo a los psicópatas kirchneristas") y confesó que no tiene una solución para los problemas de los argentinos.
 
- El ochenta por ciento apenas si puede llegar a fin de mes y el sesenta por ciento, setenta, llega al día veinte. Les falta dinero en el bolsillo.
- ¿Qué quiere? ¿Que lo emita?
- No, yo no...
- A ver, entonces, emitiendo no se arregla. ¿Cómo quiere que lo arregle? Vamos, dígame. ¿Cómo le pongo plata a la gente?
- El economista es usted.
- No, bueno, pero digo o sea, a ver, digamos.
 
Un día más tarde insistió:
 
- ¿Y la gente que no puede esperar, presidente?
- A ver. A ver, pero, de vuelta. Te hago una pregunta, no puede esperar, a ver, ¿cómo lo resolvemos?
- Es que yo no lo sé.
- No, bueno, entonces.
- Sólo le pregunto.
- No, bueno, pero si vas a hacer el punto, digamos, a ver, empecemos a discutir cómo se resuelve.
 
Para Milei la escasez y la mala calidad de vida de millones de personas es en todo caso un problema intelectual, teórico, en el que no tiene demasiado interés. Dos años después de asumir le sugiere a su interlocutor (no un funcionario, no un asesor, ni siquiera un consultor sino un periodista en el contexto de una entrevista televisiva en vivo) que empiece la discusión.
 
Decir que no le quita el sueño sería una exageración: ni siquiera lo considera un problema, algo que deba resolver. La economía se encargará de hacerlo, cuando deje de existir el riesgo kuka. Suena estúpido, pero es exactamente el argumento presidencial, palabra por palabra.
 
Para la mayoría de los argentinos se trata en cambio de una cuestión muy concreta, a veces de vida o muerte. Este miércoles, en Congreso, en la marcha semanal por el reclamo de una mejora en las jubilaciones, una pareja daba su testimonio a las cámaras de televisión.
 
Él está atravesando un tratamiento contra el cáncer, le sacaron la cobertura de los remedios para aliviar los dolores y los vómitos cuando le hacen quimioterapia. En el hospital sólo le entregan la mitad. Desde los estudios, la cronista sugiere que den un "alias" bancario para recibir transferencias de gente que pueda ayudarlos. No tienen teléfono: tuvieron que venderlo para comprar medicinas. Milei no tiene una respuesta para ellos ni va a tenerla. 
 

18-10-2025 / 09:10
Un 17 de octubre en la recta final de una campaña electoral, donde dos de sus figuras principales son el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent por el oficialismo y por la oposición la expresidenta Cristina Kirchner con prisión domiciliaria. Que dos de las figuras que más pesan en una puja electoral sean el ministro de Economía de una potencia extranjera y la principal dirigente de la oposición proscripta, constituye un síntoma de descomposición del sistema político.
 
Con las ventas de dólares del Tesoro de los Estados Unidos y con una catarata de mensajes con promesas de campaña, Bessent se puso al hombro la campaña del oficialismo. Prometió como si fuera candidato, pidió el voto para las listas de los falsos libertarios y aseguró que, si ganaban los seguidores de Javier "el Cipayo" Milei, Argentina sería bendecida por Estados Unidos. El gobierno casi no mostró sus candidatos. El yanqui Bessent ha sido hasta ahora su carta principal.
 
La intervención del alto funcionario norteamericano no fue oculta, sino que ha sido pública, ciertamente impúdica, y en situaciones normales se juzgaría como intervencionismo de una potencia en la política interna de otro país. Lo paradójico ha sido que no fue una intervención impuesta o forzada, sino solicitada por el mismo presidente Milei.
 
Si el oficialismo no tiene candidatos más fuertes que el ministro de Economía de una potencia extranjera y, si al mismo tiempo, la principal dirigente de la oposición fue encarcelada, son datos muy fuertes que al cruzarlos inducen a pensar que la expresidenta fue proscripta porque sus adversarios son incapaces de generar un liderazgo similar y tienen que recurrir a una potencia extranjera que cobrará caro por su intervención.
 
La intervención de Bessent puso en evidencia la falta de propuestas del oficialismo que, de esta manera, lo único que se le ocurrió fue ofrecer una dependencia ruinosa en lo material e indigna en lo moral. La dependencia colonial del gobierno con Washington es evidente porque es el único recurso que tiene en política y en la economía.
 
Los últimos diez días mostraron a un gobierno desesperado en esa dependencia. Todo el equipo económico -la mayoría de ellos tienen residencia en Estados Unidos- en procesión entre Washington y Nueva York para rogar por ayuda. Como si fueran creyentes que le piden a la virgen de Luján. Con la diferencia que Estados Unidos no es la virgen y cobrará caro cada gesto.
 
La falta de cuadros políticos, de dirigentes y candidatos en el oficialismo agrandó aún más el liderazgo que mostró Cristina Kirchner en la convocatoria al acto de ayer. La expresidenta planteó que así como en 1945, la consigna fue "Braden o Perón", en las próximas elecciones se trata de "Milei o Argentina".
 
Mientras la multitud se congregaba en Constitución, frente al edificio donde Cristina Kirchner permanece prisionera, el oficialismo tenía dificultades para reunir un puñado de simpatizantes en Caseros, en el conurbano. Al mismo tiempo se juntaba a protestar un grupo espontáneo de vecinos y se repitió la escena que frustró la mayoría de los actos de campaña de Milei.
 
El presidente se movilizó en helicóptero y alcanzó a explicar con un megáfono que no había que abandonar en mitad del río. Su discurso se resumió en que hace falta más esfuerzo. Pero el presidente estuvo pocos minutos y no hizo la caminata que estaba prevista. Reaccionó a la defensiva tras un discurso a la defensiva: "Hay que aguantar".
 

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