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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 15-09-2010 / 17:09
EFEMÉRIDES POPULARES. EL 16 DE SEPTIEMBRE DE 1955 EL GOLPE DE ESTADO GORILA DERROCA EL GOBIERNO ELEGIDO DEMOCRÁTICAMENTE DE JUAN PERÓN

La Fusiladora: Golpe militar autodenominado “Revolución Libertadora”

La Fusiladora: Golpe militar autodenominado “Revolución Libertadora”
En el centro, Almirante Isaac Rojas y General Pedro Eugenio Aramburu.
El enfrentamiento entre el campo nacional-popular y el bloque oligárquico-imperialista llegó a su punto más alto con la "La Fusiladora", conocida también como  "Revolución Libertadora" que es como se autodenominó la dictadura militar gorila y antipopular que gobernó el país, mediante un golpe de estado iniciado el 16 de septiembre de 1955, tras derrocar al presidente democrático y constitucional Juan Perón.
 
El 13 de noviembre de 1955, el general Eduardo Lonardi sería reemplazado por el general Pedro Eugenio Aramburu, profundizando el contenido gorila y reaccionario del zarpazo castrense. Tras más de dos años de gobierno antipopular, este hizo entrega del mando al presidente Arturo Frondizi, el 1º de mayo de 1958.
  
Escribe: Blas García

Revolución Nacional y Popular
 
Todo proceso de transformación de una sociedad que involucre un cambio de sus estructuras para crear condiciones de mayor justicia social, es revolucionario.
 
A partir de 1945, el peronismo fue una revolución en marcha desde el poder de las masas populares, del Estado y del gobierno, sin derramamiento de sangre.
 
Desde el momento que significó un cambio de estructuras para alcanzar una mayor justicia social, no pudo dejar de herir privilegios causantes de la injusticia y molestar situaciones estabilizadas hasta entonces.  

La revolución peronista hirió sensiblemente a las minorías oligárquicas del país, pero también perjudicó ostensiblemente a los intereses yanquis y británicos, que se unirían a quienes les ofrecieran la más segura posibilidad de revancha.
 
 
Antecedentes previos

Los cruces del peronismo con los militares  y políticos liberales comenzaron en ocasión de la Reforma Constitucional de 1949 que, entre otras medidas, le otorgaba más atribuciones al gobierno para intervenir en la economía e incorporaba cambios fundamentales para la igualdad social.
 
En la Constitución de 1949 se habían integrado los derechos sociales conquistados por el Movimiento Obrero y la legalización de los cambios económicos, especialmente la política de nacionalizaciones del comercio exterior, de los combustibles y del transporte. Todo esto generaba un fuerte malestar a las clases oligárquicas y conservadoras.
 
Posteriormente, estas fricciones se profundizaron cuando en 1951 se comenzó a hablar de la posibilidad de que Eva Perón fuese candidata a vicepresidenta a la que se enfrentaron.
 
Además debe señalarse que durante el Gobierno de Perón, la oposición substancial estuvo a cargo de la Unión Cívica Radical, una fracción de la pequeña burguesía aliada al imperialismo y la oligarquía. Su área de implantación era la zona agropecuaria de la Provincia de Buenos Aires y la zona de servicios de la Capital Federal. Vinculado a la estructura mas atrasada, al sistema agro exportador, el radicalismo ve con preocupación a las masas obreras y a la industria desarrollada por el peronismo.
 
Partido con una conducción arcaica, el radicalismo vivía una época que ya no era la suya. Las grandes convulsiones de una sociedad que buscaba resolver sus problemas fundamentales lo llevaron lejos del poder.
 
Escribía Abelardo Ramos: "Medroso ante la oligarquía, áspero hacia el proletariado, sin disimular su odio hacia el peronismo, incapaz de combatir al imperialismo sino en palabras, yrigoyenista en el pasado y liberal en los tiempos actuales, el radicalismo vive prisionero de todas las categorías formales de la democracia oligárquica e hipnotizado por un nirvana rural irrealizable".

 
Primer intento de golpe
  
En 1951 el general Benjamín Menéndez se sublevó contra el gobierno de Perón, pero no tuvo éxito, pues no encontró adhesiones importantes dentro del aparato militar. Perón declaró el Estado de Guerra interno, y dijo que "todo militar que no se subordine o se subleve contra las autoridades o participe en movimientos tendientes a derrocarlas o desconocerlas, será fusilado inmediatamente".
Pero la conspiración en contra del gobierno de Perón continuó, conforme aumentaba su respaldo popular.
 
El general Eduardo Lonardi, que estaba preso, nominó al entonces general Pedro Eugenio Aramburu como el jefe del movimiento. El presidente Perón contaba con el apoyo de grupos nacionalistas, tanto dentro del ejército como de la sociedad civil, sumados a la clase trabajadora y la CGT. Aramburu pensaba que todavía no era momento de sublevarse, pues la muerte de Evita había producido una galvanización del peronismo, y un abroquelamiento de los trabajadores en torno a su líder indiscutido.
 
Perón triunfó contundentemente en las elecciones de 1952 ampliando su apoyo hasta alcanzar un 62,49% de los votos. Las dificultades de la oposición para articular una opción política electoral al peronismo, impulsaría a muchos sectores a la actividad golpista e incluso terrorista. El 15 de abril de 1953 se produjo un grave atentado terrorista contra una manifestación sindical organizada por la CGT en la Plaza de Mayo, resultando asesinados 5 trabajadores y 95 heridos.
 
El conflicto con la iglesia católica, que se agrava rápidamente y el enfrentamiento de Perón con los sectores políticos católicos (Democracia Crisitana) precipitó la conspiración en su contra. Perón había llamado a una Convención para separar a la iglesia del estado, lo que puso a los sectores católicos en pie de guerra junto a los otros sectores que venían conspirando.
 
En marzo de 1955, funciona el congreso de la productividad y los empresarios pretenden reducir las conquistas obreras para aumentar la productividad, entrando en colisión con la CGT. El Frente Nacional, que representa a trabajadores y empresarios industriales, entra en crisis.
 
En abril de 1954, las elecciones para legisladores y vicepresidente (Quijano había muerto) arrojan amplia mayoría para el Partido Peronista, especialmente en el padrón femenino y en las provincias del interior, con el 63,2% de los votos.
 


 
Foto: Dos mujeres civiles peronistas muertas por el feroz bombardeo.

Segundo intento de golpe: la Masacre de Plaza de Mayo
 
El 16 de junio de 1955, un grupo de civiles y militares reaccionarios sobrevolaron la Plaza de Mayo en un supuesto desfile aéreo que había sido dispuesto por el Ministro de Aeronáutica como acto de desagravió a San Martín y de adhesión a Perón, pero que culminó en un salvaje ataque a la ciudad indefensa, en lo que fue el bautismo de fuego de la aviación naval.
 
Dicho ataque tenía como objetivo abrir camino a una tropa de la infantería de marina al mando del contralmirante Samuel Toranzo Calderón que debía tomar por asalto la casa Rosada y asesinar a Perón.
 
El levantamiento militar en el que la Aviación Naval bombardeó Buenos Aires es consecuencia del odio irracional de la oligarquía, alimentado desde las históricas jornadas del 17 de octubre de 1945, y que fue vomitado sobre la ciudad indefensa en una mansalva de bombas y metralla que dejo un saldo de más de 300 muertos y millares de heridos. 
 
Se combatió por aire, mar y tierra. Aviones de la Marina se enfrentaron a los de la Fuerza Aérea y atacaron a unidades del ejército que convergían sobre el epicentro de la ciudad. Los puntos bombardeados fueron: la Casa de Gobierno, los alrededores de Plaza de Mayo, el Ministerio de Guerra, el Departamento Central de Policía, la zona aledaña a la Residencia Presidencial, en la zona norte del Gran Buenos Aires en el barrio de Olivos y otros sectores de la ciudad.
 
La reacción del pueblo fue instantánea. Gran cantidad de trabajadores convergieron hacia la Plaza de Mayo y la CGT y al grito de "La vida por Perón" reclamaron armas y ofrecieron su apoyo en la defensa del gobierno constitucional y colaboraron en la lucha contra las fuerzas sublevadas. 
 
Perón dejó la represión en manos del ejército, que llegaría más tarde y comenzaría el ataque (al mando del General Valle, el mismo que será asesinado por la Fusiladora en 1956) sobre el Ministerio de Marina  que hacía de sede del comando rebelde, al tiempo que el pueblo seguía llegando a la Plaza en todo tipo de transporte y portando todo tipo de armas.
 
El Regimiento de Granaderos a Caballo y cuerpos del Ejército, con el Regimiento Motorizado Buenos Aires a la cabeza, lograron rechazar el ataque de la Infantería de Marina sobre la Casa de Gobierno y rendir al Ministerio de Marina, donde se había concentrado el alto mando rebelde, cuyo jefe, el Contralmirante Benjamín Gargiulo, al ver fracasada la asonada, se suicidó.
 
Por la noche, millares de militantes peronistas incendiaron los principales templos del casco histórico de la ciudad, la Curia Metropolitana y los edificios de instituciones, como el Jockey Club, por el apoyo que dieron a los golpistas.

 
Perón llama a la "convivencia democrática"
 
El fracasado intento subversivo sería la señal de que el conflicto entre el gobierno y la oposición ya no tenia retorno. O Perón profundizaba la revolución apoyado en la inmensa mayoría del pueblo argentino, o el proceso revolucionario iniciado en 1945 se truncaba.
 
En julio, Perón hace un llamado a los opositores para pacificar el país, apostando por la "convivencia democrática" y "la consolidación nacional". Con la sangre aún caliente de los millares de víctimas de la descabellada masacre de Plaza de Mayo, Perón llama a la conciliación y no a la lucha. Se ocultó el verdadero número de víctimas de los bombardeos y se negó a fusilar a los principales responsables.
 
Perón invita a la oposición a la conciliación y pacificación del país, y la oposición lo rechaza con argumentos bizantinos y pretensiones desmedidas, mientras continúa con la conspiración, el sabotaje y los atentados, alimentados por una oligarquía ávida de recuperar el poder que le había sido arrebatado en 1946.
 
Es evidente que la oligarquía estaba dispuesta a llevar la lucha hasta sus últimas consecuencias: la franca confrontación entre los beneficiarios y los enemigos de la Nueva Argentina. Ya lo había demostrado con el bombardeo de Plaza de Mayo.
 

El golpe final del 16 de septiembre de 1955
 
El 16 se septiembre de 1955 estalló en Córdoba  la insurrección militar que daría inicio a la autodenominada Revolución Libertadora.
 
Los rebeldes contaron con el apoyo de los llamados "comandos civiles", políticos gorilas que combatieron contra las tropas leales al presidente Perón en Alta Córdoba, y mantuvieron escaramuzas en distintos puntos del país, ocupando edificios públicos y constituyeron un factor de enlace permanente con los militares sublevados.
 
Hubo fuertes enfrentamientos entre la Escuela de Artillería, su aliada, la Escuela de Tropas Aerotransportadas y la vecina Escuela de Infantería, leal al gobierno, en las afueras de Córdoba y se combatió en el epicentro de aquella ciudad, sobre todo frente al histórico Cabildo; en la Basa Naval de Río Santiago, atacada por la Fuerza Aérea leal y en el Río de la Plata, donde la Escuadra de Ríos sufrió serios daños. También se produjeron choques en Curuzú Cuatiá (provincia de Corrientes), en Cuyo y Entre Ríos.
 
Hubo duros enfrentamientos entre fuerzas del Ejército y la Aviación Naval en la zona de Sierra de la Ventana y Tornquist y combates de consideración en Bahía Blanca y la provincia de Río Negro donde un convoy fue atacado por aviones navales.
 
Por otra parte, la Marina bombardeó los depósitos de combustible y la Escuela de artillería antiaérea de Mar del Plata, amenazó con hacer lo mismo en la Destilería de La Plata y  unidades rebeldes de la Fuerza Aérea atacaron aeródromos y bases leales en diferentes puntos de las provincias de Córdoba y Buenos Aires.


 
Foto: Pese a la brutal represión, en Rosario la resistencia no afloja. En una de esas jornadas de 1956, Villa Manuelita amanece pintada en abierto desafío al orden mundial imperante: " Los yanquis, los rusos y las potencias reconocen a la Libertadora. Villa Manuelita no ".

Rosario: Capital del Peronismo
 
Apenas iniciado el golpe contra el gobierno constitucional peronista, aparecieron los resistentes en Rosario y durante 7 días con sus noches soportaron el asedio de los golpistas.
 
El general León Bengoa con refuerzos militares, armamento y municiones suficientes sitia a la ciudad provocando una guerra civil en Rosario. Sitiados, sin alimentos, sin armamento, las fuerzas leales a Perón, el Regimiento Militar II de Infantería de Rosario junto a los trabajadores del cordón industrial y el pueblo pelean y avanzan sobre los sectores enemigos del centro de la ciudad y las fuerzas armadas.

Durante siete días mantuvieron en vilo a la ciudad y a las fuerzas golpistas que nunca pudieron entrar para arrancar los bustos de Perón y Evita, por ese motivo Perón la declara la Capital del Peronismo.
 
Allí la resistencia peronista fue una de las más feroces y activas. Tenía una base social amplia y en esos días de guerra civil, en Rosario, el golpe se cobró más de 400 muertos entre niños, mujeres y hombres de distintas edades, además de cientos de heridos.
 
Los enfrentamientos en todo el país se extendieron del 16 al 21 de septiembre y finalizaron cuando Perón renunció a la presidencia y se marchó al exilio, primero a Paraguay y posteriormente a Venezuela, República Dominicana y España.
 

¿Por qué renunció Perón?
 
Para la renuncia se unieron varios factores: la falta de disposición de Perón a la lucha, la débil lealtad de los militares hacia él y el deseo de evitar la abierta confrontación de la oligarquía con el pueblo en las calles y armado, dispuesto a todo.
 
Sumado a ello la profunda decisión de los militares sublevados de llevar la lucha hasta sus últimas consecuencias; como lo demuestra la amenaza de la Marina de bombardear a la población civil de la ciudad de Buenos Aires y destruir las destilerías de petróleo "Eva Perón", una obra de extraordinario valor para la economía nacional.
 
El gobierno de Perón tal vez estaba en condiciones de derrotar militarmente a los sediciosos, sin embargo la estabilidad del régimen popular dependía de su decisión de enfrentar violentamente a la oligarquía terrateniente y profundizar el proceso revolucionario iniciado el 17 de octubre de 1945. Perón tuvo el temor de introducir al país en una guerra civil, cedió a la presión y cursó su renuncia.
 
El golpe militar de septiembre de 1955 provocó, entre junio y septiembre, la muerte de casi 4000 personas, entre civiles y militares y significó el triunfo y el festejo para los sectores pertenecientes a las clases media y alta, pero la mayoría de los trabajadores y de los sectores populares lo recibieron con tristeza e indignación.
 
 
"Ni vencedores, ni vencidos"

El 20 de septiembre Lonardi asumía la presidencia de la República con una frase que luego fue desvirtuada por la realidad de los hechos: "Ni vencedores, ni vencidos".

Los partidos políticos gorilas festejaban en las calles. El Comité Nacional de la UCR brindó su apoyo al gobierno militar explicitando textualmente que: "la revolución triunfante por el sacrificio de soldados, marinos, aviadores y civiles unidos por su patriotismo y amor a la libertad, abre una gran esperanza".

Incluso radicales como los doctores Roque Carranza, Carlos Alconada Aramburu, y en Entre Ríos, Sergio Montiel, resultaron ser relevantes conspiradores y "comandos civiles".

El Congreso Nacional se disolvió; las provincias fueron intervenidas; a los miembros de la Corte Suprema de Justicia se los dejó cesantes; se creó una Comisión Nacional de Investigaciones destinada a actuar contra el peronismo.

Mientras tanto, el Movimiento Peronista se encuentra desorganizado y lo previsible ocurre. Con la caída de Perón se produce el desbande general de los viejos dirigentes; muy pocos permanecieron en sus puestos de lucha.

Los "comandos civiles" atacan los locales obreros y los ocupan a punta de pistola (se interviene la CGT, se asaltan los locales partidarios y se encarcela a sus dirigentes más representativos) Pero la resistencia surgirá rápida y espontánea en las bases populares indignadas por el derrocamiento de Perón, aunque sus dirigentes estaban presos, exiliados o escondidos.


Política de los "libertadores"

El nuevo gobierno "de facto" toma medidas de neto corte antipopular que tiende a sustituir el Estado de Bienestar del peronismo.

El Plan Prebisch, alentado por el nuevo gobierno de facto, considera que existe una crisis económica en el país. Para salir de ella, siguiendo los lineamientos del Fondo Monetario Internacional (FMI) propone y efectiviza: fuerte incentivo a la producción agropecuaria, restablecimiento del mercado libre de cambios, acudir al crédito exterior, congelar sueldos y salarios, admitir la entrada de capital extranjero y la devaluación del peso argentino. Consecuentemente, dispone el ingreso como país-socio al Fondo Monetario Internacional.

 
Asume Aramburu

Pero grupos de militares cerradamente antiperonistas (llamados "gorilas") entienden que Lonardi es demasiado blando y no lleva a cabo la tarea de "desperonizar" al país con suficiente energía. Un golpe interno en las Fuerzas Armadas, determinó el día 13 de noviembre su reemplazo por un liberal de derecha, el General Pedro Eugenio Aramburu.

En ambas Presidencias el Almirante Isaac Rojas ocupó el cargo de vicepresidente de la Nación conjuntamente con la Junta Consultiva, integrada por representantes de los partidos gorilas opositores al peronismo, seleccionados por el poder militar.
 
Los siguientes partidos fueron los integrantes de la Junta Consultiva Nacional: Unión Cívica Radical, Partido Socialista, Partido Demócrata Conservador, Partido Demócrata Progresista y Partido Demócrata Cristiano.
 

Recrudece la política represiva

Con Aramburu comienza una etapa de mayor represión. Se disuelve el Partido Peronista y se intervienen más sindicatos. El 1º de Mayo de 1956 se vuelve a poner en vigencia a la Constitución de 1853, declarándose nulas y sin valor las reformas sociales realizadas en 1949.

Paralelamente al cambio presidencial, se agudiza la represión, llevándose a la práctica decretos leyes como el 4.161, que desautoriza toda actividad peronista (se prohíbe, con pena de cárcel: nombrar a Perón y a Eva Perón, tener sus retratos o símbolos, cantar la marcha peronista, etc.) también se proscribe electoralmente al peronismo y se secuestran los restos mortales de Evita.

Empieza una sorda resistencia inorgánica, con tres polos de desarrollo: la fábrica, el barrio y los militares peronistas. Desde el exilio, Perón envía "directivas secretas" a los dirigentes peronistas para intentar organizar la Resistencia, menciona especialmente a la Juventud Peronista y nombra su delegado personal para coordinar la Resistencia a John William Cooke.


La resistencia peronista

El año 1956 se caracteriza por el aumento de la oposición peronista al gobierno de Aramburu, la creciente tensión social y la crisis profunda que sacude al régimen.

Desde las fábricas, los barrios, el seno del movimiento obrero, desde las estructuras de los cuerpos de delegados y comisiones internas se formó el engranaje de una nueva manera de resistir el golpe, con la consigna de Perón Vuelve. Esa lucha se dará en Rosario, Córdoba, el primer y segundo cordón industrial de la provincia de Buenos Aires, en la provincia de Tucumán y en Tafí Viejo, donde se encuentran los talleres ferroviarios más emblemáticos, Altos Hornos Zapla, los cañeros de la Fotia, Minera Aguilar, Jujuy y las Pirquitas, y tanto más.

También en el 56 comienzan a organizarse en forma embrionaria agrupaciones gremiales ligadas a jóvenes peronistas, nucleados fundamentalmente en los barrios. Estos grupos juveniles se organizaron progresivamente hasta confluir al año siguiente en la Mesa Ejecutiva de la Juventud Peronista, integrada por Gustavo Rearte, Héctor Spina, Felipe Vallese y otros. Aparecen varios periódicos ligados a ese sector (Norte, Línea Dura, etc.)


Se amplia la intransigencia

La exclusión política del peronismo, produjo un proceso de resistencia que ampliaría el perfil del justicialismo. A partir de 1955 el peronismo aglutinó, representó y canalizó a todas las rebeldías y críticas contra el sistema económico, social y político, crecientemente ineficaz y en el cual era el único actor apartado.

El espectro político peronista se tornó muy amplio y variado. El activismo peronista opositor, con ingenio y combatividad, realizó sus intentos por la vía del levantamiento cívico-militar, acciones de resistencia por métodos encubiertos, "trabajo a tristeza", sabotajes, colocación de explosivos, paros gremiales, atentados, ataques con bombas "Molotov", etc.


Experiencias insurreccionales

En esta etapa se realizaron alzamientos cívico-militares -la revolución del general Juan José Valle y, posteriormente, la asonada del general Iñiguez- y se probaron otras formas de lucha que incluyeron experiencias insurreccionales -la toma del Frigorífico Lisandro de la Torre, encabezada por Sebastián Borro, que puso en pie de guerra al barrio de Mataderos durante una semana-, y experiencias guerrilleras rurales como fue la de los "Uturuncos" desarrollada en Tucumán y Santiago del Estero entre octubre de 1959 y junio de 1960.

Además, el peronismo participaba, aunque estaba proscripto, en las elecciones apoyando a otros candidatos en contra de los radicales, que eran los representantes civiles de la dictadura militar.


El radicalismo nunca se alejó demasiado del poder. En los interregnos militares inaugurados por la Revolución Libertadora de 1955 siempre se pueden encontrar ministros, gobernadores e intendentes radicales, en grado tal que es posible hablar de la Unión Cívica Radical como brazo civil del golpismo militar de las décadas del 50, 60 y 70.

 
La revolución del General Valle y la Operación Masacre

En el marco de la resistencia anti-oligarquica, en junio de 1956, el General Juan José Valle organiza un alzamiento cívico-militar contra el gobierno ilegítimo para defender la soberanía popular y la justicia social, avasalladas por el gobierno militar instalado en septiembre de 1955.

El movimiento revolucionario es infiltrado, pero no se lo reprime hasta que se manifiesta como tal. Se buscaba desde el poder dar un escarmiento total que sirviera para desalentar posibles intentos posteriores.

Tan es así, que los decretos de fusilamiento para el general Valle y sus compañeros fueron firmados antes del 9 de junio, pese a que el tribunal militar que los juzgó, los había absuelto. Así y todo se les aplicó la ley marcial retroactiva a la fecha y hora de disposición. Es de hacer notar que al rendirse el general Valle, se le garantizó salvaguardar su vida. Entre el 9 y el 12 de junio de 1956, murieron fusilados y asesinados en los basurales de José León Suárez 31 patriotas revolucionarios peronistas.
 

Si bien los militares gorilas y golpistas, testaferros de la oligarquía ávida de recuperar el poder que le había arrebatado el pueblo en 1945, hablarán del "tirano sangriento" y la "tiranía sangrienta" refiriéndose a Perón, que se había negado a fusilar a los culpables de la masacre de Plaza de Mayo y a perseguir a sus cómplices, lo cierto es que serán ellos los salvajes y homicidas que proscribirán, perseguirán, encarcelarán, torturarán y matarán al pueblo argentino.

 
Escribe: Blas García

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La Fusiladora: Golpe militar autodenominado “Revolución Libertadora”
En septiembre de 1955, comandos civiles armados celebran en la ciudad de Córdoba el derrocamiento de Perón.
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En la 1ª reunión de la Junta Consultiva de la “Revolución Libertadora”; integrada por todos los partidos políticos antiperonistas, el radical Zavala Ortiz saluda efusivamente al almirante Rojas.
21-10-2025 / 11:10
El yanqui Donald Trump hizo un demoledor diagnóstico sobre la desatrosa situación económica en la Argentina para justificar el "rescate" al gobierno anarco capitalista de Javier "el Cipayo" Milei, un tema que le está generando muchas críticas internas. "No tienen nada, están muriendo", afirmó el presidente. Con ese análisis, el swap no alcanzó, caen las acciones y el dólar quedó a 1% de la banda.
 
Cuestionado por una periodista por la posibilidad de que EEUU compre carne argentina, una medida que perjudicaría a los productores estadounidenses como ya pasó con la soja, Trump se ofuscó y respondió: "Señorita usted no sabe nada de esto, Argentina está luchando por su vida". "Están luchando por su vida. A Argentina no los beneficia en nada. ¿Entiendes lo que eso significa? No tienen dinero, no tienen nada. Están luchando muy duro por sobrevivir, están muriendo", justificó Trump. Lo dijo a pesar de que no se vean cadáveres en las calles.
 
Trump dijo que intentará ayudar a la Argentina a "sobrevivir en un mundo libre" porque le "gusta" el presidente Milei. "Creo que está intentando hacerlo lo mejor que puede, pero no hagas que parezca que lo están pasando bien, están muriendo. Están muriendo", lanzó. Se trata de la segunda vez en menos de una semana que el presidente de EEUU intenta ayudar al chupamedia Milei, pero lo termina hundiendo.
 
El martes pasado, durante la reunión en la Casa Blanca, le reiteró el apoyo, pero advirtió que está atado al resultado de las elecciones del 26 de octubre. "Si pierde, no seremos generosos con la Argentina", dijo Trump generando un desplome en los mercados. El gobierno de Milei tuvo que salir a aclarar por todos lados que se refería a las elecciones de 2027, pero Trump reiteró en sus redes que se refería a las de medio término. Días después, Milei se enojó con un periodista que le preguntó sobre esa frase y enojado respondió que fue malinterpretada por el Grupo Clarín.
 
Las palabras del mandatario yanqui obligaron a una rápida reacción oficial. El vocero presidencial, Manuel "Cara de Piedra" Adorni, buscó relativizar el impacto y pidió "entender el contexto". Sin embargo, terminó admitiendo que "claramente no somos un país al que le vaya bien", al enumerar inflación mensual del 2%, riesgo país en torno a los 1.000 puntos y un clima electoral enrarecido.
 
El Banco Central (BCRA) firmó el acuerdo de swap con EE. UU. por U$S 20.000 millones. A pesar del anuncio, el riesgo país se ubicó por encima de los 1000 puntos, los ADRs de empresas argentinas cayeron hasta 5% y el dólar cerró en $1495. Otro anuncio de la Secretaría de Finanzas, de toma de deuda con el JP Morgan, hizo revertir algo la caída de bonos. No alcanzó con el Tesoro, se suman los "bancos internacionales amigos" al saqueo y la rapiña.
 
Mientras Trump describió a la Argentina como un país "sin dinero" y "peleando por sobrevivir", la respuesta libertaria se redujo a relativizar el golpe y aceptar, a medias, el diagnóstico externo. Como sea, el mercado parece ya no creer en las promesas de ayuda de Trump y espera hechos concretos. Ni siquiera las intervenciones de Scott Bessent comprando pesos han logrado frenar la volatilidad del dólar.
 
La Opinión Popular
 

20-10-2025 / 10:10
La relación entre José Luis Espert y Fred Machado, el acusado por narcotráfico que financió su campaña presidencial en 2019, sigue complicando a La Libertad Avanza, aunque el economista, al que todavía defiende Javier "Cipayo" Milei, ya no encabeza la lista libertaria oficialista. En el último reportaje que otorgó el día que se confirmó su extradición a los Estados Unidos, se reveló el mensaje que Machado le pasó al Gobierno. Soltó una bomba que hizo temblar a más de uno en La Rosada.
 
En una entrevista de ocho horas con la periodista Caro Fernández, de Splendid AM 990, lanzó una advertencia que suena a ultimátum: "Si hablo, se cae el país". Con la extradición a Estados Unidos autorizada por la Corte Suprema, Machado no se guardó nada y apuntó directo al corazón del poder libertario, salpicando a figuras como José Luis Espert, Patricia Bullrich y Alberto Weretilneck con acusaciones que, de probarse, podrían destruir al Gobierno de Javier Milei.
 
El empresario, con un tono que mezcla bronca y desesperación, mandó un mensaje filoso a Santiago Caputo, estratega clave de Milei: "A Santiago Caputo le hago llegar un mensaje: Yo no quiero ir a Estados Unidos. Si esto explota, yo fundo todo. Yo hablo y se cae el país mañana". La respuesta fue: "Mensaje recibido". ¿Qué sabe Machado que pone tan nervioso al entorno presidencial?
 
Con Espert, su exaliado, no fue menos duro. Financió su campaña en 2019, pero ahora lo acusa de darle la espalda. "Espert no tendría que haberme negado. ¿Por qué me negó?", dijo, recordando una advertencia que le hizo en marzo de 2021 sobre los riesgos que corrían. "Le expliqué que irían por él. Pero no me escuchó", disparó con amargura.
 
Las acusaciones también alcanzaron a Patricia Bullrich. Según Machado, habría una triangulación de fondos para su campaña presidencial de 2023, con más de 3 millones de pesos movidos a través de una empresa de la familia Bada Vázquez, de los cuales al menos 215.000 pesos habrían ido a parar a su campaña.
 
Sobre Weretilneck, señaló un supuesto entramado de negocios en Río Negro, con permisos de explotación de arenas silíceas otorgados a Claudio Cicarelli, presunto testaferro del gobernador.
 
En un intento por limpiar su nombre, Machado insistió: "Es una cuestión de plata, no de droga". Sin embargo, la noticia de su extradición lo desmoronó. Entre el ladrido de sus perros y la tensión del momento, suplicó a Fernández: "No me dejes solo". Horas después, un operativo policial lo trasladó para enfrentar su destino en Estados Unidos.
 
La Opinión Popular
 

19-10-2025 / 08:10
Entre el colapso económico, la pérdida de relato y el avance de sus propios aliados, Javier "el Cipayo" Milei enfrenta el tramo final de la campaña convertido en símbolo de su propio fracaso: un presidente sin respuestas, cercado por la realidad y por quienes financiaron su ascenso. El plan "llegar" se quedó sin nafta cuando todavía falta una semana para alcanzar la meta. La impotencia es la tónica en la recta final antes de unas elecciones que se convirtieron en un delicado plebiscito sobre el futuro del gobierno y del país.
 
El proyanqui Milei volvió de Washington DC con una hoja que dice "amigo" y el fibrón que usó Donald Trump para estampar esa dedicatoria. A su regreso dio dos entrevistas en las que se peleó con sus interlocutores (le dijo "marxista" a Eduardo Feinmann y a Esteban Trebucq que le hacía el "caldo gordo a los psicópatas kirchneristas") y confesó que no tiene una solución para los problemas de los argentinos.
 
- El ochenta por ciento apenas si puede llegar a fin de mes y el sesenta por ciento, setenta, llega al día veinte. Les falta dinero en el bolsillo.
- ¿Qué quiere? ¿Que lo emita?
- No, yo no...
- A ver, entonces, emitiendo no se arregla. ¿Cómo quiere que lo arregle? Vamos, dígame. ¿Cómo le pongo plata a la gente?
- El economista es usted.
- No, bueno, pero digo o sea, a ver, digamos.
 
Un día más tarde insistió:
 
- ¿Y la gente que no puede esperar, presidente?
- A ver. A ver, pero, de vuelta. Te hago una pregunta, no puede esperar, a ver, ¿cómo lo resolvemos?
- Es que yo no lo sé.
- No, bueno, entonces.
- Sólo le pregunto.
- No, bueno, pero si vas a hacer el punto, digamos, a ver, empecemos a discutir cómo se resuelve.
 
Para Milei la escasez y la mala calidad de vida de millones de personas es en todo caso un problema intelectual, teórico, en el que no tiene demasiado interés. Dos años después de asumir le sugiere a su interlocutor (no un funcionario, no un asesor, ni siquiera un consultor sino un periodista en el contexto de una entrevista televisiva en vivo) que empiece la discusión.
 
Decir que no le quita el sueño sería una exageración: ni siquiera lo considera un problema, algo que deba resolver. La economía se encargará de hacerlo, cuando deje de existir el riesgo kuka. Suena estúpido, pero es exactamente el argumento presidencial, palabra por palabra.
 
Para la mayoría de los argentinos se trata en cambio de una cuestión muy concreta, a veces de vida o muerte. Este miércoles, en Congreso, en la marcha semanal por el reclamo de una mejora en las jubilaciones, una pareja daba su testimonio a las cámaras de televisión.
 
Él está atravesando un tratamiento contra el cáncer, le sacaron la cobertura de los remedios para aliviar los dolores y los vómitos cuando le hacen quimioterapia. En el hospital sólo le entregan la mitad. Desde los estudios, la cronista sugiere que den un "alias" bancario para recibir transferencias de gente que pueda ayudarlos. No tienen teléfono: tuvieron que venderlo para comprar medicinas. Milei no tiene una respuesta para ellos ni va a tenerla. 
 

18-10-2025 / 09:10
Un 17 de octubre en la recta final de una campaña electoral, donde dos de sus figuras principales son el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent por el oficialismo y por la oposición la expresidenta Cristina Kirchner con prisión domiciliaria. Que dos de las figuras que más pesan en una puja electoral sean el ministro de Economía de una potencia extranjera y la principal dirigente de la oposición proscripta, constituye un síntoma de descomposición del sistema político.
 
Con las ventas de dólares del Tesoro de los Estados Unidos y con una catarata de mensajes con promesas de campaña, Bessent se puso al hombro la campaña del oficialismo. Prometió como si fuera candidato, pidió el voto para las listas de los falsos libertarios y aseguró que, si ganaban los seguidores de Javier "el Cipayo" Milei, Argentina sería bendecida por Estados Unidos. El gobierno casi no mostró sus candidatos. El yanqui Bessent ha sido hasta ahora su carta principal.
 
La intervención del alto funcionario norteamericano no fue oculta, sino que ha sido pública, ciertamente impúdica, y en situaciones normales se juzgaría como intervencionismo de una potencia en la política interna de otro país. Lo paradójico ha sido que no fue una intervención impuesta o forzada, sino solicitada por el mismo presidente Milei.
 
Si el oficialismo no tiene candidatos más fuertes que el ministro de Economía de una potencia extranjera y, si al mismo tiempo, la principal dirigente de la oposición fue encarcelada, son datos muy fuertes que al cruzarlos inducen a pensar que la expresidenta fue proscripta porque sus adversarios son incapaces de generar un liderazgo similar y tienen que recurrir a una potencia extranjera que cobrará caro por su intervención.
 
La intervención de Bessent puso en evidencia la falta de propuestas del oficialismo que, de esta manera, lo único que se le ocurrió fue ofrecer una dependencia ruinosa en lo material e indigna en lo moral. La dependencia colonial del gobierno con Washington es evidente porque es el único recurso que tiene en política y en la economía.
 
Los últimos diez días mostraron a un gobierno desesperado en esa dependencia. Todo el equipo económico -la mayoría de ellos tienen residencia en Estados Unidos- en procesión entre Washington y Nueva York para rogar por ayuda. Como si fueran creyentes que le piden a la virgen de Luján. Con la diferencia que Estados Unidos no es la virgen y cobrará caro cada gesto.
 
La falta de cuadros políticos, de dirigentes y candidatos en el oficialismo agrandó aún más el liderazgo que mostró Cristina Kirchner en la convocatoria al acto de ayer. La expresidenta planteó que así como en 1945, la consigna fue "Braden o Perón", en las próximas elecciones se trata de "Milei o Argentina".
 
Mientras la multitud se congregaba en Constitución, frente al edificio donde Cristina Kirchner permanece prisionera, el oficialismo tenía dificultades para reunir un puñado de simpatizantes en Caseros, en el conurbano. Al mismo tiempo se juntaba a protestar un grupo espontáneo de vecinos y se repitió la escena que frustró la mayoría de los actos de campaña de Milei.
 
El presidente se movilizó en helicóptero y alcanzó a explicar con un megáfono que no había que abandonar en mitad del río. Su discurso se resumió en que hace falta más esfuerzo. Pero el presidente estuvo pocos minutos y no hizo la caminata que estaba prevista. Reaccionó a la defensiva tras un discurso a la defensiva: "Hay que aguantar".
 

17-10-2025 / 11:10
Para los ricos, todo, para los trabajadores, menos derechos. Desde Washington, el ministro de Economía, el endeudador serial Luis "Toto" Caputo, envió un mensaje al Coloquio de IDEA hablando de las reformas laboral, previsional y tributaria. Mientras los grandes empresarios, que le financian la campaña electoral, exigen más garantías para sus ganancias, el gobierno profundiza un modelo basado en la desregulación, el endeudamiento y la pérdida de derechos para los trabajadores. Con Manuel "Cara de Piedra" Adorni prometieron en IDEA que enviarán un proyecto de ley post elecciones para quitar derechos laborales. Mientras, sigue creciendo el cierre de pequeñas empresas y el desempleo.
 
El Gobierno de Javier "el Loco" Milei se encamina a implementar una reforma laboral para eliminar los convenios colectivos de trabajo y facilitar los despidos si gana las elecciones del 26 de octubre. Ésa fue la promesa que le hicieron este jueves el presidente Milei --a través de su vocero, Adorni-- y el ministro de Economía, Caputo, a los empresarios reunidos en Mar del Plata para el Coloquio de IDEA.
 
El paquete incluirá también el reemplazo de las mesas paritarias por "negociaciones libres" entre cámaras empresarias y sindicatos, según confirmaron ambos ante un auditorio repleto de directores ejecutivos y miembros del círculo rojo. La letra chica estará contenida en un proyecto de ley que podría ingresar al Congreso luego del recambio legislativo del 10 de diciembre, fecha a partir de la cual la Casa Rosada espera un parlamento "más receptivo a las reformas", según dijo Adorni, siempre y cuando las urnas no digan lo contrario.
 
En concreto, de lo que dijeron hasta ahora Caputo, Milei y Adorni se desprende que la reforma incluiría:
 
*La eliminación de las paritarias y su reemplazo por "negociaciones libres"
 
*El fin de la indemnización por despidos o su reemplazo por un "fondo de cese" financiado en cuotas por los propios trabajadores. Un antecedente en ese sentido fue introducido en la Resolución General 1071/2025 de la Comisión Nacional de Valores.
 
*La imposibilidad por ley de realizar juicios laborales ya sea por despidos injustificados u otros motivos de abuso patronal.
 
*La eliminación de los convenios colectivos de trabajo que regulan las distintas actividades.
 
*La posibilidad (más bien un acto de publicidad libertaria) de elegir la moneda en la que cobrar los sueldos, o sea, que pueda ser en dólares.
 
Por supuesto que todos esos puntos son, al menos por ahora, propuestas unilaterales de los libertarios: no hubo rondas ni negociaciones abiertas entre los distintos sectores --desde la UIA a la CGT o las asociaciones de Pymes-- para debatir o consensuar un texto.
 
El discurso de Caputo ante los más ricos empresarios, los dueños del país, no deja dudas, el rumbo del gobierno libertario es profundizar la dependencia con los EE.UU., el endeudamiento con el FMI y la entrega de nuestros recursos naturales. Frente a ese proyecto de saqueo, la alternativa debe construirse desde abajo, con movilización y organización para pelear una salida en función de las necesidades de las grandes mayorías populares.
 
La Opinión Popular
 

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