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Nacionales - 10-12-2023 / 11:12
LA ERA MILEI: MOTOSIERRA SIN ANESTESIA

Comienza un nuevo ciclo neoliberal con la misma receta económica y con un ajuste apuntando a las clases populares

Comienza un nuevo ciclo neoliberal con la misma receta económica y con un ajuste apuntando a las clases populares
Luego de un caótico armado de gabinete y una desordenada transición, el libertario dará sus primeros pasos de gestión. Brindará el discurso inaugural ante sus partidarios y se espera que anticipe el rumbo del gobierno. El plan económico de Milei violenta la promesa electoral de ajustar a "la casta política" y reitera en cambio la aplicación del ajuste regresivo con el sueño húmedo del poder económico: reconfigurar el funcionamiento de la sociedad como si nada hubiera sucedido en Argentina y el mundo en los últimos cien años.
Javier Milei inicia este domingo el período de cuatro años como Presidente de la Nación inaugurando a la vez otra oscilación hacia uno de los extremos del péndulo argentino. En un lapso muy corto en términos históricos de 50 años, el permanente vaivén de la hegemonía política con su correspondiente régimen económico resulta muy desgastante para unos y otros. Los costos de esta indefinición y, por lo tanto, de la inestabilidad económica son muy elevados para definir un determinado sendero de desarrollo.
 
Ahora le toca el turno a una estrategia global de neoliberalismo con la particularidad de que se presenta con débil base política electoral, aunque con el respaldo primario de gran parte del poder económico y mediático. Con los lineamientos expuestos hasta el momento, el gobierno de Milei confirma otro cambio brusco de la política económica, alteración que ratifica una dinámica muy frecuente de la historia local.
 
A lo largo de las últimas décadas ha habido diferentes equipos económicos que se fueron sucediendo en el poder, y en esta ocasión se produce el desembarco de la casta de financistas con el antecedente reciente de haber sido protagonista del fracaso de la gestión Macri. El cambio que se avecina expresa la oscilación pendular entre dos corrientes enfrentadas del pensamiento económico, y también de la representación política.
 
"El péndulo argentino: ¿hasta cuándo?" Así tituló Marcelo Diamand el ensayo económico a fines de 1983 y la vigencia que tiene cada observación del texto es impactante, con una actualidad que pareciera que hubiera sido redactado hoy para comprender la presente situación económica y política.
 
En las primeras dos carillas dice lo siguiente:
 
* "Las últimas décadas en la Argentina se han caracterizado por cambios muy bruscos y muy frecuentes de la política económica que muestran una oscilación pendular entre dos corrientes antagónicas: la corriente expansionista o popular y la ortodoxia o el liberalismo económico".
 
* "La corriente popular refleja las aspiraciones de las grandes masas de la población. Sus ideas en materia económica reconocen la influencia del modelo keynesiano y del nacionalismo económico. Sus principales objetivos son la distribución progresiva del ingreso y el pleno empleo".
 
* "Se recurre al manejo de los grandes instrumentos -fundamentalmente del tipo de cambio y de las tarifas de los servicios públicos- en función del objetivo prioritario de evitar que aumente el costo de vida. El segundo objetivo se logra asegurando un alto nivel de demanda".
 
* "Las etapas expansionistas suelen comenzar con el aumento de los salarios reales, el crédito barato, el incremento de la actividad económica y una euforia en el sector industrial y comercial. Sin embargo, en la mayoría de las veces esta etapa no dura mucho".
 
* "El déficit fiscal crece, la balanza comercial se desequilibra, aparece el desborde sindical, surge el desabastecimiento y se acelera la inflación. El proceso culmina en el agotamiento de reservas en el Banco Central y en una crisis de balanza de pagos".
 
* "La expansión se detiene y sobreviene una situación económica caótica. A medida que pasa el tiempo aumenta la oposición de los estratos influyentes de la sociedad y, finalmente, sobreviene la caída del equipo económico del gobierno".
 

 
* "Aunque la corriente popular admite algunos errores y excesos, tiende a minimizar su importancia, y como justificación principal de su fracaso alega la insuficiencia del poder popular para manejar los resortes clave de la economía y la resistencia de poderosos grupos económicos".
 
* "La caída de la corriente popular provoca siempre un brusco vuelco hacia la ortodoxia económica basada en la teoría neoclásica de la economía".
 
* "Por estar identificada con lo 'serio' en la economía, la ortodoxia resulta afín al pensamiento de lo que puede considerarse como la 'opinión ilustrada' nacional e internacional, incluida la de las instituciones financieras internacionales y de los principales medios de difusión".
 
* "Es así que las políticas ortodoxas reflejan el pensar y el sentir del sector agropecuario, del financiero, del exportador tradicional y, algo paradójico, de gran parte del industrial".
 
* "El acento se ve puesto sobre el orden, la disciplina, la eficiencia, el equilibrio del presupuesto, el ahorro, la confianza y la atracción de los capitales del exterior y las virtudes del sacrificio popular".
 
* "En general, la respuesta de los ortodoxos frente al problema son paquetes de medidas que involucran una brusca devaluación, un aumento de los ingresos agropecuarios, una caída de salarios, restricción monetaria, recesión y un deliberado esfuerzo de atracción de capitales extranjeros".
 
* "De acuerdo a las afirmaciones de la ortodoxia, la recesión y la caída de los salarios reales no serían más que perjuicios momentáneos que corresponden a un período inevitable de sacrificio, necesario para ordenar y sanear la economía".
 
* "Gracias a tal sacrificio, se crearían las bases para el despegue y el crecimiento en beneficio del conjunto de la población".
 
* "Hasta ahora este despegue nunca se concretó. Puede haber ciertos éxitos al comienzo. La inflación, que siempre aumenta inicialmente a raíz de la devaluación, más adelante suele disminuir, los capitales financieros fluyen del exterior y los salarios reales en parte se recuperan".
 
* "Pero en algún momento del proceso sobreviene una crisis de confianza. El flujo de capitales se invierte. Los préstamos que habían ingresado comienzan a huir. Se produce una fuerte presión sobre las reservas de divisas, una crisis en el mercado cambiario y una brusca devaluación".
 
* "Caen los salarios reales, disminuye la demanda, la tasa de inflación otra vez aumenta vertiginosamente y se vuelve a caer en recesión, más profunda aún que la anterior".
 
* "La reacción de la ortodoxia frente a su falta de éxito ha sido siempre similar a la de la corriente popular. Aunque admite errores, atribuye siempre su fracaso a la insuficiencia del poder político para efectuar el saneamiento necesario en la administración pública para eliminar las empresas ineficientes y para mantener los salarios deprimidos por un tiempo suficiente como para que se genere un proceso autosostenido de crecimiento".
 
 
La insoportable levedad de una historia repetida
 
Esta última descripción de Diamand sirve para proyectar el saldo que arrojará el ciclo político que comienza este 10 de diciembre. El desenlace de este proceso no es una especulación política, un pronóstico económico del estilo de los consultores de la city o el deseo de "argentinos del mal", sino que resulta del aprendizaje de la historia y de las propias definiciones entregadas por el equipo económico que acompaña al Presidente que hoy lucirá la banda presidencial.
 
El plan de Milei violenta la promesa electoral de ajustar a "la casta política", para hacer recaer toda la carga del ajuste en los sectores populares, incluyendo a las clases medias. Aplicará el tradicional ajuste regresivo acompañado del sueño húmedo del poder económico: reconfigurar el funcionamiento de la sociedad como si nada hubiera sucedido en Argentina y el mundo en los últimos cien años.
 
Las elites hoy tienen como representante político a Milei y resisten el proceso de no retorno gatillado con la industrialización sustitutiva de importaciones y la consiguiente irrupción de una clase trabajadora con derechos laborales y económicos. La estructura productiva y social compleja que irrumpió en esa etapa histórica marca la excepcionalidad argentina respecto a otras experiencias latinoamericanas.
 
Esto es algo que no puede digerir cada uno de los principales miembros del poder económico, lo que los hace apostar una y otra vez a proyectos políticos conservadores que culminan en fracasos, aunque estos fiascos no los han afectado para nada en la expansión de sus respectivos negocios.
 
El gobierno de Milei viene con la misión de conseguir lo imposible con la promesa de que en esta oportunidad lo logrará, hasta que la decepción aparecerá en el estado de ánimo social para dar lugar a una nueva oscilación del péndulo hacia el extremo opuesto.
 
El costo de estos movimientos pendulares es inmenso en diferentes frentes, con la acentuación del deterioro del bienestar generando a la par de una mayor concentración del capital.
 
El desafío no menor es detener el péndulo en el medio y terminar con estos ciclos tan dañinos para el desarrollo del país.
 
 
La revancha clasista reload
 
El péndulo argentino está indefectiblemente acompañado en uno de sus extremos con el persistente espíritu de revancha clasista. En este ciclo político que comienza la chance de detener el péndulo se vuelve entonces una quimera.
 
Primero la dictadura militar, luego el menemismo, después el macrismo y el que se adelanta del gobierno de Milei son proyectos políticos que pretendieron y siguen pretendiendo modificar el régimen social de acumulación desarticulando la industrialización basada en la sustitución de importaciones.
 
La revancha clasista tiene el propósito de disciplinar a los sectores populares, estableciendo en cada una de las etapas en que se fue aplicando un nuevo techo, significativamente más reducido, en la participación de los trabajadores en el ingreso a través de una espectacular reducción del salario real, la desocupación y la restricción de las conquistas sociales obtenidas por las luchas populares a lo largo de décadas.
 
La revancha clasista tiene también la configuración de odio mediático y social, violencia política en los medios y en las redes sociales, la estigmatización de diferentes colectivos con la letra K y la obscena persecución judicial y mediática a Cristina Fernández de Kirchner, que tuvo su escala máxima en el atentando a su vida.
 
Estos son los principales elementos que expresan esta etapa de revancha clasista, que tiene el mismo objetivo que las anteriores: disciplinar a los sectores populares.
 
El deseo manifiesto de las elites es borrar las expresiones del movimiento popular por lo que él representa en términos de ampliación de derechos sociales, laborales y económicos, como así también de la capacidad de los trabajadores de disputar cómo se reparte el ingreso.
 
 
¿Existe la posibilidad de un acuerdo político para frenar el péndulo?
  
Definir un pacto político básico sería la condición necesaria para avanzar en uno económico y social. Así lo hicieron en 1971, durante la dictadura del general Lanusse, Juan Domingo Perón, Ricardo Balbín, Oscar Alende y Horacio Sueldo. A esta altura no es la cuestión económica, sino que lo relevante es el pacto político y luego, sobre esas bases, avanzar en el acuerdo, la convergencia, la coincidencia, con los sectores socioeconómicos.
 
Desde la recuperación de la democracia, en 1983, la fuerza política triunfadora en la elección presidencial eludió el pacto social. Milei directamente no lo tiene incorporado en la concepción extrema acerca del funcionamiento de la economía real, y mucho menos con la gaseosa consigna de "la casta política".
 
El sendero elegido es consolidar una hegemonía sin la búsqueda de esa convergencia que permitiría ordenar el conflicto económico y social de corto plazo.
 
Conocido el resultado de estas experiencias políticas, en términos de estabilidad económica de largo plazo, queda en evidencia que ha sido poco efectiva la estrategia de no administrar los intereses corporativos junto a cada uno de los protagonistas de la puja distributiva.
 
 
La grieta y el empate hegemónico
  
No es tarea menor convivir con el péndulo político y económico. A lo que ya se presenta como una misión muy difícil, se le interpone un paso previo: neutralizar la grieta tóxica alimentada en estos últimos años.
 
La derecha y la ultraderecha y su red de medios la han promovido como categoría político-cultural. Se han dedicado a profundizarla con elevados niveles de agresión discursiva, represión social y persecución a políticos y medios de comunicación.
 
La revisión de la historia argentina permite saber que la grieta básica se encuentra en la disputa acerca de qué tipo de proyecto se impone. Uno pretende un país proveedor de materias primas, que implica una integración pasiva a la división internacional de trabajo y, por lo tanto, de sumisión a la potencia occidental dominante; antes fue el Reino Unido y ahora es Estados Unidos.
 
El otro aspira a un país industrial, integrado socialmente e independiente de las potencias para fortalecer el desarrollo nacional. Esta es la grieta básica que atraviesa la historia argentina. Como no ha tenido un cierre y no hay perspectivas de lograr una síntesis superadora, se mantiene el empate hegemónico, en definición del sociólogo Juan Carlos Portantiero.
 
Las tensiones seguirán entonces latentes provocando otras crisis y la reiteración hasta el hastío de movimientos pendulares en el manejo económico y en la representación política.
 
Por Alfredo Zaiat
 
Fuente: Página 12
 

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08-05-2025 / 12:05
La diputada Silvia Lospennato tenía todo preparado para colgarse la medalla de Ficha Limpia en vivo y en directo en los estudios de TN. Eran las 22.02 y sonreía, feliz, frente a las cámaras de televisión. La diputada del PRO había sido invitada para presenciar la votación en el Senado y ufanarse de ser la promotora de la proscripción de Cristina Kirchner. El desenlace, sin embargo, no fue el esperado.
 
A las 22.04, la vicepresidenta Victoria Villarruel comunicó que fue "rechazada la orden del día" y la sonrisa de la legisladora se desfiguró automáticamente. Furiosa y mordiéndose los labios, Lospennato acusó a la Casa Rosada de haber pergeñado la maniobra que derrumbó la iniciativa. "Hay gente que entiende que es necesaria una Cristina en la cancha", lanzó, en clara referencia a Javier Milei.
 
Los votos en contra de los dos senadores de Misiones, Sonia Rojas Decut y Carlos Arce, abrieron una nueva grieta entre el macrismo y La Libertad Avanza. "Acá hay claramente un pacto de impunidad", denunció Lospennato y completó: "Esto le permite a Cristina Kirchner ser candidata. Es un escenario que algunos querían". El mensaje apuntó directo a las filas libertarias.
 
La Casa Rosada responsabilizó al kirchnerismo por hacer caer el proyecto y aprovechó la situación para victimizarse. Recordó que también fueron bloqueados los pliegos que presentó el Ejecutivo para ocupar las vacantes en la Corte Suprema. "Antepone sus intereses económicos y su protección judicial, frente a las necesidades del pueblo argentino", manifestó y completó su descargo con el latiguillo de la casta: "El Senado de la Nación se consolida una vez más como el refugio de la casta política argentina".
 
Ni bien se conoció el resultado, Manuel Adorni y Patricia Bullrich salieron en tándem a derramar indignación en las redes sociales, con el mismo slogan: "Es kirchnerismo o libertad". El vocero habló de una jugada de la "vieja política" y la ministra afirmó que de un lado están "los que encubren y festejan a los corruptos" y del otro los pusieron "el pecho para defender Ficha Limpia".
 
En los pasillos de la Cámara, el desconcierto era total. Algunos sugirieron que Milei no tuvo nada que ver y que el cambio de postura de los senadores obedeció a un enojo del exgobenador misionero Carlos Rovira por el armado electoral que está orquestando la secretaria general de la presidencia, Karina Milei, en la provincia. Es decir, que se trató de una vendetta. Más allá de las suposiciones, en el macrismo dudan de todos.
 
La contracara de la desilusión macrista, fue el festejo del peronismo. El resultado plasmado en el tablero del Senado despertó la euforia del bloque de Unión por la Patria. A la senadora por Santa Cruz, Alicia Kirchner, se la vio a los abrazos con su par de Tierra del Fuego, María Eugenia Duré. A pocos metros José Mayans, Oscar Parrilli y Eduardo "Wado" de Pedro sonreían.
 
La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, celebró en redes sociales que se haya bloqueado el intento de proscripción a Cristina. "Métanse la cultura de la cancelación en el bolsillo. En Argentina no van a volver a proscribir al peronismo. Vivimos y defendemos la democracia", publicó la jefa comunal y evocó el nacimiento de Eva Perón. "En el día de su natalicio, con Evita en el corazón: volverá y será millones que son representados en Cristina Kirchner", concluyó.
 
La Opinión Popular
 

07-05-2025 / 10:05
Ocurrió otra vez: Patricia "Chaborra" Bullrich cambió de partido. La ministra de Seguridad, que hace dos años fue la candidata a presidenta de Juntos por el Cambio y presidenta del PRO, se desafilió del partido amarillo y se afilió a La Libertad Avanza. Lo hizo acompañada de Karina Milei en un acto que huele a candidatura de ella en octubre. Pero esto no es todo: según se pudo saber, la salida de Bullrich será seguida por la ruptura del bloque del PRO en Diputados.
 
Se podría llevar hasta unos 12 diputados, comandados por Damián Arabia. Ayer estaban debatiendo en qué momento era mejor anunciar el éxodo. El PRO saludó su salida en un comunicado en el que señala que "al darle la espalda a aquellos que la votaron y creyeron en ella, deja atrás una parte muy grande de su reputación, tal vez toda".
 
Si bien la salida de la milica Bullrich estaba más cantada que Despacito, la ministra eligió un momento clave de la campaña porteña para hacer su anuncio, como un hito más de la candidatura de Manuel Adorni, que celebró el fin de su conversión como "un acto de honestidad". La afiliación se escenificó en una caminata con la hermanísima y el vocero en la Plaza Vicente López y Planes, en Recoleta.
 
"Desde el primer día soy parte del Gobierno, esto para mí es un acto de coherencia", justificó Bullrich y les habló a los electores macristas: "El votante del PRO quiere un país con instituciones, con república, que vote leyes como las que promovemos nosotros, el votante del PRO quería esto, que la gente pueda ser libre. Por eso les pido que nos acompañen".
 
Toda la construcción dio para especular con que la dirigente va a ser la cabeza de lista de senadores de LLA en octubre para disputarle la Ciudad al PRO. No obstante, la ministra todavía no confirmó nada. Sí se tomó un momento para dedicarle un mensaje a Mauricio Macri. "De corazón, él diría a Mauricio Macri: apoyá el cambio con todo. Mauricio, no te quedés a medio camino", le recomendó.

No alcanza la edición entera de este diario para comentar todos los cambios de partido de Bullrich, pero se puede ensayar una síntesis: fue parte de la Juventud Peronista en los setentas, por lo cual Milei en la campaña de 2023 la acusó de "poner bombas en jardines de infantes".

Ella niega haber sido parte de Montoneros y haber participado de acciones guerrilleras, pese a que algunos libros afirman lo contrario. Con el menemismo, se reconvirtió y fue diputada en la lista que encabezó Erman González. Luego saltó a Nueva Dirigencia, de Gustavo Béliz, de donde pasó a la Alianza de Fernando de la Rúa, de donde fue ministra de Trabajo y es recordada por el recorte a jubilados y estatales.

Tras la crisis del 2001, se la vio con su propio sello, Unión por Todos. Más adelante, entró en la Coalición Cívica, donde escaló posiciones hasta ser la mano derecha de Elisa Carrió, a quien luego abandonó por Macri. Tras el fracaso de su gobierno, Macri le dio la presidencia del PRO, solo para ver como en 2023 hacía una negociación paralela y se iba con Milei. Un verdadero camaleón. 


Karina "la Recaudadora" Milei blanqueó que apuró a la presidenta del PRO a afiliarse a La Libertad Avanza. Bullrich es sin dudas el Groucho Marx de la política con la famosa frase que se le atribuye: "Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros". Así, y a pesar de haber fracasado en cada gestión de la que fue parte, ella se reinventa, cambia de partido y sigue viviendo del Estado. Una política 100% casta.

06-05-2025 / 10:05
No llegaron a dos años de gobierno y las denuncias de negociados y corrupción les estalla a diario a la cúpula de La Libertad Avanza. La interna entre Karina Milei y Santiago Caputo no colabora en desactivar estos estallidos que se reflejan en las redes sociales y los medios de comunicación, donde las denuncias hacen ruido.
 
Viviana Aguirre es de La Libertad Avanza, pero no llegó por su militancia o su prestigio profesional, sino que lo hizo pagando de su bolsillo el canon necesario para acceder a ese cargo. Viendo la podredumbre desde adentro Aguirre ahora fue a la Justicia a ratificar sus denuncias de corrupción que conoce dentro del PAMI y el ANSES, que dado cómo se fue conformando el espacio libertario quedan pocas dudas de que sean verdad.
 
Se multiplican así las denuncias en distintas provincias contra autoridades del PAMI. Todas fueron realizadas desde el interior de la Libertad Avanza, y tienen el mismo planteo: sostienen que los responsables del partido oficialista les pedían aportes a integrantes del organismo para financiar la campaña en negro. Las acusaciones apuntan a funcionarios de Menem, Martín y Eduardo "Lule". A raíz de estas denuncias, el PAMI abrió un sumario interno y fue separado el titular del PAMI de Junín, Alberto Pascual.
 
La justicia investiga si hubo extorsión a los empleados o financiamiento irregular. Una de las primeras denuncias fue en Misiones y arrancó en febrero: se trató de una denuncia penal hacia el lugarteniente de Karina "la Recaudadora" Milei, Carlos Adrián Núñez, por presuntamente haber retenido el 10 por ciento de los sueldos de funcionarios de las sedes locales de ANSES y PAMI. Núñez es el titular de La Libertad Avanza Misiones.
 
A esa primera denuncia se sumaron después otras similares en Chaco, Santa Cruz y La Pampa, donde se investigan desvíos de fondos y en licitaciones. La primera reacción del PAMI fue decir que iniciaban una investigación interna y que esas delegaciones "no serán más una caja negra al servicio de la política". Los denunciados por "hacer caja" eran los propios dirigentes, vinculados a los Menem.
 
Las denuncias quedaron en medio de la interna libertaria por el armado de listas. En La Pampa, el titular del PAMI y de La Libertad Avanza son la misma persona: Luciano Ortiz. Pero, a medida que la interna crecía, Karina Milei buscó reemplazarlo como autoridad partidaria y nombró otra persona en su lugar, Juan Pablo Patterer. Un fallo judicial impugnó esa decisión y Ortiz volvió al frente de LLA.
 
Allí, se abrió una tercera posición: una de las apoderadas del partido en La Pampa, María Victoria Rambur, denunció a otro dirigente de la cúpula local de La Libertad Avanza, Julio Jamad, como "el recaudador" y detalló que es el titular de la cuenta donde los funcionarios locales están obligados a depositar todos los meses el 15 por ciento de su sueldo. Los dirigentes apuntados son de los Menem.
 
En Chaco, el fiscal federal de Resistencia, Patricio Sabadini, anunció que comenzó a investigar por el presunto delito de extorsión a funcionarios del PAMI y de la ANSES chaqueña: Silvia Arolfo, la responsable de PAMI, y Alfredo "Capi" Rodríguez, de ANSES. "Se advierte que el medio comisivo empleado para finalmente obligar a las víctimas a entregar o ceder un porcentaje de sus haberes fue a través de claros actos intimidatorios", indicó el fiscal. "Capi" Rodríguez es, además, el titular de La Libertad Avanza Chaco. Se repite un escenario de corrupción: los titulares de LLA y del PAMI son la misma persona. Y en el medio quedan pegados los Menem. Mientras se multiplican las denuncias, Javier "el Loco" Milei habría intervenido para intentar frenar la escalada en la interna libertaria, que sacó a la luz estas sucias componendas.
 
La Opinión Popular
 

05-05-2025 / 09:05
La semana pasada, Javier "el Loco" Milei subió otro peldaño de su escalada incendiaria. Aun si se interpreta que las agresiones presidenciales a diestra y siniestra significan ante todo una táctica desviacionista, para ocultar los interrogantes sobre el rumbo económico, no varía la pregunta acerca de cuál es el verdadero consenso social que respalda sus animaladas.
 
El auditorio que lo cobijó en esta oportunidad no fue cualquiera. Era una platea de la Expo EFI, con alrededor de 1200 empresarios, economistas y dirigentes corporativos que representan a la crema del sector financiero bancario. Lo acompañaron con risas y vítores en cada una de sus groserías, cual auténtico coro de bufones.
 
En algunos pasajes, a juzgar por sus balbuceos, gestos y referencias de una ordinariez incrementada, Milei semejó estar particularmente desvariado. Si no se conociera al personaje, cabrían sospechas en torno a su salud mental. Quizás quepan, de todos modos. Dejamos eso para especialistas, y para quienes practican medicina y psiquiatría a distancia. Pero, en cualquier caso, cuentan mucho más la cantidad y calidad de sus festejantes, que no son sólo los de esta ocasión.
 
En Página 12, Leandro Renou destaca precisamente la forma, ya sin resguardos pudorosos, en que el poder económico celebra la violencia. Esos aplaudidores del odio, en efecto, se reproducen en todos los foros de la casta empresarial a donde concurre el mandatario, incluyendo los de aquellos rubros seriamente afectados por sus políticas. Industria, construcción, consumo masivo.
 
De hecho, como recuerda Renou, en el Día de la Industria los popes del área ya habían tolerado que Milei les endilgara ser prebendarios y "menos que el campo". Agacharon la cabeza, "algunos por el temor de confrontar con un gobierno que promete vendettas públicas y escraches; y otros, porque les parece que el insulto es un precio barato para conseguir el objetivo final".
 
Por eso es atinado el interrogante que formula el colega, relativo a si esta burguesía se cuadra en el registro del insulto presidencial por una cuestión ideológica; por embarcarse en un culto a la batalla cultural, o por si ven en ésta la última chance de que se cumplan sus viejos anhelos. O todo eso junto.
 
También en efecto, el trasfondo del fenómeno es global porque el empresariado de punta se ha dado cuenta de que ya no alcanza con gobiernos que prometan apertura, sino que es tiempo de apoyar regímenes ultra para trabajar desde adentro, en la misma sintonía, y achicar el margen de error.
 
Al cierre de la nota, como ingrediente más preocupante, se adosa que son muy pocos los empresarios conscientes de que la belicosidad del mensaje de Milei alimenta un proceso de violencia creciente. Y se cita el off de uno de ellos, que está en clara minoría ante el avance de los ultras: "Es parte de la poca responsabilidad que tenemos como burguesía, sabiendo que también nosotros somos actores centrales del proceso democrático".
 
Por cierto, cabe preguntar asimismo si alguna vez fue no ya distinto sino, apenas, diferente. ¿Acaso al hablar de dictadura no se le añade "cívico" a "militar"? ¿Cuándo sucedió que los golpes de Estado, los procesos de desmantelamiento del aparato productivo, la violencia contra las clases oprimidas, la represión, los industricidios, no tuvieran el concurso clave de los grandes actores de la economía?
 

04-05-2025 / 08:05
A medida que avanza su gobierno, Javier "el Loco" Milei profundiza sus apelaciones a la violencia, escalando los insultos, intimidaciones y amenazas a los economistas, periodistas y políticos que no le rinden pleitesía. No es una casualidad ni un rasgo de carácter, es un modelo desplegado por el Presidente y sus referentes mundiales, como Donald Trump, que busca paralizar a sus opositores. Entre insultos, amenazas y mandriles, Milei sigue la receta de sus pares internacionales: convertir el odio en capital político, la grosería en estrategia y la verdad en un valor que ya no tiene la menor relevancia.
 
Un presidente en contra del diálogo porque no considera que sea una herramienta de la construcción democrática. Necesita imponer su mirada a como dé lugar y gobierna únicamente, no ya para quienes lo votaron, sino para quienes asienten sin desviaciones. Verla es sintonizar con la obsecuencia. Y en respuesta a quienes no la ven, el presidente se envalentona.
 
La misma descripción vale tanto para un Milei como para un Trump, o para casi cualquier otro líder de la ultraderecha mundial. No es casualidad que el prototipo y los modos se repitan, como si obedecieran a un método. ¿Cuánto hay de caos y espontaneidad en esas cataratas de insultos anales y llamados a la violencia? ¿Hay más caos y espontaneidad que estrategia? ¿O más cálculo que improvisación?
 
"El insulto y la violencia son parte de una lógica y de una manera de entender la acción política. Por supuesto que en el caso de Milei, su obsesión por las redes, especialmente X, y su personalidad ayudan muchísimo", señala el editor, escritor y exministro de Cultura, Pablo Avelluto. "Pero no es casual -sigue- que este tipo de estrategias de comunicación se reproduzcan en todos los nodos de la red autoritaria y fascista a nivel internacional. No es que nuestra versión de la extrema derecha incluya insultos contra quienes no pensamos como el gobierno, sino que eso es lo que hace la extrema derecha en todas partes". Lo de los mandriles, según Avelluto, sí es una pincelada autóctona, pero lo demás no.
 
El miércoles pasado, Milei se mostró especialmente violento. El contexto fue un discurso ante unos 1.200 empresarios y economistas. Apuntó contra el exministro Martín Guzmán, a quien llamó "imbécil, incapaz e infradotado" por idear una ley "que obliga a tener que pasar un programa del FMI por el Congreso, es decir, el lugar donde están los degenerados fiscales".
 
En ese marco, festejó haber logrado el acuerdo con el Fondo: "La tienen adentro". También apuntó contra "los periodistas ensobrados, los sindi-garcas, los profesionales funcionales al conjunto de hijos de puta que cagaron al país, los ñoños republicanos y los zurdos ridículos", a quienes tildó, otra vez, de "mandriles". Los que estaban en las butacas se reían y aplaudían; se mostraban como un campo fértil.
 
Para los ojos de la audiencia, bombardeada minuto a minuto con expresiones cada vez más brutales, líderes de ultraderecha como Matteo Salvini, Jair Bolsonaro, Trump y el propio Milei traen cada día un nuevo numerito. Cada día, un nuevo golpe de efecto, con el discurso de "la doma" de las redes reconvertido en palabra oficial. 
 

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