Nacionales - 30-11-2023 / 10:11
LOS EMPRESARIOS EMPIEZAN A APLICAR FUERTES INCREMENTOS EN LOS PRECIOS Y A DESPEDIR TRABAJADORES
Gravísimo: Javier Milei reconoció que va a haber por lo menos dos años de estanflación de la economía y lo peor es que no sorprendió a nadie
Lo de Milei es la “libertad” para destruir. El ajuste del gasto fiscal, suprimiendo obras públicas y bajando salarios y jubilaciones; combinado con el fin de las regulaciones y controles de precios; implicará un fuerte aumento de las tarifas y los alimentos, sumados a la desocupación que generará la estanflación y la “libertad” para despedir sin indemnización. Un combo que aplicarán Milei y sus nostálgicos de la dictadura lo que generarán resistencias de todo tipo.
El próximo 10 de diciembre, Javier "el Loco" Milei asume como presidente, con el apoyo y el control de Mauricio "Titiritero" Macri. Pero en la previa el libertario comenzó a exponer las políticas que llevará adelante durante su gobierno y adelantó que el país vivirá los efectos de una "estanflación" como consecuencia de las medidas que implementará para alcanzar un "reordenamiento fiscal". Esto tendrá un efecto muy negativo en la economía y hasta "los argentinos de bien" la pasaran muy mal, porque ellos pagarán el ajuste y no la "casta". El que voto "especialista en crecimiento con y sin dinero" recibirá estanflación.
¿Qué es la estanflación? El término "estanflación" es un juego de palabras: "estancamiento e inflación"; y significa que los precios se mantendrán en alza, a un ritmo acelerado, y que la actividad económica del país sufrirá una brutal caída, con cierre de empresas y despidos de trabajadores. Este fenómeno económico no es la primera vez que se produce en Argentina: el primer año de estanflación nítida fue 1976, en el inicio de la dictadura de Jorge Rafael Videla, con un PBI que cayó 2% en medio de una inflación de más del 400%. Esta complicada combinación -de inflación y estancamiento económico- volvió a registrarse en 1978, 1981 y 1982.
Frente a los anuncios de Milei, el proceso inflacionario se agravó en las últimas jornadas. Está claro que las grandes empresas formadoras de precios se están adelantando a lo que viene: devaluación, con la posterior unificación del mercado cambiario. Y es muy probable que tome una velocidad todavía más exacerbada a partir de la última semana de noviembre. Distintas empresas fabricantes de alimentos comenzaron a aplicar fortísimos aumentos de precios, que llegan al 50%, pero que en algunos casos -como en el pan- superan el 100%.
Es que Milei les dio piedra libre a los empresarios para remarcar, para él cualquier control de precios es una "aberración". Afirmó que la Secretaría de Comercio "no va a existir más" y que va a liberar "todos los precios que pueda de la economía" para que aumenten. Milei quiere dejar que los grandes empresarios multipliquen sus ganancias a costa del bolsillo de las mayorías populares.
Además, Milei ya dijo que recién podrá eliminar el cepo una vez que resuelva "la bola de las Leliqs". Un diagnóstico que no creen algunos economistas de Juntos por el Cambio, que ponen la mira más en la cuestión fiscal que en esas Letras como prioridad para encaminar la crisis. Hasta la unificación -la salida del cepo-, seguramente habrá un nuevo tipo de cambio para salir del atraso del actual dólar oficial de $356.
Esa cotización, que a precios de hoy, podría ser de $650 o $700, provocará una suba de los precios muy fuerte. Y Milei ya adelantó que no está de acuerdo con los controles de precios ni con programas de regulación, como "Precios Justos". Esa fue la señal de largada que tomaron las empresas para concretar las fuertes remarcaciones.
Paralelamente y contando con "información de privilegio", la familia Caputo despidió a 1000 contratados y suspenderá a todo el personal de Mirgor en Tierra del Fuego. El Grupo está liderado por Nicolás Caputo, amigo personal de Mauricio Macri y primo del fugador de divisas Luis "Toto" Caputo ya nominado como Ministro de Economía del gobierno entrante de Milei.
Lo de Milei es la "libertad" para destruir. El ajuste del gasto fiscal, suprimiendo obras públicas y bajando salarios y jubilaciones; combinado con el fin de las regulaciones y controles de precios; implicará un fuerte aumento de las tarifas y los alimentos, sumados a la desocupación que generará la estanflación y la "libertad" para despedir sin indemnización. Un combo que aplicarán Milei y sus nostálgicos de la dictadura lo que generarán resistencias de todo tipo.
La Opinión Popular
¿Qué es la estanflación de la que habla Javier Milei?
El presidente electo pronosticó un escenario de estanflación para 2024. ¿Qué significa este término y qué implicancias tiene?
La situación económica en Argentina, especialmente en materia de inflación, ha sido el gran debate en la política nacional. En ese contexto, las declaraciones del presidente electo Javier Milei, que pronosticó un escenario de estanflación el año 2024, han resonado fuertemente en el ámbito político.
Sus declaraciones, enfocadas en el impacto que tendría un reordenamiento fiscal en la economía y la continuidad de altos niveles de inflación, resaltan la complejidad del desafío económico que enfrenta el país. Sin embargo, ante esto surge la duda sobre qué significa técnicamente una "estanflación" y si la Argentina ya la ha vivido previamente.
¿Qué es la estanflación?
La estanflación es un término utilizado en macroeconomía para describir una situación económica particularmente desafiante, caracterizada por la simultaneidad de inflación elevada y estancamiento económico o recesión. En circunstancias normales, la inflación y el crecimiento económico tienden a estar inversamente relacionados; es decir, altas tasas de inflación suelen acompañar periodos de crecimiento económico, mientras que el estancamiento económico frecuentemente trae consigo baja inflación o deflación.
La estanflación rompe con esta tendencia, presentando un escenario donde la economía no crece y, al mismo tiempo, los precios aumentan de manera sostenida y significativa. Si bien no hay acuerdo sobre cuándo técnicamente se entra en este período, los economistas suelen hablar de estanflación para escenarios de inflación sostenida en términos interanuales y al menos dos trimestres de caída del PBI, lo que implicaría formalmente una recesión.
En Argentina, la estanflación ha sido una realidad recurrente en su historia económica reciente. Este fenómeno se manifestó de manera notoria por primera vez en el año 1976, durante el inicio de la dictadura cívico-militar de Jorge Rafael Videla. En ese año, el Producto Bruto Interno (PBI) del país experimentó una caída del 2%, mientras que la inflación escaló a más del 400%.
Este patrón de estancamiento económico acompañado de alta inflación tuvo sus primeros indicios en la segunda mitad de 1975, durante la presidencia de María Estela Martínez de Perón, marcada por la implementación de políticas económicas extremas conocidas como "el Rodrigazo", bajo la dirección del entonces ministro de Economía, Celestino Rodrigo.
La situación de estanflación en Argentina no se limitó a estos años. Durante los años 1978, 1981 y 1982, el país volvió a enfrentar este desafío económico, dejando un escenario complicado para los gobiernos democráticos que sucedieron a partir de 1983. Incluso con la implementación del Plan Austral en 1985, que buscaba poner fin a este fenómeno, la estanflación persistió, evidenciada en una inflación del 385% y una caída económica del 7%.
Los esfuerzos del presidente Raúl Alfonsín y su ministro Juan Sourrouille trajeron un alivio temporal, pero la estanflación se manifestó nuevamente con intensidad en los años siguientes hasta desembocar en una hiperinflación que aceleró la entrega del poder, y que incluso continuó durante la presidencia de Carlos Menem en 1990.
La convertibilidad detuvo temporalmente la inflación en Argentina, y sin contar el período inflacionario de 2002 tras la salida de la convertibilidad, según muchos expertos el país ha experimentado una estanflación especialmente entre los años 2018 y 2022, producto de una inflación cada vez mas elevada frente a un crecimiento económico que en el mejor de los casos era ínfimo o de rebote post-pandémico.
El presidente electo Javier Milei, en una reciente entrevista con Radio La Red, compartió su visión sobre los desafíos económicos que enfrentará Argentina al comienzo de su mandato, especialmente en lo que respecta a la estanflación. Tras su regreso de Estados Unidos, donde estuvo acompañado por quien será su ministro de Economía, Luis Caputo, Milei no dudó en anticipar un panorama complicado en términos de actividad económica e inflación para 2024.
Durante la entrevista, Milei afirmó: "Va a haber una estanflación, porque cuando hagas el reordenamiento fiscal eso va a impactar negativamente en la actividad económica". Esta declaración responde a una consulta sobre la proyección de los precios en los meses venideros. El presidente electo destacó que, en su gestión, la única "billetera que va a estar abierta es la de Capital Humano para dar contención a los caídos".
Profundizando en su análisis sobre la inflación, Milei explicó: "La inflación tiene que ver con lo que vos hiciste en política monetaria hace 24 meses y eso ya fue decidido, ya fue hecho. La política monetaria actúa con rezagos". Según él, el destino de la inflación ya está sellado debido a las decisiones tomadas dos años atrás. "La inflación está jugada, ¿por qué? Porque tiene que ver con lo que hiciste hace dos años. La inflación va a seguir alta porque es el resultado del descalabro que hizo este Gobierno", agregó.
Milei también habló sobre sus planes para abordar la inflación, señalando: "Estamos creando todos los mecanismos para detener la emisión de dinero para que en un lapso de entre 18 a 24 meses terminar con la inflación. Esa es la evidencia empírica del caso argentino. La convertibilidad, que funcionaba bajo esa misma regla, tardó 20 meses". Con estas declaraciones en Radio La Red, Milei anticipa un período inicial desafiante en su presidencia, marcado por una alta inflación y estancamiento económico.
Fuente: El Destape