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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 19-11-2023 / 10:11
LOCURA: MILEI, EL FASCISTA QUE PODRÍA LLEGAR AL GOBIERNO A TRAVÉS DE LAS URNAS PARA INSTALAR UNA TIRANÍA

Sensatez: Sergio Massa busca cerrar la grieta y plasmar un gobierno de unidad nacional

Sensatez: Sergio Massa busca cerrar la grieta y plasmar un gobierno de unidad nacional
La moneda está en el aire. La democracia argentina enfrenta hoy unas elecciones que ponen en juego su futuro. La opción de Sergio Massa, concentrado en su propuesta de Gobierno de Unidad Nacional y crecimiento con inclusión, choca con la de Javier “el Loco” Milei, que va de la dolarización a la destrucción de todo lo público y de los derechos sociales y laborales adquiridos. A ello, sumó la amenaza de agitar el fraude si las urnas no lo favorecen.
La moneda está en el aire. La democracia argentina enfrenta hoy unas elecciones que ponen en juego su futuro. La opción de Sergio Massa, concentrado en su propuesta de Gobierno de Unidad Nacional y crecimiento con inclusión, choca con la de Javier "el Loco" Milei, que va de la dolarización a la destrucción de todo lo público y de los derechos sociales y  laborales adquiridos. A ello, sumó la amenaza de agitar el fraude si las urnas no lo favorecen, como ya hizo la derecha en EE.UU. y Brasil.
 
Después de cinco meses de campaña, de realineamientos partidarios, de candidatos que quedaron en el camino y, finalmente, de una reconfiguración casi absoluta del mapa político - con alianzas impensadas hasta hace unas semanas -, Massa y Milei se enfrentan en la batalla final por la presidencia de la Argentina.
 
Es el ballotage que ambos candidatos deseaban y por el que trabajaron desde el comienzo de la campaña, eligiéndose mutuamente para polarizar y construir sus candidaturas en oposición a la figura del otro: la amenaza neo fascista y psiquiátrica, para uno, la casta corrupta y eternizada en el poder, para el otro.
 
El tablero político, empresario, sindical y mediático se fue reordenando alrededor de cada candidato y, al día de hoy, si hay algo en los que coinciden los dos - además de la existencia de un impenetrable 10-12 por ciento de blancos e indecisos - es que, pase lo que pase este 19-N, la Argentina comenzará una nueva etapa.
 
Si gana Milei, asume con una fragilidad única, casi sin legisladores, sin gobernadores y sin intendentes. Colgado del pincel de una alianza apurada con el "casta" Mauricio "Titiritero" Macri que ni siquiera logró juntar todos los pedazos del PRO. Con las internas prestadas de Juntos y las propias de La Libertad Avanza y la presunción de un peronismo muy agresivo del otro lado, el camino hacia el autoritarismo, la represión y la tiranía parece inevitables si ganan. Como lo señaló su candidata a vice, la pro dictadura Victoria Villarruel.
 
Es que aún perdiendo el peronismo seguirá siendo muy fuerte. Tiene la provincia de Buenos Aires, la mayoría de las intendencias del Conurbano, el norte del país y quedó a seis votos de los dos tercios en el Senado para el juicio político. Maneja la zona dura del conflicto social. Y si pierde el poder en manos de un recién llegado como Milei, en una elección cerrada, el rencor va a ser inimaginable.
 
Si gana Massa se puede esperar orden político, pero también tensiones con el kirchnerismo si aplica el ajuste que hay que aplicar para estabilizar. Pero bien mirado, en el caso de Massa los temores no vienen por el lado de la gobernabilidad. Más bien lo contrario, el temor es que surja un nuevo Néstor Kirchner, por el manejo férreo del poder.
 
"Massa es un Néstor más eficiente que nos puede poner en riesgo, por eso tal vez sea mejor el caos de Milei, un gobierno débil más fácil de condicionar", analiza uno de los empresarios más importantes del país. No es la opinión que comparten sus pares, que prefieren mayoritariamente la previsibilidad que le asignan a Massa, aún descontando que no será fácil negociar con él, si resulta electo presidente.
 
Gane quien gane, hay dos planos políticos antagónicos: uno que abre la puerta a la locura inimaginable y otro que insinúa un nuevo orden nacional y popular, racional, con lo bueno y lo malo que eso implica.
 
La Opinión Popular
 

 
MÁS DE 35 MILLONES DE ARGENTINOS PODRÁN ELEGIR AL PRÓXIMO PRESIDENTE
 
Sergio Massa versus Javier Milei: la batalla final por el futuro de la Argentina
 
Los equipos técnicos de ambos candidatos coinciden en que existe un panorama de empate técnico. Los balances de la campaña y las expectativas sobre el veredicto de las urnas.
 
·         En vivo. El balotaje Massa vs Milei, minuto a minuto
 
Más de 35 millones de argentinos y argentinas están habilitados para votar, este domingo, por la fórmula Sergio Massa - Agustín Rossi o Javier Milei - Victoria Villarruel. Si bien las últimas encuestas le dan una leve ventaja a la fórmula de La Libertad Avanza, los equipos técnicos de ambos candidatos coinciden en que se encuentran frente a un escenario de empate técnico.
 
Milei llega al domingo más eufórico, revigorizado por su alianza con el macrismo - que le impuso el tono y color de la campaña y de su futuro gabinete, así como lo nutrió de nuevos votos, financiamiento y estructura para fiscalizar - y convencido de que está a un paso de la victoria. Massa, en cambio, se muestra con un optimismo más moderado, satisfecho por el camino recorrido y confiado en el respaldo de la estructura peronista en todo el territorio nacional.
 
La cuenta regresiva llega, a su vez, con una mancha: el fantasma de fraude que las filas libertarias agitan desde hace días. LLA tuvo que echarse atrás - por falta de pruebas - en su denuncia contra Gendarmería, pero el peronismo está en estado de alerta: teme que se ensucie el proceso electoral - como ya pasó en Estados Unidos y Brasil - y se genere un clima espeso durante la jornada, especialmente tras la decisión de Milei de no enviar la cantidad de boletas obligatorias a la Cámara Nacional Electoral. 
 
 
Sergio Massa: el candidato imposible
 
El ministro candidato de Unión por la Patria se cargó al hombro una campaña imposible de manera prolija y sin sobresaltos. En eso coinciden kirchneristas y massistas, bonaerenses y norteños. Los más optimistas identifican que este fenómeno - un "milagro", reconocen, en un contexto de 140 por ciento de inflación -, junto a la estructura territorial del peronismo y el repelús que genera la figura de Milei, será suficiente para ganar.
 
Los más pesimistas temen que el anti peronismo - activado, con fiereza, por Mauricio Macri desde que intervino en la campaña - y el desgaste de los últimos ocho años terminen pesando más. "Se hizo la mejor campaña que se podría haber hecho: de menor a mayor, de saco y corbata a una más virulenta. Ahora ya está. La elección se define en si pesa más el 'No' a Milei o si pesa más el anti peronismo", resume, exhausto, uno de los dirigentes nacionales más activos de la campaña.
 
Sergio Massa trazó una hoja de ruta para la campaña y la cumplió al pie de la letra. La primera etapa estuvo signada por consolidar el voto kirchnerista - aún en la interna contra Juan Grabois - y de afianzar la candidatura de unidad luego de años de internismo furioso en el Frente de Todos. Cristina Fernández de Kirchner, que venía de arrastrar un operativo clamor por su candidatura, se encargó de convencer a la tropa de que Massa era la mejor opción y participó activamente de la campaña.
 
Después de las PASO, sin embargo, comenzó otra etapa con mayor protagonismo de Massa, y tanto la vice como Alberto Fernández dieron un paso al costado, casi desapareciendo de la escena pública. En esta segunda fase, el tigrense comenzó a polarizar con Milei, así como a comparar la (relativa) paz interna a la que había llegado el FdT con la guerra desatada dentro de Juntos por el Cambio tras la victoria de Patricia Bullrich.
 
Después de las elecciones generales, con las dos ofertas claramente asentadas y delimitadas, comenzó la etapa del "gobierno de unidad nacional". Massa convocó a todos los actores políticos a hacer un frente común frente a la amenaza libertaria: les prometió una coalición de gobierno amplia y heterogénea, con presencia de "los mejores" de cada partido opositor en lugares de toma de decisiones (desde la Oficina Anticorrupción, pasando por el directorio del Banco Central y el gabinete nacional).
 
Se re apropió de una de sus principales debilidades - el reproche por "panqueque" o "traidor" - para construir el imaginario de su futuro gobierno, haciendo hincapié en la necesidad de diálogo y de dejar atrás "la grieta". Se fueron sumando opositores largamente enemistados con el kirchnerismo - Juan Manuel Urtubey, Natalia de la Sota, Graciela Camaño, Roberto Lavagna - y le tiró una soga al radicalismo, que estaba atrapado entre su rechazo visceral a Milei y la alianza con sus socios macristas (que casi rompen para apoyar al libertario).
 
La verdadera estrategia - la única que en UxP percibían que podía movilizar a las personas a ir a las urnas a votar por Massa - era, sin embargo, la del miedo a Milei. Mercado de órganos, privatización de la Educación, compra venta de niños, identificación del matrimonio igualitario con la pediculosis, venta libre de armas: esos fueron los ejes que el peronismo intentó explotar hasta último momento. Eso y el peligro que representaba su inestabilidad emocional o su incapacidad para sostener la gobernabilidad de un futuro gobierno (con sus escasos apoyos en el Congreso y su escasa experiencia en el manejo de la cosa pública). 
 
Ahora llegó finalmente el día y el panorama es de una incertidumbre absoluta. "Un día me levanto pensando que vamos a ganar, y el otro estoy convencido que vamos a perder": la frase de un dirigente peronista santafesino sintetiza el clima que, hace más de 72 horas, predomina en las filas de UxP. La gran incógnita es ese universo entre el 10 y 12 por ciento de indecisos que oscilan entre votar en blanco, no votar o decidirse al momento de entrar al cuarto oscuro. En las filas de LLA manejan el mismo número y ninguno de los dos comandos de campaña está del todo seguro de cómo se expresará. Solo saben que ese es el porcentaje que definirá la elección.
 
La fórmula Massa-Rossi sacó unos 9,8 millones de votos en las generales y se estima que necesita unos 3 millones más para acercarse a ganar el ballotage. El peronismo, para ganar, necesita hacer una buena elección en el Norte y no desinflarse mucho en el Centro, es decir todas esas provincias que suelen ser más reactivas al kirchnerismo (y en donde Milei pisa más fuerte): Santa Fe, Córdoba y Mendoza.
 
Como cada elección, sin embargo, la verdadera batalla se da en la Provincia de Buenos Aires: en UxP calculan que necesitan sacar más del 55 por ciento de los votos. En el comando de campaña están confiados en que el aparato territorial de gobernadores e intendentes funcionará aceitadamente, pero más de un dirigente bonaerense observa con preocupación los números del conurbano. 
 
 
Javier Milei: la rabia al poder
 
De outsider furibundo que ocupa horas en el prime time televisivo hablando de dinamitar el Banco Central a, en solo dos años, finalista de un ballotage contra un funcionario con más de 35 años de trayectoria política: el recorrido de Javier Milei es, por lejos, uno de los más insólitos de los últimos 40 años de democracia.
 
El economista de extrema derecha logró consolidarse como el principal referente opositor - cuando, hace solo un año, el lugar común era decir que el vencedor de la interna cambiemita sería el futuro presidente de la Argentina - y hoy se posiciona, incluso, como el favorito de todas las encuestas. En LLA están entusiasmados: el cierre de campaña en Córdoba - que contó con la participación estelar de su ex contrincante, Patricia Bullrich - los dejó conformes y ahora aguardan a que las urnas les confirmen lo que venían pronosticando hace meses: que el futuro de la Argentina es libertario.
 
A diferencia de Massa, Milei tuvo que hacer un cambio de 180 grados después de las elecciones generales. En la búsqueda de los votos que le permitieran superan su techo, el libertario escondió la motosierra, pactó con Mauricio Macri y emprendió una campaña que podría haber sido diseñada por Marcos Peña (aunque más de un macrista, frente al descontrol generalizado de la campaña, atisbó a lamentar en voz alta la ausencia del ex jefe de Gabinete macrista).
 
Reversionó su grito desaforado contra la casta por la mesurada consigna de "continuidad versus cambio". Se abrazó con dirigentes del PRO a los que antes había acusado de poner bombas en jardines de infantes. Rechazó la gran mayoría de sus propuestas de gobierno - desde los vouchers educativos hasta la privatización de la Salud - y acusó a los dirigentes que se las recordaban de hacer "campaña del miedo". 
 
Macri, a cambio, lo nutrió de más financiamiento y, fundamentalmente, de una estructura de fiscalización. El PRO se puso al hombro la tarea de fiscalizar en PBA y aquellas provincias y municipios con mayor presencia del macrismo, pero desde el primer día hubo problemas de coordinación.
 
En el PRO se lo achacan a la falta de experiencia de LLA: "Son un quilombo, tienen menos capacidad operativa que Schiaretti en el conurbano. El problema es que agarraron a los punteros que había hasta desechado el peronismo. Muchos agarran la plata y después te clavan", masculla bronca uno de los armadores macristas que están a cargo de la fiscalización en PBA.
 
Para cubrir los baches que puedan ir surgiendo, el comando de campaña PRO-LLA va a diseñar un sistema de auditoría, con militantes que vayan en auto a cada escuela a chequear que no falten fiscales. En aquellas que falten, se comunicará al centro de operaciones del distrito y se organizará para enviar a alguien.
 
Más allá de los preparativos, en LLA ya están agitando el fantasma del fraude. En el PRO intentaron despegarse, pero en el armado de Milei están dando señales de que se pondrán en actitud de guerra si el resultado no los favorece. En la última semana, por ejemplo, Karina Milei y su equipo denunciaron que la Gendarmería cambiaba el contenido de las urnas para favorecer a Massa.
 
Tuvieron que salir a desdecirse, pero en el peronismo temen que arremetan con la idea de fraude durante toda la jornada. En UxP intuyen que lo hacen para movilizar fiscales y votantes, instalando en el imaginario anti peronista el fantasma de un PJ corrupto que se roba boletas, presiona fiscales y reemplaza urnas. A 40 años de democracia, y por más confianza que genera en todo el espectro político el trabajo de la Cámara Nacional Electoral, el ballotage tendrá un condimento adicional: el peligro de que un grupo radicalizado se niegue a aceptar la derrota.
 
Por María Cafferata
 
Fuente: Página 12
 

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18-09-2025 / 09:09
Con una gigantesca multitud desbordando la Plaza del Congreso, la Cámara de Diputados le dio un golpe demoledor al oficialismo. Por una mayoría que superó con creces los dos tercios, rechazó los vetos de Javier "el Loco" Milei a la Emergencia en Pediatría (Ley Garrahan) y al Financiamiento Universitario. Con una mayoría arrasadora, la oposición consiguió lo que antes parecía imposible: voltear dos vetos presidenciales de un solo golpe. Fracasaron todos los manotazos de ahogado del Gobierno de los Hermanos Milei, que espera sin esperanzas el voto del Senado.
 
Milei solo logró sumar unos 60 votos para blindar el veto. Atrás quedaron los 87 "héroes" a los que el presidente había agasajado con una cena el año pasado, luego de que lo hubieran ayudado a blindar el primer veto al financiamiento universitario. La red de alianzas se había roto, y Milei perdía aliados a mansalva. En medio de la campaña electoral, con los armados libertarios que Karina "la Coimera" Milei y Lule Menem constituyó en las provincias para competirle a los gobernadores, los primeros en soltarle la mano fueron los jefes provinciales.
 
Sobre todo, el amplio repudio y la resistencia social pudieron más que la prepotencia y los aprietes del violento Gobierno libertario. Una enorme movilización de miles de trabajadores, estudiantes, jubilados y jubiladas se concentró fuera del Congreso. Son parte de quienes sostuvieron todos estos meses la persistente lucha que impuso esta derrota a La Libertad Avanza. La movilización se replicó en numerosos puntos del país. Hay que seguir ese camino.
 
La Ciudad de Buenos Aires fue escenario este miércoles de una multitudinaria movilización en defensa de la educación pública y la salud. Desde distintos puntos de la capital, columnas de estudiantes, gremios docentes y agrupaciones políticas confluyeron en el Congreso de la Nación para rechazar el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario y a la declaración de Emergencia en Pediatría.
 
Las acciones comenzaron en la noche del martes con un "apagón educativo" organizado por universidades de todo el país, que apagaron sus edificios en señal de protesta. Este miércoles, desde las 17, la Marcha Federal Universitaria tomó las calles porteñas con miles de manifestantes que avanzaron hacia el Parlamento, donde la Cámara de Diputados debatía los vetos de Milei.
 
La protesta también tuvo un fuerte componente sanitario: trabajadores del Hospital Garrahan realizaron un paro y se sumaron a la movilización, en defensa de los recursos destinados a la atención pediátrica. Fue la persistencia de la lucha de las trabajadoras y los trabajadores del Garrahan, que vienen peleando hace meses contra el desfinanciamiento, enfrentando campañas de desprestigio y las mentiras del ministro del área, el empresario Mario Lugones.
 
Entre los dirigentes presentes se destacó el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, quien encabezó la columna del espacio Movimiento Derecho al Futuro. También el senador nacional Martín Lousteau marchó junto a la Unión Cívica Radical, en respaldo al financiamiento universitario y a los fondos para la salud infantil, marcando el pulso de una jornada en la que la defensa de la educación pública volvió a convertirse en bandera de miles.
 
En medio de la terrible paliza, los diputados "héroes" de La Libertad Avanza, el PRO y la UCR con peluca se levantaron y huyeron del recinto. Minutos después, Martín Menem dio por concluida la sesión. Lo que se viene es la modificación de la ley que regula los DNU. Ahí se termina esto de gobernar como un monarca, por DNU y vetando leyes.
 
La Opinión Popular
 

17-09-2025 / 09:09
Javier "el Loco" Milei es un mentiroso consuetudinario. Se dedica a "mandar fruta", hablar sin saber realmente del tema, exagerando, inventando o diciendo cosas sin sentido, con la intención de engañar. Todas las organizaciones especializadas en Educación, Jubilaciones y Discapacidad destruyeron los anuncios presidenciales sobre mejoras para esas áreas. Se basan solo en dibujos numéricos y ajustes encubiertos. Los gremios revelaron que el porcentaje del PBI dedicado a la enseñanza, que fue de 1,48 en 2023 y de 0,88 en 2025, baja al 0,75 en 2026. Los rectores aseguran que se congela el gasto universitario en sus peores niveles.
 
El discurso de Milei por el cual presentó el Presupuesto 2026 está plagado de números mentirosos y mensajes al "mercado", a los grandes empresarios y financistas. A los ricos. El presupuesto reduce fuertemente la partida destinada a cancelar deudas previsionales; mientras que la partida para pagar la deuda pública a los especuladores financieros crece un 20%. Hay deudas y deudas para el Gobierno.
 
Milei aseguró al presentar el Presupuesto 2026 que habrá un aumento del 17% de suba en términos reales (por encima de la inflación) en materia de salud, 8% en materia de educación, y 5% en jubilaciones y en pensiones por discapacidad. Además, anunció que se le asignará $4,8 billones a las universidades nacionales, lo que representa una suba nominal del 13% frente a una inflación proyectada del 10%.
 
Sin embargo, anteriormente, el Presidente reveló que el proyecto presenta "una regla de estabilidad fiscal": "si los ingresos caen o los gastos superan a lo previsto se deberán ajustar partidas para mantener el equilibrio fiscal". Es decir, cualquier variable proyectada en el Presupuesto que se modifique, como una inflación anual de 10% o un dólar debajo de $1.350, "obligará" a Milei a no cumplir con estos aumentos. Además, también lanzó que su proyecto estipula el "menor nivel de gasto sobre PBI de los últimos 30 años". Contradicciones que desnudan que sus promesas son incumplibles.
 
En las últimas semanas, el Gobierno libertario redujo en $40.267 millones las transferencias a las universidades nacionales. De esta manera, Milei terminará 2025 con una reducción del 9,4% real del presupuesto universitario con respecto a 2024 y del 32% frente a 2023. Para equiparar los gastos realizados el año pasado, el Gobierno debería invertir $4,6 billones en lo que resta de 2025 y $6,2 billones para igualar el nivel de 2023. Es decir, la promesa de $4,8 billones para el 2026 no absorbe la pérdida registrada.
 
Si bien Milei prometió que las jubilaciones aumentarán 5% por arriba de la inflación en 2026, no alcanza para equiparar lo perdido durante su gestión. En 2024, el recorte en dicha partida fue del 14%, y sin contar el bono para el haber mínimo cuyo monto está congelado hace 18 meses frente a una inflación superior al 100%.

Además, más allá de su promesa, si la inflación anual es más del 10% como se proyecta, ¿mantendrá el aumento de las jubilaciones 5% por encima de la inflación? "Si los gastos superan lo previsto se deberán ajustar partidas", afirmó en su discurso.

En otros rubros, las partidas presupuestarias en Educación acumulan un ajuste del 41% entre 2023 y 2025, según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA). El 8% anunciado por Milei queda chico. En cuanto a discapacidad, la ANDIS sufrió un recorte del 14%. Sobre este punto, Milei supone una suba del 5% real sobre las pensiones. El proyecto ensaya un recitado de mentiras expresadas en números que no cierran ni aseguran la continuidad de las áreas con normalidad. Lo peor todavía no pasó.

La Opinión Popular


16-09-2025 / 11:09
La bala entró. La derrota electoral en la provincia de Buenos Aires sacudió al Gobierno de Javier "el Loco" Milei de tal manera que se vio obligado a cambiar el tono discursivo. La administración libertaria se niega a modificar su brutal política económica de ajuste y motosierra, pero ayer el presidente brindó un discurso atípico: fue moderador, evitó los insultos, las provocaciones, anunció mejoras en el Presupuesto 2026 para los sectores más vulnerables y llamó a trabajar "codo a codo" con los Gobernadores.
 
Además, el jefe de Estado envió un mensaje a la población y aseguró que "lo peor ya pasó, no aflojemos". De esta manera, Milei acusó recibo del fuerte descontento social. Sin embargo, no fue la primera vez que el mandatario prometió que los momentos más difíciles quedaron atrás y que lo mejor estaba por venir.
 
El 10 de diciembre de 2024, el libertario afirmaba que ya habíamos "superado la prueba de fuego". "Estamos saliendo del desierto. La recesión terminó y el país finalmente ha comenzado a crecer. Gracias por confiar en este gobierno. Esto no quiere decir que hayamos llegado a puerto, pero sí quiere decir que podemos terminar el año con alivio y de que hemos dejado atrás lo peor", decía entonces en otra cadena nacional.
 
Un mes antes, el 11 de noviembre de 2024, decía exactamente lo mismo. "Hoy ya podemos decir que la recesión se terminó y de ahora en adelante todo lo que queda es crecimiento. De acá para adelante son todas buenas noticias", exclamaba. Pero lo frase no le pertenece exclusivamente a Milei. Años antes, en 2018, el entonces presidente Mauricio Macri también prometía frente al Congreso nacional que "lo peor" ya había pasado y vaticinaba años de crecimiento qué nunca llegaron.

Un Milei "sosegado" confirmó que profundizará el rumbo de ajuste fiscal exigido por el FMI. Y, tras una paliza electoral, La Libertad Avanza reflota la vieja promesa de que lo más difícil queda atrás. Sin embargo, y a pesar de algunas mejoras anunciadas, el Presupuesto 2026 es una ley de ajuste que no modifica los planes del Gobierno y del Fondo Monetario Internacional. Son mentiras, falsas promesas de aumentos para ganar las elecciones y más ajuste en jubilaciones, salud y educación.

En las calles, se manifestó el hartazgo total, hubo una ola de cacerolazos en el AMBA contra la cadena nacional de Milei. Desde Palermo y Recoleta hasta La Plata, cientos de personas en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires manifestaron su rechazo al Presidente mientras lanzaba el Presupuesto 2026. La sociedad no compró las mentiras de la cadena nacional y repentinamente salió a las ventanas y los balcones a manifestarse en contra de las medidas de ajuste del Gobierno anarco capitalista. La noche quedó marcada por una ola de cacerolazos en todo el AMBA.

El ruido metálico se convirtió en un grito unánime contra las políticas que solo traen más hambre, despidos y desesperación. "No se puede más, nos están matando de a poco", gritaban en Plaza de Mayo, donde las cacerolas parecían tambores de guerra. El fantasma de la crisis del 2001 sobrevoló la noche, con la misma bronca, la misma impotencia y las mismas calles llenas de familias cansadas.
 
El Gobierno de Milei, mientras tanto, respondió con silencio y un operativo de seguridad notorio en los puntos calientes. Sin embargo, la bronca ya no se calla con policías ni patrulleros. La pregunta que queda flotando es si este rugido metálico será apenas un desahogo pasajero o el comienzo de un estallido más grande que termine por arrinconar a la hermana coimera, al libertario desquiciado y a su nefasto plan neoliberal.
 
La Opinión Popular
 

15-09-2025 / 09:09
Un Gobierno anarco capitalista sin cuadros políticos y sin la más remota idea sobre el funcionamiento del Estado, se enfrenta a la profundización de su propia distopía tras la paliza electoral. La hermanísima copó el Ejecutivo y con Jamoncito, hasta acá, se demostraron como una unidad indivisible. El Gobierno está completamente en manos político-administrativas de Karina "el Jefe" Milei y se resolvió que sólo sea Luis "Toto" Caputo quien conduzca el único plan existente: pisar el dólar hasta las elecciones de octubre. No hay más que eso. No hay más certezas que ésas.
 
Respecto de la primera, podrían apuntarse dos observaciones. Una es que La Hermanísima Karina siempre estuvo a cargo de la ejecutividad gubernamental, excepción hecha de lo económico. La otra consiste en que, como fuere, no habría mayores novedades porque desde un comienzo la gestión fue un quilombo. Basta con repasar los centenares de funcionarios echados o renunciados, que supieron llegaron al promedio de uno por día.
 
Y esto tampoco sería novedoso, porque se corresponde con las características de un Gobierno arribado como tal sin la más mínima preparación institucional. Sin cuadros políticos. Sin la más remota idea sobre el funcionamiento del Estado. En otros términos conocidos, Javier "el Loco" Milei fue un armado del establishment, desde el panelismo televisivo y las redes, para segmentar parte de los votos peronistas y antiperonistas.
 
Pero el Frankestein adquirió una fuerza propia inusitada, a tono con endilgarle ese carácter de accidente insólito en la historia argentina. Y después no hubo nada que hacer. Así, el país quedó al arbitrio de unos Hermanos & Cía. exclusivamente relacionables con un escenario distópico. ¿Cuál es la noticia, entonces? Es que, tras el resultado electoral, la distopía se profundizó. Ya no hay Presidente, al menos por ahora, en su acepción de figura con aptitudes básicas para tomar decisiones autónomas. Milei está paralizado, totalmente fuera de eje.
 
Es así desde la noche del domingo pasado, cuando, aunque siga sin poder creerse, hasta último momento imaginó que perdía por muy poca diferencia. Incluso, de acuerdo con las mesas testigo del indescriptible Sebastián Pareja, pensó que llegarían a ganar por unos 8 puntos. Eran 50 de esas mesas, según pudo constatarse, de calidad irrelevante. Al aterrizar con los números reales entró en colapso (político, aclaremos, porque los diagnósticos psiquiátricos incumben a especialistas y nunca a la bartola periodística). Continúa en ese estado.
 
Se verá si para la cadena nacional de este lunes a la noche puede recomponerse como para dar una imagen atildada, llamémosle. Hablamos del continente, desde ya. El contenido será la provocación de redoblar su rumbo. La hermana, en consecuencia, asumió enteramente el rol presidencial. Y, hasta ahora sin visos de modificaciones, se cargó con desprecio todo intento de cambios siquiera por maquillaje.
 
El hazmerreír de una mesa política con los mismos rostros de la derrota y el nombramiento de un ministro de Interior que ya lo era de facto, tras el pase de Guillermo Francos a la Jefatura de Gabinete, es todo de ella. Es de ella -en todo caso, junto con el edecán de Francos- llamar al diálogo con los gobernadores mientras se vetan los fondos de ATN a las provincias, para no hablar de la "profunda autocrítica" que en simultáneo rechaza el financiamiento a las Universidades y la emergencia pediátrica Garrahan incluido.
 
Es de ella haberse animado a un acto de lanzamiento de LLA en Tucumán, ante un estadio cuyas tribunas debieron cubrir con lonas negras para ocultar el vacío; en el que brilló por su ausencia cualquier cántico de aliento y donde, en poco más de dos minutos de balbuceos, volvió a incurrir en el espectáculo de su terrorismo sintáctico. Sin más vueltas, he aquí la Presidenta real en ejercicio directo de la función.
 

14-09-2025 / 09:09
El miserable Gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei no solo canceló los fondos destinados a las personas discapacitadas, a los inundados o a la ciencia, también se apropió de los dólares de los créditos internacionales otorgados específicamente para esas actividades. Solo en Discapacidad figuran 560 millones en divisas que nadie sabe a dónde fueron, con la excepción de dos viajes de Spagnuolo a Israel. El Gobierno libertario no explica dónde está la plata que debería ir a ciencia o discapacidad. La hipótesis del Congreso de que los fondos están en el Tesoro para contener el esquema cambiario.
 
Pocas horas después de la paliza electoral en la Provincia de Buenos Aires, Milei recibió en Casa Rosada al presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn. El lunes al mediodía, ambos posaron para la foto junto a Luis "Toto" Caputo, Guillermo Francos y la motosierra de bronce que corona el despacho presidencial. El titular del organismo también había sido muy requerido para entrevistarse con dirigentes de la oposición, pero alegó estar muy ocupado.
 
Desde la comisión bicameral Revisora de Cuentas del Congreso, que conducen el diputado Miguel Pichetto (Encuentro Federal) y el senador Mariano Recalde (Fuerza Patria), querían citarlo para indagar en la letra chica de los créditos que el organismo le otorgó al país en los últimos meses.
 
La preocupación, que se hizo explícita en la última sesión de la comisión, es que muchos de esos fondos --cientos de millones de dólares-- en principio destinados a financiar obra pública y programas de inclusión como la discapacidad o la investigación científica, registran niveles de ejecución nulos o muy por debajo de lo pactado a la firma. Lo cual habilita la hipótesis de que el Gobierno desvía esos recursos hacia las cuentas del Tesoro para contener el actual esquema cambiario y favorecer la bicicleta financiera.
 
En lo que va del año, el Gobierno reconoció haber gastado unos 277 mil millones de pesos (algo menos de 250 millones de dólares) de lo que ingresó vía los distintos créditos de inversión del BID y otros organismos. En total hay unos 140 programas de desarrollo vigentes, desde los pautados para financiar el Progresar hasta la extensión y fortalecimieinto de la red de agua potable, pero el país hasta ahora vió poco y nada de esos fondos.
 
A esta altura del año (en ocho meses), los dos gobiernos anteriores (Cambiemos y Frente de Todos) ya habían ejecutado en promedio más de 1.500 millones de dólares. Es decir, la ejecución de Caputo es prácticamente del 20 por ciento de lo esperable. En paralelo, el Tesoro utilizó 500 millones de dólares para pisar el dólar en las semanas previas de la elección bonaerense.
 
El BID aprobó en julio de este año la "Estrategia País 2025-2028" para la Argentina, un paquete de apoyo financiero por un total de 10.000 millones de dólares (7.000 para el sector público y 3.000 para la inversión privada).
 
Si bien el organismo trabaja con todos los gobiernos y cada uno tiene una orientación específica, en este caso respalda a una administración que solo se preocupa por mantener el esquema cambiario-electoral, mientras tiene un desprecio palpable hacia la obra pública y pasa la motosierra por sectores sensibles. Lo contrario a lo que, a priori, buscan los organismos de crédito cuando apoyan a los países. Pese a todo, Goldfajn sigue apostando por Milei.
 

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