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Sociedad e Interés General - 19-11-2023 / 08:11
MUERE EL 19 DE NOVIEMBRE DE 2006

Saúl Ubaldini, el combativo líder de la CGT que enfrentó a la dictadura militar

Saúl Ubaldini, el combativo líder de la CGT que enfrentó a la dictadura militar
Saúl Ubaldini, exsecretario general de la CGT se enfrentó a la última dictadura cívico militar y planteó una férrea oposición a las políticas económicas aplicadas durante el gobierno de Raúl Alfonsín.
El 19 de noviembre de 2006, fallece Saúl Ubaldini a los 69 años y dejó un legado de lucha y consecuencia en la defensa de los derechos laborales. Se destacó al frente del gremio de trabajadores cerveceros. Secretario general de la CGT, lideró al movimiento obrero en los años finales de la dictadura a la que enfrentó. Fue uno de los principales antagonistas del gobierno de Raúl Alfonsín y encabezó trece paros generales contra el gobierno radical. En los 90 fue uno de los artífices del Movimiento de los Trabajadores Argentinos. Ocupó una banca de diputado nacional entre 1997 y 2005.
 
La Opinión Popular
 
Saúl Ubaldini, el combativo líder de la CGT que enfrentó a la dictadura militar 

El exsecretario general de la CGT, Saúl Ubaldini, organizó la histórica marcha por "Pan, Paz y Trabajo" en 1981.


Saúl Eldover Ubaldini, exsecretario general de la CGT que se enfrentó a la última dictadura cívico militar y planteó una férrea oposición a las políticas económicas aplicadas durante el gobierno de Raúl Alfonsín, fallecía el 19 de noviembre de 2006 y dejaba un legado de lucha y consecuencia en la defensa de los derechos laborales.
 
Nacido el 29 de diciembre de 1936 en el barrio porteño de Mataderos, Ubaldini vivió los primeros años de su infancia en una familia de trabajadores.
 
Se recibió de técnico industrial en la escuela secundaria y tras cumplir el servicio militar ingresó a trabajar en el Frigorífico Lisandro de La Torre, donde fue elegido delegado gremial del sindicato de la carne que encabezaba Sebastián Borro, un histórico dirigente de esa organización en los años '50 y '60.
 
Ubaldini forjó los primeros años de su trayectoria sindical en los años de la proscripción del peronismo y las luchas obreras contra los gobiernos militares.
 
A fines de los años '60, se incorporó a la Compañía Argentina de Levaduras de la industria cervecera y en 1972 resultó electo secretario general del gremio que representaba a los trabajadores del sector.
 
Como titular de la Federación de Sindicatos Cerveceros, y en los comienzos de la dictadura militar, integró "la Comisión Nacional de los 25" sindicatos que se oponían a las políticas del régimen de facto instalado a partir del 24 de marzo de 1976.
 
El sector de los 25, opuesto a una facción "dialoguista" con la dictadura que encabezaba el titular del sindicato plástico, Jorge Triaca, convocó el 27 de abril de 1979 al primer paro general contra el Gobierno militar, que concluyó con cientos de detenidos.
 
El protagonismo que tuvo en esa medida de fuerza le valió ocupar el liderazgo de la denominada CGT "Brasil", un sector más combativo de gremios que instaló su sede en esa calle en oposición a la conducción de Triaca, denominada como "Azopardo".
 
En medio de la división de la central obrera, Ubaldini, como secretario general de la CGT "Brasil", organizó el 7 de agosto de 1981 una marcha multitudinaria por el barrio de Liniers en el día de San Cayetano para reclamar por "Paz, Pan y Trabajo" que desafió el Estado de sitio imperante.
 
Tres días antes del desembarco de las tropas argentinas en Malvinas, el 30 de marzo de 1982, la CGT "Brasil" marchó a Plaza de Mayo en una jornada que estuvo signada por una fuerte represión policial en el centro porteño y en varios puntos del país.
 
En los últimos meses de la dictadura, siguió al frente del sector más combativo del movimiento obrero e intensificó su presencia en movilizaciones y huelgas.
 
Con el regreso de la democracia, Ubaldini mantuvo su perfil opositor y cuestionó desde la conducción de la CGT unificada las políticas laborales del gobierno de Raúl Alfonsín como la denominada "Ley Mucci".
 
Participó en 1985 al frente de la CGT de una marcha a Plaza de Mayo para pedir "juicio y castigo" a los culpables de los crímenes del terrorismo de Estado.
 
Los 13 paros generales que encabezó durante el Gobierno radical lo convirtieron en uno de los principales referentes de la oposición a esa administración, y propuso un programa de 26 puntos que incluían una moratoria en el pago de los intereses de la deuda externa.
 
Su costumbre de vestir camperas le dieron en esos años un aspecto pintoresco a su figura, al igual que el sentimiento y la emotividad que le imprimía a cada uno de sus discursos, en los cuales quedaba muchas veces al borde de las lágrimas.
 
En una ocasión, y de cara a un paro general de la CGT con movilización a Plaza de Mayo, Alfonsín criticó al cervecero en base a esta particularidad que exhibía, al afirmar que la coyuntura del país no estaba "para mantequitas y llorones".
 
La respuesta de Ubaldini al expresidente en una plaza colmada de columnas de manifestantes no pudo ser más contundente: "Llorar es un sentimiento, pero mentir en un pecado".
 
Respaldó la candidatura presidencial de Carlos Saúl Menem en 1989, pero tras el triunfo del riojano y el rumbo neoliberal que tomó, se alejó de la conducción de la CGT y se presentó como candidato en las elecciones de 1991, en las cuales obtuvo el poco más del 2 por ciento de los votos.
 
A pesar de sus diferencias con Menem, no se alejó del peronismo y en 1997, se acercó a Eduardo Duhalde y accedió a una banca en el Congreso nacional que ocupó hasta 2005.
 
Desde la Cámara de Diputados se opuso a la reforma laboral que impulsó el gobierno de Fernando De La Rúa denominada como "Ley Banelco", y en 2003 presentó un proyecto para derogar esa norma sancionada en medio de sospechas de sobornos.
 
Al terminar su mandato en el Congreso, pasó a desempeñarse como asesor e legislación laboral del gobierno de Néstor Kirchner, pero su estado de salud se agravó debido a un cáncer de pulmón que le ocasionó la muerte el 19 de noviembre de 2006, cuando estaba por cumplir 70 años.

 
Saúl Ubaldini, el combativo líder de la CGT que enfrentó a la dictadura militar
Con el regreso de la democracia, Saúl Ubaldini planteó una férrea oposición a las políticas económicas aplicadas durante el gobierno de Raúl Alfonsín.
 
Fuente: Telam

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17-10-2025 / 18:10
17-10-2025 / 18:10
17-10-2025 / 09:10
El coronel Juan Perón estaba preso. Nada se oponía a la restauración oligárquica y al retorno a la fraudulenta y corrupta Década Infame, interrumpida por la irrupción de la Revolución de Junio de 1943. Pero en ese momento la clase obrera se movilizó y desde ese instante se convertiría en un actor determinante del proceso político nacional.
 
Nadie la conocía aun. Carecía de antecedentes. Venía de abajo, del subsuelo de la Patria, y su marcha fue irresistible. Si había demorado en aparecer, lo cierto es que nadie pudo, desde entonces, olvidarlo jamás.
 
En la madrugada del 17 de octubre de 1945 comenzó una movilización de la clase trabajadora en los barrios populares del oeste de Capital Federal así como de las zonas industriales de sus alrededores.
 
Los obreros no ingresaban a trabajar en las fábricas y talleres e iban recorriendo los establecimientos vecinos, incitando a abandonarlos a quienes se encontraban en ellos, para luego marchar coreando consignas en favor de Juan Perón, por las calles principales hacia el centro de la Capital Federal.
 
Aquel 17 de octubre los trabajadores dejaron sus herramientas, apagaron las máquinas de sus talleres y fabricas, se subieron al tranvía o al ómnibus y se fueron a la Plaza de Mayo. Estaban dispuestos a dar la vida por Perón. Un nuevo ciclo histórico se iniciaba en la Argentina.
 
El 17 de octubre de 1945 marcó un antes y un después en la historia de nuestro país: más de un millón de trabajadores, coparon la Plaza de Mayo para exigir la liberación del que ya entonces consideraban su líder: el coronel Perón, quien desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, había instrumentado numerosas medidas que favorecieron a los obreros, sentando las bases de la movilidad social ascendente y permitiéndoles integrarse a un país que, hasta entonces, no los reconocía.
 
Setenta y ocho años después, recordamos aquella expresión de lealtad mutua: de los trabajadores hacia su líder, pero también de Perón hacia ellos, al visibilizarlos y, una vez en el poder, haber seguido defendiendo sus derechos. Sin arriar nunca las banderas del trabajo, la dignidad y la justicia social.

 
Escribe Blas García  

17-10-2025 / 09:10
El 17 de Octubre de 1945, Juan Perón fue rescatado de la cárcel por la masiva movilización de la clase trabajadora, exponiendo así la falencia del anciano régimen oligárquico antinacional -rapaz y parasitario- y la caducidad de los viejos partidos políticos seudo democráticos, sobrepasados por el proletariado, que de ahora en más, podía obtener reivindicaciones que ya no se pedían, se reclamaban, porque ya no se confiaba en la buena voluntad de los sectores dominantes sino en la propia fuerza de los trabajadores.

Ese día resurge la Argentina profunda, el subsuelo de la Patria sublevado, y reaparece para continuar escribiendo la historia de las masas populares, una secuencia que va desde las lanzas primero -con las montoneras federales del interior-, el voto después -con el radicalismo yrigoyenista- y por último los sindicatos obreros -con el peronismo-. Tres momentos en los que el Pueblo lucha para realizarse con el federalismo, la soberanía política y la democracia social.

Como consecuencia de la actuación revolucionaria de las masas populares el 17 de octubre de 1945, el justicialismo llega al poder y produce transformaciones en todos los ámbitos de la realidad del país. La Revolución Nacional, de Eva y Juan Perón, rompió con el modelo semicolonial dependiente, logrando la independencia económica, la justicia social y permitiendo importantes conquistas a los sectores populares. Una Nueva Argentina con el Pueblo de protagonista.

La terrible reacción gorila de la vieja Argentina oligárquica y autoritaria, en el golpe de septiembre de 1955, dan la medida de la trascendencia revolucionaria del peronismo. Cómo los movimientos nacionales antecesores: el federalismo de Rosas y el radicalismo de Yrigoyen; solo se alcanzaron conquistas transitorias y fueron derrotados por la estructura de la injusticia y la dependencia. Revolución y contrarrevolución.

A partir de 1955, la exclusión política del peronismo produjo un proceso de Resistencia que ampliaría su perfil. Aglutinó, representó y canalizó a todas las rebeldías y críticas contra el sistema económico, social y político, crecientemente ineficaz y en el cual era el único actor apartado. En esta lucha, el peronismo constituyó el agrupamiento de las fuerzas populares y proletarias, mientras que el régimen militar se identificaba con los intereses de la oligarquía, la burguesía entreguista y los partidos liberales.

Todos estos esfuerzos son partes de un mismo combate, en la que todavía no se han alcanzado triunfos definitivos. Corsi e ricorsi, la Patria aparece como un proyecto inacabado que debemos realizarlo plenamente hoy cuando el capitalismo globalizado pretende desembarazarse de las limitaciones que, a lo largo del siglo XX, le impusieran los Estados Nacionales y los movimientos sociales encabezados por la clase trabajadora, para aplicar sus políticas neoliberales de injusticia social.

Las medidas económicas impulsadas por Javier Milei y Luis Caputo están inspiradas en el más crudo neoliberalismo, que fue iniciado durante la Revolución Fusiladora, continuadas por la dictadura de Jorge Rafael Videla y por los votos en los gobiernos de Carlos MenemFernando de la Rua, Mauricio Macri y Javier Milei. Este tipo de recetas conservadoras y reaccionarias, que aumentan la injusticia quitando derechos sociales y agrandan la dependencia con el fuerte endeudamiento, siempre fracasaron, provocando resistencias populares y revueltas sociales. 


Por eso, como integrantes del Movimiento Nacional y Popular que cambió la historia política argentina, volvemos a levantar, como en 1945, el cuestionamiento del sistema neoliberal económico y social injusto y la necesidad de dar la pelea para cambiarlo. Con el peronismo, seremos una Nación independiente, y si nos sacamos la dependencia del capital financiero y del FMI volveremos al desarrollo económico. Caso contrario, podría retornar el neoliberalismo apátrida y seguiremos hundiéndonos aun más en la pobreza y la dependencia. 
La cuestión sigue siendo la misma, patria o colonia. El legado de la lucha continúa, hoy contra una de las formas mas crueles, brutales y salvajes de capitalismo, la de Javier Milei.


 
Gustavo Rearte, fundador y líder de la JP, héroe de la Resistencia Peronista 
 Escribe: Blas García 

 

15-10-2025 / 19:10
Juan Perón había surgido a la vida política dos años antes, desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, y había dignificado al obrero otorgando derechos vulnerados desde siempre. Unidos en el odio a Perón y defendiendo sus intereses, el frente oligárquico logra aislarlo, despojarlo de todos su cargos forzando su renuncia y recluirlo en la isla de Martín García. Parecía que una vez más en nuestra historia, los que más tenían, los que hacían las  leyes, los que vivían del trabajo ajeno, imponían su voluntad omnipotente.
 
Pero los trabajadores argentinos reaccionan y en la mañana del lunes 16 de octubre de 1945, los dirigentes de la CGT se entrevistan con presidente Edelmiro J. Farrell, al cual le trasmite su preocupación por la situación del coronel Perón, así como que algunos gremios han empezado a salir a la calle reclamando por su libertad. También le expresan la preocupación reinante en la clase trabajadora ante las versiones de los diarios acerca del nuevo gabinete que estaría integrado por hombres de la oligarquía y del conservadorismo.
 
Por su parte, la Unión Obrera Local- expresión sindical del Partido Comunista-sostiene que "desautoriza las versiones a favor de una huelga inminente lanzadas por un grupo afecto al gobierno desplazado y por elementos nazis que pretenden obstruir el camino de las elecciones libres".
 
A su vez, el Partido Socialista denuncia "la maniobra encaminada a confundir la opinión de los trabajadores y crear factores de perturbación y anarquía...tentativa de los dirigentes entregados a la dictadura implantada por el ex secretario de Trabajo y Previsión".
 
Los partidos de "izquierda" de la oligarquía, más que confundidos, no saben de donde sale esa "chusma" peroniana, como la denominan despectivamente, que nada tiene que ver con el modelo de obrero de sus libros y manuales, pulcro y atildado, con el que están acostumbrados a tratar.
 
A la tarde se conoce la decisión de la Central Obrera: por 16 votos contra 11, "la CGT, en defensa de las conquistas obtenidas y las por obtener y considerando que éstas se hallan en peligro ante la toma del poder por las fuerzas del capital y la oligarquía, declara un Paro General en todo el país por el término de 24 horas, que se hará efectivo el día jueves 18 de octubre, a partir de la cero hora".
 
Comienza así, el devenir histórico por el cual los trabajadores argentinos se introducen por primera vez y para siempre en la escena política nacional, para terminar con la semicolonia pastoril y construir una nación moderna e independiente, y lo hacen con un movimiento popular que tiene como eje al proletariado. En nuestro país nada volvería a ser igual.
 
Gustavo Rearte, fundador y líder de la JP, héroe de la Resistencia Peronista 
Escribe Blas García 

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