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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 13-11-2023 / 09:11
EL PERONISTA APABULLÓ A UN LIBERFACHO APICHONADO EN EL ÚLTIMO DEBATE PRESIDENCIAL

Sergio Massa ganó por nocaut: golpeó sin compasión durante dos horas a un Milei amateur

Sergio Massa ganó por nocaut: golpeó sin compasión durante dos horas a un Milei amateur
Decir que Massa le ganó el debate a Milei es no hacerle justicia a lo que ocurrió; le dio una paliza memorable, algo muy difícil de ver en instancias de este tipo, preparadas como son por ejércitos de expertos. Ahora bien, ¿semejante disparidad definirá la elección del próximo domingo a favor de Massa? No necesariamente, consolidadas como están las posiciones en la amplia mayoría del electorado. Los sondeos anticipan para el domingo 19 un empate técnico, con una ventaja para Milei que está dentro del error estadístico.
Si un debate tiene alguna posibilidad de definir una elección, ninguno mejor que el celebrado este domingo entre los dos candidatos a la Presidencia de Argentina. El peronista Sergio Massa aporreó sin compasión durante dos horas a su rival, el ultra derechista Javier Milei. El actual ministro de Economía concentró sus esfuerzos en exponer las contradicciones de Milei en la campaña, lo abrumó a preguntas que exigió contestar "por sí o por no", puso en duda su estabilidad emocional y cerca estuvo de hacerlo perder los estribos.
 
Un Milei balbuceante ocupó la mayor parte de su tiempo en defenderse. Tildó a Massa de mentiroso y de ser parte de "la casta" que "ha empobrecido al país", mientras agitaba el fantasma de un posible fraude en las elecciones del domingo próximo. Pero perdió, como un amateur, la oportunidad de sacar provecho de la crisis económica y demostró que no está preparado para gobernar el pais.
 
El formato de este debate definitivo, que permitió las interrupciones y el diálogo entre los contrincantes, favoreció con claridad al peronista desde el inicio. Por algo es un político con más de 30 años de experiencia, que fue candidato a presidente en 2015 despotricando contra el kirchnerismo (obtuvo el 21% de los votos) y ahora volvió al ruedo bajo la misma ala que antes repudió. Milei, que saltó a la política hace poco más de dos años desde la televisión, padeció la falta de reflejos políticos y debió asirse a sus repetidas muletillas de campaña y perdía el tiempo respondiendo ataques.
 
Massa se concentró en los permanentes cambios de opinión de su rival. Tras quedar segundo en la primera vuelta electoral, el ultra tomó distancia de sus propuestas más polémicas, como la libre portación de armas, el fin de las ayudas sociales o terminar con la educación pública. Massa le achacó también su alianza con Patricia Bullrich, tercera en el primer turno del 22 de octubre, y su jefe político, Mauricio "Titiritero" Macri (2015-2019).
 
"Por sí o por no, ¿vas a eliminar los subsidios? Por sí o por no, ¿vas a dolarizar la economía? Por sí o por no, ¿vas a privatizar ríos y mares? Por sí o por no, ¿vas a eliminar el Banco Central? Por sí o por no, ¿vas a arancelar las universidades?". "No me vas a condicionar, ustedes son unos mentirosos", le respondió Milei, atosigado por lo que por momentos fue más una suerte de entrevista. "No vamos a tocar las tarifas. Vos nos reventaste los ingresos, si tuviéramos los ingresos de antes de la convertibilidad [del peso con el dólar, en 1991] tendríamos cuatro veces más que hoy. ¿Sabés por qué voy a terminar con la inflación? Porque es la forma en que ustedes nos roban a nosotros, el Gobierno de delincuentes que vos integrás", le respondió. "Milei, el debate es largo, no te pongas agresivo", le contestó Massa.
 
Milei estuvo titubeante, pero nunca llegó del todo a perder los estribos. Siempre a la defensiva, sufrió la regla que le impedía tener apuntes. También el formato de los seis minutos. Ese era el tiempo del que disponía cada uno para desarrollar sus temas y perdían segundos cuando interrumpían al rival. Massa aprovechó la norma: disparaba preguntas cortas que dejaban sin tiempo a Milei, mientras él disponía más tarde de sus minutos para cerrar el bloque a gusto.
 
"Entiendo que hiciste tu carrera en televisión, pero lo que está en juego hoy es el futuro de la nación. O te contradecís en la base que presentaste a la justicia electoral o en lo que decís esta noche. Estamos ante alguien que miente esta noche o mintió durante toda la campaña", le achacó Massa a su rival. "Sos un mentiroso", le respondía Milei a repetición. Para el final, Massa dijo que quiere ser presidente "para superar" la crisis, convencido "de que ahora viene el crecimiento".
 
Decir que Massa le ganó el debate a Milei es no hacerle justicia a lo que ocurrió; le dio una paliza memorable, algo muy difícil de ver en instancias de este tipo, preparadas como son por ejércitos de expertos. Ahora bien, ¿semejante disparidad definirá la elección del próximo domingo a favor de Massa? No necesariamente, consolidadas como están las posiciones en la amplia mayoría del electorado. Los sondeos anticipan para el domingo 19 un empate técnico, con una ventaja para Milei que está dentro del error estadístico.
 
La Opinión Popular
 

 
19N SEGUNDA VUELTA
 
Debate presidencial: ganó Sergio Massa por nocaut
 
El debate de presidenciables fue triunfo para el peronista y un calvario para el ultraderechista. Por sí o por no, la estrategia que descolocó al candidato opositor. El posdebate, en los comentarios de periodistas y analistas, resultó también lapidario para el anarcocapitalista. "¿Gana el que habla mejor o el que miente menos? ¿Gana un mentiroso profesional o un amateur?", trató de defenderlo, lo mejor que pudo, un comunicador de amplia presencia.
 
Al menos en caliente, Massa se impuso incluso de visitante: en el terreno de las redes sociales, donde se supone que la ultraderecha descuella. Su cuenta de Twitter estuvo muy activa, replicando los fragmentos más favorables, así como videos recientes que desmentían las explicaciones que el opositor atinaba a realizar. Lo mismo ocurrió en las de otros referentes de UP, como Axel Kicillof y Wado de Pedro, lo que contrastó con el llamativo silencio de la de Milei y la ausencia absoluta de sus socios nuevos, Mauricio Macri, Patricia Bullrich y sus lugartenientes.
 
Solo repasar los trending topics ni bien terminó el duelo permitía constatar hasta qué punto se midieron dos fuerzas desparejas: Sergio Massa, Google, Sí o no, Malvinas, Cruyff, Papa, Por sí o por no, Thatcher, GEDE, Banco Central, AFJP, Giuliani, Tigre... todos tópicos favorables al hombre de UP. Luego venía Conan, algo de lo que no se habló, pero que evidentemente ya formaba parte del bullying.
 
Las ausencias de referentes del PRO halcón también se notaron en la Facultad de Derecho, lo que fue resaltado por el ministro de Economía. Milei pareció un hombre solo, desorientado y preocupantemente falto de preparación y herramientas para poner manos a la obra en la delicada tarea para la que se ofrece.
 
 
Momentos de vapuleo
  
El mayor tormento de Milei se produjo en la primera mitad, en la que justamente se debatieron dos temas que, a priori, lo favorecían: economía y relaciones internacionales. Más esperablemente, también trastabilló en educación y salud.
 
El ida y vuelta fue para él un desastre, lo que se evidenció en su gestualidad, en sus dificultades discursivas y en la recurrencia a las muletillas y, como suele ocurrir con los boxeadores al borde del knockout, al eslogan.
 
En economía, Massa logró que casi ni se hable de la inflación del 140%, de una actividad que se enfría, de ingresos que no alcanzan y de una pobreza de más del 40%, todas cuestiones en las que le caben grandes responsabilidades: una verdadera proeza. Es más, ni perdió tiempo en justificar lo injustificable.
 
Para consumar esa toma de yudo -un hallazgo de cus coaches brasileños y el catalán Antoni Gutiérrez Rubí-, optó por defenderse atacando. Fue el tramo en el que lo acorraló con preguntas "por sí o por no" -una ocurrencia suya a la que el minarquista se sometió sin necesidad- respecto de sus propuestas más polémicas: eliminación de subsidios, privatización de Vaca Muerta, cierre del Banco Central y hasta privatización de mares y ríos. También sobre la dolarización, algo que a Milei le costó responder afirmativamente, cosa que hizo después de varias repreguntas, un dato posiblemente demostrativo del nivel de condicionamiento que su programa originar tiene a partir del apoyo condicionado de Macri. En resumen, el candidato-ministro lo corrió con un escarbadientes.
 
Repitió la operación al hablar de las relaciones con China y Brasil, las que Milei se niega a sostener por tratarse de dos "países comunistas", que da la casualidad de que además son los dos principales socios comerciales del país. Además, terminó por aceptar que debía pedirle disculpas a Francisco por haberlo insultado repetidamente, tuvo que aclarar que no va a entregar las Malvinas -apelando a una metáfora inentendible sobre el crack neerlandés Johan Cruyff- y no pudo dejar de admitir que admira a Margaret Thatcher, responsable -además de la dictadura de Leopoldo Galtieri- de la muerte de más de 600 jóvenes argentinos en 1982, ocasión en la que no ahorró sangre ni siquiera cuando pudo, como ocurrió con el hundimiento del ARA General Belgrano. El pin de la bandera argentina en la solapa del ministro dijo el resto.
 
Su caballito de batalla del libre comercio terminó atado a la idea de que derivaría en la pérdida de dos millones de puestos de trabajo y en un colapso económico para varias provincias argentinas.
 
En educación y salud, Milei tuvo un breve momento de tregua cuando recordó que Massa, hace muchos años, defendió el arancelamiento universitario, postura que ha cambiado radicalmente. Sin embargo, el cierre del primer tiempo resultó para aquel un desastre, cuando el renovador habló del tema que toda la audiencia tenía en mente: el "equilibrio mental". Según dijo -y Milei admitió- algo de eso hubo tiempo atrás en la decisión del Banco Central de no renovarle una pasantía.
 
 
Segundo tiempo
  
Lo que siguió fue menos brutal. En producción y trabajo, Massa se mostró propositivo, pero Milei no pudo aprovechar un nuevo momento económico, lo que se supone que es su expertise.
 
En seguridad, derrapó severamente otra vez al iniciar su exposición ponderando a Rudolph Giuliani... justo un aliado estadounidense de Massa y autor del prólogo de su libro sobre la política de seguridad en Tigre, la que el minarquista terminó por "reconocer".
 
Massa dejó pasar un ataque de su rival a Malena Galmarini, actitud de mal gusto a la que solo le dedicó una mueca. La que se encargó del asunto fue la propia titular de AySa.
 
Lo peor, sin embargo, fue cuando se aferró a un libreto mal pergeñado sobre una supuesta intención de Massa de avasallar, con sus propuestas, las autonomías provinciales. Habló de las limitaciones de la ley de Defensa Nacional a la actuación de las Fuerzas Armadas en conflictos internos, algo de lo que el peronista no habló; Milei confundió largamente los conceptos de "fuerzas armadas" y "fuerzas de seguridad".
 
Otro momento comprometido, tal vez el más comprometido de la noche, se produjo cuando Massa terminó un tramo de su argumentación y calló.
 
-¿Qué me querés preguntar? -dijo Milei, ya habituado a limitarse a responder preguntas que a decir lo suyo.
 
-Nada. Te cedí la palabra -señaló Massa
 
-Gracias. Te la cedo -ironizó el ultraderechista.
 
-Estamos ante un candidato que no tiene nada que decir y que solo llena el tiempo -metió la estocada el ministro.
 
No mintió: sin propuestas de relieve, el economista reiteró varias veces "para nosotros, el que las hace, las paga".
 
 
Tiempo de perdonar
  
Milei mencionó dos veces, pero no fue a fondo con un asunto espinoso para Massa: el juicio político a la Corte Suprema. Le perdonó allí la vida.
 
El peronista, en tanto, no fue a fondo en cuestiones como el mercado libre de armas, órganos y niños. Esos asuntos fueron ampliamente ventilados en una campaña extenuante y los votos de las personas sensibles a esas cuestiones se supone que ya están de su lado.
 
Algo similar, acaso, pueda decirse de su gran omisión de la noche: plantearle "un sí o no" sobre el negacionismo de los crímenes de la última dictadura. En el debate anterior, el propio Milei confirmó ese punto, la parte de la población sensible a la importancia de la política de "memoria, verdad y justicia" ya está decidida, insistir en ello habría sido "kirchnerizarse" y los sufragios que aún están en el aire evidentemente priorizan cuestiones vinculadas con el presente y con lo material.
 
"No se trata de Macri o de Cristina, Javier; el domingo es vos o yo", le dijo el renovador.
 
El rating de 48 puntos -casi cinco millones de espectadores- fue muy importante, pero queda por verse si influye sobre el pequeño segmento de votantes oscilantes o indecisos. Si así fuera, Massa debería ganar, pero, si primaran otras consideraciones, evaluaciones sobre el presente o resistencias al peronismo o al kirchnerismo, el resultado podría ser otro. Eso no puede afirmarse de ninguna manera.
 
Fuente: Letra P
 

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24-11-2025 / 09:11
Las ficciones en que se desenvuelve el Gobierno de los Hermanos Milei volvieron a quedar plasmadas con la caída del préstamo por 20 mil millones de dólares diseñado por el JP Morgan, junto con el Citigroup y el Bank of América. Decían que estaban bosquejándolo, en realidad. El ministro de Economía ensayó responder que nunca habían aludido a la probable existencia de ese empréstito. Que, por tanto, se trataba de otra de las "operaciones" dirigidas a afectar la firme marcha hacia nuestro destino de potencia mundial.
 
Es cierto, convengamos, que las autoridades económicas jamás dieron seguridad ni información acerca de esa ayuda. Simplemente, resulta veraz porque el gobierno argentino es ajeno por completo a cualquier notificación del área. Todo, desde la asunción de Scott Bessent como ministro real, es comunicado desde Estados Unidos en formas oficiales u oficiosas. Todo.
 
Caputo Toto, quien persiste como el ícono de la timba financiera puesto en funciones de Estado, busca ahora un "repo" por mucho menos que aquella cifra. Necesita al menos 5 mil millones de dólares a fines de pagar vencimientos en enero, que corresponden a la deuda contraída por Macri.
 
Es muy probable que, apoyo de Washington mediante, consiga la plata. En esa perspectiva, los medios oficialistas prácticamente ningunearon la información y se dedicaron al nuevo título que inventó la AFA, al fin de semana largo, a los incendios en el gremio de Camioneros o a las transas en ambas Cámaras que continúan preanunciando el grave astillamiento del peronismo.
 
En estas horas, metieron otra cuña los nombramientos de Alejandra Monteoliva y Carlos Alberto Presti. La mano derechísima de Patricia Bullrich en Seguridad estaba prevista. Pero no deja de impactar que el jefe del Ejército será el primer militar en ocupar Defensa desde el regreso de la democracia, "dando por finalizada la demonización de nuestros oficiales, suboficiales y soldados", según el comunicado de la Oficina del Presidente.
 
Mientras tanto, inclusive si no quisiera estimarse la incertidumbre de mediano plazo sobre el frente financiero externo, los relevamientos de la economía "micro" son contundentes. No transcurre día sin que se acumulen cierres y quebrantos de empresas, con las pymes a la cabeza.
 
En la medición interanual, descendió marcadamente el consumo en hipermercados, mayoristas y farmacias. La actividad industrial acusa lo mismo. La suba en el precio de los alimentos, con carne y frescos en primer lugar, explican un tercio del Índice de Precios al Consumidor; pero el Indec no quiere, o no consigue, que se actualice la medición. Las tarifas de servicios públicos, los alquileres, el transporte, las prepagas, determinan sumado a lo anterior el peso aplastante en la canasta familiar.
 
Si acaso no fuera suficiente con la credibilidad de esos números, que surgen de consultoras como de entes oficiales, debería bastar el semblante vacío o poco menos que exhiben los comercios, los súper, los changuitos, los lugares de entretenimiento.  No hay casi nada que no dé para abajo, salvo los indicadores "macro" que, como el superávit fiscal, el Gobierno dibuja. Pero simultáneamente, el acostumbramiento a que esto es lo que hay redunda en la estabilidad precaria, aceptada, que enfrente no tiene rival.
 
En las encuestas post-electorales, publicadas y reservadas, la coincidencia es unánime: la imagen negativa de Milei supera con amplitud a la positiva, y una mayoría de la población -alrededor del 60 por ciento- se manifiesta pesimista en cuanto al futuro económico. Esos datos no provienen de encuestólogos adversos al oficialismo. Todo lo contrario.
 

23-11-2025 / 11:11
El gobierno de Javier "el Loco" Milei puede durar tres meses o dos años o diez, mientras Donald Trump siga facilitando ayuda en forma de nueva deuda, mientras Luis Caputo siga convenciendo a los conejos que se metan en la galera, mientras la sociedad argentina siga ejercitando su proverbial paciencia.
 
No fue una buena semana para Toto Caputo. El jueves por la tarde el Wall Street Journal informó que la banca privada decidió dar de baja el plan para ayudar al gobierno argentino con un préstamo de 20 mil millones de dólares y ahora negocian un repo por la cuarta parte de ese valor, sin el cual, aparentemente, el Banco Central no tiene fondos para hacer frente a los vencimientos de enero. Un usuario anónimo en la red X replicó la noticia preguntándose "¿qué mierda es esto?" y el ministro de Economía atinó a comentar apenas: "Excelente pregunta".
 
Tampoco hay reservas para pagarle al FMI: esta semana las estadísticas del Tesoro de Estados Unidos dieron cuenta del último vencimiento de intereses ante ese organismo se afrontó con DEGs norteamericanos, aunque ninguno de los dos gobiernos dio información al respecto. El plan de Scott Bessent y Caputo sigue siendo, como antes de las elecciones, poner parches sobre parches hasta que en algún momento se abra el mercado de capitales. Cada parche es carísimo y la cuenta la paga el pueblo argentino, que no ve ninguno de los beneficios.
 
A esta altura del partido queda claro que el esquema económico de Milei sólo funciona montado sobre una aspiradora de dólares: 20 mil millones del FMI, 20 mil millones del swap con Bessent, casi 25 mil millones de otros organismos internacionales, más el fruto del blanqueo, la cosecha de este año, incluyendo la liquidación extraordinaria por la baja de retenciones en septiembre, los 5 mil millones del oro que no sabemos dónde está, y todavía no aparece la luz al final del túnel. Caputo, mientras tanto, sigue buscando nuevas fuentes de financiamiento.
 
Incluso con ese flujo extraordinario de divisas, que no va a durar para siempre, los límites del plan siguen resultando evidentes en las dos variables clave que Milei no puede negociar: la inflación, que no pudo romper el piso de dos por ciento y lleva medio año a la suba, y el riesgo país, que encuentra resistencia en los 600 puntos, todavía muy lejos del acceso al crédito, sin importar las garantías de Estados Unidos, el Fondo y el propio gobierno argentino, notoriamente consustanciado con el pago de las obligaciones. Son obstáculos que no pudo resolver ni puede ignorar.
 
En el gobierno podrán buscar todas las excusas que quieran, y cuentan para ello con la ayuda inestimable de buena parte del sistema de medios, del círculo rojo y hasta de parte de la oposición, sin embargo, es cada vez más claro que esos límites no son riesgo kuka sino exclusivamente responsabilidad de Milei y Caputo. Esta semana la ciudad de Buenos Aires se endeudó exitosamente en mercados internacionales a tasa de 7,8 por ciento. Varias provincias e importantes empresas también tienen acceso a deuda en buenas condiciones. Milei y Caputo no.
 
Existe un correlato lineal entre el aumento de la deuda externa del país y el endeudamiento cada vez más pronunciado de los hogares argentinos en el marco de la segunda recesión en dos años de este gobierno. De acuerdo a los últimos datos oficiales del Banco Central, la morosidad en el sistema financiero prácticamente se triplicó en el último año. Mientras que en septiembre del 24 sólo el 2,6 por ciento del crédito destinado a las familias estaba en mora, un año más tarde ese número se disparó hasta el 7,3 por ciento del total de las deudas.
 
La consultora Mercier publicó un estudio que da cuenta de que siete de cada diez argentinos sufren estrés financiero. Uno de cada cinco encuestados, prácticamente, admite que a menudo necesita pedir dinero prestado para llegar a fin de mes. Otro tanto siente que perdió el control de sus cuentas. 
 

22-11-2025 / 10:11
Con un movimiento de prestidigitación, Estados Unidos hizo quedar a los argentinos como indigentes intelectuales y empujó las elecciones a un resultado favorable a sus intereses. Se habló de 40 mil millones que conseguiría Washington para apuntalar a Javier Milei, la gente votó como quería el presidente yanqui Donald Trump, pasaron las elecciones, pero la plata no llegó, y el país está más endeudado que antes.
 
Los primeros 20 mil millones se transformaron en un swap que ya se usó, en parte para pagarle deuda e intereses a Estados Unidos. Ahora el Wall Street Journal dijo que los bancos que se habían comprometido a poner la otra parte se echaron atrás.
 
Las promesas falsas, los anuncios en el aire y las palmaditas en la espalda decidieron el voto de miles, frenaron la corrida al dólar para arriba y la caída de los bonos. Abracadabra, nada por aquí, nada por allá. No es para tener vergu?enza, porque así funciona gran parte del capitalismo occidental, con ilusiones y espejismos en las bolsas de valores.
 
No es para tener vergu?enza no, pero sí para tener pánico porque los espejismos se rompen y las burbujas se pinchan y porque esa forma de funcionar ha sido la que determinó la decadencia de Occidente ante el ascenso de economías basadas en la producción de riqueza real.
 
Para que funcione el ilusionismo hay que hacer creíble lo increíble. Por eso, un adulto inteligente sabe que un mago es lo menos creíble porque su función es mentirte, o ilusionarte. A la economía argentina la manejan varios "magos" de las finanzas, como Luis Caputo o Federico Sturzenegger. O sea, está en el horno.
 
No es un juego de palabras barato. Lo sería si en este momento hubiera 40 mil millones de dólares en el Banco Central. Los economistas hablan de "expectativas de los mercados" que movilizan cientos de miles de millones de dólares para arriba o para abajo, todos los días, en las bolsas de todo el planeta.
 
Las expectativas son "predicciones o creencias" de las personas, inversionistas o gobiernos. Y las predicciones y las creencias son volubles y manipulables. El juego consiste en que Juan le haga creer a José lo que le conviene a Juan, aunque no le convenga a José. A veces José gana y a veces pierde. Pero Juan gana siempre, y más.
 
Fue lo que hizo Milei con la criptomoneda $Libra basándose en su prestigio como Presidente de los argentinos, según la comisión parlamentaria que investigó esta estafa. Una ilusión que motivó a miles de personas a comprar algo que al poco tiempo no valía ni la milésima parte de lo que habían pagado por creer en la palabra de Milei. Y fue lo que hizo Estados Unidos con los argentinos para que decidieran un voto que les costará muy caro.
 
Con este dispositivo infectaron también a la política y pusieron a la ilusión como base de la esperanza. O sea, se genera una expectativa sobre la base de algo que no es cierto, una imagen que es una mentira envuelta en celofán para hacerla creíble. Ese mecanismo necesita primero hacer increíble lo creíble, o sea destruir la parte de la política que funciona sobre realidades concretas: si esas realidades son buenas, nos va bien, y si son malas, nos va mal.
 

21-11-2025 / 10:11
El gobierno de Javier "el Loco" Milei y algunos de sus medios de comunicación amigos transmiten un triunfalismo a prueba de balas para avanzar a fondo en sus planes anarco capitalistas, que no se condice con la realidad, ni con las dudas que existen sobre un modelo neoliberal libertario que tiene muchas líneas de falla. Donald Trump rescató a Milei pero no se sabe quién rescatará a Trump que cae en picada por la economía mientras crece la preocupación por el costo de vida y por el caso Epstein que lastran su popularidad.
 
En el complicado marco de dificultades que tiene Trump, no sorprendió que el préstamo de USD 20.000 millones que estaba estructurando el JP Morgan se cayera. Ahora el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, intenta que ese banco junto al Citigroup y el Bank of America le consigan un préstamo repo de USD 5.000 millones. Se le escapó la tortuga y la debilidad quedó expuesta.
 
La noticia, que golpea abajo de la línea de flotación al equipo económico, fue confirmada por el Wall Street Journal, en base a fuentes directas de los bancos involucrados en la operación. La urgencia de Caputo por cerrar un repo de USD 5.000 millones tiene un destino claro: en enero próximo tiene que pagar vencimientos por USD 4.000 millones y como él mismo reconoció, no tiene los dólares.
 
El Wall Street Journal reveló que Caputo está prometiendo devolver rápido esos USD 5.000 millones, con la idea que pronto empezará a bajar el riesgo país -este jueves subió- y entonces les ofrecería a esos mismos bancos el negocio de emitir deuda soberana y pagarse el repo. "Sin embargo, las entidades quedarían expuestas si las condiciones de mercado se deterioran y el país no logra colocar nuevos títulos ni obtener otras fuentes de financiamiento", advirtió el diario rector de Wall Street.
 
La noticia descolocó tanto al equipo económico que el propio Caputo no pudo ocultar su sorpresa. Cuando el tuitero libertario financiero, El Oráculo de Trenque Lauquen, ¿posteó la nota del WSJ y se preguntó "Qué mierda es esto?", el propio Caputo le respondió: "Excelente pregunta".
 
El préstamo que iba a estructurar el JP Morgan fue anunciado por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, como parte del salvataje de la administración Trump a Milei antes de las elecciones, que incluyó el anuncio de un swap del Tesoro con el Banco Central por otros USD 20.000 millones, que tampoco termina de concretarse.
 
Luego que Bessent anunciara el préstamo del JP Morgan, el CEO de ese grupo, Jamie Dimon, empezó a enfriar las expectativas ante el presente griego que le giraba el Tesoro. Con cuidado de no dejar expuesto al secretario del Tesoro, Dimon empezó a darle largas al asunto y a exigir garantías, cada vez en voz más alta, para prestarle semejante montaña de dólares a un incumplidor serial como la Argentina.
 
Inicialmente, Caputo había intentado que el Tesoro respaldara ese préstamo con los DEGs que tiene del FMI, pero la administración de Trump se negó a dar ese paso. En su lugar, intervino directamente en el mercado spot de Buenos Aires vendiendo dólares antes de ls elecciones por más de USD 2.000 millones, para planchar su precio.
 
Una vez que Milei ganó las elecciones, el Tesoro se desprendió de sus pesos, se supone colocados en una letra que le dio Caputo; y se embolsó la diferencia del carry trade. Ante el total oscurantismo de Caputo en torno a esta operación, no se sabe cómo continúa el swap ni que porción de este se puede utilizar, si es que se puede.
 
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20-11-2025 / 10:11
Por mayoría, la comisión de Asuntos Constitucionales del Senado rechazó el pliego de Lorena Villaverde. El dictamen de todas formas no es vinculante, y el 28 de noviembre será cuando la Cámara alta vote si la senadora libertaria vinculada al narco Fred Machado y detenida en Miami por narcotráfico, puede asumir o no la banca.
 
La Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado aprobó los títulos de 23 senadores electos, pero dejó afuera a Villaverde. Su rechazo fue firmado por 12 senadores de diversos bloques, incluyendo Unión por la Patria y sectores de la oposición. Sin embargo, el dictamen no es vinculante: la última palabra la tendrá la sesión del 28 de noviembre. Para impedir que Villaverde asuma, el peronismo va a necesitar sumar aliados, ya que el resultado se define por mayoría simple.
 
Las acusaciones contra Villaverde no son menores: fue detenida en Estados Unidos en 2002 por presunto tráfico de drogas y mantiene vínculos con Claudio Ciccarelli, relacionado al narco Fred Machado, ambos investigados en causas de fraude inmobiliario y préstamos truchos.
 
En el debate algunos aliados del Gobierno también votaron en contra de la aspirante a senadora vinculada al narco. A pesar de que Luis Juez salió a bancar a Villaverde negando todo, la mayoría de la comisión sostuvo que no tiene idoneidad para ocupar una banca.
 
Lorena Villaverde es una dirigente política de La Libertad Avanza en la provincia de Río Negro, que en 2025 se vio envuelta en un fuerte escándalo por sus vínculos con el narcotráfico y una causa judicial en Estados Unidos. El caso salió a la luz cuando se conoció que José Luis Espert fue denunciado por recibir fondos de Fred Machado, empresario acusado de narcotráfico, y que Villaverde tenía un estrecho vínculo afectivo y laboral con Claudio Ciccarelli, primo y hombre de confianza de Machado.
 
La situación se agravó con la difusión de documentos judiciales estadounidenses que la involucran en una operación encubierta de drogas en Miami. Aunque el juicio fue suspendido por irregularidades, versiones periodísticas sostienen que Villaverde habría colaborado con la DEA antes de salir de Estados Unidos.
 
Además, investigaciones periodísticas revelaron que Villaverde está mencionada en una causa por estafas piramidales contra Enrique Blaskey Señorans, en la que habría conseguido inversores que luego fueron estafados por millones de pesos. En agosto de 2025, fue embargada por 50 millones de pesos por una estafa en la venta de terrenos en Las Grutas, Río Negro.
 
También se la señala por enviar mensajes amenazantes a periodistas que investigaron su caso. Todo este entramado expuso las conexiones entre el espacio libertario y redes de narcotráfico, y tuvo un fuerte impacto electoral, desplomando la imagen de Villaverde y de La Libertad Avanza en la provincia, en medio del escándalo Espert.
 
En resumen, Lorena Villaverde pasó de liderar las encuestas en Río Negro a estar en el centro de un escándalo por sus vínculos con el narcotráfico, estafas y amenazas, lo que generó una crisis de legitimidad en su espacio político a días de las elecciones. Su suerte se sellará en la próxima sesión del Senado, donde la oposición necesitará de aliados para impedir la asunción de la rionegrina.
 
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