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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Entre Ríos - 01-10-2023 / 19:10
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL

Bullrich y Frigerio le anularán a los entrerrianos sus derechos laborales

Bullrich y Frigerio le anularán a los entrerrianos sus derechos laborales
La candidata a presidente de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, vino a Paraná a amenazar a los docentes entrerrianos. Dijo que si llega a la Presidencia propondrá un acuerdo para que los docentes no puedan hacer paros. Si no consigue apoyo, irá a la Corte Suprema, que es adicta al macrismo, "para que nos dé la razón, que no hay derecho más importante en la Argentina que el derecho a la educación", afirmó. A su lado, el porteño Rogelio Frigerio aplaudía ruidosamente.
La candidata a presidente de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, vino a Paraná a amenazar a los docentes entrerrianos. Dijo que si llega a la Presidencia propondrá un acuerdo para que los docentes no puedan hacer paros. Si no consigue apoyo, irá a la Corte Suprema, que es adicta al macrismo, "para que nos dé la razón, que no hay derecho más importante en la Argentina que el derecho a la educación", afirmó. A su lado, el porteño Rogelio Frigerio aplaudía ruidosamente.
 
El que salió a cruzarla fue el gobernador Gustavo Bordet, quien sostuvo: "A mí me preocupa cuando viene una candidata a presidenta con un candidato a gobernador en Entre Ríos y dice que va a limitar el derecho a huelga de los docentes, me parece un espanto". En ese marco comparó la propuesta macrista con las acciones concretas de su gobierno. "Estamos trabajando con las organizaciones gremiales docentes acordando salarios que le ganen a la inflación y estamos cumpliendo", dijo.
 
La huelga es un derecho que tienen los trabajadores de suspender, en forma conjunta, las tareas laborales, por un tiempo determinado, con el fin de obtener mejores salarios y condiciones de trabajo. Está garantizado en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional. Pero las intenciones de Bullrich y Frigerio en contra de los trabajadores entrerrianos son muy claras. Tienen una agenda altamente nociva para las clases populares y medias de este país. En Entre Ríos el esquema de Juntos por el Cambio atacará cuestiones puntuales:
 
Reforma de la ley previsional Nº 8732; amenaza con extender jornadas de clase los sábados, atacar el régimen de licencias e inasistencias, instalación de la cultura del pago por presentismo, desacreditar mediáticamente el trabajo docente, derogación del Estatuto del Docente Entrerriano, regreso de las políticas de gerenciamiento de la institución escolar para luego avanzar en procesos privatizadores en educación, ofensiva contra la estabilidad docente (precarización laboral) e intervención o disciplinamiento de la Obra Social (desfinanciándola previamente).
 
Además, persecución, sanción y castigo (con las pertinentes campañas de desprestigio en las que son expertos) hacia todos y todas quienes se movilicen. Llana y directamente un escenario de alarmante pérdida de derechos. Y todo esto basado en la declaración de la educación como un servicio para llevarse puesto el legítimo derecho de huelga, para que los docentes entrerrianos no puedan reclamar ni protestar. Es un nefasto modelo neoliberal que apunta a una sociedad dominada por el "mercado" como regulador de las relaciones sociales, de la mano del capital financiero, los medios de comunicación hegemónicos y la corporación judicial adicta.
 
El manual de procedimientos de Bullrich y Frigerio es muy claro y básico (hasta lo dicen públicamente): mayor endeudamiento externo, feroz ajuste a los trabajadores y jubilados; recortes presupuestarios en educación, salud y seguridad social; privatización de los servicios eléctricos provinciales; reducción del Estado a la mínima expresión posible; avance del proceso privatizador sobre empresas nacionales, sobre las universidades y la educación pública; flexibilización laboral para despedir sin indemnización, eliminar aguinaldo y vacaciones pagas; reforma jubilatoria; intervención de las organizaciones sociales y de los sindicatos que no se resignen; represión, persecución y criminalización de la protesta social. En resumen: impondrán una profunda reforma laboral que elimine derechos de los trabajadores para aumentar las ganancias de los empresarios que son los que le pagan la campaña electoral a Bullrich y Frigerio.
 

 
Ahora bien, la derecha tradicional, que propone ese modelo neoliberal y se preparaba, segura de sí misma, para recibir el poder, está enfrentando ahora su propio derrumbe. En la primaria de Juntos por el Cambio resultó vencedora Bullrich, la candidata con el programa de ajuste más agresivo y que abiertamente respalda el uso de la represión contra la protesta social. El macrismo, que confiaba en regresar al poder, se encuentra ahora más cerca de una crisis terminal que de alcanzar el gobierno, y Bullrich está en riesgo de quedar excluida del balotaje y de enfrentar divisiones internas.
 
A la derecha la remplazó la ultra derecha, con Javier "el Loco" Milei, un extravagante anarco capitalista cuya principal ventaja parece ser no haber gobernado nunca nada y que sueña con la eliminación completa del Estado. Tiene un discurso anti estatista que encuentra eco en diversos estratos sociales, incluso entre aquellos que dependen significativamente de la protección social del Estado para subsistir. Es un apoyo que tiene una base popular y pro-Estado, afectada por la indignación y el desconcierto. Es que la crisis del peronismo se extendió a la crisis de los valores e ideas que se le asocian, como la redistribución progresiva del ingreso, el papel activo del Estado, los derechos humanos y la movilización social.
 
Una política neoliberal tan antipopular, como la de Milei o Bullrich, llevaría inevitablemente a un endurecimiento autoritario del Estado: la persecución judicial a líderes políticos y sociales; respaldo a la violencia represiva; revitalización de las FFAA con el indulto a los militares condenados por genocidio; intento de debilitar la influencia de los sindicatos en los lugares de trabajo y combate frontal a la presencia de los movimientos sociales en los barrios populares.
 
¿Cómo se construiría una base de apoyo social para medidas tan agresivas? La principal fuente de un eventual apoyo, pasivo o activo, es que al futuro gobierno se inicie con una crisis económica catastrófica que permita aplicar medidas drásticas. Existe un mecanismo para inducir a un pueblo a aceptar las más feroces políticas neoliberales: hiperinflación que genere un fuerte malestar social. La dolarización provocaría una catástrofe económica que permitiría instalar el autoritarismo político, para aplicar una atroz política económica ultra liberal.
 
Tanto Milei como Bullrich parecen no temer, al menos de la misma manera que el gobierno de Macri, a la protesta y a la movilización social. Así el gran empresariado podría, de manera autoritaria, delegar, en un político "nuevo", el trabajo sucio que el macrismo no parecen estar en condiciones de realizar. La dependencia del consentimiento social hace naufragar los proyectos neoliberales. Tal vez puede ser más útil un "Loco", con poco pasado y sin temor al futuro, sin una fuerza propia que le reclame sustentabilidad, para intentar barrer con todos los derechos laborales y sociales.
 
La tendencia a subestimar los riesgos democráticos que representan la derecha y la extrema derecha, la suposición de que solo podría liderar gobiernos débiles, la ilusión de posibles explosiones sociales como subproducto de su llegada al poder, el desprecio por la unidad del pueblo, todo ello pueden llevar a un escenario de catástrofe. La respuesta democrática para cerrarle el paso a la derecha o a la ultra derecha, es recurriendo a la única boleta que puede tener un impacto práctico en ese sentido, es decir la del Unión por la Patria. Y priorizar la movilización para evitar una calamidad derechista por sobre cualquier otra cosa.
 
La Opinión Popular
 

Bullrich y Frigerio le anularán a los entrerrianos sus derechos laborales 
 
Massa acelera, en el último tramo de campaña, con medidas de impacto directo en la economía diaria de la gente
 
Veintidós días pasaron entre que Sergio Massa prometió, en televisión, el final del impuesto a las ganancias para los salarios, y la sanción de la ley. La jugada, que caminó por la cornisa un par de veces, le permitió proyectar el mensaje más importante de su campaña: que tiene para ofrecer algo distinto a la experiencia de los cuatro años del Frente de Todos. Se observa a un Massa dispuesto a quemar todas las naves para llegar a la Presidencia el 10 de diciembre.
 
Dinámica. Ejecutividad. Efectividad. Capacidad para torcer correlaciones de fuerza adversas. Una vez puede ser casualidad, dos ya es otra cosa. Buscará repetir la proeza antes de las elecciones. Apunta a que el Compre sin IVA pase por la cámara baja el 10 de octubre y que lo haga ley el Senado ocho días después, pocas horas antes del cierre de campaña. Dicen que en el Fondo Monetario Internacional observaron los últimos pasos de Massa se enojaron. Debe ser la mejor señal de que el país volvió a transitar por el mejor camino.
 
A tres semanas de las elecciones que valen, el panorama es más incierto de lo que era el día posterior a las PASO. Las (siempre falibles) encuestadoras y los analistas políticos de diferente laya coinciden en algunos puntos básicos:
 
- Javier Milei es el candidato con mayor intención de voto pero su crecimiento se detuvo hace algunas semanas. No le alcanzaría para ganar en primera vuelta, pero tiene boleto prácticamente asegurado al balotaje.
- Sergio Massa consiguió retener la totalidad del voto de UP y sostiene un leve crecimiento alimentado principalmente a base de heridos de la interna de JxC y votantes de espacios que no tienen chances reales de ganar. Se muestra como el más apto para frenar a Milei y capitaliza la incertidumbre que generan las propuestas del libertario.
- Patricia Bullrich, ex funcionaria de un gobierno que superó todos los pronósticos en cuanto al aumento de la desocupación, la pobreza y la pérdida de soberanía por efecto del endeudamiento externo, no consigue consolidar al voto de JxC, está tercera en todas las encuestas y el voto útil le juega en contra.
- Ninguno de los posibles escenarios de segunda vuelta muestra a un ganador claro y tanto las elecciones del 22 como la segunda vuelta se terminarían definiendo con el voto de los indecisos.
 
Otro aspecto respecto al cual hay consenso amplio es que de las próximas elecciones no solo elegirán presidente, sino que también redefinirán completamente el sistema político de Argentina. El espacio que se quede afuera del balotaje enfrentará una real amenaza de desintegración, algo que con mayor seguridad ocurrirá si la que termina masticando el caramelo de madera del tercer puesto es Bullrich.
 
La expectativa del reparto de cargos de un eventual nuevo gobierno cambiemita es el pegamento que mantiene unidos a los fragmentos de esta alianza que se romperá si se diluyen las chances electorales de Bullrich. Ya no tiene sentido el acuerdo original mediante el cual los radicales (sumados a dirigentes peronistas) aportaban presencia territorial, el PRO a un candidato capaz de ganar una elección nacional y la Coalición Cívica completaba el combo con la superioridad moral corporizada en Lilita Carrió.
 
Los radicales están convencidos de que ellos son los únicos que siguen haciendo su parte (desde diciembre gobernarán cinco provincias) mientras que el PRO ya no cuenta con el tipo de liderazgo necesario para ganar una presidencial y la estrella de Carrió dejó de brillar hace bastante tiempo.
 
Los guiños cómplices entre Mauricio Macri y Milei conspiran contra la precaria unidad cambiemita, generan indignación en las filas del PRO (empezando por Bullrich que lo siente como una traición personal) y enojo entre los radicales.
 
Las sospechas de infidelidad crecieron en los últimos días con el acercamiento cada vez más evidente de Jorge (primo de) Macri al libertario Ramiro Marra, ambos candidatos a jefe de gobierno porteño. Los radicales porteños ya venían dolidos porque el candidato del PRO no incorporó a ninguno de ellos en la fórmula que encabeza Macri a pesar de que Martín Lousteau perdió por muy poco margen en la interna con el PRO.
 
Sin más motivos para permanecer unidos que la posibilidad de llegar al gobierno, los socios que forman JxC reconocen por lo bajo que la disolución será el resultado más probable si Bullrich no llegara a la presidencia.
 
Hábil como pocos en el arte de la rosca política, Sergio Massa acelera y busca aprovechar el conflicto ajeno para llevar agua hacia su molino. El candidato oficialista logró consolidar al voto de UP, incluidos los que eligieron a Grabois en las PASO, y desde hace algunas semanas intenta pescar afuera de su pecera para romper su propio techo de intención de voto.
 
Procura seducir a radicales que no están dispuestos a encolumnarse detrás de Bullrich y mucho menos a acompañar a Macri en su affaire libertario y a peronistas que nunca comulgaron con el frentetodismo. Recurre a la conocida fórmula del "gobierno de unidad nacional" para atraerlos con la promesa concreta de repartir ministerios entre los que se unan a su causa. Desde su entorno se encargaron de dejar trascender que en el debate que se realizará mañana domingo sorprenderá con un par de nombres que integrarían un gobierno que lo tuviera como presidente.
 
Ya consiguió una foto con los gobernadores radicales de Corrientes y Jujuy en la última reunión de gobernadores del Norte Grande, detalle que generó suspicacias en las filas opositoras. Tras la reunión, el jujeño Morales juró lealtad a Bullrich, pero no se privó de criticar aires de "liberalismo extremo" dentro de JxC como respuesta al "populismo contagioso" que Macri había atribuido a legisladores radicales.
 
Pero el núcleo de la campaña del candidato oficialista sigue siendo una gestión que hasta la confirmación del último desembolso del FMI se mantuvo dentro de los carriles de la austeridad, receta de ese organismo para los gobiernos que tutela, pero que después de las PASO fue pródiga en medidas más propias de un modelo de Estado de bienestar que de uno de austeridad.
 
Salarios libres de impuesto a las ganancias, Compre sin IVA, facilidades para autónomos y monotributistas, eliminación de retenciones para las economías regionales y bono para los trabajadores informales formaron parte de una catarata de anuncios con el objetivo de reducir el impacto que tuvo la última devaluación en los bolsillos de los argentinos. El plan cerrará con éxito solamente si el alivio generado por esas medidas no termina licuado por la inflación.
 
La buena noticia es que tanto consultoras privadas como el INDEC observaron una desaceleración remarcadora en las últimas dos semanas. Todo indica que el pase a precios de la devaluación post PASO ya se completó, aunque todavía hay inflación contenida en tarifas pisadas y precios regulados. Además, el riesgo de una nueva devaluación antes de que se resuelva el trámite electoral es alto.
 

Bullrich y Frigerio le anularán a los entrerrianos sus derechos laborales 
 
Milei hace la plancha mientras sus técnicos le bajan el precio a las reformas extremas que propone el libertario
 
Javier "el Loco" Milei, con su discurso, es el que puede estar más cómodo, porque sólo tiene que poner a todos sus contrincantes bajo el mote de "casta", él contra todos. Es el papel que tiene que ejecutar; así ganó las primarias. ¿Por qué cambiar? Sus seguidores, los que se identifican con él, esperarán verlo atacando a toda la casta, gritándoles todo lo que les viene diciendo. Con insultos de por medio. Es lo que más les atrae de la personalidad del libertario. Más ofensas y menos propuestas. Si invierte esas opciones corre el riesgo de perder adeptos, esos nuevos fanáticos del libertario.
 
Mientras Massa puso toda la carne al asador, ahora Milei optó por llamarse a silencio desde hace más de una semana e incluso suspendió actividades que tenía programadas, lo que generó rumores de un supuesto ataque de pánico u otros episodios de inestabilidad emocional que habría sufrido el candidato.
 
Desde el entorno de Milei intentan restar importancia a esas sospechas y aseguran que el silencio de su candidato responde a una pausa estratégica. Entienden que el balotaje está asegurado y ganar en primera vuelta es una posibilidad lejana, con lo cual mantener un ritmo intenso de campaña tendría más riesgos que posibles beneficios. Especialmente teniendo en cuenta la conocida inclinación al exabrupto que caracteriza a Milei.
 
El paso a segundo plano de Milei dio más espacio a su equipo de colaboradores técnicos, cuya principal misión es bajar el tono a las propuestas más desorbitadas y extremas de su candidato. Por ejemplo, lo que Milei planteó como dolarización, desde hace algunos días se transformó en un sistema en el que cada uno podrá elegir en qué moneda operar, nada muy distinto a lo que ya sucede en la práctica.
 
El problema para los libertarios es que Milei no es el único en ese espacio que sufre de incontinencia verbal. Martín Krause, referente libertario en educación, terminó elogiando a la Gestapo, banalizando el Holocausto y evidenciando una dosis de racismo en un debate sobre los desafíos que tendrá la próxima gestión educativa nacional.
 
"Si la Gestapo hubiera sido argentina", habría matado a "muchos menos judíos". "Hubiera habido coimas, ineficiencias, se hubieran quedado dormidos... pero eran alemanes", remató Krause ante un auditorio atónito, dejando en claro su preferencia por la superioridad racial alemana frente a la intrínseca ineficiencia argentina. Milei duplicó la apuesta y respaldó a Krause tras sus elogios a la Gestapo, desligándolo ligeramente de la barbaridad que expresó.
 
Para fortuna de los libertarios el escándalo protagonizado por las repudiables declaraciones del filo nazi Krause terminó tapado por otro más jugoso cuando a la modelo Sofía Clérici se le ocurrió dejar testimonio fotográfico en redes sociales de sus vacaciones en Marbella, compartidas con y financiadas por Martín Insaurralde, jefe de gabinete del gobierno de provincia de Buenos Aires. Además de presumir los costosos regalos que había recibido (se entiende que de su pareja): un reloj Rolex y varias carteras Luis Vuitton.
 
Todo eso a días de que se difundiera que casi 60% de los niños y jóvenes de la provincia en la que gobierna Insaurralde está por debajo de la línea de la pobreza. La imagen que dejó el funcionario bonaerense, navegando las aguas del Mediterráneo en un lujoso yate acompañado de una deslumbrante modelo, cuadra a la perfección con el concepto de "casta política" que tan bien supo explotar Milei. Un nuevo error no forzado de un integrante del Frente de Todos que Massa deberá soportar a pesar de no tener ninguna responsabilidad.
 

Bullrich y Frigerio le anularán a los entrerrianos sus derechos laborales 
 
Bullrich se diluye y apela al menemóvil en busca de la unidad perdida
 
Patricia Bullrich se diluye después de no haber conseguido mover la aguja con la incorporación del ensayista Santiago Kovadloff, que llegó para aportarle una visión filosófica que la propia candidata no consigue explicar. En la cúpula de Juntos crece la convicción que Bullrich está afuera del ballotage. Las últimas encuestas la ubican entre 3,5 y 5 puntos debajo de Massa.
 
El eje de la campaña cambiemita se centrará ahora en recuperar al electorado moderado de JxC que terminó herido luego de la sangrienta interna. Es que Larreta y los radicales ya decidieron que no acompañarán un pedido de Macri a votar por Milei, si el ballotage es contra Massa. Bullrich intenta producir condiciones para impulsar un falso cambio en base a propaganda malintencionada, noticias falsas, corrupción judicial y flagrantes mentiras de campaña.
 
Con un guiño retro destinado a la centroderecha, la candidata sacará a pasear al Patomóvil, la versión de Bullrich del Menemóvil con el que Carlos Menem recorrió el país en su primera campaña presidencial. Consiguió que Horacio Rodríguez Larreta y Eugenia Vidal comprometieran presencia en parte del recorrido de ese vehículo. Habrá que ver si alcanza para pegar los pedazos de lo que se rompió en la interna del PRO.
 
 Bullrich y Frigerio le anularán a los entrerrianos sus derechos laborales 
 
¿Qué pasará con la UCR provincial si Frigerio se cae?
 
Si el ex ministro del Interior durante la presidencia de Macri, el porteño Rogelio Frigerio pierde, los amarillos entrerrianos del PRO corren serios riesgos de ser arrasados por los correligionarios de la UCR, ya que los radicales, a partir de haber ganado varias provincias, están en una posición inmejorable para exigir conducir el espacio de Juntos. Ya bastante sufrieron a Macri, que nunca tuvo simpatías por la UCR.
 
A los radicales les podría llegar la hora de "independizarse" de los amarillos y pasar a conducirlos en lugar de ser el furgón de cola como vinieron siendo. De hecho, el que Rodríguez Larreta y Bullrich hayan llevado a radicales como candidatos a vicepresidente significó un paso adelante respecto del ninguneo macrista de 2015 y de 2019, cuando Macri llevó como segundo a la amarilla Gabriela Michetti y luego al peronista Miguel Pichetto.
 
La participación en la campaña del radical entrerriano Pedro Galimberti, en Federal, se parece mucho a un "trabajo a reglamento", donde se reduce al mínimo el ritmo de participación y se cumple estrictamente con la sola presencia; lo que genera que lleven adelante la menor cantidad de tareas militantes posibles. Al compartir un acto partidario con el porteño Frigerio, el chajariense vaticinó una victoria del isleño que lo convertirá "en el próximo gobernador de Entre Ríos", lo que parece una frase de ocasión.
 
No hay elemento de juicio, ninguna evidencia para pensar que automáticamente podrían transferirse todos esos votos de Galimberti, o una porción muy importante, a Frigerio, por el tipo de competencia interna y por las decisiones que tomó Frigerio, o por lo menos su sector, al momento de impedirle a Galimberti ir con una boleta entera. Galimberti dijo en un par de ocasiones que esos votos no tenían dueño.
 
El desafío central del porteño Frigerio será retener los votos del ex intendente de Chajarí, porque hay radicales que puede haber quedado muy dolidos y que sencillamente no irá a votar. Que fueron con Galimberti, que entendieron que lo que hizo Frigerio en la provincia no se hace, y votaron a Galimberti, 'para morir con su candidato', pero después en las generales dicen "no nos vengan a buscar".
 
Es que si pierde Frigerio, al radicalismo entrerriano se le abriría una gran oportunidad: podría resurgir en el escenario político, desde donde fue desalojado por gestiones que los marcaron negativamente en la memoria popular, especialmente la desastrosa y caótica administración de Fernando de la Rúa, que dejó la icónica imagen yéndose de la Casa Rosada en helicóptero. Sin embargo, con los resultados electorales que se van dando en las provincias, las acciones mayoritarias en la coalición opositora han cambiado de mano y pueden reducir al PRO como partido vecinal de la CABA, desde donde ganó proyección nacional.
 
En todos los ámbitos de la vida hay cuestiones que tardan en salir a la luz y también hay opiniones que se manejan desde el anonimato hasta que alguna figura pública decide exponer el tema con todas las letras. Eso es lo que pasa en el radicalismo entrerriano, donde dirigentes con cierta representación se animan a opinar en off lo que muchos piensan sobre la realidad partidaria y su crisis de representatividad.
 
Uno de ellos, influyente dentro del radicalismo, explicó con claridad lo que les pasa a muchos afiliados, sintetizando la idea en una cuestión central: la candidata presidencial del espacio que integran, Bullrich, no los representa ni un poco, además de ser un un collar de plomo para los candidatos locales, frente a un Partido Justicialista competitivo de cara a unas elecciones que, un año y medio atrás, parecían cosa juzgada.
 
¿Qué dijo el dirigente radical? Que "afirmar que existe unanimidad en el radicalismo para apoyar a Patricia Bullrich es una locura, porque no representa ningún valor del radicalismo. Es un pensamiento con el cual coincidimos muchísimos correligionarios. Entiendo que nuestros dirigentes apoyan a esa candidatura por una cuestión orgánica, pero no podemos arrodillarnos por una candidata que no representa ninguno de los principios e ideales fundacionales de la Unión Cívica Radical".
 
Y luego profundizó el análisis, al remarcar que la UCR "dejó de representar a la sociedad y por eso tenemos candidatos a vicepresidente y no pudimos presentar un candidato presidencial". También recordó que "lo único que hicieron fue militar el antikirchnerismo que no le soluciona ningún problema a la sociedad".
 
Los cuestionamientos radicales también fueron hacia dentro, con la mirada puesta en la realidad partidaria provincial. "Hoy la UCR Provincial está cooptada por un par de apellidos y lo que hacen no es radicalismo. La Unión Cívica Radical siempre fue un partido con base popular, pero hoy no representa a nadie, salvo a tres o cuatro apellidos cuyo único interés es negociar una banca en Diputados". "Si nos juntamos es solo para resolver esas cuestiones, y muchos correligionarios pueden dar fe que el cierre a gobernador de este año se hizo entre tres o cuatro personas. Y cuando empezás a cerrar candidaturas en una oficina, dejás de ser un partido", se lamentó.
 
Lo cierto es que hace rato se observa en la UCR una cierta resignación a ser "furgón de cola" del PRO sin dar batalla. La prueba más clara es que no consiguieron llevar candidato a presidente y debieron conformarse con poner compañeros de fórmula de postulantes del macrismo.
 
Para colmo, Bullrich, la ganadora del espacio no ayuda en nada. Torpe como elefante en un bazar, arrancó su campaña cuestionando sin prueba documental alguna la realidad, lo que le valió una colección de desmentidas y repudios. Y esta semana la terminó con un spot en el que su promesa de campaña termina siendo la construcción de una unidad carcelaria a la que le pondría el nombre de la actual vicepresidenta. Obvio, no ayuda en nada para que sus socios radicales se sientan representados.
 
Por otra parte, si en el orden nacional gana Javier Milei, Macri propondrá integrarse, apoyar al gobierno libertario y avanzar con su agenda de reformas ultra liberales. Mientras que el sector radical que acompañó a Larreta ya se prepara para "reagruparse" luego de la elección y plantarse como una oposición de centro a Milei, en la expectativa de un fracaso de su gobierno, que permita a las opciones radicales "razonables" recuperar atractivo en la sociedad.
 
En el radicalismo, alguien tiene que empezar a decir en voz alta lo que muchos piensan, para comenzar un necesario camino de autocrítica que les devuelva su identidad. Estas duras consideraciones no tendrán réplica alguna de los máximos referentes partidarios, señal inequívoca de una incontrastable realidad.
 
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