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“Imposible es sólo una palabra que usan los hombres débiles para vivir fácilmente en el mundo que se les dio, sin atreverse a explorar el poder que tienen para cambiarlo. Imposible no es un hecho, es una opinión”. Cassius Clay
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Nacionales - 29-09-2023 / 10:09
SE APROBÓ CON 38 VOTOS AFIRMATIVOS Y 27 NEGATIVOS

Sergio Massa logró la sanción de la reforma de Ganancias que Mauricio Macri prometió y no cumplió

Sergio Massa logró la sanción de la reforma de Ganancias que Mauricio Macri prometió y no cumplió
El Gobierno rompió el bloqueo que había impuesto la oposición en el Congreso y, en tiempo record, logró que el Senado convirtiera en ley por clara mayoría, 38 votos a 27, la eliminación del impuesto a las Ganancias para las y los trabajadores impulsada por Sergio Massa. Solo 80.000 gerentes y jubilados de privilegio pagarán ahora el “Impuesto a los Mayores Ingresos”.
Sergio Massa, el ministro y candidato a presidente de Unión por la Patria, consiguió un logro político con la rápida aprobación de la eliminación del impuesto a los trabajadores tuvo en el Congreso y hoy celebrará al encabezar un gran acto de la CGT, la CTA y los movimientos sociales al Congreso. Anticipan que será el acto más masivo de la campaña hasta ahora, la antesala al primer debate de Massa con los demás candidatos presidenciales.
 
"Ningún trabajador volverá a pagar Ganancias", celebró anoche Massa, en una sesión presidida por Cristina Kirchner, la aprobación de la eliminación del tributo para la llamada "cuarta categoría", por lo que ahora sólo lo seguirán pagando menos de cien mil personas entre ejecutivos de empresas, altos funcionarios y jubilados de privilegio.
 
La iniciativa le representó a Massa la recuperación de la iniciativa política luego de las PASO mientras que para la oposición de Juntos por el Cambio se transformó en un dolor de cabeza, dado que nunca se pudo acomodar en el nuevo escenario. El candidato encabezará esta tarde una gran movilización que la CGT, la CTA y los movimientos sociales organizaron como modo de festejo a la sanción, junto al reconocimiento a todas las demás medidas de recomposición de los ingresos tomadas en los últimos días para hacer frente al pico inflacionario.
 
"El salario no es ganancia", fue el eslogan que instaló el oficialismo a lo largo del rápido tratamiento que tuvo el proyecto en el Congreso, de apenas dos semanas. Todo un logro en un Congreso que desde hace tiempo se caracterizó por la falta de acuerdos. "Hola, ¿qué tal? Tanto tiempo", ironizó la vicepresidenta al recibir a los senadores de la oposición que ingresaron al recinto luego de que el oficialismo consiguiera quórum con 38 legisladores. A los 31 de los bloques de Unión por la Patria se sumaron los cuatro peronistas disidentes y tres de fuerzas provinciales. Los mismos 38 que terminarían votando la iniciativa contra 27 de Juntos por el Cambio y la schiarettista Alejandra Vigo.
 
El argumento repetido por los representantes de la oposición fue que se trataba de una medida electoralista, inflacionaria y que desfinanciará a las provincias, dado que se trataba de un impuesto coparticipable. Otro de los argumentos fue que se trataba de una medida unilateral y que nadie los había consultado acerca de la conveniencia de aplicarla. Pero les resultó muy complicado convencer acerca de por qué algo que habían promovido una y otra vez -incluso fue una de las promesas incumplidas de la campaña de Mauricio Macri en 2015- ahora veían mal.
 
El jefe de la bancada del oficialismo, el formoseño José Mayans, se encargó de desbaratar los argumentos opositores. Por ejemplo, planteando que ellos se enojaban por no haber sido consultados antes del envío del proyecto cuando Mauricio Macri tomó una deuda sideral con el FMI por decreto, lo mismo que la que "Messi" (en referencia al ex ministro Luis "Toto" Caputo, bautizado "el messi de las finanzas" por el entonces jefe de gabinete Marcos Peña) tomó a 100 años. Y si hacían todo ese lío por un punto de coparticipación que se perderá sin Ganancias a los trabajadores, no quería pensar qué sucederá cuando Javier Milei la elimine de un plumazo como promete, algo que consideró inconstitucional.
 
Desde hace unas semanas, Massa puso como eje de su mensaje la recuperación de los ingresos de los trabajadores y jubilados, un objetivo que pudo acompañar con medidas. Es lo que buscará mostrar en el acto en Congreso y también trasladarlo al primer debate presidencial que se realizará el domingo en Santiago del Estero. Es el candidato más formado para la presidencia y eso quedará claro durante la discusión.
 
La Opinión Popular
 

 
Senado: La reforma del impuesto a las Ganancias ya es ley
 
Pasadas las 10 de la noche, los palcos de la Cámara alta del Congreso estallaron en aplausos y comenzaron a cantar la marcha peronista: el Senado había sancionado la eliminación de la cuarta categoría y se había asegurado, así, de que ningún trabajador volviese a pagar el impuesto a las Ganancias a partir de 2024. Con Cristina Fernández de Kirchner presidiendo la sesión, el Frente de Todos logró aprobar, con 38 votos a favor y 27 en contra, el proyecto enviado por Sergio Massa --ausente en la sesión-- que establece que solo pagarán el gravamen aquellos que cobren por encima de los 15 salarios mínimos.
 
A menos de un mes de las elecciones, el Senado le obsequió al ministro de Economía su bandera principal de cara al 22 de octubre: ser el candidato que convirtió en ley la premisa "el salario no es ganancia". "Sin dudas, mi presidencia estará marcada por la recuperación del salario y el ingreso", celebró el ministro candidato de Unión por la Patria en sus redes sociales.
 
La jornada había comenzado a las 14 sin grandes sobresaltos, tal como el oficialismo había anticipado. Con 38 senadores presentes, al Frente de Todos pudo dar inicio a la sesión y romper así con más de cinco meses de parálisis legislativa.
 
Resultado de las negociaciones que había encabezado el jefe de la bancada frentetodista, José Mayans, dieron quórum, además de les 31 senadores oficialistas, los cuatro peronistas díscolos de Unidad Federal --el jujeño Guillermo Snopek, el entrerriano Edgardo Kueider, la puntana Eugenia Catalfamo y el correntino Carlos "Camau" Espínola-- y los tres aliados habituales: el rionegrino Alberto Weretilneck, la riojana Clara Vega y la misionera Magdalena Solari Quintana.
 
Apenas la pantalla del recinto mostró que el oficialismo había logrado llegar al quórum, les senadores de Juntos por el Cambio, que estaban esperando detrás de las cortinas, decidieron ingresar al recinto. "Qué tal, ¿cómo les va? Tanto tiempo", los recibió con ironía Cristina Fernández de Kirchner.
 
Solo dos eventos interrumpirían la tranquilidad y el buen humor oficialistas. Primero, cuando al comienzo de la sesión uno de los integrantes del Tercer Malón de la Paz --que vienen acampando afuera del Congreso hace semanas en contra de la reforma constitucional de Jujuy-- interrumpió a los gritos desde uno de los palcos.
 
El referente, sin embargo, fue rápidamente retirado por el personal de Seguridad. Más dolor de cabeza generó la aprobación del pliego de Ana María Figueroa, con negociaciones contrarreloj que terminaron en un empate que debió resolver la presidenta provisional Claudia Ledesma Abdala.
 
 
El salario no es ganancia: el debate
 
"Lo que se propone es no considerar ni al salario ni a las jubilaciones una ganancia, sino lo que son: una retribución al trabajo y, en caso el jubilaciones, un haber de retiro. Por eso se instituye que los salarios brutos superiores a 15 salarios mínimos mensuales no están sujeto al impuesto. Por el contrario, quienes perciban por encima de esta cifra, los denominados ingresos altos, si tributarán por la diferencia entre el mínimo no imponible y estarán sujetos a alícuotas que van del 27 al 35 por ciento", sintetizó el presidente de la comisión de Presupuesto, el riojano Ricardo Guerra, al momento de iniciar el debate.
 
La primera etapa de la discusión se desarrollaría con tranquilidad: luego de más de cuatro horas que consumió la aprobación de los pliegos judiciales, la mayoría de les senadores se había retirado del recinto para comer o estirar las piernas. Los primeros discursos fueron, incluso, los más apacibles.
 
El encargado de defender el dictamen de rechazo de Juntos por el Cambio fue el radical víctor Zimmermann, quien optó por enfocarse en el costo fiscal que tendría que más de 800 mil trabajadores dejasen de pagar Ganancias. "La pérdida de recaudación que van a tener las provincias argentinas de aprobarse este proyecto, a partir 2024, va a ser de un 1,7 billones", denunció el chaqueño.
 
Les senadores cambiemitas --que fueron cuestionados sistemáticamente por el oficialismo por haber cambiado de opinión respecto a la eliminación de la cuarta categoría apenas Sergio Massa envió el proyecto al Congreso-- optaron por dos objeciones: el costo fiscal que tendría la medida, por un lado, y el carácter electoralista de la medida, por otro.
 
"El Presupuesto no contempla ni un rediseño tributario del impuesto a las Ganancias, no contempla la caída en la recaudación, no contempla el impacto en déficit, no contempla el impacto en la emisión, no contempla el impacto en la inflación", cuestionó Martín Lousteau (Evolución).
 
"Ustedes son una bolsa de gatos. Quiero que sepan que no van a terminar ni con el kirchnerismo ni con el peronismo. Y tampoco van a terminar con los trabajadores, porque esta es una justa reivindicación y se lo merecen", los chicaneó el chaqueño Antonio Rodas (FdT).
 
Una de las defensas más encendidas del proyecto provino, sin embargo, de Alberto Weretilneck. "Estamos viviendo un momento absolutamente histórico desde el punto de vista de derechos de los trabajadores al terminar con 87 años de un impuesto que gravó el salario de las mujeres y hombres", celebró el gobernador electo de Río Negro, quien optó finalizar el discurso felicitando a Sergio Massa: "Estoy absolutamente orgulloso que mi amigo el ministro haya tomado esta decisión".
 
"Nosotros sostenemos el principio de que sin justicia social no hay paz social. Sin paz social hay violencia social. Y trabajar por la justicia social es trabajar por la dignidad humana", arrancó, al momento del cierre, José Mayans. Para entonces CFK ya había regresado al recinto y los palcos se habían colmado de dirigentes sindicales. Estaban el triunviro de la CGT, Pablo Moyano, el diputado Sergio Palazzo (La Bancaria), Omar Plaini (Canillitas), el candidato a diputado nacional, Mario "Paco" Manrique (Smata), y Norberto Di Próspero (Legislativos).
 
Los cinco se habían reunido previamente con CFK en su despacho. Sergio Massa, mientras tanto, había pasado por el Senado por la tarde, pero no estuvo presente en el recinto. Este viernes hablará en el acto que la CGT realizará frente al Congreso.
 
Mayans despachó durante casi media hora contra Mauricio Macri, Javier Milei y JxC en general. "Acá han presentado proyectos y ahora no le gusta porque es del Ejecutivo. Gataflorismo puro. Estamos hablando de un proyecto que beneficia a casi 900 mil trabajadores", los chicaneó. CFK se reía. "Ya está, basta, terminá", le empezó a gritar, furioso, el radical Alfredo Cornejo. CFK intentó poner orden, pero el propio Mayans, risueño, decidió finalizar. Apenas unos minutos después, el recinto estalló en aplausos: con 38 votos a favor y 27 en contra, el Senado convirtió en ley la reforma de Ganancias. Todes les senadores que habían dado quórum acompañaron la incitativa, incluso Solari Quintana, que se había ausentado durante la votación del pliego de Figueroa.
 
Mientras la CGT compartía un documento celebrando la sanción, los sindicalistas en los palcos comenzaron a cantar la marcha peronista. Primero tímidos, y después con fuerza, le siguieron les senadores del FdT.
 
Por María Cafferata
 
Fuente: Página 12
 

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09-12-2023 / 07:12
El inminente ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, afirmó que el presidente electo recibirá la peor herencia en la historia del país. Con esa apreciación, el futuro ministro inauguró una línea de declaraciones en el nuevo gobierno. Porque en toda la campaña electoral, Javier "el Loco" Milei nunca sustentó las medidas de ajuste, devaluaciones, privatizaciones y mano dura en la situación que dejaba el gobierno saliente, sino en que esas medidas serían las correctas. Para el Milei de la campaña no era una cuestión de políticas extremas ante el caos sino que habría que aplicarlas en cualquier situación.
 
Por eso no le interesa que YPF sea una mina de oro o que no haya antecedentes de que otros países hayan privatizado su petrolera estatal, o que Aerolíneas Argentinas haya cerrado sus cuentas con una ganancia de más de 30 millones de dólares. Para la ideología ultraliberal de Milei, aunque den muchas ganancias, hay que privatizar a YPF y Aerolíneas Argentinas. La idea no es que "pierden plata" o "con la mía" y la demás sarasa mentirosa del macrismo.
 
Es al revés. Para el macrismo, si son un buen negocio, primero se las funde para dársela a precio de ganga a un amigo o a la familia. Para Milei, el Estado no puede intervenir en ninguna actividad que sea rentable como negocio, porque entonces le corresponde a la empresa privada. O sea: si es rentable, con más razón hay que privatizarla. Si algo hay que reconocerle a Milei es que fue sincero durante la campaña. Por eso, esta nueva actitud de Caputo, más que seguir la línea de la campaña electoral del presidente electo, trae reminiscencias del viejo macrismo.
 
Nadie podrá discutir que la situación es mala. Pero es mala para la sociedad, para la gente común y, sobre todo para los más humildes. Es mala por la alta inflación, aunque ni se compara con las híper de Alfonsín y Menem-De la Rúa. Está muy lejos todavía. Es mala por el 45 por ciento de pobres, pero no ha sido mala para las empresas que, en su mayoría tuvieron grandes ganancias. Para las empresas, la que fue mala, muy mala, fue la gestión de Mauricio Macri, a la que perteneció Caputo y, durante la cual, la mayoría de las empresas tuvo números rojos.
 
Más que nada, la situación es mala para las cuentas del Estado por el sobreendeudamiento externo que fue tomado durante el macrismo y, en especial, por el inminente ministro en su gestión anterior, que ahora se queja porque tiene que pagar la deuda que tomó él. En realidad la situación es mala porque el gobierno que sale no supo o no pudo resolver la mala situación que dejó Mauricio Macri a su paso por el gobierno.
 
Durante la campaña, Milei amenazó con la dolarización y el cierre del Banco Central, lo cual generó inquietud en el mundo de las corporaciones y las financieras, porque se trata de una utopía ultraderechista que ni siquiera podría funcionar bajo una fuerte dictadura. Y aún así, el resultado sería negativo. Por la razón que fuera, Milei ya no habla de dolarizar ni de cerrar el Banco Central. Y ha comenzado a plantear concesiones a su pensamiento ultramontano. Habrá inflación dos años más, seguirá el Banco Central, al que deberá fortalecer con el aumento de reservas, la emisión se reducirá en forma progresiva y mantendrá los planes sociales. Ya anunció que habrá entre uno o dos años de estanflación, lo que equivale al asesinato de la actividad económica.
 

08-12-2023 / 12:12
El ex titular de la Federación Agraria analizó el impacto que tendrían las iniciativas de liberación de precios en los mostradores de las carnicerías locales. Eduardo Buzzi alertó sobre los posibles efectos de una desregulación de los precios en el mercado de la carne. Con la implementación del programa de liberación de precios que tiene entre manos el gabinete económico del gobierno de Javier "el Loco" Milei, los valores del mostrador de las carnicerías se fijarían en base al precio internacional, de modo que se "va a pagar 25 mil pesos el kilo la carne, según el precio internacional", según el referente agropecuario.
 
"Si dejan fluir [el precio de la carne], vamos a la carne a 20 o 25 mil pesos el kilo. Valores internacionales en dólares o en euros. Es lo que vale un kilo de carne en el mostrador en los países europeos, y es lo que valdría si queremos compararnos con la demanda de los chinos. Ya hoy cuesta pagar 5 mil, 6 mil pesos algunos cortes. Imaginemos si eso se duplica o se triplica", deslizó Buzzi.
 
"En cualquier carnicería europea, el kilo vale [un equivalente a] 20 mil o 25 mil pesos. Y el costo de exportación a China es de 15 mil a 18 mil dólares por tonelada; o sea, 15 o 18 mil pesos por kilo", explicó el ex presidente de la Federación Agraria Argentina para fundamentar su razonamiento.
 
"Si los privados ordenan la economía y se elimina la Secretaría de Comercio, ¿quién va a controlar los valores de los alimentos para todas la clases sociales, en particular para las más postergadas?", cuestionó el dirigente agropecuario.
 
La liberación de los precios correspondientes a los productos del agro produciría un efecto de "nivelación", a partir del cual los precios de exportación se trasladarían a los del mercado interno. A la hora de comparar dichas cifras con el nivel de ingresos de sectores específicos, Buzzi afirmó que "un jubilado con la mínima va a poder comprar solo 4 kilos de carne por mes".
 
Si esto sucede, "le van a tener que cuadriplicar la jubilación o van a tener que poner cortadoras de fiambre en las carnicerías", ironizó Buzzi. En este marco, Buzzi encendió las alarmas por un panorama que considera devastador para el bolsillo de los consumidores, en caso de que se supriman los mecanismos para que el Estado promueva una política de control de precios en el rubro alimenticio.
 
"Si vamos hacia la desaparición de las secretarías de Comercio y de Agricultura, y a través de un decreto se impide la intervención en la economía, el daño que van a recibir al menos 30 millones de argentinos va a ser muy doloroso", concluyó el ex titular de la Federación Agraria Argentina.
 
Frente a esta posibilidad, ¿Qué se puede esperar de un presidente electo -de extrema derecha-, que es un ex instructor de sexo tántrico. Un entusiasta del Bitcoin. Dueño de cinco mastines, todos ellos clonados. Que segura haber hablado (luego de sus muertes) con los pensadores de derecha Murray Rothbard y Ayn Rand, como así también con su perro muerto Conan, el progenitor de los clones. Que asegura haber visto la resurrección de Cristo tres veces, pero prefiere hablar de ello para no parecer loco? Y que en el pasado, llegó a ser futbolista semi profesional, músico de rock, comediante, y (acaso esto sea una decepción) profesor de Economía.
 
La Opinión Popular
 

07-12-2023 / 11:12
Este domingo, Javier Milei jurará como presidente y pondrá en marcha una aventura que nace cruzada por una dicotomía asombrosa: la intención de realizar el cambio económico y social más radical desde la redemocratización de 1983 y, en paralelo, una falta de recursos políticos sin precedentes. Malas noticias para Milei antes de asumir ya le "marcaron la cancha". Desde supuestas versiones de las FFAA, Mauricio Macri, mediante Eduardo Feinmann, lo condiciona a Luis Petri, flamante Ministro de Defensa.
 
Es que la aventura Milei tiene, además, un contexto de realidad, el que generó el fenómeno que el ultraderechista encarna: la percepción generalizada sobre un estado de cosas que no da para más, una economía al borde del colapso y una sociedad dañada por la pobreza. Hay que darle a cualquier presidente recién asumido la chance de desplegar su proyecto, explicarlo y ponerlo a prueba en la realidad. Así será porque así lo decidió el voto, pero la crítica será inevitable y oportuna si, tal como lo sugirió sobradamente en la campaña, comienza barriendo consensos democráticos y normas de convivencia. La nueva Argentina ultraderechista nace muy tensa.
 
Quienes apostaron por La Libertad Avanza se entusiasman con la idea de que el nuevo gobierno barra a "la casta", racionalice el aparato del Estado, relance la economía y genere oportunidades de progreso social y personal. Muchas de esas personas se dicen dispuestas a hacer sacrificios en pos de esos objetivos, a recortar presupuestos familiares desde hace mucho tiempo insuficientes, a afrontar tarifas más caras y a percibir salarios que no correrán a la misma velocidad que la inflación que viene.
 
A ellas y, es de esperar, a toda la ciudadanía -sin comenzar a dividir peligrosamente a la Argentina entre "la gente de bien" y la que supuestamente no lo es- el mandatario inminente les hablará desde la explanada del Congreso. Sin embargo, el hecho de que la situación sea delicada le pone un límite a la tolerancia social. Muy pronto, el ajuste -apenas el primero que se verá- dejará de ser el otro y comenzará a doler en carne propia. Que lo pague la política será una mentira que pronto se desvanecerá en el verano que se acerca.
 
La nueva Argentina de Milei será un laboratorio sin precedentes históricos: el intento de una reforma neoliberal pinochetista de la economía y la sociedad en democracia. Sobre ese experimento flota un exotismo de la ideología: un gobierno anarcocapitalista. En el camino, puede que el futuro jefe de Estado aprenda algo sobre la vida que no figura en los libros de la escuela austríaca, si no lo traiciona su conocida aversión a la frustración.
 
La ideología pesará, sobre todo al inicio y en base a alineamientos internacionales que privilegiarán a Estados Unidos, Israel y el "mundo libre" por encima de las oportunidades de negocios e inversiones de Brasil, China, los BRICS y hasta el Mercosur. Pronto, sin embargo, la realidad irá poniendo diques de contención, que habrá que ver cómo sobrellevan las nuevas autoridades, ocasión en la que, como distracción, podría ganar protagonismo una agenda ideológica de derecha dura. Lo que viene será una guerra entre dogma y pragmatismo, entre proyecto y realidad, entre posibilidades y limitaciones.
 
Las diferencias ideológicas se dirimirán en lo político; en lo que pase con los derechos individuales y colectivos; en lo que ocurra con el consenso de memoria verdad y justicia; con la tolerancia en el debate público; con la paz social y con el manejo de la protesta social, pero también estarán presentes cuando se discuta el modelo económico. Lo que viene es la primacía absoluta del mercado, aun cuando sea monopólico, y el retiro voluntario del Estado. Esa es la paradoja del anarcocapitalismo, que en la práctica apenas puede ser un minarquismo: eliminar todo lo que sea posible de la autoridad estatal.
 
A eso seguirá un paquetazo de proyectos de ley, una masiva derogación de regulaciones, una liberación total de precios, una suba fuerte de tarifas y combustibles, suelta de remarcaciones, eliminación de dependencias enteras del Estado, despidos voluminosos y cese de contratos... Bienvenido, "mercado".
 
La Opinión Popular
 

06-12-2023 / 09:12
Santiago Bausili, futuro presidente del Banco Central, involucrado en un multimillonario negociado en la Ciudad y socio de Luis "Toto" Caputo, futuro ministro de Economía, estaba procesado por haber favorecido a su ex empleador, el Deutsche Bank, pero este martes fue beneficiado por la Justicia macrista y quedó al borde del sobreseimiento. Ambos organizaron el fideicomiso para financiar el Paseo Gigena, una megaobra en el exestacionamiento del Hipódromo de Palermo, terreno público de la Ciudad.
 
Bausili será no solamente compañero de Caputo en la futura gestión de Javier "el Loco" Milei -presidente del Banco Central y ministro de Economía, respectivamente- sino que ambos ya fueron compañeros en la gestión de Mauricio Macri y, en el ámbito privado, son socios en una empresa protagonista de un negocio multimillonario con terrenos públicos de la Ciudad de Buenos Aires: el Paseo Gigena.
 
El nombre de Bausili, exsecretario de Finanzas de Cambiemos, volvió a cobrar protagonismo este martes, después de que la Cámara Federal de Apelaciones porteña lo favoreciera con una falta de mérito que lo dejó al borde del sobreseimiento. Estaba procesado por el juez federal Sebastián Casanello por el delito de negociaciones incompatibles con la función pública en el marco de su intervención en el "megacanje II", acusado de haber favorecido al banco Deutsche Bank, que era su empleador hasta que ingresó en la función pública.
 
Pero también es socio de Caputo en la consultora financiara Anker Latinoamérica, una de las seis empresas que intervienen en el Paseo Gigena. Anker fue fundada en 2020 por "Toto" Caputo, que además de futuro ministro de Economía ya fue ministro de Finanzas durante el gobierno de Macri y primo de Nicolás "Nicky" Caputo, "amigo del alma" del expresidente y hombre cercano al jefe de Gobierno saliente, Horacio Rodríguez Larreta.
 
En 2020, el principal socio de Caputo fue su hermano Flavio, director de Caputo Hermanos, constructora y desarrolladora inmobiliaria. Actualmente, el principal socio de Toto Caputo en la consultora Anker es Bausili, su segundo en el ministerio durante el gobierno de Cambiemos y probable futuro presidente del BCRA. Ambos provienen de la banca internacional.
 
Desde que Milei --con el apoyo de Macri-- se impuso en el balotaje frente a Sergio Massa, los tribunales empezaron a dar señales de un reacomodamiento frente al nuevo bloque de poder --representado por la alianza entre La Libertad Avanza (LLA) y sectores de Juntos por el Cambio. Uno de los beneficiados fue el propio Milei: el juez Julián Ercolini --por pedido del fiscal Eduardo Taiano-- desestimó las denuncias que habían presentado por la corrida cambiaria.
 
En la última semana, la Sala II de la Cámara Federal porteña --con una composición distinta a la que examinó el caso Bausili-- resolvió reabrir una causa contra la vicepresidenta Cristina Fernández. Casualmente, el juez Casanello la había sobreseído en el expediente conocido mediáticamente como "Ruta del Dinero K" después de que el fiscal Guillermo Marijuan dictaminara que, tras diez años de investigación, no había encontrado elementos que vincularan a CFK con el esquema de lavado de dinero por el cual fue condenado el empresario Lázaro Báez.
 
El martes pasado, la Sala II de la Casación resolvió confirmar el sobreseimiento de Macri en la causa por el espionaje a las familias de los 44 tripulantes del ARA San Juan, el submarino que se hundió en noviembre de 2017. La justicia favorece de manera escandalosa a los integrantes de la mafia macrista y al propio Jefe de la banda.
 
La Opinión Popular
 

05-12-2023 / 10:12
Javier "el Loco" Milei completa el rompecabezas ministerial, y muchos "heridos" quedan en el camino. Las idas y vueltas con funcionarios de su partido La Libertad Avanza (LLA) marcaron días de turbulencias y una sensación reiterada de frustración por parte de buena de parte de quienes los acompañaron en su aventura presidencial desde los primeros días.
 
A pesar de las promesas de Milei, las atribuciones de su vice, Victoria Villarruel, quedaron totalmente recortadas. De supuesta encargada del área militar y policial del futuro gobierno pasará a solo tocar la campanita del Senado. La gran beneficiaria es Patricia Bullrich, que se quedó con Seguridad y ahora colocó a su segundo, Luis Petri, en Defensa.
 
Fue un pedido de Bullrich, quien pasará a manejar a través de su excompañero de fórmula la totalidad de las fuerzas del Estado en una etapa de creciente conflictividad social. La vicepresidenta electa, que aspiraba a ocupar ese mismo lugar, perdió influencia en la interna libertaria. La pregunta es por el rol que tendrán las Fuerzas Armadas a partir del 10 de diciembre y los coletazos políticos de la decisión. La relación que Milei supo construir con Villarruel desde las bancas en el Congreso se mantuvo sin alteraciones durante toda la campaña que los depositará en la jefatura de Estado. Pero con la irrupción, primero, de Bullrich y Petri, todo parece enfriarse.
 
El presidente electo debe hacer malabares para dejar conformes a los sectores que lo apoyaron "incondicionalmente" para el balotaje en el que se impuso sobre Sergio Massa. Mauricio Macri, su principal garante de estructura, y aliado ni bien se conocieron las dos fórmulas que llegaron al desempate, pasó de frustración en frustración en este proceso de designaciones.
 
Ahora, la principal damnificada fue la abogada defensora de los genocidas de la última dictadura militar que parece haber retrocedido varios casilleros en áreas en las que se especulaba con su plena influencia. Las designaciones de Bullrich y Petri la alejan de dos de sus zonas de supuesto "expertise", Seguridad y Defensa, donde se especulaba que Villarruel pondría militares de su órbita golpista.
 
No cayó bien en la mesa chica de Milei el conocimiento de la presentación de manera secreta y cuasi golpista que Villarruel hizo de sus planes en ambas áreas ni la demostración de fuerzas interna sacando a la luz su fuerza política propia, y visitando los cuarteles de la Policía Federal y la Gendarmería. La vice electa se mantiene alejada del radio donde Milei desarrolla su agenda y sus reuniones.

Por su parte, los senadores radicales están indignados porque Villarruel se reunió con sus pares del peronismo y el macrismo, pero decidió ignorar a los legisladores de la UCR. "Es lejos la más antirradical de los libertarios, debe estar enojada por los juicios a los militares de Alfonsín", chicaneó un dirigente del radicalismo. La bronca llega a tal punto que los radicales no descartan confluir con el peronismo en una votación para elegir los encargados de las dos Secretarías que concentran el poder de conducción del Senado.
 
Los peronistas podrían quedarse con la Secretaría Administrativa, mientras que los radicales anhelan la Secretaría Parlamentaria. Desde un puesto manejarían los recursos del Senado y desde el otro, el control de la sesión. Esto dejaría a Villarruel como una figura decorativa, sin resortes para incidir en la dinámica parlamentaria.


El liberal Carlos Maslatón afirmó: "Nos salvamos. Defensa y Seguridad en manos de la gente de Villarruel hubiese permitido construir las bases políticas y operacionales para un golpe de estado. Y para habilitar la represión interna estilo 1976-1977 con la utilización de escuadrones de la muerte. Milei se avivó".

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