Nacionales - 06-09-2023 / 12:09
DURA RESPUESTA A LOS "PITUQUITOS DE RECOLETA"
Antidemocrática: Patricia Bullrich pidió desesperadamente bajar la candidatura presidencial de Juan Schiaretti
El pedido desesperado de Patricia Bullrich a Juan Schiaretti: "Sería una buena idea que se baje". Lo dijo en declaraciones a una radio local de Córdoba, donde se encuentra haciendo campaña. La respuesta del entorno del gobernador fue categórica: "La que se tiene que bajar es ella, que fracasó en todos los gobiernos en los que estuvo. Se ve que está nerviosa porque no le dan los votos", le contestaron. El peronismo cordobés no le perdona haberse opuesto al ingreso de Schiaretti a la alianza opositora antes del cierre de listas.
Juan Schiaretti pide armar un gobierno de unidad nacional para ganarle a Javier Milei en octubre", es el título de la nota publicada en Clarín que Schiaretti salió a desmentir luego de que la propia Patricia Bullrich haya descartado la posibilidad de un acercamiento. "Si quiere un gobierno de unidad, que se baje", fue la exigencia de la gurka exministra que quiere convertirse en la próxima presidenta, y está desesperada por sumar votos de cualquier forma. Florencio Randazzo, candidato a vicepresidente en la fórmula con Schiaretti, aseguró por redes sociales que "pedirle a un candidato a Presidente que se baje es profundamente antidemocrático".
"Tal como lo expresé el domingo pasado seré candidato a presidente en las elecciones generales del próximo 22 de octubre". Así arranca el posteo con el que Juan Schiaretti, por enésima vez desde que fracasó el intento larretista de sumarlo al armado amplio de Juntos por el Cambio, confirma que peleará por la Presidencia de la Nación. "Niego la versión que circula en algunos medios de comunicación sobre un supuesto 'acuerdo político' de unidad con candidatos de otras fuerzas para enfrentar a Javier Milei", escribió Schiaretti para referirse a rumores que señalaban un acuerdo con la Bullrich que pudiese implicar una declinación antes de octubre.
Para el ala triunfalista del PRO, las declaraciones de Schiaretti respecto a un gobierno de unidad no se condicen con sus críticas abiertas a la alianza opositora y, mucho menos, con la decisión de mantener su candidatura. "Confunde a la gente", afirman. A la antipatía de Bullrich para con Schiaretti, que quedó expuesta durante la previa a la elección cordobesa, se suma una relación entre el gobernador y Mauricio Macri que quedó desgastada tras todo lo ocurrido durante el 2023.
La reacción de Bullrich a la versión que sugiere un acuerdo con Schiaretti esconde una necesidad. La jefa del PRO necesita fortalecer el acompañamiento del electorado opositor en la provincia mediterránea, y sabe que el perfil anti K de la campaña del cordobés podría contener a votantes que, en otras circunstancias, cruzarían a JxC si Schiaretti no apareciese como una opción.
Teniendo en cuenta ese perfil electoral en la Córdoba contemporánea, la negación de una posible alianza también es vista con cierto alivio desde el bunker de Sergio Massa. Con el gobernador y Bullrich en pie de guerra, Unión por la Patria apuesta a la neutralización del principal bastión electoral del interior del país que, para colmo, es refractario al peronismo nacional.
De los 515.456 votos que recibió Juntos por el Cambio en Córdoba, la provincia que Schiaretti gobierna y sobre la que tiene una incidencia directa, 130.771 fueron para Horacio Rodríguez Larreta. Además de las 978 mil personas que no fueron a votar, esa fracción de voto anti K que optó por el perfil más "dialoguista" del macrismo es el lugar al que el cordobesismo apunta para poder hacer crecer sus chances de dar vuelta la elección en la provincia, ganarle a Milei y asegurarse las tres bancas en la Cámara de Diputados de la Nación.
Enfocado en esa tarea, el schiarettismo trina por las versiones que de uno y otro lado intentan instalar una declinación de la candidatura del líder cordobesista y se preparan para una campaña en la que la territorialidad volverá a ocupar un papel fundamental. Por eso observan los territorios pintados de violeta y entienden la necesidad de recuperar el trabajo que tuvo su expresión más potente en la elección que ganó Daniel Passerini en la capital provincial. Allí tiene el cordobesismo el ejemplo más fuerte de que es posible hacer valer lo construido durante los últimos veinte años. La intención de Schiaretti es fortalecer el perfil antigrieta que viene construyendo desde hace un par de años.
La Opinión Popular
NUEVO TRASPIÉ ELECTORAL DE LA CANDIDATA DE JUNTOS POR EL CAMBIO
El pedido desesperado de Patricia Bullrich a Juan Schiaretti: "Sería una buena idea que se baje"
Juan Schiaretti volvió a quedar envuelto en la tormenta ajena de Juntos por el Cambio, aunque esta vez fue contra su voluntad. En una apelación al voto útil, Patricia Bullrich le pidió abiertamente al gobernador cordobés que baje su candidatura presidencial y "piense en otras formas de colaborar con el país". Lo hizo en declaraciones a una radio local, en un alto de su gira -la segunda en menos de una semana- por la provincia mediterránea. Como era previsible, el schiarettismo se sintió objeto de una provocación y le contestó con munición del mismo calibre.
"Pedirle a un candidato que se baje es antidemocrático", le devolvió el candidato a vice de Hacemos por Nuestro País, Florencio Randazzo. "La señora Bullrich fracasó en todos los gobiernos en los que estuvo. La que debería bajarse para hacerle un bien al país es ella", disparó el titular del Interbloque Federal en la Cámara de Diputados, Carlos Gutiérrez.
Fuera de los micrófonos, el entorno de Schiaretti respondió con menos elegancia. "Se nota demasiado que Bullrich está desesperada. Ya se peleó con (Mauricio) Macri, y ahora le falta el respeto a un dirigente que fue tres veces gobernador de la segunda provincia más importante del país, que fue diputado, que estuvo exiliado. Ella misma está pulverizando sus propios votos. Evidentemente era buena candidata para ganarle la interna a Rodríguez Larreta, pero es una pésima candidata presidencial. Como decía Néstor Kirchner, Patricia está muy nerviosa", resumía la bronca en diálogo con Página/12 un operador del gobernador cordobés, que además asegura que los puentes con Bullrich están rotos hace tiempo.
La candidata de Juntos por el Cambio volvió este martes a Córdoba para una gira proselitista que incluyó la localidad de Río Cuarto, adonde llevó sus propuestas destinadas al sector sojero, como "eliminar el cepo cambiario y todas las restricciones, trabas y cupos a las exportaciones". El jueves pasado había estado en la capital para la presentación de Carlos Melconian, su vocero económico,.
En esa provincia, Bullrich apuesta a revertir el tercer lugar que ocupó en las PASO, detrás de Javier Milei y del propio Schiaretti, una tarea que tiene cuesta arriba. Lo mismo le sucede con el casi millón de votos que sacó el gobernador cordobés a nivel nacional (un 3,9 por ciento), con una candidatura netamente opositora al Gobierno, y con base en el sector productivo de su propia provincia, que resultan claves para sus aspiraciones de ingresar a un hipotético ballotage.
"Hay que dejar que el voto a Schiaretti se disperse como quiera. No sería malo que ahora no sea candidato a presidente. No sería malo y sería una buena idea que piense en otras formas de colaborar con el país", dijo Bullrich desde Córdoba. Cerca del gobernador, de todos modos, no están seguros de que esa "dispersión de votos" a la que hizo referencia la candidata opositora vayan a parar necesariamente a su molino.
Incluso creen que el tipo de votante que acompaña al gobernador está más cerca hoy de Milei, y de forma residual de Sergio Massa, que de "una pituquita de recoleta". La ironía recuerda a la frase que le espetó al PRO el sucesor en la gobernación, Martín Llaryora.
Heridas abiertas
Schiaretti ya había sido materia de tensiones internas en Juntos por el Cambio cuando el sector interno que apostó a la candidatura de Horacio Rodríguez Larreta pujó por la incorporación del cordobés a la alianza opositora. Aquella vez, fueron la propia Bullrich y Mauricio Macri, de la mano de los "halcones" de la UCR, quienes trabaron esa posibilidad. Las declaraciones de la ganadora de la interna reavivaron viejas heridas.
"Bullrich y Macri se miraron el ombligo y ahora que están desesperados por la situación, porque no les dan los números, nos vienen a pedir esto. Es una falta de respeto", resumió un dirigente del riñón del gobernador.
Desde aquel momento, el diálogo del schiarettismo con ala dura del PRO -a cargo de Randazzo y Diego Bossio, entre otras terminales- quedó tensionada. "No existió ningún contacto previo, tampoco ningún llamado ni ningún guiño", a las declaraciones de Bullrich, sobre la posibilidad de acuerdo electoral antes de octubre, aclararon, "por eso la dureza con la salimos a contestar". "Los votos se ganan en la cancha. Que salgan a pedir que nos bajemos en lugar de disputar el voto habla de la desesperación que tienen", agregan.
En el cordobecismo, de todos modos, se sienten igualmente lejos del peronismo que gobierna. Saben que su posicionamiento de cara a una segunda vuelta puede ser clave, pero no están dispuestos a mostrar las cartas. La apuesta es por consolidar un bloque de diputados de entre 7 y 8 bancas, pensando en la gobernabilidad a futuro sea quien sea el que llegue a la Rosada. Nada que pueda lograrse sin el arrastre de la boleta nacional.
Fuentes: Pagina 12 y Letra P