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El clima en Paraná

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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 03-06-2023 / 10:06
PANORAMA EMPRESARIO SEMANAL

Nada está cerrado hasta que todo lo esté

Nada está cerrado hasta que todo lo esté
Como suele decirse en las negociaciones diplomáticas, nada está cerrado hasta que todo lo esté. Las definiciones en el frente financiero influyen sobre el cierre de listas y viceversa. Los plazos son casi idénticos, porque el próximo vencimiento con el FMI opera el 22 de junio, apenas 48 horas antes del plazo máximo para la presentación de candidaturas ante la justicia electoral.
El precario equilibrio macroeconómico que busca sostener Sergio Massa hasta las PASO es la plataforma indispensable para que el peronismo conserve chances de entrar en un balotaje de desenlace imprevisible, en el que Cristina Kirchner evalúa que podría retener el poder.
 
Por eso las gestiones del ministro de Economía para volver de China con los dólares que retacea el Fondo Monetario están tan íntimamente entrelazadas con la definición de las candidaturas de un Frente de Todos que terminó de purgar a su tercera pata y concentró las decisiones en la vicepresidenta y el jefe renovador.
 
Como suele decirse en las negociaciones diplomáticas, nada está cerrado hasta que todo lo esté. Las definiciones en el frente financiero influyen sobre el cierre de listas y viceversa. Los plazos son casi idénticos, porque el próximo vencimiento con el FMI opera el 22 de junio, apenas 48 horas antes del plazo máximo para la presentación de candidaturas ante la justicia electoral.
 
Y aunque haya maniobras distractivas para todos los gustos, ningún nombre está descartado. Ni siquiera el de la propia Cristina, que reclamó "comprensión de textos" a quienes le insisten con que sea ella quien encabece la fórmula pero que a la vez reparte señales ambivalentes puertas adentro.
 
La agenda de Massa es frenética, a tono con el abismo estanflacionario que se otea en el horizonte si se acaban las reservas. A poco de volver de Beijing partirá -por sexta vez como ministro- hacia Washington, donde espera cerrar con el Fondo una reprogramación al filo de ese vencimiento de fin de mes por casi U$S 2.700 millones.
 
Después irá a Brasil, donde Lula Da Silva también orejea sus cartas. Fuentes cercanas al ministro aseguraron que el vecino todavía puede extender un crédito que compense el déficit bilateral, que la sequía multiplicó. Ayer se supo que, solo hasta mayo, el desbalance negativo (U$S 2.500 millones) ya supera el de todo 2022 (que fue de 2.250 millones).
 
El kirchnerismo también recibió señales en ese sentido. La presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) de los BRICS, Dilma Rousseff, se las transmitió a Máximo Kirchner antes de que la delegación partiera de la futurista Shanghai para terminar de cerrar en Beijing la ampliación del swap de monedas con el Banco Popular chino.
 
Si bien recién en agosto el NDB debatirá el ingreso de Argentina y un posible rescate por la sequía, el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, todavía tiene en su escritorio la documentación para que el banco central brasileño haga efectivo un swap similar al vigente con China. Fuentes brasileñas estiman que podría ser por entre U$S 3.000 y 5.000 millones.
 
Son partidas de ajedrez simultáneas en un marco geopolítico que, si alguien lo pretendía ignorar, se hizo más que evidente durante la semana en que toda la dirigencia dirigió su mirada hacia Oriente. Un mundo donde el gasto en armamento creció en 2022 por octavo año consecutivo y batió su récord histórico por la guerra en Ucrania, según el Instituto para la Paz de Estocolmo.
 
Y donde la hegemonía del dólar empieza a ser desafiada seriamente, tal como mostraron Juan Gabriel Tokatlian y Mónica Hirst en un informe para la Fundación Friedrich Ebert: del 73% de las reservas internacionales de todo el planeta en 2001, el billete verde pasó a representar un 58%.
 

 
Corsos a contramano
  
La diferencia con la guerra fría del siglo XX es que ya no hay "campos de influencia" sino cadenas integradas globalmente. Así como se apuntan mutuamente con cañones y armas nucleares, China y Estados Unidos mantienen entre sí el mayor flujo comercial y financiero del mundo. Por eso resulta más llamativo que el Frente de Todos se haya inclinado tanto por uno de los contendientes y haya desaprovechado la cooperación con el otro. De las granjas de cerdos a Atucha III, de la producción de fertilizantes a la instalación de puertos, todo naufragó en medio de lobbies estadounidenses que en algunos casos fueron a puertas cerradas y en otros a plena luz del día.
 
El kirchnerismo, tal como se consignó en este panorama la semana pasada, acusa a tres funcionarios de ese fracaso a la hora de reeditar la tercera posición de Juan Perón. El primero es el eyectado Gustavo Beliz, quien boicoteó documentos y convenios con los que podrían haber avanzado algunas de esas inversiones chinas en el país. El segundo es Santiago Cafiero, el canciller cuya ausencia en la gira por China resultó casi tan inexplicable como que el ministro de Economía estrenase el nuevo avión presidencial. Y el tercero es el propio Presidente, que se volvió de Brasilia por segunda vez consecutiva con las manos vacías y no consiguió anotarse el poroto del swap, según el massismo por haber sostenido a Daniel Scioli en la embajada donde se abrazó con Jair Bolsonaro.
 
En Twitter, Cafiero se defendió de esa acusación con el curioso argumento de que participó en infinidad de reuniones que terminaron invariablemente en callejones sin salida. Pero el cuestionamiento de quienes lo defenestraron de la jefatura de gabinete también apunta a lo operativo. Se quejan de que en China hay apostados la mitad de diplomáticos argentinos que en Brasil y que en EE.UU, que las relaciones con el gigante asiático están subsumidas en la postergada Dirección de Asia y Oceanía y que Shanghai es considerado un destino "categoría C", donde cónsules y agregados solo se quedan dos años sin continuidad posible. "La Cancillería está hecha para un mundo que no existe más", protestan.
 
Nadie está exento de contradicciones. El embajador argentino en China, hermano del yerno de Cristina y hombre clave de la gira, Sabino Vaca Narvaja, sostuvo en enero de 2022 que para él lo mejor era cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario y no apostar a un salvavidas en yuanes. "A nadie le sirve que eso se dilate y está todo el Gobierno trabajando para resolverlo de la manera mejor posible para la sociedad argentina", le dijo aquella vez a ElDiarioAr.
 
Martín Guzmán, por ese entonces, se aprestaba a cerrar el pacto con el FMI que detonó la ruptura explícita y la renuncia del diputado Kirchner a la jefatura de la bancada. Pero antes, en agosto de 2020, había renegociado la cláusula del contrato del swap con China que decía que si se caía el acuerdo con el FMI, también se caía el swap. Un servicio que Cristina ni Massa piensan reconocerle, del mismo modo que todos se hacen los distraídos frente a las concesiones del tigrense a Washington, como la reciente concesión a título gratuito de la banda de 6 Ghz del espectro radioeléctrico al WiFi 6, en beneficio de los gigantes de Silicon Valley y en detrimento del protocolo 5G que tiene a la china Huawei como líder.
 
El Presidente se defiende con mejores armas que su canciller del reproche de quien lo encaramó al sillón de Rivadavia. Reivindica haber viajado a China, haber excluido de ese viaje deliberadamente a Beliz, de quien empezaba a sospechar que funcionaba de un doble agente, haber firmado la adhesión a la Franja y la Ruta y haberse levantado convaleciente de la cama en Bali, este verano, para no faltar a la reunión que tenía agendada con Xi Jinping.
 
 
Entre caníbales
  
Tal nivel de descomposición interna y una economía con el doble de inflación que en 2021, el mismo desempleo, ingresos informales 15% abajo e ingresos formales igual de deprimidos que entonces dejaría sin chances de reelegir a cualquier oficialismo que haya sido derrotado en las elecciones de medio término. Para peor, el segmento social más castigado por la inflación es la base electoral tradicional del peronismo. Por eso la apuesta es a la "elección de tercios" y a la canibalización opositora. La lógica es que pierde el que se equivoca.
 
Al menos ante el círculo rojo, Horacio Rodríguez Larreta parece haberse equivocado esta semana. Allí, su laudo a favor de Jorge Macri como candidato porteño por el Pro lo desautorizó severamente. "Se mostró como un subordinado de Mauricio. Se albertizó antes de asumir", bromeó uno de los empresarios que lo abrazó esta semana en un evento en la Bolsa de Comercio.
 
Patricia Bullrich, en cambio, viene afinando la puntería ante ese público. "A mí no me da todo lo mismo. No soy Larreta", les dijo en dos mesas distintas a petroleros y a financistas, que se fueron mejor impresionados que cuando habla de economía. Es la adversaria con la que Cristina se siente más cómoda confrontando. Sea el candidato Wado De Pedro, Axel Kicillof, Sergio Massa...  o ella misma.
 
Por Alejandro Bercovich
 
Fuente: BAE Negocios
 

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19-12-2025 / 10:12
La central obrera, acompañada de otras centrales sindicales, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, gritaron el rechazo a la reforma laboral y avisaron que comenzó un plan de lucha. Una masiva movilización desbordó la Plaza de Mayo, y muchas otras plazas de todo el país, en el primer paso del plan de lucha de la CGT y otras centrales sindicales contra la "reforma laboral" esclavista. Desde el escenario, los dirigentes de la CGT marcaron que irán escalando hasta un paro nacional.  El Gobierno tomó nota de la creciente resistencia y, cagado en las patas, pateó su tratamiento hasta febrero.
 
"Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se defienden", advirtió, en el acto, primero Octavio Argüello. Luego llegó el turno de Cristian Jerónimo: "El proyecto está escrito y redactado maliciosamente a favor de las grandes corporaciones y de las grandes empresas de la Argentina", afirmó. El último en hablar fue Jorge Sola: "Este es el primer paso, sigan sin escucharnos, terminaremos en un paro nacional en todo el país", aseguró.
 
Las frases retumbaban en Plaza de Mayo. Los triunviros de la CGT hablaban en el escenario -que le daba la espalda a la Casa Rosada- acompañados por todo el universo sindical y referentes del peronismo, la izquierda, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales. No eran pocos, como especulaba y afirmaba el oficialismo, era una multitud.
 
Los bombos, platillos y bronces marcaban el ritmo de los discursos sin saber, al menos en ese instante, que el gobierno reculaba y desactivaba el tratamiento exprés de la dañina reforma laboral. Todo quedaba para febrero porque habían confirmado que el proyecto sumaba más detractores que aplaudidores. Y se asustaron con la movilización masiva.
 
Al menos por ahora, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, quedaron a salvo. No es poco para estos tiempos de crueldad que corren. Una señal clara de debilidad. La decisión es el resultado de las limitaciones de una administración acostumbrada a gobernar por DNU y que choca contra la realidad parlamentaria cuando intenta avanzar sobre derechos laborales consolidados.
 
El apuro por aprobar modificaciones estructurales sin diálogo ni consenso encontró un freno en un Congreso que todavía funciona. El mensaje de la oposición fue contundente: no habrá cheque en blanco para desmantelar conquistas sociales mientras se niegan recursos a discapacitados y universidades. La ratificación de estas leyes pese al veto presidencial marca un límite que la Casa Rosada no puede ignorar.
 
Patricia Bullrich reculó en chancletas y ya anunció que habrá nuevas extraordinarias del 2 al 27 de febrero para insistir con las reformas que exigen el FMI y los empresarios. Sin embargo, las fechas elegidas confirman lo que todos intuyen: el Gobierno deberá prometer el Presupuesto como condición para obtener votos opositores.
 
La estrategia de avanzar sin negociar nada tiene precio. Lo que pretendía ser un trámite exprés se convirtió en un recordatorio de que gobernar requiere construir mayorías, no imposiciones. Mientras Milei insiste con su agenda autoritaria de ajuste brutal, lo que ocurrió en las calles y el Congreso demuestra que aún queda capacidad de resistencia popular dispuestas a defender derechos básicos. La reforma laboral esperará, pero las dudas sobre la capacidad del Loco Mlei para aprobar sus iniciativas anarco capitalista, y gobernar a favor de los ricos, crecen. El gobierno de la oligarquía no se puede llevar todo por delante.
 
La Opinión Popular
 

18-12-2025 / 08:12
Tras conseguir la media sanción de un presupuesto 2026 que multiplica el ajuste, solo favorece a los más ricos y carga los costos sobre los desprotegidos, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei sufrió un duro golpe con el rechazo al capítulo que derogaba el Financiamiento Universitario y la Emergencia en Discapacidad. También quedaron fuera la restricción de la ley de zona fría y la desindexación de la AUH.
 
El Gobierno consiguió la aprobación en general el Presupuesto 2026, pero sufrió una derrota clave: la oposición logró voltear completo el capítulo 11, donde se concentraba la derogación del financiamiento universitario y de la emergencia en discapacidad, dos leyes que el oficialismo insiste con incumplir. Tras una sesión que comenzó a las dos de la tarde y se extendió hasta la madrugada, Lule Menem y Diego Santilli ofrecieron concesiones de todo tipo a gobernadores y bloques aliados para blindar el capítulo entero.
 
Sin embargo, al momento de la votación sólo reunieron 117 votos afirmativos, mientras que la oposición alcanzó 123 rechazos y sumó además dos abstenciones. Es la tercera vez en un semestre que el Gobierno pierde frente al financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, si se cuentan la sanción original de las leyes, la insistencia parlamentaria tras el veto presidencial y ahora el intento de derogación vía presupuesto. También se rechazaron la eliminación de las actualizaciones automáticas de la Asignación Universal por Hijo y demás asignaciones familiares.
 
Envalentonado por el triunfo electoral de octubre, el oficialismo buscó acelerar la motosierra y eliminar dos normas que el Congreso sancionó, el Ejecutivo vetó y ambas Cámaras ratificaron con mayoría agravada, más de los dos tercios de los presentes. A pesar de las arduas negociaciones, el reparto de ATN y las promesas de la Casa Rosada a los gobernadores aliados, la catamarqueña Fernanda Avila, se les dio vuelta y voto en contra el capítulo 11, al igual que los tres tucumanos del bloque Independencia y los tres salteños de Innovación Federal.
 
Para destrabar el trámite, el oficialismo había intentado a último momento una maniobra más: incorporó la adecuación de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y un refuerzo de 21.000 millones de pesos para el Poder Judicial, bajo la administración del Consejo de la Magistratura. El objetivo fue evitar el naufragio del capítulo completo. "Le ponen un condicionamiento al Poder Judicial para que ni se le ocurra judicializar el capítulo XI porque se les cae el financiamiento. Son unos chantas y eso es lo que están haciendo ahora", denunció el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez.
 
A la hora de votar, resultaron decisivas las abstenciones de los radicales Cipolini y Schneider. Desde sus redes, la diputada Cecilia Moreu celebró la victoria de la oposición. "Quisieron jugar sucio y les salió mal. Pese a las múltiples maniobras extorsivas con las que el oficialismo y los sectores cómplices intentaron blindar la derogación de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario, logramos sostenerlas. Basta de dilaciones, son leyes votadas y ratificadas por el Congreso Nacional. Vamos a seguir dando la pelea para que entren en vigencia y se apliquen como corresponde", escribió en X.
 
Durante el debate varios diputados habían advertido que judicializarían la norma, de aprobarse. Los diputados Maximiliano Ferraro y Eduardo Valdés, fueron los encargados de advertir que el intento del oficialismo vulneraba el artículo 20 de la Ley 24.156 de Administración Financiera que en relación al presupuesto establece que "no podrá contener disposiciones de carácter permanente, ni reformar o derogar leyes vigentes".
 
La Opinión Popular
 

17-12-2025 / 09:12
A días de cumplir su segundo año de gestión, el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei busca aprobar su primer presupuesto sin frenar en las curvas. Tras conseguir dictamen de mayoría con ayuda de gobernadores aliados, este miércoles se trata la "Ley de Leyes" en Diputados. Envalentonada, Patricia Bullrich buscará incluirlo también en la sesión del viernes 26, en la que se debatirá la reforma laboral en el Senado. Para sorpresa de la oposición, el dictamen deroga el Financiamiento Universitario y la Emergencia en discapacidad. Ambas iniciativas fueron sancionadas por el Congreso, vetadas por el Gobierno e insistidas en ambas cámaras. El nuevo proyecto deroga el ajuste automático de las asignaciones familiares y la Asignación Universal por Hijo y le da discrecionalidad al gobierno.
 
En un súper miércoles, la Casa Rosada intentará disciplinar al Congreso con la ley de "Disciplina Fiscal", que penaliza a quienes atenten contra el excel libertario y buscará avanzar con la aprobación de un blanqueo blue rebautizado "inocencia fiscal". La CGT llamó a movilizar contra el desfinanciamiento de la educación, la ciencia y la tecnología.
 
Al Gobierno le quedan menos de diez días hábiles para cumplir los deberes que le fijaron Donald Trump y el FMI: tener un presupuesto y sancionar una reforma laboral. Ayer, la Comisión de Presupuesto y Hacienda que preside Bertie Benegas Lynch dejó listo el dictamen que el oficialismo buscará aprobar este miércoles. Los apoyos para reunir las 28 firmas -sobre un total de 46- llegaron de la mano de sus aliados del PRO, la UCR y el MID, y de los gobernadores de Catamarca, Tucumán, San Juan, Mendoza y Misiones.
 
De esas 28 firmas, seis fueron en disidencia, lo que obliga al Gobierno a continuar las negociaciones si no quiere correr una suerte similar a la que atravesó durante el tratamiento de la Ley Bases, que perdió buena parte de su articulado en el camino.
 
Para asegurarse los respaldos, la administración de Milei abrió la billetera. En los últimos días, los gobernadores colaboracionistas recibieron Aportes del Tesoro Nacional. El misionero Hugo Passalacqua recibió 12 mil millones de pesos; el chaqueño Leandro Zdero, 11 mil millones; y el tucumano Osvaldo Jaldo, 20 mil millones. Esta última fue la cifra más generosa que el Gobierno envió a una provincia en todo 2025.
 
Además, el lunes por la noche la Casa Rosada envió al Congreso la reforma de la Ley de Glaciares. La iniciativa habilita a las provincias a avanzar con proyectos mineros sobre reservas estratégicas de agua. De aprobarse, Catamarca, Mendoza y San Juan quedarían entre las principales beneficiadas para hacer negocios con las multinacionales yanquis que miran de reojo.
 
Si bien existe consenso entre la mayoría de los bloques en que el Gobierno no puede seguir administrando el Estado sin un presupuesto, el proyecto no contempla partidas para recomponer los ingresos de los jubilados, no prevé mecanismos para reactivar la obra pública ni incluye un solo artículo orientado a impulsar la actividad económica.
 
Todo el andamiaje se reduce a blindar el equilibrio fiscal, que Milei alcanzó a fuerza de recortar en todas las áreas sensibles del Estado, a excepción del pago de los intereses de la deuda. Además, las metas que fija parecen a simple vista difíciles de cumplir. El proyecto prevé un crecimiento de la economía del 5 por ciento del PBI, una inflación anual del 10,1 por ciento y proyecta un dólar a 1423 pesos para diciembre de 2026. Esto último está por debajo del precio actual.
 

16-12-2025 / 10:12
Las reformas que impulsa el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei, en especial la laboral, buscan sin disimulo convertir a nuestro país en una economía colonial de enclave, productor de materias primas, sin industria y en donde sobre más de la mitad de los argentinos. En el país cierra una empresa por hora y 400 trabajadores por día se quedan sin empleo. El cálculo surge de tomar en cuenta que "el Peluca" y su motosierra destruyeron 19.114 firmas dejando en la calle a algo más que 264 mil asalariados registrados en sus dos primeros años de gobierno.
 
Para Argentina es un cambio dramático, pues es uno de los países en donde la legislación laboral del siglo XX más avanzó en el sentido de proteger a los trabajadores. Por esa razón, por ese "mal ejemplo" para la región latinoamericana, el objetivo del FMI de retroceder más de un siglo en las condiciones bajo las cuales se desenvuelve el mundo laboral, haya sido tomado con tanta energía por los últimos gobiernos de derecha y mucho más ahora bajo el modelo reaccionario extremo que impulsan los desquiciados Milei, Sturzenegger, Caputo y cía.
 
Todos y cada uno de los puntos del extenso proyecto que acaba de aterrizar en el Congreso es un muestrario de la ideología conservadora y retrógrada que alienta a este gobierno como fiel representante de la elite económico-financiera también conocida como "círculo rojo". A tal extremo esto es así que el gobierno ni se molestó en desmentir lo que hace un tiempo se conoció: los autores materiales de este engendro son los estudios de abogados que prestan sus servicios a las corporaciones más poderosas, los llamados "dueños de la Argentina". Es el gobierno para los ricos.
 
El sueño húmedo de esta minoría enferma de codicia es voltear, una por una, todas las protecciones legales que tienen los trabajadores argentinos, aunque también debe decirse que buena parte de ellas ya fueron demolidas de hecho por el propio accionar de un mercado laboral que, con independencia de los gobiernos que se sucedieron desde el estallido social y la gran crisis económica de 2001, dejaron a casi la mitad de los asalariados desempeñándose "en negro", al margen de la formalidad.
 
Lo que veremos en las próximas horas en el Congreso les dejará en claro a los argentinos quiénes son los senadores y diputados dignos de ser llamados oposición y quiénes se someterán ante las ofertas de dinero que ya está circulando por oscuras vías. Gobernadores dialoguistas también estarán en el "toma y daca" que este gobierno puso en marcha sin que la gran prensa porteña, convertida en vocera oficial de la Casa Rosada, hable como lo hacía habitualmente de "látigo y billetera" con otros gobiernos que nunca llegaron a extremos de manipulación de los recursos fiscales como el actual.
 
El triunfo electoral de octubre de Milei es el combustible que aceleró la decisión de avanzar con este proyecto y con otros que también buscan reconfigurar en profundidad el diseño social, económico e institucional de la Argentina. La llamada ley de tierras, de glaciares, la reforma educativa, la tributaria, etc. conforman una ofensiva de los sectores concentrados de la economía contra el conjunto social. Convertir a este país en una economía colonial, sin industria, sin ciencia, sin educación de calidad, sin protección social ni laboral para las mayorías populares es una meta que está en las mentes de los libertarios. La política de tierra arrasada que se proponen les resulta indiferente, pues la ambición de poder -político y económico- está por encima de todo.
 
La CGT convocó a una movilización a la Plaza de Mayo para el jueves a la que adhirieron las dos CTA, ATE y otros gremios, el peronismo, organizaciones sociales y partidos políticos de izquierda.  Para aterrorizar, la especialidad del mileísmo, aplicarán el protocolo antipiquetes. Si la movilización es masiva, cuesta creer que la amenaza de represión violenta se cumpla. Crispar el clima social en vísperas de fin de año, en nuestro país, nunca tuvo buenos resultados para los gobiernos.
 
La Opinión Popular
 

14-12-2025 / 09:12
Bajo el mote de reforma laboral se esconde la decisión de Javier "el Loco" Milei que pretende consagrar institucionalmente, en 2026, los objetivos que en 1976 se planteara la dictadura militar genocida. Los cambios en el proceso de acumulación en el marco del genocidio, el endeudamiento, la valorización financiera y la fuga de capitales, la desindustrialización, el modo de incorporación del cambio tecnológico y la llegada del capitalismo de plataformas, produjo una sustancial alteración de la relación capital-trabajo, obviamente en desmedro del conjunto de los trabajadores.
 
En ese marco de brutal regresividad en las condiciones materiales de vida de quienes trabajan, se sucedieron en las distintas administraciones conservadoras cambios normativos, todos con la misma dirección. 1. Abaratar el precio del trabajo. 2. Facilitar el despido. 3. Debilitar los convenios colectivos. 4. Limitar y destruir la organización sindical.
 
Estas orientaciones fueron parte de los cambios normativos que impulsó la dictadura militar, de las leyes que llevaron adelante Cavallo, Menem y De la Rúa, del frustrado intento de Macri y también del proyecto de Milei. Proyecto este cuya profundidad en términos de alteración de la Ley de Contrato de Trabajo solo es equiparable a lo planteado hace 50 años por la dictadura militar.
 
Además, se lleva a cabo la directa eliminación de los costos del despido a partir de la creación de un Fondo de Asistencia Laboral que se financiará con tres puntos de las actuales contribuciones patronales. A la vez, se les reduce en un punto adicional los aportes a los empresarios en relación a las obras sociales que dejarían de percibir un punto de los que están recibiendo en la actualidad.
 
En síntesis, cuatro puntos de los aportes patronales dejan de financiar las jubilaciones y la salud de los trabajadores, con el objeto de eliminar los costos del despido y reducir los costos laborales. Situación ésta que implica una redistribución de ingresos desde los trabajadores al capital, cercana a los 3000 millones de dólares.
 
Las experiencias internacionales y la propia experiencia nacional indican que estas propuestas solo profundizan la desocupación, la informalidad y la pobreza. Es más, aspectos laborales de esta naturaleza son los que contenía la Ley Bases y que ya tuvieron dos años de aplicación en el curso del gobierno de Milei. Años que lejos de promover el empleo registrado, coexisten con la destrucción de 222 mil puestos de trabajo formales registrados de los cuales 139 mil son del propio sector privado, al tiempo que el monotributo y los asalariados no registrados constituyen las formas de inserción laboral de mayor importancia en los últimos dos años.
 
Por si esto fuera poco, los modelos que pregonan los funcionarios libertarios como objetivos a alcanzar por la Argentina, no hacen más que negar con la evidencia lo que el propio gobierno pregona para justificar lo que propone. Poner como ejemplo a seguir países como Paraguay o Perú, que prácticamente carecen de legislación laboral, resulta inentendible. Estos dos países exhiben, aún sin legislación laboral, niveles de informalidad superiores a los que hoy exhibe la Argentina.
 
Para frenar esta ofensiva hay que convocar a la sociedad a discutir la necesidad de relaciones laborales diferentes para un país distinto al que construye Milei. Para eso necesitamos relaciones laborales que se edifiquen en base a la redistribución del ingreso, la revalorización del trabajo y la necesidad de expandir derechos para todos aquellos que trabajan independientemente del tipo de inserción laboral que tengan.
 
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