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Nacionales - 29-05-2023 / 11:05
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

Cristina, la campaña del peronismo y la reconstrucción de una alianza nacional

Cristina, la campaña del peronismo y la reconstrucción de una alianza nacional
Mientras el presidente naufragaba entre sus errores no forzados y las circunstancias dramáticas que le tocó atravesar, Massa estrechó su vínculo con la vice al punto tal que se convirtió, junto a Axel Kicillof, Wado De Pedro y el propio Máximo Kirchner, en uno de los vértices del dispositivo político que está diseñando CFK para la próxima etapa, como quedó claro en la disposición de lugares en el acto del jueves.
El jueves en Plaza de Mayo Cristina Fernández de Kirchner repitió la frase que servirá como cimiento para la campaña que el peronismo tiene por delante, con el desafío de volver a pedir el voto de la sociedad argentina después de cuatro años con más frustraciones que motivos para celebrar. "A pesar de los errores, equivocaciones o diferencias, este gobierno es infinitamente mejor que el que hubiera sido otro de Mauricio Macri, no tengo dudas", dijo.
 
Lo que puede traducirse, sin mucho riesgo, en otra formulación, sobre la que va a montarse el esfuerzo proselitista que ella proyecta para los próximos meses: que un nuevo gobierno de la fuerza que todavía llamamos Frente de Todos, en cualquiera de sus múltiples configuraciones posibles, es una opción "infinitamente mejor" para el país que la más leve de las alternativas que presenten las fuerzas opositoras.
 
Esto no tiene que ver con la apreciación que tenga la vicepresidenta sobre las decisiones tomadas por Alberto Fernández ni sobre la expectativa que pueda poner sobre cada uno de los aspirantes a la candidatura presidencial. CFK, apasionada por la historia argentina, sabe que aunque hoy la oferta electoral se estructure en tres partes, no hay más que dos modelos económicos en pugna: la especulación financiera o el desarrollo productivo.
 
Y que sí existe una disputa, desde la segunda mitad del siglo veinte, entre tres identidades políticas que se reparten y compiten por la representación de millones de argentinos: una de matriz nacional-popular, otra nacional-conservadora y una tercera, liberal en materia económica, ultramontana en términos de derechos individuales, y que nunca se sintió a disgusto compartiendo el asiento con expresiones antidemocráticas y violentas.
 
Así, cada vez que el rumbo de la economía lo marcó el sector nacional-popular, con los gobiernos de Juan Perón, Néstor Kirchner y CFK, los indicadores subieron por una escalera y hubo momentos virtuosos de grandes avances en el desarrollo nacional. Y en cada ciclo liberal, con la dictadura, en las presidencias de Carlos Menem y por último con los cuatro años de Mauricio Macri, el retroceso fue brutal.
 
Por eso resulta inútil plantear un acuerdo sobre el modelo económico del país con el sector liberal; porque cada vez que llegan al gobierno toman decisiones que van en dirección contraria al desarrollo. No es maldad (no en todos los casos) sino que tiene que ver con sus convicciones e intereses, particulares, sectoriales o extranjeros, que resultan contrarios al progreso de la Nación y al bien común de la sociedad argentina.
 
Con el sector nacional-conservador, por el contrario, no solamente se puede sino que es necesario buscar coincidencias, justamente para dejar en minoría a los que reman en dirección contraria. Cada vez que hubo una conducción nacional-popular fue en concurso con aquellos. Entre 1945 y 1955, o entre 2003 y 2015, el sector nacional-popular condujo procesos hegemónicos con los conservadores adentro.
 
La otra opción es forjar consensos económicos, que son independientes de los pactos políticos. Por el contrario, pueden ser compatibles, incluso, con situaciones de persecución a las fuerzas nacional-populares, con dictaduras, bombardeos a blancos civiles y fusilamientos. Como sucedió entre 1955 y 1975, cuando el sector nacional-conservador estableció una alianza con los liberales-fascistas para voltear y prohibir a Perón.
 

 
Durante esas dos décadas, sin embargo, el consenso económico era tan potente que la economía nunca dejó de tener una matriz nacional, y aunque con el paso de los años la pulseada era cada vez más desigual, la Argentina llegó al golpe de 1976 con menos de cinco por ciento de pobres, una distribución paritaria de la riqueza y con los obreros metalmecánicos de Córdoba ganando mejores salarios que sus pares de Detroit.
 
El sector liberal-fascista sólo pudo imponer su modelo económico a través de la combinación de dictadura con un plan de exterminio, a partir de 1976. La segunda victoria, en 1989, fue mediante el engaño, de la mano de un candidato que hizo campaña apelando al restablecimiento de una matriz nacional-popular (revolución productiva y salariazo) y que terminó por entregar la economía argentina al Consenso de Washington.
 
Recién en 2015, con Mauricio Macri, por primera vez desde que existe en el país el voto universal, es decir, desde que el sector nacional-popular tuvo representación política, los liberales pudieron convencer, en elecciones libres y democráticas, que la mitad más uno de los conservadores eligieran a su candidato. Así, la segunda rueda se definió por una ventaja exigua pero legítima, que puso a ese modelo a conducir nuevamente la economía.
 
Sergio Massa tuvo un rol clave en esa elección, en la que era el postulante que representaba a los nacional-conservadores. De cara a la segunda vuelta, su apoyo ("No quiero que gane Scioli", dijo) resultó indispensable para torcer la balanza a favor del sector liberal, así como su acompañamiento en los primeros meses del gobierno de Cambiemos permitió avanzar con políticas que resultaron dañinas para el país.
 
Pero los enojos en política duran seis meses, como decretó recientemente CFK. Y Massa hace ya cuatro años, cuando --a instancias de Máximo Kirchner-- reanudó lazos con la vicepresidenta, de quien había sido jefe de gabinete una década antes, recompuso ese error y volvió a encauzar la historia. El Frente de Todos, al fin y al cabo, no fue otra cosa que un intento por restablecer el pacto entre el nacionalismo popular y el conservador.
 
Durante esos cuatro años, mientras el presidente naufragaba entre sus errores no forzados y las circunstancias dramáticas que le tocó atravesar, Massa estrechó su vínculo con la vice al punto tal que se convirtió, junto a Axel Kicillof, Wado De Pedro y el propio Máximo Kirchner, en uno de los vértices del dispositivo político que está diseñando CFK para la próxima etapa, como quedó claro en la disposición de lugares en el acto del jueves.
 
Este domingo Massa va a viajar a China. Volará veintidos horas de ida y veinticuatro a la vuelta para buscar financiamiento en el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS mientras, en simultáneo, negocia con el Fondo Monetario Internacional para conseguir un adelanto de los desembolsos en términos que sean compatibles con las condiciones que dejó muy en claro Fernández de Kirchner en Plaza de Mayo.
 
Esa voluntad (y la capacidad asociada) para negociar en simultáneo con ambas potencias, a pesar de la vulnerabilidad extrema del país en casi todos los frentes, contrasta con las definiciones de los principales candidatos opositores, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Javier Milei, todos en el cuadrante liberal (una vez más sintonizado con elementos neofascistas), en rechazo a profundizar la relación con China y los BRICS.
 
El gran acuerdo del que habla desde hace años Fernández de Kirchner no es otra cosa que la reconstrucción definitiva de una alianza nacional, de los sectores nacionales, no entre dirigentes sino en el pueblo, en defensa de los intereses nacionales que corren el riesgo de volver a quedar en manos de sus tres veces verdugos. El riesgo de que la pieza vuelva a caer en el casillero con la cabeza de la serpiente y haya que regresar, otra vez, al principio.
 
La contradicción política y económica primaria, en esta época de turbulencias globales y abundancia de recursos estratégicos para la Argentina, no es otra que la disyuntiva entre cuidar los intereses nacionales o entregarse a voluntades que no son propias ni comunes. Una vez más en la historia de nuestro país el ala liberal-neofa, por complicidad o por beneficios personales o sectoriales, son sus vectores, encargados de ejecutar la tarea.
 
El jueves, mientras medio millón de personas desbordaba el microcentro en una muestra de fortaleza política que debería preocuparlos, si tuvieran la humildad intelectual de considerar la posibilidad de perder la elección, dirigentes, voceros e influencers de la oposición pataleaban en las redes sociales por la supuesta apropiación por parte del peronismo de una fecha patria y por la utilización político-partidaria de la efeméride.
 
Y sin embargo, la revolución de Mayo de 1810  fue, también, un acto político partidario, llevado adelante por una alianza diversa, de carácter nacional, que tenía como objetivo una patria más libre y soberana, en contra de quienes se proponían prolongar la subordinación a un poder extranjero. En ese sentido, el acto del jueves, además de la señal de largada de la campaña presidencial, fue un homenaje fiel a esos patriotas.
 
Por Nicolás Lantos
 
Fuente: El Destape
 

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14-11-2025 / 09:11
La Casa Blanca de Estados Unidos dio a conocer unilateralmente los primeros lineamientos del acuerdo comercial entre Argentina y EE.UU., a espaldas de los argentinos y del debate en el Congreso. Anunciaron un acuerdo comercial y de inversiones que materializa el momento histórico de mayor subordinación colonialista de Argentina a Estados Unidos. Más apertura hacia la entrada de productos yanquis incluso agrarios, eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias, entre otros puntos. Sin detalles, que todavía deben ser negociados, el texto muestra un completo alineamiento con todas las regulaciones norteamericanas, más allá del interés argentino, y la apertura total a sus mercaderías. El comunicado local no expresa claramente cuáles serían los "beneficios" para Argentina.
 
Los argentinos nos enteramos del acuerdo por el que Trump viene a cobrar su apoyo electoral a Milei, y que pagaremos todos los argentinos. Allí, se anuncia la firma de un convenio Marco para un Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos con Argentina. Ambos países se comprometen en abrir sus mercados en "áreas clave", aunque en la letra del texto difundido es mucho más la Argentina abriendo sus fronteras a los productos norteamericanos que los "compromisos" asumidos por este último. Es una reversión de Pacto Roca-Runcimann de 1933, el Estatuto Legal del Coloniaje, que subordinó la economía argentina a los intereses británicos.
 
El acuerdo favorece mucho más a los Estados Unidos. Entre los puntos principales destaca que Argentina brindará "acceso preferencial a productos estadounidenses como medicamentos, maquinaria, tecnologías de la información y productos agrícolas". A su vez, Estados Unidos eliminará aranceles para "ciertos recursos naturales argentinos y bienes farmacéuticos no patentados" y considerará el impacto del acuerdo al aplicar medidas comerciales relacionadas con la seguridad nacional.
 
En el ámbito agrícola, ambas partes se comprometieron a mejorar las condiciones de acceso al mercado de carne vacuna y aviar, así como a facilitar el comercio de productos como menudencias, carne de cerdo y productos lácteos. También se acordó no restringir el uso de ciertos términos cárnicos y lácteos.
 
El documento subraya que Argentina eliminará barreras no arancelarias como licencias de importación y formalidades consulares, y se comprometió a desmantelar gradualmente el impuesto estadístico para productos estadounidenses. Asimismo, se alineará con estándares internacionales en múltiples sectores y reconocerá certificaciones de organismos estadounidenses como la FDA. Este último punto implica un mazazo para la industria farmacéutica nacional.
 
Es un acuerdo con costos. El Marco de Comercio Recíproco e Inversión se presenta como un paso histórico para el vínculo bilateral. Sin embargo, la letra fina sugiere que Milei es un títere de los yanquis y los principales beneficios inmediatos recaerán sobre la economía de la potencia del norte: mayor acceso a sectores industriales y tecnológicos argentinos, influencia regulatoria ampliada, apertura en agroalimentos y una posición reforzada en cadenas de valor estratégicas. Para Argentina, los potenciales beneficios -posible llegada de inversiones- dependerán de cómo se implementen las reformas y de si el país puede evitar que la apertura derive en una nueva dependencia comercial asimétrica.
 
Milei celebró la difusión del acuerdo por parte del gobierno de Estados Unidos (que en Argentina no se oficializó formalmente). Para los norteamericanos, los "recates" al gobierno anarco capitalista tras haber fracasado no una, sino dos veces en menos de seis meses (salvataje del FMI en abril y de EEUU en octubre), están rindiendo con el sometimiento de Argentina en forma de entrega de soberanía.
 
La Opinión Popular

13-11-2025 / 09:11
Se perdieron más de 220.000 puestos de trabajo durante el gobierno cipayo, vende patria y pro oligarca de Javier "el Loco" Milei. Es la caída de empleo registrado privado, público y trabajadoras de casas particulares en agosto en relación a noviembre de 2023. En el mismo período creció el monotributo (+121.740). La precarización laboral avanza. En ese marco, Milei puso nuevamente en agenda la reforma laboral con el falso argumento de crear empleo. En la historia del país ya se demostró que eso no ocurrió, solo avanzó la precarización laboral, con salarios por el piso, que aumentó las ganancias de los empresarios.
 
El impensable y contundente resultado electoral de hace unos domingos atrás agrandó al gobierno anarco capitalista, que pasó a la ofensiva. La punta de lanza de esta ofensiva es la promocionada reforma laboral. ¿Se trata de una modernización equitativa y democrática de las relaciones capital trabajo, o se trata de una regresión a formas de dominio absoluto del capital sobre el trabajo?
 
Aprovechando el envión dado por las urnas, Milei está decidido a cumplir con las imposiciones del FMI. Que el Congreso apruebe el presupuesto 2026 en las sesiones extraordinarias de diciembre y sancione las leyes que impongan las reformas laboral esclavista y la tributaria, también exigidas por el Círculo Rojo, en enero. La previsional quedaría para más adelante.
 
Así como desde el inicio de su gestión creó una suerte de sentido común acerca de las bondades del equilibrio fiscal, que ya nadie en la oposición sistémica discute. Así ha buscado imponer un ambiente favorable a las reformas, particularmente la que tiene que ver en contra de los derechos del trabajo.
 
Los argumentos son por demás conocidos. Modernizar la legislación y sus normativas que estarían obsoletas frente a los nuevos procesos de producción y comercialización, que no se adaptarían a las nuevas tecnologías en continuo cambio, que su rigidez impediría la creación de empleo y por lo tanto obstaculizaría la reducción de la informalidad. Cuando el desempleo en Argentina llegó al 7,9% en el primer trimestre de 2025, según el INDEC. Casi 1,8 millones de personas estuvieron sin trabajo en ese período.
 
No se trata de ninguna modernización, es una regresión a las condiciones laborales del pre peronismo, si se quiere de fines del siglo XIX y principios del XX, que maximizan las ganancias de las empresas sobre la base de rebajar aún más el ingreso de los trabajadores. La experiencia demuestra que este tipo de reformas solo traen más precarización y pérdida de derechos. (Recordar "Ley de Empleo", 1991 y "Ley de Empleo, productividad y equidad", 2000 (Ley Banelco). La creación de empleos formales, que baja la informalidad, no depende de este tipo de normativas sino del crecimiento de la inversión productiva y la expansión de la actividad económica.
 
¿Qué tipo de reforma es necesaria? Una que compense la asimetría entre capital y trabajo, que no incline la cancha más de lo que está. Que por ejemplo reduzca la jornada para crear empleo. Que reconozca la calidad de trabajadores y por lo tanto sus derechos a quiénes se desempeñan en los servicios de plataformas. Que otorgue derechos a quienes trabajan en la Economía Popular. Que reconozca las licencias por paternidad y regule las tareas de cuidados...
 
Las condiciones de vida de los trabajadores no mejorarán con la reforma laboral de Milei, hay que rechazar el proyecto y conquistar trabajo con derecho para todos. No hay nada que negociar. Por el contrario, hay que resistir y luchar contra esta reforma antiobrera y antisindical que beneficia a los ricos y perjudica a los pobres. 
 
La Opinión Popular
 

12-11-2025 / 11:11
Gobierno libertario solo para la casta de los más ricos. Los "héroes" del Presidente. Marcos Galperín, ferviente defensor de que el Estado no intervenga en la economía, recibe millonarias exenciones impositivas. En un contexto de ajuste fiscal y debates por la reforma tributaria, el Formulario 10-Q presentado por Mercado Libre ante la SEC de Estados Unidos expone una vez más los jugosos beneficios fiscales que el gobierno de Javier Milei le otorga al "unicornio" fundado por Galperín, el hombre más rico de la nación con un patrimonio de 8.300 millones de dólares, según Forbes.
 
La empresa, valorada en más de 106 mil millones de "verdes", reportó ingresos netos de 7.400 millones en el tercer trimestre, un 39 por ciento más que el año anterior, y ganancias de 421 millones de dólares. Sin embargo, detrás de estos números relucientes se esconde un "secreto a voces": exenciones impositivas que superan los 350 millones de dólares en los últimos cinco años.
 
Bajo el régimen de promoción de la Economía del Conocimiento, Mercado Libre accedió en los primeros nueve meses de 2025 a beneficios por 50 millones en Ganancias y 17 millones de dólares en aportes previsionales, un 52 por ciento más que en 2024. "Es un subsidio injusto a una multinacional que no lo necesita", critica el Observatorio del Trabajo Informático (OTI), vinculado a la Asociación Gremial de Computación.
 
A Galperín le perdonaron en 2021: US$ 59 millones, en 2022: US$ 81 millones, en 2023: US$ 109 millones, en 2024: US$ 57 millones, en 2025: US$ 67 millones. Total: US$ 373 millones de impuestos le perdonaron a Galperin en cinco años. Pero los sectores populares tienen que pagar el IVA de los fideos sin chistar.
 
Sectores gremiales y la industria financiera coinciden: con su tamaño colosal, Javier Milei abusa del esquema al encuadrar áreas menores bajo un solo CUIT, mientras evade contribuciones que podrían destinarse a pymes o servicios públicos en crisis. Galperín, exiliado fiscal en Uruguay, predica la libre competencia, pero no duda en alzar la voz contra rivales como Temu y Shein, las plataformas chinas que inundan el mercado con productos baratos.
 
En el Foro Abeceb, Juan Martín de la Serna, presidente de la filial argentina de Mercado Libre, exigió "reglas claras" para importaciones, advirtiendo que amenazan el 90 por ciento de ventas de pymes en la plataforma y el empleo local. "Abrir indiscriminadamente da trabajo a chinos, no a argentinos", sentenció.
 
Ironía pura: el defensor del no intervenciónismo estatal ahora pide regulaciones que protejan su imperio. El cruce en X con Miguel Ángel Pichetto lo desnuda todo. El diputado peronista instó a gravar a estas "economías de plataformas" para cuidar la industria nacional.

Galperín replicó con arrogancia: "No estoy preocupado, competimos exitosamente". Pichetto no se quedó atrás: "Mejor empezá a preocuparte, porque te van a pasar por arriba y ya impactan en empleos de distribución".

Mientras, el Gobierno de Milei discute bajar cargas patronales, pero calla sobre estos privilegios elitistas de los más ricos empresarios. Esta disparidad fiscal alimenta el descontento: ¿por qué el gobierno de Milei regala millones a un magnate mientras mientras los salarios deprimidos de jubilados y trabajadores pagan la crisis?

La Opinión Popular


12-11-2025 / 10:11
Las últimas declaraciones del secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, acerca de la intervención del gobierno de Donald Trump en favor de Javier Milei para apuntalar el rendimiento electoral de los libertarios abren un nuevo abanico de sospechas y dudas acerca de las condiciones financieras de la operación y los favores prometidos a la potencia del Norte. Es más, fue Bessent quien habló de un swap activado, lo cual implica una operación de deuda de la que nadie en el gobierno argentino aporta un dato.
 
En medio del estruendoso silencio oficial, el secretario Bessent hizo público que Argentina activó el swap para devolverle inmediatamente a Estados Unidos su intervención para rescatar a Milei antes de las elecciones. Toto Caputo igual sigue sin decir palabra sobre los intereses que pagará el país por esa nueva deuda. Bessent confirmó que se activó el swap. Es decir, que Estados Unidos se garantizó una ganancia financiera contra el aumento de la deuda argentina. Ganancias de los yanquis y silencio del gobierno libertario.
 
En medio de la total falta de transparencia en torno a la operación, fuentes del mercado hablan de unos 2 mil millones de dólares por el rescate de octubre, a lo que se sumarían casi 800 millones que se pagaron al FMI en concepto de cancelación de vencimientos de deuda, lo cual acercaría la cifra a la banda de los 2700-3000 millones de dólares.
 
Cuestionado por la prensa norteamericana por el despilfarro de recursos que para muchos votantes de ese país supuso la ayuda a la Argentina, Bessent confirmó que Estados Unidos "hizo dinero" con la operación, es decir que "entró y salió" del mercado cambiario local y sugirió que, de no haber favorecido a Milei, el otro camino era derribar lanchas de narcotraficantes.
 
La operación Trump-Milei deja mucha tela para cortar. Por un lado, expuso como nunca la fragilidad de la economía argentina bajo la conducción libertaria y deja establecida una suerte de amenaza, bastante explícita, acerca de que, si se llegara a dar un cambio de signo político, el apoyo se esfuma y, por lo tanto, se desataría una crisis cambiaria fulminante.
 
En segundo lugar, hay un fuerte componente de opacidad respecto de en qué consiste la operación. ¿Cuáles fueron las condiciones financieras acordadas? ¿y cuáles las no financieras, asociadas a por ejemplo la reducción de la presencia de China en el país, algo que Bessent dijo con todas las letras?
 
El diputado de Unión por la Patria, Carlos Castagneto, lo aclaró: "1) Bessent trajo dólares. 2) Los cambió por pesos con una ¿tasa privilegiada del Gobierno? 3) Esos pesos los volvió a cambiar a dólares (después de las elecciones) que el país había pedido prestados (el swap). Resultado: Bessent no prestó plata, sólo hizo un cambio que nos dejó con más deuda en dólares", y le pidió al ministro Caputo que explique públicamente la operación.
 

11-11-2025 / 10:11
Los salarios, muy lejos de su nivel pre Javier Milei. Consultoras de diferente perfil político y hasta la UBA reflejan que los ingresos siguen por debajo del 2023. El salario mínimo, además, está peor que en 2001. Aunque el Gobierno de LLA no lo oculta, el ancla inflacionaria del programa económico siguen siendo las mismas medidas del ajuste inicial: dólar intervenido y artificialmente barato, e ingresos a la baja o estancados.
 
El problema, ya muy visible, empezó a ser reflejado por consultoras de diferente tendencia política, que advierten que los sueldos siguen por debajo de noviembre del 2023. Inclusive, la Universidad de Buenos Aires (UBA) mostró que el Salario Mínimo tiene menor poder de compra que el del año 2001, la peor crisis de la historia.
 
Esta situación, que mantiene un Índice de Precios al Consumidor (IPC) sin grandes movimientos, es el mismo factor que garantiza el camino de una recesión sostenida y, además, expone niveles de consumo masivo históricamente bajos. El costo de tener los precios a raya es un panorama de familias que no llegan a fin de mes, aún con una inflación que es hasta 4 veces menor a la que había en noviembre del 2023. Todo este contexto lo reflejan firmas muy disímiles, lo que enriquece las herramientas para el análisis del problema.
 
Empiria, la consultora de Hernán Lacunza (ex ministro de Economía del PRO), precisó que el Ingreso Disponible -en base 100- estaba muy por encima del 100, más cerca del 105, en noviembre del 2023. Y hoy está por debajo del 99. En esa consultora, además, hicieron un trabajo en el que muestran cómo el aumento de los servicios y tarifas golpearon seriamente a las familias.
 
En esa misma línea, Vectorial, la consultora de Haroldo Montagú, ex viceministro de Economía de Martín Guzmán, precisó que "la quietud relativa en los ingresos de los trabajadores no solo termina siendo un ancla a los precios sino también a las cantidades. Así, los salarios registrados aún se encuentran, en promedio, un 4,7 por ciento por debajo de noviembre de 2023". La firma asegura que "esta caída sería del 10,8 por ciento si se deflacta por la inflación actualizada por la ENGHO más reciente".
 
¿Qué pasó con los sueldos estatales? "Los trabajadores públicos son quienes se llevan la peor parte del retraso salarial, con un 13,2 por ciento de pérdida y con un ascenso excesivamente lento. Tampoco se observa una mejora para el caso de los trabajadores registrados privados, que recién en agosto vuelven a tener niveles similares a los de noviembre de 2023, mientras que lo que va del 2025 se encuentran orbitando en un 1 por ciento por debajo de estos valores".
 
En esa línea, la consultora Equilibra, que comanda Martín Rapetti, publicó que, en los primeros dos años del gobierno de Milei, el poder de compra de los salarios formales se contrajo un 19 por ciento en relación al promedio enero a septiembre del 2023. La firma ejemplificó la crisis salarial con un número demoledor: si se mira en términos acumulados, los empleados y jubilados perdieron el equivalente a 2,1 meses de ingresos reales en los primeros 20 meses del gobierno libertario.
 
Todo el contexto antes mencionado es lo que los comerciantes apuntan como el principal causante de la crisis de consumo. Los grandes supermercadistas aducen que los salarios planchados son un golpe letal para las ventas, sobre todo porque se montan en un esquema de costos fijos de las familias que crecieron mucho en los últimos dos años. En paralelo, en el caso de los jubilados, la afectación es aún mayor dado que la pérdida de ingresos no contempla cuál es el margen de consumo que perdieron por el aumento del precio de los medicamentos. 
 

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