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Nacionales - 29-05-2023 / 11:05
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

Cristina, la campaña del peronismo y la reconstrucción de una alianza nacional

Cristina, la campaña del peronismo y la reconstrucción de una alianza nacional
Mientras el presidente naufragaba entre sus errores no forzados y las circunstancias dramáticas que le tocó atravesar, Massa estrechó su vínculo con la vice al punto tal que se convirtió, junto a Axel Kicillof, Wado De Pedro y el propio Máximo Kirchner, en uno de los vértices del dispositivo político que está diseñando CFK para la próxima etapa, como quedó claro en la disposición de lugares en el acto del jueves.
El jueves en Plaza de Mayo Cristina Fernández de Kirchner repitió la frase que servirá como cimiento para la campaña que el peronismo tiene por delante, con el desafío de volver a pedir el voto de la sociedad argentina después de cuatro años con más frustraciones que motivos para celebrar. "A pesar de los errores, equivocaciones o diferencias, este gobierno es infinitamente mejor que el que hubiera sido otro de Mauricio Macri, no tengo dudas", dijo.
 
Lo que puede traducirse, sin mucho riesgo, en otra formulación, sobre la que va a montarse el esfuerzo proselitista que ella proyecta para los próximos meses: que un nuevo gobierno de la fuerza que todavía llamamos Frente de Todos, en cualquiera de sus múltiples configuraciones posibles, es una opción "infinitamente mejor" para el país que la más leve de las alternativas que presenten las fuerzas opositoras.
 
Esto no tiene que ver con la apreciación que tenga la vicepresidenta sobre las decisiones tomadas por Alberto Fernández ni sobre la expectativa que pueda poner sobre cada uno de los aspirantes a la candidatura presidencial. CFK, apasionada por la historia argentina, sabe que aunque hoy la oferta electoral se estructure en tres partes, no hay más que dos modelos económicos en pugna: la especulación financiera o el desarrollo productivo.
 
Y que sí existe una disputa, desde la segunda mitad del siglo veinte, entre tres identidades políticas que se reparten y compiten por la representación de millones de argentinos: una de matriz nacional-popular, otra nacional-conservadora y una tercera, liberal en materia económica, ultramontana en términos de derechos individuales, y que nunca se sintió a disgusto compartiendo el asiento con expresiones antidemocráticas y violentas.
 
Así, cada vez que el rumbo de la economía lo marcó el sector nacional-popular, con los gobiernos de Juan Perón, Néstor Kirchner y CFK, los indicadores subieron por una escalera y hubo momentos virtuosos de grandes avances en el desarrollo nacional. Y en cada ciclo liberal, con la dictadura, en las presidencias de Carlos Menem y por último con los cuatro años de Mauricio Macri, el retroceso fue brutal.
 
Por eso resulta inútil plantear un acuerdo sobre el modelo económico del país con el sector liberal; porque cada vez que llegan al gobierno toman decisiones que van en dirección contraria al desarrollo. No es maldad (no en todos los casos) sino que tiene que ver con sus convicciones e intereses, particulares, sectoriales o extranjeros, que resultan contrarios al progreso de la Nación y al bien común de la sociedad argentina.
 
Con el sector nacional-conservador, por el contrario, no solamente se puede sino que es necesario buscar coincidencias, justamente para dejar en minoría a los que reman en dirección contraria. Cada vez que hubo una conducción nacional-popular fue en concurso con aquellos. Entre 1945 y 1955, o entre 2003 y 2015, el sector nacional-popular condujo procesos hegemónicos con los conservadores adentro.
 
La otra opción es forjar consensos económicos, que son independientes de los pactos políticos. Por el contrario, pueden ser compatibles, incluso, con situaciones de persecución a las fuerzas nacional-populares, con dictaduras, bombardeos a blancos civiles y fusilamientos. Como sucedió entre 1955 y 1975, cuando el sector nacional-conservador estableció una alianza con los liberales-fascistas para voltear y prohibir a Perón.
 

 
Durante esas dos décadas, sin embargo, el consenso económico era tan potente que la economía nunca dejó de tener una matriz nacional, y aunque con el paso de los años la pulseada era cada vez más desigual, la Argentina llegó al golpe de 1976 con menos de cinco por ciento de pobres, una distribución paritaria de la riqueza y con los obreros metalmecánicos de Córdoba ganando mejores salarios que sus pares de Detroit.
 
El sector liberal-fascista sólo pudo imponer su modelo económico a través de la combinación de dictadura con un plan de exterminio, a partir de 1976. La segunda victoria, en 1989, fue mediante el engaño, de la mano de un candidato que hizo campaña apelando al restablecimiento de una matriz nacional-popular (revolución productiva y salariazo) y que terminó por entregar la economía argentina al Consenso de Washington.
 
Recién en 2015, con Mauricio Macri, por primera vez desde que existe en el país el voto universal, es decir, desde que el sector nacional-popular tuvo representación política, los liberales pudieron convencer, en elecciones libres y democráticas, que la mitad más uno de los conservadores eligieran a su candidato. Así, la segunda rueda se definió por una ventaja exigua pero legítima, que puso a ese modelo a conducir nuevamente la economía.
 
Sergio Massa tuvo un rol clave en esa elección, en la que era el postulante que representaba a los nacional-conservadores. De cara a la segunda vuelta, su apoyo ("No quiero que gane Scioli", dijo) resultó indispensable para torcer la balanza a favor del sector liberal, así como su acompañamiento en los primeros meses del gobierno de Cambiemos permitió avanzar con políticas que resultaron dañinas para el país.
 
Pero los enojos en política duran seis meses, como decretó recientemente CFK. Y Massa hace ya cuatro años, cuando --a instancias de Máximo Kirchner-- reanudó lazos con la vicepresidenta, de quien había sido jefe de gabinete una década antes, recompuso ese error y volvió a encauzar la historia. El Frente de Todos, al fin y al cabo, no fue otra cosa que un intento por restablecer el pacto entre el nacionalismo popular y el conservador.
 
Durante esos cuatro años, mientras el presidente naufragaba entre sus errores no forzados y las circunstancias dramáticas que le tocó atravesar, Massa estrechó su vínculo con la vice al punto tal que se convirtió, junto a Axel Kicillof, Wado De Pedro y el propio Máximo Kirchner, en uno de los vértices del dispositivo político que está diseñando CFK para la próxima etapa, como quedó claro en la disposición de lugares en el acto del jueves.
 
Este domingo Massa va a viajar a China. Volará veintidos horas de ida y veinticuatro a la vuelta para buscar financiamiento en el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS mientras, en simultáneo, negocia con el Fondo Monetario Internacional para conseguir un adelanto de los desembolsos en términos que sean compatibles con las condiciones que dejó muy en claro Fernández de Kirchner en Plaza de Mayo.
 
Esa voluntad (y la capacidad asociada) para negociar en simultáneo con ambas potencias, a pesar de la vulnerabilidad extrema del país en casi todos los frentes, contrasta con las definiciones de los principales candidatos opositores, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Javier Milei, todos en el cuadrante liberal (una vez más sintonizado con elementos neofascistas), en rechazo a profundizar la relación con China y los BRICS.
 
El gran acuerdo del que habla desde hace años Fernández de Kirchner no es otra cosa que la reconstrucción definitiva de una alianza nacional, de los sectores nacionales, no entre dirigentes sino en el pueblo, en defensa de los intereses nacionales que corren el riesgo de volver a quedar en manos de sus tres veces verdugos. El riesgo de que la pieza vuelva a caer en el casillero con la cabeza de la serpiente y haya que regresar, otra vez, al principio.
 
La contradicción política y económica primaria, en esta época de turbulencias globales y abundancia de recursos estratégicos para la Argentina, no es otra que la disyuntiva entre cuidar los intereses nacionales o entregarse a voluntades que no son propias ni comunes. Una vez más en la historia de nuestro país el ala liberal-neofa, por complicidad o por beneficios personales o sectoriales, son sus vectores, encargados de ejecutar la tarea.
 
El jueves, mientras medio millón de personas desbordaba el microcentro en una muestra de fortaleza política que debería preocuparlos, si tuvieran la humildad intelectual de considerar la posibilidad de perder la elección, dirigentes, voceros e influencers de la oposición pataleaban en las redes sociales por la supuesta apropiación por parte del peronismo de una fecha patria y por la utilización político-partidaria de la efeméride.
 
Y sin embargo, la revolución de Mayo de 1810  fue, también, un acto político partidario, llevado adelante por una alianza diversa, de carácter nacional, que tenía como objetivo una patria más libre y soberana, en contra de quienes se proponían prolongar la subordinación a un poder extranjero. En ese sentido, el acto del jueves, además de la señal de largada de la campaña presidencial, fue un homenaje fiel a esos patriotas.
 
Por Nicolás Lantos
 
Fuente: El Destape
 

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08-05-2025 / 12:05
La diputada Silvia Lospennato tenía todo preparado para colgarse la medalla de Ficha Limpia en vivo y en directo en los estudios de TN. Eran las 22.02 y sonreía, feliz, frente a las cámaras de televisión. La diputada del PRO había sido invitada para presenciar la votación en el Senado y ufanarse de ser la promotora de la proscripción de Cristina Kirchner. El desenlace, sin embargo, no fue el esperado.
 
A las 22.04, la vicepresidenta Victoria Villarruel comunicó que fue "rechazada la orden del día" y la sonrisa de la legisladora se desfiguró automáticamente. Furiosa y mordiéndose los labios, Lospennato acusó a la Casa Rosada de haber pergeñado la maniobra que derrumbó la iniciativa. "Hay gente que entiende que es necesaria una Cristina en la cancha", lanzó, en clara referencia a Javier Milei.
 
Los votos en contra de los dos senadores de Misiones, Sonia Rojas Decut y Carlos Arce, abrieron una nueva grieta entre el macrismo y La Libertad Avanza. "Acá hay claramente un pacto de impunidad", denunció Lospennato y completó: "Esto le permite a Cristina Kirchner ser candidata. Es un escenario que algunos querían". El mensaje apuntó directo a las filas libertarias.
 
La Casa Rosada responsabilizó al kirchnerismo por hacer caer el proyecto y aprovechó la situación para victimizarse. Recordó que también fueron bloqueados los pliegos que presentó el Ejecutivo para ocupar las vacantes en la Corte Suprema. "Antepone sus intereses económicos y su protección judicial, frente a las necesidades del pueblo argentino", manifestó y completó su descargo con el latiguillo de la casta: "El Senado de la Nación se consolida una vez más como el refugio de la casta política argentina".
 
Ni bien se conoció el resultado, Manuel Adorni y Patricia Bullrich salieron en tándem a derramar indignación en las redes sociales, con el mismo slogan: "Es kirchnerismo o libertad". El vocero habló de una jugada de la "vieja política" y la ministra afirmó que de un lado están "los que encubren y festejan a los corruptos" y del otro los pusieron "el pecho para defender Ficha Limpia".
 
En los pasillos de la Cámara, el desconcierto era total. Algunos sugirieron que Milei no tuvo nada que ver y que el cambio de postura de los senadores obedeció a un enojo del exgobenador misionero Carlos Rovira por el armado electoral que está orquestando la secretaria general de la presidencia, Karina Milei, en la provincia. Es decir, que se trató de una vendetta. Más allá de las suposiciones, en el macrismo dudan de todos.
 
La contracara de la desilusión macrista, fue el festejo del peronismo. El resultado plasmado en el tablero del Senado despertó la euforia del bloque de Unión por la Patria. A la senadora por Santa Cruz, Alicia Kirchner, se la vio a los abrazos con su par de Tierra del Fuego, María Eugenia Duré. A pocos metros José Mayans, Oscar Parrilli y Eduardo "Wado" de Pedro sonreían.
 
La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, celebró en redes sociales que se haya bloqueado el intento de proscripción a Cristina. "Métanse la cultura de la cancelación en el bolsillo. En Argentina no van a volver a proscribir al peronismo. Vivimos y defendemos la democracia", publicó la jefa comunal y evocó el nacimiento de Eva Perón. "En el día de su natalicio, con Evita en el corazón: volverá y será millones que son representados en Cristina Kirchner", concluyó.
 
La Opinión Popular
 

07-05-2025 / 10:05
Ocurrió otra vez: Patricia "Chaborra" Bullrich cambió de partido. La ministra de Seguridad, que hace dos años fue la candidata a presidenta de Juntos por el Cambio y presidenta del PRO, se desafilió del partido amarillo y se afilió a La Libertad Avanza. Lo hizo acompañada de Karina Milei en un acto que huele a candidatura de ella en octubre. Pero esto no es todo: según se pudo saber, la salida de Bullrich será seguida por la ruptura del bloque del PRO en Diputados.
 
Se podría llevar hasta unos 12 diputados, comandados por Damián Arabia. Ayer estaban debatiendo en qué momento era mejor anunciar el éxodo. El PRO saludó su salida en un comunicado en el que señala que "al darle la espalda a aquellos que la votaron y creyeron en ella, deja atrás una parte muy grande de su reputación, tal vez toda".
 
Si bien la salida de la milica Bullrich estaba más cantada que Despacito, la ministra eligió un momento clave de la campaña porteña para hacer su anuncio, como un hito más de la candidatura de Manuel Adorni, que celebró el fin de su conversión como "un acto de honestidad". La afiliación se escenificó en una caminata con la hermanísima y el vocero en la Plaza Vicente López y Planes, en Recoleta.
 
"Desde el primer día soy parte del Gobierno, esto para mí es un acto de coherencia", justificó Bullrich y les habló a los electores macristas: "El votante del PRO quiere un país con instituciones, con república, que vote leyes como las que promovemos nosotros, el votante del PRO quería esto, que la gente pueda ser libre. Por eso les pido que nos acompañen".
 
Toda la construcción dio para especular con que la dirigente va a ser la cabeza de lista de senadores de LLA en octubre para disputarle la Ciudad al PRO. No obstante, la ministra todavía no confirmó nada. Sí se tomó un momento para dedicarle un mensaje a Mauricio Macri. "De corazón, él diría a Mauricio Macri: apoyá el cambio con todo. Mauricio, no te quedés a medio camino", le recomendó.

No alcanza la edición entera de este diario para comentar todos los cambios de partido de Bullrich, pero se puede ensayar una síntesis: fue parte de la Juventud Peronista en los setentas, por lo cual Milei en la campaña de 2023 la acusó de "poner bombas en jardines de infantes".

Ella niega haber sido parte de Montoneros y haber participado de acciones guerrilleras, pese a que algunos libros afirman lo contrario. Con el menemismo, se reconvirtió y fue diputada en la lista que encabezó Erman González. Luego saltó a Nueva Dirigencia, de Gustavo Béliz, de donde pasó a la Alianza de Fernando de la Rúa, de donde fue ministra de Trabajo y es recordada por el recorte a jubilados y estatales.

Tras la crisis del 2001, se la vio con su propio sello, Unión por Todos. Más adelante, entró en la Coalición Cívica, donde escaló posiciones hasta ser la mano derecha de Elisa Carrió, a quien luego abandonó por Macri. Tras el fracaso de su gobierno, Macri le dio la presidencia del PRO, solo para ver como en 2023 hacía una negociación paralela y se iba con Milei. Un verdadero camaleón. 


Karina "la Recaudadora" Milei blanqueó que apuró a la presidenta del PRO a afiliarse a La Libertad Avanza. Bullrich es sin dudas el Groucho Marx de la política con la famosa frase que se le atribuye: "Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros". Así, y a pesar de haber fracasado en cada gestión de la que fue parte, ella se reinventa, cambia de partido y sigue viviendo del Estado. Una política 100% casta.

06-05-2025 / 10:05
No llegaron a dos años de gobierno y las denuncias de negociados y corrupción les estalla a diario a la cúpula de La Libertad Avanza. La interna entre Karina Milei y Santiago Caputo no colabora en desactivar estos estallidos que se reflejan en las redes sociales y los medios de comunicación, donde las denuncias hacen ruido.
 
Viviana Aguirre es de La Libertad Avanza, pero no llegó por su militancia o su prestigio profesional, sino que lo hizo pagando de su bolsillo el canon necesario para acceder a ese cargo. Viendo la podredumbre desde adentro Aguirre ahora fue a la Justicia a ratificar sus denuncias de corrupción que conoce dentro del PAMI y el ANSES, que dado cómo se fue conformando el espacio libertario quedan pocas dudas de que sean verdad.
 
Se multiplican así las denuncias en distintas provincias contra autoridades del PAMI. Todas fueron realizadas desde el interior de la Libertad Avanza, y tienen el mismo planteo: sostienen que los responsables del partido oficialista les pedían aportes a integrantes del organismo para financiar la campaña en negro. Las acusaciones apuntan a funcionarios de Menem, Martín y Eduardo "Lule". A raíz de estas denuncias, el PAMI abrió un sumario interno y fue separado el titular del PAMI de Junín, Alberto Pascual.
 
La justicia investiga si hubo extorsión a los empleados o financiamiento irregular. Una de las primeras denuncias fue en Misiones y arrancó en febrero: se trató de una denuncia penal hacia el lugarteniente de Karina "la Recaudadora" Milei, Carlos Adrián Núñez, por presuntamente haber retenido el 10 por ciento de los sueldos de funcionarios de las sedes locales de ANSES y PAMI. Núñez es el titular de La Libertad Avanza Misiones.
 
A esa primera denuncia se sumaron después otras similares en Chaco, Santa Cruz y La Pampa, donde se investigan desvíos de fondos y en licitaciones. La primera reacción del PAMI fue decir que iniciaban una investigación interna y que esas delegaciones "no serán más una caja negra al servicio de la política". Los denunciados por "hacer caja" eran los propios dirigentes, vinculados a los Menem.
 
Las denuncias quedaron en medio de la interna libertaria por el armado de listas. En La Pampa, el titular del PAMI y de La Libertad Avanza son la misma persona: Luciano Ortiz. Pero, a medida que la interna crecía, Karina Milei buscó reemplazarlo como autoridad partidaria y nombró otra persona en su lugar, Juan Pablo Patterer. Un fallo judicial impugnó esa decisión y Ortiz volvió al frente de LLA.
 
Allí, se abrió una tercera posición: una de las apoderadas del partido en La Pampa, María Victoria Rambur, denunció a otro dirigente de la cúpula local de La Libertad Avanza, Julio Jamad, como "el recaudador" y detalló que es el titular de la cuenta donde los funcionarios locales están obligados a depositar todos los meses el 15 por ciento de su sueldo. Los dirigentes apuntados son de los Menem.
 
En Chaco, el fiscal federal de Resistencia, Patricio Sabadini, anunció que comenzó a investigar por el presunto delito de extorsión a funcionarios del PAMI y de la ANSES chaqueña: Silvia Arolfo, la responsable de PAMI, y Alfredo "Capi" Rodríguez, de ANSES. "Se advierte que el medio comisivo empleado para finalmente obligar a las víctimas a entregar o ceder un porcentaje de sus haberes fue a través de claros actos intimidatorios", indicó el fiscal. "Capi" Rodríguez es, además, el titular de La Libertad Avanza Chaco. Se repite un escenario de corrupción: los titulares de LLA y del PAMI son la misma persona. Y en el medio quedan pegados los Menem. Mientras se multiplican las denuncias, Javier "el Loco" Milei habría intervenido para intentar frenar la escalada en la interna libertaria, que sacó a la luz estas sucias componendas.
 
La Opinión Popular
 

05-05-2025 / 09:05
La semana pasada, Javier "el Loco" Milei subió otro peldaño de su escalada incendiaria. Aun si se interpreta que las agresiones presidenciales a diestra y siniestra significan ante todo una táctica desviacionista, para ocultar los interrogantes sobre el rumbo económico, no varía la pregunta acerca de cuál es el verdadero consenso social que respalda sus animaladas.
 
El auditorio que lo cobijó en esta oportunidad no fue cualquiera. Era una platea de la Expo EFI, con alrededor de 1200 empresarios, economistas y dirigentes corporativos que representan a la crema del sector financiero bancario. Lo acompañaron con risas y vítores en cada una de sus groserías, cual auténtico coro de bufones.
 
En algunos pasajes, a juzgar por sus balbuceos, gestos y referencias de una ordinariez incrementada, Milei semejó estar particularmente desvariado. Si no se conociera al personaje, cabrían sospechas en torno a su salud mental. Quizás quepan, de todos modos. Dejamos eso para especialistas, y para quienes practican medicina y psiquiatría a distancia. Pero, en cualquier caso, cuentan mucho más la cantidad y calidad de sus festejantes, que no son sólo los de esta ocasión.
 
En Página 12, Leandro Renou destaca precisamente la forma, ya sin resguardos pudorosos, en que el poder económico celebra la violencia. Esos aplaudidores del odio, en efecto, se reproducen en todos los foros de la casta empresarial a donde concurre el mandatario, incluyendo los de aquellos rubros seriamente afectados por sus políticas. Industria, construcción, consumo masivo.
 
De hecho, como recuerda Renou, en el Día de la Industria los popes del área ya habían tolerado que Milei les endilgara ser prebendarios y "menos que el campo". Agacharon la cabeza, "algunos por el temor de confrontar con un gobierno que promete vendettas públicas y escraches; y otros, porque les parece que el insulto es un precio barato para conseguir el objetivo final".
 
Por eso es atinado el interrogante que formula el colega, relativo a si esta burguesía se cuadra en el registro del insulto presidencial por una cuestión ideológica; por embarcarse en un culto a la batalla cultural, o por si ven en ésta la última chance de que se cumplan sus viejos anhelos. O todo eso junto.
 
También en efecto, el trasfondo del fenómeno es global porque el empresariado de punta se ha dado cuenta de que ya no alcanza con gobiernos que prometan apertura, sino que es tiempo de apoyar regímenes ultra para trabajar desde adentro, en la misma sintonía, y achicar el margen de error.
 
Al cierre de la nota, como ingrediente más preocupante, se adosa que son muy pocos los empresarios conscientes de que la belicosidad del mensaje de Milei alimenta un proceso de violencia creciente. Y se cita el off de uno de ellos, que está en clara minoría ante el avance de los ultras: "Es parte de la poca responsabilidad que tenemos como burguesía, sabiendo que también nosotros somos actores centrales del proceso democrático".
 
Por cierto, cabe preguntar asimismo si alguna vez fue no ya distinto sino, apenas, diferente. ¿Acaso al hablar de dictadura no se le añade "cívico" a "militar"? ¿Cuándo sucedió que los golpes de Estado, los procesos de desmantelamiento del aparato productivo, la violencia contra las clases oprimidas, la represión, los industricidios, no tuvieran el concurso clave de los grandes actores de la economía?
 

04-05-2025 / 08:05
A medida que avanza su gobierno, Javier "el Loco" Milei profundiza sus apelaciones a la violencia, escalando los insultos, intimidaciones y amenazas a los economistas, periodistas y políticos que no le rinden pleitesía. No es una casualidad ni un rasgo de carácter, es un modelo desplegado por el Presidente y sus referentes mundiales, como Donald Trump, que busca paralizar a sus opositores. Entre insultos, amenazas y mandriles, Milei sigue la receta de sus pares internacionales: convertir el odio en capital político, la grosería en estrategia y la verdad en un valor que ya no tiene la menor relevancia.
 
Un presidente en contra del diálogo porque no considera que sea una herramienta de la construcción democrática. Necesita imponer su mirada a como dé lugar y gobierna únicamente, no ya para quienes lo votaron, sino para quienes asienten sin desviaciones. Verla es sintonizar con la obsecuencia. Y en respuesta a quienes no la ven, el presidente se envalentona.
 
La misma descripción vale tanto para un Milei como para un Trump, o para casi cualquier otro líder de la ultraderecha mundial. No es casualidad que el prototipo y los modos se repitan, como si obedecieran a un método. ¿Cuánto hay de caos y espontaneidad en esas cataratas de insultos anales y llamados a la violencia? ¿Hay más caos y espontaneidad que estrategia? ¿O más cálculo que improvisación?
 
"El insulto y la violencia son parte de una lógica y de una manera de entender la acción política. Por supuesto que en el caso de Milei, su obsesión por las redes, especialmente X, y su personalidad ayudan muchísimo", señala el editor, escritor y exministro de Cultura, Pablo Avelluto. "Pero no es casual -sigue- que este tipo de estrategias de comunicación se reproduzcan en todos los nodos de la red autoritaria y fascista a nivel internacional. No es que nuestra versión de la extrema derecha incluya insultos contra quienes no pensamos como el gobierno, sino que eso es lo que hace la extrema derecha en todas partes". Lo de los mandriles, según Avelluto, sí es una pincelada autóctona, pero lo demás no.
 
El miércoles pasado, Milei se mostró especialmente violento. El contexto fue un discurso ante unos 1.200 empresarios y economistas. Apuntó contra el exministro Martín Guzmán, a quien llamó "imbécil, incapaz e infradotado" por idear una ley "que obliga a tener que pasar un programa del FMI por el Congreso, es decir, el lugar donde están los degenerados fiscales".
 
En ese marco, festejó haber logrado el acuerdo con el Fondo: "La tienen adentro". También apuntó contra "los periodistas ensobrados, los sindi-garcas, los profesionales funcionales al conjunto de hijos de puta que cagaron al país, los ñoños republicanos y los zurdos ridículos", a quienes tildó, otra vez, de "mandriles". Los que estaban en las butacas se reían y aplaudían; se mostraban como un campo fértil.
 
Para los ojos de la audiencia, bombardeada minuto a minuto con expresiones cada vez más brutales, líderes de ultraderecha como Matteo Salvini, Jair Bolsonaro, Trump y el propio Milei traen cada día un nuevo numerito. Cada día, un nuevo golpe de efecto, con el discurso de "la doma" de las redes reconvertido en palabra oficial. 
 

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