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Nacionales - 22-05-2023 / 10:05
EL PROBLEMA DE LAS PRESIDENCIAS DÉBILES PONE EN RIESGO LA DEMOCRACIA EN TODA LA REGIÓN

El desafío del Frente de Todos no es ganar la elección sino prepararse para gobernar

El desafío del Frente de Todos no es ganar la elección sino prepararse para gobernar
Trabajosamente, “hasta que duela”, como se decía en otros momentos, se cimentará esa unidad borgeana, adherida a fuerza de espanto e incontables horas de negociaciones no precisamente sobre asuntos que interpelan la sensibilidad social. El cruel arte de repartir, trastienda sucia pero necesaria de la praxis política que transita por esos días su temporada alta.
A medida que se acerca el momento de las decisiones más importantes, es más difícil disimular los recelos y el ruido entre los dos dispositivos cuya alianza sostiene en pie al Frente de Todos, el kirchnerismo y el Frente Renovador.
 
Trabajosamente, "hasta que duela", como se decía en otros momentos, se cimentará esa unidad borgeana, adherida a fuerza de espanto e incontables horas de negociaciones no precisamente sobre asuntos que interpelan la sensibilidad social. El cruel arte de repartir, trastienda sucia pero necesaria de la praxis política que transita por esos días su temporada alta.
 
De aquellos asuntos nada o casi nada puede informarse con certeza hasta bien pasada la hora del cierre de listas, como pueden atestiguar, cada dos años, miles de damnificados. Lo suyo no estuvo. Por eso, cuando todavía falta más de un mes para esa fecha marcada en el calendario, estas líneas intentarán evitar ese fárrago.
 
Por cálculo o necesidad (el costo de meses dedicados al autoboicot derrotista y/o el clamor estéril) las definiciones llegarán entrado junio. El 25 de mayo, si no hay un cambio de planes fuerte sobre la marcha, será una estación del proceso pero no su última parada.
 
Aunque demostró, una vez más, que incluso disminuida por la persecución mafiosa, un intento de asesinato y tres años de convivencia ruinosa en el poder, Cristina Fernández de Kirchner conserva la centralidad política en el peronismo, resultará difícil que esta vez el candidato surja exclusivamente de su lapicera; la coyuntura pide una opción que se construya más orgánicamente, de abajo hacia arriba.
 
Su bendición, si hubiera una sola fórmula o si decidiera apoyar explícitamente a una de cara a una eventual primaria, deberá llegar una vez que otros actores hayan movido sus piezas.
 
Quienes hablan con la vicepresidenta, un conjunto que cada vez tiene más elementos, interpretan de sus definiciones y silencios que ella todavía tampoco ha tomado una decisión. Que el silencio, por lo menos por ahora, no obedece al secreto sino a una instancia reflexiva y deliberativa.
 
No se trata solamente de elegir un candidato que pueda garantizar un piso alto para acceder a la segunda vuelta y poder ampliar su electorado de cara al ballotage. Deberá, además, promover a una persona capacitada para hacer frente al desafío más difícil, que no es ganar una elección sino gobernar.
 
El día más importante para el futuro de la Argentina no es el 13 de agosto ni el 22 de octubre ni el 19 de noviembre sino el 10 de diciembre, cuando asuma el próximo presidente, ponga a trabajar a su equipo y defina las medidas con las que intentará sacar al país de la complejísima situación en la que le tocará llegar a la Casa Rosada.
 
Eso, y su capacidad de poner rápidamente en marcha ese plan, es lo que va a determinar, en gran parte, el resultado de la disyuntiva principal: si va a tratarse del gobierno que logre sacar al país de la crisis o si va a ser un eslabón más en la cadena de impotencias.
 
Cada intento fallido tiene un costo elevado, en términos de poder. Pero no solamente de poder presente sino también de poder futuro. 
 

 
Cada vez que la democracia no está a la altura de las circunstancias, cada vez que la política democrática se demuestra impotente para afrontar los desafíos, para darle, en definitiva, a la sociedad, aquello que la sociedad, con todo derecho, espera de sus representantes, las secuelas no afectan solamente a los ejecutores de esas políticas sino que va despojando de poder a las instituciones que los encumbraron, haciendo aún más cuesta arriba la tarea de quienes los sucedan.
 
Prestemos un poco de atención a lo que está pasando a nuestro alrededor. En Brasil, Lula consiguió volver a la presidencia después de haber sido encarcelado tras una condena amañada, y para ganar las elecciones y poder gobernar armó una coalición mucho más amplia que el Frente de Todos.
 
Sin embargo, después de aplacar un intento de golpe de Estado en las primeras horas de su tercer mandato, sigue gobernando día a día, pisando arenas movedizas con cada medida que toma e incapaz, aún, de impulsar una agenda propia en el parlamento. Sin dudas es una presidencia débil.
 
Veamos lo que sucede en Chile o en Colombia, con dos gobiernos novedosos, que llevaron por primera vez  al poder a sectores de izquierda con agendas modernas, después de sendos procesos de emergencia de las demandas populares muy importantes.
 
En los dos casos, menos de dos años más tarde están teniendo enormes problemas para sostener las coaliciones que los llevaron al poder. En el caso de Gabriel Boric sufrió dos reveses electorales durísimos en el proceso constitucional; Gustavo Petro, por su parte, tuvo que salir a desmentir esta semana que hubiera un golpe de Estado en marcha.
 
En Ecuador, Guillermo Lasso tuvo que acudir a un mecanismo constitucional para disolver la asamblea legislativa ante la posibilidad de ser destituido por un juicio político. Intentará gobernar los próximos meses por decreto y difícilmente sea competitivo si decide presentarse a las elecciones anticipadas que convocó al cerrar el Congreso.
 
Perú sigue gobernado por un gobierno de facto o de legitimidad muy dudosa, apoyado en la represión de las fuerzas armadas y de seguridad, después de que se sucedieran seis presidentes distintos en los últimos siete años.
 
América del Sur, el continente que durante muchas décadas fue caracterizado por la ciencia política y la cultura popular como una zona de caudillos, presidencialismos fuertes, autócratas con mano de hierro y poco respeto por las instituciones, se ha convertido, con el correr de la última década, en tierra de democracias frágiles y ejecutivos débiles.
 
Con un problema adicional: en la memoria social permanece la idea de un responsable plenipotenciario que debe proveer y solucionar. Cuando no se corrobora esa provisión y nadie arregla lo que está roto, la culpa sigue siendo del Leviatán que ya no existe.
 
Cuando hablamos de democracias frágiles y ejecutivos débiles nos referimos a procesos en los que la política y las instituciones de representación popular pasan a tener, cada vez, un peso relativo menor a la hora de tomar decisiones importantes o estratégicas.
 
Como el poder no acepta vacíos, esas decisiones que no toman los representantes elegidos por el voto terminan en manos de otros, que casi siempre no fueron elegidos por nadie: una alianza entre sectores minoritarios de la sociedad, el poder judicial, aristocrático y a salvo de la voluntad del pueblo, las fuerzas de seguridad y/o armadas e intereses extranjeros.
 
La falta de representación a la hora de tomar decisiones tiene, a efectos prácticos, dos problemas que se retroalimentan. Por un lado se enajena el interés común en perjuicio de réditos privados y sectoriales, lo cual termina por deteriorar la calidad de vida de las mayorías.
 
Eso, a su vez, genera una mayor frustración con el sistema que se vuelca no contra los verdaderos autores intelectuales y beneficiarios del fraude sino contra el gobierno, en el cual la gente confió, al que la gente eligió y que no puede resolver esos problemas. Eso que CFK llama insatisfacción democrática pasa bastante por ahí.
 
El riesgo, muy presente, es el de una crisis sistémica que termine de llevarse los vestigios de la maltrecha democracia. Cuando se elige a un partido y los problemas no se resuelven y luego se opta por la oposición, que no solamente no resuelve los problemas sino que los agrava, y entonces se busca una tercera opción, quizás algo que está fuera del menú tradicional, por izquierda o por derecha, y tampoco, entonces es sólo cuestión de tiempo que la sociedad, que puede tener paciencia pero no es suicida, empiece a pensar que lo que está mal no son los partidos, los candidatos, sino todo el sistema democrático.
 
Cuando uno se encuentra en un pantano y no tiene ninguna salida a la vista, moverse en cualquier dirección puede parecer una buena idea pero lo más probable es que termines por hundirte.
 
Así, cuando la crisis es todo el horizonte que existe, cada vez van a ser más los que piensen que los frenos y contrapesos que hacen débil al gobierno son el motivo de la inmovilidad y el peligro de que la sociedad avale una salida no democrática es cada vez más fuerte. Ya saben cómo voltear gobiernos: lo hicieron en Brasil, Bolivia, Perú, Paraguay, Honduras. En algún momento van a aprender a retener el poder.
 
Esto nos trae de regreso a la Argentina. El 10 de diciembre va a asumir el gobierno un presidente que no va a tener número en un Congreso fragmentado, ni reservas en el Banco Central, con una inflación corriendo al 100 por ciento en el más optimista de los sueños de Sergio Massa, con una mayoría automática y autónoma en la Corte Suprema, la dirigente política más popular del país a un fallo de la cárcel, probables cuestionamientos a los resultados electorales (como en Bolivia, Brasil, Estados Unidos y Paraguay) y una sociedad que llevará, para entonces, un lustro de vivir de sobresalto en sobresalto.
 
Esa es la mala noticia para el peronismo. La buena es que en el revuelo, y sin haber hecho demasiados méritos para merecerlo, se encontró de repente, en pleno año electoral, a instantes del comienzo de la campaña, con la chance de salir triunfador de esa carrera.
 
Con una certeza: ganar las elecciones es infinitamente más fácil que lo que viene después. Para ganar no hace falta ni siquiera ser bueno sino, tan solo, ser un poco menos malo que los demás. Y los demás, esta vez, son una exhibición de atrocidades.
 
Si el Frente de Todos consigue ir armando, sobre la marcha, de manera coral, a veces un poco disonante pero siempre colectiva, un plan razonable para afrontar el desafío de gobernar la argentina, en la medida de lo posible pero contra todos los obstáculos, si logra convencer a la sociedad de que puede llevarlo a cabo, si muestra vocación de poder y deja de recostarse en el rol de víctima, si logra proyectarse, en fin, como el instrumento de las mayorías para transformarlo todo, la victoria estará más cerca.
 
El peronismo no tiene que enfrascarse en ganar la elección sino que debe prepararse para volver a gobernar.
 
Por Nicolás Lantos
 
Fuente: El Destape
 

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05-11-2025 / 09:11
La Comisión Investigadora del caso $LIBRA en el Congreso reveló que encontró dos movimientos de fondos por 550.000 dólares hacia una billetera virtual atribuida a Mauricio Novelli y Manuel Terrones Godoy, los dos cómplices de Javier "el Loco" Milei en la estafa cripto. Las transacciones fueron realizadas justo cuando el empresario Hayden Davis festejó que el Presidente le había "firmado todo" para su desembarco en Argentina. La comisión podría denunciar a funcionarios de la Casa Rosada como Cuneo Libarona, al titular de la Oficina Anticorrupción, Alejandro Melik, y a Paulo Stark.
 
En el tramo final del trabajo de la Comisión Investigadora sobre la la causa por la estafa con la criptomoneda $LIBRA, la oposición incorporó más pruebas que coinciden con presuntos pagos para monetizar la imagen del presidente Milei. Se estima que el informe final se presentará la semana del 17 de noviembre.
 
Durante el encuentro presidido por el diputado de la Coalición cívica, Maximiliano Ferraro, se votó la reserva para formular denuncia a funcionarios de la Casa Rosada: el Ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona; Florencia Zicavo, ex titular de la Unidad de Tareas Investigativas (UTI) que se creó para averiguar si hubo un ilícito detrás de la difusión de la criptomoneda; al titular de la Oficina Anticorrupción, Alejandro Melik, y a Paulo Stark, quien preside la Unidad de Información Financiera (UIF). También, para presentar denuncia ante el Consejo de la Magistratura contra el juez Marcelo Martínez de Giorgi. Y finalmente, ante el Procurador General de la Nación contra el fiscal Eduardo Taiano.
 
En cuanto a las nuevas pruebas, surgen de un conjunto de transferencias de criptomonedas reveladas por el periodista Hugo Alconada Mon que coinciden en montos y fechas con los pagos reportados en un "acuerdo de cooperación" para monetizar la imagen del mandatario nacional. Según se informó en el encuentro, el reporte periodístico mencionaba un borrador de acuerdo que estipulaba un pago inicial de 300.000 dólares y pagos mensuales de 250.000 dólares a cambio de la representación exclusiva del Estado Argentino en asuntos de blockchain.
 
A raíz de un oficio enviado por la Comisión, Binance confirmó la existencia de una billetera perteneciente a Novelli y entregó sus movimientos. El análisis de estos datos, realizado con especialistas, permitió identificar una billetera que recibió aproximadamente 300 mil dólares entre el 19 y 30 de noviembre de 2024. También, 250 mil dólares el 17 de enero de 2025.
 
Estas transacciones se correlacionan directamente con los montos y el cronograma del acuerdo reportado. Los diputados que integran la comisión pudieron verificar que Novelli recibió al menos 30.897 dólares de esos fondos, por parte de esa billetera, el 26 de noviembre de 2024. Esa billetera que había recibido los 550.000 dólares distribuyó el resto de los fondos a billeteras radicadas en múltiples exchanges internacionales, incluyendo OKX, Bybit, Bitget y Binance.
 
Durante el encuentro, se resolvió librar nuevos oficios a estos exchanges para identificar a los destinatarios finales de los fondos y continuar con la trazabilidad del dinero, teniendo en cuenta que estas transferencias podrían corresponder a los pagos realizados por Hayden Davis (CEO de Kelsier Ventures) en virtud de dicho acuerdo.
 
Esto suma, aunque no dé resultados inmediatos. Al establishment le viene como anillo al dedo que este tema se abra, así cuando Milei termine de hacer el "trabajo sucio" lo transforman en chivo expiatorio y lo mandan a guardar en EEUU como al narco Fred Machado.
 
La Opinión Popular
 

04-11-2025 / 09:11
El Gobierno de Javier "el Loco" Milei pide tiempo. Tiempo para reestructurar el Gabinete, tiempo para ordenar su interna y tiempo, fundamentalmente, para que cambie la composición del Congreso y el poder vuelva a manos de La Libertad Avanza. Milei pretende patear el Presupuesto y las grandes reformas para el verano, cuando planea convocar a sesiones extraordinarias, pero se enfrenta a un problema: una mayoría opositora con fecha de vencimiento que resiste y que pretende, este martes, dictaminar el Presupuesto 2026.
 
Es una puja aritmética con final abierto. Este martes vence el plazo dictado por la Cámara de Diputados para dictaminar el Presupuesto, y el peronismo y el pichettismo están a la caza de las firmas necesarias para poder asegurarse que tendrán el número para presentar sus dictámenes. Cada sector redactó su propia propuesta, pero solo podrán presentarlos si consiguen que haya quórum en la comisión de Presupuesto. Esto es: el mágico número de 25 firmas.
 
El Gobierno, mientras tanto, quiere patear el tema para después de diciembre, cuando el Congreso se tiña de violeta y Milei pueda, con apoyo de los gobernadores, hacerse del control de la agenda legislativa. En el oficialismo confían en que tendrán una base de 111 aliados firmes -entre los que se incluyen a los libertarios, bullrichistas, PRO y radicales mileístas- y que, junto al apoyo de los gobernadores, podrán avanzar con todas las reformas que el presidente tiene planeadas para la segunda etapa de su gobierno. Incluido el Presupuesto.
 
Para resistir hasta diciembre, sin embargo, el Gobierno necesita boicotear el quórum de la oposición en la reunión de comisión del martes. Es la última gran amenaza de una oposición que, dentro de un mes, verá flaquear su poder de fuego y deberá resignarse a correr detrás de la agenda del presidente.
 
Una vez más, Martín Menem convocó al secretario de Hacienda, Carlos Guberman, a calmar las ansiedades de sus aliados. La última reunión que había organizado en su despacho, hace dos semanas, no había salido bien: Nicolás Massot y Eduardo Falcone le habían reclamado que incluyera la emergencia pediátrica, la ley de financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, y Guberman se negó. "No hay plata", afirmó, como toda respuesta.
 
Esta vez, la cumbre en el despacho de Menem fue más privada. El riojano solo invitó a los aliados más cercanos. Ni pichettistas de Encuentro Federal ni peronistas de Unión por la Patria ni ex libertarios del MID: solo los representantes de los gobernadores aliados y sus amigos, que el Gobierno cuenta como propios. Fueron la mendocina Pamela Verasay, el misionero Carlos Fernández, el radical "con peluca" Martín Arjol, la sanjuanina Nancy Picón, la lilita Paula Oliveto y el santacruceño José Luis Garrido. También fue la diputada del PRO, Daiana Fernández Molero.
 
Hubo reclamos, pero predominó la concordia: todos los presentes coincidieron en que lo que más convenía era que el Gobierno pudiera tener su Presupuesto. La diputada del PRO pidió por la deuda que la Nación tiene con la Ciudad de Buenos Aires en materia de coparticipación.
 
Los provinciales pidieron volver a aplicar los descuentos por "zonas frías" en las tarifas, que el proyecto de Presupuesto había eliminado. Todos pusieron sobre la mesa el problema de la obra pública, y algunos aprovecharon para pedirle los avales al Gobierno para poder endeudarse y conseguir financiamiento extranjero. Guberman se negó a todo, excepto a conceder los avales (que no le generan ningún costo). 
 

03-11-2025 / 10:11
El 26 de octubre el electorado porteño eligió a Patricia Bullrich como senadora. De las más de 2.520.000 personas empadronadas en CABA, la votaron 840 mil. Es decir, un 33,3 % del total. Como se cuenta sólo a quienes efectivamente depositaron la boleta en la urna (1.735.000 en este caso), la ministra de "Seguridad Nacional" cree que la votó más de la mitad de los porteños. Y así se siente habilitada a hacer lo que se le cante.

En solo 24 horas, Bullrich fue la principal oradora de la Derecha Fest, junto a la defensora de genocidas, Cecilia Pando, y le devolvió a la escuela de policías el nombre de Alberto Villar, recordado torturador y jefe de la Triple A. También renombró a la escuela de cadetes como Ramón Falcón, el responsable del asesinato de docenas de obreros en la represión del 1º de mayo de 1909. Todo un mensaje a quienes se forman como represores. Dos genocidas que mataron obreros, indígenas, estudiantes y luchadores sociales. Uno hace más de cien años y el otro en los 70. Es lo que Bullrich busca de la Policía Federal.

Desde el atril, y envalentonada con el resultado de las elecciones, a la derecha de la ultra derecha, la ex montonera Bullrich ensalzó a Milei, a quien definió como "un presidente pro Policía Federal Argentina", y los diferenció de otros gobiernos que consideraban a la fuerza una adversaria del Estado.

La ex peronista panqueque Bullrich dedicó su gestión a mostrarse como antítesis del peronismo. Lo primero que hizo fue derogar la resolución de Nilda Garré que regulaba la actuación de las fuerzas de seguridad frente a la protesta social. Una de sus últimas medidas será dar marcha atrás con otra resolución de Garré, la 167/2011, que había ordenado que las escuelas donde se forman los aspirantes a la fuerza no llevaran nombres de represores.

Hasta abril de 2011, la escuela de cadetes llevaba el nombre de Falcón. Garré decidió que se lo reemplazara por el de Juan Pirker, el jefe de la PFA de Raúl Alfonsín que murió en febrero de 1989 mientras estaba en funciones. La escuela de suboficiales llevaba desde diciembre de 1974 el de Villar y fue modificado por el de Enrique OGorman, que había conducido la fuerza entre 1867 y 1874. OGorman había prohibido que a los detenidos se los sujetara a barras y cepos por considerarlos instrumentos de tortura.

Este viernes, usando como excusa el 204° aniversario de la creación de la Policía Federal, Bullrich aprovechó para darle un mensaje a la sociedad: habrá represión brutal contra quienes luchen por sus derechos, es política de Estado, aún si eso implicara sobrepasar la legalidad y violar derechos humanos.

La "competencia" entre los libertarios por ver quién reivindica más y mejor a los represores de antaño y de la última dictadura militar debe ser denunciada y combatida por quienes defendemos la Memoria, la Verdad y la Justicia. Esas reivindicaciones con lo más reaccionario de nuestra historia son un golpe artero a las causas de lesa humanidad del presente. Ni olvido, ni perdón, justicia.

La Opinión Popular

02-11-2025 / 10:11
La reunión entre Javier "el Loco" Milei y Mauricio "el Gato" Macri "para comer milanesas" en Olivos terminó en desastre y el expresidente criticó duramente al Gobierno libertario. Sus únicos elogios fueron para el despedido Guillermo Francos y le bajó el pulgar al sucesor Manuel "Cara de Piedra" Adorni, "un hombre sin experiencia". La respuesta oficial fue contundente: "Nos chupa un huevo lo que opine Macri", resumió un alto funcionario. Macri llegó a la reunión esperando negociar, pero Milei no le ofreció nada; las elecciones profundizaron la distancia entre el PRO y LLA.
 
La foto que parecía destinada a sellar una alianza terminó en un cachetazo político silencioso. Macri llegó a Olivos esperando una negociación "entre iguales", pero se encontró con un Milei agrandado por su victoria electoral, sin apuro, sin concesiones y sin intención alguna de repartir poder. "Se fue con las manos vacías", resumió un dirigente del PRO que todavía no sale del estupor.
 
El encuentro había sido pactado antes de las elecciones, cuando el Gobierno temía una derrota y Macri olía una oportunidad para volver al tablero grande. Pero el triunfo de La Libertad Avanza cambió las reglas en un segundo: en la Casa Rosada dieron por innecesario cualquier pacto de supervivencia y pasaron del "necesitamos al PRO" al "gracias, pero no".
 
Macri se fue con las manos vacías de Olivos. Se encontró con un Milei recargado por el triunfo electoral que le explicó que hizo "todo bien" y por eso los argentinos y Donald Trump lo "premiaron" con su renovado respaldo.
 
Como si la escena necesitara más tensión, durante la reunión explotaron las renuncias de Guillermo Francos y Lisandro Catalán. Milei se dedicó a apagar su propio incendio político y Macri quedó relegado a un rol casi decorativo. La oferta de cargos -que nunca pasó de ideas vagas sobre segundas o terceras líneas- se evaporó. "No vamos a regalar ministerios para después no poder echar a nadie", fue la frase que circuló entre los libertarios.
 
En el PRO tomaron nota y mandaron un mensaje directo: el Congreso no será un paseo. "Tenemos 20 diputados, nos van a necesitar", lanzó un legislador, recordando que Milei apenas supera los 80 propios y está a años luz del quórum. El macrismo no solo se fue sin cargos: se fue sabiendo que lo quieren como furgón de cola, no como socio. La publicación expone un punto de inflexión en el enfrentamiento entre Macri y Milei, que ha tenido idas y vueltas desde el triunfo libertario en el balotaje de 2023.
 
Mientras tanto, el partido explotó por dentro. Patricia Bullrich ya había fracturado el bloque antes de la cumbre, y la fuga de legisladores empezó a tomar ritmo de desbandada. Sabrina Ajmechet se pasó a La Libertad Avanza con una despedida venenosa, y Damián Arabia apuntó contra la cúpula del PRO tras ser expulsado. El mensaje es claro: Milei no solo no necesita a Macri... lo está licuando.
 
En Olivos, el presidente se siente respaldado por las urnas y no planea negociar nada, ni con Macri ni con los gobernadores, que no esté en su propio beneficio. El "pacto Milei-Macri" nació en campaña, pero en el poder ya huele a viejo. Y esta vez, el que se fue a dormir sin premio político fue el fundador del PRO. La historia cambió de dueño, y el macrismo lo sabe.
 
La Opinión Popular
 

01-11-2025 / 11:11
Javier "el Cipayo" Milei se esmeró en cumplir las condiciones de Washington, entre ellas el enfriamiento de las relaciones comerciales con China, mientras Donald Trump se reunía en Corea del Sur con el mandatario chino XI Jinping y levantaba impuestos aduaneros a cambio de que China volviera a comprarles soja en detrimento de la que compra en la Argentina.
 
Cuando Milei viajó desesperado a buscar el socorro estadounidense, el primer "consejo" de Trump fue que sólo salvarían a un gobierno "sustentable". No quería repetir la mala experiencia con Mauricio Macri, a quien prestaron una cifra fabulosa y perdió las elecciones. Sin sustentabilidad no hay ayuda fue el mensaje que recorrió el país. Dos tareas para el hogar: recomponer las alianzas del principio de la gestión y terminar con el peligro del populismo-peronismo.
 
La convocatoria a los gobernadores llegó al día siguiente de los comicios. Veinte de ellos asistieron dócilmente. Muchos perdieron las elecciones en sus provincias. Cuatro quedaron fuera de la reunión. La Rioja, Buenos Aires, Formosa y Tierra del Fuego fueron discriminados por el Presidente de todos los argentinos.
 
"Si me hubieran invitado hubiera ido, -afirmó el gobernador bonaerense Axel Kicillof- le hubiera planteado al Presidente la deuda que tiene con la provincia por los billones de pesos que nos pertenecen y no nos entregó, le hubiera preguntado la razón por la que retiró los programas de salud y educación a la provincia". Y siguió con una enumeración de los puntos de la deuda que mantiene el gobierno nacional con la provincia de Buenos Aires.
 
Es una situación que padecen todas las provincias. Pero los que asistieron a la Casa Rosada no hicieron ningún planteo. En cambio, escucharon el reclamo de respaldo a las futuras medidas que el gobierno nacional mandará al Congreso, con la reforma laboral en primer lugar. La mayoría de estos gobernadores apoyaron en el Congreso las leyes más retrógradas que envió el gobierno al principio de su mandato. Pero retacearon sus votos cuando midieron el descontento previo a las elecciones.
 
Hubo foto, pero sin anuncios. La CGT también entró en deliberación por el escenario que se viene, donde las principales víctimas serán los trabajadores. La gran pregunta es hasta qué punto el resultado de estos comicios de medio término habilitaron al gobierno para avanzar aún más sobre los sectores populares ya muy golpeados.
 
Una explicación sobre el sorpresivo salto del malhumor en la sociedad a este resultado, es que se basó más en el miedo que en un respaldo al ajuste. Si parte de ese voto se explicara así, con las iniciativas que enviarán al Congreso, la "sustentabilidad" se irá por el desagüe. Los tiempos son más cortos que en el 2023 porque la gente está peor.
 
El Milei de la reunión estaba en ganador: "Para qué voy a invitar a personas que no saben sumar dos más dos", dijo por los gobernadores discriminados. Agregó que la conversación había sido muy buena pero no aclaró el temario ni los acuerdos. Trump quería la foto de la sustentabilidad con los gobernadores y la tuvo.
 
Fue una de sus exigencias, al igual que congelar los acuerdos con China, como planteó el secretario del Tesoro norteamericano Scott Bessent. Trump no quiere que los países latinoamericanos tengan buenas relaciones con la potencia oriental. Y mientras imponía estas condiciones a Milei, suplicaba en Corea del Sur a Xi Jinping que China vuelva a comprarles soja y vuelva a venderles las tierras raras que necesita para su industria bélica.
 

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