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“Cantamos porque el grito no es bastante/ y no es bastante el llanto ni la bronca/cantamos porque creemos en la gente/ y porque venceremos la derrota”.
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Nacionales - 13-05-2023 / 09:05
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

La inflación y el enroque de discursos de Sergio Massa y Alberto Fernández

La inflación y el enroque de discursos de Sergio Massa y Alberto Fernández
“No nos entra un kilombo más”, graficó el ministro Sergio Massa en Navarro, en un acto con productores agropecuarios. “Estabilidad política, para que haya estabilidad económica”, agregó. Esta semana, el ministro de Economía se metió en política, lo que había tratado de eludir. Y el presidente Alberto Fernández, que resignó su reelección, afirmó que lo había hecho para abocarse a la lucha contra la inflación, lo que parecía que había delegado en Massa.
"No nos entra un kilombo más", graficó el ministro Sergio Massa en Navarro, en un acto con productores agropecuarios. "Estabilidad política, para que haya estabilidad económica", agregó. Esta semana, el ministro de Economía se metió en política, lo que había tratado de eludir. Y el presidente Alberto Fernández, que resignó su reelección, afirmó que lo había hecho para abocarse a la lucha contra la inflación, lo que parecía que había delegado en Massa.
 
Al revés de lo que dice el ministro de Economía, el impacto de la inflación es lo que provoca inestabilidad y trastoca en forma permanente las proyecciones hacia el futuro. Si pasa con el ciudadano de a pie, es lógico que también impacte en la política.
 
El verdadero kilombo es que la persistencia de la inflación debilitó al Gobierno, posibilitó el desequilibrio de poderes ante la embestida de la corporación judicial y complicó la elección de candidatos en Juntos por el Cambio y en el Frente de Todos, algo que debía tener una resolución más fluida.
 
Y el único favorecido en medio del kilombo es Javier Milei, un personaje hitleriano, estrambótico, cuyos antecedentes más visibles son su respaldo a los genocidas de la última dictadura. Así como sus propuestas de libre mercado para el tráfico de órganos humanos, y para la eliminación de la educación pública, que sería reemplazada por un sistema de "vouchers" para que los pobres elijan la escuela privada a la que quieran concurrir.
 
El discurso desopilante y gritón es el que más concuerda con el nivel de incertidumbre y bronca al borde de la histeria que impera en la sociedad y que tienen su causa en la imposibilidad de prever cuánto costará al día siguiente comer, vestirse y alquilar. El personaje siniestro que ha crecido en las encuestas constituye un síntoma del estado de la sociedad.
 
La imposibilidad del Gobierno para frenar la crisis, sumado al discurso de odio de la oposición macrista y su estrategia de oponerse a todo, han sido la madre del borrego. Milei, un imposible para el universo de la razón, se ha convertido en la gran promesa para un tercio de los argentinos que lo siguen ya sea porque respaldaron siempre a los genocidas, o porque quieren creer en su discurso mágico purificado por la santa indignación, o simplemente porque están desilusionados y con bronca con el sistema político.
 
Cuando asumió Sergio Massa en Economía, el debate por las candidaturas en el Frente de Todos parecía estar jugado a lo que ocurriera entre el ministro de Economía y la inflación, incluso era aceptado así por los que no simpatizaban con Massa. Esa perspectiva aquietó el debate por las candidaturas.
 
Pero las expectativas puestas por el mismo ministro se desinflaron por el salto del dólar paralelo que se trasladó a los precios. La inflación desgastó primero al presidente Alberto Fernández, que retiró su intención de presentarse a la reelección. Pero ahora también esmeriló la figura de Massa. El Presidente, que se había desligado del tema para que su ministro capitalizara una esperable baja de la inflación, ahora lo retomó. Y el ministro empezó a hablar de las internas. Hubo un enroque de discursos.
 

La intervención de la Corte Suprema para interrumpir la seguidilla de victorias electorales del oficialismo mostró la confianza de los magistrados en su impunidad frente al Gobierno. Todas las decisiones que ha tomado este tribunal moldeado por el macrismo han sido en contra del peronismo y sus aliados. La historia pone de manifiesto su parcialidad. En este caso, los amparos estaban planteados desde abril. La decisión de interrumpir las elecciones en San Juan y Tucumán, cinco días antes de que se realizaran, funcionó como una bofetada al Gobierno.
 
Es también un rebote del impacto que produce en la Corte la investigación que realiza la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados. Lo que con la complicidad de la corporación mediática parecía que no tendría trascendencia, se convirtió en un verdadero escándalo con epicentro en los cuatro jueces, por cuestiones de corrupción, tráfico de influencias y otros delitos que fueron revelados por testigos como el ex administrador de la Corte Héctor Marchi y otros. El presidente del Tribunal, y el más belicoso de los cuatro jueces, Horacio Rosatti, fue demolido con acusaciones lo suficientemente graves y sustentadas como para romper el blindaje mediático.
 
La interrupción de las elecciones en Tucumán y San Juan fue una respuesta a la Comisión de Juicio Político. La decisión es discutible desde el punto de vista legal, la podrían haber tomado antes y, además, es poco lo que alteran el resultado previsto en las urnas. Pero es una demostración de poder dirigida al Gobierno y a una posible candidatura de Cristina Fernández. La Corte se muestra como un poder ya no judicial, sino político, como ha sido siempre.
 
Cada golpe militar echó jueces y nombró Cortes Supremas adictas. Y la jurisprudencia que produjeron esos tribunales se siguió aplicando porque nunca se anuló, como si esos tribunales hubieran sido tan legítimos como los demás. Esa permanencia se sustenta en la continuidad corporativa, no tiene nada que ver con la democracia o la división de poderes. Es un sistema que ya no califica para un sistema democrático, al punto de que una investigación parlamentaria, que tiene pocas posibilidades de convertirse en juicio político, le ha provocado una crisis de legitimidad de la que será muy difícil que se reponga.
 
La inestabilidad que genera la inflación atravesó a las fuerzas políticas. Juntos por el Cambio puede llegar a un punto de quiebre: Mauricio Macri parece buscar una alianza entre Patricia Bullrich y Milei, en tanto que Horacio Rodríguez Larreta juega con la idea de una alianza con el gobernador saliente de Córdoba, Juan Schiaretti, de recoger a otros sectores conservadores del peronismo y contener a los radicales que, en principio, rechazan ese camino.
 
Los escenarios son tan cambiantes que hasta el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, podría desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales. En las mediciones se mantiene varios puntos por encima de los candidatos de Milei y del macrismo, pero también depende de la forma que traccionen los candidatos presidenciales, tanto del Frente de Todos como de las otras fuerzas.
 
Según las encuestas -que, como todo el mundo sabe, no son infalibles-, Milei le saca votos a Juntos por el Cambio, pero no tiene candidato bonaerense. Al desdoblarla, Milei no aparecerá en la elección provincial, lo que atenuaría el efecto de arrastre y favorecería al macrismo.
 
Es un cuadro complejo para el Frente de Todos, que necesita un candidato que recupere mística y entusiasmo y que sea creíble para la sociedad frente al flagelo de la inflación, tema determinante para muchos al decidir el voto.
 
Para resolver semejante "kilombo" -palabra del ministro- resurgió la figura de Cristina Kirchner pese a que anunció que no será candidata en ninguna categoría. Pero un sector importante del sindicalismo, de gobernadores e intendentes y de agrupaciones partidarias, peronistas y no peronistas, convocó para el 25 de Mayo a una gran movilización en la Avenida 9 de Julio como coronación del operativo clamor por la candidatura presidencial de CFK.
 
Ella ha dicho que hubiera podido ganar la elección anterior, pero que no la iban a dejar gobernar. Y por eso propuso la candidatura con Alberto Fernández. Si cambia ahora de decisión es porque ha visto la posibilidad de avanzar y romper ese bloqueo. Hasta ahora no hay señales de que vaya a cambiar y, alrededor suyo, el hermetismo sobre este tema es total.
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página12
 

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30-05-2023 / 11:05
Los cuatro ejes sobre los que centró su reciente alocución la vicepresidenta Cristina Kirchner fueron una muy buena síntesis de los principales y graves problemas que afectan a la Argentina actualmente. Al exponer sobre la explotación de nuestros recursos naturales fue clara y explícita: seguir el camino de Bolivia y Chile, que han declarado al litio material estratégico, con la consecuente defensa y manejo de su explotación.
 
La síntesis fue elocuente: seamos como los países del sureste asiático y no como un nuevo Potosí, esto en una clara alusión a la ciudad boliviana donde por siglos se extrajo el mineral de plata y se la llevó allende los mares, sin dar progreso al pueblo que la extraía. Por cierto que ironizó agudamente en cuanto a quienes se escandalizan cuando se habla de declarar el litio como recurso estratégico. La respuesta de la multitud fue masiva: "Patria sí, colonia no".
 
El litio es el mineral del futuro. En un planeta saturado de monóxido de carbono y otros gases que están produciendo ya mismo un cambio climático de consecuencias impredecibles, negativas para la humanidad, los motores eléctricos son la gran esperanza de un mundo que, de uno u otro modo se mueve por el transporte. Los avances tecnológicos en lo relacionado con la aplicación del litio en el último lustro han sido impresionantes, y esto al margen de su múltiple utilización en otras producciones esenciales.
 
Esta parte de Sudamérica tiene la mayor reserva de litio en el mundo, concretamente los países nombrados, incluido el nuestro. ¿Por qué no aunar esfuerzos entonces para que a ese mineral se le dé valor agregado en los países donde se extrae en lugar de exportarlo, dejándolo en manos de las grandes corporaciones extranjeras, que desde hace tiempo están al acecho de su manejo? La vicepresidenta tuvo una elocuente síntesis: "No hagamos todo el auto eléctrico, pero al menos la batería o una parte de ella".
 
Si bien existen distintas opiniones acerca de cuál es el mejor camino para explotar el denominado oro blanco, Patricia Bullrich, precandidata a presidenta por el PRO, se posiciona "en contra" de nacionalizarlo. La razón por la cual se manifiesta en contra se debe a que simplemente considera que ese no es el camino correcto. Tal vez pretenda que se apropien las empresas extranjeras que financian su campaña electoral. La del litio, es una de las tantas historias que el colonialismo aporta en pro de sus intereses, defendido por los cipayos autóctonos.
 
No se necesita demasiada memoria para recordar que las expresiones sobre su aprovechamiento industrial dentro de los límites de la Nación fueron esparcidas sobre la opinión pública desde hace varios años, incluso en algunos casos con mención específica de las firmas encargadas de la trasformación y los aportantes de la tecnología necesaria, que se transferiría al país.
 
Sin embargo, disimulada, casi subrepticiamente, esa meta ha ido quedando postergada, diluyéndose para dar lugar a la exportación del producto en bruto. Basta mirar los diarios para corroborar que, con una u otra excusa, el litio ha comenzado a salir de la Argentina, en tanto que se modernizan los métodos de obtención "in situ".
 
Ahora bien: ¿Qué es lo que impide a los países del Cono Sur americano conformar una organización de países productores de litio, una OPPL, a imagen y semejanza de la de los que son ricos en petróleo?
 
La Opinión Popular
 

30-05-2023 / 10:05
El dictamen del fiscal Carlos Rivolo sostuvo que Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte deben ser juzgados como coautores de tentativa de "homicidio doblemente calificado" por alevosía y premeditación. Gabriel Carrizo, el jefe de los vendedores de copos de azúcar, fue considerado partícipe secundario. Según el fiscal, "actuaron por su cuenta" con al menos dos meses de planificación.
 
Cristina Fernández de Kirchner se pronunció este lunes sobre la decisión del fiscal Rivolo de cerrar la investigación en torno a los tres acusados por el intento de asesinato en su contra y el pedido de la elevación a juicio oral, y lo consideró "un nuevo acto de consagración de la impunidad", por parte del Partido Judicial Macrista.
 
La vicepresidenta cuestionó el pedido de elevación a juicio únicamente de Brenda Uliarte, Fernando Sabag Montiel y Nicolás Carrizo. Señaló que se evitó incluir en la causa las líneas que remiten a la familia Caputo y al diputado del PRO, Gerardo Millman. "Toda la investigación se caracterizó por evitar conocer la verdad", afirmó. Y agregó: "Para CFK no hay ni habrá justicia, ni como acusada ni como víctima. Me quieren presa o muerta".
 
"Desde el primer día hasta hoy, las autoridades judiciales han puesto una traba tras otra para impedir que salga a la luz la verdad de lo ocurrido el 1 de septiembre de 2022" (el día en que intentaron matarla), expresó la vicepresidenta a través de una carta titulada "A 40 años de Democracia. El Partido Judicial y la consagración de la impunidad". "Como he dicho, para CFK no hay ni habrá justicia, ni como acusada ni como víctima. Me quieren presa o muerta", enfatizó.
 
De esta manera, la exmandataria rechazó y criticó la decisión del fiscal Carlos Rivolo, quien le solicitó este lunes a la jueza María Eugenia Capuchetti la elevación a juicio de los acusados Brenda Uliarte, Fernando Sabag Montiel y Gabriel Nicolás Carrizo. Dejando afuera del cerco acusatorio a las personas señaladas como posibles instigadores, partícipes y financistas, varios de ellos vinculados a la alianza derechista Juntos por el Cambio, como la familia Caputo y Millman.
 
"Lo dije una y mil veces: ni Capuchetti ni Rivolo quisieron investigar el intento de asesinato y ahora pretenden cerrar la investigación con una celeridad que nunca demostraron en ninguna causa", sostuvo la vicepresidenta.
 
Respecto a los motivos que brindó el fiscal en su solicitud, Fernández de Kirchner objetó que "omite por completo valorar todo lo relacionado con las líneas de investigación que apuntan a personas que van más allá de Uliarte, Sabag Montiel y Carrizo".
 
"Como he dicho, no hay práctica más clara para buscar la impunidad de causas complejas, que partirlas en pedacitos", enfatizó y advirtió que, con esta decisión, el resto de las pruebas "no se investigan nunca más".
 
"Toda la investigación se caracterizó por evitar conocer la verdad", lanzó la vicepresidenta y denunció "un intento evidente y desesperado por evitar hallar la posible participación de terceros, financistas e instigadores", cruzando fuerte al poder judicial corrupto. ¿Qué puede esperarse de esta justicia totalmente controlada por el macrismo?
 
La Opinión Popular
 

29-05-2023 / 11:05
El jueves en Plaza de Mayo Cristina Fernández de Kirchner repitió la frase que servirá como cimiento para la campaña que el peronismo tiene por delante, con el desafío de volver a pedir el voto de la sociedad argentina después de cuatro años con más frustraciones que motivos para celebrar. "A pesar de los errores, equivocaciones o diferencias, este gobierno es infinitamente mejor que el que hubiera sido otro de Mauricio Macri, no tengo dudas", dijo.
 
Lo que puede traducirse, sin mucho riesgo, en otra formulación, sobre la que va a montarse el esfuerzo proselitista que ella proyecta para los próximos meses: que un nuevo gobierno de la fuerza que todavía llamamos Frente de Todos, en cualquiera de sus múltiples configuraciones posibles, es una opción "infinitamente mejor" para el país que la más leve de las alternativas que presenten las fuerzas opositoras.
 
Esto no tiene que ver con la apreciación que tenga la vicepresidenta sobre las decisiones tomadas por Alberto Fernández ni sobre la expectativa que pueda poner sobre cada uno de los aspirantes a la candidatura presidencial. CFK, apasionada por la historia argentina, sabe que aunque hoy la oferta electoral se estructure en tres partes, no hay más que dos modelos económicos en pugna: la especulación financiera o el desarrollo productivo.
 
Y que sí existe una disputa, desde la segunda mitad del siglo veinte, entre tres identidades políticas que se reparten y compiten por la representación de millones de argentinos: una de matriz nacional-popular, otra nacional-conservadora y una tercera, liberal en materia económica, ultramontana en términos de derechos individuales, y que nunca se sintió a disgusto compartiendo el asiento con expresiones antidemocráticas y violentas.
 
Así, cada vez que el rumbo de la economía lo marcó el sector nacional-popular, con los gobiernos de Juan Perón, Néstor Kirchner y CFK, los indicadores subieron por una escalera y hubo momentos virtuosos de grandes avances en el desarrollo nacional. Y en cada ciclo liberal, con la dictadura, en las presidencias de Carlos Menem y por último con los cuatro años de Mauricio Macri, el retroceso fue brutal.
 
Por eso resulta inútil plantear un acuerdo sobre el modelo económico del país con el sector liberal; porque cada vez que llegan al gobierno toman decisiones que van en dirección contraria al desarrollo. No es maldad (no en todos los casos) sino que tiene que ver con sus convicciones e intereses, particulares, sectoriales o extranjeros, que resultan contrarios al progreso de la Nación y al bien común de la sociedad argentina.
 
Con el sector nacional-conservador, por el contrario, no solamente se puede sino que es necesario buscar coincidencias, justamente para dejar en minoría a los que reman en dirección contraria. Cada vez que hubo una conducción nacional-popular fue en concurso con aquellos. Entre 1945 y 1955, o entre 2003 y 2015, el sector nacional-popular condujo procesos hegemónicos con los conservadores adentro.
 
La otra opción es forjar consensos económicos, que son independientes de los pactos políticos. Por el contrario, pueden ser compatibles, incluso, con situaciones de persecución a las fuerzas nacional-populares, con dictaduras, bombardeos a blancos civiles y fusilamientos. Como sucedió entre 1955 y 1975, cuando el sector nacional-conservador estableció una alianza con los liberales-fascistas para voltear y prohibir a Perón.
 

28-05-2023 / 11:05
El fiscal Guillermo Marijuan, afirma, sintiéndolo mucho, que investigaron en Uruguay, Suiza, Estados Unidos, Panamá, Belice, Lichtenstein, España, Seychelles, "entre otros países", buscando bienes, cuentas y sociedades de Cristina Kirchner y su familia. Y no encontraron nada.
 
En tono compungido, en su escrito de 46 páginas, el fiscal que se hizo transmitir en vivo al pie de una excavadora, buscando plata de los Kirchner en la Patagonia, concluyó: "no he logrado reunir elementos probatorios que me lleven a avanzar". Y, en ese marco, pidió que se sobresea a la vicepresidenta en la causa que mediáticamente llamaron "La ruta del dinero K", pero --como reconoce Marijuan--, no se encontró nada relacionado con los Kirchner y el delito de lavado de dinero.
 
Esta semana, el juez Sebastián Casanello les pedirá opinión a los dos organismos querellantes, la Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y la Unidad de Información Financiera (UIF) que, probablemente, no opongan obstáculo. Y luego el propio Casanello, que desde hace años viene diciendo que no hay evidencia contra CFK, seguramente dictará el sobreseimiento.
 
En el camino quedaron decenas, centenares, de tapas de diario y hasta los procedimientos en que rompieron las paredes de las casas de Río Gallego y Calafate buscando bóvedas ocultas. Hace dos semanas se incorporó un informe sobre llamadas telefónicas en base al cual intentaron manipular las conclusiones.
  
En el expediente que arrancó el 13 de abril de 2013, Marijuan formuló una acusación que ahora rememoró en su escrito: "resulta evidente que el exorbitante capital obtenido por Lázaro Báez, no puede presumirse como de su exclusiva propiedad, sino que por el contrario, esta parte sostiene que ese dinero claramente pertenecía a la exmandataria".
 
O sea, el constructor sólo era un testaferro. El punto central son 32.800.000 dólares que Báez sacó de la Argentina hacia cuentas en Suiza a nombre de sociedades armadas en Panamá. Después, el constructor volvió a traer el dinero como un préstamo/aporte para Austral Construcciones.
 
Marijuan no menciona en su escrito las pruebas que en su momento demostraron que el dinero de Báez era de Báez y por lo que la defensa de Cristina, a cargo de Carlos Beraldi, viene pidiendo el sobreseimiento.
 
*Las sociedades panameñas fueron armadas por el entorno del constructor.
*Todas las sociedades y las cuentas tenían como únicos beneficiarios a los hijos de Báez. No es que aparecían misteriosas personas o sociedades de las que no se conociera la identidad.
*Casanello detalló el testamento de Báez: reveló que ordenaba que a su muerte, los cuatro hijos y la esposa conformaran un fideicomiso con todos los bienes y que no se podía vender nada hasta diez años después del fallecimiento. El testamento incluía, por supuesto, a Austral Construcciones. Nuevamente, no había ningún K como beneficiario ni posible dueño de acciones, propiedades o cuentas. Tampoco sociedades ocultas que pudieran esconder herederos.
 
La causa denominada La ruta del dinero es uno de los ejemplos más evidentes de la utilización de la justicia para la persecución política. CFK repitió y repitió que no tiene cuentas ni sociedades ni propiedades en el exterior, que no tiene bienes no declarados. Y la realidad es que eso es lo que se verificó.
 

28-05-2023 / 10:05
"Una más y no jodemos más", coreaba la muchedumbre, con sentido del humor, haciendo el último esfuerzo por cambiar el final o intuyéndolo. Nadie profanó el recuerdo de 1810 porque nadie había ido a evocarlo. Los cánticos, las escarapelas, la fiesta, honraban otra efeméride: el 25 de mayo de 2003.  ¿Cuántos eran en la Plaza histórica y sus inmediaciones? Cientos de miles. Suponga mínimo 10.000 cuadrados metros por cuadra, estime usted cuantas personas por metro cuadrado (el apiñamiento varía, ojo), adicione las cuadras repletas y más de media Plaza colmada. Haga su cálculo, lector.
 
Se empaparon, protagonizaron. Cantaron la letanía, sí. Callaron y escucharon atentos mientras hablaba la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Una hora, empapados. Es sencillo ponderar cuántos dirigentes argentinos tienen la convocatoria de Cristina y concitan tamaña escucha. Una sola. La narrativa dominante mira el palco, deja a un lado a la gente común. La describe con desdén: masas disponibles, clientela cautiva, cuando no "ovejas", "ganado", "negros" en los quinchos más atrevidos. Más allá del desprecio elitista la gente es protagonista, ocupa el espacio, hay quien recorre cientos o miles de kilómetros para participar, amucharse, poner el cuerpo.
 
No se dejaban ver expendios de chorizos gratuitos. Nadie tomaba lista para repartir dádivas entre los presentes y privar de derechos a los ausentes. Un vistazo a ojímetro registró preponderancia de argentinos de sectores populares, humildes, laburantes de clase media baja. Un conjunto distinto al habitual en las movilizaciones del 24 de marzo. Columnas numerosas, macizas. Gente suelta llegando en torrente.
 
Si la gente existiera, si la ciudadanía gravitara, acaso podrían repensarse acepciones de "populismo" y "feudalismo", dos sustantivos que se usan como adjetivo para emparejar, para vilipendiar. El populismo vendría a ser para la derecha rancia la etapa superior del feudalismo. El feudalismo domina ciertas provincias. Funciona sencillo. Un caudillo impone una constitución que admite reelecciones. Listo el pollo, a partir de ahí gobierna ininterrumpidamente. ¿Se suprimen elecciones en esos territorios? Sí, por lo visto. Las reelecciones salen por ventanilla.
 
Postergamos acá la polémica sobre el proverbio "la verdadera democracia es hacer lo que el pueblo quiere (o vota)" versus un republicanismo abstracto, flojo de papeles, chanta. O sus variantes intermedias, interesantes. Una lectura sencilla revela que la palabra "alternancia" no forma parte de la Constitución que admite reelecciones sin límite o cargos vitalicios (jueces, cortesanos). No le hace, leer la Carta Magna es jactancia de populistas.
 
Tanto como insistir en que los mandatos largos son habituales en repúblicas del primer mundo. Perduraban mejor años ha con estabilidad política y económica, con bipartidismos fuertes. Sistema parlamentario sólido con bipartidismo acuña líderes como Angela Merkel, Tony Blair, Margaret Thatcher, Felipe González. Un amigo, el politólogo sueco que escribe su tesis sobre la Argentina, nos chimenta que Olof Palme fue once años primer ministro de su país: en dos tramos, el segundo tronchado por su asesinato.
 
En contingencias turbulentas puede ser otro cantar, la estabilidad general y el bienestar inciden en la perduración de los liderazgos acá o en la vieja Europa. En el pasado remoto la exdiputada Elisa Carrió se opuso fieramente a una propuesta del fallecido exgobernador santafesino Hermes Binner: implantar un sistema parlamentario en la Argentina, reforma constitucional mediante.
 
Lilita clamaba que era una maniobra K para perpetuarse en el poder porque los primeros ministros no tienen límites para ser reelegidos. Carrió sabe ser conspirativa y denuncista aunque en contrapeso tiene mejores lecturas que los sabiondos del Agora o de los medios.
 

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