La Opinión Popular
                  23:44  |  Viernes 10 de Mayo de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná
Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Entre Ríos - 20-03-2023 / 09:03
PANORAMA POLÍTICO ENTRERRIANO

Cortes de luz: Eficiencia estatal naturalizada o modelo neoliberal

Cortes de luz: Eficiencia estatal naturalizada o modelo neoliberal
En el vía crucis porteño pueden haber varias causas: o no se invirtió lo que se debía invertir en infraestructura -con lo que la empresa no estaría cumpliendo las condiciones de la concesión a pesar de los brutales tarifazos del macrismo-, o los cortes son provocados, o ambas. No habría que descartar esta última posibilidad porque se trata de un monopolio extranjero, ENEL, que tiene parte de las acciones de Edesur, y el resto es de un consorcio cuyo dueño es Nicolás Caputo, el "amigo del alma" de Macri. El amigo, como ya controla otras tres centrales térmicas, se convirtió en el mayor productor y distribuidor de electricidad del país.
Imagínese usted que es padre o madre de dos hijos y habita en un barrio de la opulenta ciudad de Buenos Aires. Se levanta para cumplir las obligaciones del día pero ya desde la primera hora de la mañana exterioriza sus quejas porque sigue sin haber luz, pese a que ya pasaron varios días. A esto se le suman temperaturas que son agobiantes producto de una inédita ola de calor, lo que es más difícil de afrontar si ni siquiera puede prender un ventilador. Ni hablar de mantener los alimentos. Esto ocurrió durante este verano en CABA, donde el servicio de energía eléctrica lo presta una empresa privatizada por el neoliberalismo menemista: Edesur. La semana pasada, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) informó que había más de 100 mil usuarios sin servicio, casi medio millón de personas.
 
Es cierto que también se han producido cortes en algunas localidades del interior, incluso en la zona norte del conurbano. Pero en esos casos, los cortes fueron temporales y no alcanzaron a tantos usuarios, como en el territorio responsabilidad de Edesur. Los reclamos y quejas hacia esa empresa se multiplican, pero nadie da respuestas. Tampoco alcanzan las millonarias multas impuestas por el gobierno nacional, porque el problema se repite. Es el resultado del modelo neoliberal privatizador que defienden Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y su delegado en Entre Ríos, el porteño Rogelio Frigerio.
 
En el vía crucis porteño pueden haber varias causas: o no se invirtió lo que se debía invertir en infraestructura -con lo que la empresa no estaría cumpliendo las condiciones de la concesión a pesar de los brutales tarifazos del macrismo-, o los cortes son provocados, o ambas. No habría que descartar esta última posibilidad porque se trata de un monopolio extranjero, ENEL, que tiene parte de las acciones de Edesur, y el resto es de un consorcio cuyo dueño es Nicolás Caputo, el "amigo del alma" de Macri. El amigo, como ya controla otras tres centrales térmicas, se convirtió en el mayor productor y distribuidor de electricidad del país.
 
Este ejemplo nos debería hacer reflexionar de la realidad distinta que tiene la gestión de Gustavo Bordet en Entre Ríos, dónde las cooperativas y el Estado provincial a través de ENERSA distribuye y comercializa electricidad a más de 400.000 usuarios en su área de concesión, concentrando el 71% del mercado de distribución de energía de toda la provincia. El restante 29% se encuentra atendido por 18 cooperativas eléctricas a las que a su vez ENERSA también brinda servicio. Ambos sistemas se han encargado de invertir y mantener un servicio de energía eléctrica que, como dicen los comprovincianos, "nunca nos deja a pata".
 
Pareciera que los habitantes de Entre Ríos hemos naturalizado estas cuestiones y consideramos que la forma en la que desarrollamos nuestra vida es así por alguna disposición divina. Sin embargo, recién cuando miramos lo que ocurre en otros distritos, nos damos cuenta de ello. Es una eficiencia estatal que está naturalizada por todos los entrerrianos.
 
Lo mismo ocurre con otras áreas: en Entre Ríos no faltan vacantes y las escuelas reciben a todos y todas. Claro que aún hay cosas por hacer y no se está exento de errores. Pero, en Buenos Aires, el macrismo ha desfinanciado la educación pública y fomentando la privada. No tiene bancos suficientes para los pibes de la ciudad porque faltan 50.000 vacantes en las escuelas públicas de CABA. En campaña electoral, ponen al distrito porteño como ejemplo, sin decir que es el más opulento ni mencionar los graves problemas que acarrea el modelo neoliberal privatizador que promueven.

Macri, Larreta, Bullrich y su delegado en Entre Ríos, el porteño Frigerio impulsan ese modelo de saqueo económico, con empresas como ENEL que giran todas sus ganancias al exterior y no realizan inversiones. Con la complicidad de los grandes medios de comunicación y un sector de la justicia que es funcional a sus intereses, pretenden avanzar en una reforma laboral fulminante para los trabajadores que elimine indemnizaciones, implementar una reforma previsional para extender la edad jubilatoria, ahogar a las obras sociales para beneficiar a las clínicas privadas, recortar presupuestos en salud, educación, ciencia y tecnología, intervenir las organizaciones sindicales y sociales para cercenar derechos y poder bajar salarios y jubilaciones a favor de los grandes empresarios.
 
Del bando neoliberal, las expresiones han sido más que claras sobre el rol del Estado, que debería ser ajeno a todo tipo de control o regulación, como se ve en el caso de las empresas privadas de energía. Pretenden volver al viejo modelo oligárquico, agro-importador y anti-industrialista, que primó en la Argentina hasta la llegada del proceso de desarrollo e industrialización del peronismo. Ahora, incluso, esbozan un plan para privatizar los servicios esenciales que aún quedan en manos del Estado.
 
En la vereda de enfrente a este modelo de país solo para los ricos, "para unos pocos" o del "sálvese quien pueda" se encuentra un proyecto nacional y popular que busca un Estado cada vez más presente, que garantice igualdad y equidad, con fomento de la actividad económica privada. "Un modelo con todos adentro", podría sintetizarse. Se trata de una política de Estado que debería tener a los argentinos del mismo lado, pero que encuentra fuertes resistencias en sectores de la oposición de derecha.
 
Más allá de las frases y eslóganes marketineros del macrismo que circularán durante la campaña, son estos los aspectos fundamentales a evaluar a la hora de optar por un proyecto popular u otro neoliberal. Las comparaciones son odiosas, siempre. Pero en este caso es necesario, porque este año se vuelven a poner en juego los destinos del país y de Entre Ríos en un nuevo proceso electoral y algunos candidatos de Juntos por Entre Ríos hablan de privatizar, es decir regalar a sus "amigos", ENERSA, Vialidad, el IAPSER, SIDECREER y otras empresas del Estado provincial.
 
La Opinión Popular

 

El peronismo ante una encrucijada: reinventarse o ceder el futuro 

Neoliberalismo feroz, el culpable de los males
 
Si algo faltaba a los argentinos para que quedara en evidencia que han sido engañados durante décadas, con algunos cortos intervalos, se evidenció en los últimos días, y continúa todavía, con la acción -mejor dicho: con la inacción- de la empresa Edesur, que desde hace más de una semana mantiene sin electricidad a más de un centenar de miles de personas que habitan en barrios del puerto de Buenos Aires.
 
Ese engaño, que ya había comenzado en la dictadura militar pero que se afirmó en los noventa, está basado en una mentira que, como en la política del nazismo, se repite hasta el hartazgo hasta que se acepta como una verdad para la gente o al menos para gran parte de ella. Consistía y consiste en vocear a diestra y siniestra, constantemente y por todos los medios, la incapacidad del Estado para manejar las empresas públicas, es decir: agua, gas, electricidad, trasporte... Es decir: las que sirven de base al desarrollo de un país.
 
Algunos años antes la ingenuidad de los argentinos había terminado por aceptar el desguace de Carlos Menem de los ferrocarriles que, aunque con defectos, conectaban al país y podrían haberse mejorado con poco esfuerzo. Y lo peor: aquella destrucción se hizo siguiendo las pautas fijadas por un general de los Estados Unidos, Thomas B. Larkin,  de un país que siempre había sido renuente con la Argentina y sus esfuerzos en pro de un desarrollo económico y social.
 
Después, sí, vinieron los desgraciados años de los golpes militares y del menemismo y aquel capital acumulado por el conjunto de los argentinos se entregó al mejor postor, casi siempre extranjero pero con fuertes ligazones de cipayos locales y con coimas comprobadas que escandalizaron a todos, menos al gobierno donde medraban los presuntos economistas neoliberales que se jactaban de construir un nuevo país y dejaron solamente ruinas.
 
Aquella confianza en esos mercaderes internacionales, aquella ingenuidad electoral que creía en revoluciones productivas y en la eficiencia y desinterés de la actividad privada es la que tan caro paga ahora el pueblo argentino. Mauricio Macri dio el golpe de gracia para aquellos atisbos de economía independiente.
 
¿Es que la gente olvida aquellos tarifazos que cuadruplicaron el precio del agua, de la energía, de los combustibles...? A estar por lo que dicen las encuestas parecería que sí. Y no solamente las encuestas: son los propios aspirantes a una futura conducción del país que exponen desvergonzadamente su defensa y reafirmación de un neoliberalismo feroz y, con una ayuda de los grandes medios porteños pocas veces vista, vuelven a machacar la mentira para que se vuelva certeza.
 
La empresa privatizada Edesur hace lo que se le da la reverendas ganas, se burla de las leyes y la gente: no atienden los reclamos por ningún medio y los directivos de la empresa han anunciado que, por inconveniencia en sus ganancias, venderán la concesión a Nicolás Caputo, el amigo de Macri, y volverán a su origen extranjero.
 
De hecho, con sus prolongadísimos cortes de energía están admitiendo que su inversión en la infraestructura de abastecimiento ha sido nula, limitándose a remitir sus ganancias al exterior. Y hace algo más de un año tuvieron la abulia de dejar a todo el país sin electricidad durante un día completo porque no habían concretado el previsible aseguramiento de una torre de cableado, una inversión que comparada con el capital de la empresa equivalía a centavos.
 
Ahora, en medio de la crasa incomodidad de decenas de miles de personas, carentes de agua, de movilidad vertical, de aire y de higiene, con niños en serio peligro de enfermedad en días de uno de los veranos más calurosos de las últimas décadas, la lenta maquinaria estatal y la burocracia política y acomodaticia demora en cuanto a las decisiones a tomar.
 
La gente, harta ya, se vuelca a las calles y reclama a las puertas de la compañía. En respuesta, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta ubica enfrente un cuerpo especializado en represión.


Cortes de luz: Eficiencia estatal naturalizada o modelo neoliberal 
 
El radical Morales se lanzó a presidente y afirmó que en dos meses va a estar mejor que Larreta y Bullrich
 
El jujeño Gerardo Morales se lanzó como candidato a presidente con un acto porteño que colmó el teatro Gran Rex con militantes radicales y la primera plana del partido. "Los candidatos que más miden dentro del espacio están planchados hace seis meses", dijo Morales a la prensa antes de subir al escenario. "Esto no es el 2015", dijo en referencia al 3% que sacó Ernesto Sanz en la interna: "yo voy a estar mejor que Larreta y Bullrich en dos meses", dijo el jujeño, que repitió que la UCR va a tener un candidato sí o sí.
 
Los militantes llegaron desde varias provincias, principalmente de Jujuy, y cortaron la calle Corrientes tras no poder ingresar al teatro. El presidente de la UCR recibió el respaldo de la cúpula radical: estuvieron Martín Lousteau, Gustavo Valdés, Rodolfo Suárez, Emiliano Yacobitti y hasta Alfredo Cornejo, enfrentado a nivel interno con el jujeño por la estrategia de negociación con el PRO. "Los radicales somos muy buenos, nos sacamos fotos con todo el mundo", dijo en referencia a la foto de Cornejo con Patricia Bullrich.
 
También tuvo el respaldo del hermano de Manes y de Elisa Carrió, que se acercó "a saludar". Morales busca impulsar con Lilita el ala "moderada" de Juntos en acuerdo con Larreta, que recibió algunas advertencias entre las primeras filas del teatro: los radicales exigieron que los amarillos no interfieran en la elección de Mendoza y que dejen que Lousteau sea jefe de gobierno. "Martín va a ser jefe de gobierno y ellos lo saben, así es la vida, te toca ganar y te toca perder", dijo el gobernador jujeño.
 
"Capaz que elijo algún peronista que integra el frente", dijo Morales en referencia a las fórmulas mixtas que viene proponiendo desde el año pasado. "Massa lamentablemente se entregó al kirchnerismo, está perdido para la causa", aclaró. "Vamos a reperfilar todo", dijo cuando le preguntaron sobre la deuda en pesos.
 
El jujeño pidió "tanto Estado como sea necesario", en una crítica velada a los halcones de Juntos que coquetean con Javier Milei. Además dijo que Alberto es "el peor presidente de la Argentina" y que "es hora de que Cristina se vaya a la casa".
 
Morales se postuló con el slogan "dar vuelta la Argentina", que fue adaptado a las piezas audiovisuales que se exhibieron en el acto y hasta en el atril que apareció en el escenario dando vueltas carnero desde el techo. Los militantes corearon "Volveremos a ser gobierno como en el 83", en referencia al antepenúltimo gobierno que integró la UCR.
 

Cortes de luz: Eficiencia estatal naturalizada o modelo neoliberal 
 
¿Argentina es un país que depende de la lluvia para ser viable?
 
Unos 250 años después de la revolución industrial, Argentina sigue siendo un país agropecuario que depende de la lluvia para ser viable. No importa si gobiernan radicales, peronistas, libertarios, macristas, kirchneristas o comunistas, si no llueve en la zona núcleo, la economía está en problemas.
 
Y en los últimos meses cayó realmente muy poca agua en los campos que producen la soja y el trigo que luego se convierten en dólares, lo cual vino a ocurrir en un momento muy poco apropiado porque además de necesitar dólares para mantener en funcionamiento a su economía, Argentina necesita divisas para pagar el irregular crédito que el FMI le dio a Mauricio Macri para maquillar, sin éxito, el rotundo fracaso de su descabellada política económica neoliberal.
 
Para tener una idea del efecto de la sequía en las arcas públicas, basta con señalar que según estimaciones de la consultora Argentina en Datos, en el primer trimestre del año en curso el agro liquidará exportaciones por 2.577 millones de dólares, un número que al lector desprevenido le podrá resultar importante pero que desnuda su insuficiencia cuando se lo compara con lo liquidado durante el mismo período del año pasado: 9.168 millones de dólares.
 
Si durante el primer trimestre de año pasado no estábamos nadando en abundancia, el lector podrá hacerse una idea de cómo estamos ahora con 6.600 millones de dólares menos.
 
Pero el impacto de la sequía será todavía mayor, al menos eso es lo que creen en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires que esta semana ajustó sus proyecciones y elevó la merma esperada en las exportaciones anuales por encima de los 20 mil millones de dólares y advirtió que ese número podría ser mayor si las lluvias no aparecieran. Para complicar un poco más el panorama, la sequía tuvo la delicadeza de no afectar al otro gran productor de granos de Sudamérica, el vecino Brasil que para este año espera una cosecha record.
 
Ocurre que en el mundo de las commodities agropecuarias no se aplica eso de "mal de muchos consuelo de tontos", porque cuando el mal afecta a muchos por igual, los precios se disparan y los países productores terminan compensando con esa suba de precios la caída sufrida en las cantidades producidas. Eso no pasará este año, de hecho los precios internacionales de la soja están bajando, porque Brasil tiene los granos que faltan en Argentina.
 
Como este año el país indefectiblemente exportará menos, el Gobierno le planteó al FMI que sería imposible cumplir con algunas de las metas establecidas en el acuerdo firmado para devolver el brutal crédito que tomó Macri.
 
La sequía impacta de manera directa en dos de esas metas: la de acumulación de reservas y la de reducción del déficit fiscal, porque cuando caen las exportaciones también se reduce la recaudación en concepto de retenciones.
 
Después de mucho trajinar, el equipo de Economía encabezado por Sergio Massa consiguió una revisión que incluyó únicamente una reducción en la meta de reservas, pero no tocó la de déficit fiscal. Tomando en cuenta que se recaudará menos y se deberá gastar más para cumplir con la moratoria previsional recientemente sancionada, no queda muy claro cómo se logrará seguir ajustando el déficit fiscal.
 

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La madre de las batallas: los municipios son el flanco débil de Frigerio en Entre Ríos
 
A nivel nacional ya se fijaron las fechas para los comicios de este año, sin embargo en la provincia aún nadie conoce a ciencia cierta si Entre Ríos acompañará o no estas fechas. El precandidato a Gobernador de Juntos por Entre Ríos, Pedro Galimberti, salió a criticar al gobernador, Gustavo Bordet, por la indefinición. En ese sentido, el ex intendente de Chajarí dijo: "Hay certeza respecto al calendario nacional y veremos qué es lo que acontece en la provincia".
 
Lo más previsible de todo es que los entrerrianos estarán meses bajo una campaña proselitista intensa. La de Juntos por Entre Ríos ya está en marcha, la del peronismo está por arrancar y la del indeterminado candidato de Javier Milei promete despliegue. ¿Harán lo que los recursos de la Justicia electoral permitan o habrá más? Cuánto tolerarán los votantes entrerrianos -que tendrán campañas encima desde ahora hasta noviembre próximo- es totalmente imprevisible.
 
Un sector importante de Juntos por Entre Ríos (especialmente en la UCR) vienen sosteniendo la idea de que es muy difícil -casi imposible- ganarle al oficialismo y su poderosa estructura electoral en base a los gobiernos de municipios y comunas del interior. Es que la candidatura a gobernador del porteño Rogelio Frigerio pierde potencia por la falta de nombres fuertes en las principales ciudades. Lo que diagnostican en Juntos es que el espacio no tiene los dirigentes de peso que tiene el peronismo en el interior provincial. Tampoco la estructura política.
 
No obstante, suponen que Paraná debería ser el territorio más afín a su discurso neoliberal y su propuesta electoral y así se vendría  demostrando desde que el kirchnerismo empezó a retroceder nacionalmente. Por lo tanto, más de un radical plantea como muy importante volver a ocupar el sillón principal de la municipalidad capitalina, perdida desde la experiencia malograda de Sergio Varisco.
 
Más de una docena de nombres forman parte del menú de Juntos por Entre Ríos para pelear por la intendencia de Paraná, una empresa complicada para el espacio por el antecedente de la gestión del radical Varisco, que terminó la mandato a los tumbos con huelgas de trabajadores municipales, que no recolectaron la basura por casi un mes, y una condena judicial por vinculación al narcotráfico.
 
En el campamento del porteño Frigerio se anotan Ayelén Acosta, Emanuel Gainza, Leandro Brasesco, Marcelo Quiroga, Eduardo López Segura, Roberto Sabbioni, Ricardo Gutiérrez, Hugo Gemelli, Fernando Sibulofsky y Silvia García. En tanto, en el planeta Galimberti orbitan Jorge Izaguirre, Gustavo Curvale y, con más independencia, Lucía Varisco, diputada provincial e hija del exintendente Varisco. La mayoría son precandidatos sin votos propios que apuestan a sacarse la grande.
 

Cortes de luz: Eficiencia estatal naturalizada o modelo neoliberal 
 
La prioridad de Frigerio es ordenar la dispersa oferta de aspirantes a las intendencias
 
Para eso, la prioridad de los armadores frigeristas es ordenar la dispersa oferta de aspirantes a las intendencias, que en algunos casos puede llegar a ser de hasta diez o más nombres, en cada localidad importante. Las primeras señales en ese sentido muestran que lo que se busca es una solución que no termine siendo salomónica.
 
Claro que el análisis parcial que da por ganada la capital por la oposición, por la cantidad de precandidatos que tienen, debiera ser tomado con calma, porque el oficialismo -rápido de reflejos- puede sacar de la galera la candidatura de Rosario Romero, de quien hasta sus detractores reconocen su buena imagen, forjada en un plano en que la gestión del gobierno provincial no se vio cuestionada: la lucha contra la inseguridad.
 
A diferencia de las recientes anteriores elecciones provinciales, para el próximo turno electoral se agrega otro componente novedoso: la irrupción de La Libertad Avanza, la fuerza que lidera el diputado y candidato presidencial, Javier Milei. Si bien aún el libertario no ha dado señales concretas en la provincia respecto de apoyos y referentes locales, el buen caudal de adhesión que avizoran todas las encuestas advierte de la irrupción de un fenómeno que en la provincia podría incidir fuerte en el reparto de los cargos que se renuevan.
 
El debut de los libertarios es una verdadera amenaza para Juntos por Entre Ríos. Dos electorados afines que se "comerán" votos. No obstante, el discurso de los seguidores entrerrianos de Milei, en busca de una nueva política pero criticando a los políticos, que además serian socios de la empresa opositora, sigue siendo un grito en el desierto. Están pagando caro su adolescencia política.
 
Ante la proliferación de candidaturas individualmente débiles, Frigerio no se cansa de repetir que la unidad tiene que ser el camino para Juntos por el Cambio (JxC) en Entre Ríos. Con su voluntad, por ahora, no alcanza, y la interna nacional no suma. En ese escenario, se suma el problema principal candidato de la oposición: la ausencia de candidaturas fuertes en la mayoría de los municipios.
 
Sin problemas en el frente provincial - tiene a la mayoría del arco legislativo de su lado-, el desafío es despejar los territorios municipales para que su avanzada no encuentre reparos al interior de su propio espacio. ¿Frigerio utilizará la gruesa billetera de Larreta para matar los galanes que considere necesarios? ¿O son puras fantasías de quien escribe estas líneas?
 
Según explican, el objetivo ordenador es uno solo: que no haya candidaturas "ancla". Reconocen que no tienen nombres que le sumen. Por eso, lo que buscan es evitar que nadie lo tire para abajo. En definitiva, generarle musculatura política y ahorrarle la decisión "a dedo" al mismísimo Frigerio.
 
Este propósito tuvo su primera cristalización en Concordia, en una foto que difundieron desde la coalición y que acompañaron con el título "La unidad es el camino". En el mensaje, tres de los seis precandidatos de Juntos por Entre Ríos llamaban a las diferentes "facciones" a que acuerden y se fundan en una "para ofrecer la mejor alternativa a la ciudad".
 
En esa imagen aparecían los precandidatos Marcelo López (UCR), Eduardo Caminal (PRO), y Guillermo Marcone (MID). Y el mensaje estaba dirigido a los tres restantes, ausentes en la reunión: Francisco Azcué (Evolución Radical - apoya a Frigerio); Eduardo Cristina (Más X Concordia - también en línea con la candidatura de Frigerio); y Leandro Lapiduz (UCR - y en la línea del otro precandidato, el radical Galimberti).
 
La foto de Concordia, dicen desde la trinchera frigerista, pretende ser disciplinadora para el resto de los distritos que presentan realidades similares. En Paraná, por caso, son más de diez las precandidaturas que deberán converger. En Gualeguaychú y Concepción del Uruguay - los otros dos distritos grandes-, tampoco aparecen candidaturas contundentes.
 
"Lo que pasó el lunes es un mensaje a todos los precandidatos: que se pongan de acuerdo, que reconozcan la situación de que nadie es el dueño del circo y que se pongan a trabajar en el proyecto colectivo", graficó alguien que comanda el armado. Por eso quieren mandar un mensaje claro a la interna en la provincia: "empecemos a juntarnos porque si no va a estar complicado".
 
El mensaje llega en tiempos de definiciones. Lo que resta de marzo y abril serán los momentos de mediciones para definir candidaturas y cronograma electoral. En ese contexto, desde el frigerismo hablan también de "ciertos sectores ingobernables" a los que no convocan porque no tienen intención de dialogar. El tiro por elevación es para Evolución, que tiene un acuerdo nacional con Frigerio.
 
En Evolución, el espacio de Martín Lousteau, entienden que la foto de Concordia fue "un mimo". "Fue una manera de contener a los que no pudieron armar con solidez en la ciudad, de alguna manera Frigerio tiene que contener a todos, inclusive a los que no tienen ni un punto de conocimiento", respondieron.
 
Si en Juntos no resuelven el intríngulis, tendrán que librar una fuerte interna que generarán grandes gastos de campaña y fisuras y heridas que generalmente no cierran a tiempo para la elección general.
 
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